¡Déjate venir cabrón! ¡Acércate idiota! ¡No te tengo miedo! ¡Vales para pura mierda!
Eso era lo único que escuchaba salir de aquél callejón. Tenía dos opciones.
Irme de ahí y llegar sano y salvo a casa.
Entrar al callejón para ver si podía ayudar y llegar a casa dañado, o no llegar.
Fue una estupidez escoger la segunda opción. Yo y mi afán de intentar ayudar a las personas.
Había dos chicos, uno tenía la piel oscura, cabe mencionar que era el mas gritón de los dos, y el otro tenía la piel mas clara.
-¡Idiota, ¿crees que te tengo miedo?- Gritó el moreno, empuñando su mano-
-¿Miedo de ti? ¡Solo eres un maricón!-Respondía aquel muchacho que tenia lindo rostro.
Ahí se me ocurrió la brillante idea de ponerme en el medio de los dos. Una estupidez, lo sé.
-¡Haber idiotas! ¡Ya cállense, es una zona publica, pasa mucha gente y niños y ustedes están gritando como señoras en mercado! ¡Si no cierran la boca llamaré a la policia!
“Perfecto Kyungsoo. Más idiota no podrías ser” Me lo repetía mi subconsciente.
-¿ Y tú quien mierda eres para venir aquí enano?- Me dijo el rubio oxigenado.
“Enano”
-A mi no me digas enano hijo de....-Una mano me empujó hacia atrás.
-Esto no se quedará así Chan Hee, ahora lárgate y nos arreglaremos la próxima vez que nos veamos- Habló ese chico moreno, me quedé como tonto viéndolo, hasta que regresé en mi.
-Ahora, ¿Tú quien mierda eres?.-Me preguntó y yo solamente camine hacia afuera del callejón, ignorándolo completamente. Era uno de esos idiotas que solo buscaban peleas. Algo dentro de mi me lo decía.
Se puso frente a mi, era notoriamente mas alto que yo. Todos son más altos que yo.
-A mi nadie me deja hablando solo, ¿Entiendes?
-¿Y yo porqué tendría que decirte mi nombre si yo no sé el tuyo?
-Sólo di que quieres mi nombre. Me llamo Kim Jong In, Kai para ti.
Me tocó la barbilla, tratando de parecer seductor. ¿Quién jodidas podría verse seductor con el labio roto, el cabello despeinado y la ropa con gotas de sangre? Nadie Joder. Nadie.
-Ah pues Jongin, diría que mucho gusto, pero no soy un hipócrita. Me llamo Kyung Soo, así que puedes decirme así. Ahora, sin más, me largo de este asqueroso lugar.
Empecé a salir de ese asqueroso callejón, cuando lo escuché gritar mi nombre.
¿Ahora que mierda quería? Por inercia me dí la vuelta.
-¿Qué quieres Jongin?
-Verte de nuevo KyungSoo....
¿Para qué queria verme de nuevo? Yo ya no quería verlo de nuevo. Es uno de esos típos idiotas que se creen "La gran cosa" del mundo. Que viven de los golpes, los problemas y las drogas. ¿Por qué deberia yo meterme con personas así?
-Ah, claro...¿En tus sueños quizás?
-Es de verdad KyungSoo, quiero volver a verte.
Sonreía. No puedo negarlo, es guapo y tiene linda sonrisa, pero aún así no.
-Mira Jongin, no quiero sonar grosero ni nada por el estilo, pero te conocí por casualidad,
a simple vista se nota que eres de esas personas que solo buscan problemas. Sinceramente, yo no quiero más problemas de los que tengo en mi vida normal. Así que adiós.
Me dispuse a irme, pero ese tonto volvió a gritar mi nombre. ¿Ahora qué? Fue lo único que pensé
-Quizás si sea así, pero las personas podemos cambiar, y a decir verdad, fuiste la mejor casualidad que eh tenido en la vida KyungSoo.
Sonreí. Espera, ¿Por qué sonríes KyungSoo? No deberías sonreír por eso. Solo dijo algo lindo. Ah... ahora entiendo porque sonreí.
-Cuándo cambies, búscame entonces Kim Jongin, estaré esperándote cuando seas un hombre recto.
Le dediqué una sonrisa, que el me devolvió y salí de ahí. Con muchas cosas en mi cabeza.
Hasta luego Kai.