- Para ser exactos, estarán en la misma habitación y lo que único que impedirá que no nos vean será un biombo delante de la cama, pero por lo demás podrán escuchar todo, vieja tradición para que la novia o novio no escape
- No puede…– una cosa es hacerlo, y él sabía que en algún momento pasaría, pero ¿a la merced de los oídos de todo mundo? Eso era demasiado…
Shun tuvo que tomar asiento y respirar profundo para poder calmar sus nervios y no entrar en estado de pánico, pedirle dejar al descubierto su intimidad era algo sumamente fuera de lo común y algo exagerado, ¿para qué diablos querrían estar presentes y escuchar? Eran un montón de gente morbosa
- ¿Qué sentido tiene el que un montón de personas estén presentes cuando tengamos relaciones?
- Es solo una costumbre arcaica de la realeza, de hecho esta no aplica a los demás, solo a miembros de la familia real, es para que existan testigos de la unión de estas dos personas, así si una quiere escapar del compromiso habrá muchos que digan que ya fue de esta persona, haciendo más difícil el abandonar el compromiso por vergüenza al que dirán – se puso de cuclillas y tomándolo por el mentón lo obligo a mirarle – sabiendo esto y que ya no podrás escapar de este contrato que vamos a hacer, ¿estás dispuesto a continuar?
Aunque esta “costumbre” era demente, no tenía opción, Hades era la única persona que podía ayudarle, lo hacía por su gente, ellos eran lo más importante.
- Lo haré, ya te lo dije, esto lo hago por mi pueblo, mi obligación es ver por ellos – hizo una pausa y tomo aire - ¿solo nos escucharan, verdad?
- Si, solo escucharan, podemos bajar las cortinas si gustas, para que te sientas más cómodo – se puso en pie y se encamino a la puerta – Pharo, manda una invitación a todos los miembros de la corte para que asistan a un “sello de compromiso”
- Si Su Alteza, inmediatamente, ¿para cuándo exactamente?
- Para dentro de 3 días al mediodía. - ¿Tres días? Era muy poco tiempo para prepararse mentalmente, ni siquiera sabía nada de las artes de la seducción o de que era lo que tenía que pasar.
Hades lo llamó para que se acercará a la puerta y lo escoltó a su habitación, le informó que el desayuno era a las 8, pero si no gustaba a de bajar al comedor podía pedir que le subieran el desayuno, a lo que Shun se negó afirmando que estaría puntual en la mesa. Hades se despidió con un “Buenas Noches” y se alejó.
La habitación era enorme, dos veces su antigua recamara; la cama, que era enorme y con un alto dosel del que caían cortinas color marfil con brocado de rosas, quedaba de frente a unos enormes ventanales que llegaban hasta el techo, separados por anchas columnas decoradas con tallados de vides y ángeles en la parte superior, cada ventana tenía su par de cortinas color azul pavo con cintas doradas. Siguiéndose derecho por la habitación había dos puertas, una que llevaba al armario/vestidor y la otra que conducía al baño. Delante de la cama había un balaustre cuyo largo era un poco más grande que el de la cama, supuso que era eso lo que lo separaría de todos los cortesanos morbosos que acudieran a atestiguar su entrega a Hades. La vergüenza y un enojo muy grande lo acogieron y prefirió dormir antes que seguir dando vueltas al asunto y arrepentirse.
El agua todavía estaba tibia, así que decidieron quedarse un rato más, abrazados dentro de la tina. Habían pasado 6 meses ya desde la última vez que se viero; mientras estaban lejos uno del otro, su modo de contacto eran las cartas que se escribían cada semana sin falta desde hacía ya dos años cuando su compromiso quedo pactado por sus familias, gracias al cielo no eran del todo indiferentes el uno del otro.
No les había costado mucho el construir una buena relación y hallar puntos en común, el amor nació con el tiempo y al cabo de un año, ya no podían imaginarse su vida sin el otro.
- ¿Me extrañaste? – Shiryu levanto la cabeza de su pecho para poder ver su rostro cuando el otro le contestará
- Creo que te lo deje muy claro hace un rato – Minos sonrió pícaramente y lo besó antes de indicarle con la mirada la cama desarreglada, evidencia factible un apasionado reencuentro. El otro se sonrojo.
- ¿Crees que tengan futuro? – Minos lo miró con extrañeza – No dudo que Hades acepte el trato pero, ¿crees que puedan ser felices, incluso sin llegarse a enamorar?
- No lo sé, las razones para este matrimonio son meramente políticas y económicas, su ventaja es que no fue un matrimonio arreglado por sus familias sino por ellos. Puede que haya esperanza.
- Espero que tengas razón – Shiryu salió de la tina y se volvió para quedar de frente a Minos – mientras, ¿no quieres repetir lo de hace rato? Creo que todavía no logró comprender cuanto me extrañabas – y se dirigió hacia la cama
- Por los cielos, me importa un comino si tardamos toda la noche, pero a petición tuya, de esta habitación no sales hasta que lo hayas entendido – y salió del agua dejando al descubierto su gran fisonomía
- No espero menos
Y así se adentraron en un mundo de placer, amor y deseo que duro hasta que los rayos del sol asomaron a la ventana.
Apenas pudo concebir el sueño, estuvo fuera de la cama a las 6 de la mañana, para poder matar un poco de tiempo decidió disfrutar del amanecer, a comparación de su tierra donde el sol asomaba por el mar, aquí solo podía ver como las nubes que cubrían el cielo de aquella mañana cambiaban ese color gris obscuro a uno casi blanco; decidió tomar un baño y bajar al comedor un poco más temprano para familiarizarse un poco con el lugar. Todo el piso era de madera muy obscura, y de alguna manera habían logrado semejar la textura de un piso de mármol, como aquel que había en su antigua casa. Las decoraciones más grandes o con mayor belleza decorativa eran de madera, el resto lo compartían el metal y la cantera.
La entrada al comedor era engañosa, eran dos puertas sencillas, sin ningún elemento decorativo ostentoso como en el resto del palacio, pero al abrirla podías apreciar la gran habitación, en el medio de ella había una mesa para doce personas y encima de ella una bóveda de la que caía un candelabro. Obviamente la mesa era de madera y finamente decorada al igual de que las sillas y estas a su vez estaban tapizadas de color negro.
- Buenos días, ¿dormiste bien? – pregunto Hades que ya estaba a la mesa con una taza de café, al parecer muy caliente por el vapor que emanaba.
- No mucho siendo sincero – el mayordomo le señalo la silla a la derecha del otro. – ¿No es muy temprano para darme trato de rey?
- Ya eres mi prometido, es mejor que empiecen a tratarte como tal. – Hades hablaba sin alejar su mirada de unos papeles. – ¿Algo para el desayuno?
- Solo fruta está bien, por favor.
- Enseguida, su alteza. – Y con una seña el mayordomo ordenó a otro mozo que enseguida lo vio entro por otra puerta, que Shun supuso era la cocina. – ¿Le puedo ofrecer jugo de naranja para empezar?
- Si por favor…. Gracias.
Se oyeron unas voces y varias pisadas aproximándose, entonces entraron Minos y Shiryu, tomados de la mano; Aicos y una mujer que no había visto el día anterior.
- Llegan tarde – Dijo Hades, dejando el libro en la mesa.
- Hay vamos Hades, no exageres, tres minutos y vas a empezar a sermonear – dijo la mujer que coloco su brazo en un hombro, luego volteó a verlo a él con duda - ¿Quién es él, hermano?
- Es Su Alteza, el príncipe Shun del reino de Andrómeda – quitando su mano – tu futuro cuñado
- ¿Qué? ¿Cuñado? Bueno, se ve un buen niño – sonrió y se sentó a la izquierda de Hades – Oh, no me he presentado ¿verdad?
- Creo que no, hasta el momento solo sé que es su hermana – señalo Shun
- Mil disculpas, Mi nombre es Pandora y soy la hermana mayor de Hades, pero me crie lejos del palacio, tal vez por eso no me conociera, su Alteza.
El desayuno se desarrolló entre risas y algunas historias graciosas de Hades y Pandora en su niñez, y a cambio Shun revelaba algunas de Shiryu; todos parecían tener un buen momento, a excepción de Hades que se mantenía serio y solo se dedicaba a llevar sus ojos por entre las líneas de su libro.
- Los dejó tengo asuntos que atender antes del mediodía, disfruten el resto. – Hades se levantó y antes de encaminarse a la salida, Pandora lo llamó
- No seas así Hades, es de mala educación dejar a tu prometido por detrás – Shun solo lo miró.
Pero Hades hizo caso omisó del regaño de su hermana y se fue, y fue por ese gesto que Shun comenzó a preguntarse si la vida al lado de él sería así de distante.
- No te preocupes, está enojado porque no se esperaba lo del matrimonio, pero se le ira pasando. – le dijo su cuñada la ver su cara de aflicción.
- De verdad, espero que sea así.