Un cansado Loki yacía durmiendo totalmente desnudo en la habitación de su hermano Thor, ayer había sido una típica noche de lujuria y pasión entre los dioses. Ambos habían estado sumergidos en la lujuria hasta el amanecer, y el pelinegro estaba muy agotado. Cuando intento sentir la calidez de su hermano, llevo la mano a donde se suponía que él estaba, pero no sintió nada. Abrió los ojos, y se sentó en la cama mirando a todos lados. El rubio no estaba en la habitación, no lograba sentir su presencia. ¿Dónde estaría?
Volvió a recostarse, hasta que un estruendo lo alarmo, Padre de todo entro al cuarto con cuatro guardias a su alrededor, haciendo que Loki asustado se cubriera con la roja manta de los aposentos. Miro a un costado, allí estaba Thor, su mirada lo decía todo. Los había delatado. Odín ordeno entre gritos que se vistiera y se retiro. El joven de ojos verdes no tuvo más remedio que acatar sus órdenes. Paso por al lado de su rubio hermano, tomando sus ropajes. Loki le dedico una profunda mirada de odio, y una vez vestido, los guardias lo tomaron a la fuerza llevándolo a la sala del trono.
No podía creerlo, la sala del trono estaba llena de personas. Hace tan poco era tan feliz junto a Thor, y en este momento lo odiaba. No sabía porque demonios los había delatado, todo hubiera salido de maravilla si esto jamás hubiera pasado. El hechicero trato de hablar antes que Odín lo hiciera, pero fue silenciado rápidamente.
—Thor. Dile a la gente lo que ha hecho este rufián. Jamás debí darte una segunda oportunidad después de ese inconveniente en Midgard, Loki.
Dichas palabras hicieron que Loki se confundiera más aún, no había hecho nada malo. Miro a su hermano intentando de frenar las cosas, no le importaba si lo mandaban a prisión, pero lo que sea que dijese Thor lo mandaría a la muerte. Obviamente confiaban más en el rubio.
— El hechicero Loki, hijo de Laufey, me hechizo para seducirme. El iba a matarme en cuanto todo terminara, y no pude evitar caer es su plan. Caí pecado de la lujuria, y soy un pecador. Por eso mismo, quiero anunciar mi compromiso con Sif, guerrera de Asgard, y mi prometida.
Dicho acusado, abrió grandemente los ojos. Sintió como algo atravesaba su pecho, algo muy frio, una estaca de hielo. Bajo la mirada, arrodillado en el suelo, no por vergüenza, si no porque le dolía demasiado. Apretó fuertemente los dientes, y se le comenzaron a caer lágrima tras lágrima. Como su rostro estaba cubierto por el cabello, uno de los guardias lo jalo para que mirara a Odín. En cuanto hizo esto, lanzo una mirada llena de furia a Thor, sus ya rojos delataban lo mucho que estaba sufriendo por la mentira de él.
— Serás acusado por todos tus pecados, Loki. No podrás poner objeción alguna, morirás. Pero como sabemos que tú puedes revivir con tu magia, serás privado de ella.
— Padre, por favor, escúchame... Yo no hice nada.
Los guardias se lo llevaron impidiendo que terminara de hablar. Entro a una sala con techo de cristal en el cual los dioses más poderosos aparecían sentados a su alrededor. Arrodillado allí, noto como Padre de todo se sentaba en una de las sillas al frente suyo. Este echó a toda persona en ese lugar, excepto a su esposa, a Thor y a los dioses. Luego de un discurso dado por Padre de todo, comenzaron con el ritual. Lentamente, Loki comenzó a sentir como algo se desprendía de su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse, al mismo tiempo que una niebla verde lo envolvía elevándolo del suelo, dejando inconsciente al hechicero. Habían pasado 20 minutos, y Loki al caer al suelo despertó. Su espalda tenía grandes marcas, las marcas que habían hecho al sacarle sus poderes. Estas marcas absorberían y atormentarían al joven pelinegro cada vez que intente usar magia, agotándolo totalmente hasta la muerte. Ahora no tenía escapatoria, pues moriría de todos modos. ¿Por qué habían hecho esto? Con el propósito de que jamás reviviera.
Y de repente, el de cabellos negros sintió una punzada en su estomago. Esto pronto se hizo más fuerte, grito de dolor alarmando a su madre. Odín dio permiso para golpearlo, y el guardia que estaba allí lo pateo haciendo que este callera al suelo con las manos en su estomago. Se le caía una lagrima, y en ese momento dejo de sentir toda acción, al igual que dejo de escuchar todo. Un pitido fuerte pasaba por su cabeza, abrió los ojos para ver a su hermano Thor gritando al parecer, y cargándolo. Sabía que todo esto pasaría, ¿Por qué se preocupaba?
Unas hechiceras junto a su madre, revisaron su alma ya en la sala de emergencias. Las tres hechiceras quedaron pasmadas, y Madre de todo no sabía si estar feliz, o decepcionada. Un ser comenzaba a crecer dentro de Loki. Sin duda alguna, ese pequeño que comenzaría a crecer en el vientre del hechicero, era hijo de Thor.
Frigga no supo si decirle o no al Padre de todo, pero no le quedo otra opción que hacerlo. Luego de un día entero dejando reposar a Loki, Odín decidió que hacer con él. Sabía perfectamente que aquel niño no viviría mucho tiempo en Jotunheim, así que mandaría a Loki a ese lugar. Se supone que el niño seria un gigante de hielo también. Frigga intento hacerlo entrar en razón, era solo una criatura, y también su nieto. Era hijo de Thor, aun que Padre de todo se negara a aceptarlo.
Thor, enfadado por la decisión de su padre, ayudaría a Loki a ocultarse por lo menos hasta que nazca su hijo. Dicho nombrado, estaba en una horrible y fría celda, tirado en el suelo intentando dormir algo. Esas intenciones fueron arrebatadas cuando logro sentir la presencia de su hermano, se levanto del suelo mirándolo fijamente evitando que se le cayeran más lagrimas de sus ojos.
—Por tu culpa… Maldito mentiroso… Morirá. El no hizo nada Thor. No se merece este destino. No me merezco este destino. ¿Te casaras con Sif? ¡¿Desde cuándo la amas?! Si hace tan poco me estabas diciendo que me amabas. Solo fui un juguete para ti. Siempre lo fui, me estabas usando. Cuando pensé que valía de algo, que alguien me amaba. ¿Por qué, Thor?
El hechicero no soporto más, cayó al suelo temblando, y tiro un gemido de dolor. Aquel pequeño, se alimentaba de su magia, y por alguna razón cuando estaba así de alterado solía absorber aun más, cosa que le dolía demasiado, pues aquellas marcas en su espalda hacían efecto como si usara magia.
— ¡Loki! — Grito Thor ante la desesperación de verlo tirado en el suelo. — No vengo con la intensión de pelear contigo. Madre ha dicho que hay unas aguas mágicas y sagradas en un lugar secreto, dijo que te llevaría a él. Debemos irnos. Esas aguas te ayudaran con… nuestro hijo.
Abrió la celda, ya que tenía las llaves después de haber pasado por los guardias distrayéndolos. Cargo a Loki, que aun seguía quejándose de dolor, su piel se estaba tornando pálida. Abrió los ojos, y miro al rubio con expresión de odio.
—No es tu hijo. Y jamás lo será.
[….]
Y entonces, prácticamente todo estaba acabado. Gracias a la ayuda de Thor, su hijo nacería en un lugar más cálido, pues Padre de Todo había mandado al pequeño que yacía en su vientre a morir a Jotunheim prohibiendo que saliera de allí. Aún así, el jamás obedecería las reglas, y no pensaba dejar morir a su hijo. Y Thor, acaba de demostrarle algo, no era un mal padre, ni un mal hermano, pues no permitió que muriese en aquel gélido lugar. Aún así, lo abandono, y acuso, además de que pronto se casaría con una mujer para no ser desterrado de Asgard. El solo pensar eso, lastimaba el alma de Loki, por muy sorprendente que eso sonara.
Los 9 meses de embarazo habían pasado rápidamente, su estadía allí había sido buena. Vivía solo, comía Mana y bebía de las cataratas sagradas que estaban en ese lugar. Si no hubiera sido por eso, lo más probable era que su hijo tanto como él hubiese muerto a los 5 meses después de todo ese incidente, ese niño absorbía cada gota de su magia, haciendo que cada vez las heridas de su espalda se hicieran más intensas. En este momento, avanzaba lentamente hasta donde tendría a su hijo; eran unas aguas al igual que las otras, sagradas y mágicas. Pero debía caminar más tiempo.
Su cuerpo cada vez funcionaba menos, pronto dejaría de moverse, pronto moriría. Se podría decir que camino por aquel monótono lugar 3 días, y llegando a las aguas, su boca se curvo en una sonrisa. Miro a todos lados, pero aquella sonrisa se borro de sus labios al recordar todo. Cerró los ojos, una expresión de dolor se formo en su rostro, suspiro. Comenzó a entrar al lago lentamente, hasta que el agua llegaba a su cuello. Antes de sumergirse por completo, musito unas palabras en otro idioma, haciendo que se comenzara a quejar fuertemente de dolor, el niño de su vientre esta vez necesitaba más magia de la que podía brindar su cuerpo.
—Hijo mío, recuerda que siempre estaré para ti. Aun que tu madre diga otra cosa y te oculte la verdad. Me conocerás algún día, lo prometo.
El cuerpo de Loki lentamente se hacía más débil, entro al lago por completo, y su cuerpo comenzó a flotar en él. Una luz verde emanaba de él, y ya no soportaba el dolor. Abrió los ojos, mirando hacia arriba, todo estaba acabando. No supo cuanto tiempo paso, pero miro hacia su costado, y un precioso bebé que emanaba también una luz verde se hizo presente. Era un bebe rubio, en cuanto abrió los ojos el pequeño bebe, logro notar que sus ojos eran verdes. Una lágrima se escapo de su mejilla, estiro sus brazos dispuesto a abrazarlo, pero aquel niño se desvaneció. Intento buscarlo con la mirada, pero entonces supo, que ese instante era el ultimo para él. Intento gritar, pero era demasiado tarde. Su hijo, usando las últimas gotas de magia de el pelinegro y por lo tanto las últimas gotas de su esfuerzo, había viajado a Asgard. Allí Thor y Sif lo cuidarían como a su hijo. Antes de desvanecerse por completo, Loki miro pasar por al frente de sus ojos todo lo que había sucedido en su vida, y en todo se veía reflejado Thor. Este era quien siempre había cuidado de él, a quien amaba y a quien odiaba. Su hijo era de él, y ya no podría verlo jamás.
Loki murió con tristeza reflejada en su rostro. Tristeza de todo lo que alguna vez paso. Y su pequeño viviría engañado por Thor y Sif, fingiendo que es su hijo, fingiendo que el hechicero jamás existió.