“El secreto de un buen equipo está en el orden,
que todos sepan lo que hay que hacer”
Pep Guardiola
El día que conocí a Seunghyunnie, aprendí una lección por mi mismo. Cabe resaltar, que fue la primera. No soy tonto, a pesar que soy menor y tengo 12 años, sé que la vida son muchas cosas más de lo que nos enseñan nuestros padres. No pretendo ser sabio o ser adulto, sé que no lo soy y eso es suficiente. Aun soy un niño, me falta mucho por recorrer como que también sé que disfrutare mi vida, dependiendo de la época en la que este. Hoy me toca disfrutar mi niñez y tengo todas las intenciones de hacerlo.
Eso no significa que sintiera orgullo por algo que aprendí por mi mismo y eso lo atesoraré siempre, adonde quiera que vaya. Incluso ahora que Seunghyunnie y yo somos mejores amigos, él no tiene idea de esto. Quizá algún día se lo diga y apuesto que lo sorprenderé. Palabra de honor. He aprendido a conocerlo estos meses y en mi mente tengo la idea de como serán sus reacciones ante determinadas acciones. Acierto el cincuenta por ciento de veces y en la otra mitad no lo hago. Lo que equivale comer a comer las grageas de Berttie Bott, de Harry Potter. Nunca sabes con que sabor te puedes encontrar y eso se aplica a hyung. Tiene una sorprendente habilidad para dejarme en blanco unos segundos. Knock Out total.
Si sueno confiado ahora es porque esta vez tengo una seguridad apabullante y sé que la intuición estará de mi lado. Si le dijera que aprendí esto: “Las apariencias engañan”, él no se sorprendería por ello. Mas bien la razón detrás de la lección. Él pensaría que lo diría en base a su aspecto físico, ya que es regordete y por las ideas preconcebidas que tenemos de las personas. De cierta manera, siempre han existido las categorizaciones en la sociedad. Se espera que un niño así, con esas características sea brusco, bruto y un matón. Lo cual nos siempre sucede, hay excepciones y mi hyung es el ejemplo de una de ellas.
Dejando de lado las seguras ideas erradas de mi hyung, la primera impresión que tuve de él es que era una persona seria. Cuando lo conocí pude ver lo cariñoso que era con Gaho y lo avergonzado que se encontraba al ser descubierto que tenia hambre. A pesar de todo ello, creía que el era serio en todos los aspectos de su vida. Que en un principio se negara que le invitara a comer hacia ver que no lo consideraba correcto. Pensé que él era una persona muy apegada a las reglas en cualquier situación. Mi percepción equivocada cambio a la hora de conocernos y siguió cambiando con el pasar de los meses mientras lo conocía. Actualmente, Seunghyunnie para mi es una persona amable, protectora y bingu. Su última característica es un sello personal en él y es lo que mas me gusta de su personalidad.
Jamás por mi cabeza pasó que Seunghyunnie se convertiría en mi mejor amigo. Hasta el punto que íbamos de arriba para bajo, como si fuésemos carne y uña. Nos hemos convertido en amigos inseparables. Tengo amigos, pero nadie ha llegado a compenetrarse perfectamente tal como sucede con Seunghyunnie. Incluso nos tenían apodos, nos decían shell y turtle. Apodos muy graciosos, desde mi punto de vista.
Precisamente por andar pegados siempre, hoy me encontraba en la casa de el. Admitiré que me estaba divirtiéndome a su costa. Todo debido a un pequeño asunto que ha ido revolucionando a todo el mundo hacia dos semanas. Podrías escuchar hasta los murmullos sobre el mismo tema en cualquier rincón de nuestro planeta. Se podía escuchar a cualquier hora del día palabras apasionadas debido a ello. Lo mas importante ningún campo profesional escapaba de eso. No había diferencias sociales, étnicas y religiosas con respecto al tema. En definitiva, todos nos habíamos convertido en uno solo y la razón de ello era: El Mundial de Futbol.
Convertido en el tema favorito y candente del momento, mi país no se escapó de ello y por supuesto, Seunghyunnie también. Al menos, eso es lo que puedes esperar de un fanático del deporte. ¡Podía jurar hasta que podía ser comentarista! A mi me gusta el futbol, pero no al grado de mi hyung. Literalmente pasé cuarenta minutos escuchándole gritar al televisor. Hoy nuestro país jugaba contra Argelia. ¡Que hyung gritara no era una sorpresa! Mas aun que hace un par de minutos habían metido el tercer gol contra nosotros. Así de mal estábamos. Molestaba, a decir verdad. Sin embargo decidí verle el lado divertido de la situación.
-¡¿QUE RAYOS?! ¿NO PUEDEN MANTENER LA MALDITA PELOTA POR MÁS TIEMPO, EH? ¿ACASO NO HAN ENTRENADO?- Seung Hyun vociferó alterado.
Sus expresiones eran dignas de ver. Un poco mas y le salía humo por las orejas, estaba considerando que de verdad podría suceder. ¡¡Imaginármelo era tan gracioso!! Incluso, comía furiosamente la comida. ¡Pobre emparedado, que pagaba las consecuencias de su mal humor! Reí con ganas al verlo. Evidentemente me escuchó porque enseguida se giró a verme con la boca llena de comida.
-¿Sbaskjlfobb ahdbfollies?-mis oídos solo captaron eso. Aunque me imaginaba que es lo que me decía. Aun así en un intento de molestarlo, pretendí no entenderle.
-Hyung, no entiendo lo que dices. ¿Qué te parece si terminas de masticar?- ofrecí amablemente y me eche reír mas en su cara.
Seung levantó su mano, dando a entender que esperara. Yo lo hice, tratando de contener la risa y volviendo mi vista al televisor. Con el rabillo del ojo, observe que trataba de manducar lo más rápido posible y casi se atorv con ello. Fue difícil contenerme al constatar como tomó una buena parte de su gaseosa para tratar de calmar el ataque de tos.
-¿Estas bien, hyung?- mi subconsciente me traicionó haciéndome hablar antes de que la sensatez dominara mis sentidos.
-¡Si, gracias por tu ayuda eh!- contestó irónicamente, una vez terminado de comer.
-De nada, fue un placer hyung- mi tono de voz contenía ironía. Esta vez si estaba en pleno uso de mis facultades mentales. Entretenía, , para mi gusto, como sus ojos se entrecerraron debido a mi respuesta- Sabia que estarías bien, hyung- dije en tono conciliador.
-¡¡Este mocoso cuando no burlándose de su hyung!!- rió entre dientes. Luego cambió su expresión por una curiosa- ¿De qué te reías?
-De ti, hyung- confesé sinceramente y una pequeña risita broto de mis labios. Seung frunció el ceño- Pensé que si estuvieras en la cabina, ya tendrias atormentado al comentarista- estallé ahí mismo de risa y no me importo- ¡Tus reacciones son increíbles, Seunghyunnie!
-Gracias, supongo- respondió jocoso- Pero no te salvas. ¡Ven acá, Jiyongie!
En ese momento nos olvidamos del partido, paso a un segundo plano. Seunghyunnie comenzó a perseguirme por toda la sala entera. Ambos, nos desternillábamos a carcajadas en todo el proceso.
-¡¡Yahhh!! Deja de ser escurridizo, Jiyongie- se quejó jadeando y al segundo, un puchero se formó en sus labios.
-¿Que puedo hacer? ¡Es mi habilidad!- encogí mis hombros frescamente aprovechando que estábamos en lados opuestos y tomando aire.
-Ya vas a ver donde quedara tu habilidad cuando te atrape-Seung me retó.
-Va pasar mucho tiempo para eso, hyung. Lo siento-con confianza le hablé.
-¡Oh, nunca subestimes a las personas Jiyongie!- con un brillo travieso en la mirada otra vez emprendió su caza.
Reí ante ello, mientras volvía a correr. No obstante algo interrumpió nuestra actividad.
-¡GOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL!- la voz emocionada del comentarista nos hizo parar en seco.
Nos miramos con los ojos abiertos como platos y sin decir nada mas, corrimos hasta estar frente al televisor. La selección coreana estaba celebrando, lo que significaba que metieron un gol. Ansiosamente esperamos la repetición del momento y vimos el momento exacto en el que Heung Min metió el gol.
-¡¡GOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL!!
-¡¡GOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL!!
Gritamos al mismo tiempo emocionados y nos abrazamos mientras saltábamos de alegría. ¡Bendito Son Heung Min! ¡Tómenselas argelinos! El tiempo marcaba 50 minutos, nos quedaba al menos cuarenta minutos para siquiera empatar. Aunque la probabilidad sea baja.
-¡Nunca hay que perder la esperanza!- Seung emocionado habló.
-¡Si!
Asentí con mucha convicción, volviendo nuestra vista al televisor. Al parecer lanzamos un hechizo en contra porque ni bien terminamos de decir eso a Lee Yong le marcaban una tarjeta amarilla. Caímos contra el sofá derrotados en menos de un segundo.
-¡Maldito Lee Yong! ¡Maldito arbitro! ¡Maldita FIFA!- Seung comenzó con su habitual despotricamiento a la televisión. Sonreí a la par que ponia mis ojos en blanco.
-Sabes que no es culpa de la FIFA. Nuestros jugadores no están jugando bien- expliqué razonablemente.
-Lo sé- suspiro Seung- Solo que esto alivia mi estrés- una suave sonrisa se formó en su rostro- ¿Sabes, Jiyongie? No importa cuantos jugadores talentosos tenga un equipo o cuan talentosos sean todos ellos, si no saben que papel y estrategia desempeñar, les ira mal. Podemos no tener grandes estrellas o talentos en nuestro equipo, pero si tienen una adecuada actitud y cumplen las partes que les corresponden saldríamos airosos. Ese es el secreto de un buen equipo.
-Estoy de acuerdo, hyung. Entonces… ¿nosotros somos un buen equipo?- pregunté dudoso.
-Lo somos y lo seremos siempre- Seung destilaba seguridad en su hablar- De alguna loca manera estamos sincronizados, y sabemos lo que queremos y debemos hacer.
Automáticamente mostré una sonrisa brillante. Teníamos los mismos pensamientos, en ese punto.
-¿Para siempre, eh?-le di un ligero codazo a modo de juego.
-Si, para siempre. Hmmm…..-corto las palabras que decía. Se detuvo a pensar mientras ponía su mano en su barbilla- Hasta que los humanos lleguen a Marte.
- ¿Y si, aun vivimos cuando suceda eso?
-Fácil. Seremos un equipo hasta que los humanos lleguen a Júpiter.
Reí ante su ocurrencia y aun así aquellas palabras me hicieron feliz. Seung me removió los cabellos, luego se centró en el partido.
-¡GOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLL!
El comentarista anuncio. Nos habían metido un cuarto gol.
¡1...2...3… ahí va!
Tal como terminé de contar, Seung abrió la boca para maldecir a medio mundo.
-¡¡VAYANSE AL DEMONIO TODOS!!! ¿ACASO ERA DIFÍCIL IMPEDIR QUE LA MALDITA PELOTA LLEGUE AL ARCO? ¿COMO DIABLOS TE CAISTE EN VEZ DE SACAR LA PELOTA A OTRO LADO? ¡¡NO IMPORTABA QUE HUBIESE TIRO DE ESQUINA!! ¡¡INÚTILES!!
Aún no podía borrar la sonrisa de mi boca. Las comisuras de mis labios se negaban a descender. Puede ser que Seung me dejara sordo con sus palabras. No me importaba. Hoy aprendí otra lección: “A veces hay amistades que valen la pena” La nuestra lo era, después de todo seremos un equipo hasta que los humanos lleguen a Marte, ¿no?