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Sois mi vida por CWC

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Notas del capitulo:

Holaaa ^^

Muchísimas gracias por los preciosos reviews ^^ me encantan :D

Espero que os guste el capítulo <3

Aquella noche, después de lo rápido que me dormí gracias al romanticismo de Chanyeol, me desperté a las seis de la mañana con el corazón acelerado y un nerviosismo que no había forma de tranquilizar. Me separé del dulce agarre de Chanyeol intentando moverme lo menos posible, no quería que se levantara a esas horas y encima, conociéndole como le conocía, que se tuviera que quedar despierto hasta que yo volviera a pillar el sueño.
 
Salí de la cama sintiendo mis pies descalzos pisando el frío suelo, cerré la puerta del cuarto tras una última mirada al dormido cuerpo de Chanyeol. Encendí la luz del salón haciendo que mis ojos se cerraran al instante para que se abrieran poco a poco una vez que se habían acostumbrando a la luz. Me preparé una tila en la cocina, en una de mis tazas favoritas. Me senté en el sofá dándole pequeños sorbos a aquel líquido caliente, mi cabeza se lió al pensar en las reacciones de mis padres. Estaba tremendamente nervioso. Sabía de sobra como eran mis padres, y aun así los dos habíamos decidido decírselo. Masajeé mi barriga con suaves movimientos circulares, dejé que un par de lágrimas de inseguridad descendieran por mis mejillas, siendo retiradas al momento.
 
-Baek ¿Te pasa algo? - preguntó agarrado al marco de la puerta con los ojos casi cerrados.
 
-No, ahora mismo voy -dejé la taza sobre la mesa, apagué la única luz encendida de toda la casa y me tumbé con Chanyeol de nuevo en la cama.
 
Volví a despertarme, mucho más tarde, sintiendo la mirada de Chanyeol sobre mi, sin duda esa era una de las mejores formas de despertarse.
 
-Buenos días – me froté la zona de los ojos haciendo aegyo sin darme cuenta.
 
-Buenos días cariño -se acercó besándome la frente -¿Qué te paso anoche? ¿Te encontrabas mal? ¿Vomitaste otra vez?
 
-No -negué centrando toda mi atención en él – no podía dormir ... ¿Cómo te diste cuenta de que no estaba en la cama? -me interesé con bastante curiosidad.
 
-Me moví un poco y, como no estabas, no me choqué contigo. Casi me caigo de la cama- sonrió haciendo que yo también sonriera.
 
-Lo siento -le imaginé cayéndose al suelo medio dormido. Aquella imagen se repitió en mi cabeza una y otra vez. Para eliminar aquello de mi mente le besé apasionadamente acariciando su cuello.
 
-Baek vamos a desayunar primero – sus risas cada vez que rozaba su piel me volvían loco.
 
-Por fi- hice aegyo intentando convencerle- uno rapidito -pedí viendo como Chanyeol cedía sin resistirse.
 
Como siempre Chanyeol llenó mi cuerpo con pequeños besos, acarició mis pezones con suavidad y me besó apasionadamente cada vez que mis labios olvidaban el sabor de los suyos. Se separó por un instante para coger el nuevo bote de lubricante, se lo esparció por los dedos de su mano derecha con maestría. Antes de que empezara a prepararme cogí el lubricante esparciéndolo por su miembro con suaves y a la vez frenéticos movimientos. Para cuando su miembro estuvo completamente cubierto por aquel líquido viscoso transparente, bajé mi cabeza a la altura de su lubricado miembro, notando ese sabor mentolado en mi boca.
 
-Baekhyunnie -gimió al sentir como me retiraba con un último roce de mi lengua con su miembro.
 
Llevó sus dedos, que por mi culpa habían sido apartados momentáneamente, a mi entrada. Metió el primero apaciguando el breve dolor con pequeños y cortos besos en la zona de mi ombligo, introdujo el segundo dedo esta vez calmándome con irresistibles y deliciosos besos en los labios, el tercer, y último dedo, me produjo un dolor más notable y molesto que Chanyeol no tardó en tranquilizar llevando su mano izquierda a mi miembro.
 
-Channie... ¡Ahm! -gritaba de placer sintiendo que pronto me correría.
 
Chanyeol paró el movimiento desenfrenado de su mano, volviendo a mis labios con desesperación. Sacó sus dedos sustituyéndolos por su miembro. Se estuvo quieto un momento esperando a que me acostumbrara, no obstante, aunque no hubo movimiento sus dientes no dejaban de morder mi oreja suavemente.
 
-¡Channie! ¡Chanyeol! -gemía con la respiración acelerada siguiendo con mi cuerpo los movimientos constantes de Chanyeol.
 
Me tumbé de lado dándole la espalda, subí mi pierna hasta su muslo. En esa posición el miembro de Chanyeol se notaba mucho mejor, era todo mucho más suave y lento. En esa postura, que llevábamos tiempo sin hacer, nos corrimos terminando agotados sobre el colchón.
 
-Baekhyunnie al final no hemos desayunado- se rió posando su cabeza sobre mi pecho como si fuera un niño pequeño.
 
-Pues sí- yo también reí- ahora desayunamos tranquilamente.
 
-Vale -se levantó de la cama con agilidad tendiéndome su mano para ayudarme a salir de la cama.
 
-Gracias -le agradecí acercándonos a la cocina- por cierto ¿Hoy no venía kris a dejarnos su coche?
 
-Ha venido antes- señaló el mueble de la entrada en el que se podían observar las llaves del coche con el llavero de un panda comiendo bambú -estabas dormido, me ha dado cosa despertarte -hizo aegyo imitando mi rostro dormido -le he invitado a café, nos hemos puesto a hablar un rato.
 
-¿Y eso? ¿Qué te ha contado? -saqué la leche del frigorífico en tanto que él sacaba el café y un sobre de manzanilla.
 
-Que le va muy bien con Tao, que al parecer le está yendo muy bien en la facultad y un par de cosas de sus padres.
 
-Ah … -metí el café de Chanyeol en el microondas- me alegro mucho de que a Tao le esté yendo bien.
 
-Yo también, la verdad es que Kris está muy orgulloso de él. Quien se iba a imaginar que después de sacarse una carrera volvería a la facultad para sacarse otra.
 
-Este Tao es único-nos sentamos en la mesita de la cocina bebiendonos el café y la infusión tranquilamente.
 
Desayunamos con lentitud sin importarnos mucho el tiempo. Una vez que terminamos Chanyeol se encargó de poner música alta para así animarnos a recoger por encima la casa. Cambiamos las sábanas de la cama, pusimos la lavadora, lavamos los platos, barrimos el suelo y recogimos el salón, todo eso cantando con emoción cada una de las canciones que Chanyeol ponía.
 
Entre unas cosas y otras terminamos a eso de las dos y media. Nos encontrábamos tan rendidos que para comer nos preparamos ramen instantáneo, sin duda era la comida más fácil y rápida de hacer.
 
-Baek voy a bajar a comprar los pasteles -me incorporé con la intención de ir con él -quedate aquí mejor, mientras ve preparando nuestra ropa.
 
-Vale -no insistí mucho, no tenía muchas ganas de salir a la calle. Preparar la ropa era diez mis veces mejor que salir  a la pastelería.
 
Le despedí en la puerta mandándole un corazón, hecho con mis brazos, en tanto que llegaba el ascensor.
 
-No tardes mucho -dije poco antes de que las puertas del ascensor se cerraran.
 
Volví dentro de casa cerrando la puerta con delicadeza. No me molesté mucho en elegir la ropa que nos pondríamos: para Chanyeol una camiseta de manga corta azul con el cuello en forma de v junto con unos vaqueros oscuros; y para mi una camiseta, igual que la de Chanyeol, de color azul marino y con el cuello redondo junto con unos pantalones claros. Dejé toda la ropa perfectamente colocada sobre la mesa, adjuntando un bóxer para cada uno y unos calcetines.
 
Chanyeol llegó a casa con una bandeja, bien envuelta, de seis pasteles. Eramos cuatro por lo que había comprado dos más por si me entraban los antojos.
 
Nos duchamos con rapidez debido al poco tiempo que nos quedaba para que fuera la hora de merendar. Me estaba pintando con el delineador cuando el timbre sonó, me estremecí del nerviosismo ''Ya están aquí'' pensé viendo desde el marco de la puerta como Chanyeol abría la entrada del portal con el telefonillo. Nos dimos los últimos retoques antes de, con un suspiro, abrir y verles allí.
 
-Mamá, papá … -me quedé como bloqueado sin saber muy bien que hacer.
 
-Hola hijo -saludaron seriamente sin ningún abrazo o una simple caricia.
 
-Pasar, por favor -les ofrecí a entrar intentando olvidar el brusco recibimiento.
 
-Buenas tardes señores Byun- Chanyeol se inclinó educadamente, de la misma forma en la que yo lo hice el día que se lo dijimos a sus padres.
 
-Buenas tardes Chanyeol-soltó mi madre con tono de superioridad.
 
-Sentaros, voy a preparar el café -me dirigí a la cocina colocando cosas en una bandeja con ayuda de Chanyeol.
 
-Así que esta es la casa que comprasteis- alzó un poco la voz para que les escucháramos.
 
-Sí, esta es -suspiré llevando la bandeja a la mesa siendo seguido por Chanyeol que traía los pasteles.
 
-¿Tienes un poco de azúcar? -pidió mi padre removiendo el café con la cucharilla.
 
-Sí, claro -Chanyeol contestó levantándose para traerlo dedicándome una preciosa sonrisa- aquí tiene -se lo tendió con ambas manos sin recibir un simple ''gracias''.
 
-Bueno … estamos un poco ocupados, así que si no os importa- movió la cabeza como dándonos permiso para hablar.
 
-He estado unos días vomitando, no me sentía muy bien -empecé ilusionado buscando que fuera lo más semejante posible a cuando se lo dijimos a sus padres- fuimos al médico y resulto que bueno … -sentí la mirada de Chanyeol dándome apoyo -mamá, papá … vais a ser abuelos- cerré los ojos un instante imaginándome que, por un momento la reacción de mis padres era igual a la de los de Chanyeol.
 
-¿Te has acostado con mi hijo? -gritó mi padre enfurecido acercándose a Chanyeol.
 
-Papá no tengo quince años-protesté impidiendo, con mi mano, que se acercara.
 
-¿Qué le has hecho? ¿No habrás abusado de él?- le gritó aproximándose a nosotros.
 
-Señor Byun … - Chanyeol no sabía que decir o hacer.
 
-De señor Byun nada, si querías arruinarle la vida a nuestro hijo ya lo has conseguido -me empujó tirándome con fuerza en el sofá para poder golpear a Chanyeol.
 
-Largo -mandé con seguridad señalando a la puerta antes de que Chanyeol recibiera algún golpe.
 
-¡¿Qué?!- mis padres no podían salir de su asombro al igual que Chanyeol.
 
-Que os vayáis de nuestra casa -me levanté, abrí la puerta y señalé con mi mano derecha el ascensor.
 
-¿Nos vas a echar? - gritó aun con más enfado- ni se te ocurra llamarnos, no queremos saber nada de ti- aquellas palabras llegaron a mi corazón como una flecha salvaje, tenía ganas de llorar pero decidí aguantarme hasta que los vi salir. Cerré con un fuerte portazo que retumbó en todo el edificio. Mi madre se fue llorando a lágrima tendida porque supuestamente este era el mayor error de toda mi vida, mientras que mi padre estaba tan cabreado que incluso sus orejas se habían puesto rojas.
 
-Channie … -se acercó abrazándome, envolviendo mi cuerpo entre sus brazos.
 
-Lo siento, lo siento. Si no te hubiese insistido ahora no- le corté con un beso, él no tenía la culpa de nada.
 
-No digas eso, por favor -nos sentamos en el sofá intentando relajarnos.
 
No sé como lo hizo Chanyeol, pero siguiendo el ritmo de los latidos de su corazón consiguió que mi cuerpo se relajara quedándome completamente dormido.
 
Abrí mis ojos sintiendo una suave manta sobre mi, me incorporé del cómodo sofá en el que estaba tumbado visualizando el sonriente rostro de Chanyeol concentrado en su teléfono. No sé por cuantas horas dormí, de lo que estaba completamente seguro era de que lo de mis padres no había sido una asquerosa pesadilla.
 
-Channie -le llamé consiguiendo que levantara la vista de la luminosa pantalla del móvil.
 
-Baekhyunnie -dejó el aparato en la mesa acercándose a mi lado- ¿Qué tal has dormido? - preguntó sonriente desviando su mirada de mi hacia el teléfono que acababa de sonar indicando un mensaje.
 
-Bien- me froté la zona de los ojos haciendo aegyo sin darme cuenta- ¿Qué hacías con el móvil que estás tan contento y no paras con los mensajes?
 
-Estaba escribiéndome con Kai -mi cara se tornó seria.
 
-Estás todo el día pegado al teléfono- me levanté del sofá dirigiéndome al baño.
 
-Baek- me agarró del brazo evitando que avanzara más.
 
-Sueltame -retiré su brazo con brusquedad- estáis todos muy raros, no se que mierda os pasa -me adentré en el baño cerrando la puerta con fuerza. No sabía por qué estaba descargando toda mi ira con Chanyeol, yo no quería enfadarme con él por culpa de lo mal que me había sentado la reacción de mis padres.
 
-Baekhyun no te enfades, por favor -golpeó con suavidad la puerta que nos separaba.
 
Mi llevé las manos a mi cara, las lágrimas descendían sin control por mi rostro. Chanyeol no había hecho nada, se portaba tan bien conmigo y yo me estaba encerrando en el baño.
 
Iba a abrir la puerta  para abrazarle y pedirle que por favor me perdonara por esa actitud infantil cuando sentí un fuerte dolor en mi barriga que me hizo caer de rodillas produciendo un fuerte ruido al estamparme contra el suelo.
 
-¡Baek! ¡Baekhyun! -gritó angustiado aporreando la puerta con violencia. Giró el pomo del trozo de madera que nos separaba, que por suerte se me había olvidado cerrar con pestillo -Baek … -me toqué la barriga buscando alguna forma de apaciguar el dolor -¿Qué te pasa? -se tiró al suelo revisándome con la mirada, sus ojos estaban aguados, le faltaba poco para ponerse a llorar.
 
-Me duele – no tardó ni dos segundos en pasar sus brazos por mi cuello y por detrás de las rodillas, llevándome con cuidado por la casa. Cogió tanto las llaves del coche de Kris como la de la casa. Nos bajamos por el ascensor en aquella extraña postura, pegué mi cabeza a su rostro llenado su camiseta de lágrimas. 
 
Salimos a la calle con solo la camiseta de manga corta y los pantalones, hacía mucho frío pero sin duda el dolor que yo sentía junto el nerviosismo de Chanyeol consiguieron que el frío no importara. Chanyeol me sentó en el asiento del copiloto poniéndome el asiento de seguridad con rapidez.
 
-Lo siento -me disculpé una y otra vez ''Nuestro bebé, por mi culpa …'' no dejaba de pensar en que el bebé tendría que estar bien, tenía que estar bien por que era lo mejor que nos había pasado a Chanyeol y a mi.
 
-Baek no lo digas más, por favor -soltó una de sus manos del volante, entrelazando nuestros dedos.
 
Los pinchazos de dolor aumentaron, se volvieron más constantes y pronunciados, sin darme cuenta apretaba con cada pinchazo la mano de Chanyeol.
 
Llegamos al hospital dejando el coche justo en la entrada de urgencias. Chanyeol salió del automóvil abriendo la puerta de al lado del conductor. Una enfermera nos vio, corriendo se acercó con una silla de ruedas. Me sentaron ahí, en ningún momento dejé de tocar mi barriga. Con velocidad, y a la vez con cuidado, la enfermera y yo desaparecimos adentrándonos en la sala de urgencias. Una enfermera y un enfermero me tumbaron en una camilla con cuidado.
 
-El bebé, el bebé – informé sin poder retener las lágrimas a los dos segundos de que llegara el doctor.
 
-Vale, vale ¿Cuál es tu nombre? -preguntó el médico mirándome a los ojos.
 
-Baekhyun, Byun Baekhyun -el médico le indicó a la enfermera, señalándole el ordenador, que mirara mi historial.
 
-Muy bien Baekhyun, necesito que te tranquilices- asentí con miedo- estás embarazado, tienes un mes y poco más de tres semanas -leyó lo que ponía en el ordenador con rapidez – necesito que le saquen una muestra de sangre, vamos a hacerle una ecografía- informó a la enfermera para que empezara a extraerme la sangre con una jeringuilla.
 
El doctor trajo aquel aparato con el que, bastantes semanas antes, habíamos visto a nuestro bebé por primera vez.
 
-Necesito que me señales donde te duele- levantó mi camiseta. Con miedo llevé mi brazo derecho, que acababa de ser pinchado por una aguja, a la zona baja de mi abdomen, acaricié con mi mano justo donde sentía los pinchazos.
 
Encendió la máquina esparciéndome por toda la barriga aquel líquido viscoso transparente. Miré la pantalla intentando descifrar como estaba el bebé pero todo eran líneas negras y blancas, no entendía nada.
 
-El bebé está bien, no te preocupes- sonrió señalando con su dedo índice la pantalla, en el lugar exacto en el que estaba nuestro bebé -es muy pequeñito y casi no se nota pero está bien, no corre peligro. De todas maneras esperaremos a la muestra de sangre por si hay algo raro- desconectó la máquina limpiándome la barriga con un pañuelo – Baekhyun has tenido una amenaza de abortó, ¿Has sufrido alguna caída o alguna situación estresante? 
 
-Mis padres, tuve una discusión con mis padres -no tenía ganas de hablar de eso, no quería recordarlo.
 
-Necesitas cuidarte, tienes que descansar mucho ¿Quieres que avisemos a alguien?
 
-Chanyeol, Chanyeol tiene que estar preocupado.
 
-¿Está por aquí o tenemos que llamarle?
 
-Ha venido conmigo- sonreí con un pequeño gesto de dolor.
 
-Voy a avisarle- sonrió también- le diré a la enfermera que te ponga un calmante suave- se alejó perdiéndose a lo lejos.
 
Una enfermera no tardó en venir pinchándome el calmante que me había dicho el doctor en el brazo, afortunadamente no tardo más de un par de minutos en hacer efecto.
 
Vi el acto y delgado cuerpo de Chanyeol, acompañado por unos metros de distancia del doctor, acercándose a donde me encontraba. Corrió con velocidad la distancia que nos separaba. Se agachó un poco abrazándome, llenándome el cuello de sus lágrimas.
 
-Baek lo siento. Lo siento mucho, de verdad, yo no quería que nuestro bebé sufriera por mi culpa -levanté su rostro que con aquellas palabras acababa de bajar- lo siento.
 
-Channie no te perdono porque no es culpa tuya -le miré con los ojos aguados -el bebé está bien, Channie. Me tendría que haber intentando relajar con lo de mis padres...
 
-Baek los chicos y yo solo estamos planeando una sorpresa, de verdad, por favor -junté mi mano con la suya .
 
-Te quiero. Chanyeol te amo- incliné unos centímetros mi cabeza, uniendo sus labios con los míos.
 
-Yo también te amo, Baek. A los dos -sonrió limpiándose las lágrimas con la mano.
 
-Siento interrumpirles -nos avisó el médico consiguiendo que Chanyeol y yo sonriéramos -ya están los resultados de la prueba -miró con atención los papeles- todo está bien, el bebé está perfectamente -nos sonrió muy contento consiguiendo que ambos imitáramos aquel gesto de felicidad- enfermera -avisó a una de las que pasaban por allí -¿Puede quitarle el suero, por favor?
 
-Claro doctor Lee- se acercó a mi brazo retirando con delicadeza aquello.
 
-Tengo que darles unos papeles, siganme por favor- nos indicó una vez que la enfermera terminó con el suero.
 
Chanyeol me ayudó a bajar de la camilla en la que me encontraba tumbado, nos dirigimos al despacho del doctor cogidos de las manos , agarrándome con su brazo para evitar que me cayera -sientense, por favor- le hicimos caso descansando cómodamente sobre las sillas – una pregunta ¿Tienes la baja médica de los tres primeros meses de embarazo?
 
-No, me gustaría seguir trabajando- comenté con seguridad.
 
-Bueno eso es decisión tuya pero ahora necesitas descanso absoluto. Te iba a dar quince días de baja, sin embargo, lo mejor para el bebé son treinta días así que, lo siento -no estaba muy conforme con tener un mes de descanso, aun así, la salud del bebé era lo más importante- tenéis que evitar las situaciones de estrés, bueno en este papel tenéis información- nos tendió el folio que acababa de salir de la impresora.
 
-Muchas gracias -ambos le agradecimos.
 
-Aquí tienes la baja médica -volvimos a agradecer -eso es todo. Voy a retrasar la cita con su médico hasta dentro de un mes para ver como sigue el bebé. Que os mejoréis. Hasta luego.
 
Salimos de la habitación romanticamente cogidos de las manos.
 
-Channie ¿ A dónde vamos?- pregunté con curiosidad al saltarnos la salida del hospital, desviándonos en dirección a la sala de espera.
 
-Los chicos nos están esperando- informó orgulloso de nuestros amigos.
 
-¿Los chicos? -asintió sin dejar de soltarme.
 
Entramos en la sala viendo una escena que hizo que las lágrimas descendieran por mi rostro: diez personas sentadas en fila mirando con detenimiento la puerta por la que salían los médicos; Tao y Lay se habían quedado dormidos , Chen se mordía las uñas y tanto Minseok como Jongdae venían con el pijama de pareja que se habían regalado la navidad pasada.
 
-¡Chicos! -los que estaban dormidos se despertaron, mientras que los demás corrieron a abrazarme.
 
-¿Cómo estáis? ¿Qué os ha dicho el médico?- preguntaron preocupados.
 
-Estoy bien -me corregí rápidamente- estamos bien -Luhan y D.O me abrazaron muy angustiados.
 
-No nos vuelvas a dar esos sustos -me advirtió Chen con ganas de otro abrazo que no tardé en darle.
 
-¿Qué te ha dicho el doctor?- se interesó Luhan.
 
-Un mes de baja- Chanyeol levantó el papel a la vista de todos -descanso absoluto.
 
-Bueno... toma anda, que vais muy fresquitos- Suho y Lay se quitaron sus chaquetones poniéndonoslos a Chanyeol y a mi.
 
-Muchas gracias -los dos les agradecimos.
 
-Baekhyunnie son las tres de la mañana, deberíamos volver a casa- y con aquellas palabras de Chanyeol me di cuenta de la hora. Los chicos tenían que ir a trabajar en unas horas, por lo que, tras agradecerles una y otra vez por aquella muestra de cariño, nos despedimos de ellos. Kris nos dijo que nos lleváramos su coche, con el que habíamos venido, para volver a casa, y que ya se pasaría a recogerlo.
Dejamos el automóvil aparcado a un par de metros del portal. Nos subimos por el ascensor muy callados, Chanyeol abrió la puerta dejando las llaves en el mismo sitio de siempre.
 
-Estoy agotado- bostezó ayudándome a quitarme la chaqueta, que no tardaríamos en devolverles a Lay y a Suho.
 
-Yo también. Gracias, cariño- nos adentramos en el cuarto quitándonos la ropa, dejándola perfectamente doblada cada uno en su mesita.
 
-Vamos a descansar- nos tumbamos en la cama, como siempre, solo con los bóxer.
 
-Buenas noche mi vida- le besé saboreando sus deliciosos labios.
 
-Que descanses cariño -sonrió estirando su brazo para apagar la luz- tú también bebé- me besó la barriga completamente a oscuras.
 
Chanyeol no tardó en quedarse dormido sin separar su mano de la mía, el pobre no había descansando en todo el día y, para colmo, aquella angustiosa situación tampoco ayudó mucho. Sin embargo, yo por más que cerraba los ojos, como cada noche, no había forma de que el sueño se apoderara de mi. Acaricié mi barriga pensando en todo lo que había pasado en el día. Me daba igual que mis padres no quisieran aceptar la situación, tenía a Chanyeol que estaba cien por cien seguro de que me amaba, tenía a nuestros amigos que eran simplemente maravillosos y estaban ahí cuando se les necesitaba, y para rematar mi conclusión de felicidad , tenía a nuestro bebé en mi barriga. Con aquel precioso sentimiento logré que mis ojos se cerraran poco a poco consiguiendo que el sueño me dejara completamente dormido.
 
Notas finales:

¿Qué tal? ¿Qué les ha parecido?

Jjejejeje no ha sido tan sorprendente verdad?casi todos os imaginabais que los padres de Baek no iban a ser como los de Channie :)

El drama ... lo sientooooo jejejeje 

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Muchas gracias por leer :3

Os quiero <3


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