Por favor, leer las notas al principio, no sean vagos.
Era una tranquila mañana para él, durmiendo plácidamente. Disfrutando de la cálida y hermosa sensación de estar tapado en una mañana de invierno.
Cuando su querido “despertador” decidió sonar…
- ¡Hey! ¡Arriba, tienes que ir al colegio! – Grito una conocida mujer desde la puerta de la habitación
- ¿Eh? ¿Qué? ¿Cuándo? – El muchacho se despertó rápidamente sentándose en su cama aun tapado con sus sabanas de “Toy Story”- Ah, mamá, eras tú… me has pegaoh’ un susto.
- Ah, pues mira… Ya, no seas vago y levántate, tienes que ir al colegio- Dijo su madre antes de dedicarle una sonrisa y salir de la habitación cerrando la puerta detrás suyo.
El joven se paró y comenzó a buscar ropa. Decidió usar una camiseta negra, unos jeans ajustados azules y unas converse negras. Bajó a desayunar, ya que un maravilloso aroma a tostadas y café inundo toda su habitación. Saludó a su padre y a su madre antes de tomar su abrigo y salir.
Tomó su bicicleta y comenzó su camino hacia el colegio. Amaba esas mañanas tranquilas en las que podía andar sin preocuparse por llegar tarde, y pocas veces las disfrutaba, ya que normalmente se quedaba durmiendo un poco más de tiempo cuando su madre lo despertaba.
Estaba tranquilamente sumido en sus pensamientos, cuando de repente sintió un golpe y pocos segundos después estaba estampado en el suelo…
- ¡HEY! ¡FÍJATE POR DONDE COÑO ANDAS! – El chico al que había chocado mientras estaba andando distraídamente perdido en sus pensamientos, se levantó, y… “Oh no, ¿Por qué a mí?”, pensó nuestro querido Mangel al ver de quien se trataba- Oye, Eres Miguel Angel ¿cierto? Vamos en el mismo colegio, hasta en el mismo año- Dijo el chico tendiéndole la mano amablemente para que se levantara. Mangel no tenía problemas con ese chico, en realidad, ni siquiera se conocían… pero él no era un chico al que le gustara encontrarse con gente de su mismo-colegio-mismo-curso en sus tranquilas mañanas en bici.
- Sí, gracias - Dijo, tomando la mano que el chico le tendía y levantándose del suelo- y entonces, tu ereh’…
- Rubén, pero dime Rubius, es mejor así - Dijo “Rubius” sonriéndole
- Eh… bien, ¿Ibas al colegio?
- Si, de hecho, estaba saliendo hasta que me chocaste- Rió ante lo ultimo- Si quieres vamos juntos, así podemos conocernos más en el camino
- Por mi está bien – Se giró para tomar su bicicleta, y le dijo una última cosa antes de reanudar su camino con el chico- ¿Y se supone que tengo que seguir tu paso en bicicleta?
Rubius asintió ante su último comentario, era el chico más popular del colegio, no pensaba en llegar con la ropa sudada por haber corrido.
Hecho y dicho esto, los muchachos continuaron su camino hasta la escuela secundaria. Mangel dejó su bicicleta en los anclajes para bicicletas, y luego se despidió de Rubius, que había visto a su grupo de amigos.
Había descubierto que a él también le encantaban los videojuegos, así como las cosas de terror. También descubrió que tenía una gatita, llamada Raspberry Mcfagott Cakes (lo que le pareció un gracioso nombre para un minino) y también que antes vivía en Noruega.
Recodaba el día que Rubius llegó, ya hacían 2 años de aquello, no tardó demasiado en hacerse popular, puesto que el chico era bastante gracioso y guapo también, ¡SI SEÑOR! Mangel pensaba que era guapo, pero eso es normal ¿no?
En fin, se fue a juntar con su primo, (al que apodaba Cheeto) Guille, o simplemente Willy, Samuel (Que según Mangel andaba en algo con Willy), y Alex. Su grupo social del colegio.
- ¿Mangel, me volví loco o llegaste con Rubén Doblas? – Preguntó Willy con cierta confusión
- Ah, sí, no tiene nada de malo… lo choqué andando en bici mientras venía y--
- Bien, bien, ya lo entendí no hace falta tanta explicación- Dijo divertidamente. Y entonces la campana sonó, dando inicio a las clases- Sera mejor que vallamos, tenemos Geografía, y no quiero que me bajen más la nota.
- Si te esforzaras un poco más…- Añadió Samuel. Recibiendo un golpe en el hombro por parte de Willy
Y así comenzó un normal día de clases para Mangel…