Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sois mi vida por CWC

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaaa ^^

Por fin estoy pasando por aquí!!!! Después de tanto tiempo aparezco :3 Antes que nada quiero disculparme por la tardanza, ha pasado mucho tiempo desde la última actualización. De verdad que lo siento.

También quiero daros las gracias por los reviews, por los comentarios y por vuestra espera. Gracias a vosotros tenía ganas de seguir y de actualizar lo antes posible.


Por aquí os dejo el capítulo :D

Espero que os guste <3

Estaba llorando, ya no podía más. Me encontraba sentado en el suelo, asquerosamente sudado y sin poder controlar los fuertes vómitos que me habían dado.

 

-No llores cariño- sus suaves manos acariciaban dulcemente mi espalda- Haeyoung, por favor, deja a papi, ya no puede más- pidió repartiendo delicados besos por mi espalda, buscando la manera de tranquilizarme.

 

-Necesito darme una ducha, estoy asqueroso- confesé agotado levantándome del frío suelo, deseando que la pastilla que me acababa de tomar funcionara.

 

-¿Estás bien?- me dedicó una de sus maravillosas sonrisas cargadas de cariño- ¿Quieres que llame a mis padres para decirles que nos quedamos aquí?- negué intentando parecer mucho más animado.

 

-Quiero ir, esto solo son unos vómitos traviesos- bromeé recordando lo bien que me había estado encontrando estos días, exceptuando los tobillos súper hinchados que tenía.

 

-Bueno … - cambió rápidamente de tema centrándose en otra cosa- ¿Cuándo vas a pedir la baja médica?- preguntó intentando sonar relajado, aunque se le notaba a kilómetros sus intenciones- vamos a ir pidiéndola ya ¿vale?- soltó con cariño fijando sus preciosos ojos en los míos.

 

-Ya veremos, según lo que nos diga el médico en la próxima cita.

 

-Baek- dijo cansado, llevaba un par de semanas repitiéndomelo casi cada día.

 

-No tengo ganas de discutir, Channie, ya te dije el otro día que quiero aprovechar hasta que ya no pueda ir- le escuché suspirar cansado de ser tan cabezota- voy a ducharme, revisa la maleta por si se nos ha olvidado algo ¿Vale?

 

-Vale- fijó sus ojos en los míos transmitiéndome una increíble sensación de cariño- no te enfades, por favor- una sonrisa se formó en mis labios, Chanyeol era demasiado adorable.

 

-No me enfado cariño- me pegué a su pecho sintiendo como mi abultada barriga impedía que nuestros cuerpos estuvieran más cerca- te quiero mucho.

 

-Y yo, mucho mucho- besó mi frente con dulzura, para después susurrarme al oído que me acompañaría a la ducha.

 

Me deshice de los cómodos bóxer dejándolos en el suelo, justo en el borde de la bañera. Esperé pacientemente a que Chanyeol terminara de llenar la bañera con al agua caliente, se veía tan sexy con solo la ropa interior puesta y los pelos cayéndole por la cara.

 

-¿Te acordaste de echar la crema para los tobillos?- movió la cabeza de forma afirmativa, mientras que me restregaba la espalda con la gustosa esponja bañada en gel con olor a chocolate.

 

-Luego lo revisaré todo pero creo que sí.

 

-Seguro que se te ha olvidado algo, eres demasiado despistado- me reí consiguiendo que en un descuido, Chanyeol me tirara un poco de agua en la cara.

 

-¡Channie!- me quejé imitando su gesto, empapando por completo su bóxer.

 

Aunque aquel baño podría haber terminado perfectamente en cinco o diez minutos, mi ánimo había aumentado tanto que se vio contagiado por aquel infantil juego de tirarnos agua que, por supuesto, Chanyeol había empezado. Era un poco tonto, pero en esos minutos, lo único que nos importaba era tirarle agua al contrario.

 

Tras mojarnos completamente los dos, dejar el suelo completamente bañado por el agua y tirarnos media hora allí dentro entre risas, decidimos parar, comportarnos. Nos duchamos juntos con rapidez, apenas entreteniéndonos con nada, íbamos algo ajustados con el tiempo y no queríamos que sus padres nos encontraran así.

 

-Channie, por favor, controlate. Solo me estoy vistiendo- comenté en forma de regañina aunque por dentro tenía una sonrisa que me cubría toda la cara.

 

-¿Qué he hecho?- sus ojos se agrandaron enormemente, protestando por aquella repentina acusación.

 

-Me estás comiendo con la mirada, pero si solo me estoy poniendo el bóxer. Tienes que controlarte guapetón- sus mejillas no tardaron en ruborizarse, cogiendo un precioso color rojo que me encantaba.

 

-Es que eres irresistible- acabó confesando tras un leve silencio.

 

Ambos nos mirábamos enviándonos mensajes mentales destinados a que nos besarnos. Me mordí el labio viendo como se iba acercando, hice un recorrido veloz de su cuerpo, fue levantar la mirada y tenerlo frente a mi. Nuestros gustosos labios estaban a menos de un centímetro para rozarse, cuando el sonoro e inoportuno timbre sonó.

 

-Abro yo- soltó suspirando, dejando una suave caricia en mi cintura antes de correr con dirección a la entrada del piso.

 

Mientras que volvía, aproveché para ponerme la última camiseta ancha que me habían regalado. En este caso era de rallas azules, obsequio de Chen porque, según él, que estuviera embarazado no significaba que no pudiera vestir con estilo.

 

-Ya están aquí- me informó entrando de nuevo en la habitación, por un momento había pensado que se trataba del cartero- están subiendo.

 

-¿Me ayudas?- le señalé los pantalones de gimnasia negros que más me estaba poniendo últimamente.

 

-Claro cariño- me dedicó una de sus preciosas sonrisas, ayudándome con delicadeza a subirme aquel pantalón.

 

-Gracias- le dediqué un rápido beso mientras él se ocupaba de poner los botones de su camisa.

 

Juntos nos dirigimos a la entrada, abriendo la puerta al escuchar el característico pitido del aparato. Sus padres nos saludaron sonrientes, se les veía muy emocionados y felices, se notaba que tenían ganas de coger ese avión con destino a Japón. Justo unos días antes nos habían avisado por teléfono de que se tendrían que ir del país, por un viaje de negocios, por lo que nos ofrecieron su casa, en compañía de Yura, durante un fin de semana.

 

-¿Tenéis todo listo?- preguntó su madre tras un fuerte abrazo cargado de cariño.

 

-Sí, solo nos falta coger las pastillas de Baek- aunque no habíamos tenido tiempo de revisar todo, Chanyeol parecía tan seguro de si mismo que me tuve que fiar de que no faltara nada.

 

-Ya te queda menos, Baek- me animó su padre mientras que su hijo se adentraba en la cocina para coger lo que faltaba- pronto la tendremos jugando por aquí- en estos días no paraba de pensar en nuestra pequeña, me la imaginaba correteando por la casa, siendo mimada por su padre y acostándola por la noche para que descansara.

 

-A todos se nos caerá la baba con ella- comentó con un tono divertido.

 

-Será la niña mimada de todos- solté una pequeña risa, me encantaba tener esa buena relación con sus padres.

 

-¿Nos vamos?- se interesó Chanyeol totalmente fuera de la conversación que estábamos teniendo.

 

Los tres asentimos saliendo de la casa, cerrando la puerta con la llave y bajando cargados con las pesadas maletas. El coche de su padre estaba aparcado a escasos metros del edificio, justo al final de la calle. Era un coche precioso, descapotable, de un llamativo color rojo. Los cuatro tomamos asiento dejando que el viento moviera salvajemente nuestros pelos.

 

Aunque me imaginé que el trayecto en el vehículo se nos haría largo e incómodo, al final, resultó ser de lo más entretenido. Los padres de Chanyeol me contaron un montón de cosas de cuando Chanyeol era pequeño, e incluso dijeron algunas curiosas anécdotas sobre las peleas que solía tener con su hermana. El camino fue de lo más divertido, al menos para mi, ya que para Chanyeol fue algo embarazoso.

 

Al llegar nos esperaba una sonriente Yura, sus padres iban tarde, así que únicamente nos pudimos despedir de ellos deseándoles un buen viaje. Una vez dentro nos entretuvimos dejando las maletas en la habitación, los dos hermanos insistieron en que no querían que hiciese esfuerzos, por lo que mi equipaje, que anteriormente había sido transportado por su padre, pasó a manos de su hermana. Insistí varias veces en que no hacía falta, pero eran una familia de cabezones.

 

En un principio, pensé que nos quedaríamos en el cuarto de Chanyeol, sin embargo, su hermana nos había preparado la habitación de invitados, que era mucho más amplia y espaciosa, además de que la cama era de matrimonio.

 

-¿Qué os apetece para comer?- se interesó Yura tendiéndonos un amplio repertorio de diferentes menús a domicilio.

 

-Todavía es pronto ¿no?- le contestó Chanyeol centrando su atención en su reloj.

 

-Es por ir sabiendo lo que os apetece- su hermana le dedicó una potente mirada de disgusto, sin duda a esos dos les encantaba molestarse.

 

-Pues entonces lo que queráis, yo me voy a dar un baño en la piscina- confesó sus intenciones mostrándonos el bañador azul que acababa de sacar de su maleta.

 

-Haz lo que quieras- se giró sin interés hacia su hermano, cambiando completamente de actitud al verme- ¿a ti que te apetece, Baek?- sonó de forma tan dulce que enseguida confirmé lo mucho que le gustaba molestar a su hermano menor.

 

-Lo que queráis, a mi no me importa.

 

-Tú eres el invitado- sonrió ampliamente- ¿pizza? ¿Sushi? ¿Pollo frito? ¿Pasta? ¿Algo más coreano?

 

-¡Pasta!- gritó Chanyeol desde el baño, en donde había entrado para cambiarse.

 

Yura suspiró y yo no pude más que sonreír, era una situación divertida, típica de una familia tan agradable y simpática como esa.

 

-Este niño debe de leerme la mente- bromeó- siempre nos apetece lo mismo para comer.

 

-Pues entonces ya está, decidido.

 

-¿Pero tú quieres eso?- asentí con decisión- Bueno, pues disfrutad de la piscina, yo todavía tengo que un poco de trabajo pero en cuanto termine bajaré para romper el momento romántico que estéis teniendo- soltó con humor alegrando el ambiente.

 

Yura no tardó en despedirse por culpa del trabajo, dedicándonos un fuerte abrazo antes de encerrarse en su cuarto. Nada más cerrar la puerta de la habitación, tomé asiento en la cama para quitarme la ropa con lentitud, cambiándola por el colorido bañador que habíamos elegido para traer. No tenía muchas ganas de piscina, pero con lo que me estaba provocando Chanyeol con su cuerpo sexy, necesitaba molestarle también.

 

La piscina era enorme, nunca había visto ninguna igual en ninguna casa. El agua estaba helada, quizás no lo estaba tanto, pero con el día tan bueno de sol que hacía, imaginé que estaría mucho más caliente. Aun así, Chanyeol se tiró sin ni siquiera pensárselo dos veces, parecía deseoso de adentrarse en el agua. Al verle nadar una expresión de asombro se adueñó de mi rostro, nadaba con una maestría impresionante e iba tan rápido que apenas tardaba en recorrerse las amplias dimensiones de la piscina.

 

-Nunca me habías dicho que se te da tan bien nadar- protesté todavía sorprendido al verle disfrutar del agua de aquella forma tan relajada.

 

-Estuve apuntado a unas clases- me senté en el bordillo, adentrando ligeramente mis piernas en el agua fría- no se me da muy bien pero me relaja bastante.

 

-Para mi que lo haces genial- se acercó lentamente a donde me encontraba, apoyándose en aquella placa que rodeaba toda la piscina para posar sus labios sobre los míos, besándome delicadamente.

 

-¿Lo hago bien?- preguntó dudoso, mirándome de una forma demasiado pervertida.

 

-Todo lo haces bien- sonreí ganándome otro beso de su parte.

 

-Pero no tan bien como tú- confesó románticamente.

 

-Eres un cursi- me reí, inclinándome ligeramente para salpicarle un poco de agua, repitiendo el mismo juego infantil que habíamos tenido aquella mañana.

 

Continuamos así durante un par de minutos, yo acabé empapado y el suelo terminó cubierto con una notable capa de agua. Mientras nos secábamos decidimos acomodarnos en las tumbonas que sus padres tenían colocadas junto a la sombrilla. Se estaba súper bien, nos relajamos tanto que si no hubiera sido por la repentina presencia de Yura, nos hubiéramos quedado dormidos.

 

Comimos la esperada pasta sentados tranquilamente en la terraza. Nos entretuvimos contándole sobre nuestra relación, su hermana se mostraba tan interesada que no pudimos resistir la tentación de informarle sobre nuestros tres años y pico como novios.

 

-No sabéis la envidia que me dais- soltó con un tono entristecido pero a la vez con la preciosa sonrisa característica de la familia- hacéis tan buena pareja- ante tal inesperada afirmación no pude evitar que mis mejillas cogieran un llamativo color rojo.

 

-Estás haciendo que Baek se ponga como un tomate- su carcajada fue tan fuerte que seguro que se escuchó por todo el lugar.

 

Instintivamente reaccioné dándole un suave codazo en el brazo para después, notar como se levantaba de su asiento, envolviendo mi cuerpo con sus cálidos brazos.

 

-Te quiero cariño- besó dulcemente mi mejilla, haciéndome enrojecer aun más.

 

-Lo que yo decía- comentó llamando nuestra atención- voy a llevar todo esto, enseguida vengo- Chanyeol asintió dejándome con las palabras en la boca, no me parecía bien que no ayudáramos a subir las cosas a la cocina.

 

Ambos observamos como su hermana se alejaba cargada con los vasos, algunos platos y unos cuantos envases de plástico. Aunque por un instante me sentí molesto, al encontrarme tan bien siendo abrazado, todo pasó a segundo plano, lo único que me importaba en ese momento era Chanyeol, y las patadas rutinarias que me estaba dando nuestra pequeña Haeyoung. Para recompensar a Yura decidí mentalmente que, tanto Chanyeol como yo, nos encargaríamos de quitar la mesa en la cena.

 

-Os he traído un postre- nos informó bajando las escaleras, después de unos minutos solos- hay tarta de tres chocolates, nata con nueces y una tarrina de helado. También he preparado un licor sin alcohol con sabor a frambuesa, para que brindemos- aquella bebida me recordó a mi infancia, cuando mis padres me compraban todas esas cosas, por un momento llegué a sentir una extraña tristeza.

 

-Claro, tenemos que celebrarlo- aquel tono de voz grave me sacó de mis pensamientos, simulé una sonrisa, que no tardó en hacerme olvidar toda esa horrible sensación.

 

-Muchas gracias, Yura, eres una preciosidad de persona- comenté verdaderamente agradecido.

 

-No me digas esas cosas. Vas a hacer que mi hermano se ponga celoso.

 

-Yo no soy celoso- tanto su hermana como yo nos miramos sabiendo perfectamente que eso no se lo creía ni él.

 

Disfrutamos una hora más de aquel momento acompañados por el radiante sol. Yura tenía que seguir trabajando, por lo que Chanyeol y yo volvimos al cuarto con la intención de cambiarnos el bañador por una ropa más cómoda.

 

-Voy a ducharme, ¿te quieres venir?- sugirió mirándome, llevándose una respuesta negativa.

 

-Te espero aquí mejor- comenté sentándome en la cama, estirando mi brazo para coger mi móvil, que habíamos dejado sobre la mesita de noche.

 

Mi intención al encender el aparato era pasar un rato entretenido mientras que Chanyeol terminaba. Mi sorpresa llegó al encontrarme un mensaje de Luhan en el que explicaba de forma muy resumida, que Tao y Kris habían tenido una fuerte pelea por culpa de que Tao no lograba quedarse embarazado. Sin ni siquiera pensármelo dos veces escribí, lo más rápido que pude, que me explicara más detenidamente sobre la situación. Fue pulsar el botón de enviar y sentir como mis ojos se cargaban con ese líquido salado. Para cuando llegó su respuesta, mis lágrimas ya habían descendido descontroladas por mis mejillas.

 

Aquello era mi culpa. No había dejado de animar a Tao con la idea, y lo único que había conseguido era que ambos se enfadaran. La pareja ni siquiera quería tener hijos y yo les había presionado con aquello.

 

Pocos segundos después recibí otro mensaje que me hizo sentir aun peor. Al parecer, Tao se encontraba en la casa de Luhan y Sehun llorando, mientras que Kris se había emborrachado en un bar y habían avisado a Suho para que viniera a recogerle. Era increíble que Kris estuviera así cuando eran sobre las cinco de la tarde.

 

No tardé mucho en sentir las notorias pisadas de Chanyeol acercándose al lado derecho del cuarto. Le escuché decir algo sobre lo bien que le había sentado aquella ducha caliente, al parecer quería mantener una conversación conmigo mientras se vestía. Intenté darle la espalda con sutiliza para que no se diera cuenta de que estaba llorando. No obstante, al colocarse frente a mi con solo la toalla puesta y, posiblemente, con la intención de darme un beso, se percató de lo que yo quería esconder. Su expresión cambió al instante, su rostro perdió color tornándose pálido, su cuerpo descendió fugazmente, dejando que nuestras miradas estuvieran a la misma altura.

 

-¿Estás bien? ¿Te pasa algo? ¿Es Haeyoung?- al verle tan asustado tuve que tranquilizarme.

 

-Estoy bien- contesté al instante, recibiendo un un fuerte suspiro de alivio.

 

-¿Qué te pasa?- retiró delicadamente mis lágrimas con la ayuda de sus dedos.

 

-Kris y Tao se han peleado por mi culpa- solté comenzando a sollozar de nuevo.

 

-Esos dos suelen enfadarse con frecuencia, ya sabes cómo son. Dales un par de horas para que se perdonen- ante aquellas palabras empecé a negar completamente en desacuerdo.

 

-Esta vez la he liado- me abrazó acurrucándome en su pecho, dedicándome unas delicadas caricias.

 

-Mi pequeño está equivocado- soltó con aegyo- él nunca lía las cosas. Bueno, menos cuando se junta con Chen- bromeó sacándome una sonrisa.

 

Tras mostrarle el móvil con toda la información que me había proporcionado Luhan, Chanyeol afirmó que aquellos dos eran peores que los niños pequeños.

 

-Vamos a pasar un rato de ellos ¿vale? Necesitamos dormir un poco. Seguro que de aquí a un rato todo está solucionado- asentí poco convencido.

 

Ambos nos tumbamos en la cama, arropándonos con las sábanas verdes que cubrían todo el colchón. Nuestros cuerpos se relajaron casi al instante, aunque me mente se mantuvo pensativa, ideando mil maneras de conseguir que la pareja se reconciliara. Con el paso de los minutos supuse que Chanyeol ya estaría dormido, sin embargo, al abrir un poco los ojos, nuestras miradas chocaron, me había pillado.

 

-A dormir- pronunció con una voz cansada, rodeando mi cintura con sus largos brazos.

 

Entre una cosa y otra, me vi obligado a caer en un profundo sueño. Mi mente se relajó y los únicos pensamientos que dejé que rondaran por mi cabeza eran esos momentos, que durante estos días no paraba de imaginarme, entre Haeyoung y Chanyeol.

 

 

 

Abrí los ojos de nuevo observando con detalle el lado de la habitación por el que se adentraban los últimos rayos de sol del día. Era casi de noche y aquel tono oscuro inundando la habitación hizo sumirme en un momento de relax.

 

Ya era tarde, por lo que me dispuse a despertar al dormilón de Chanyeol. Mi sorpresa fue tal al girarme y comprobar que no estaba a mi lado , que incluso una ligera sensación de preocupación se apoderó de mi. En ese instante sentí una patada bastante fuerte por parte de Haeyoung. Aquel acto, lejos de aumentar mi nerviosismo, consiguió que me relajara de inmediato.

 

Me encaminé con dirección al salón acariciando, mientras tanto, mi abultada barriga. Estaba bajando cuidadosamente las escaleras cuando el característico tono de voz de Chanyeol se hizo presente. Solo con escuchar un trozo de la conversación pude identificar que estaba hablando por teléfono, posiblemente con Tao, o con Kris.

 

Aparecí en su campo de visión al entrar al amplio salón. Le dediqué una tierna sonrisa en tanto que me aproximaba al sofá más cercano. Tomé asiento relajando mis hinchados tobillos, estaba cansado, y lo peor es que me acababa de levantar de la cama.

 

-Piénsalo ¿vale?- continuó hablando aunque sus ojos estaban concentrados en mi- ya me cuentas- suspiró cansado- gracias- concluyó dejando su móvil sobre la mesa- ¿qué tal has dormido cariño?

 

-Muy bien, he pillado la cama con muchas ganas- contesté ofreciéndole un sitio junto a mi- ¿y tú? ¿Has descansado?

 

-Un poco- se acomodó a mi lado convenciéndome con facilidad para que me tumbara apoyando mi cabeza en sus piernas.

 

-¿Con quién estabas hablando?- me decidí a preguntar sintiendo sus suaves caricias en mi pelo.

 

-Tao. Todo ha sido un malentendido. En cuanto a Kris se le pase la borrachera le pedirá perdón- soltó cansado, depositando un delicado beso en mi frente.

 

-Gracias- me acurruqué en sus muslos notando como mi flequillo ocultaba la mayor parte de mi visión.

 

-No tienes que darme las gracias por nada. No me gusta verte triste, y más cuando no es tu culpa, ¿verdad, Haeyoung?- llevó sus manos a mi barriga, justo a la zona en la que la pequeña solía dar sus patadas.

 

-Eres adorable, además del mejor novio y padre del mundo.

 

-Después dices que yo soy el cursi. Nuestra pequeña me tiene tonto, me pasó todo el día pensando en ella. Tú si que eres el mejor, dándome a esta preciosidad que pronto nacerá y nos enamorará cada día más- le besé apasionadamente, esta vez teniendo yo todo el control. No se si eran las hormonas o que me había pillado en mi hora pervertida, pero esas palabras tan bonitas me habían puesto mucho.

 

-Channie … eres un seductor- adentré mis manos por dentro de su camiseta, tocando cada centímetro de su abdomen.

 

-Si tu lo dices- sonrió de nuevo, esa, sin duda, era su mejor arma para seducir.

 

En ese instante, como si Yura supiera cuando era el mejor momento para interrumpir, apareció apoyada en el marco de la puerta interesándose por cómo habíamos pasado esas horas sin ella.

 

El resto de la tarde noche lo pasamos los tres juntos, cenamos y vimos la televisión en un ambiente muy agradable. Sin duda lo que más me gustó fue que su hermana me tratara como si fuera un hermano más, e incluso que nos compincháramos para molestar al menor de los tres.

 

A eso de las dos y media, después de dos películas románticas y otra de risa, Chanyeol y yo nos despedimos para irnos a la cama. Una vez metidos en el colchón y tapados casi al cien por cien, decidí confesarle a Chanyeol lo mucho que lo quería. Últimamente me había vuelto de lo más sensible en cuanto a los sentimientos, no pasaba un día sin que le dijera a Chanyeol que lo amaba con locura. Con una amplia sonrisa me respondió con un ''yo también te amo mucho mi vida'', me abrazó por la espalda y depositó un dulce beso de buenas noches en mi cuello.

 

Notas finales:

¿Qué tal os ha parecido? ¿Os ha gustado?

Ya extrañaba escribir sobre estos dos románticos ^^

Quiero aprovechar este capítulo para agradecer a todas las personas que leéis, comentáis y os pasáis por la página de facebook. Muchos de vosotros me habéis animado mucho durante estos días, os estoy realmente agradecida <3

Espero que os haya gustado :D

https://www.facebook.com/pages/Fanfic-CWC/1390195777889007

Os quiero muchooooooooooooo  <3

Un súper abrazoooooooooo <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).