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El fuego en mí por Daggett

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Episodio 14


Una noche cualquiera


Por fin era viernes, había sido una semana difícil para Max, después de aquel escape con Alex, ambos se pusieron a trabajar duramente en el colegio.
Todos los alumnos estaban saliendo, Max guardaba sus cosas en la mochila, su mente estaba de fiesta, era viernes, vendría un largo fin de semana con Alex. ¿A dónde nos iríamos? Max pensaba que tal vez podía esconderse en alguna playa por dos largos días.

Una vez guardadas sus cosas caminó hacia la salida del aula, tropezó con el asiento vacío de Dante…lo miró por escasos segundos. Dañaste a mi chico, no voy a tener remordimientos por dejarte morir, ella pudo haberte salvado.


Una chica le hizo una seña, lo estaban esperando para ultimar detalles con su grupo acerca de un trabajo y eso le distrajo de pensar en Dante.


Una vez fuera de la universidad, condujo hasta llegar al colegio de Alex, como siempre lo encontró solo y esperándolo.
Una vez más y como toda la semana, Max se bajó para ayudarle a subir.


-ya me siento muy bien, Max

-yo quiero ayudarte.



Ambos eran muy discretos para demostrarse su amor en publico, pero cuando Alex creyó que nadie los veía le dio un cariñoso beso en la mejilla de Max.
El mayor rió al contacto y arrancó el auto.


-hey, Alex…antes siempre estabas con Lucy, ¿Por qué ahora…?

-por que ahora tiene novio (respondió Alex, no permitiendo que Max terminara la pregunta)

-mmm-. Fue la antipática respuesta de Max…

-¿pasa algo?

-nada, me alegro…ahora eres solo mío, esa chica siempre esta monopolizando tu tiempo.

-no seas exagerado.


En un pequeño descuido el mayor se acercó y beso fugazmente la mejilla del menor.

-¡¡Max!! Por Dios mantén la vista en el camino.


El mayor río antes el nerviosismo de su pareja….-no pasa nada, Alex…lo tengo bajo control.


Alex prendió el stereo del coche y puso su estación favorita, pronto una suave música comenzó a envolverlos.
Entonces, Max decidió comentar los planes románticos que tenía planeado.


-amor, he pensado que podemos escaparnos este fin de semana, quizá a una playa o bueno tal vez podríamos…


-espera, Max (el menor se mordía los labios, no le había dicho a Max lo del “gran evento del fin de semana”) – este, mira…Lucy me…quiero decir, nos invitó a su fiesta de cumpleaños.


El auto se detuvo violentamente, el coche que venía detrás tuvo que maniobrar peligrosamente para no golpearlos, Alex casi se da de tope contra el parabrisas.


-¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿QUEEEEEEEE??????????!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!




El grito de Max fue escuchado por muchas calles alrededor.



********************


Superado el trauma, Max terminaba de vestirse en su cuarto, llevaba puestos unos pantalones vaqueros y una camisa de color rojo.
Tenia el rostro fruncido mientras ideaba una y mil formas de asesinar a Lucy, pero tales ideas fueron desechadas.

Seguro Alex sufriría con tú muerte.


Bajó por las escaleras tranquilamente, sabía que Alex lo estaba esperando y le estaba haciendo esperar a propósito


-Dios, Max… ¿tanto tiempo para vestir unos vaqueros y esa camisa?

-no es como si fuera al cumpleaños de la reina.

-Lucy es mi amiga, al menos por esta noche finge que te simpatiza…

-pides demasiado.


Max no dejaba de mirar al menor, lucía mejor vestimenta, pantalón negro, una camisa blanca de seda con las mangas largas, el hermoso cabello negro que caía ligeramente por sus ojos.


-pero me comportaré, estaré a la altura de los Dumas.

Alex rodó los ojos con impaciencia y comenzó a caminar hacía la salida…sin duda sería una larga noche.
El camino a la fiesta fue mortalmente silencioso. Max estaba molesto con Alex por cambiar su fin de semana y preferir la fiesta de su amiga, él con gusto hubiera cambiado sus planes, y le dolía que Alex no lo hiciera.


La enorme casa de Lucy estaba a la vista, sin duda, la chica provenía de una familia acaudalada.
Bajaron del auto, podían escuchar la música proveniente del jardín trasero de la casa. Estaban a punto de tocar el timbre cuando los padres de la chica salieron…


-vaya, si son los hermanitos Dumas-… dijo la madre de Lucy, encantada que su hija tuviera semejante amistad.

-no se queden ahí- arremetió el padre…-nosotros nos vamos y no estorbaremos, solo no hagan mucho desorden.


Ambos chicos sonrieron amablemente y entraron…la casa era como cualquiera a las que Alex estuvo acostumbrado a frecuentar, pero está en especial le llenaba de grandes recuerdos de su niñez junto a su amiga.


Entraron en el jardín, donde la música era más fuerte…Max pudo distinguir a ciertos chicos que acostumbraban molestarlo por no ser hijo legitimo de los Dumas, no todos los amigos de sus padres adoptivos lo veían con buenos ojos.
Por otro lado, más de la mitad de aquellos invitados sentían mucha simpatía por Max… el chico había sabido ganárselos, por algo…a pesar de todo, fue el más popular en el colegio.


-¡¡vinieron!!

Ambos reconocieron la voz de Lucy, quien de inmediato los atrapó a ambos en un mismo abrazo.

-Max, no pensé que vinieras, después de todo si me quieres.

-te quiero en el fondo del mar, amarrada con dos grandes piedras.


Alex envió una mirada asesina al mayor.


-que bromista resultaste, cabeza dura…

.-vuélveme a llamar así y…


-¡chicos! (intervino Alex) por favor, no peleen más.

Max desvió la mirada y Lucy se sintió un poco culpable por su amigo…

-no te preocupes, Alex… Max y yo solo estábamos bromeando. ¡¡Oh ahí esta mi novio!!


Alex volteó y ahí estaba el pelirrojo con su amigo Kyle, quien junto a él venía una hermosa chica que nunca había visto.


-creo que te solicitan allá…

Alex volteó antes las palabras de Max…-¿Quién?


-vi que David te hizo señas, quiere mostrarte algo, seguro su nueva tarjeta o las llaves de su nuevo auto.

-no, yo voy a estar contigo…

-no seas idiota…se supone que ante esta gente somos hermanos…hermanos molestos que no disfrutan su compañía.


-si claro…soy un idiota por no haberlo pensado-… Alex se retiró dolido por las palabras de Max.


Max fue a la barra por una cerveza, en verdad la necesitaba. No quería estar molesto y muchos menos hacer sentir mal a su chico. De pronto se sintió tan egoísta, seguro ambos podían disfrutar después de otro fin de semana. Después de todo, Lucy Alex se conocían desde niños, debía aprender a dominar sus celos, comprender que la chica era amiga de su chico, justo como el mismo tenía sus propios amigos.


-vaya, vaya…el parasito de los Dumas nos honra con su presencia.


Max reconoció la voz de Daniel, un chico arrogante que nunca perdía ocasión para humillarle, pero esta vez no se iba a dejar.

-y quien será más parasito…yo que todos los días salgo y doy lo mejor de mi para labrarme mi propio futuro o tú…un niño mimado bueno para nada que solo vive a expensas de lo que papi pueda darle.


Daniel entrecerró los ojos y cerró los puños con furia…


-por más dinero que te rodea nunca vas a cambiar, eres un pobretón venido a mas, Alex sería un tonto si al cumplir la mayoría de edad no te hecha como a un perro.


La paciencia de Max llegó a su límite, tomó violentamente por el cuello de la camisa al chico arrogante.


-¡¡ESCUCHA HIJO DE PAPI!!


-¡¡MAX!!


El mayor escuchó el grito de Alex, venia corriendo junto con Lucy y su novio Thomas…


-¿que pasa?- preguntaba la cumpleañera…

Max soltó a Daniel y este al sentirse seguro volvía a soltar su veneno…-no es nada Lucy, ya sabes, cuando se tiene mala cuna…

-cállate, Daniel…en la fiesta de mi novia no vas a insultar a sus invitados, además, Max es el hermano del mejor amigo de Lucy.


Max volteó asombrado de que aquel chico pelirrojo y desconocido hasta ahora, hubiera hablado en su favor.

-Oh vamos…ahora defiendes a los pobretones.


Ante eso, Max se arrojó al chico y le dio un duro derechazo, estaba apunto de conectarle ahora con la izquierda pero Alex le detuvo el brazo.


-Max, por favor…aquí no

-¡¡¡PERO, ALEX…ME HA ESTADO PROVOCANDO!!!

-por favor…es la fiesta de mi amiga (suplicaba el menor).


Max se deshizo del agarré de Alex violentamente, tanto que el menor cayó sentado en el pasto del jardín.
Lucy rápido le ayudo a levantarlo.


-te vas de mi casa, Daniel… (Fueron las duras palabras de Lucy)


-no me interesa…si ahora te gusta andar entre la basura.


Ahora fue Thomas quien tuvo que detener a Max para que no volviera a golpear a Daniel.
El arrogante chico salió hecho una furia, de inmediato Lucy gritó para que pusieran de nuevo la música, de pronto todos los invitados olvidaron el incidente.


Max se soltó del agarré de Thomas y se encaminó a la salida. Alex rápido fue tras él…ya estaban de nuevo dentro de la casa cuando Max escuchó a Alex.


-Max no te vayas, por favor…

-no tengo nada que hacer aquí, este es tú mundo, no el mío.



Lucy entraba también corriendo para detener al chico…


-Max...eres mi invitado, tú y Alex…



Alex se acercó…dentro de la casa no había nadie y quería abrazar a Max…

-anda Max, hazlo por mi (le decía el chico, muy cerca del oído.)


Max lo apartó bruscamente…-quédate tú, yo me largo.


El mayor se fue y cerró la puerta violentamente…



-bueno…se fue, creo que deberías ir con él, Alex…

-no, Lucy, es tu cumpleaños…Max debería poder dominarse más.



Alex y Lucy volvieron a salir al jardín, donde rápidamente la chica fue atrapada por los brazos de Thomas.

Alex estaba apunto de ir junto al grupo de David, donde estaba antes de la pelea, cuando fue tomado del brazo que le impidió avanzar…


-tú hermano hizo bien en golpear a ese idiota…


Era Kyle… con quien menos quería hablar, pero aquel chico era insistente.

-dime, Alex… ¿leíste mi carta? , te la dejé en una de tus libretas.

-no, no me gusta perder mi tiempo ¿me sueltas?


Kyle le soltó pero sonrió para si mismo, encontraba divertido el fuerte carácter de los hermanitos Dumas, pero el solo estaba interesado en uno.





********************



Estaba a punto de amanecer, Max estaba sentado en las escaleras con la mirada en la puerta, Alex no llegaba…
El chico se debatía entre los celos, la frustración y la preocupación. Él sabía que había sido duro con Alex, con su salida abrupta de la fiesta esperaba que el chico lo siguiera, pero no fue así.
Ahora se pasaba las manos por los cabellos en forma desesperada, era un egoísta y lo reconocía.


Por fin la puerta se abrió…


-¿estuvo muy buena la fiesta?

-por favor, Max…no quiero pelear. Pero, contestándote…si, estuvo muy buena


El mayor se levantó muy rápido acercándose al menor, Alex no pudo evitarlo y cerró los ojos con miedo, esperando que algo sucediera, algo que no sucedió.


-me tienes miedo


Max no preguntó, estaba afirmándolo. Entonces Alex abrió los ojos para responder…



-no quise que pensaras eso, pero esta noche has estado furioso

-nunca te dañaría…

-¿entonces por que Lucy me tuvo que levantar del jardín de su casa?



Ambos chicos estaban muy cerca, pero no se tocaban. Max en un acto desesperado se llevó las manos a la cabeza, ahora era conciente que lo había empujado bruscamente dos veces en la misma noche.


-Alex, yo…ese chico me sacó de mis casillas, perdóname…

-si, bueno…eso lo sé. Créeme, yo también lo detesto. El problema es que no quiero pasarme la vida oyéndote pedirme perdón y yo simplemente aceptándolo todo…todo tiene un límite.



Un temblor invadió el cuerpo de Max, nunca había experimentado este miedo, ni siquiera aquella vez cuando encontró al chico llorando en su habitación. Rápido terminó la distancia entre ellos y le tomó de los hombros para preguntar.


-¿que quieres decir?



Alex desvió la mirada para responder…


-eso mismo Max…te quiero tanto, que fácilmente puedes herirme.


Max abrazó al chico fuertemente, le acariciaba la espalda en modo tranquilizador mientras le susurraba al odio. –no te merezco, soy un egoísta, pero entiéndeme, ya te lo había dicho antes…durante mucho tiempo no tuve nada, lo que hace que me comporte posesivo con lo que ahora tengo, no quiero que veas a nadie como me ves a mi…lo sé, soy un tonto inseguro.


Alex se apartó un poco para poder mirarle, le sonrió débilmente…

-¿Cómo alguien con semejante poder puede ser inseguro?...además eres terriblemente guapo. En cambio yo…

-eres lo mas bello que he visto- respondió el mayor no dejándole terminar, no para tranquilizarlo, es por que en verdad así era…bello por dentro y por fuera.

Nuevamente se volvieron a abrazar, esta vez de modo más pasional, el mayor cargó al menor y lo llevo con él al sillón de la sala.
Ahora Alex estaba sentado a horcajadas en las piernas de Max, el chico se dejaba querer por el mayor, este le besaba el cuello y Alex solo gemía bajito.
En un momento ambas frentes se juntaron, ahora cada uno miraba al otro y entonces Alex rompió el silencio.


-quiero…quiero hacerlo.

-¿estas seguro?

-muy seguro…


El mayor vio la determinación en los ojos del menor y le besó con ternura.


Y así, en la misma posición, Max comenzó a desabotonar la camisa de Alex, entre cada botón abierto los chicos se sonreían mutuamente. Alex parecía estar muy relajado y eso alivió al mayor.
Max deslizó la camisa por los hombros de Alex, a pesar de la poca luz de la sala, pudo ver la piel expuesta de Alex, entonces comenzó a besarle los hombros, recorriendo las pequeñísimas pecas que encontraba. El menor reía con cada beso que Max le daba…le encantaba la forma en que Max le trataba en la intimidad, pero el también quería explorar el cuerpo del mayor.

-ahora, tú sigues…

Max se acercó, lo besó rápido en los labios para luego decir. –Pero aquí no, vamos a mi cuarto…

El chico asintió y se dejó conducir de la mano por el mayor, subieron las escaleras tan rápido que una vez arriba respiraban agitados.
Max abrió la puerta de su habitación, hizo el intento de entrar, pero Alex no caminó…


-¿que pasa?


Alex de pronto tuvo recuerdos de aquel día donde en esa misma habitación encontró a Max con Dante. No quería tener su primera experiencia ahí…nunca ahí.

-mejor en mi cuarto- respondió el chico con la mirada en el suelo.

-esta bien, solo deja entrar por algo…


Alex esperó afuera sintiéndose tonto, pero no duró mucho, pues Max salió enseguida. En la mano traía un pequeño bote que el menor no reconoció, pero no le tomó importancia. De inmediato, Max de nuevo le tomó de la mano y se encaminaron al final del pasillo hacía la habitación del menor…habitación que desde mucho compartía con Max, solo para dormir, hasta esta noche.

Alex sin camisa, se sentó en la orilla de la cama, notó Max depositaba en el buró junto de la cama, el extraño bote que extrajo de su cuarto.


El mayor se quitó la camisa y mostró ante el menor su piel dorada, fuerte. Alex le observaba de forma embobada.
No podía evitar el recordar cuando le mostró sus poderes, que lo hizo despegar del piso, fuego en sus manos…si, Max era un ángel, a él le parecía todo un ángel.


Alex recargaba las manos en la cama, ahora Max desabrochaba sus pantalones, todo el tiempo había estado sonriéndole al menor a pesar de que este no respondía a las sonrisas, pero sin duda le comprendía, debía estar aterrado.

Ahora el mayor estaba en boxers muy ceñidos de color negro…Alex enrojeció violentamente, no que no lo hubiera visto antes, pero sabía que ahora vería mas.

Pero Max no se lo quitó y se acercó al chico que se mantenía estático en la cama…ahora estaba cerca de su oreja, le mordió tiernamente y luego le habló…-déjame ayudarte.

El mayor desabrocho en botón de los pantalones de Alex y a continuación bajó la cremallera.
Con sumo cuidado levanto la pierna del chico para terminar de quitárselo.

Alex quedó expuesto, llevaba unos boxers de color blanco, Max le observaba…sin duda aquel chico era ajeno a la sensualidad que desprendía.

De forma gentil lo empujó en la cama y se tendió encima de él, Alex al sentir el agradable peso del mayor gimió, esto excitó sobre manera al mayor y nuevamente comenzó una nueva danza de besos, lenguas mezcladas y gemidos sofocados por la boca del otro.

Max bajó su mano por todo el pecho del chico, tocándole, conociéndole de esta nueva forma, hasta que llegó hasta la prenda estorbosa que aún mantenía, de inmediato procedió a quitársela. Ya libre de ella la arrojó a un lado…ahora sí, Max pudo observarle completamente. Ante la mirada, el menor enrojeció de nuevo…

-¿estoy bien? Quiero decir… ¿te agrado?

Max sonrió y le beso de nuevo…-por supuesto eres lo más bello que he visto en mi vida.


El mayor se quitó la prenda que le quedaba…Alex pudo ver por completo al chico, no podía estar mas encantado, sin duda Max era muy atractivo.

El mayor se apoyó en el respaldo de la cama, sentado…

-ven aquí- Max extendió los brazos para invitar al chico, este le obedeció pero cuando estuvo cerca, lo volteó, ahora el pecho de Max chocaba con la espalda de Alex.

El mayor comenzó a acariciándole el pecho, pellizcando las tetillas. Alex se sintió invadido de un nuevo calor, estaba totalmente excitado y en su entrepierna se notaba.


El mayor llegó hasta la excitación de Alex y comenzó el vaivén con su mano.


-déjate llevar-. Le susurraba al oído el mayor, mientras masturbaba al chico.

Alex ya no podía hablar, solo podía sentir como Max lo llevaba al cielo, mientras lo estimulaba, una mano le apresaba la erección, la otra mano le recorría el todo el pecho y la boca le succionaba el cuello. Sin duda, Alex estaba tocando el paraíso.

El menor ya no pudo resistir y se derramó en la mano de Max, su respiración era agitada…Max le acariciaba de forma lenta, tranquilizándolo.


-Max…aah, eso fue…

-shh, lo sé.


El chico fue recostado gentilmente sobre la cama, Max comenzó a besarle de nuevo con pasión. El menor sabía muy bien lo que vendría a continuación.

Con un movimiento rápido, Max tomó el lubricante. Ambos chicos se miraron con comprensión, el mayor dirigió los dedos en la entrada del menor. Alex cerró los ojos, sentía mucha molestia pero no se quejaba.
Max terminó de lubricar y se acercó lentamente, condujo las piernas del chico sobre sus caderas y comenzó a entrar en él.

-AAH

-Alex, tranquilo…relájate


El chico asintió y entonces Max entró por completo…


-¿me sientes, Alex? Estoy dentro de ti, es maravilloso…


El chico abrió los ojos y encontró la mirada de Max cargada de gozo y amor, asintió levemente y le dedicó una media sonrisa mientras el mayor le besaba la frente.


-ahora voy a moverme, relájate…yo sé que ambos disfrutaremos.


Max comenzó a moverse dentro del menor, Alex apretaba los dientes, a pesar de todo, ya no era del todo desagradable, comenzó a sentir un cosquilleo por todo esa parte. Max se movía lentamente y Alex podía sentirlo, ahora lo comprendía, podía sentir el amor de Max.

-te quiero, Alex…

-también…aaah….te…quiero…ooh


Max tomó el miembro de Alex y comenzó a estimularlo para que llegaran juntos al clímax. Los movimientos del mayor comenzaron a tomar más ritmo, Alex solo podía gemir de placer en este punto, se agarraba del borde de la cama y llegó al orgasmo derramándose en la mano Max, este a su vez se vació en el interior de Alex.

El mayor se derrumbó sobre Alex, ambos respiraban agitadamente…

-Max…estuvo…fantástico…

-ooh Alex, tu eres fantástico, te quiero….eres mió.

-lo soy.



Los chicos se abrazaron con manos y piernas, el cansancio los venció…el destino asi lo quiso, al principio fueron compañeros, luego amigos., por lógica el siguiente paso sería el ser hermanos, pero en algún momento, ambos decidieron amarse y ahora eso es precisamente lo que eran…su relación evolucionó y ahora eran amantes y en este punto, Max se juró a si mismo que nada los separaría.





continuará...

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