"...
-¿Por qué me has invitado aquí? – hizo un puchero e intento parecer enojado, aunque por dentro tenía una gran sonrisa de oreja a oreja.
-Yo quería decirte algo… Pero mejor comamos primero… ¡Yo invito!- tenía esa sonrisa fingida de felicidad y tranquilidad, aunque por dentro quería llorar… La noticia iba a devastar a ambos. Vegeta solo asintió estando de acuerdo que él invitaría…
Se quedaron en silencio sin dirigirse la mirada. Uno solo jugaba con sus dedos nervioso por debajo de la mesa, mientras que es su cabeza se ponían muchas dudas… El otro, solo se abrazaba por algunas corrientes de aire que llegaban hacía él… ¿Por qué no se sentaba junto a él y lo abrazaba?...
-Buen día… ¿Puedo tomar su orden?- sonrió amable la mesera de celestes cabellos, no pudo alcanzar a ver su nombre en su chaleco, la mujer tenía bellas facciones en su cara, aún era joven y su cabello era tan exótico… Vegeta se quedó mirando casi hipnotizado, pero volteo rápidamente la cabeza hacía la ventana al ver como llovía
-Ah! Claro…- empezó con una larga lista de pastelillos, malteadas y cafés La mesera se fue corriendo hacía la cocina. Vegeta solo sonrió, pudo pensar en algún momento que el cabello de Kakarotto era lindo, pero el de esa mesera lo era tres… o quizá diez veces mejor. Pero aun así, Kakarotto era mucho más lindo que ella, sus sonrisas infantiles… Suspiro.
Se quedaron callados por un largo rato, la orden estaba tardando… ¿Y cómo no iba a tardar si era como un banquete para bastantes personas?... Vegeta se rio por lo bajo al pensar eso, pero solo logro encontrarse con la mirada de Kakarotto, sonriéndole pero… ¿Qué tenía en sus ojos? ¿Tristeza? ¿Nervios? … ¿Acaso él iba a…? Una emoción se concentró en su pecho, pero una gran sonrisa en sus labios… -“¡Ya era hora!”-
-…Vaya ya ha empezado a llover…- dijo el peli negro mientras también veía la ventana y cerraba más su abrigo. Quería fingir o al menos meterse la idea de que no iba a doler tanto lo que estaban por discutir… Pero esa gran rara sonrisa en los labios de su pareja, ¿acaso se había enamorado de la mesera? Sí. Lo había visto sonrojarse al mirarla, o quizá es que ella ya era su pareja de antes… Pero si lo eran ¿Por qué no se saludaron?... Se sentía un poco más tranquilo pero a la vez más triste. Tranquilidad por saber que tenía alguien más a quien entregarle su amor, y no hundirse en su dolor… Pero, él lo extrañaría de todo corazón ¡Sí! ¡Podía amar a su “novia” pero nadie! ¡NADIE! Se comparaba con Vegeta… Rompió de su largo pensamiento, cuando esa dulce voz le hablo un poco nerviosa…
-Sí. Y… ¿De que querías hablarme?- apoyo la cabeza en una de sus manos mientras jugaba con el tenedor en su plato, como si estuviera esperando algo… Bueno la verdad sí, ya empezaba a tener hambre… -“…Como tardan en preparar las cosas aquí… ¡Hump!”- hizo un pequeño puchero que el otro noto, y solo sonrió al ver su actitud ahora infantil…
-Bueno… te quería decir…- se mordió el labio inferior, bajo la mirada y tomo la mano de Vegeta, el cual solo se sonrojo… Estaba esperando este momento desde el momento que conoció a Kakarotto. Aunque se vería raro entre todos… ¿Y eso qué? Se amaban y eso era lo único que importaba. –Que… yo…- Kakarotto bajo la cabeza algo triste, ¿Por qué tenía que hacer esto más difícil? Extrañaría sus hermosos sonrojos, la suavidad de sus manos, su dulce voz…
-¡Disculpen la tardanza! Aquí está su orden…- llego la mesera con charolas en cada mano y una en su cabeza… Bajaba docenas y docenas de platos, en eso Vegeta pudo ver el nombre de la linda mesera… -“Bulma…”-
-Bien, gracias…- sonrió un poco avergonzado el menor de lo dos. Comenzaron a devorar cada pastelillo, como si no hubiera mañana… Los dos se habían olvidado de las tantas preguntas y cosas que tenían que decir…
-Y… ¿qué me querías decir?- sonreía mientras se limpiaba restos de betún que había en sus mejillas y alrededor de su boca, aun que pensó que Kakarotto las iba a quitar con su mano o con su misma boca… No dejaba de mirarle a los ojos, como si quiera sacar la tan esperada pregunta de ellos, de todas formas, ya tenía preparado el “Sí” o el “Acepto”… Pero veía algo más en ellos, algo raro…
-Veras Vegeta… Sé que llevamos demasiado tiempo siendo… novios…- soltó una pequeña sonrisa y miro hacía el rostro del otro. Estaba con una pequeña sonrisa, irradiando algo de alegría… Tomo sus manos
-¡Aja!…- dijo algo emocionado y sonrojado… Estaba preparado para lo que venía… - Continúa…- sonrió un poco más.
-Pues yo quería…- cerro los ojos y se mordió el labio inferior. Lo que venía era tan difícil de decir… suspiro y tomo aire lo contuvo por un segundo…
-¿Tú quieres?- también se mordió el labio, apretaba cada vez más fuerte sus manos emocionado…
-…Romper contigo…- soltó el aire. Era como si en ese suspiro le hubiera lanzado la más filosa daga que hubiera imaginado.
-E-espera… ¡¿Q-qué?!- se quedó atónito… ¿Cómo podía romper con él? Se quedó frio por un momento, sin pronunciar ninguna palabra por su asombro. Sintió como su mundo de vino abajo, sus lágrimas se juntaban en sus rotos ojos… ¿Cómo había pensado que Kakarotto le pediría en ese mismo lugar?... Es más ¡¿Cómo se había metido la estúpida idea de que habría una oportunidad de matrimonio entre ellos dos?! … Apretó los puños y se levantó, quería irse de allí, pero sus piernas no se movían…
-Vegeta… Quiero romper mi relación contigo… Me comprometeré con alguien más…- soltó sus manos y bajo la cabeza en forma de disculpa…
-¡¿Cómo… te atreves… a hacerme…ESTO?!- fue subiendo poco a poco la voz, mientras sus manos se ponían encima de la mesa, la cual golpeo con fuerza, no la suficiente para romperla, pero hizo que varios platos cayeran de la misma rompiéndose en el piso…Ese sonido de ruptura, vibraba dentro de él, su corazón también se había roto… -Eres un… imbécil…- limpio las lágrimas con una de las manga de su saco. Salió corriendo del lugar.
Levanto la mirada hacia el cielo y cerró los ojos… La lluvia caía sobre su cara, mezclándose con sus lágrimas…
Intento tranquilizarse, pero sentía que los pedazos destrozados de su corazón se encajaban en su pecho… Seguía suspirando, intentado asimilar todo eso… Si, puede que te aburras de la misma persona durante mucho tiempo, pero ellos… Ellos eran como dos piezas de rompecabezas que encajaban perfectamente… uno en la vida del otro…
Siguió con su camino…El eco de pasos golpeando los charcos... –“¿Por qué no me deja de una maldita vez en paz? Ya dijo suficiente…”-
-¡Vegeta! ¡Espera!- corría tras de él, abrió los ojos de golpe, pero siguió llorando… Hizo como que no escucho, acelero el paso sin mirar atrás… Kakarotto tomo su brazo intentado detenerlo… -Puedo explicarlo…- Se detuvo y volteo a verlo, el idiota no tenía ni una lagrima en sus ojos… ¿Por qué a él no le dolía tanto?
-¡Explicarme qué! ¿Cómo te enamoraste de él…o ella?- con su otra mano quito los sucios dedos de Kakarotto -… No quiero que vuelvas a hablarme de ahora en adelante…-
-Pero… Tú no lo entiendes…- tomo sus manos, las abrazo hacía su pecho, pero Vegeta las quito lenta y dolorosamente. Adoraba que hiciera esos cariños con sus manos…
-Puedo entender que… - bajo la voz y empezó a quebrase más -… te hayas aburrido de mi…- volvió a secarse las lágrimas con las manos y fingió una sonrisa –y hayas encontrado a alguien mejor que yo…Pero no siempre se puede jugar con el mismo juguete después de varios años… ¿Cierto, Kakarotto?… Pero, espero que cuides de tu nueva pareja… Que sean muy felices… Adiós…- bajo la cabeza.
Kakarotto soltó algunas lágrimas, le dolía demasiado verlo así de destrozado. Se quitó la bufanda y se la puso, intenando abrazarlo -… Por lo menos ten esto para recordarme…- sonrió.
-No quiero recordarte nunca más…- tiro la bufanda hacia el piso. Sin ninguna otra mirada, palabra o sonido, dio media vuelta y siguió su camino. -…No quiero verte nunca más…- susurro para sí mismo…Dejo atrás a un sorprendido e igual destrozado Kakarotto… él ya no le importaba… Ahora tenía que olvidar todo ese estúpido asunto…
-… ¿Disculpe?- escucho una dulce voz tras de él, era esa mesera celeste. -¿Todo está bien?- se asustó un poco por los daños causados por su… Le dolía decirlo, si quiera pensarlo y aceptarlo de una manera u otra… Su ex pareja.
-Eh… Sí, todo está bien…- limpio con uno de sus dedos las lágrimas –Lamento lo que paso adentro…- se inclinó un poco en señal de disculpa, la celeste solo le dio una palmada en la espalda como diciendo “…No hay problema”
-No hay de que disculparse, aquí siempre suceden cosas así… Bueno será mejor que se vaya. La lluvia empeorara y estamos a punto de cerrar…-
-Hasta luego…- agito la mano en forma de despedida hacía la sonriente peli celeste. Camino hacia la derecha… perdiéndose entre el mar de gente…
-Vaya que cosas pasan en estos lugares…- estaba por entrar pero vio un objeto tirado no muy lejos de la puerta -¿Qué es esto?...- levanto la bufanda azul y logro ver que en uno de los extremos había una “V” en color naranja… -…Ve…Va… ¿Cómo se llamaba ese sujeto? – miro hacía ambos lado de la calle, hasta que logro ver a un muchacho de cabello levantados como una flama, algo bajo y corriendo hacia ella… Pero aún estaba muy lejos.
-¡Hey!- salió corriendo hacia él. El suelo estaba demasiado resbaloso y las gotas de lluvia nublaban su vista… Callo la piso, pero una cálida y suave mano le ayudo a levantarse…
-¿Estas bien, Bulma?- sacudió a la joven. Se quitó el saco y se lo coloco encima de los hombros.
-¿Seguro que no loa necesitas?... y… ¿Cómo sabes mi nombre?- se aferró al saco, mientras se perdía en lo atractivo que tenía ese chico… -¡Por cierto! Toma…- le puso la bufanda -… No creo que haya sido una buena idea que te la hayas quitado…-
-¿Puedo acompañarte?- sonrió. Vegeta solo asintió con la cabeza.
Allí iban dos corazones altamente enamorados, caminando con sus dedos entrelazados. Uno de ellos tenía la nueva oportunidad para amar… aunque algunas heridas no se pueden desvanecer con el tiempo, ella podría hacerlo..."