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Mi pequeño Hyung. por Mushu_nee

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Notas del fanfic:

A pesar de que me gusta mucho el drama, he querido que este fic refleje un poco como me siento al ver a Kai y Kyungsoo juntos... esta es mi forma de verlos... si es mucha miel en algunas ocaciones lo siento (?) 

Espero le den amor a mi historia, es simple pero espero les guste.  

Jongin estaba de pie, mirando hacia un lado del parque, uno donde podía ver el gran árbol con hojas verdes, en todo su esplendor, el verano se hacía presente y todo estaba resplandeciente ahí sobre todo el árbol más grande y hermosos del lugar. Jongin miraba el gran árbol y luego miraba sus pies, imaginaba la cantidad de pasos que debía dar para llegar a él.

Luego, su vista cambió, esta vez a la dirección contraria, hacia un columpio vacío en donde seguramente podría jugar libremente pues nadie lo estaba ocupando en ese momento, los niños aún no llegaban. También contó mentalmente los pasos que debía dar para llegar a él.

Básicamente, Jongin estaba de pie, observando.

Optó por ir hasta el columpio, dejando atrás aquel árbol. Jongin se detuvo a medio camino y miró hacia el árbol una vez más. Casi sintiendo pena por no haberlo escogido a él en vez de aquel juego.

Inclinó su cabeza a un costado. Dudando si regresar o seguir su camino.

Bajó la mirada hacia sus pies, Jongin era muy indeciso, siempre que tenía dos opciones o más, dudaba, a pesar de su edad, siempre, cada opción tenía cosas buenas, cosas que le llamaban la atención y de las cuales disfrutaría si las escogía.

Porque a Jongin le gustaba estar debajo de ese gran árbol, disfrutando de su sombra y de los rayos de sol que lograban colarse a través de sus hojas, descansaría allí y el aire fresco le haría sentir mejor, estaría cómodo e incluso lograría dormir un poco si se relajaba lo suficiente. Pero también le gustaba el columpio, porque la velocidad del juego, el subir y el bajar mientras el aire chocaba contra su rostro era muy adictivo, era después de todo, el mejor juego del parque para él y le gustaba mucho.

- Puedes escoger uno y luego el otro... - Su madre le decía siempre con una sonrisa al verlo sin saber qué hacer cuando de elegir se trataba, como en ese momento en el que recordaba su consejo. No tenía que escoger uno u otro, Jongin podía darse un tiempo y disfrutar de ambas opciones ese día, tenía toda la tarde por delante para hacerlo.

Pero entonces tendría que escoger cual primero y cual después. Y eso era igual de difícil.

Suspiró cansado y se sentó en el suelo. Jongin pensó que si alguien escribía el futuro de las personas como el cuento que su abuela le había leído hace semanas atrás, entonces debía aparecer en ese momento y decirle cual opción era la que iba a tomar al final del día para que el ya no tuviese que sufrir por decidir.

Jongin se perdió en sus pensamientos. Observó el pasto debajo de él y decidió que ese día, no haría nada, se quedaría en su lugar. Observo una vez más como el columpio era ocupado, los niños disfrutaban de él como si no hubiese nada más divertido en el mundo, y bajo el árbol una niña jugaba con su cachorro, alegre mientras comía un helado y sonrisa se extendía por completo.

Y él, estaba sentado sin hacer nada, porque no pudo decidir qué es lo que prefería hacer, o simplemente escoger qué hacer primero y qué después, y ahora ya no podía hacer nada porque sus lugares favoritos estaban ocupados.

Los minutos pasaron y un grito frustrado por parte de una mujer llamó su atención, moviendo sus ojos con pereza.

La mujer medianamente joven jalaba de la mano de un pequeño niño, el cual hacía un berrinche y se negaba a moverse de donde estaba. Inflaba sus mejillas ya rojas y golpeaba sus pies contra el suelo con toda la fuerza que tenía su pequeño cuerpo.

Jongin pensó que si él hiciese eso, su padre lo habría castigado antes de poder siquiera empezar a lloriquear, tal como el niño aquel lo hacía en esos momentos.

- Vamos Kyungsoo, los carros están ocupados, puedes jugar en otro juego... -La voz tranquila y llena de amor de la mujer era muy bonita, trataba de convencer al chico de que le hiciese caso, pero el niño negó con su cabeza tanto como pudo, sentándose en el suelo para que así no lo obligaran a caminar hacia otro lugar.- Entonces... ¿Quieres un helado? te compraré uno de limón, ¿No quieres?

El labio de Kyungsoo tembló, amenazando con llorar pero sólo era un signo de lo molesto que estaba. Kyungsoo no dudó ni un poco. Se cruzo de piernas y de brazos, quedando sentado en el lugar.

Kyungsoo no pensaba moverse ni un centímetro de allí.

Un suspiro cansado de la mujer le indicó que se resignaba. Jongin vio a la mujer dejar al chico allí, sentado mientras ella caminaba hasta las bancas donde las madres y padres que solían llevar a sus hijos a jugar, solían quedarse para vigilarlos.

Jongin no  contó el tiempo, sólo podía estar con la mirada fija en aquel chico, al que se le iban los ojos cuando otro niño pasaba, conduciendo aquellos mini autos que debían conducir alrededor del parque y a los que él quería poder subir, pero no podía porque otro tonto niño lo había conseguido primero que él y parecía querer llorar.

Sus miradas chocaron en algún momento, se miraron por un tiempo, cada uno con sus propios problemas a una distancia considerable, siendo los únicos que no parecían felices en el lugar lleno de risas infantiles.

Su madre llegó por él luego de un rato para ir a casa. Jongin no había hecho nada más que estar en su sitio, no se había decidido por nada así que no disfrutó de nada tampoco.

El chico, llamado Kyungsoo, tampoco se había movido de su lugar, y para cuando Jongin se fue, él  aún permanecía en su lugar, esperando. 

**

No sabía el por qué de su problema para decidir las cosas, todo era mucho más fácil cuando le decían qué hacer, o cuando no era él quien tenía que decidir sobre algo. Jongin podía ser un niño pero se daba cuenta perfectamente que no debería ser así. No era solo un problema para decidir, era algo mucho más profundo que eso y hasta sus padres lo sabían, Jongin tenía un problema de autoestima sin saberlo realmente, la indecisión lo afectaba porque tenía miedo a equivocarse y aún más a arrepentirse. A ser rechazado por eso, y era por eso mismo que fallaba a la hora de hacer amigos. Y no es que fuese apartado o mirado mal, pero Jongin tendía a pensar más de la cuenta cosas pequeñas que el resto de los niños tomaba como un juego, porque eso eran. Entonces prefería quedarse un poco más atrás y sin darse cuenta, él mismo se iba aislando.

Jongin volvió al parque el día siguiente, esta vez su padre lo llevó para que saliera de su casa, era bueno que aprovechara de tomar todo el aire fresco que pudiese antes de que llegara el otoño y junto con ellas las primeras clases de Jongin en la escuela primaria.

Pero Jongin se quedó al lado de su padre, el hombre miró a su alrededor y lo llevó hasta los autos, esos mismos que debía pedalear igual que una bicicleta para que se movieran y pudiera pasear en el parque, Jongin hubiese preferido estar debajo del gran árbol o en el columpio, pero no dijo nada porque su padre había tomado la decisión por él ese día al ver que no se movía de su lado.

- ¡No! -Jongin estaba a punto de subir al auto cuando aquella voz se lo impidió. Un niño Con las mejillas infladas y un poco más bajo que él estaba a su lado, deteniéndolo.

Los adultos se miraron sin saber qué hacer. Kyungsoo había llegado más temprano que el día anterior para poder subir a un carro ya que el día anterior no pudo hacerlo, iba feliz pero al ver que ese chico iba a subir, justamente al autito que él quería, gritó para impedirlo.

- Sólo me queda éste libre... -Comentó el hombre que arrendaba los mini autos, Encogiéndose de hombros porque no sabía qué hacer, Jongin había llegado primero, pero Kyungsoo no lo dejaba subir y parecía querer matarlo con la mirada.

Reconoció inmediatamente al niño, era el mismo del día anterior, y el mismo berrinche también.

- Lo lamento mucho - La mujer se disculpo como pudo, jalando del brazo de Kyungsoo, parecía ya tener practica en ello. - Kyungsoo, deja al niño, luego puedes usarlo tú...

- Pero yo quiero subir... mamá!

El padre del menor pareció conmovido, Jongin nunca había hecho un berrinche como ese, le habría gustado que lo hiciera, pensó.

- Espere... - Comentó él, haciendo que todos le miraran. -Quizás... ellos podrían compartirlo... son pequeños y... pueden subir dos de todas formas..

Los ojos de Kyungsoo brillaron, no por la idea de compartir su juego, si no porque podría subir al fin y si tenía que compartirlo, no importaba. No, esperó una recibir una respuesta, él sólo tomó la mano del otro chico y lo empujó, haciendo que subiera al auto como pudo para luego subir él. En menos de lo que hubiesen pensado los adultos, el chico había salido disparado dejando solo la marca de las ruedas sobre la tierra.

Jongin no habría imaginado que aquello sería tan divertido, pero lo era. Kyungsoo movía sus piernitas para avanzar sin importar nada más, se metió por el camino de los árboles y Jongin podía ver todo a su alrededor, era como subir al auto de su padre pero en un tamaño adecuado para él, además de que ellos manejaban el recorrido.

Jongin desvió su mirada al chico a su lado, se veía feliz, más que eso, su sonrisa ocupaba gran parte de su rostro y sus grandes ojos negros brillaban, él no recordaba haber sonreído así, excepto cuando habría sus regalos en navidad. Quizás.

El parque era tan grande que Kyungsoo se detuvo en mitad del camino, se giró para ver a Jongin y curvó una de sus cejas.

- Pronto cumpliré seis. -Kyungsoo dijo con su voz clara y suave, haciendo una pausa para que el otro captara que debía responder a una pregunta no hecha. Jongin no sabía qué hacer ante eso pero supuso que lo correcto sería responder algo.

- Yo... tengo cinco... -Contestó no muy seguro y algo indeciso porque el chico se veía menor, era más bajito que él al menos.

- Soy tu Hyung...-Kyungsoo sonrió feliz de ser mayor que el chico, no es que fuera mucha la diferencia, incluso si eran tan pequeños Kyungsoo quería que el otro supiera que era el mayor. que era un hyung. No dijo nada más y comenzó a pedalear nuevamente, para completar su vuelta al parque.

- Estás cansado... -Jongin susurró, mirándolo mientras avanzaban, sentía que debería estar ayudando al menos ya que el otro estaba haciendo todo el trabajo. Pero el mayor se negó, mirándolo mal.

- No importa... soy el mayor. -Dijo con una mezcla entre orgullo y decisión en su voz, que el otro no supo que se podía tener siendo tan pequeño. Kyungsoo no vacilaba y hablaba firme, era el mayor y tenía que hacer un esfuerzo, además era su juego y quería conducir él.

El recorrido en el parque duró un poco más, Kyungsoo estaba cansado pero no decía nada y Jongin no sabía si debía hacer algo o no, cada vez que quería decir algún comentario Kyungsoo lo miraba con el ceño fruncido, como advirtiéndole que no dijese nada o lo tiraba del carrito en movimiento.

Para cuando habían dado varias vueltas los padres de los chicos los esperaban con unos helados. Jongin bajo del auto para ir donde su padre que ya lo esperaba. Kyungsoo por su parte no quería bajar y dejar el auto, pero tenía que hacerlo porque su tiempo en él se había agotado.

Recibió no tan alegre el helado y comenzó a lamerlo. Se sentó al lado del otro sin decir nada, ninguno dijo nada ese día.

Ni ese día ni los otros.

Se encontraban a cierta hora en el parque, sus padres hacían coincidir las horas en las que los llevaban y Kyungsoo siempre peleaba por subir a uno de los coches, Jongin no sabía cómo pero siempre terminaba siendo arrastrado por el bajito sin negarse a nada, había descubierto que su hyung era muy mañoso, siempre hacía lo que le gustaba y luego, le llevaba a jugar a otros juegos y hasta a descansar bajo el gran árbol cuando ya estaban cansados o era my tarde. Porque de alguna manera sabía que a Jongin le gustaba estar allí y quería complacerlo.  

Jongin no recuerda que en algún momento Kyungsoo le haya dicho su nombre, él tampoco recuerda haberle dicho el suyo al bajito, pero lo sabían porque sus padres los llamaban y ellos aprendían.

Sus padres supieron que se llevaban bien, que eran amigos, incluso sin que ellos mismos se dieran cuenta.

El más alto de los chicos solía quedarse viendo a su hyung cada vez que este hacía algo, sobre todo cuando sonreía o fruncía el ceño, cuando inflaba las mejillas, a Jongin le gustaba cuando el mayor hacía eso porque le recordaba a unos dibujos animados que lo hacían también y que cuando se enojaban explotaban. Jongin se divertía y pensaba que en cualquier momento Kyungsoo haría lo mismo.

Cada día se juntaban en el mismo lugar, bajo el árbol, Kyungsoo lo jalaba y el menor caminaba a su lado y entonces empezaban a jugar, a su modo, aún si no hablaban mucho, al mayor no le molestaba que el otro se quedara callado a veces, hasta cierto punto lo agradecía porque él odiaba los niños que hablaban sin parar o eran demasiado ruidosos, Jongin encajaba bien con su forma de ser, y extrañamente el menor parecía estar cómodo con él también.

- ¿Por qué te gusta aquí? - Kyungsoo estaba sentado con una cajita de jugo de manzana, bebía lentamente, mirando a Jongin mientras éste estaba reposando su espalda en el gran tronco del árbol, comiendo una galleta de chocolate.

- Mm... - Jongin lo pensó mucho, no esperaba una pregunta así, pero se esforzó en responder.- Me gusta porque es agradable, puedo ver todo el parque desde aquí... es el árbol más grande y fuerte... -Jongin abrió los ojos al ver que su garganta se secaba y amenazaba con toser. Kyungsoo extendió su cajita de jugo hacia el menor que no dudó en tomar, bebiendo el jugo rápido, sintiendo como se calmaba y pudo continuar su respuesta.- Me gusta porque quiero ser fuerte como el árbol... y hacer sentir seguro a los que están cerca de él.-Susurró lo último, porque ese era su secreto, Jongin se sentía seguro bajo ese gran árbol y a él le gustaría hacer sentir eso a alguien, y no ser tan indeciso.

- Uhm... - Una sonrisa tímida se extendió por su rostro y Kyungsoo pareció pensar aquella respuesta dada. - Pero Jongin ya es fuerte... igual que el árbol...

Era la primera vez que le llamaba por su nombre, y Jongin pensó que sonaba bonito con esa voz del mayor, tan segura, no creía que el fuese fuerte, el aún era pequeño y el árbol demasiado grande y perfecto. Pero la determinante voz del mayor le hacía tener esperanza en que eso era cierto.

Kyungsoo le dio una sonrisa bonita, agradable que hacía sentir bien al menor, tomó su mano, volviendo a beber de su jugo lo poco que quedaba antes acostarse en el pasto, Jongin lo imitó, acostándose a su lado, cerrando los ojos. El mayor tomó de su mano, dando un ligero apretón, Jongin sonrió también, sus ojos observaban aquellos rayos de luz que escapaban entre las hojas verdes y entonces supo que ese lugar era su favorito en el mundo. 

Notas finales:

Disculpas si se me pasaron algunos errores, en cuanto pueda lo corregiré~. 

Nos vemos 

b25;


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