Capítulo 2:
La semana ya había terminado y Luhan se encontraba en su departamento junto a Baekhyun, quien se encontraba enfermo. Baekhyun se había resfriado gracias a los cambios de temperatura, ya que, desde las 8 de la mañana hasta las 17:30 de la tarde trabajaba en la cafetería con calefacción, luego salía a la calle y tenía que correr como un loco bajo el frío invierno para llegar a tiempo a dar las clases de canto las cuales empezaban a las 6 de la tarde y terminaban a las 9 de la noche, después tenía que volver a correr como loco nuevamente bajo el frío para volver a la cafetería la cual tenía calefacción y ayudarle a Luhan a dejar todo limpio para el siguiente día, después de eso irse a su casa bajo la fría noche. No como Luhan, quien pasaba todo el día en la cafetería y no sufría cambios de temperatura, aparte, era muy difícil ver a Luhan enfermo.
— ¡LUHAAAAAAAAAAAAN! —gritaba Baekhyun, cosa que el doctor le había prohibido ya que Baekhyun no podría ni gritar, ni cantar, ni hablar fuerte e incluso ni siquiera debería hablar durante un mes. — ¡POR FAVOOOOOOOOOOR! —continuaba gritando.
— ¡Baekhyun cállate! ¡¡NO PUEDES HABLAR!! —le gritaba Luhan enfadado. — ¡¿Acaso no te quieres recuperar?! —decía yéndose de la habitación de Baekhyun.
— ¡Toma las clases por mí! —rogaba Baekhyun mientras seguía a Luhan a su habitación envuelto en una manta azul.
— Tú sabes que no me alcanza el tiempo.
— Y tú sabes que si no sigues dando las clases por mí, y si no cobras el dinero de esas clases ¡NO PODREMOS PAGAR LA RENTA! —gritó nuevamente. — Por favor, Luhan, es solo un chico no un salón entero son clases particulares, aparte, las clases son solo los lunes, miércoles y viernes.
— ¿Sólo uno? —preguntó Luhan.
— Sí, vamos Luhan, sólo será un mes… lo que significan… ¡12 clases!
— Está bien… lo haré.
— ¡Qué bien! Porque le dije a su madre que tú me reemplazarías y que también le darías clases de piano. ¡Su mamá estaba tan agradecida! Incluso dijo que pagaría más por las clases de piano.
— Maldito enano estafador. —dijo Luhan haciendo reír a Baekhyun.
El fin de semana terminó y Luhan tuvo que ir a trabajar a la cafetería dejando a Baekhyun dormido en casa. Lo bueno era que en la cafetería los lunes eran normales.
— ¿Entonces ahora tienes que reemplazar a Bacon? —decía Yixing refiriéndose a Baekhyun.
— Sí, ahora estoy esperando a que llegue alguien para atenderlo e irme, lo peor es que hoy no me han dado propina y no podré tomar el bus hasta la casa del chico al que tendré que enseñarle —hablaba Luhan mirando a Yixing con cara de pena.
— Te gusta abusar de tu cara —hablaba Yixing. — Lo siento, no tengo dinero.
— Aish… algún día me vas a pedir dinero, y adivina qué —decía Luhan. — Yo sí te lo voy a prestar.
— Jajaja, como digas.
— Oh… eres tú de nuevo —decía Luhan refiriéndose al chico que se había acercado a la barra, Sehun. — ¿De qué sabor quieres tu Bubble Tea? —preguntó Luhan saltándose la parte de: “¿Qué desea servirse?” mientras le sonreía
— Taro… —decía el chico sacando su dinero.
— ¿Vas de prisa? —preguntó Yixing, quien conocía al chico, ya que cuando Sehun iba apresurado iba a pedir su Bubble Tea directamente a la barra.
— Sí, necesito volver a casa, tengo clases.
— Toma. —decía Yixing entregándole su Bubble Tea, mientras que Luhan miraba a Sehun y se daba cuenta de que el chico era más alto que él, ya que Luhan siempre lo veía sentado
— Gracias —Sehun dejó el dinero en la barra y empezó a correr hacia la puerta de salida.
— ¡Tu vuelto! —gritó Luhan y Sehun se detuvo antes de salir.
— Quédatelo —dijo Sehun antes de salir de la cafetería donde un auto lo esperaba.
— Ahora tienes tu propina —decía Yixing mirando el billete que Sehun había dejado en la barra. — ¡Y qué propina!
— Cállate, Lay.
— ¿No que te tenías que ir? —dijo Lay entregándole el billete con tono de burla.
— ¡Mierda!
Luhan salió corriendo de la cafetería tirando su delantal a una de las mesas y tomando su abrigo, siguió corriendo hasta la parada del autobús, por suerte para Luhan éste pasó enseguida se subió y se fue a sentar al último asiento colocándose ahí recién su abrigo. Una vez bajó del autobús, sacó un papel de su bolsillo donde estaba anotada la dirección de la casa, al parecer la familia del chico al que le daría clases era de clase alta, ya que la casa era enorme y estaba ubicada en un buen vecindario, aunque la casa del chico ni siquiera se comparaba a la casa en la que vivía Luhan antes de escapar de ahí.
*Ding Dong*
Tocó el timbre, por suerte había llegado a tiempo al rato después una empleada abrió la puerta invitando a Luhan a entrar sin siquiera preguntarle quien era y qué quería. “En mi antiguo hogar por poco más te pedían tu carnet de identidad para poder entrar” Pensó Luhan.
— ¿Tú eres Luhan? —preguntó una señora bien vestida, un tanto alta, delgada y guapa.
— Sí, he venido a reemplazar a Baekhyun. —respondió Luhan.
— Mi hijo está en su habitación en el segundo piso, la primera habitación, ahí está el piano y todo lo que necesitas. —dijo aquella mujer sonriéndole cálidamente a Luhan. — Por favor, ten paciencia, él no es muy bueno tocando instrumentos.
— Está bien. —decía Luhan inclinándose frente a la mujer para luego empezar a subir las escaleras hasta que se encontró frente a la primera habitación y antes de entrar tocó la puerta.
— Adelante —habló alguien desde el otro lado de la puerta.
— Permiso —dijo Luhan y al ver al chico a quien le daría clases se sorprendió, ese chico era Sehun.
— ¿Tú? —preguntó Sehun, quien estaba igual de sorprendido que Luhan.
— ¿Sehun? ¿A ti te tengo que dar clases?
— ¿Conoces a Baekhyun hyung?
— ¡Claro! ¿Acaso nunca lo has visto en la cafetería?
— No…
— ¡Pues él también trabaja ahí! No sabía que te tendría que enseñar a ti…
— Pero si tú recién estabas en la cafetería… —hablaba el menor sorprendido.
— Eso da igual, manos a la obra. —Luhan se fue a sentar al piano indicándole al menor que lo siguiera. — Dime, ¿Qué es lo que sabes del piano?
— Pues… sé que es un piano…
— ¿En serio? ¡Yo pensaba que era una batería! —dijo Luhan con un tono sarcástico.
— Aish… ¡Quiero a Baekhyun hyung! —gritó Sehun parándose del asiento del piano, yéndose a sentar nuevamente a su cama.
— ¿De verdad no sabes nada? —preguntó Luhan sorprendido, yendo a sentarse al lado de Sehun quien miraba al piso con los brazos cruzados.
— ¡No y NO me interesa! —gritó Sehun
— ¿Por qué? ¿Te gusta hacer otras cosas? —volvió a preguntar Luhan mirando atentamente al menor.
— Sí… yo prefiero bailar… ¡El piano no es lo mío!
— Cálmate niño. —decía Luhan molestando a Sehun quien no dejaba de hacer berrinches y tiernas caras, cada vez que gritaba.
— ¡No soy un niño! —otra cara tierna.
— Claro que no lo eres, ¡hasta los niños saben tocar un piano! —el que gritó esta vez fue Luhan mientras que se paraba y caminaba hasta la puerta, abriéndola, a punto de salir.
— ¡Espera! —gritó Sehun. — Necesito que me enseñes…. —decía parándose.
— Pues ahora yo no quiero. —dijo esta vez Luhan siguiendo con su camino.
— ¡Por favor! Si no aprendo, no me dejarán entrar al club de baile. —rogó el menor.
Y esas fueron las palabras que hicieron que Luhan se quedara ahí e intentara enseñarle a Sehun, ya que, se podía notar que lo que Sehun más quería era poder bailar, al igual que Luhan su mayor sueño era poder cantar con su familia apoyándolo pero eso nunca sería posible, en cambio a Sehun al menos le daban la oportunidad de hacerlo aunque a cambio tuviera que aprender a tocar el piano. A Luhan ni siquiera esa oportunidad le dieron.
Las tres horas pasaron muy rápido y Sehun ni siquiera había podido aprender una melodía para niños, a la hora y media Luhan se rindió y empezó a hacerlo cantar ya que las clases eran de piano y canto, pero Sehun se negó rotundamente a cantar, al final Luhan desistió y volvió con el piano ya que a Sehun le interesaba aprender eso para poder unirse al club de baile. Ya eran las nueve de la noche y Luhan se tenía que marchar, pero ya estaba oscuro y al parecer pronto se pondría a llover, así que la madre de Sehun le ofreció llevarlo en auto y Luhan aunque quisiese no se podía negar ya que tenía que llegar rápido para hacerle la cena a Baekhyun quien se encontraba enfermo. La madre de Sehun le pidió a uno de los choferes que prepara el auto para ir a dejar a Luhan y obligó a Sehun a acompañarlo ya que ella no podía.
En el auto.
— Perdóname por cómo te traté en un principio —decía Sehun quien iba atrás del auto junto con Luhan mientras que una ventanilla polarizada los separaba del conductor.
— ¿Huh? —preguntó Luhan confundido despegando su vista de la ventana para mirar a Sehun.
— Es que de verdad odio que me obliguen a tocar el piano.
— Descuida —Luhan sonrió. — Yo también odiaba cuando mis padres me obligaban a hacer cosas que no quería, pero de todas formas las hacía. —dijo Luhan volviendo a mirar por la ventana, ya estaba lloviendo. — Ya estamos llegando, supongo que te veré mañana —dijo Luhan sacudiéndole el pelo a Sehun, quien se quejó.
— ¿Por qué mañana? Si la próxima clase será el miércoles. —decía Sehun mirando a Luhan confundido mientras que el auto se detenía y la ventana de vidrio polarizado bajaba dejando ver al conductor quien dijo que habían llegado.
— Gracias por traerme. —decía Luhan haciendo una pequeña reverencia mientras se bajaba del auto. — ¡Nos vemos mañana! —gritó mientras corría hasta entrar al edificio en el que estaba su departamento.
Al día siguiente.
— ¡Luhan! ¡¡LUHAN!! —gritaba Suho.
— ¡Ah! ¡Qué! ¿Qué? —dijo Luhan asustado mientras despegaba su cara de la mesa que supuestamente estaba limpiando.
— ¿Qué te pasa? ¡Acaso quieres que te vea Kris! —decía Tao acercándose a Luhan.
— ¡Chicos hay que abrir! ya van a ser las 8 —hablaba Minseok acercándose también.
— ¡LUHAN! —gritaba esta vez Yixing ya que Luhan nuevamente se había puesto a dormir.
— ¡ABUELITAAA! —gritó Luhan parándose del asiento rápidamente mientras que los 4 chicos restantes lo miraban con cara de “WTF”
— Luhan, ¿por qué no vas a dar una vuelta por ahí? Yo te puedo cubrir hasta el almuerzo —decía Suho.
Luhan fue prácticamente sacado de la cafetería por Suho y Yixing quienes ya no soportaban que Luhan babeara mesa tras mesa y le dijeron que si volvía antes del almuerzo lo harían limpiar los baños de hombres.
Apenas Luhan salió de la cafetería muchas mujeres se le quedaron mirando mientras que Luhan se ponía la capucha del polerón y empezaba a caminar hacia el parque que estaba en frente de la cafetería. Al llegar se sentó en una banca bajo un árbol y justo cuando se iba a quedar dormido en el parque, un par de chicos llamó su atención. Se paró y empezó a caminar en dirección a esos chicos que se encontraban de espaldas a él y estaban bailando al medio del parque para ganar dinero, al parecer. Luhan se puso al frente para ver como bailaban y se llevó una sorpresa gigante cuando notó que uno de los chicos era Sehun y el otro era uno de los amigos con los que fue una vez a la cafetería.
Luhan esperó a que el baile terminara, la gente les dio dinero ya que no se podía negar que bailaban muy bien. Pero Luhan tenía que hablar con Sehun, Luhan lo tomó del brazo y lo empezó a arrastrar hacia otro lado haciéndole una seña al amigo de Sehun para que se fuera sin él, el amigo solo sonrío y se fue.
— ¿Quién eres tú? —decía Sehun soltándose y dándose cuenta de que era Luhan quien lo arrastraba. — Luhan…
— Ven, vamos a sentarnos. —Luhan empezó a caminar hasta llegar bajo un árbol que se encontraba adornado con la hermosa nieve invernal, y se sentó en una banca que había bajo éste, seguido por Sehun quien también se sentó. — ¿Qué haces aquí en vez de estar estudiando?
— Y-yo… necesito dinero… —decía Sehun sin mirar a Luhan.
— ¿Dinero? ¡Pero si a ti el dinero te llueve! —dijo Luhan mirando a Sehun.
— ¡Claro que no! ¡¡Me han dejado sin dinero hasta que aprenda a tocar el MALDITO PIANO!! —gritó el menor enojado parándose de la banca empezado a caminar en cualquier dirección.
— ¡Sehun! —decía Luhan siguiendo a Sehun y cuando lo alcanzó, lo giró del brazo. — ¿Por qué no… me acompañas a dar una vuelta? —dijo Luhan sonriéndole.
Ambos chicos empezaron a caminar por aquella plaza hasta salir de ella y empezar a caminar por el centro de la ciudad, no se hablaban y no se miraban, ya que iban distraídos mirando las distintas tiendas, los adornos invernales, etc. Pero quienes sí los miraban a ellos eran las escolares que iban camino a estudiar, era raro ver chicos tan guapos caminando sin novia por la calle.
— Aún estás a tiempo para llegar a clases. —decía Luhan mirando a Sehun quien sólo miraba al frente mientras caminaba con sus manos en los bolsillos del pantalón.
— Si llego a esta hora me llamarán la atención y citarán a mis padres. —dijo Sehun sin mirar a Luhan.
— ¿Y si voy contigo? —Luhan se detuvo para escuchar la respuesta de Sehun.
— ¿Para qué? —dijo el más alto deteniéndose también.
— Para que así no llamen a tus padres, ¡Vamos! ¿En dónde estudias? —decía Luhan tomando a Sehun del brazo empezando a caminar junto a él, mientras que se escuchaba como un par de chicas que pasaban decían: “Oh, qué lástima… tiene novio…”
— E-en el Instituto de Artes… Mixtas —decía el menor sonrojado por el comentario de aquellas chicas, mientras le seguía el paso a Luhan.
Luhan anduvo agarrado del brazo de Sehun hasta llegar al Instituto, acto al cual Sehun le restaba importancia, ya que siempre veía a sus amigos caminar así y no tenía nada de anormal hasta que algunos chicos los empezaron a mirar raro mientras que otras chicas miraban a Sehun y a Luhan con celos.
Luhan estuvo un buen rato hablando con el director del Instituto de Artes diciéndole que Sehun se había atrasado porque estaban repasando las clases de piano, y el director le creyó incluso le tomó confianza enseguida, dejó a Sehun saltarse la primera clase e irse directo al receso sin ningún castigo ni nada por el estilo, mientras que se despedía alegremente de Luhan diciéndole que tenía que ir por ahí más seguido o incluso a dar clases ya que ahí había muchos chicos talentosos incluso apuntó a Sehun y a sus amigos como ejemplos.
Día miércoles.
— ¡Ya! ¿¡Cuántas veces tengo que decirte que esa no es la tecla CORRECTA!? —gritaba Luhan mientras perseguía a Sehun por toda la casa, ya que en ésta no había nadie. — ¡QUÉDATE QUIETO OH SEHUN!
— ¿Crees que soy masoquista? —decía Sehun mientras seguía corriendo, esta vez por la segunda planta. — ¡No me detendré para que me golpees!
— No te… golpearé —hablaba Luhan cansado, ya que por tercera vez se encontraba bajando las escaleras, hasta que se rindió y se fue a la cocina para tomar agua.
— ¡Pudiste haberlo dicho desde un principio! —decía Sehun quitándole la botella con agua a Luhan para tomar él.
— ¿CÓMO SE TE OCURRIÓ QUE TE GOLPEARÍA? —gritó Luhan quitándole la botella al más alto para después golpearlo con ella.
— ¡No sé cómo se me pudo ocurrir algo así! —dijo Sehun con un tono lleno de sarcasmo.
— Ya van a ser las nueve y no has aprendido nada —decía Luhan sentándose en una silla. — La mayoría de los chicos a los que les hice clase aprendían enseguida.
— Pues yo no soy como ellos.
— Claro que no, ¡Eres un Bruto! —dijo Luhan estampando su cabeza contra la mesa. – Debería irme y renunciar.
— ¡Estás loco! ¡Si te vas no podré bailar!
— ¿¡Y qué quieres que haga si no pones de tu parte!? —Luhan se levantó de la silla, caminó hasta la sala, tomó su abrigo y se dirigió a la puerta, pero antes de poder irse Sehun corrió hasta él y lo abrazó por la espalda como último recurso.
— Te juro que lo haré bien… —Sehun apretó aún más a Luhan quien se sonrojó por el contacto así que rápidamente abrió la puerta soltándose de Sehun.
— El viernes ve a la cafetería a las 6, Baekhyun debe saber cómo controlarte ya que te conoce, así que la clase del viernes será en mi departamento. —Luhan le sacudió el pelo a Sehun como hace días había hecho en el auto y se fue.