La noche de las sombras
Una semana había pasado entre algarabías y clases, el salón destinado al baile de Halloween estaba prácticamente listo, los de tercer año, encargados de eso, parecían haber hecho un excelente trabajo, los tonos anaranjados y negros resaltaban a donde quiera que dirigieras la vista, globos y serpentinas adornaban techo y paredes.
Nuestro tres adorables y curiosos hikaris tuvieron una sola oportunidad de echarle un vistazo al salón al principio de la semana, pero se morían por ver el resultado ya terminado, cierto era que tanto Yugi como Ryou jamás se habían sentido cómodos en bailes ni eventos escolares de cualquier naturaleza, pero sentían que este sería distinto, esta vez estaban con todos sus amigos y la ilusión que se reflejaba en los ojos de Malik les aumentaba aún más la emoción.
La verdad era que cada quien tenía una personita en particular con la que deseaban compartir tal día, pero bien sabían que eso era imposible y se resignaron.
Aun faltaban cuatro días para tan ansiado evento, y era notable -en especial para los profesores- que los alumnos estaban totalmente enfrascados en sus respectivos planes, la atención a las clases era casi nula, el salón B de segundo año era un perfecto ejemplo, con clara excepción de las clases impartidas con su profesora titular, los chicos le guardaban gran cariño así como respeto a la profesora Mizuki, ganado a pulso por el gran carisma y personalidad de la mujer.
Todos los días la pandilla completa se reunía en el patio trasero bajo un par de robles a la hora del receso, comían juntos, bromeaban y reían, algunas veces chicas de diferentes salones se acercaban a Yugi, Ryou, Duke y en especial a Malik -más que nada por ser el ‘nuevo’- a pedirles que fueran juntos al baile de Halloween, pero estos las rechazaban amablemente puesto que sus planes de ir en grupo al baile estaba muy claros.
Luego de la pijamada ni Ryou ni Yugi habían podido exteriorizar lo vivido en su último sueño-visión con su yami aquella noche dado que toda la semana habían salido TODOS juntos luego de las clases, los dos se sentían un poco tensos, necesitaban sacar eso de su interior y los demás ya empezaban a sospechar del extraño ambiente que los rodeaba.
El día del baile
Finalmente era viernes, lo que significaba solo una cosa… -redoble de tambores- … ‘El baile de Halloween’ en toda la preparatoria solo se escuchaban las ansias de oír la campana de salida, muchos alumnos de diferentes clases ya presumían sobre sus disfraces o pareja, nuestro afamado grupo estaba en clases de matemáticas con Kaho Mizuki, faltaban 10 minutos para el receso y los estudiantes anotaban las ultimas indicaciones de la mujer.
9 minutos... 8… 7… 6… 5
La profesora se paró de su silla apoyando los brazos sobre su escritorio con la vista fija en su clase.
─Muy bien chicos ─ todos le prestaron atención, algunos rogando internamente porque no se extendiera mucho en lo que quisiera decirles ─ no es necesario decirlo pero, como todos saben esta noche es el baile de Halloween. He conversado con el Director y algunos profesores y hemos concordado en que lo mejor es que todos se tomen el segundo bloque de clases libre para que tanto los de primero y segundo como los de tercer año puedan prepararse adecuadamente y dar los últimos toques finales al salón, así que luego del receso podrán irse a sus casas o a alistarse, confió en que todos serán lo suficientemente responsables para no quedarse dando vueltas por la escuela ni hacerme quedar mal ─ bromeo giñando un ojo mientras todos en el aula ahogaban gritos de júbilo.
-campana-
─Bien, creo que esa es su señal, pueden irse, los espero esta noche chicos, feliz noche de brujas ─ se despidió la amable mujer tomando sus pertenencias para dirigirse al salón de maestros.
Los chicos del 2-B ni cortos ni perezosos recogieron sus cosas para salir al patio o a la cafetería, se podría jurar que nunca desearon más escuchar el timbre de fin de receso.
Ya a la sombra de los conocidos robles la pandilla merendaba o descansaba en el lugar, afinando detalles como la hora y lugar exactos donde se verían antes de entrar, después de todo iban en grupo y dados los ‘episodios’ en recesos anteriores Joey temía que si entraban solos Yugi, Ryou y Malik serían agobiados por las chicas de la preparatoria que desearan bailar con ellos… u otras cosas.
La fresca brisa de otoño soplaba amenamente meciendo las hojas de los arboles cuyos colores ya vacilaban entre los tonos dorados y cobrizos, Malik ya habiendo terminado de comer se dejó llevar por el suave viento que mecía sus cabellos, arrecostó su espalda por el tronco de uno de los arboles dejándose adormilar por una suave melodía que se oía de fondo, seguramente de algún grupo de chicos en otra parte del patio, Ryou a su lado apenas terminaba de comer su bocadillo -un emparedado tamaño familiar xD- se contagió de la tranquila y arrulladora aura que emanaba el egipcio, soltó un pequeño bostezo y, usando sus manos como almohada se acostó en el césped a su lado, en la base del árbol, grande fue su sorpresa cuando Malik le tomo de los hombros moviéndole para acomodarlo en su pecho, levemente sonrojado alzo la mirada para encontrarse con los adormilados ojos de Malik quien le brindaba una pequeña sonrisa para luego ahogar un bostezo y volver a cerrar los ojos, Ryou sonrió también e igualmente cerro los ojos acurrucándose en su amigo. Yugi vio esto con ojos conmovidos, procurando no hacer movimientos bruscos tomo su celular y saco una fotografía de ambos. El tricolor rio por su travesura -Malik ya no tenía excusa cuando le dijeran que andaba mimando más a Ryou desde aquella noche- luego de guardar el móvil se acomodó al otro lado de Malik y se cerró los ojos recostándose levemente al costado del moreno quien en respuesta le paso un brazo por la cintura atrayéndolo más hacia sí, compartiendo los tres su calor corporal.
El resto de la pandilla recién noto el ‘enternecedor paisaje’ que protagonizaban sus amigos cuando pidieron opinión y ellos no respondieron, ahora fue Joey quien se encargó de inmortalizar el momento, mientras Tea ‘disimuladamente’ tomaba también una foto, donde solo enfocaba al adormilado Yugi (N/A: Acosadora ¬¬* … Si te viera Yami…)
Unos diez minutos más tarde sonó la campana despertando así a nuestro adorables hikaris de su siesta, el primero en abrir los ojos fue Malik, sonrió al ver a sus mejores amigos con él, apretó un poco el abrazo en que los mantenía para que se espabilaran, a Yugi le temblaron los ojos antes de abrirlos revelando una mirada adormilada, se froto un ojo para luego estirarse, a Ryou tuvieron que sacudirlo un poco para que se levantará, el albino cruzo los brazos estirándose mientras bostezaba intentando apartar las ganas de volver a acomodarse y dormir.
─Bien, ya es hora de irnos ─ expreso emocionado Tristán.
Todos se levantaron y tomaron sus cosas dirigiéndose a la salida esperando un poco a que menguara el tumulto de estudiante que ya se aglomeraba allí. Una vez fuera le informaron a Yugi, Ryou y Malik que se verían a las 8:30 en el mismo lugar donde merendaban, el baile iniciaba a las 8 en punto, pero todo el mundo sabe que una buena fiesta no se anima si no es más tarde.
Tea sabiendo que los tres hikaris se irían directo a sus casa decidió acompañar a Yugi, estaba a punto de decirle cuando Joey se le adelanto.
─Eh chicos, espérenme, me voy con ustedes, tengo que ir a la estación a recoger a Serenity ─ apenas la profesora les había informado de su temprana salida le había mandado un mensaje a su hermana para que llegará más temprano.
─Claro Joey ─le recibieron sonrientes.
Molesta, Tea bufo indignada antes de irse, como odiaba que siempre le quitaran la oportunidad (N/A: así será mientras yo escriba esto, resígnate >:p)
Los cuatro ukes… ejem ejem… digo chicos (xD) iban conversando tranquilamente hasta que Joey se paró en una tienda a comprar algo.
─Mis hermanos van a estar hasta tarde en el museo, parece que tiene una ‘reunión de negocios’ con Kaiba ─ empezó el moreno ─si… si quieren pueden venir temprano a casa y así nos arreglamos juntos ─ propuso tímidamente, la verdad era que tenía pena de salir de su casa él solo con semejante disfraz ─y… si les parece pueden quedarse a dormir luego del baile.
─Claro, nos encantaría ─ aceptaron los otros dos felices y sonrientes.
─Gracias.
─Y… ¿de qué hablamos? ─ pregunto Joey volviendo recién.
No queriendo parecer descorteces al no invitar a Joey, aun sabiendo que este iría con su hermana Yugi respondió por ellos ─Mmm… de lo curioso que es que Kaiba Corp. Este más relacionado con el museo de Domino desde que los hermanos de Malik están a cargo ─ improviso mientras seguían caminando.
─Hmmm, tienen razón ─ dijo llevando una mano a la barbilla, aparentemente pensativo ─ A lo mejor solo quiere regresarle un favor o algo a Ishizu ─ se encogió de hombros ─ ya saben que a Kaiba no le gusta deberle nada a nadie… O a lo mejor solo quiere hacerse de más publicidad, saben que el museo es una de las mayores atracciones en Domino.
─Eso… o a lo mejor es que Malik pronto va tener un cuñado multimillonario ─ bromeo el albino haciendo que tanto el mencionado como Joey les recorriera un escalofrió, aunque este último paso inadvertido.
─Ry-Ryou! No bromees con eso ─ Malik tembló ─ no que horror ─ solo imaginarse a su hermana y a Kaiba… no mejor ni se lo imaginaba. Yugi y Ryou rieron por su reacción.
─Además, ¿Kaiba enamorado? Por favor, ni en un millón de años ─ siguió Joey un poco más repuesto, tratando de apartar esa idea de sus amigos, o ¿quizás de convencerse a si mismo que eso no era lo que ocurría?
Entre comentarios como esos llegaron a la intersección donde se separaban los tres hikaris. Se despidieron quedando muy disimuladamente de acuerdo en ir en dos horas a la casa de Malik con el disfraz y un pijama empacados. Joey siguió su camino con Yugi.
─Oye Yugi
─ ¿Si Joey?
─Que te parece si el fin de semana vamos todos a Kaiblandia a pasar el rato, me gustaría tener un duelo contigo, hace mucho que no jugamos amigo ─ pidió sonriente
Yugi esbozo una pequeña sonrisa triste ─me encantaría ir Joey… pero no estoy seguro de lo del duelo.
─ ¿Qué pasa viejo? Hace mucho que no tienes un duelo, te vas a oxidar, o que ¿Ya te crees invencible solo porque derrotaste a Atem en un súper épico duelo? ─ bromeo hasta que recordó las palabras de Malik al ser testigo directo de como los ojos de Yugi se ensombrecían así como su ánimo que se iba por los suelos ─ ¡Ay no! ¡Ya metí la pata de nuevo! Lo siento Yugi... yo no quise… ─ el tricolor le interrumpió.
─Estoy bien Joey, tranquilo… y no es eso, es solo que no… no me siento capaz de volver a los duelos por ahora ─el rubio intento hablar ─ se lo que vas a decir y no… no es que crea que no voy a poder con el reto sin Atem, soy consciente de mi talento, además también fue por eso que yo tome su desafío, sé que puedo hacerlo yo solo…Es solo, que cuando peleábamos juntos, era una de la maneras en que sentíamos más fuerte nuestro lazo y como ya no está, temo que ese vacío que dejo pueda desconcentrarme o afectarme de alguna forma… es por eso que no eh tenido un solo duelo en todo este tiempo ─ explico nostálgico el tricolor.
─Lo lamento Yugi, yo no soy quien para reclamarte nada ─dijo arrepentido ─pero, tú y yo sabemos cómo es Kaiba, lo más probable es que dentro de poco organice un nuevo torneo, y tú como rey de los juegos debes participar… y ¿te digo algo? ─Yugi le miro apenas ─yo sé que a Atem no le gustaría que perdieras ese título que ambos protegieron y compartieron por tanto tiempo ¿no lo crees así?
Aunque las intento detener las lágrimas se formaron en sus bellos ojos amatistas ─Lo se Joey… es solo que… ¡NO PUEDO! Lo extraño demasiado ─ soltó finalmente.
Joey tomo por los hombros a su amiguito y lo atrajo hasta su pecho mientras este se calmaba, sintiéndose culpable por las lágrimas que bajaban renuentes por las ahora sonrosadas mejillas del menor, un pequeño murmullo se ahogó en boca de Yugi ─el frio… del vacío ─por suerte no fue oído por el rubio.
─Lo lamento Yugi, no quise que te sintieras así.
─Está bien Joey ─sorbió su nariz ─no era tu intención, no te preocupes ─ el tricolor limpio sus ojos y le brindo un forzada sonrisa a su amigo, así llegaron hasta la casa-tienda donde Joey se aseguró que Yugi subiera a descansar un poco antes de retomar el camino a la estación a recoger a su hermana.
En la casa de Yugi
Nuestro tierno tricolor se encontraba en posición fetal lo más acurrucado posible en su cama de frente a la pared, había lavado sus rostro para eliminar los caminos de agua salada pero las lágrimas volvían a aglomerarse en sus bellos ojos amatistas ahora enrojecidos por las mismas.
─ ¡Yami! ─sollozo ─me haces tanta falta… te extraño, te necesito ¿Por qué no vuelves a mi lado? ─hablo fuera de sí apretando el rompecabezas en sus manos tan fuerte que temió hacerle algún daño a su preciado artículo, por lo mismo se posiciono bocarriba para abrazarlo con fuerza en su pecho, como si deseara que la imagen del ojo se gravará en su piel ─ ¡Rayos! Como desearía poder controlar el rompecabezas como tú Yami, así quizás, solo quizás, podría invocar tu espíritu para darle un pequeño consuelo a mi pobre alma ─ las lágrimas corrían sin control por su rostro humedeciendo las sabanas debajo de él ─ ¡Yami! ─ volvió a llamar.
Así nuestro pequeño héroe se quedó dormido, afortunadamente había colocado el despertador a tiempo para ir a casa de Malik luego de guardar su ropa y disfraz en una mochila tras haber almorzado. Lastimosamente para su trajinada alma, esa tarde, no soñó con su otro yo.
Hora y media más tarde
─Ya me voy abuelito, te deje la cena en el horno y en la nevera está el jugo para el desayuno de mañana ─informo el menor amarrando sus tenis en la puerta de la entrada, apunto de irse ─ Hasta mañana ─ se despidió ajustando su mochila en sus hombros.
─Que te diviertas en el baile Yugi, feliz Halloween ─deseo dándole a su nieto un pequeño dulce ─ hasta mañana hijo.
El tricolor salió un poco más tranquilo de su casa con dirección a la residencia Ishtar reflexionando en cómo se sentía antes de dormirse pasado el mediodía, realmente había sido una escena vergonzosa, un pataleta muy infantil incluso para él, no acostumbraba a comportarse de esa manera y se sentía muy apenado de su comportamiento aun cuando nadie le hubiera visto, sin dudas fue un fuete arrebato ¿Qué diantres le estaba pasando?
Pronto llego al lugar siendo recibido por sus dos mejores amigos, se había extrañado de no toparse a Ryou en el camino, apenado pregunto si se le había hecho tarde, pero los otros le aseguraron que no, Ryou solo había llegado más temprano pues estaba aburrido solo en su casa.
Subieron las escaleras a la habitación del moreno entre amenos comentarios, el ambiente relajado y tranquilo disiparon enseguida el anterior estado de animo de Yugi integrándose rápidamente de forma natural en la conversación.
─Jajaja, tendrían que haberla visto esta mañana “¿Malik has visto mi collar azul?, ¿Odion has visto mi collar?” puso patas arriba la casa buscándolo, parecía que hubiera perdido el collar del milenio y no cualquier baratija, jajajaja ─ se burlaba Malik con su cabeza cómodamente recostada en el regazo de Ryou, los tres en la cama de oji-lavanda.
─ ¿Lo encontró al final?
─Si, ya se había dado por vencida y estaban a punto de irse cuando lo encontró en el baño de abajo, ¡por suerte! , Odion y yo estábamos a punto de volvernos locos, daba vueltas como león enjaulado.
Los tres compartieron unas risitas.
─Oigan chicos ─ llamo el egipcio.
─ ¿Si?
─Qué… ¿Qué se hace en los bailes escolares? ─ pregunto con inocencia ladeando un poco la cabeza.
Yugi y Ryou cayeron al estilo anime.
─ ¿Y recién lo preguntas?
Malik solo parpadeo un par de veces apenado pero aun esperando una respuesta.
─Pues… en un baile, se baila ─respondió irónicamente el albino (N/A: no me digas :o … ¬¬) ─no ya enserio, pues es como una fiesta normal, solo que con compañeros, suele haber mucha música, parejas o grupos bailando en la pista, mesa de bocadillos, grandes mesas redondas con varias sillas, ente 8 y 12 más o menos, para los grupos, adornadas con largos manteles y a veces en la tarima se presentan cantantes o grupos para tocar música.
─Eso, el otro día a Ryou y a mí nos pidieron que cantáramos algo con el club de música pero declinamos.
─ ¿Por qué?
─ ¡A ver! Si ya es vergonzoso tener que cantar enfrente de toda la clase, imagínate frente a toda la prepa ─ respondió el oji-café.
─Si, supongo que tienen razón.
─Igualmente tú no te zafas
─ ¿Eh?
─ ¡Eso! Tienes que cantar con nosotros un día de estos
Malik trago grueso, nervioso, decidió cambiar de tema.
─El sol se está ocultando ─ comento mirando por su balcón, el cielo ofrecía un bello espectáculo vario color con los últimos rayos de sol reflejándose en las nubes que se mesclaban con el azul del cielo que empezaba a oscurecerse ─ creo que va siendo hora de que empecemos a cambiarnos.
─ ¡Hai! ─ fue la respuesta de sus mejores amigos.
Ryou y Yugi había sido precavidos y habían salido con el pantalón de su disfraz ya puesto, como recordamos el de Ryou era un pantalón clásico de bota estrecha (N/A: tubito, se le dice aquí) de color blanco, mientras que el de Yugi era morado.
Mientras ellos sacaban el resto de sus disfraces Malik entro al baño de su habitación a ponerse sus pantalones anchos marrones, amarro unos discretos cordones negros que ajustaban la tela a sus tobillos (N/A: los que hayan visto Inuyasha imagínense su hakama -pantalon- *ya saben que se ven holgados pero se ajustan en la parte de abajo y en la cintura* pero en marron xD) aprovecho de humedecer un poco su cabello y salió con el pecho descubierto.
Ryou y Yugi estaban en las mismas condiciones, Malik se ponía su camiseta azul mientras Ryou y Yugi se pusieron sus respectivos camisones largos, Ryou cuidando de que las alas no se dañaran, lo movió un poco guiándose por el corazón que quedara en centro de su pecho y lo aliso, luego acomodo las mangas que le tapaban el comienzo de las manos. Sus amigos se acercaron, Yugi acomodaba el ala izquierda cuidado de que todas las plumas se vieran bien mientras Malik tanteaba la derecha viendo que el ala negra no se curveara ni molestara tanto a su amigo como a la gente que pudiera pasar cerca (N/A: dejemos en claro que no son tan grandes como las de los hologramas del monstruo, son más pequeñas para mayor comodidad, en este caso ambas alas son alargadas pero estrechas para que no hubiera dificultad o algún accidente al caminar, igual las de Malik)
Ya listo Ryou volvió a sentarse en la cama con un cepillo en manos intentando alisar un poco su cabello mientras sus amigos terminaban de alistarse. Yugi tomo la armadura y se la puso para luego acomodar su cabello y que el sombrero dejara sobresalir solo los mechones rubios, el báculo seguía en la cama.
Malik en tanto se puso la diadema de alas negras a juego con las que estaban en su espalda y se engancho en las manos las garras amarillas, Yugi se acercó acomodarle la diadema cuando esta se le movió hacia adelante logrando que parte del cabello del moreno le cubriera los ojos y este bufara con fastidio por lo que el tricolor soltó una risita que hizo a Malik sonrojar cuando Yugi le aparto también el pelo del rostro suavemente.
Yugi fue a la cama para ayudar a Ryou con su cabello, el albino acepto gusto sintiendo pronto un cosquilleo cada vez que Yugi pasaba gentilmente el cepillo por sus blancos mechones.
El toque final fueron sus respectivos artículos, les importaba un rábano que no hiciera parte del disfraz, nunca se separarían de sus preciados colgantes.
Bajaron a la cocina a comer un bocadillo ligero antes de irse y finalmente tomaron rumbo al baile.
Por el camino se toparon con montones de niños, que iban en grupo o con uno de sus padres, yendo de puerta en puerta a pedir dulces, recitando pequeñas cancioncillas tal como Ryou y Yugi le habían explicado a Malik anteriormente.
Llegaron al lugar más temprano de lo acordado y se acomodaron en el mismo lugar que durante el receso, los tres acurrucados pues ya había anochecido y la brisa que soplaba era más intensa… y más fría.
Se quedaron alrededor de quince minutos en el lugar hablándole a Malik todo lo posible relacionado con el Halloween. La siguiente en llegar fue Tea quien se unió pronto a la conversación al notar que no podría separar a Yugi de los otros dos ni por un instante. A los pocos minutos Duke y Tristán se unieron al grupo y finalmente Serenity y Joey.
Ya todos juntos se dirigieron hasta el salón del evento y entraron, hubo una expresión de asombro colectivo.
El lugar estaba increíble, las paredes cubiertas con papel tapiz anaranjado con detalles en negro, serpentinas de los mismos colores colgando del techo y esparcidas por el piso, así como globos, arañas falsas y figuras de fantasmas y calabazas pegadas en las paredes. Encima de la tarima había un gran pancarta donde se leía feliz Halloween, varias mesas cercanas a las paredes -para dejar un circulo libre como pista de baile- estaban cubiertas con manteles anaranjado igual que las sillas que tenían un lazo negro de adorno, en cada una un jarrón con ponche que simulaba ser sangre, a un costado una alargada mesa con todo tipo de bocadillos, bebidas y dulces ¡hasta una fuente de chocolate!
Sip, definitivamente los de tercer año habían hecho un grandioso trabajo.
El grupo entero se robó varias miradas en cuanto entraron y no era para sorprenderse: uno de los chicos más guapos -además de adinerado- de la institución, cuatro de los ocho participantes finalistas en Ciudad Batallas -tres de ellos también considerados de los más guapos en la prepa- y una bella chica que no pertenecía a la institución. Todos con excelentes disfraces de monstruos de duelo, no era algo que pasara desapercibido ni siquiera en Halloween.
Yugi, Ryou y Malik algo apenados bajo la atenta mirada de todos avanzaron en medio del grupo muy juntos, tomaron asiento en una de las mesas vacías, los tres hikaris como siempre se sentaron juntos dejando a Yugi en medio, Joey se sentó al lado de Malik y junto a él Serenity, Tristán se sentó al lado de Ryou junto a Duke, Tea se sentó entre el pelinegro y Serenity para completar el circulo.
A penas habían 5 mesas más ocupadas, más o menos la mitad de la preparatoria, entre la multitud divisaron a algunos profesores, la señorita Mizuki llevaba un largo y elegante vestido negro con abertura en una pierna, desde su espalda unas bellas alas de mariposa en colores fucsia y rojo con detalles en negro, el disfraz se completaba con una diadema de la que salían unas antenitas de los mismos colores.
Algunos alumnos venían disfrazados de monstruos de duelo también, como ‘La elfa mistica’ o ‘El guardia celta’ pero ninguno se acercaba ni por asomo a los de nuestra pandilla favorita. Había muchos más de diferente personajes, ‘Frankenstein’ ‘Hombre lobo’ ‘Brujas’ ‘Zombies’ ‘Hadas’ incluso un ‘Pikachu’ por ahí.
La música resonaba en un tono agradable desde los parlantes instalados en las esquinas del salón al pegue con el techo, habían algunos grupos bailando en la pista, riendo y divirtiéndose, el ambiente era ameno. En otra mesa había un chico que parecía estar contando alguna historia de terror. En otra algunas chicas presumían y comparaban sus disfraces.
Yugi, Ryou y Malik sonrieron al mirar a su alrededor y sentirse bien en el lugar, en su mesa Tristán y Serenity compartían anécdotas graciosas de Joey haciendo reír al grupo y enrojecer al rubio de vergüenza e ira. Sonrieron aún más ante esto… sip, definitivamente había sido buena idea asistir a ese baile con sus amigos.
El tiempo pasaba, entre historias, música y grupos que tocaban en la tarima, más estudiantes iban llegando, Tea intento sacar a Yugi a bailar pero -para su desgracia- termino bailando con Duke.
A la mitad de la velada la profesora Mizuki tomo un micrófono y se subió a la tarima pidiendo atención, la música seso y todos los alumnos voltearon a verla, finalmente dio a conocer los nombres del rey y la reina del baile, era una pareja de novios del salón A de tercer año que se habían disfrazado, ella como ángel y él como vampiro. Todos aplaudieron a la pareja. La mayoría de los profesores se retiró para entonces, solo quedaba el de deportes que se había quedado dormido en la mesa donde estaba.
Un chico de último año subió al escenario, las luces bajaron y el chico tomo una linterna y se ilumino el rostro, dispuesto a contar una historia de terror, todos le prestaron atención emocionados.
─Muy bien, esta historia se llama ‘La novia fantasma’
Todo empezó hace 90 años en la edad media, una joven y hermosa mujer que estaba muy enamorada de su prometido contaba los días que faltaban para casarse, su mayor anhelo era que pudieran vivir felices, amándose eternamente.
Por fin, llego el día en que se casaría, se veía radiante ante el altar con su blanco vestido de novia… Pero, al pasar las horas, la novia se dio cuenta de lo que todos sospechaban… su futuro esposo la había plantado en el altar.
Luego, la novia descubrió que su prometido jamás se presentó, ¡el tipo se había enamorado de su hermana! (varias chicas en el publico emitieron un sonido de indignación) Al día siguiente, se casaron.
Esa noche, ella fue a su armario y se puso su vestido de novia, bajo al sótano y encontró una enorme y filosa hacha. Camino trece cuadras hasta la casa de su hermana bajo la lluvia.
Su hermana y su esposo estaban dormidos en su habitación, pero jamás se imaginaron el terrible suceso… (El chico movió los brazos como si talara madera) Cuando llego la policía, la encontraron sentada en la mecedora junto a los cuerpos, meciéndose y sonriendo mientras tarareaba la marcha nupcial.
Luego, con horror, solo pudieron observar como de un salto se paraba de la mecedora y se lanzaba por la ventana… lo que resulto en su muerte. La sepultaron con su vestido de novia, en el cementerio que está a diez cuadras de aquí… y cada año, en el aniversario de esos horribles hechos se levanta de la tumba y merodea entre las lapidas, y a veces caminando trece cuadras a la redonda, tarareando la marcha nupcial… y buscando más victimas
─Fin ─cuando las luces se encendieron el chico apago la lámpara e hizo una reverencia cuando sus compañeros le aplaudieron ─ A por cierto, olvidaba decir que el aniversario de los horribles crímenes es esta noche ─ guiño el ojo ─ tengan mucho cuidado al regresar a casa.
Para ese momento Serenity estaba abrazada a su hermano, tal como muchas chicas que, asustadas, se abrazaban sus novios o amigos/as. Yugi, Ryou y Malik se habían acurrucado muy juntos al escuchar la historia.
─E-e-esa historia es-es ¿real?─ pregunto tímidamente el egipcio tomando algo de beber para calmarse.
Joey tembló un poco antes de responder ─ Ha-hay muchas leyendas como esas Malik, n-n-no debes ponerles atención.
─ ¿Si? ¿Y Lo dice el que tiembla como perro bajo la lluvia? ─ dijo Tristán burlón aunque en el mismo estado.
─Cállate que tu pareces mono cilíndrelo recién bañado ─ en respuesta Tristán gruño y Duke rio.
El baile pasó sin más contratiempos Duke, Joey y Tristán arrastraron a toda la pandilla a la pista baile, Malik estaba nervioso, nunca había hecho algo como eso, pero entre Yugi y Ryou lograron calmarlo lo necesario para que se soltará un poco y bailará con ellos, Malik se limitó a imitar a sus amigos pero se sorprendió al sentirse feliz en esa situación, se sentía libre, se sentía… como un chico normal.
Cerca de la media noche los primeros grupos de estudiantes decidieron irse, pero de repente las luces del lugar empezaron a parpadear, alumbraban de forma intermitente e inestable.
─Oigan la puerta no se abre ─ se quejó una chica de primer año mientras dos de sus compañeros aporreaban la puerta intentando destrabarla o quitar lo que sea que la obstruyera.
─Es inútil, está bloqueada ─ informo uno de ellos.
Duke se levantó golpeando ambas manos sobre la mesa ─Muy bien, esta broma no es graciosa, quien sea que este tras de esto que se detenga ahora mismo ─ pidió en un tono autoritario al ver que Serenity y Tea se abrazaban la una a la otra con preocupación. Pero nadie hablo, y la puerta seguía trabada.
El suelo del lugar empezó a llenarse de una débil niebla cuyo lugar de procedencia era incierto. La mayoría de las luces se apagaron dejando el lugar en penumbras, por suerte varios de las mesas tenían lámparas y todos empezaron a encenderlas para tratar de iluminar lo más posible el lugar.
Joey tomo una de las linternas ─ chicos, vamos a intentar abrir la puerta ─ los otros cinco asintieron ─ Tea, por favor no te separes de Serenity.
Con Joey y Yugi iluminando el camino los seis chicos se acercaron a la puerta, primero Yugi ilumino la cerradura a petición de Ryou quien la observo de cerca unos minutos detenidamente moviendo de vez en cuando la manija ─ No tiene puesto el seguro ─ determino, enderezándose y regresando al lado Yugi y Malik ─ algo debe estar bloqueándola por fuera.
Joey se acercó y le propino una certera patada en la división de ambas puertas, pero estas apenas temblaron unos centímetros, sorprendido la pateo un par de veces más obteniendo el mismo resultado
─Creo que eso no va a funcionar ─ comento Yugi.
Joey se cruzó de brazos ─alguien tiene una idea.
─Porque no le das un espadazo, oh gran espadachín ─ bromea Tristán.
─ ¿Si? Porque no mejor le disparas con la metralleta ─ respondió irónico ─ aplícate Tristán, las chicas están asustadas, hay que salir de esto y pronto.
─De hecho no es tan mala idea ─comento Duke.
─No hablarás enserio ¿o sí? ─ dijo incrédulo Joey.
─Me refiero a que, si pasas el borde de la espada por el filo de las puertas talvez encuentres lo que sea que la bloque y podamos pensar en algo más apropiado.
─Bueno, no perdemos nada con intentarlo ─respondió el rubio haciendo lo indicado por Duke.
─Bueno, parece ser que hay algo de madera trabando las manijas desde fuera, quizás un par de palas o algo así.
Tristán y Duke se asomaban por las pequeñas ventanillas de la puerta intentando ver lo más posible cuando de pronto una tétrica música empezó a resonar en el lugar… era la marcha nupcial proveniente de una voz femenina.
─ Muy gracioso, quieren quitar eso del equipo de sonido.
─ Disculpe Duke-sempai ─ hablo un chico de primer año ─ pero el equipo de sonido se apagó cuando las luces bajaron ─ informo señalando el aparato que, efectivamente, estaba sin corriente.
─Esto ya no es divertido/Que susto/Tengo miedo/Alguien que me saque de esta pesadilla ─ eran los comentarios de muchas chicas en el lugar.
─ ¡Chi-chi-chicos! ─grito Tristán, quien seguía viendo por la ventanilla ─¡Ti-ti-tienen que ver esto!
─ ¿Qué pasa ahora viejo? ─todos se acercaron.
─A-a-a-afuera, está afuera.
─ ¿Qué? ¿Qué está afuera? ─ pregunto el albino.
Cuando los seis se asomaron por las dos ventanillas lo que vieron los dejó sin aliento, una persona con largo vestido blanco y velo merodeaba a un par de metros de la puerta… tarareando la marcha nupcial
Ryou, Yugi y Malik mortalmente pálidos se alejaron un poco de la puerta para abrazarse entre sí y gritaron ─ ¡¡E-e-es la novia fantasma!! ─ los otros tres aún seguían estáticos viendo hacia fuera.
Todos los alumnos voltearon ante el grito, varios chicos, incrédulos se asomaron por la ventanilla que antes ocuparon los hikaris, solo para terminar igual de pálidos confirmando al resto lo dicho.
Muchas chicas gritaron entre ellas Tea y Serenity.
─ ¿Qué hacemos ahora? ─ pesó el pelinegro en voz alta con los brazos cruzados.
─Solo nos queda esperar, en algún momento deberá cansare ─ dijo Tristán.
─Va a cansarse o a buscar alguien más a quien matar con su hacha ─ dijo Joey gesticulando con sus manos.
Así pasaron unos diez minutos donde el trabajo era calmar a las chicas y a algunos chicos de primer año.
─Creo que ya se fue ─ Duke y Tristán se asomaban por la ventana sin llegar a ver nada.
─Espera, nosotros iremos a revisar la salida de emergencia ─ hablo Yugi girándose un poco.
─Excelente idea Yu.
─Te seguimos Yugi ─ respondieron Malik y Ryou, después de todo, Yugi traía la linterna.
Llegaron a la parte posterior de la tarima y se acercaron a la salida de emergencias se asomaron por las ventanillas pero ‘la novia fantasma’ ahora merodeaba por ese costado.
─No hay caso, sigue haya fuera ─ informo Ryou regresando con el grupo.
─Hermano, tengo mucho miedo ─ dijo Serenity abrazándose a Joey cuando Tea y ella alcanzaron al grupo junto a la puerta principal.
─Calma hermanita, te prometo que saldremos de esta ─ dijo protector regresándole el abrazo.
De repente la marcha nupcial se hizo más intensa, los tres hikaris se asomaron por la ventanilla de la puerta solo para volver a ver a la mujer merodeando la puerta de nuevo.
Yugi, Ryou y Malik se acurrucaban juntos, cerraron sus ojos y abrazaron cada uno su artículo milenario, pensando intensamente en sus yamis, en el liderazgo, la fluidez y valentía con que ellos, seguramente, afrontarían esta situación. O al menos en la calma y tranquilidad que su presencia les brindaría.
“Tengo miedo, mucho miedo, Bakura, como quisiera que estuvieras aquí conmigo, calmándome y protegiéndome como siempre lo hacías en mis noches de pesadillas. Bakura… mi yami”
“Atem…Yami, como te necesito, no sé qué hacer en este momento, necesito oír tu voz tranquilizándome y guiándome como siempre lo hacías, haciéndome sentir seguro y protegido. Yami… mi querida oscuridad, ayúdame”
“Marik… Ra! No sé qué hacer. Tú eras el que no le tenía miedo a nada, el que se mantenía confiado en cualquier situación, el que me mantenía en calma a pesar de todo… te necesito… mi oscuridad”
Los tres artículos brillaron en respuesta a los pensamientos de sus dueños. Por un momento fue como si sus mentes fueran transportadas a un espacio diferente.
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─Aibou… recuerda que todo el valor y la confianza que yo te di, sigue dentro de ti… no lo olvides, yo siempre estoy contigo. Tu luz mantendrá a raya a las sombras ─Yugi sintió un par de manos apoyadas en sus hombros, al abrir los ojos y darse la vuelta se sorprendió al notar que no estaba en el salón del baile, sino en medio de un espacio raro de color morado, sin embargo lo más impactante para él no fue eso, sino el ver la figura traslucida de Yami detrás de si, tal como cuando eran uno solo ─Yami ─susurro con una sonrisa de alivio.
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─ ¿Que pasa Yadonushi? ¿No te enseñe que dejarse dominar por el miedo es de cobardes? Mientras tengas la sortija del milenio, mi esencia y mi poder están contigo. No tienes nada que temer ─Ryou estaba en una situación similar, ver a su otro yo tal como antes le agito el corazón a mil, sus cálidas y firmes manos se apoyaban en sus hombros transmitiéndole seguridad y tranquilidad y un sonrojo se extendió en su rostro al verle a los ojos y que él bajara sus manos hasta su cintura, rodeándolo─ Bakura.
─ ¿Qué pasa contigo Malik? Sabes que puedes hacer más, ¿por qué esa inseguridad? ─una de las manos de Marik se alargó desde sus hombros hasta tomar el dije en el pecho de su contraparte ─Sabes que tienes el poder para acabar de una vez con esta tontería mi ángel… vamos, haz que me sienta orgulloso ─murmuro levantando el mentón de su hikari para verlo a los ojos mostrándole una confiada sonrisa ladina ─Marik.
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─ ¿Cómo es que estas aquí? ─ dijeron los tres hikaris a la vez (N/A: quiero aclarar que cada dúo está en su propio espacio, ninguno sabe lo que pasa con los otros)
─Estoy aquí porque me necesitas─ respondieron los yamis
─ ¿Por qué solo hoy?
─No tengo esa respuesta, pero no olvides lo que te dije
─Gracias, mi querido yami*
─De nada mi dulce hikari
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Luego de este breve interludio que los chicos sintieron largo, pero donde en realidad pasaron escasos dos minutos, los tres abrieron sus ojos, esta vez con más confianza y seguridad que antes.
─Bueno, tal vez debamos tratar de encontrar una forma de escabullirnos de aquí ¿Quién me acompaña? ─ hablo Yugi con una mirada segura, muy parecida a la de Atem.
Todos a su alrededor se le quedaron mirando con escepticismo (excepto Ryou y Malik)
Yugi abrazo su rompecabezas ─ en ese caso iré solo ─dijo dirigiéndose a la salida de emergencias.
─No seas loco Yugi ─ renegó Tristán ─La novia fantasma te atrapara y te cortara a hachazos como a su hermana y a su prometido.
─Pero debemos hacer algo, no podemos quedarnos aquí para siempre.
─El chico tiene un buen punto ─ acoto Joey
─Voy a salir a tratar de encontrar la manera de escapar de aquí y cuando la encuentre volveré con ustedes.
─Iremos contigo ─ se sumaron Malik y Ryou, teniendo en mano sus propios artículos.
─No tienen que hacerlo
─Lo sabemos ─ respondió Ryou ─ pero recuerda ─ ambos llevaron su mano al frente una sobre otra, Yugi comprendió y sonriendo imito el gesto.
─Estamos juntos en esto.
Así los tres se dirigieron a la puerta trasera, tomando un pequeño alambre que había en el piso Ryou logro forzar la cerradura de las puertas.
─Wow, eso es increíble ─ adularon.
─Conviviendo con Bakura se aprende un truco o dos ─explico con una sonrisa.
Una vez entreabierta la puerta y viendo que no había moros en la costa, salieron uno a uno al patio trasero y ajustaron las puertas por si acaso, afuera la luna llena brillaba entre nubes que se movían con la fuerza del frio viento otoñal. Juntos los tres hikaris caminaron por el costado, cerca de una hilera de arbustos de buen tamaño hasta rodear el salón, finalmente lograron ver a la novia fantasma que asechaba la entrada principal por lo que rápidamente se ocultaron entre los matorrales para que no los viera.
Ryou había notado que una pala y una escoba de madera atravesaban las manijas de las puertas para trabarla, tal como había supuesto Joey.
─E-e-es la novia fantasma ─aseguro Malik en un susurro mientras Yugi la detallaba desde su posición, un momento en que miro hacia abajo puso una cara entre molesto e indignado… y un poco fastidiado.
─Yo no estoy tan seguro ─ dijo con rostro serio, levantándose de su lugar cuando ‘la novia fantasma’ cambio de dirección.
La siguió por detrás tranquilamente con sus dos amigos tras él un par de pasos rezagados, ‘la novia fantasma’ retiro ambos obstáculos de la puerta y tomando la pala empezó a aporrear la puerta hasta abrirla, Ryou y Malik se situaron a los lados de Yugi quien se mantenía sereno.
Cuando ‘la novia fantasma’ logro abrir la puerta Joey, Tristán y Duke eran los más cercanos cubriendo a Serenity y Tea que se abrazaban gritando, siendo prontamente imitadas por la mayoría de chicas del lugar. En ese momento Yugi camino hasta las espaldas de la ‘fantasma’ seguido de sus amigos que le susurraron un ‘¿Qué haces?’
Cuando el ser de vestido blanco alzo la pala frente a todos Yugi se puso en puntillas para tomar el velo, jalarlo y revelar la verdadera identidad del supuesto fantasma, un joven pelirrojo con lentes de medialuna y piel trigueña del 3-B fue quien quedó al descubierto recibiendo abucheos por parte de la mayoría de los alumnos, cuando el pelirrojo giro la vista al verse descubierto se encontró con el rey de los juegos, quien con una mano empuñada en su cintura le mostraba el velo con una sonrisa de victoria.
─Ah, muy gracioso/no puedo creerlo/pero que te pasa/acaso estás loco ─ fueron algunos de los comentarios que resonaron en el lugar.
─Que broma tan pesada ─ dijo Joey molesto.
─Ja! Weeler, tenías que haber visto tu cara, todos tendrían que haber visto sus caras ─ se reía el chico seguido de algunos de sus compañeros de curso que rápidamente se acercaron a él.
─ ¿Ustedes planearon todo esto? ─ dijo Duke.
─Claro ─respondió esta vez una chica quien con un celular en mano reproducía la marcha nupcial la misma que a escondidas habían puesto en los parlantes del lugar ─tendrían que haber visto lo asustados que estaban, ‘Es la novia fantasma’ ‘Tengo miedo’ ‘La puerta no se abre’ jajaja ─se burló con sorna.
─Miren allá ─ dijo una de primer año ─ es hielo seco ─ dos de sus compañeros levantaron algunos baldes con dicho contenido y otros con agua.
─ ¿Hielo seco? ─ pregunto Malik.
─Cuando el hielo seco se mete en agua libera una gran cantidad de humo blanco ─explico Ryou ─ seguramente esa era la dichosa niebla.
─ ¿Se creen la gran cosa no? ─ hablo Tristán golpeando su puño con su mano igual que Joey
─Oh vamos Taylor, ¿creen poder contra nosotros?
─Nosotros no estamos solos ─respondió Joey tranquilo ─ su bromita se fue contra toda la prepa ─ chicos de otros salones respaldaron lo dicho.
─Opino que los dejemos encerrados aquí ─ propuso Duke
─ ¡Si! ─fue la respuesta colectiva.
El grupito retrocedió un poco dispuestos a salir corriendo pero Malik uso el poder de su cetro del milenio para inmovilizarlos a todos.
…
Minutos más tarde toda la pandilla caminaba saliendo de la escuela.
─Hey Yugi, ¿cómo supiste que no era un fantasma? ─ quiso saber Joey.
─Bueno, cuando Malik, Ryou y yo nos ocultamos bajo los arbusto pude notar parte del pantalón del uniforme y unos zapatos con calcetines que dejaban entre ver su piel, y pensé que un fantasma: uno no tendría piel, ni mucho menos la necesidad de usar zapatos y dos que estos eran de chico. Entonces pensé que era la clase de bromas que los de último año podrían hacer.
─Oigan ¿regresamos y los dejamos salir? ─ pregunto Tea.
─Descuida ─ respondieron los tres hikaris al unísono ─ solo les tomará como media hora descifrar que la puerta trasera solo se cierra desde adentro ─ explico Ryou.
En el salón del baile
Unos chicos atados de manos con los manteles de mesa buscaban la forma de liberarse cuando de pronto la marcha nupcial empezó a resonar en el lugar.
─Chizuru, quieres callar ese teléfono de una vez ─ dijo fastidiado el pelirrojo.
─M-m-mi teléfono está apagado ─informo con miedo la chica.
─ ¡Taylor, Weeler! ¿Son ustedes? déjenos salir. Por favor no estén bromeando ─ gritaron todos asustados ─ Déjenos salir Por favooooooooooor
Continuará
*Mí querido yami: mi querida oscuridad