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Sparks por Calle

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Notas del capitulo:

Me tarde mucho, pero aquí esta. 

Gracias por leer. 

El fastidioso sonido del lapicero chocando varias veces contra la carpeta, nerviosa, desesperada, incómoda o apurada. Así se encontraba Paula, ya había pasado una semana después de que Ariana se quedara en su casa y en verdad cada vez se llevaban mejor de lo que pensó en un principio pero no estaba nerviosa por eso, es otra la razón.

-Bueno como sabrán el examen fue hace una semana, tengo que decir que me llevo una grata sorpresa en estos momentos – El profesor comenzó a repartir los exámenes, Paula algo nerviosa no quería voltear su hoja.

-ya has visto tu nota – llego Ariana, sentándose en una carpeta vacía cerca a ella.

-no, es decir no di tan bien el examen pero

-lo has dado bien, créeme – escucharla la tranquilizo un poco. Giro lentamente el examen, observo la nota del examen… dieciséis de nota.

-es una buena nota te lo dije.

-hace mucho que no sacaba una buena nota – dijo feliz por ella misma, le sonrió – fue gracias a ti, te debo una o mejor dicho varias porque esto es solo un curso de los que faltan. Debemos celebrarlo.

-no lose, porque tengo que estudiar – intentaba poner excusas para salir, esto noto Paula.

-bueno no salgamos, pasémosla en mi casa como la última vez y si quieres tu escoges la película.

-entonces hoy en la tarde voy a tu casa.

-te espero.

 

En el primer receso Paula se fue con los chicos populares, mientras que Ariana se quedo con su amiga Gabi.

-al parecer te llevas muy bien con Paula – quería saber que podía rescatar de esa conversación.

-la semana pasada me quede en su casa conversamos, es una buena chica

-ella estudia con nosotras desde hace años y es la primera vez que te habla.

-bueno si, es la primera vez que conversamos como dos compañeras de clase pero más vale tarde que nunca.

-bueno tienes razón solo que aún me parece raro

-si te soy sincera a mí también – dijo sonriendo, acomodándose los lentes.

 

Debajo de las escaleras del colegio se encontraban un grupillo de adolescentes escuchando música, los populares del colegio siempre se juntaban allí. Obviamente Paula se encontraba al lado de la chica que se podría decir la principal o la más popular de la escuela. Es cierto Paula es muy popular en la escuela pero no era la más popular, pero siempre la consideraban cuando tenían que salir. Avisándole cada vez que tenían una fiesta o a veces fastidiaban a algunos alumnos de la escuela.

-el milagro apareció y por eso Paula aprobó – dijo Matías, algunos rieron ella también.

-entonces todos hemos salido aprobando este curso – hizo presencia Alison, la líder de todo el grupo. – Hoy vamos a una fiesta en celebración de haber aprobado – todos estuvieron de acuerdo.

-yo paso, ya tengo planes hoy – los otros miraron extraños a Paula.

-ya va dos veces que nos das un desplante, ¿Qué pasa? – dijo Alison algo malhumorada, no le gustaba que alguien faltara a sus planes.

-mi mamá viene de viaje, tengo que pasarla con ella ustedes saben – Alison no creía del todo en sus palabras.

-te lo pierdes pero la próxima tienes que hasta escapar de tu casa para que vengas con nosotros vale.

-si claro

Luego no se volvió tocar el tema de la salida, conversaban de temas triviales, fiestas, ropa de marca, viajes, planes de fin de semana pero luego llegaron a un tema algo incómodo, comenzaron a cotillear por algunos alumnos inferiores.

-he escuchado que la profesora Romina esta con un alumno de la clase – dijo Ronaldo, los demás mostraban rostro de sorpresa, no se podían creer una profesora con un alumno no es algo que pase todos los días o en todos los colegios.

-no te creo – dijo Matías.

-es enserio, ayer los encontré en el salón demasiados juntos y me atrevo a decir que antes de eso estaban haciendo mucho ejercicio.

-que loco, el pata es un héroe – dijo Matías.

-¿un héroe? – pregunto Paula.

-si, bueno imagínate son pocos los que llegan a conquistar a los profesores

-eso es el ego del hombre – dijo Alison, restándoles importancia al tema.

-exacto – dijo Matías sonriendo.

Luego de diez minutos los chicos se fueron poco a poco, solo al final se quedaron Alison y Paula debajo de la escalera.

-te he visto conversando con Ariana

-sí, es buena chica me ha ayudado a aprobar los cursos

-por ella nos estas dejando plantados Paula – la miro desafiante, la otra solo la observo.

-¿celosa? – dijo riendo de la actitud de Alison.

-no, sabes que no soy lesbiana y tú tampoco – dijo segura.

-si tienes razón – reía con lo que dijo – pero bueno que problemas hay con que me quede con Ariana, es buena chica.

-no tengo ningún problema, solo que no olvides quien es tu grupo – dijo jugando con su mano, la abstinencia al cigarro estaba haciendo efecto – algunas personas para estar aquí les ha tomado trabajo.

-como a ti – no quería sonar cruel con sus palabras pero es la verdad, esto no el incomodó para nada a Alison.

-sí, me tomo mucho estar donde estoy pero a ti no – dio una pausa – contigo todo es fluido, mientras a algunos les toma trabajo como a mí… a otros como tu sin pretenderlo están arriba pero eso no significa que puedan bajar.

-es mi imaginación o eso me están sonando a una amenaza – su ceño se había fruncido un poco.

-no, tómalo como un consejo – saco dos pastillas de chicle, le ofreció un par a Paula, esta se negó – de alguna manera u otra te considero mi amiga, estas en lo alto y mientras más alto esté más dura será la caída…

-¿a qué te refieres? – la miro totalmente extrañada.

-el consejo que te estoy dando es para un futuro cercano… si no me equivoco regresaras a conversar conmigo… y tú no estarás feliz de la conversación – se acerca a ella y le dio un beso en la mejilla. – hemos tenido nuestras historias pero en la hora de hablar serio lo hemos sido, estoy notando cosas que no me gustan y quizás salgas dañada. Cuando te des cuenta búscame para tener una conversación.

-que loca esta Alison, bueno es mejor que vuelva a clases – no entendía las palabras de Alison, le es raro verla en esa actitud. 

 

-quien quiere salir al escenario – pregunto el profesor de arte, ninguno se atrevía a salir – porfavor no se peleen que el dedo mágico elegirá – todos ocultaron su mirada del profesor.

-disculpe profesor se me hiso tarde puedo pasar – dijo algo apurada Paula, el profesor le sonrió “que le pasa a este”.

-el dedo eligió – “mierda” – Vailati al escenario, hoy me improvisaras con algo triste… si, deseo eso un corazón roto.

-¿esta sufrido? – le pregunto al profesor, alguno rieron.

-Vailati empieza – esta jugo con el borde de su chompa, miro a su alrededor… todos sus compañeros la miran, también Ariana fijamente. Sus miradas se conectan Ariana le dedica una pequeña sonrisa… se tranquilizó un poco de algo le debía servir ese verano en clases de teatro. “bueno de que puedo hablar… rayos nunca me han roto el corazón… pero a Antonio si, puedo utilizar eso ¡claro! Su experiencia” se tomó otro par de segundos y comenzó.   

“Que vacío se siente este lugar, sin nadie alrededor a quien observar… antes era normal no ver a muchas personas a nuestro alrededor pero ahora solo te basta con salir a la calle mira a tu derecha, izquierdo o al frente una persona… entonces en este mundo debe haber una persona que sea nuestra otra mitad… encontrar a alguien que se acople a nosotros y viceversa, que sus defectos se vuelvan las cosas que amas, sus talentos solo sean cosas que admiras y que su persona te enamore” tomo un pequeño respiro y luego una sonrisa maliciosa apareció en su rostro. “deseo un amor que me enloquezca, que mi dolor sea correspondido, pero también deseo romper un corazón como me lo hicieron a mi quiero que cuando mencione mi nombre lo diga con esa rabia que solo concede el odio, que me maldiga en sus desvelos… que escriba mi nombre en todas las camas menos la mía, porque yo soy tu amor no correspondido… una dolorosa forma de sentirse vivo ¿no crees?.” Un pequeño discurso, el profesor sonrió complacido.

-bien Vailati, regresa a tu asiento… bueno quien sigue o mi dedo mágico debe escoger – otra vez los chicos escondieron su mirada del profesor.

Ariana le gustó mucho la actuación de Paula, pero se preguntaba quien le había roto el corazón “ella me dijo que nunca se ha enamorado” se sentía algo mal porque pensó que la engaño “supongo que no me tiene la suficiente confianza” al terminar la clase ya todos se estaban dirigiendo a sus respectivas casas.

-te parece si nos vamos juntas – Paula estaba al frente suyo sonriéndole, sus risos caían como cascada sobre su hombro, esa miradas que volverían loco a cualquiera. Ariana le sonrió amable, se acomodó sus lentes algo nerviosa, era una pena que sus ojos no resalten por esos molestosos lentes, pero son necesarios para ella.

-mi casa queda un poco lejos de la tuya – no quería causarle alguna molestia.

-no importa, caminar es bueno – dijo.

-bueno, déjame decirle a mi amiga que me voy contigo – se dirigió a Gabi, diciéndole que se va ir de regreso con Paula, está la miro algo extraña pero asintió restándole importancia al asunto.  

En el camino las dos conversaban de que tal les fue en la clase, se sonreían… las dos se estaban conociendo.

-me gusto tu actuación – le dio un cumplido, la otra se sonrojo avergonzada por recordar aquel momento incómodo.

-no, rayos no me hagas recordar eso – dijo riéndose, la otra también.

-¿Por qué si lo hiciste muy bien? – dudo en preguntar o no – pensé que nunca te habían roto el corazón.

-no, nunca lo han hecho… solo recordé lo que paso un amigo – Ariana se sintió estúpida por unos minutos.

-¿Qué paso? – pregunto curiosa, Ariana se encontraba en su mundo y decidió Paula interrumpirlo con la pregunta.

-pensé que era un vivencia propia con lo que dijiste, parecía real – dijo.

-se llama actuación – su sonrisa traviesa y coqueta. La empujo suavemente, esta se sonrió y siguieron con su camino. Al llegar a la casa de Ariana, está la invito a pasar.

-es acogedora tu casa.

-gracias, mi mamá y yo hacemos el mejor esfuerzo para mantenerla presentable – le sirvió limonada, no pudo evitar recordar la residencia de Paula a pesar de que sea grande y muy bonita se sentía muy solitaria la casa “desde cuándo estará viviendo así” le sirvió “¿no se sentirá sola?”.

-¿no tienes hermanos? – Paula le pregunto.

-no, soy la única hija de mamá – le sonrió – ¿tu?

-yo tengo un hermanito pero esta con mis padres – dio un sorbo, Ariana noto que hablar sobre la familia de Paula no le causaba comodidad.

-estaba pensando en que película ver – le cambio de tema, cosa que Paula agradeció internamente.

-una de terror – pregunto, la otra negó.

-acción – dijo Ariana, la otra negó.

-romántica… no mejor no – se dijo así misma Paula. – mejor una de terror si – le hiso un pequeño puchero a la otra.

-está bien – le causa gracia y acepto. Siguieron conversando, viendo algo de tele.

Sin que se dieran cuenta una hora había pasado, pero no le dieron mucha importancia al tiempo. Cada vez se conocían más, ejemplo se dio cuenta que Ariana siempre escucha música antes de dormir porque la relaja. Cosas simples pero claves para su amistad que iba creciendo con los días.

-ese fue el timbre – pregunto Paula.

-sí, bueno ya vuelvo

-no, es mejor que ya me valla te espero en una horas en mi casa – tomo su mochila y las dos se dirigieron hasta la puerta. Al abrir la puerta se encontraron con Mauricio, este le dio un beso en la mejilla a Ariana.

-hola Mauricio, ¿Por qué no me avisaste que vendrías? – pregunto, la sonrisa tonta apareció en el rostro de Ariana.

-una sorpresa – Paula solo observaba la escena. 

-disculpa no los he presentado – Ariana tomo la mano de Mauricio – ella es Paula una amiga de la escuela – Paula él es Mauricio mi enamorado.

Mauricio le dio un beso en la mejilla educadamente. “alto, tez blanca, cabello rizado parecido al -mío solo que su color es más oscuro que el mío, los ojos de color marrones combinado con verde… lindo color. Su vestimenta es clásica, un jean, camiseta con diseño y una chompa encima de él… hacen una bonita pareja” Paula escapó de sus pensamientos. 

-bueno me tengo que ir, un gusto haberte conocido Mauricio – le sonrió sinceramente “si  esta con Ariana debe ser un buen tipo”

-el gusto fue mío, Ariana me ha comentado de ti – está lo miro reprochándolo.

-a mí también me ha hablado de ti – Paula le dijo a Mauricio, esta vez Ariana la miro de la misma manera que lo hiso hace instante con Mauricio. Los dos rieron por los gestos de Ariana.

-bueno hasta luego

Los dos mejores amigos se habían hecho pareja, una transición bonita pero peligrosa. En el camino Paula no podía evitar pensar en Ariana y Mauricio. Los dos se veían tan felices con la compañía del uno con el otro. “alguna vez yo tendré eso, si Antonio no fuera gay quizás él y yo…” desecho la idea, está feliz que ellos dos sean muy amigos y no quería que nada cambiara con eso. Solo que a veces ella deseaba ser amada, no le importaría quien fuera… que le tomara la mano y le sonriera. Así de simple, que se fijaran en ella por quién es y no por su apariencia física y social. “he tenido relaciones con chicos, pero todos resaltaban lo bonita que soy… nunca hablábamos de temas interesantes, yo parecía un trofeo ante ellos. Otros eran demasiado materialistas, huecos. A veces le gustaban saber cuan guapos eran… ilusos”. Al llegar a su casa alguien se encontraba adentro.

-¿rosita estas allí? – pregunto alzando su voz.

-si mi niña, le he preparado el almuerzo desea que le sirva ahora – dijo una señora, su vestimenta es normal. Como el de una señora madre de familia, como cuarenta años aproximadamente.

-claro vamos al comedor a almorzar. – fue hasta la cocina y le dio un beso en su mejilla. La mujer la tomo de los hombros e hiso que girara.

-muchacha cada vez estas más hermosa, pero flacucha – dijo bromeándole. La abrazo protectoramente.

-Rosita, siempre almuerzo puntualmente y también ceno – le informó.

-pero no mi comida – las dos preparaban la mesa para almorzar.

-cierto, tu sabes que mi propuesta que vengas a vivir con tus hijos sigue en pie – dijo. Rosita acaricio su mejilla maternalmente.

-mi niña no te imaginas lo mucho que te quiero, eres como otra hija para mí pero no puedo abusar de tanta confianza.

-pero no es abuso de confianza, sabes que yo estaría muy feliz de tenerlos a ustedes aquí

-lose pero aun así nosotros tenemos nuestra casa – las dos ya se encontraban sentada en el comedor. Paula bufo cansada de las palabras de la otra.

-está bien, pero promete que si tu o alguna de tu familia necesita ayuda no dudes en pedírmela que yo no voy a dudar en dártela si – siempre protectora con Rosita, la considera parte de su familia.

-siempre estaré agradecida con tu familia y especialmente contigo, que te tuve desde que eras pequeña – los recuerdos aparecieron de golpe en la mente de Paula. Siguieron conversando pero esta vez de temas triviales sin mucha importancia hasta que Rosita le pregunto sobre cómo va en el colegio. Esta es consciente de que Paula no le gusta los estudios pero que es una chica muy inteligente.

-bueno sobre eso… he aprobado el curso – las dos sonrieron.

-eso es muy bueno mi niña, ya se lo has dicho a tus padres – le aconsejo.

-no creo que sea lo más acertado, quizás después les comento sobre aquello.

-es mejor que lo comentes, acuérdate que los pondrá felices de saberlo – Paula solo le dedico una sonrisa, no podía decirle que no a ella.

-está bien lo haré, pero solo porque tú me lo pides – le apunto con el tenedor de forma graciosa.

-claro mi niña – dijo maternamente.

Las horas pasaban y la noche estaba haciendo presencia. Rosa decidió irse, pero antes le pregunto quién le había ayudado con los cursos, Paula le dijo una compañera. Rosita noto una mirada ilusionada en Paula, no dijo nada más solo se dedicó a observar como hablaba de la otra – entonces invítala a almorzar con nosotras un día en forma de agradecimiento – a Paula le pareció muy buena la idea.

Ya había pasado más de treinta minutos, ya se encontraba oscuro el cielo esto hacía que se preocupara Paula por Ariana. “pero a qué hora vendrá si ni hemos acordado la hora” impaciente miraba el reloj. Ya estaba todo listo para pasar la noche las palomitas, las bebidas, el cuarto de invitados solo faltaba Ariana.

Una hora ya había pasado una hora, cuando estaba a punto de llamar a sus amigos para salir se escuchó el timbre de la residencia. Como un rayo fue abrir la puerta, allí se encontraba algo algo apurada… con la respiración agitada.

-discúlpame, se me hiso tarde – le dio un beso en la mejilla, esto sorprendió  a Paula. – pero llegue así que vamos a ver esa película. “está un poco rara, ella es más cohibida”. – me prestas tu baño.

-claro, ya sabes dónde queda – tomo la mochila de Ariana, la dejo por una lado del sillón.

-que peli vamos a ver – apareció detrás de ella como un ninja.

-me asustaste – “es la primera vez que me toma por sorpresa… su aliento choco con mi cuello” esta sintió una electricidad con sentir la respiración contra ella. – está bien – le pregunto algo desconfiada.

-sip, vamos a ver la peli. – Paula cerró todas las cortinas para dar un aspecto tenebroso a la casa, las dos se encontraban sentadas sobre la alfombra, apoyadas sobre el sofá y una manta sobre ellas. Con las luces apagadas toda la atención fue a la película después de treinta minutos Ariana tenía apoyada su cabeza sobre el hombro de Paula. “porque este temblor en mis labios, y siento cosquillas en mi abdomen… porque me siento aterradoramente bien”  giró levemente para observa mejor.

-tengo sueño – le dijo, se quito sus lentes.

-que hermosos ojos tienes – fue lo primero que dijo al observar  esos hermosos ojos.

-gracias – le acaricio la mejilla – me puedo apoyar sobre tus piernas – dijo bostezando, sin obtener respuesta esta se acostó sobre las piernas de ellas. Paula estaba inmóvil, su cabeza apoyada en sus piernas. Paula solo la observaba sin saber qué hacer, le acaricio el cabello “es muy bonita con o sin lentes… y sus ojos podrían enamorar a cualquiera” temblorosamente acerco su mano al cabello de Ariana, lo acaricio.

-¿Ariana estas despierta? – su voz sonaba dudosa.

-un poco – le sonrió, abrió los ojos por unos segundos – eres muy buena conmigo, gracias – Pauala se acercó a su rostro y ahora todo tenía sentido.

-has bebido alcohol – le susurro, la otra seguía durmiendo. – Ariana despierta – se acercó a su oído, la otra solo sonrió y siguió en su sueño. – Bueno no perdemos nada en este posición, mañana te dolerá la cabeza pero hoy no  – le dio un beso en la mejilla, siguió acariciando su cabello hasta quedarse dormida.

              


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