Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Winter sky por K-08

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Snow…

Lo único que podía ver eran batas de un color blanco, todo parecía ser tan borroso,  sintió un leve picor en el brazo, grito por el dolor que el líquido le causaba, sintió como su cuerpo se convulsionaba con fuerza mientras gritaba de dolor, lo último que paso fue tan borroso, vio como todas esas personas de batas blancas huían despavoridas, veía que el inmaculado suelo blanco estaba manchado de sangre, miro hacia la puerta y camino a ella aun con las piernas acalambradas, su mirada se cubría por los mechones de cabello que le caían con delicadeza por la frente, siguió su camino escuchando los gritos y los disparos… un poco cansado del sonido se dio vuelta

-¡disparen!- ordeno un sujeto de inmediato las balas empezaron a inundar el lugar en dirección hacia él, dejo ver sus ojos y de inmediato las balas cayeron a sus pies, miro a los hombres que le habían disparado y en un segundo todos se estaban retorciendo del dolor…

Con la misma lentitud siguió su camino hasta llegar a una puerta de metal, la miro y está prácticamente se destruyó dejándole el paso libre, sus pies se movieron con un poco de rapidez, llego hasta un pasillo donde se vislumbraba una puerta de cristal que dejaba ver la obscura noche… corrió como si su vida dependiera de ello hasta cruzar aquella puerta. Lo primero que vio fue algo de color blanco que caía lentamente, alzo un poco su mano sintiendo aquella cosa blanca, sintió un escalofrió ante el contacto pero le pareció algo reconfortante

-¡ahí está!- de nuevo fijo su vista hacia adelante, flexiono un poco sus piernas para empezar a correr con una velocidad nada natural, llego hasta una carretera poco transitada, sentía su cuerpo pesado y rígido, no sentía sus descalzos pies que estaban un poco morados, aquella cosa blanca seguía cayendo cubriendo la carretera- no se escapara…- escucho las voces a lo lejos, con sorpresa miro al frente pero al querer avanzar no sintió sus pies y cayó sobre aquella cosa blanca y fría, gimoteo un poco y con desespero se empezó a arrastrar pero de inmediato fue encontrado- véndele los ojos- ordeno un sujeto, otros se acercaron para taparle los ojos con una venda gruesa

-listo capitán- se movía con frenesí, pero un sujeto lo  tenía bien agarrado, su cuerpo se empezó a desesperar, sus ojos aun cubiertos por la venda derramaban lágrimas de frustración

-llévenlo de nuevo a la base- cerro los ojos con fuerza aun teniendo la venda, lo único que escucho fue los alaridos de dolor de los hombres, hecha la conmoción se dio la tarea de escapar, corriendo mientras trataba de librarse de la venda…

…         

-ya me voy…- grito aquel joven a su jefa que estaba limándose las uñas detrás del mostrador

-nos vemos mañana Sebastián- le guiño un ojo en gesto de coquetería, el solo puso los ojos en blanco mientras tomaba su saco, bufanda y guantes todos de un color negro, cuando ya estuvo listo para salir, abrió la puerta de aquel restaurante para encontrar su automóvil, entro en él y con cierta dificultad lo puso a andar. Él era un joven de 20 años, su nombre era Sebastián Michaelis, trabajaba medio tiempo en un restaurante para poder pagar sus estudios, vivía un poco lejos pero tenía un automóvil que le servía de transporte, era guapo y casi todas las mujeres le coqueteaban ¿Por qué? Para empezar tenía unos ojos de un escarlata profundo y encantador, su cabello negro ligeramente largo que contrastaba con su blanquecina piel, también le ayudaba su carácter carismático y noble…

La nieve caía de manera copiosa, con dificultad se movía por la carretera solitaria e obscura, esta tan ensimismado en su pensamientos que casi no consigue frenar a tiempo, miro la carretera con sorpresa, había en medio un cuerpo tirado, sin esperar más salió del auto y se acercó al cuerpo notando que era el cuerpo de un adolecente de 14 años, tenía la piel pálida y fría por estar en la nieve solo con una camisa que le tapaba los muslos, su cabello era de un negro que parecía brillar en azul ante la luz del auto, su ojos estaban cubiertos por una venda sucia a medio desatar, lo tomo en brazos sintiendo con sorpresa el cuerpo tan liviano de aquel adolecente, le quito la venda y vio como los tenía cerrados, abrió la puerta del copiloto y lo dejo con suma delicadeza, se dio la vuelta y se subió, cerrando la puerta para andar es nuevo, miraba de reojo al adolecente que parecía estar inconsciente, se quitó su gabardina para ponérsela, este se removió al sentir el contacto abriendo sus ojos que eran de un bello azul zafiro

-¿Qué hacías en la carretera?- le pregunto Sebastián, pero el adolecente cerro los ojos para caer rendido del sueño y el frio, Sebastián suspiro mientras seguía el camino hacia la ciudad…

Llego a su casa que era de dos pisos, sencilla pero a la vez hermosa, estaciono su auto, salió para abrir la puerta del copiloto y tomar en brazos al adolecente que estaba medio consiente y medio inconsciente, entro rápidamente a la casa, para caminar hasta la sala donde prendió la chimenea, puso el cuerpo del chico cerca de ella para que recuperara un poco del calor corporal, ese se removió un poco para acercarse inconscientemente al calor, Sebastián sonrió mientras subía las escaleras para cambiarse de ropa y buscar ropa para el adolecente…

El adolecente un ojo para asegurarse de que no hubiera nadie, rápidamente se sentó en la suave alfombra, miro al fuego con curiosidad, viendo aquel color rojo que lo cautivo de inmediato, empezó a gatear hacia el fuego sintiendo cada vez más calor… cuando estuvo lo suficientemente cerca estiro su delicado brazo para tocar aquella cosa que emitía calor y que no sabía que era

-alto…- dijo una voz masculina que lo sobresalto, empezó a gatear con rapidez para esconderse detrás de un sillón- lo siento si te asuste- la voz de Sebastián era suave y aterciopelada, al adolecente dejo ver un ojo para mirarlo- soy Sebastián ¿tú eres…?- pregunto mientras se acercaba al sillón donde el adolecente se escondió, parecía mas un niño de 3 años que un adolecente de 14

El chico no contesto solo asomo un poco su cabeza mirando con curiosidad a Sebastián, empezó a gatear receloso hacia él, Sebastián rio un poco

-¿Cómo te llamas?- volvió a preguntar mientras se hincaba para estar a la altura del menor

-c-c-ciel- dijo tartamudeando un poco, Sebastián sonrió amablemente

-¿Dónde están tus padres?- le pregunto, el chico lo miro sin entender lo que había dicho, de inmediato dejo de prestarle atención para fijar su vista en el fuego, con rapidez volvió a gatear hacia el fuego y quiso tocarlo- no lo hagas- con rapidez Sebastián tomo la mano del menor, este se sobresaltó ante el contacto- el fuego quema

-¿dema?- dijo en susurro, Sebastián se sorprendió un poco al escuchar al chico hablar

-¿no sabes hablar?- le pregunto, el chico solo negó con la cabeza, volvió a fijar su vista en el fuego- el fuego quema y duele mucho

-tuele…- dijo ladeando la cabeza, Sebastián sonrió con cierta ternura era como tener a un niño de un año que recién sabe decir las palabras

-si… no lo debes tocar…- le riño, ciel lo miro con seriedad haciendo casi un puchero, Sebastián solo sonrió conteniendo sus ganas de querer revolverle el cabello- ven te pondré ropa…- le dijo mientras se alzaba el chico lo miro sin entender- ro-pa- le deletreo

-topa…- dijo el niño mientras se levantaba de la alfombra cayendo de inmediato al suelo, Sebastián lo cargo para sentarlo en el sillón- dopa…- Sebastián rio ante su intento

-ro- pa- el chico lo miro muy concentrado

-ropa…- dijo lentamente, saboreando la palabra- ropa…- Sebastián le dio una piyama de dos piezas blanco y azul… el chico la miro con una seriedad increíble…Sebastián suspiro, mientras desabotonaba la sola prenda que tenía. Rápidamente le pudo la piyama al chico, cuando ya estuvo cambiado, este empezó a tocar la tela de la piyama

-bien ciel… ¿tienes hambre?- le pregunto, el chico lo miro ladeando la cabeza

-si…- le dijo mientras se levantaba del sillón y se aferraba al brazo del mayor

-espérame aquí- lo volvió a sentar en el sillón, el chico lo miro sin entender- voy a la cocina

-¿tocina?- pregunto el chico con la mirada curiosa

-cocina- le dijo lentamente, ciel presto mucha atención

-socina- dijo sonriendo, Sebastián se llevó su mano a su frente para darse un ligero golpe

-co…co…- le hizo el sonido, el chico volvió a prestar mucha atención

-co…co…cina- dijo sonriendo inocentemente, Sebastián se acercó para acariciar su cabello

-ahora regreso- Sebastián desapareció de la vista de ciel, este miro de nuevo hacia la chimenea, se acostó en el sillón, cerró los ojos para abrirlos sobresaltado- toma ciel- la voz de Sebastián hizo que se sentara de inmediato, miro el plato viendo como salía humo de el

-¿dema?- pregunto acercando su dedo al contenido del plato para apartarlo de inmediato- dema- se afirmó el solo, Sebastián tenía un ataque de ternura

-si quema… abre la boca- el chico obedeció, sintiendo algo de sabor agradable, empezó a masticar- ¿más?- el chico abrió la boca, Sebastián lo volvió a alimentar hasta que ya no quedo nada en el plato-¿te gusto?

-si- le contesto mientras se acostaba en las piernas de Sebastián, ya que este se había sentado a su lado para alimentarlo, se acurruco para de inmediato quedarse dormido, Sebastián bajo su mirada hasta el chico notando que este estaba dormido, sonrió para fijar su vista hacia delante haciéndose muchas pregunta

¿Quién era ese niño realmente? ¿Por qué no sabía hablar? ¿Dónde estaban sus padres? ¿Por qué estaba en la nieve? Con tantas preguntas en su cabeza cerro sus ojos cayendo dormido de inmediato mientras la nieve seguía cayendo…     

    

 

Notas finales:

W


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).