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La cuenta regresiva, la vida sin ellos por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Eh aquí el ultimo capitulo… ¡Espero que lo disfruten!

Ni las canciones que utilice ni Yugi-oh! No me pertenece si fuera así esto lo estrían viendo como capítulos en televisión.

Pasarse por mi página de face, porfa, un like me ayudaría mucho  https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl

Por favor, cuando lleguen al final del cap, no se vayan sin leer las notas finales!!!  :*

Luego de que todos entraran al zoológico -a Jun y a Shon les tocó pagar las entradas de sus acompañantes- los más emocionados parecían ser los hikaris, Ikky, Kaoru y los gemelos, miraban todo a su alrededor con infantil ilusión brillando en sus grandes ojos, por otro lado Yami y Marik observaban el lugar con curiosidad el sitio, mientras que Bakura ya estaba más familiarizado puesto que alguna vez había visitado uno de estos con su yadonushi.

─ ¿Dónde vamos primero? ─preguntó Shouta dando saltitos.

─Sí, sí ¿A dónde? Quiero ver todos los animales ─le siguió Keita de la misma manera.

─Jejeje cálmense un poco ─les dijo Yugi poniéndose en cuclillas frente a ellos ─primero quiero que me prometan tener cuidado y alejarse mucho de nosotros en ningún momento ¿ok? ─los dos menores lo miraron ladeando la cabeza sin entender mucho de aquella advertencia, pero como los buenos niños que eran asistieron a la petición de su tío con grandes sonrisas, Yugi le correspondió el gesto y les acarició el cabello antes de erguirse.

Iniciaron el recorrido por entre las jaulas de las aves, a los niños les encantaban los vistosos plumajes de las diferentes especies exóticas, cosa que también captaba la atención de Yami.

─ ¿No son hermosos los cisnes? ─dijo conmovido Ikky, viendo un parejita de bellos cisnes blancos con los cuellos entrelazados.

─Si, son preciosos ─comentó Ryou de la misma manera, Bakura le miró con una sonrisa ladina recordando la vez de la prueba pasado cuando vio a su hikari dibujar un pareja de esas aves y escribir su nombre en la hoja.

Luego de eso siguieron con los primates donde Marik se divirtió de lo lindo burlándose de casi todos los que veía, Shon también lo hacía ganándose las risas de muchos, en especial de Malik y  Kaoru.

Después de eso siguieron con los depredadores salvajes ─mira que gato tan grande ─dijo Keita señalando a través del vidrio a un gran tigre.

─ ¿Cómo se llama? ─preguntó Shouta a su madre.

─Ese es un tigre de bengala ─se adelantó Yugi.

─Wow ─Malik observaba muy cerca del ventanal con ambas manos sobre el mismo, de pronto el tigre saltó de su sitio sobre un gran troco caído y se puso justo frente a Malik quien, sobresaltado, se apartó de una zancada ─ahhh.

Yugi, Ryou y Bakura no pudieron esconder las risas que les provocó la reacción del adorable egipcio, apenado, Malik se ruborizó levemente y ocultó su mirada en su flequillo. Marik lo acercó a su cuerpo pasándole un brazo por la cadera.

─Miren la pantera ─señaló esta vez Yugi.

─ ¿Dónde está? ─consultó Ukyo mirando dentro del habitad por el que estaban pasando.

─De aquel lado ─señaló hacia la derecha ─esta camuflado a la sobra de aquel árbol y esa roca ─efectivamente en aquel sitio brillaban unos afilados ojos amarillos. Igual que hace unos minutos el gran felino salió de su lugar acercándose al tricolor cuyos ojos brillaban viendo la elegancia del animal al moverse, la pantera se agazapó justo frente a Yugi a un metro, la pantera abrió su boca soltando un sonido bajo que más que un rugido parecía un ronroneo.

─Parece que le agradas ─comentó Nanami con gracia a Yugi, el tricolor se ruborizo un poco cuando Ukyo le acarició el cabello entre risas, Yami lo miraba sonriente hasta el gesto del peliverde y se encargó de acomodar los mechones que él había alborotado.

─ ¡Los leones! ─señaló Kaoru con emoción.

─Mira allá, esos ─señaló Keita que le había pedido a Yugi que lo tomara en brazos para ver mejor.

─Tienen el pelo muy claro ─acotó Shouta que estaba en brazos de Yami.

─Son leonas blancas ─dijo Ryou viéndolos con atención ─ ¡miren! Parece que hay cachorros ─dijo emocionado notando un par de motitas blancas entre dos leonas.

─Son una lindura ─dijo Kurumi con corazones en los ojos.

Los cachorros de león estaban jugueteando entre sí jalándose las orejas y saltándole al otro entre vueltas y suaves gruñidos.

─Sí que lo son ─Ryou se puso en cuclillas frente al vidrio justo cuando los cachorros terminaron frente a él ─hola ternuritas ─murmuró con una sonrisa pegando una mano en el ventanal, los dos mininos los miraron con atención y curiosidad, el que parecía ser más grande saltó contra el moviendo sus patitas cuando chocó con el vidrio soltando unos agresivos maullidos que pretendían ser rugidos, cosa que a Ryou solo le hizo más gracia. Bakura se acuclilló al lado de su luz, poniéndole una mano en la espalda y el menor le dedico una bella sonrisa. Ikky no paraba de mirarlos atento, con una mirada pícara. De la nada se acercaron una pareja de leones, una hembra de elegante caminar y un macho con una exuberante melena y fierros ojos de cazador, la hembra soltó un bajo gruñido y los gatitos fueron corriendo hacia ella mientras el macho parecía ver de forma predadora a ambos albinos, una mirada que fue graciosamente correspondida por Bakura, a Ryou le bajó una gotita por la nuca al notarlo.

─Los osos pandas son unas linduras ─dijo Kurumi llevándose ambas manos a la mejilla.

─Sí que son muy bonitos ─comentó Nanami.

─ ¡Por allá! Parece que hay bebes ─señaló Yugi ─esos sí que son muy tiernos ─comentó en voz algo baja.

─Sí que lo son ─le habló Yami al oído ─pero ni un bebe panda es tan tierno como tú, mi dulce aibou ─le aduló, Yugi se ruborizó bastante.

─Yami, pero ¿qué cosas dices? ─habló totalmente apenado.

(N/A: no pude evitarlo xD jejeje YGO-TAS! xD no me pagan por alusión jeje ;)

Al medio día todos hicieron una pausa para almorzar en un gran restaurant que estaba en un zona apararte de los animales, compartieron una gran variedad de alimentos entre amenas charlas y bromas, los hikaris parecieron congeniar bastante bien con Kaoru e Ikky, aunque estos dos últimos de vez en cuando les dirigían ciertas miradas curiosas a los yamis de Ryou y Malik.

Se pasaron a tomar un break para reposar la comida en un bello claro donde se reunían grupos de amigos o familias que también estaban de paseo en el zoológico, Ukyo dejó las dos guitarras apoyadas en un árbol mientras todos se asentaban a la sombra de este y otro par más que estaban bastante cerca.

Los hikaris se sentaron en semi-circulo con sus yamis cerca suyo, igual que Ikky con Jun y Kaoru con su hermano. Ukyo se mantuvo cerca de Yugi mientras Akari y Kurumi se asentaban con su padre y Nanami cerca de otro árbol. Los gemelos se pusieron a juguetear por los alrededores.

─ ¡Es verdad! ─Ikky chasqueó sus dedos cuando algo llegó a su cabeza ─Darling, Shon ¿de casualidad no vieron mi listón azul esta mañana? ─les preguntó a sus amigos ─no lo he visto desde que me desperté ─comentó preocupado.

─Siiii ─comentó con hastió Kaoru recostándose un poco en su hermano ─le dio mil vueltas a la habitación buscándolo ─Ikky le lanzó una mirada mala mientras Jun le miró de forma pícara con una sonrisa ladina.

─ ¿La perdiste? ─le preguntó Jun con una extraña tranquilidad.

Ikky se puso un poco nervioso ─nooooo, yo me la quite anoche para dormir, la dejé en la mesita de noche pero esta mañana ya no estaba ─se explicó.

─Yo no lo he visto ─se desentendió Shon recostándose en el suave césped con los brazos tras la cabeza, Kaoru se recostó de forma transversal, apoyando la cara en el pecho de su hermano mayor.

─ ¿Es muy importante para ti? ─le preguntó Ryou.

Ikky le asintió al adorable albino.

Jun rio por lo bajo de forma maliciosa, llevó su mano a uno de sus bolsillos extrayendo una cinta de color celeste, luego la movió tentativamente frente a la cara del peli-azul ─deberías tener más cuidado con tus cosas ─entrecerró los ojos mirándole con picardía.

─ ¡Mi listón! ─Ikky estiró una mano para tomar el objeto pero Jun fue más rápido y la alzó fuera de su alcance. Aquello se repitió un par de veces, Jun le vacilaba a Ikky con la cinta, el rostro del peli-azul iba adquiriendo cada vez un tono carmín por la molestia ─basta ya ¡dámelo! ─reprendió ya cansado de aquello.

─ ¿Y se supone que son pareja? ─comentó Yugi en voz baja. Ryou y Malik soltaron unas risillas nerviosas con la misma interrogante.

─ ¡Ja! Solo espera un poco y ya verás cómo termina esto ─le dijo Kaoru con diversión. Shon levantó una mano para acariciar los castaños cabellos de su hermanito menor, por eso Kaoru le obsequió una bella sonrisa.

Para cuando regresaron su vista a la supuesta pareja, de alguna manera Jun había tumbado a Ikky de espaldas al césped y, recostado de perfil a su lado, ondeaba la cinta justo sobre su cara. Las mejillas de Ikky estaban coloradas y con una mano intentaba alcanzar su pertenencia, sin embargo los reflejos del pelirrojo eran más ágiles.

─Vamos gatito, alcánzala ─le decía con voz sugerente, baja y una mirada poco sana.

Las mejillas de los hikaris tomaron algo de color al escuchar el apodo con que el pelirrojo llamó a su novio.

─Ehhh ¿qué pasa con ese sonrojo… mi usagi-chan? ─le dijo Bakura de forma traviesa abrazando ligeramente a Ryou desde atrás por la cintura. Ryou se sonrojo más.

Ikky torció el gesto, miró directo a los ojos al colorado intentando engancharlo a su mirada para poder arrebatarle su listón sin ser notado, sin embargo a pesar de que Jun le devolvió una intensa mirada este respondió perfectamente rápido al intento de su novio. Ikky soltó un quejido de molestia y frustración, que más sonó a un maullido lo cual provocó que Jun ampliara su sonrisa maliciosa y que los hikaris se ruborizaran aún más. Al darse cuenta de lo que había hecho Ikky llevó sus manos a cubrir su boca, totalmente apenado. En respuesta Jun movió su rostro para ocultarlo en el cuello de su novio, así ocultó el beso y el firme mordisco que le propinó al peli-azul, por suerte Ikky tenía sus manos contra su boca ahogando el gemido que aquella caricia le produjo, claro que el rojo de sus mejillas no se ocultó tan fácil, por lo menos los demás ni se dieron por enterados del acto.

─Mi precioso gatito ─le susurró Jun al oído ─tu eres todo mío ─dijo irguiéndose y jalando a Ikky consigo para que se sentara, el peli-azul lo miró intrigado, aun algo colorado. Jun se movió para ponerse a su espalda con el lazo en manos rodeó el cuello de su pareja y le anudo firmemente el lazo al níveo cuello pero sin apretarlo demasiado ─solo mío, koneko-chan ─hizo un pequeño nudo a la mitad de su cuello y luego acomodó el cabello azul de su pareja para que le callera por la espalda, contrastando bellamente con el celeste del adorno.

Ikky llevó una de sus manos al lazo celeste en su cuello y se giró a mirar al colorado con una bella sonrisa.

─Madre de los cielos, desbordan miel ─se quejó Ukyo en broma llevándose una mano a la frente ─me van a dar diabetes ─sacó la lengua fingiendo asco.

─Si no te gusta mira para otro lado, imbécil ─le recriminó Jun levantando una mano empuñada en dirección al oji-naranja.

─ ¡¿Qué?! ─le regresó el peliverde.

─ ¡¿Qué de qué?! ─imitó Jun.

─ ¡Basta ya! ─los regañaron Yugi e Ikky jalando las manos de Ukyo y Jun respectivamente.

Los mayores giraron a verlos y soltaron un suspiro de resignación al ver las tiernas caritas de los menores. Jun regresó a sentarse a la espalda de Ikky para que este se recostara en su pecho, mientras Yugi regreso al lado de Yami y se recostó contra su hombro, el faraón le pasó un brazo por la cintura para apegarlo más a sí.

─ ¡Tío Yugi! ─Keita llegó en ese momento al lado de los tricolores junto con su gemelo, ambos se habían estado correteando por todo el lugar.

Los pequeños se lanzaron a los brazos de Yugi y Yami entre carcajadas contagiándolos a ellos y también a Ryou y Malik.

─ ¿Qué pasa, pequeñines? ─le preguntó Yugi entre risas.

─Queremos que toques una canción ─le respondió Shouta con una gran sonrisa, Yugi se hecho un poco hacia atrás algo ruborizado─ ¿Si? ¡Por favooooooor! ─le rogaron al unísono, poniendo las caritas más tiernas que pudieron.

─Yoooo.

─Anda aibou ─le habló Yami al oído con su seductora voz grave ─yo también deseo escuchar tu dulce voz cantando de nuevo ─le dijo provocando una leve sombra rosa en las mejillas de su compañero ─ ¿lo harías? ─le acarició disimuladamente la espalda con las yemas de los dedos.

Yugi se estremeció, soltó un suspiro resignado antes de girarse a mirar a su yami con los ojos entrecerrados ─eso no se vale ─le reclamó el menor, Yami solo le brindó una pequeña sonrisa ladina ─tramposo ─le sacó la lengua de manera infantil, Yami solo le sonrió más.

Yugi volvió a suspirar ─de acuerdo ─le respondió a sus sobrinos.

─ ¡Viva! ¡Yei! ─celebraron los menores.

Ukyo soltó una risita en lo que se levantaba a coger ambas guitarras, le pasó la suya al tricolor y regresó a su sitio.

─ ¿Esa es tuya? ¿Sabes tocarla? ─curioseó Ikky.

Yugi asintió ─y lo hace muy bien ─respondió Ryou mirando a su amigo con una sonrisa, Yugi soltó una risita nerviosa ─ ¿Qué hay de la hoja que tenías esta mañana?

Malik los miró con interés, Yugi se tensó ─ ¿te diste cuenta?

─Por supuesto ¿cierto Malik? ─el moreno asintió mientras su yami paseaba finamente las puntas de sus dedos por su cabello y cuello ─ ¿qué estabas escribiendo?

Yugi sacó de su bolsillo una hoja de papel perfectamente doblada, la miró nerviosamente ─yo solo… estaba revisando algunas rimas que escribí hace mucho tiempo ─comentó con timidez.

─ ¿escribías canciones? ─interrogó Kaoru.

─No ─respondió de inmediato ─bueno, alguna que otra estrofa cuando se me ocurría pero… nada en concreto, ni completo ─reveló jugueteando con la hoja ─yo solo, vi una y esta mañana se me ocurrió algo así que lo escribí ─sin decir nada Ryou le arrebató la hoja de las manos con gran facilidad ─ ¡Ryou!

Malik se le acercó para echarle una ojeada también ─que lindo ─dijo leyéndolo por encima ─me gusta ¿está completa? ─consultó el albino.

─Ammm bueno, supongo que si ─le respondió de la misma manera, acariciando con sus dedos la amatista de su collar, que ahora portaba como un brazalete, enrollando la cadena plateada en su muñeca, pues llevaba al cuello su correa oscura igual que Yami.

─Anda tócala ─le regresó la hoja.

─Ni de broma ─la tomó haciendo amago de guardarla.

─Pero, aibou ─Yami lo detuvo.

─Vamos Yuu, yo también quiero oírla ─pidió Ukyo acercándosele un poco más.

─ ¡Sí, sí! ─Animaron los hermanos y la pareja, amigos de Ukyo.

─ ¿Lo harías, compañero? ─pidió Yami en el mismo tono bajo y profundo de hace unos momentos.

─Siiiiii ─se sumaron también los gemelos

─Ya que ─se resignó Yugi, dejó la hoja en el piso frente a él y acomodó la guitarra en su regazo. Tomó aire, colocó sus dedos en las cuerdas y cerró los ojos...                        

Ni una palabra, 
hoy no sé qué decir, 
en mi cabeza, 
no encuentro un do-re-mi.
Cuando te marchas, 
se apaga mi inspiración, 
desafinado sin ti.

Yugi abrió los ojos para mirar a Yami. Puso más energía en la tonada del instrumento.

Tú no lo sabes, 
pero me hace vibrar, 
la melodía, que cada día me das. 
El ritmo de mi guitarra, 
mantiene mi blus. 
Quiero estar donde estés tú. 
Y al escuchar el eco de tu voz, 
surgen las notas en mi interior, 
tú pones ritmo a mi corazón, 
tú eres mi canción. 

Le dedicó un guiño a su pareja. Yami el regresó una sonrisa.

Me paso el día por ahí, 
haciendo letras para ti. 
Y si un acorde he de buscar, 
contigo sale natural, 
mis sueños sabes afinar, 
solo me tienes que mirar. 
Sacas lo mejor de mí.

Yugi elevó el rosto colorado al cielo. La letra era definitivamente hermosa, Keita y Shouta se tomaron de una mano meciéndose al ritmo de la melodía, Ryou se acurrucó en el abrazo de su yami mientras Malik le pasaba los brazos por el cuello a Marik a modo de abrazo.

Y al escuchar el eco de tu voz, 
surgen las notas en mi interior, 
tú pones ritmo a mi corazón, 
tú eres mi canción.

Kaoru se levantó del pecho de su hermano cuando este hizo amago de erguirse, Shon se dio la vuelta para apoyar los codos en el piso y recostar su rostro entre sus manos, Kaoru iba a recostarse a su lado pero este le hizo un gesto con la mano, el castaño se ruborizó un poco pero, entendiendo perfectamente a su hermano se movió para recostarse completamente sobre la espalda del peli-miel.

En clase siempre pienso en ti, 
sino te sientas junto a mí, 
y en mi cuaderno sin mirar, 
tu nombre escribo sin parar. 
Y mi cabeza lejos va, 
buscándote en cada lugar. 
Al fin te voy a encontrar.

Yugi detuvo un momento el vaivén de sus dedos sobre las cuerdas, miro a Yami tiernamente y regresó a tocar su guitarra esta vez de forma más dulce y delicada emitiendo un bajo y melodioso sonido. No despegó en ningún momento del coro los ojos de los de Yami, incluso su voz sonó más dulce.

Y al escuchar el eco de tu voz, 
surgen las notas en mi interior, 
tú me armonizas el corazón, 
tú eres mi canción, 
tú eres mi canción.

Con un gesto casi artístico retomó el firme y enérgico sonar de las cuerdas.

Y al escuchar el eco de tu voz, 
surgen las notas en mi interior, 
tú pones ritmo a mi corazón, 
tú eres mi canción. 
Y al escuchar el eco de tu voz, 
surgen las notas en mi interior, 
tú pones ritmo a mi corazón, 
tú eres mi canción, 
tú eres mi canción.

Todos aplaudieron a Yugi en cuanto terminó la canción, incluso sus primas y sus tíos que habían estado al pendiente desde que vieron a Ukyo tomar las guitarras.

─Wow, sí que tienes un gran talento ─le resaltó Ikky, en brazos de Jun.

─Si, eres muy bueno, y también cantas muy bonito ─apoyó Kaoru, desde la espalda de su hermano.

Malik los vio asombrado y algo ruborizado igual que Ryou y Yugi, en la cabeza del egipcio se formó una imagen mental de él en la misma posición con Marik… aquello le pareció muy agradable en demasía, miró a su par desde su hombro donde recostaba su cabeza y este le devolvió una mirada interrogante, Malik sólo se ruborizó y desvió la mirada apenado. Marik lo miró curioso, giró a ver a los hermanos de ojos verde-amarillos antes de regresar su vista a su hikari, le miró malicioso.

─Mi lindo ángel ─le murmuró al oído, pasando su lengua por el borde de la misma.

─Es muy bonita ─le dijo Ukyo con orgullo acariciando el cabello de Yugi ─ ¿y la terminaste esta misma mañana? ─Yugi asintió, Ukyo se inclinó para darle un beso en la frente ─ese es mi niño ─le murmuró cariñosamente.

Yugi se tensó al escucharle, no le había gustado para nada el que le llamara así, había algo en su pecho que simplemente no lo aceptaba. Yami también le había escuchado, un molesto gruñido se ahogó en su garganta, sus ojos centellearon con un rojo furioso ¿Quién… con un demonio… se creía ese pelo de hierba… para hablarle así a SU novio?

─No me llames así ─le reclamó Yugi al oji-naranja separándose de él, justo al instante sintió una leve agitación del rompecabezas en su pecho ─ya no soy un niño pequeño ─trato de excusarse ─y ¿Cuál es tu manía con despeinarme? ─se quejó intentando acomodar bien su cabello mirándole con un tierno puchero.

Sintiendo la molestia de su novio Yugi movió su mano para ponerla justo sobre la de Yami ‘accidentalmente’, aquello le bajo un poco los instintos asesinos al faraón, sobre todo cuando sus orbes morado-rojizos chocaron con las bellas amatistas desbordantes de inocencia y cariño de Yugi. Yami suspiró y la energía que empezaba a alterar al rompecabezas amainó, el tricolor mayor se movió a espaldas de su luz para acomodarle el cabello con delicadeza.

─Tío Yugi, quiero helado ─pidió Shouta señalando un puesto de helados que estaba cerca.

─Pero si acabamos de almorzar no hace mucho ─les dijo el oji-naranja cruzándose de brazos.

─Yo también quiero ─dijo Keita parándose al lao de su hermano.

Yugi suspiró, levantó el dedo índice─ un vaso de helado para los dos ─negoció.

Los gemelos se miraron entre sí y luego asintieron a su tío.

─No deberías consentirlos tanto ¿sabes? ─le dijo Ukyo a Yugi.

─ ¿Qué vas a hablar tu si desde siempre eras el primero en consentir y  mimar a Yugi? ─le recriminó con gracia Tsubasa, Ukyo y Yugi se ruborizaron ante lo dicho por el peli-azul.

─Además ─Yugi se levantó ─a mí también se me antojó helado ─dijo llevándose una mano a la nuca.

Ni Yami ni Ukyo pudieron evitar las risillas que les provocó lo adorable del objeto de su adoración, ambos se miraron entre sí con molestia y desafío.

Yugi suspiró ─ ¡Yo también quiero helado! ─saltó de la nada Ryou al lado de Yugi.

─ ¡Y nosotros! ─se sumaron Ikky y Kaoru.

─ ¡Darling ¿me compras un helado de nata?! ─pidió Ikky removiéndose en su lugar, mirando con coquetería a su novio.

─Por supuesto, tesoro ─le guiño un ojo.

─Shon-nii ¿me compras un helado de brownie? ─pidió Kaoru aun en la espalda de su hermano.

─Lo que tú quieras, pequeño ─acarició con su mano la mejilla, Kaoru se levantó de él.

Todos se acercaron al puesto, los mayores se encargaron de pedir los helados.

Ukyo notó que Yami estaba pidiendo una vaso muy grande de helado ─ ¿te vas a comer todo eso? ─le preguntó con burla.

Yami lo miró de reojo ─Yugi encargó este para los dos ─le informó con una sonrisa de superioridad.

Ukyo gruñó ─no te afanes, yo le compraré uno a Yugi.

─Jajaja ─Yami no se molestó en ocultar su risa, Bakura que acaba de pedir su helado y el de Ryou prestó atención a la conversación.

El peliverde frunció el ceño ─ ¿qué es lo que te causa gracia? ─interrogó molesto.

─ ¿Tan si quiera sabes cuál es el helado favorito de Yugi? ─Bakura y Jun soltaron unas exclamaciones típicas de quien quiere alentar una pelea.

─Claro que lo sé ─Ukyo se cruzó de brazos ─te recuerdo, lo conozco desde que éramos niños ─le echó en cara.

El rostro de Yami se mantuvo tan serio e impasible como casi siempre ─Esto se arregla sencillo ─intervino el albino, parándose al lado de Yami ─que cada uno diga cuál es el favorito del enano, luego le preguntamos y asunto aclarado ─estableció.

Yami lo miró algo sorprendido ¿desde cuándo Bakura se ponía medianamente de su lado? El yami albino le regresó una mirada, ésta claramente le obligaba a poner al oji-naranja en su lugar. La cosa estaba clara, Bakura estaba dándole un voto de confianza, después de todo eran rivales, Yami debía defenderse, a él y a su enano o no podría considerarlo un digno rival. Yami entendió perfectamente el sentir de Bakura, le dirigió un leve asentimiento.

─Esa es una buena idea, a ver: hablen ─dijo Jun.

─Claro ─Ukyo alzó el mentón con arrogancia ─helado de chocolate con salsa de fresas y barquillo ─dijo convencido.

Yami lo miró con superioridad, cerró los ojos con una sonrisa de victoria, las miradas se posaron en él, Yami elevó un dedo índice y lo meneó de lado a lado ─ah, ah ─negó ─el favorito de Yugi es helado de chocolate con salsa de cerezas y piezas de fruta ─declaró sin titubear, Ukyo lo miró algo inseguro ─en específico arándanos y duraznos.

─ ¿ese fue el que pidió que comparas? ─planteó Shon intentando apoyar a su amigo.

Yami negó con la cabeza ─Yugi no me dijo de que sabor lo quería, él sabe que lo conozco tan bien como para elegir lo que más le gusta ─dijo con tranquilidad.

Ukyo resopló indignado y Bakura rio burlesco, Marik solo los veía divertido ─Oye, Yugi ─le llamó Jun, el tricolor se acercó de inmediato seguido de Ryou, Malik estaba con los gemelos ─disculpa amiguito, solo quería saber ¿Cuál es tu helado favorito? ─le preguntó con amabilidad.

Ryou ladeó a cabeza curioso, Bakura le entregó el gran vaso de helado de vainilla con algo de chocolate derretido que había pedido para ambos, el menor lo abrazo dándole un beso en la mejilla ante de tomarlo ─ ¿Por qué simplemente no se lo preguntaron a Atem? Estoy seguro de que lo sabe ─se llevó una cucharada a la boca, gimió bajito de deleite y Bakura se acercó a tomar otra.

Yami asintió pero no dijo nada, Yugi lo miró extrañado ─ ¿mi helado favorito? Fácil, es chocolate con aderezo de cerezas y frutas ─Ukyo tensó los puños, una flecha invisible se clavó en su pecho.

─ ¿Alguna fruta en particular?

─Pues ─se llevó un dedo a la mejilla ─los duraznos ¡y también los arándanos! ─aseguró, justo en ese momento a Yami le entregaron su helado, con una sonrisa lo tomó y se lo acercó a Yugi, el menor con una brillante sonrisa y estrellas en los ojos tomó la cuchara para probar su bocado ─ ¡Delicioso, muchas gracias Yami! ─encantado saltó a darle un beso en la mejilla, otra flecha para el peliverde.

─ ¿No se lo habías encargado? ─preguntó Ryou.

Yugi negó ─Yami me conoce mejor que nadie ¿verdad? ─le dijo con una sonrisa. Otra flecha ─simplemente no era necesario ─Yami le correspondió la sonrisa.

─Awww, eso es tan lindo ─dijo el hikari albino.

─Bah, que cursilería ─Bakura se dispuso a regresar a su lugar bajo el árbol, al pasar rozó disimulada pero firmemente su hombro contra el de Yami, el faraón le dirigió una mirada confiada que fue correspondida por Bakura quien, con una sonrisa ladina, fue a acomodarse con Ryou para disfrutar del postre helado.

Shon y Jun tomaron sus helados y los de sus acompañantes, Marik tomó el helado que había encargado su hikari, de arequipe y Yami tomó el helado que correspondía a los gemelos mientras Yugi tenía el suyo ─ ¿Te ocurre algo Uky-nii?

─ ¿Ehhh? ─Ukyo levantó la cabeza que tenía gacha hasta entonces y sus manos empuñadas ─no es nada mi dulce estrella ─dijo con una falsa sonrisa que preocupó un poco a Yugi, Ukyo tomó su helado de menta, entonces Yugi iba a decir algo pero fue rápidamente distraído por sus amigos y sobrinos.

─ ¿Por qué? Se supone que yo era la persona más cercana a él ─decía en un susurro con voz herida ─ ¡¿Por qué?! ─ reclamó en un gruñido ahogado, se giró a ver a Yugi ─nadie… ¡Nadie! Va a quererte como yo, de eso puedes estar seguro Yugi.

Todos estaban disfrutando amenamente de sus helados -bueno casi todos- las risas iban y venían, los gemelos se habían acomodado juntos, recostados en el césped y abrazados, reponiendo energías para el resto del recorrido.

Yami tomó una de las últimas cucharadas y cogió con ella un arándano, con delicadeza la acercó al rostro de Yugi, el menor abrió su boca aceptando el gesto, no sin sonrojarse, Yami lo miró encantado con sus tiernas reacciones.

Ryou estaba acabando también con su helado ─hay que delicioso ─tomó otra cucharada y se la dio a Bakura ─como me encanta la vainilla.

─Mira si pareces un niño ─se burló Bakura ─tienes la boca manchada ─pasó su lengua por su mejilla derecha hasta la comisura de sus labios, recogiendo la crema blanca.

En un momento Ukyo le pidió a Yugi que le acompañara para tocar una canción pues su padrino quería oírlos cantar.

(N/A: Para esta canción haré un ligero cambio en mi modo de escritura… sencillamente porque son muchas las personas que cantan y no hay suficientes variaciones en la letra como para diferenciarlos/ Y:Yugi/R:Ryou/M:Malik/U:Ukyo/J:Jun/Shon/TS:todos los antes mencionados)

U: Un suave rayo de luz 
se va metiendo por la ventana 
son las 6 de la mañana 
y tú estás pegadito a mí

Ukyo miraba casi que descaradamente a Yugi a medida que cantaba lo cual, sobraba decir, que a Yami no le caía nada en gracia en especial por la letra, sin embargo sonrío al pensar en que era él con quien Yugi dormía.

J&S: No quiero ni respirar 
por miedo a levantarte del sueño 
y te des cuenta que contemplo 
lo que Dios me entregó

Jun y Shon cantaban mirando a Ikky y a Kaoru respectivamente.

U&J&S: La vida estuvo de mí lado 
parece haberse enderezado 
mi camino por ti 

Ikky y Kaoru miraban con unas sonrisas a sus respectivos acompañantes, las miradas entre ellos eran muy dulces y cariñosas.

TS: El día apenas ha empezado 
y yo no sé si estoy soñando
Duerme Un poco más 
Hazme imaginar que a mi lado 
es donde encuentras tu paz
 

Los hikaris tampoco se quedaban atrás, sus grandes ojos miraban fijamente a su contraparte.

Y&R&M: Duerme un poco más 
duérmete y quizás 
mientras duermes sea capaz 
de curar los dolores 
de tu vida 
Duerme... duerme un poco más 

Los yamis veían con sonrisas ladeadas a su respectiva luz, pensando en todas las noches que habían compartido juntos.

U: Un suave rayo de luz 
se va metiendo por la ventana 
son las 6 de la mañana 
y tú estás pegadito a mí 

U&J&S: Mis dedos rozan tu piel 
navegan con destino 
estremezco 
por tu amor yo me enloquezco 
sin temor a mentir 

J: La suerte estuvo de mi lado 
después de haberme ya jugado 
hasta la vida por ti 

U&JS: El día apenas ha empezado 
y yo no sé si estoy soñando

Yugi, Ryou y Malik se miraron entre sí con sonrisas, siempre era muy divertid cantar juntos.

Y&R&M: Duerme un poco más 
Hazme imaginar que a mi lado 
es donde encuentras tu paz 

U&J&S: Duerme un poco más 
duérmete y quizás 
mientras duermes sea capaz 
R: de curar los dolores de tu vida 
Y: lo que enluta tu sonrisa 
U: lo que lloras a escondidas 

TS: Duerme Un poco más 
Hazme imaginar que a mi lado 
es donde encuentras tu paz
Duerme un poco más 
duerme que quizás 
mientras duermes sea capaz de curar 
los dolores de tu vida 

Duerme... duerme un poco más


Luego de un par de minutos más todos se levantaron para continuar el recorrido. Visitaron la zona de los animales acuáticos, tanto Ryou y Yugi como los gemelos, Ikky y Kurumi mostraron su rechazo por acercarse a los tanques con tiburones, sin embargo era adorable ver a los delfines saltar y juguetear en la superficie de su lugar.

─ ¿esas son las rayas? ─consultó Akari.

─No, nee-san. Esas son mantarrayas ─corrigió Yugi.

─ ¿Cuál se supone que es la diferencia? ─preguntó Kurumi  cruzada de brazos.

─Las rayas comúnmente son más pequeñas, pero la mayor diferencia está en su cola ─dijo Yugi.

─ ¿En su cola? ─repitió la peli-azul.

─Así es, la cola de las rayas está cargada con un aguijón que inyecta veneno ─explicó Ryou señalando al tanque de al lado─ la cola de las mantarrayas carece de este apéndice.

─Pues entonces me gustan más las mantarrayas.

─jejeje ─a Yugi le bajo una gota por la nuca ante lo dicho por su prima ─se supone que las mantarrayas son más dóciles ante la presencia de las personas, incluso hay leyendas entre los pescadores que dicen haber sido rescatados por mantas ─le comentó.

─Otra característica que las diferencia es la forma de su boca ─Ryou señaló a las mantas ─las mantarrayas tienen una curva con forma de semi-circulo.

─ ¡Genail! Saben mucho tío Yugi, tío Ryou ─dijeron encantados los gemelos.

Los dos aludidos se miraron entre sí con risillas nerviosas.

Siguieron con su recorrido hasta llegar a la zona de las granjas donde estaban todos los animales domésticos y utilizados en la ganadería.

El lugar era ciertamente grande, completamente cubierto de pastizales, divididos por firmes corrales. Un recorrido acababa de salir por lo que ahora eran los únicos en el lugar. Un hombre bajo y regordete con amable mirada y gran sombrero de paja los atendió.

Lo primero que hizo Yugi fue correr hacia donde estaban los caballos, había muchos, incluso algunos ponys.

─Yami, mira todo esos caballos ─le dijo con emoción en cuanto su novio lo alcanzó ─ ¿sabes a que me recuerda? ─le dedicó un guiño.

Yami rio por lo bajo, pensando exactamente en lo mismo que su compañero, aquel sueño-visión en donde el faraón había llevado a Yugi a pasear a caballo hasta un oasis.

─ ¿Tío Yugi has montado a caballo alguna vez? ─preguntó Keita en cuanto él y su hermano los alcanzaron.

─Claro, Yuu y yo solíamos montar a caballo juntos cuando él vivía a las afueras de Domino ¿cierto? ─le habló Ukyo un poco más repuesto.

─Así es, Uky-nii.

─ ¿Montabas a caballo de niño? Que genial ─comentó Ryou ─yo jamás eh montado a caballo ─dijo algo apenado.

─ ¿A sí? Yo tampoco ─habló Ikky de igual manera, Jun y Bakura los miraron con ternura.

─Si es eso, yo podría enseñarte yadonushi ─le propuso al oído.

─ ¿Alguno quiere dar un paseo? ─ofreció el encargado sonriente.

─ ¿Se puede? ─preguntó Ukyo.

─Si, también tenemos un circuito de obstáculos ─informó ─pueden subir hasta dos personas en los caballos grandes ─dijo viendo a Ryou.

El joven albino se sonrojo ─ammm, eso se oye bien jeje ─se llevó un dedo a la mejilla nerviosamente, Ikky le imitó.

─Escojan sus caballos y los mandaré a ensillar, por mientras pueden dar un recorrido por el lugar ─dijo el señor, llamó a un par de sus trabajadores ─adelante.

Yugi escogió una bonita yegua de pelaje rubio claro, mientras Yami a un macho con el pelaje castaño, Ukyo eligió a un caballo de pelaje blanco, Kurumi rechazó la oferta pues su falda ceñida no era apta para cabalgar cómodamente, así que fue con los gemelos a ver los ponys.

Seguido por Bakura, Ryou estaba dando un vistazo entre los caballos hasta que su mirada chocó con una yegua de pelaje negro, oscuro como el azabache con un par de pequeñas manchas blancas ─hola bonita ─estiró una mano hacia la cabeza del animal con algo de duda, nunca había estado tan cerca de uno ─ahhh ─se retiró un paso regresando su mano cuando la yegua agitó la cabeza antes de que la tocara.

Como respuesta instintiva Bakura lo envolvió entre sus brazos ─mantén la calma Ryou, si te siente nervioso no va a responder bien, debes acércate con firmeza y confianza ─instruyó.

─Pero yo… ─se giró para verlo a los ojos, la mirada de Bakura le decía que confiaba en que él podría hacerlo ─de acuerdo.

Ryou suspiró tomando valor y en un nuevo intento se acercó a la yegua que lo miró atenta, dando pasos lentos pero seguros Ryou se acercó de nueva cuenta al animal y le acarició la cabeza, la yegua se dejó dócilmente ante el contacto del albino ─eso es yadonushi.

─Es gracias a ti ─le sonrió ─ ¿no te parece que es muy bonita? ─acarició con sus manos la crin y el lomo de la yegua ─eres linda ¿sabes? Una yegua muy dulce ─le decía como a un bebe acariciándola con una sonrisa.

Bakura se cruzó de brazos con una sonrisa ─vamos yadonushi, bájale ─dijo con gracia ─me voy a poner celoso ─reposó su mentón en el hombro del menor.

─jaja Baka ─le dijo con gracia acariciándole la mejilla con una mano.

─ ¿Cómo me llamaste? ─le reprendió agarrándolo firmemente de las caderas a la vez que mordía su cuello por sobre la ropa, Ryou tuvo que ahogar un gemido.

Bakura lo jaló consigo tras la yegua, una vez ocultos de la vista de los demás le dio una silenciosa pero firme nalgada a Ryou, el chico se mordió los labios para no gemir ─agradece que estamos en un lugar público… pero solo espera a que estemos solos usagi travieso ─Ryou se estremeció. Aprovechando que Bakura mantenía la otra mano de manera floja en su cadera, se puso en puntillas para rozarse contra él, giró su cabeza y le mordió también el cuello. En respuesta Bakura apretó su agarre en él devolviéndole la mordida ─te estas portando mal ¿acaso quieres otro castigo? ─le murmuró en un seductor tono ronco y bajo al oído, Ryou le dio una sonrisita inocente y Bakura lo nalgueo una vez más

-inocentes de aquello- Ikky y Jun eligieron un caballo gris oscuro, Malik escogió una yegua de pelaje castaño rojizo y Marik un macho de pelaje marrón oscuro. Kaoru prefirió ir con su hermano y señalaron un caballo de pelaje castaño claro.

El buen hombre los mandó a ensillar y todos regresaron fuera donde los adultos estaban observando un estanque con patos y peces coloridos.

A los gemelos les llamó la atención una casita de madera que estaba a la derecha.

─Tío Atem ─llamó Shouta a Yami, pues estaba más cerca de él, en cuanto obtuvo su atención -y la de Yugi- señaló la casita ─allá ─en la entrada apenas y se notaba una colita negra agitándose.

Yugi se acercó y de allí salió un perro labrador de color negro ─son perros ─se asomó por la puertecita y con un sonido de ternura, pareció coger algo ─miren, hay cachorros ─salió con dos en brazos.

─Esos pequeños nacieron hace apenas tres semanas ─informó el encargado.

─Son muy lindos ─Yugi le cedió uno de los cachorros con pelaje claro a Shouta para que recibiera los mimos de los gemelos, el otro lo mantuvo en brazos, ese era de color negro, y se acercó a Yami.

─Mira qué bonito ─Yami lo miró con una sonrisa por la ternura que proyectaba su compañero y, suavemente acarició la cabeza del can, como Yugi hacía con su lomo ─recuerdo cuando Darkness era así de pequeño ─murmuró con nostalgia. El labrador adulto que antes había salido se acercó a Yugi.

─ ¿Este es el padre? ─le preguntó al señor.

─No, ese es de la camada de la madre ─explicó.

El labrador se puso en dos patas para tocar con su nariz al pequeño que estaba en brazos de Yugi, lo cual se le hizo muy tierno. Yugi regresó a los dos cachorros a la casita pero el labrador grande sacó de la misma un juguete con forma de hueso y se lo acercó a Yugi.

─Owww mira, quiere que juegues con él ─le dijo Ukyo.

Con una sonrisa Yugi tomó el juguete y lo lanzó a una dirección al azar diciendo el típico “tráelo” el perro así lo hizo.

─Ryou, creo que algo se te pego en la pierna ─comentó Malik con gracia.

─ ¿Eh? ─Ryou bajo la mirada solo para encontrarse con un conejo blanco que se rozaba contra su pantalón, con una sonrisa lo tomó en manos ─hola amiguito ─le acarició entre las orejas ─que cosa tan linda y esponjosa eres ─el conejo movió su pomposa colita ante los mimos de Ryou.

─ ¿Te gustan los conejos? ─le preguntó Ikky, quien traía un gatito de pelaje negro azulado en brazos. Ryou le asintió con una sonrisa.

─Mira Kura ─le extendió el conejo frente a él ─ ¿no es lindo?

─Ahh eh, sí… supongo ─dijo desinteresado, sin embargo tocó con curiosidad una de las largas orejas del roedor, jamás había tocado uno de esos animales.

Malik miró a sus amigos juguetear con los animales con una sonrisa, desvió la mirada hacia un corral cercano y vio a unos animales que se le hicieron muy curiosos, no logró identificarlos pero -seguido de Marik- se acercó a la limitación del corral y una joven cría se paró en dos patas contra esta apenas el egipcio se acercó. Con duda Malik estiró los brazos para tomarlo y este se acurrucó enseguida en su pecho, la pomposa y medianamente larga cola quedó colgando por uno de sus brazos. Malik y Marik lo observaron curiosos, el pelaje era de un tono anaranjado opaco, la parte del vientre era de un blanco platinado igual que la punta de sus orejas y de la cola, mientras que las patas eran negras. Con la criatura en brazos Malik se acercó a los otros hikaris.

─Oigan chicos ¿Qué clase de animal es este? ─preguntó a sus amigos cabeceando hacia sus brazos.

─Ay, pero cosita tan linda ─dijo Kaoru acercándose a acariciarle la cabeza.

─Malik ¿De dónde lo sacaste? ─preguntó Ryou.

─Están en aquel corral ─señaló Marik.

─Ese es un pequeño zorro de cola blanca ─sentenció Yugi.

─ ¿Un zorro? ─se extrañó Malik dirigiendo su mirada al animal acurrucado en sus brazos ─creí que los zorros eran cazadores ¿Qué hace un zorro con los animales domésticos?

─Esos son zorros domésticos ─informó el encargado acercándose ─están adaptados a la vida como mascotas comunes, algunos incluso se aparean con perros para que las crias sean maa dociles.

─ ¿Por qué los domestican? ─preguntó Malik.

─Para popularizarlos como mascotas, el domesticar zorros empezó cuando algunas especies entraron el peligro de extinción ─explicó el señor.

Malik alzó un poco más al zorro en sus brazos, la acomodada criatura alzó la cara se rozó mimosamente entre la clavícula y el cuello de Malik ─jajaja me haces cosquillas jajaja ─luego de eso se movió para darle una lamida en la mejilla.

─Aww cosita ─Yugi le tomó una foto al hikari egipcio.

Mientras Tsubasa y Akari caminaban llevando las riendas de un pony gris donde paseaban los gemelos.

─Los caballos están listo ─avisó uno de los trabajadores.

─ ¡Genial! ─Yugi corrió hacia el caballo que había elegido, Yami y Ukyo fueron con él pero Yami se le adelantó al peliverde al tomar a Yugi por la cintura para ayudarlo a subir ─gracias ─le dio una sonrisa, algo ruborizado. Ukyo bufó y montó su caballo con facilidad. Yami los imitó y adelanto su caballo justo al lado de Yugi.

─Déjame ayudarte ─Bakura tomó a Ryou por la cintura alzándolo para sentarlo en la montura de la yegua negra, Ryou se acomodó por su cuenta y su yami subió tras él con agilidad, Ryou se apegó a su pecho y Bakura pasó sus brazos por los costados para agarrar las riendas ─ ¿todo en orden? ─Ryou ladeó la cabeza para asentir aunque se notaba bastante nervioso ─tranquilo, yo estoy contigo mi conejito ─le calmó reposando su mentón en el hombro ajeno ─anda sujeta las riendas ─Bakura le tendió los agarres de cuero y Ryou lo tomó con duda y Bakura golpeó con su pie el costado del animal para que avanzara, a Ryou le dio un ligero vuelco en el vientre por lo que cerró los ojos ─no estés tan tenso, estoy contigo ¿no me sientes? ─le habló al oído, su aliento le hizo cosquillas en la piel.

─ ¿Cómo podría… no hacerlo? ─le respondió en un jadeo.

─Olvídalo, esto no es para mí  ─se quejó Ikky soltando las riendas y cruzándose de brazos.

─Vamos koneko-chan, no es tan complicado, sé que puedes con ello ─alentaba Jun ─mueve las riendas así para guiarlo a la derecha ─instruía ─así para girar a la izquierda. Jálala de esta manera para que se detenga ¿lo tienes?

Ikky asintió y se movió para atrás recostándose en el pecho de su novio, Jun le dio un tierno beso en la frente antes de coger la riendas para que el caballo avance a trote, haciendo reír al peli-azul.

La yegua de Yugi y el caballo de Yami andaban al mismo ritmo pero Ukyo no se apartaba ni por un instante.

esta comenzado a irritarme ¿por qué no lo entiende?” Yami soltó un suspiro de cansancio, mirando de reojo al oji-naranja.

─Disculpe ¿podría probar el circuito de obstáculos? Por favor ─pidió Yugi amablemente al encargado.

─Claro jovencito, por allá está el de obstáculos y el de carreras ─más apartado había un circuito, más o menos grande, con vallas, barriles grandes y zancas ─ ¿vas a intentarlo?

Yugi asintió decidido, los demás se acercaron a verlo, los gemelos veían a Yugi con ilusión ─ ¿Quieren hacerlo conmigo? ─le propuso Yugi con una sonrisa.

─ ¿podemos? ─Yugi afirmó con la cabeza y se movió hacia atrás en la montura mientras Akari y Tsubasa levantaban a los niños para sentarlos frente a él, dejando a Shouta en medio y a Keita al frente.

─ ¿Listos? Agárrense bien, Shouta abraza a tu hermano ─el mencionado aferró a su gemelo por la cintura. Yugi se aseguró de agarrar las riendas de modo que sus brazos quedaran a los costados de los gemelos.

─ ¿eso no es peligroso? ─inquirió Ikky.

─Para nada, Yugi es excelente montando a caballo ─afirmó Ukyo con orgullo.

Yugi puso al caballo en la marca de salida  y Kurumi tomó su celular para poner el cronometro ─ ¿Listo?... ¡Ya! ─puso a correr el tiempo a la vez que Yugi le indicaba a la yegua que anduviera. El animal avanzó raudo con velocidad, respondiendo ágilmente a las indicaciones de Yugi, saltó fácilmente las 8 vayas consecutivas haciendo gritar y reír a los gemelos. Avanzó en zigzag por entre los barriles sin siquiera rozar uno solo y sobre pasó las zancas con gran facilidad. Finalmente regresó a la marca.

─ ¡Fue estupendo! ─gritaron los gemelos a coro en cuanto su madre y abuelo los bajaron ─ ¡Tío Yugi es el mejor!

─jejeje ─el tricolor se llevó una mano a la nuca en pena ─ ¿Cuánto, Kurumi?

─35 segundos ─confirmo la chica.

─Eso es impresionante ─afirmó el encargado.

─Muy bien, aibou ─Yami acercó su caballo al de Yugi y se inclinó para darle un beso en la mejilla.

Ojala se caiga” pensó Ukyo acuchillando con la mirada al que mimaba a su ototo¡Yugi es mío! soy yo quien debería mimarlo, hacerlo reír y que se ponga rojo” pensaba con furia.

Yami sintió la pesada mirada de Ukyo a sus espaldas, luego de darle una caricia en el rostro a Yugi se giró para responder a los retadores ojos naranjas.

─Yugi, eso fue estupendo ─se aduló Ryou, quien acercó su caballo a los tricolores con ayuda de Bakura.

─No es para tanto Ryou ─decía modesto el tricolor menor.

─Pero si eres un gran jinete, Yugi ─le dijo Yami con una sonrisa.

─Bien, tú también eres grandioso ─le dijo respondiendo con una gran sonrisa.

Ese comentario acabo con la paciencia de Ukyo, sus ojos cargados de veneno se fijaron en Yami. El faraón avanzó su caballo hacía el oji-naranja, Bakura los observó atentamente, su instinto le decía que algo interesante iba a pasar.

─ ¿Tienes algo que decirme? ─preguntó con tranquilidad.

─Te reto a una carrera ─propuso con altivez y soberbia.

Yami entrecerró los ojos, mientras Bakura rio por lo bajo con malicia y diversión ─oh, oh ─murmuró Yugi.

─ ¿Quieres una carrera? Bien, la tendrás ─como todos sabemos Yami nunca rechaza un desafío, el faraón movió su caballo hasta la marca del circuito que estaba al contrario del de obstáculos.

─No debiste haber hecho eso, Uky-nii ─le dijo Yugi a Ukyo con seriedad.

─No tienes de que preocuparte, aunque no lo parezca este tonto tiene talento al cabalgar ─le dijo Jun a Yugi, señalando a Ukyo.

─No, pues. Gracias por el ánimo Jun ─le dijo el oji-naranja con una vena saltándole en la sien.

─Eso lo sé ─Yami los escuchaba atento ─pero Ya… quiero decir Atem es un excelente jinete ─aseguró Yugi, Yami sonrió ante la confianza de su novio.

─Pero Yugi…

─Solo te diré… que no sabes en lo que te has metido Uky-nii ─tiró de las riendas de la yegua para ir al lado de Yami ─amm… ¿Koi? ─le llamó en voz baja.

─ ¿Qué pasa, mi dulce koibito?

Ahora fue Yugi el que se inclinó para depositar un beso en la mejilla de Yami, justo al lado de su boca ─estoy seguro de que lo harás genial, como siempre ─le dijo sonriente.

─ ¿Vas a animarme, mi pequeño? ─le tomó del mentón para alzarle el rostro.

─Siempre Yami ─le acarició la mejilla con su nariz antes de apartarse un poco, justo cuando Ukyo tomó su posición al lado de Yami ─toma ─Yugi se sacó el rompecabezas y se lo colgó a su par.

─ ¿Ehhh? Yugi ¿Por qué? ─ consultó Yami extrañado.

Yugi le guiñó un ojo ─ya te lo dije, yo te apoyo jejeje ─con una tierna risilla Yugi se separó de su pareja para dar espacio a la carrera, retrocedió su yegua justo al lado de la de los albinos.

─ ¿Qué? ¿Fuiste  darle el beso de la buena suerte? ─dijo Ryou entre risas.

Yugi se ruborizó ─ ¿qué cosas dices?

─ ¿beso… de la buena suerte? ─interrogó Malik acercándose también, Bakura miró con curiosidad a Ryou tras ese comentario.

─Jejeje ─rio con coquetería ─sé supone que si la persona que quieres te da una demostración de cariño, a modo de ánimo, antes de hacer alguna cosa pones mucho más empeño en ello ─explicó Ryou entre risas ─por eso le llaman entre parejas le llaman el beso de la buena suerte.

─Awww, eso suena muy tierno ─le dijo Malik a Yugi en broma.

El tricolor se puso más rojo.

─ ¿Están listos, jóvenes? ─hablaba el encargado. Yami y Ukyo asintieron al mismo tiempo mientras sujetaban con más firmeza las riendas de sus respectivos caballos

─Vamos Ukyo, demuéstrale de lo que estas hecho ─ánimo Jun.

─ ¡Ganbatte* Ukyo! ─le imitó Ikky. Ukyo les dedicó una sonrisa a sus amigos.

Yami miró hacia donde estaba su aibou, notó una vez más la peculiar mirada que le dirigía Bakura, casi podía leer en sus ojos la oración “más te vale que lo pongas en su lugar, Atem” le respondió con una sonrisa ladina y un disimulado asentimiento de cabeza.

─En sus marcas ─Ryou sacó su celular ─listos ─colocó el cronometro ─ ¡fuera! ─los dos contendientes salieron disparados.

─Tu puedes, Yami ─susurró Yugi entrelazando sus manos frente a su pecho, en respuesta el ojo del rompecabezas brillo levemente en el cuello de Yami, este sintió la energía que emanaba el articulo proveniente de los buenos deseos de Yugi, aferró al cadena con una mano mientras la otra agitaba con más fuerza las riendas ─eres el mejor, yo lo sé.

En cada vuelta o curva uno de los dos se adelantaba al otro, siempre se mantenían muy reñidos, las miradas centelleantes iban y venían entre ellos, las chipas literalmente chocaban entre ambos.

─ ¡Asombroso! Los dos van muy parejos ─dijo Kaoru acurrucándose en el pecho de su hermano.

─Creo que es la primera vez que veo tanta decisión en los ojos de Ukyo ─comentó Shon apresando a Kaoru entre sus brazos.

Era la última vuelta y Ukyo iba por unos cinco centímetros a la delantera.

─ ¿Qué demonios está haciendo ese imbécil de Atem? ─gruñó Bakura, Ryou le miró curioso.

─Si me lo preguntas, yo diría directamente que está siendo el tonto —le respondió Marik de brazos cruzados.

─ ¡Vamos tío Atem! ─animaron los gemelos.

Los ojos de Yugi temblaron, apretó más sus manos ─ ¡Tú puedes, Atem! ─gritó sin pensárselo.

─Pero Yugi… ─los ojos de Ukyo bajaron, aun así aceleró más su caballo.

Yami sintió algo retumbar en su pecho al oír la voz de Yugi, la energía que rodeaba al rompecabezas se intensificó y una invisible aura violeta lo rodeó por completo, su mirada se afiló más y golpeó con su talón al caballo para que acelerara, el animal relinchó y corrió a todo dar, en la recta final alcanzó a Ukyo… llegaron a la meta.

─Fue un final de fotografía ─dijo Kaoru bajando los hombros, que había tensado sin darse cuenta.

─Si, hasta yo estaba tensó ─le imitó Ikky arrecostándose en su novio.

─Fueron 23 segundos ─declaró Ryou.

─Pero… ¿cómo sabremos quién ganó? ─consultó Shon.

─De esta manera ─Kurumi movió la cámara en sus manos.

─Excelente, princesita ─habló Ukyo jadeante mientras se bajaba del caballo ─a ver la repetición.

Yugi se bajó también de su yegua para correr hacia su novio que también se bajaba de su caballo respirando agitadamente.

─Gracias por tu ayuda ─dijo Yami acariciando la cabeza del animal.

─Yami ─se abrazó a él desde atrás, sin siquiera dejarlo voltear ─eres el mejor, yo sé que tu ganaste ─apretó su rostro en su espalda.

─Aibou, a veces eres demasiado tierno... que yo mismo me sorprendo ─aflojó un poco el agarré de sus brazos para darse la vuelta y corresponder el gesto ─es gracias a ti, mi amor —aseguró quitándose el rompecabezas para regresárselo.

─Tienes que ponerlo en cámara lenta o no se verá quien ganó en realidad —decía Ukyo.

— ¿Por qué tanta ansia de rectificar que perdiste? —dijo Bakura con burla.

— ¿Porque estas tan seguro de que él perdió? —le reclamó Jun.

Bakura simplemente bufo —keh! —Jun afiló su mirada borgoña sobre él antes de dirigir su caballo a otro lado ─el único que puede dejar en vergüenza al insulso faraoncete soy yo —dijo con altivez en voz baja, Ryou no pudo evitar una risilla.

— ¡Tío Atem es el ganador! —celebraron los gemelos en cuanto el video terminó. Yami había ganado por escasos centímetros.

─ ¡Lo sabía! ─Yugi dio un brinquito colgado del cuello del faraón ─mi Yami es el mejor ─murmuró con una sonrisa enterrando su rostro en el amplio pecho de su pareja, al caer en cuenta de lo que había hecho levantó la cara totalmente ruborizada, encontrándose con los ojos y la sonrisa pícaros de su par que lo miraba divertido y con una ceja alzada ─ehhh ─gagueó nervioso bajo los ojos morado-rojizos del mayor.

Yami soltó una risita apresando la estrecha cintura de su adorado compañero ─te amo tanto mi niño ─le susurró cariñosa y sensualmente al oído de Yugi. El menor se estremeció aun con las mejillas rojas.

─Oye, arriba ese ánimo Ukyo, es solo una tontería, un juego de nada ─le decía Ikky con un sonrisa conciliadora a su amigo.

Ukyo tenía los puños apretados, suspiró y con la sonrisa menos falsa que pudo fingir y miró a Yami ─buena carrera ─dijo forzadamente y se dio la vuelta para regresar a donde antes los hikaris estaban jugando con los animales. Yugi lo miró preocupado.

Tsubasa se acercó a los tricolores y le puso una mano en el hombro a Yugi, que ahora mantenía las manos en el pecho de su novio. Yugi se soltó de entre los brazos de su yami y fue tras el peliverde, Yami no se resistió pero los siguió manteniendo cierta distancia, Jun y Bakura seguían enseñándole a sus parejas como montar a caballo, Malik y Marik, Shon con Kaoru siguieron paseando.

Ukyo se tumbó bajo un árbol con las manos tras la cabeza luego de dejar ambas guitarras contra el mismo, movió su boina para cubrir sus ojos aunque las hojas le cubrían de los suaves rayos del sol.

Yugi se sentó a su lado y suspiró, por más que le incomodaran los coqueteos de Ukyo y su actitud cuando estaba Yami, seguía siendo como su hermano y no le gustaba verlo así ─Uky-nii, no te pongas así ─con delicadeza levantó la gorra para descubrir los ojos perdidos anaranjados ─yo te lo advertí, Yami es un gran jinete, tiene más experiencia en cuanto a la velocidad. Además, fue solo una pequeña carrera, no tiene mayor importancia ─le habló conciliador.

Ukyo apretó las manos ─es más que eso ─dijo en un susurro, Yugi no estuvo seguro de haberlo escuchado bien ─espera… ¿cómo lo llamaste? ─cuestionó.

Yugi se tensó cuando se dio cuenta de que le había llamado Yami y no Atem ─ ¿cómo? Le llamé por su nombre: Atem ─se hizo el desentendido desviando la mirada ─ ¿me estas poniendo atención?

─Sí, sí ─respondió olvidando el asunto del nombre ─ ¿Por qué Yugi? ─preguntó con voz angustiosa

─ ¿Por qué, qué Uky-nii? ─consultó extrañado.

─ ¿Ya no me quieres? ─impulsivamente se irguió para apresar a Yugi entre sus brazos.

Yugi suspiró ─claro que si, Uky-nii. Yo te quiero, eres mi oni-chan… pero solo eso ─le respondió con voz baja y sin ánimo, ya mucho le costaba aceptar que Ukyo sentía algo más por él y le dolía tener que hacerle daño.

─ ¿Por qué? tu para mi… ─Yugi lo acalló soltándose de sus abrazo para ponerle un dedo en los labios.

─Basta, por favor ─le miró con los ojos húmedos, negando suavemente ─déjalo así ─rogó.

Las cejas de Ukyo se alzaron, arqueándose a hacia abajo mientras sus ojos se abrían más con pesar, suspiró hondo para que las lágrimas no acudieran a sus ojos ─no importa lo que digas ahora ─dijo tomando la mano con la que lo había acallado y depositó un beso en el dorso de la misma ─voy a recuperarte, y entonces le ganaré ─miró momentáneamente hacia Yami.

─ ¿Por qué tanta competitividad con Atem? ─preguntó.

─ Él es demasiado posesivo contigo, no sé si te das cuenta ─le dijo ─parece que creyera tener alguna especie de derecho sobre ti y eso no me agrada nada, ototo.

─Atem no es malo ─defendió inflando los mofletes con molestia.

─Yugi… ─le acarició la mejilla.

─Lo digo enserio, Uky-nii, no quiero que te portes mal con Atem, él no te ha hecho nada malo ─le dijo con seriedad, para luego relajar su expresión ─él me quiere mucho y cuida de mi ¿por qué no quieres aceptarlo?

─ ¡Porque debería ser yo quien hiciera eso! ─rebatió molestó y sonrojado.

Yugi suspiró ─así no vamos a llegar a nada ─se levantó de su lugar ─cálmate y ya después hablaremos ─regresó con Yami quien estaba a unos pasos de él, hablando con su tío, apresuró el paso para saber de qué hablaban.

Su tío miró con una sonrisa al faraón quien mostraba una mirada decidida ─me alegra oír eso, en ese caso cuida bien de Yugi, te lo encargo mucho ─le decía el peli-azul al faraón, que fue lo único que alcanzó a escuchar Yugi.

─ ¿ocurrió algo? ─le cuestionó a su novio en cuanto Tsubasa se apartó.

─No es nada, Koi ─le dijo con cariño, Yugi lo miró con una ceja arqueada pero no pudo preguntar nada más puesto Ryou y Malik se les acercaron junto con sus oscuridades, traían en brazos al conejo y al zorro de hace unos momentos… por alguna desconocida razón el hikari albino traía las mejillas ligeramente arreboladas.

─ ¿Cómo esta Ukyo? ─consultó Malik acariciando al zorro en su lomo.

─Está bien, ya se le pasará. Uky-nii a veces se ensaña mucho en lo competitivo jejeje ─dijo con una risilla nerviosa tratando de zafarse de la situación.

─No crees que sería mejor terminar con esa situación de una vez ya diciéndole que Atem y tu… bueno, son pareja ─le dijo Ryou en un susurro al oído.

Yugi bajó la cabeza, sabía que Ryou tenía razón pero no sabía cómo hacer aquello, no quería lastimarlo de aquella manera.

Siguieron un rato jugueteando con los animales de la zona de granja antes de salir para terminar el recorrido por el zoo. Cuando salieron, la posición del sol ya tintaba el cielo y las nubes con tonos anaranjados y rosas.

─Creo que va siendo hora de irse ¿saben? ─declaró Tsubasa.

─Pero… ─se quejaron los gemelos tristes, había sido un fin de semana estupendo.

─Tienen que regresar al hotel para que todos recojan sus cosas ─estableció Tsubasa.

─Y nosotros también tenemos que ir por nuestras maletas ─dijo Jun ─Ukyo, te veremos en media hora para irnos a casa ─ cabizbajo, el peliverde asintió, aquello solo significaba que tendría que despedirse una vez más de Yugi ─vamos Ikky, Shon es por esta avenida ¿cierto? ─le preguntó al peli-miel en lo que Ikky se aferraba a su brazo.

El susodicho asintió y los cuatro se pusieron en marcha mientras el resto regresaba a la camioneta para dirigirse al hotel.

─ Te veré la otra semana ¿cierto? ─hablaba Ukyo con Yugi alzando las manos del menor entre las suyas.

─Que sí, Uky-nii. Te lo prometí ¿no es verdad? ─el oji-naranja asintió mientras Yugi se soltaba de su agarre ─tendrás que ir a buscarme, recuerda que jamás eh pisado Ciudad Tomoeda.

─Por supuesto ototo ─se inclinó a darle un beso en la mejilla ─cuídate mucho ¿sí? ─dijo despidiéndose, el tren bala que los llevaría a todos a Domino estaba por llegar a la estación.

─El día fue muy divertido, ha sido un placer conocerlos ─le dijo Ikky a Ryou.

─Digo lo mismo ─le sonrió Ryou amablemente, atrás Bakura cargaba con el equipaje de ambos.

─Es cierto, ojala podamos vernos de nuevo en otra ocasión ─le imitó Kaoru frente a Malik.

Los dos hikaris asintieron. El sol se estaba poniendo.

─Cuídense mucho mis tesoros ─se despidió Tsubasa de sus hijas.

─Sí papa, tú también ─se despidió Kurumi.

─Se le encargó mucho ─dijo Akari a Nanami ─cuide de mi padre, por favor ─hizo una leve inclinación frente a ella.

─Akari, puedo cuidarme perfectamente yo solito ─le reclamó a su hija primogénita, apenado.

─Por supuesto, querida ─aceptó la rubia ─cuídense mucho las dos.

Una campanada resonó en la estación anunciando la llegada del transporte, lo abordaron.

Cuando la puerta se cerró Ukyo puso su palma en la ventana donde estaba Yugi, el tricolor hizo lo mismo. Ukyo le dedicó un guiño y le vocalizó un ‘te quiero’, Yugi le sonrió y con el dedo dibujo un pequeño corazón y el signo ‘=’ en la vidrio, haciendo reír al oji-naranja que se separó cuando el tren bala hizo amago de avanzar y agitó su mano despidiéndose.

Yugi fue a sentarse en la silla doble donde Yami lo esperaba, los hikaris, Akari y los gemelos se despidieron agitando las manos frente al ventanal, respondiendo al gesto de Jun, Ikky, Shon, Kaoru, Tsubasa, Nanami y Ukyo, quienes esperaron a que el tren se perdiera de sus vistas antes salir de la estación y abordar a la camioneta de Tsubasa para emprender el viaje de regreso a su ciudad.

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Un par de semanas después.

─ ¡Finalmente de vacaciones! ─gritó Joey en cuanto salieron de su última clase arrodillándose en el piso y levantando las manos empuñadas al cielo, pequeñas cascadas salían de sus ojos.

─ ¿Y para anunciarlo tienes que dejarnos sordos? ─se quejó Tea.

─Déjalo que lo celebre Tea ─le dijo Tristán ─después de todo paso, milagrosamente, de curso ─se burló el moreno.

─Bueeeeeeno! Habló el señor notas perfectas ─le respondió el rubio.

Todos rieron. Aunque era la verdad, todos pasaron a último año de preparatoria, pero Joey y Tristán a duras penas.

 

─Muy bien, ahora si ¿cómo está la situación? ─le habló seriamente el rubio cuando todos se reunieron en una cafetería a celebrar el que hubieran pasado el año.

Los hikaris se miraron entre sí, en un descuido Joey se había enterado de su pronta visita a Egipto, por lo que ahora tenían a toda la pandilla encima de ellos.

─Tiene que ver con nuestro buen amigo Atem ¿cierto? ─consultó Tristán.

─Si, con Atem, Bakura y Marik ─respondió Yugi ─finalmente hemos resuelto lo que debemos hacer, pero nos queda una última prueba por delante y para ello debemos ir a Egipto ─estableció con seriedad.

─ ¡Muy bien! ¡Pues en ese caso creo que tenemos toda una aventura por delante! ─declaró Joey alzando el puño ─ya decía yo que este año había sido demasiado calmo para ser nosotros.

─No Joey, esto es cosa nuestra, no tienen por qué involucrarse ─dijo Ryou con gesto serio.

─Exacto, no sabemos que encontraremos allá, no queremos meterlos en líos ─dijo Malik de igual modo.

─Hmmm ─Tea se cruzó de brazos, iba a decir algo más pero Joey se le adelantó.

─Parece que no saben cómo funciona esto ─declaró el rubio poniendo sus manos contra la mesa ─a donde van nuestros amigos, vamos nosotros ─estableció.

─Es cierto, no sirve de nada que renieguen, iremos con ustedes ─lo apoyó Tristán.

─Así se habla ─dijo Duke más tranquilo levantando el pulgar y guiñando el ojo.

─Después de todo somos amigos, estamos para apoyarnos mutuamente y… (N/A: un aburrido y patoso discurso de amistad más tarde)

─Ehhh, eso mismo ─dijo Joey con remolinos en los ojos ─resumiendo, esto es cosa de todos.

─Chicos ─los ojos de los hikaris temblaron ─muchas gracias ─las bellas sonrisas de los tres chicos no tuvieron precio.

─ ¡Así es!, vamos al infinito y más allá ─dijo Joey rodeando el cuello de Yugi con un brazo mientras empuñada la otra haciendo su típica cara de decisión (N/A: caras locas Wheeler xD)

─Relájate Joey, solo iremos a Egipto ─le dijo Yugi con una gota bajándole por la nuca.

─Jajajajajajajaja ─todos estallaron en carcajadas.

─Y tengo la forma perfecta de llegar allá ─comento Joey de pronto.

─ ¿Ehhhh? ─todos lo miraron confundido, Joey se ruborizó pero se mantuvo alegre ─Esto será genial, ya lo verán.

-o-

─No.

─Pero.

─Ni hablar.

─Pero… ¡Seto!

─No lo haré perro y es mi última palabra ─dijo el castaño sin siquiera verlo, tecleando en su portátil, Seto estaba sentado en el escritorio de su habitación mientras Joey estaba recostado en la amplia cama del CEO.

─Por favor… Neko ─Seto pareció estremecerse pero Joey no pudo afirmarlo ─por favor.

─ ¿Desde cuándo Joey Wheeler ruega de esa forma?

Joey se echó para atrás ante las burlescas palabras de su pareja ─ehh… es que, esto es muy importante Seto ─el CEO se dignó a girarse para mirarlo con una ceja alzada.

─ ¿Importante? ¿Qué tiene que ver eso contigo?

─ ¡Oye! Yugi y Atem son de mis mejores amigos y si puedo hacer algo por ayudarlos entonces haré todo lo que este a mi alcance ─dijo con decisión apuntándose el pecho con el pulgar.

Seto afiló su mirada zafiro ─ ¿sí? ─giró su silla para quedar de frente al rubio, invitándolo con una mano a que se acercara, Joey se levantó para pararse de brazos cruzados frente al castaño ─ ¿Qué harías por que accediera a prestarles mi avión presidencial de Kaiba Corp? ─su mirada superior se fijó en el rubio con reto y algo más que Joey no supo identificar.

El oji-miel retrocedió un poco ante esa mirada pero se repuso y la enfrentó con decisión.

─Todo lo que este en mis manos para ayudarlos ─repitió firme. Seto sonrió ladina y maquiavélicamente, estiró su mano para atrapar el brazo de Joey y lo jaló para tumbarlo sobre sí, forzosamente Joey calló sentado en el regazo del oji-azul, acomodándose a horcajadas de él ─ ¿Qué diablos haces Seto?

El castaño estiró el cuello para morderle el lóbulo de la oreja al rubio, Joey gimió sin poder evitarlo ─veamos que puedes hacer por convencerme… cachorro ─le murmuró al oído.

Horas después…

─ ¡¿Qué?! ¡¿Lo dices enserio?! ─gritó Mokuba entre incrédulo y sorprendido.

─ ¿Me estas cuestionando Mokuba? ─Seto afiló la mirada sobre su hermano.

─No, no hermano mayor ─Mokuba negó agitando sus manos frente a su rostro ─es solo que me sorprendes ¿en serio viajaremos a Egipto así de la nada… con Yugi y todos los demás? ─repitió aun asombrado. Seto asintió ─por cierto ¿dónde está Joey? ─se extrañó de no ver ni escuchar al rubio cerca, Joey nunca pasaba desapercibido.

Seto disimuló un quejido desviando la mirada ─ese perro tonto solo se quedó dormido ─le respondió sin más ─anda Mokuba, tenemos que preparar las cosas para el viaje.

─Ammm sí, como tú digas hermano mayor ─el pelinegro lo siguió sin más.     

-o-

Algunos dicen que la suerte está más allá de nuestro control, que no somos dueños del destino. Pero yo sé que no es así, nuestro destino vive dentro de nosotros, solo hay que ser valiente para verlo.

-o-  

Esta Historia… ¿Continuara?  (por fa, no se vayan todavía, lean hasta el final)

Koneko-chan: gatito, minino.
Usagi-chan: conejito.
Ganbatte: Animo, tu puedes.

1. Tu eres mi canción, de Lucia Gil
2. 6 am, de Santiago Cruz

Notas finales:

 

Hola, hola, holaaaaaaaa! ¡Aquí estoy yo mis amores, con el ultimo cap de esta loca temporada de mi aún más loco fic estrella! Jeje xD Bieeeeeeeen, aquí tenemos un mooooontonazo de cosas. Primero está el paseo por el zoo ¿les gustó la idea? ¿Qué tal los coquetos de Ikky y Jun? ¿O los adorables hermano Shon y Kaoru?
¿Qué les pareció la cachetada psicología que Yami le dio a Ukyo con el helado de Yugi? ¿*-* Y la carrera a caballo?
¿Qué os parecieron los animales que mencione? -.-U creo que me puse muy loca con eso de las explicaciones de los animales?
¿No es tierno Malik con los zorros?
YM: Sí *w*  /M: -///-

¿Qué les pareció el final? Os dije que Seto y Joey sería parte importante llegados a este punto ;) Jajajaaj

Muy bien chicos, la segunda temporada estará comenzando en, alrededor de un mes/ mes y medio, sin embargo aún tengo algo una última carta bocabajo para jugar ;) ((xDDDD)) Ustedes y yo tenemos una próxima cita aquí dentro de tres días, algunos de ustedes (cofcof Miyu) ya saben para qué.... Pero bueno! Los espero aquí el viernes por la noche mis amores. Cuídense mucho tooooodos ustedes ¡Ja ne!      

Aquí estoy porque eh venido
Porque eh venido, aquí estoy
Y si no le gusta mi canto
Como eh venido. Me voy!

Nos leemos

 


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