Lunes 16 de junio de 2014
Como raro he estado pensando mucho en ti, tanto que hasta llegue a llamarte. No sé si disculparme o agradecerte. Quizá es mejor solo dejarlo así. Las personas me han dicho que estás herida, lo entiendo. Digo, ¿Quién más que yo para reconocerlo? Al fin y al cabo fui quien te hizo daño y sabe cuánto duele una traición. El problema es que soy, al parecer, menos orgullosa que tú. Que irónico ¿no?
Me dijiste que botarías todo lo que me perteneciera. Últimamente sueles decir cosas que me entierran un poco más, pero lo entiendo. Aun cuando creo que un error no es excusa para que lo hagas o para que yo lo soporte… Lo entiendo, estás en el derecho de desquitar tu ira y realmente prefiero que sea conmigo. Ya sabes, no soy de desquitarme con los demás o de llorar mucho, aun cuando últimamente sea lo único que haga; eso y escribirte.
Sí, escribirte… Porque escribir de ti se me va haciendo costumbre. Digo, es la única forma de soportar mis ganas para correr tras de ti, de aceptar tu decisión porque fue mi error.
Su supieras que juraría verte en todos lados: Saliendo de mi casa, de la universidad, de alguna facultad. Creo que ya voy perdiendo la razón; me está costando trabajo acoplarme a ésta situación. Tanto que he empezado a llamarte en sueños y a hablar dormida, a odiar mi conciencia y la falta de ella.
Mi mente está empeñada en pensar en ti, mi cuerpo en extrañar tus brazos alrededor de mí y mis ojos a verte como espejismos por aquí y por allí.
Me había sentido todo el día tan abrumada y tentada a acosarte, a veces derrotada y otras con instinto de buscarte. Ya vemos que al final ganaron todas, pero no sé si fue lo mejor ahora. Empero eran tantas las ganas, tantas las incertidumbre: ¿Qué harías?, ¿En qué pensabas?, ¿Dónde estabas?, ¿Quién tiene el privilegio de gozar tu compañía?, ¿Quién te ve sonreír?, ¿Cómo te sientes?, ¿Querías saber también de mí?...
(Suspiro) ¡Te extraño tanto! Ansiaba oír tu voz… Ya no sé si llorar, irme más pronto de la ciudad o seguir como plaga buscando saber de ti. Jamás había dolido tanto una situación así. Ya dudo si podré olvidarte o si lo mejor será para siempre amarte.
Es que me sueño en un futuro buscándote y de nuevo conquistándote. Me sueños otra vez junto a ti, viendo esa sonrisa que hace de mi mundo un lugar feliz. Pero soy poco optimista cuando choco con la realidad, no se me vale soñar.
Todo esto lo tengo bien merecido, aun cuando me gustaría que nada de esto fuera igual, regresar el tiempo y a tu lado estar…
Niña encantadora, perdón por todas esas horas donde el llanto no te dejo a solas. Aun cuando prometí jamás hacerte sufrir, de una brutal forma a mi palabra incumplí. Tantas cosas, tan poco tiempo y cuán grande es el sentimiento. Antes de ti tengo una historia, después de ti tengo recuerdo atesorados en mi memoria y un camino que ya no me sabe a gloria. La vida corre y el tiempo igual, pero siento que es misión titánica siquiera pensar en que te llegaré a olvidar. Ya no sé a dónde me llevará todo esto, pero confió en que a ti te haga, en algún punto, feliz o ese es mi fin.
El caso es que solo me estoy dedicando a escribir para ti, quizá en algún punto no sea así, pero mientras pasa, gracias a esta llamada prometo no interferir a menos que tú me busques a mí.
Att: Sofía Soler