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Discusión. por MitcheKiller117

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Xx.

 

 

 

HyukJae nunca le pone el pestillo a la puerta de su habitación.

Desde que el Líder se marchó al Servicio Militar, el menor comenzó a hacerse responsable del resto de sus compañeros de grupo sin necesidad de que nadie se lo pidiese. Y, desde entonces, jamás le echaba el pestillo a la puerta, por si en algún momento alguna urgencia surgía o alguno de sus Hyungs o Dongsaengs necesitaba algo.

Hyuk siempre fue una persona responsable, más sin embargo, en los últimos meses lo era todavía más. Se la pasaba de aquí para allá, ocupado. Sin tiempo para nada. Si no estaba grabando, estaba dando entrevistas, participando en revistas, photoshoots y poniendo mucho empeño en el baile. Cuando encontraba tiempo libre, se disponía a ordenar sus cosas.

No es que a EunHyuk le disgustase el desorden. Más bien lo odiaba.

Y precisamente porque nunca le echaba el pestillo a la puerta, siempre encontraba todo fuera de lugar al final del día. La culpa de todo la tenía DongHae que, con el pretexto de extrañarlo, se ponía a hurgar sus cosas y pasar el tiempo libre metido en su habitación en lugar de hacer algo más productivo.

Muchas veces EunHyuk había discutido el asunto con el menor pero siempre resultaba lo mismo. Nunca había una solución. Para Hyuk DongHae era un niño berrinchudo y malcriado, el mismo porque el que estaba totalmente loco.

Es día no estaba ocupado en absoluto, aunque el resto de sus compañeros continuaban con sus actividades, por lo que se tumbó sobre su cama a disfrutar de su valiosísima tarde libre, de esas que difícilmente lograba obtener. No muchos días atrás, en sus encuentros furtivos que no iban más allá del “Hola, ¿Cómo estás?”; DongHae lo había convencido de abrir una cuenta en esa red social llamada Instagram, más sin embargo, nunca nadie tuvo la delicadeza de enseñarle cómo usarla y por ello había estado teniendo problemas para lidiar con ella.

Decidió echar un vistazo a las nuevas en esa red socia, así que se dispuso a abrirla y mientras cargaba, apiló las almohadas detrás de su cabeza para estar más cómodo.

Cuando Hyuk volvió la vista al frente, se encontró con una actualización nueva. DongHae se veía muy guapo, llevaba la ropa con la que lo había visto salir esa mañana…

Leedonghae: “Te extraño”.

Hyuk levantó una ceja con seriedad. ¿Cómo podría extrañarlo si lo había visto apenas unas horas atrás? Negó con la cabeza y pronunció una sonrisa en sus labios, hacía tiempo que DongHae no hablaba sobre él en IG.

Y sin embargo desplazó el dedo sobre la imagen de su querido Dongsaeng para colocar que le gustaba cuando una etiqueta apareció sobre ella.

“ @Oohsehun”

La sonrisa se borró de su boca.

¿Oohsehun? El coreano se incorporó sobre la cama con el ceño fruncido. ¿Quién demonios era Oohsehun y por qué su DongHae lo extrañaba? Se desplazó sobre la pantalla y encontró comentarios de diversas personas e incluso ELF que decían cosas como “Hae y HunHun son una pareja” “Que lindos” “Aww”. Se le revolvió el estómago ¿Por qué ELF pensaría eso? ¡Para ELF DongHae y él son una pareja! Enojado,  cliqueó el perfil de esa persona.

El rompecabezas se armó por sí solo en su cabeza.

Segundos atrás, esa cuenta también había posteado una fotografía, mostrando a SeHun de EXO haciendo la misma seña con la mano y etiquetando a DongHae en ella. A su DongHae.

Oohsehun: “Te extraño”.

Oh.

Hyuk se revolvió incómodo y se sintió estúpido.

Incluso llegó a pensar que era él a quién DongHae extrañaba. Salió de la aplicación, frustrado y lanzó el móvil a algún lugar en la cama, fuera de su vista.

Estaba que echaba chispas.

Sí, eran celos. Pero, era normal sentirlos, ¿No? Él y Hae habían estado saliendo desde hacía tanto tiempo atrás que incluso había perdido la cuenta de los meses.

EunHyuk bufó con molestia y se pasó una mano por el cabello, despeinándose.

Ese cabrón infiel de DongHae.

Ya no podía confiar en nadie. Y no es que Hyuk fuese celoso, oh, no. Para nada. Al contrario, el mayor se sentía una persona muy liberal y siempre presumía de tener su total confianza puesta en su adorable novio. Sin embargo, Hyuk no confiaba en sus amigos.

Y es que DongHae siempre ha sido una persona extremadamente amistosa. Demasiado, para el gusto del pobre e inseguro EunHyuk.

Mentiría si dijera que le gustaba esa amistad. Mentiría si dijera que le gustaba alguna de sus amistades. Pero era comprensible, ¿no? Digo, ¿Quién en su sano juicio no se pondría celoso si su novio anda por ahí, saliendo a cenar, a caminar, a comer, a beber y demás cosas con otras personas dejándolo totalmente de lado? Todo el mundo lo haría. Y encima el muy insensible iba y posteaba cosas lindas para otros hombres en IG.

¿Pero quién carajos se creía DongHae que era?

Hyuk pateó la caja de zapatos deportivos que su novio le regaló la pasada navidad y rabioso, volvió a tumbarse sobre la cama con los pensamientos enredados.

¡Ese maldito pez lo iba a escuchar! ¡Por San Siwon! ¡Él se partía la espalda trabajando todas las tardes! ¡Siendo explotado como negro por la SM mientras que DongHae andaba por ahí divirtiéndose con quien se le pusiera enfrente! Y lo que era todavía peor ¡Lo hacía con Oh Se Hun!

No era que a Eunhyuk no le agradara el pequeño Maknae de EXO, sin embargo, se trataba de eso precisamente. Tenía que verlo muy seguido, se lo encontraba de vez en cuando por la agencia y se saludaban como desconocidos. No quería tener que controlar su estómago revuelto y su pecho ardiente en celos cada vez que lo veía… Y sin embargo, DongHae seguía mezclándose con él.

Insensible pescado.

Sí pescado, porque cuando acabara con él sería pescado y no pez.

Estaba todo fríamente calculado.

Lo iba a cortar, empanizar, freír y se lo daría en forma de nuggets a los hambrientos niños de África.

Sus pensamientos asesinos fueron interrumpidos por la puerta abriéndose de golpe.

DongHae entró como Pedro por su casa y comenzó a revolver las cosas en su tocador sin siquiera reparar en su presencia.

A EunHyuk le hirvió la sangre.

—¿Se te perdió algo? — Habló. Su voz sonó helada y se felicitó mentalmente.

El menor giró la cabeza y la ladeó cuando lo miró. — Ah, Hyukie~ Estabas aquí.

El mayor se incorporó y se sentó con las piernas abiertas y apoyó las manos en ellas, como todo macho que se respeta. Con el ceño todavía fruncido, levantó una ceja. — Esta es mi habitación, ¿Dónde más debería estar?

DongHae dejó escapar una risita que en cualquier otra situación, habría hecho a EunHyuk flaquear. Pero no lo haría, no en ese momento.

—No lo sé, Hyukie~. Trabajando, como siempre.

HyukJae notó que aunque intentaba parecer juguetón, la voz de DongHae -el todavía pez- era fría, pero no le importó.

—Descansé hoy.

—Qué bien, Hyukie~ — El menor le restó importancia al asunto, como siempre — ¿Has visto mi pinta uñas con olor a ajo? La manicurista dijo que si no dejo de comerme las uñas, no me atiende nunca más.

El aludido negó con la cabeza y gruñó cuando DongHae se retiró del tocador y pudo ver el desastre que había dejado ahí. El menor se agachó en el suelo y comenzó a buscar en el piso.

—¿Qué estás haciendo? — Inquirió Hyuk de forma despectiva.

Hae no entendió por qué su novio estaba usando ese tono con él y lo miró desde el suelo. — ¿Busco mi pinta uñas? — Repuso, con una ceja arriba.

Hyuk se levantó y comenzó a golpear su pie contra el suelo, impaciente, logrando captar la atención del menor, que lo miró confundido por enésima vez en la tarde.

—¿Qué?

—Búscalo en tu cuarto.

—¿Q-ué?

—Búscalo en tu cuarto, dije. Aquí no hay nada.

—¿P-Por qué?

—¡Que te vayas de aquí, joder!

DongHae hizo un puchero, todavía en el suelo y se puso de rodillas para cruzarse de brazos.

—¿Me estás corriendo, Hyukie?

—¿No es obvio? — El mayor levantó una ceja.

—¿Por qué te portas así conmigo? — Inquirió el menor, haciendo Aegyo. Pero no funcionó.

Hyuk ni se inmutó y con una seca cabezada señaló la puerta. — No quiero verte ahora, vete ya.

DongHae frunció el ceño, todavía con el puchero en sus labios y miró el suelo, encontrándose con la caja de zapatos que le había regalado al mayor por navidad en el suelo, alejada del resto y abierta, como si hubiese sido lanzada despectivamente. No se equivocaba demasiado.

La señaló con el brazo. — ¿Qué hace mi regalo en el suelo?

—No te importa. — A Hyuk casi le ardió la garganta por lo seca que salió su voz. No solo estaba enojado, se sentía herido y DongHae no estaba ayudando mucho.

En un ágil movimiento, el menor se puso de pie y lo miró de brazos cruzados. —Si me importa, soy tu novio y yo te lo obsequié. ¿Por qué está en el sue-

Pero la risa despectiva del mayor no lo dejó continuar. DongHae abrió la boca, aturdido y sin palabras.

—¡Novio! — Exclamó Hyuk entre risas. — ¡Ahorita si soy tu novio!

—¿De qué jodidos te estás riendo Lee Hyuk Jae? — Inquirió, frunciendo las cejas sin entender — Sí, eres mi novio. Ahorita y siempre. Desde hace casi tres años… ¿O me vas a decir que no te acuerdas?

El mayor se encogió de hombros con una sonrisa sarcástica en los labios. Si DongHae intentaba que se sintiera mal por no recordar cuanto tiempo llevaban juntos, no iba a lograrlo.

—Pues no parecía tu novio hace rato, en Instagram, cuando le decías a SeHun cuanto lo extrañas. — Escupió todavía sonriendo.

DongHae abrió la boca formando un gran círculo y guardó silencio.

Hyuk esperó…

Y sin embargo, luego de dos y hasta tres minutos las palabras de DongHae no llegaron.

—¿Sin palabras? —EunHyuk lo miró fijamente, el menor había bajado la mirada.

—Creí que cerrarías tu cuenta. — Comentó Hae, aunque las palabras parecían haberse escapado sin querer de sus labios.

El mayor dejó escapar una risita amarga. — Puedo borrarlo ahora mismo si quieres. Así puedes seguir posteando recaditos de amor públicos para SeHun sin que yo me dé cuenta.

DongHae lo miró, asustado — No quise decir eso.

Hyuk apartó la vista y tomó el celular de su cama, entrando a su cuenta en IG casi al instante.

—¿Qué haces?

—Te hago un favor.

—¡HyukJae! ¡No seas infantil!

El mayor detuvo sus movimientos y lo miró, arqueando una ceja por milésima vez esa tarde. —Yo soy infantil… Sí, supongo que por eso fuiste y te buscaste a un chiquillo mucho menor que yo. Porque yo soy el infantil.

DongHae infló los cachetes, con impotencia.

—No jodas, Hyuk.

El aludido sonrió. — Está bien, Hae. Ya no te joderé.

Las mejillas del menor ardieron al notar el doble sentido en las palabras del mayor y tragó saliva. — No me refería a eso.

El mayor volvió a reír. — ¡Ah claro! ¡Tú puedes ir y hacer lo que quieras con quien quieras pero al final del día vendrás a buscarme para que te joda! — Exclamó, evidentemente enojado. Siendo sarcástico y grosero, según Hae, que rodó los ojos.

—No hay nada entre SeHun y yo, Hyuk.

—No me lo parece.

—¡Pues no hay nada!

—No andarías por ahí, gritando a los cuatro vientos que lo extrañas si no hubiese nada entre ustedes, Hae. — Recalcó el mayor.

—¿Qué quieres? ¿Qué deje de verlo? — Inquirió el menor — ¡Somos amigos, Hyuk! ¡A-MI-GOS! No dejaré de verlo. ¡Aish enserio! A veces tus celos me vuelven loco… — Exclamó, pasándose una mano por el cabello.

El corazón de Hyuk se sintió helado pero sonrió con un dejo de tristeza, esperando no dar lástima porque era lo que menos necesitaba. Dejó el móvil sobre la cama y comenzó a caminar hacía la salida.

—¿A d-dónde vas, Hyuk? No hemos terminado — Habló el menor, nervioso ante su repentina huida.

—A mí me parece que sí, Hae. Se terminó ya…

El corazón del aludido golpeteó con fuerza en su pecho. ¿Terminar? Tragó saliva y se volvió hacía él en seco. No podía hablar enserio…

—Hyuk…

—No digas nada, Hae, por favor.

—Hyuk, escúchame.

—Es lo mejor.

El mayor apretó los puños y volvió a caminar hacía la salida. Agradeció estar dándole la espalda al menor, realmente no quería que lo viera así, con los ojos empañados, débil, muy débil.

Las manos de DongHae sobre su cintura le impidieron continuar caminando. El menor se aferró a su cuerpo de un instante a otro, enterrando su cabeza en el hueco del cuello de Hyuk. Y lo presionó con fuerza contra él, sin dejarlo escapar.

—DongHae…

—No te vayas, Hyukie. — Murmuró el menor con la voz crispada y las desalineadas lágrimas salieron de sus ojos, recorriendo sus mejillas y goteando en su barbilla.

Hyuk se estremeció al sentir su hombro húmedo y tragó saliva sin moverse. DongHae estaba llorando. Lloraba por su culpa…

—No llores, Hae.

—No te vayas, Hyukie. — Repitió el menor, aferrándose todavía más a él.

—Es lo…

—No es lo mejor, Hyukie. Lo dejaré, ¿vale? No lo haré de nuevo. — Se apresuró a decir, no entendía como su voz podía ser entendible así de nervioso y desesperado como estaba. — Pero no te vayas, Hyukie, no me dejes, ¿sí?

El mayor suspiró y colocó sus manos sobre las del menor, que se entrelazaban en su cintura.

—Hae… — Hablo, soltándose de su agarre para volverse y mirarlo. Buscando las palabras para insistir. Realmente lo amaba pero en ocasiones como esas creía que definitivamente romper era lo mejor.

Pero DongHae no lo dejó hablar y cuando estuvieron frente a frente volvió a aferrarse a él, levantando el rostro para estampar sus cálidos labios con los suyos.

Fue algo húmedo. HyukJae mantuvo sus ojos abiertos un instante y observó las lágrimas correr por el rostro de su novio, que mantenía los ojos cerrados y movía su boca contra la suya con desesperación, esperando ser correspondido. Su corazón dio un vuelco al sentir la lengua del menor sobre sus labios y suspiró, cayendo en sus redes.

Abrió la boca y dejó que Hae profundizara el beso, correspondiendo lentamente a las desesperadas caricias que su lengua le daba a la suya. Sus bocas volvieron a encajar como una sola y Hyuk deslizó sus manos por la espalda del menor aferrando su cuerpo al suyo con ternura y un dejo de posesividad.

Los pulmones de DongHae rugieron por oxigeno mucho más pronto que los suyos y se separó lentamente, desconfiado, sin dejar de aferrarse a su cuerpo, como si él fuese a escaparse de un momento a otro. Un hilo de saliva se desprendió de sus bocas y los mantuvo unidos hasta romperse.

Hyuk sintió una punzada en el pecho al ver los ojos llorosos de Hae.

Teniendo cuidado de no romper el contacto visual, el mayor sujetó a DongHae por la cintura y lo privó del suelo, éste instintivamente rodeó su cadera con sus piernas, enredándose con él, pasando sus brazos por su cuello y dejando escapar un suspiro de alivio.

El aliento de Hae chocando contra su rostro le quemó.

Y lo llevó hasta la cama, antes dándole una patada a la puerta a sus espaldas para que se cerrara. Lo recostó sobre el colchón y se posicionó sobre él, Hae abrió las piernas para dejarle lugar y él se acomodó.

Encajaban como piezas de un rompecabezas el uno con el otro.

Sus labios volvieron a fundirse haciéndose uno solo y las caricias comenzaron a surgir. Habían hecho eso tantas veces que cada movimiento de uno parecía predecible para el otro y sin embargo, la sensación seguía siendo igual de exquisita y excitante como la primera vez.

El mayor comenzó a repartir besos por el rostro de Hae, borrando el camino de las lágrimas sobre sus mejillas.

Cuando tuvo tiempo de saber lo que estaba por suceder. Hyuk ya no llevaba la playera encima y DongHae había perdido los botones de su camisa en algún instante de ese momento tan ardiente que estaban viviendo.

Hyuk abandonó los labios del menor para devorar su cuello y sus traviesas manos se deslizaron por su pecho y siguieron su camino hasta la entrepierna de DongHae. Cuando su mano dio un apretón a su zona íntima, DongHae gimió por primera vez esa tarde.

EunHyuk volvió a devorar los labios del menor mientras lidiaba con la hebilla de su cinturón. Sus lenguas jugueteaban y se divertían con el aumento de temperatura de sus cuerpos.

Cuando el mayor hubo despojado a Hae de los pantalones, despegaron sus bocas y chocaron sus frentes, mirándose un instante.

—No ha terminado. — Susurró Hyuk en una promesa.

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del menor, que pasó una mano por su rostro, logrando hacer estremecer al mayor con su caricia.

—No va a terminar. — Murmuró Hae. Y selló su promesa con un casto beso.

Hyuk se sacó los pantalones por si solo y le dedicó una mirada pasional a Hae, antes de estirar su mano hasta la cajonera y rebuscar dentro del primer cajón, haciendo un desorden dentro.

Desorden… ¿Quién iba a pensar que a Hyuk le gustase hacer desorden solo cuando estaba entre los brazos de DongHae?

El mayor rio ante sus pensamientos y el menor sujetó su mano, trayéndola de vuelta a su pecho.

—Un minuto, déjame buscar los condones y el lubricante. Creí que los tenía aquí pero… — Hae lo silenció y pasó sus piernas por su cadera, aferrándolo a su cuerpo y logrando que sus miembros se rozaran sobre la sopa interior. — Mhmm — Hyuk gimió.

DongHae negó con la cabeza y le dio un beso corto. — No los necesitamos hoy. — Murmuró con una sonrisa traviesa.

Hyuk lo miró sorprendido y le sonrió también. No eran muchas las veces que DongHae le permitía aquello y a él le encantaba por lo cual no iba a hacerse del rogar. El menor tomo la mano de Hyuk y se llevó los dedos a la boca, era una imagen muy erótica, tanto que terminó de endurecer al mayor.

Encontraron la manera de deshacerse de la ropa interior y la lanzaron a algún lugar que no era digno de su atención. Cuando sintió sus dedos lo suficientemente húmedos, el mono colocó las piernas del menor sobre sus hombros y se acomodó entre él, llevando sus dedos a la cálida entrada de DongHae.

Impaciente, metió dos de ellos de un solo movimiento, logrando que un gritito aterrador escapara de los labios de su novio. Lo besó, buscando distraer su atención y comenzó a hacer movimientos circulares y de tijeras dentro de él para prepararlo. Cuando DongHae se relajó un poco, metió uno más por un instante y luego los retiró para acomodar la punta del glande en su entrada…

Lo sujetó con fuerza de las caderas y Hae suspiró, intentando estar relajado, le sonrió y asintió con confianza. Había pasado cierto tiempo desde la última vez que lo habían hecho…

Y toda la tranquilidad que el menor había estado intentando aparentar se fue al caño cuando Hyuk lo penetró de una sola estocada. Un grito de terror se le escapó de los labios y un par de lágrimas mojaron sus mejillas nuevamente.

—L-Lo siento — Murmuró Hyuk, que apenado de haberle hecho daño, amenazó con salir de su interior.

Hae lo detuvo, aferrándolo más a él con sus piernas. —N-No… E-Espera un p-poco… — Susurró, conteniendo las lágrimas e intentando acostumbrarse al intruso en su interior.

Y joder. Dolía y ardía demasiado. 

Ese hombre le desconsiderado le iba a partir el culo en dos. ¿Qué no sabía que tres dedos jamás se comparaban con esa cosa tan enorme que se cargaba por pene?

DongHae suspiró y se mordió el labio inferior, tomando valor. Asintió un segundo más tarde y le clavó las uñas en la espalda a Hyuk cuando este comenzó a moverse lentamente dentro de él. El dolor perduró, sin embargo, terminó de desvanecerse cuando el mayor comenzó a masturbarlo con una mano.

—J-joder ¡Hyukie! Debiste ha-hacer eso desde el pri-principio. — Jadeó y los ojos se le oscurecieron por el placer.

El aludido soltaba gruñidos de vez en cuando, muy concentrado en su labor de tocar fondo en su estrecho culo.

—Mhm, Hyukie, es tan grande… S-Sí… M-Más rápido Hyukie-ah… A-Así…

Sus labios se estamparon contra los suyos y continuaron gimiendo el uno contra el otro. Se sentía tan bien, después de tanto tiempo de no haber estado así de unidos… Esas sensaciones debían ser el paraíso.

La puerta se abrió de golpe.

—Yah, Hyungs~. ¿Han visto el control de mí play?

KyuHyun entró en la habitación como Pedro por su casa y ladeó la cabeza sin ninguna clase de pudor cuando sus ojos enfocaron la escena frente a ellos.

—¿Qué hacen?~ — Inquirió sin vergüenza.

—¡Jugando con tu Play, seguramente! — Rugió DongHae, furioso y le lanzó una almohada al Maknae —¡Yah! ¡Sal de aquí Cho KyuHyun!

El menor se encogió de hombros y se dio la vuelta. — No tarden… quiero jugar

Hyuk sintió escalofríos ante la ausencia de pudor en ese Maknae, pero se concentró en continuar con el mismo ritmo de un segundo atrás dentro del menor, como si nada hubiese pasado.

—J-Joder, Hae-ah. Eres tan estrecho — Murmuró el mayor contra su boca, su caliente aliento mezclándose con el del menor.

DongHae perdió la cordura cuando sintió como el miembro de su novio tocaba su punto dulce.

—¡DIOS MIO! ¡AHÍ! M-Más ¡OH POR DIOS! ¡Má-s fuerte! ¡Hyukie-ah! ¡Sí! ¡AHÍ!

Hyuk no pudo evitar dejar escapar una sonora carcajada, aun estando en un momento como ese, en el que las paredes del mayor se contraían y aprisionaban su pene, liberando descargas eléctricas por todo su cuerpo y llenándolo de placer. Definitivamente los demás tenían razón y DongHae algunas veces parecía perra en celo cuando lo hacían, pero no podía culparlo, se sentía jodidamente bien.

Se concentró en continuar tocando la próstata de su novio, acelerando sus movimientos y dirigiendo una mano libre a su pene para masturbarlo y hacerlo sentir mucho mejor –si era eso posible-.

—¡OH DIOS! ¡AHÍ! ¡OH SÍ! A-AHAH. Hyukie ya c-casi… yo…

Hyuk entendió. — Yo también. Juntos, Hae.

El menor encajó sus uñas en la espalda del mayor y le besó el cuello intentando –muy tarde- moderar sus escandalosos gemidos y grititos de placer.

Segundos más tarde pudo sentir el éxtasis. Y se vino en su vientre y en el de Hyuk, que dio un par de estocadas más en su interior y sintiendo las contracciones del menor en su interior se vino dentro, descargando todo su potencial en su interior…

EunHyuk recargó la cabeza en el hueco del cuello de DongHae que lo abrazó por el cuello. Un segundo después,  se tumbó a su lado.

Tocaron a la puerta.

—¿Ya terminaron de follar como conejos? Necesito buscar el control de mi Play ahí dentro.

Se escuchó otra voz. — ¡KyuHyun! ¡Deja de invadir la privacidad de Hyuk-ee. ¡Ellos no nos interrumpen cuando lo hacemos! — Definitivamente era SungMin quien lo regañaba.

—Yah, Hyung ¡Pero quiero jugar!

—Podemos jugar, Kyunnie~~ — La voz del conejo se volvió juguetona.

—Hyung… Demostrémosles a esos dos lo que es hacer ruido ~~

EunHyuk suspiró y DongHae se aferró a su pecho con una sonrisa en los labios.

—Te extrañé. — susurró Hae y le dio un tierno beso.

EunHyuk levantó una ceja. —A ti y solo a ti. — añadió el menor con un puchero.

El mayor soltó una sonora carcajada y le acarició el cabello. — Te amo, Hae.

—Yo también te amo, Hyukie~

Comenzaron a escucharse gemidos escandalosos en la habitación de al lado justo cuando ambos cerraron los ojos con cansancio.

En ese jodido edificio nunca había silencio.

Tal vez en un futuro DongHae aprendería a no ser tan provocativo y Hyuk a no ser tan celoso.

Y quizá también Hyuk aprendería que era mejor echarle el pestillo a la puerta en algunas ocasiones.

 

 

Xx.

 

Notas finales:

¡Hola, hola, hola!

 

¿Qué les puedo decir? Hoy andaba inspirada.

La verdad es que llevo como una semana escribiendo un KangTeuk lemon y estoy atorada en la parte del lemon presisamente :( Hoy estaba intentando continuarlo cuando BAM todo esto vino a mi mente.

Y todo porque recientemente leí que HyukJae es un amante del orden según lo dijo en un programa cuyo nombre no recuerdo y también que Hae es quien ama desordenarlo todo, sin mencionar que hasta yo ardí en celos con las recientes fotos de DongHae y SeHun en Instagram. Sé que puede no importar mucho pero es polémico para mí y oh dios mío, tenía que escribir algo al respecto.

Hyuk está como... "Estos celos me hacen daño y me enloqueceeeen(?"

Bueno mis estimados lectores :3 Espero que nos leamos pronto.

¡Dejen Reviews! Yo sé que ustedes lo desean :3 Haganlo por el KyuMin que anda divirtiendose en la habitación de al lado o por el EunHae que se reconcilió felizmente.

Les mando miles de besos empalagosos y muchas letritas de amor: ASDLDJFLKGFD.

XOXO.

PD: Yo no estoy diciendo que EunHyuk odie a SeHun. Y ni yo lo odio, amo a ese tonto Yehet :3 Solo son celos y ya saben como son los celos, ahque.  


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