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La cuenta regresiva, la vida sin ellos por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Aquí traigo la primera secuela de “No es un adiós, sino un hasta pronto”
Esta será uno de los trabajos más grandes de mi carrera de escritora, la verdad estoy muy nerviosa, espero que les guste.

Bueno. Yugi, Ryou y Malik empezarán una nueva vida, ahora todos juntos en Domino, empezarán las clases, llevaran una vida normal como estudiantes, el único problema con eso es que ellos no son chicos normales, son hikaris y sin sus yamis no está completa su vida. Tendrán que superar muchos sentimientos antes de tomar su decisión. Tendrán que aprender a vivir sin ellos. Será una prueba para sus almas. ¿Serán capaces de superarla?

Yugi-oh! No me pertenece, si fuera así esto lo estrían viendo como capítulos en televisión xD. Por favor lean los comentarios del final, hay un asunto de carácter urgente.

 

El baile de Halloween había sido todo un acontecimiento, luego de haber comido y bebido cosas deliciosas e incluso haber bailado, la pandilla -y la preparatoria en si- se había visto involucrada en una pésima broma de algunos chicos de tercer año, todos estaban realmente asustados, pero gracias a la -aun misteriosa- ‘aparición’ de los yamis nuestro lindos hikaris habían tomado cartas en el asunto (xD) y desenmascararon a los culpables.

Ahora, luego de separarse del resto grupo, bajo la luz de la luna, a la una y media de la madrugada los tres iban camino a casa del egipcio comentando sobre ese pequeño y extraño interludio que tuvieron en medio del baile.

─Si no fuera por ellos nos hubiéramos caído redonditos en la tonta broma de los de tercero ─comentaba Yugi que caminaba con una sonrisa y los brazos extendidos a modo de equilibro sobre el borde elevado de una jardinera, como un niño pequeño ─ fue enorme el alivio que sentí cuando voltee y vi a Ya… a Atem dándome valor.

Sus amigos sonreían viéndolo ─Tienes razón ─ siguió Ryou dándole la mano a Yugi para que bajara del final del bordillo, el tricolor la acepto y se bajó de un salto, riendo ─ realmente estaba asustado y Bakura alejo todo aquello con su sola presencia… siempre ha sido así ─agrego con una sonrisa nostálgica.

─Es verdad, Marik me animo a dar lo mejor de mí en ese momento y olvide cualquier temor al escucharlo… realmente quería que estuviera orgulloso de mí.

─Seguro que lo está ─ le sonrieron sus amigos.

─ ¿Realmente lo creen? ─ pregunto con ilusión, Ryou y Yugi asintieron ─ gracias.

─Nee Malik ─ llamo el tricolor ─has pensado en decirle a tus hermanos sobre… ya sabes, sobre Marik y los sueños? ─ Malik se tensó un poco ─ esta es la tercera vez que les vemos y… es seguro que ya no es mera coincidencia o producto de nuestra imaginación… va más allá.

─Yugi tiene razón, tus hermanos se preocupan por ti, tarde o temprano notarán algo… quien sabe si la próxima vez no tengas una reacción como la de Yugi y yo en la pijamada, estando en tu casa. Opino que ellos merecen saber lo que pasa amigo ─ aporto Ryou colocando una mano en el hombro de Malik.

El egipcio suspiro ─supongo que tienen razón… eso solo que, temo su respuesta ante mi decisión, tome tu consejo Yugi y tienes razón, es cosa mía y de lo que yo sienta por Marik, pero aun así me preocupa lo que piensen mis hermanos.

─Es normal Malik, pero ellos tendrán que respetar tu decisión ─concilio el tricolor ─Después de todo, en cierta forma eres responsable de Marik, él nació de tus emociones, es tu yami en todo el sentido de la palabra ─continuo ─además, Ishizu y Odion te quieren mucho, confían en ti y sabrán que, escojas lo que escojas será lo correcto.

Malik sonrió enternecido por el apoyo que sus amigos, sus ojos temblaban y estaban húmedos, atrajo a Yugi y a Ryou en un abrazo que ellos correspondieron felices ─Gracias chicos, son los mejores amigos que alguien pudiera tener ─expreso sinceramente.

Ryou y Yugi le dedicaron una sonrisa ─también te queremos Malik.

Así pronto llegaron a la residencia Ishtar donde entraron en el mayor silencio posible, solo para descubrir que los hermanos de Malik habían llegado recién hace diez minutos.

─Bienvenido Malik. Yugi, Ryou que bueno verlos. ¿Qué tal el baile?

El albino y el tricolor regresaron el saludo.

─Fueee… interesante cuanto menos ─ dijo compartiendo una risita cómplice con sus amigos ─ ¿Por qué llegan a esta hora? Creí que solo era una reunión de trabajo con Kaiba Corp.

Odion e Ishizu dejaron salir un suspiro cansado ─ si hermanito, una reunión con Seto Kaiba, parece que quiere organizar una exhibición de historia en Kaibalandia puesto que va muy bien, y ha superado las expectativas que tenían en la empresa.

─A lo mejor es por eso Kaiba ha estado de buen humor ─ pensó Yugi en voz alta, llevándose una mano al mentón.

─ ¿Cómo dices? ─ pregunto Ryou.

─Joey me contó que el otro día se topó con Mokuba y Kaiba y que Seto se había comportado, palabras textuales, ‘sorprendentemente tranquilo para el mal humor que siempre se carga’.

─ ¿Enserio? Y eso que ese par siempre se anda peleando ─dijo esta vez Malik.

─Sip, eso fue lo que me sorprendió.

─Ya veo, bueno hermanos, Yugi y Ryou se quedarán a dormir esta noche conmigo, si nos disculpan iremos a preparan mi habitación.

─En ese caso buenas noches chicos, que descansen ─se despidió la mujer.

─Que tengan buenas noches ─ respondieron al unísono dirigiéndose escaleras arriba.

Malik señalo una solitaria puerta al final del pasillo cuando llegaron a la segunda planta ─los colchones extra están allí ─explico, la verdad era que, luego de la primera pijamada que tuvieron en casa de Ryou les había pedido a sus hermanos que los consiguieran para poder invitar a sus amigos a dormir algún día.

Tomaron lo necesario y acomodaron todo en la habitación de Malik de la ya acostumbrada manera sin la necesidad de cruzar palabra alguna.

─Ah! ¡Vaya noche! ─ dijo Yugi dejándose caer en el colchón.

─Ciertamente, la adrenalina aun no baja, no creo que me duerma pronto ─ respondió el albino haciendo lo mismo

─Pues ya somos dos ─siguió Malik.

─Tres en realidad ─dijo con una sonrisa.

La habitación ya estaba a oscuras, a excepción de la luz lunar que se colaba por el balcón.

─Supongo que… es un buen momento como cualquier otro ─dijo Malik para sí ─ ¿quieren que hablemos de esa noche?

Yugi y Ryou se miraron entre sí.

─Bueno, siendo sincero nunca creí que tendría una reacción tan fuerte por un sueño ─comenzó Ryou ─fue tan extraño, porque luego de encontrarme con Bakura me sentía tan bien, tranquilo y… completo ─relato con una pequeña sonrisa ─y luego puffff! ─gesticulo con las manos ─ fue como si me arrebataran la mitad de mi alma en un santiamén.

─ ¿Qué… qué fue exactamente lo que soñaste? ─ pregunto Yugi con precaución.

 Ryou se llevó una mano al mentón haciendo memoria ─bueno pues…

Flash Back Pov’s Ryou

Adelante y atrás, adelante y atrás y adelante y atrás. Me encontraba en una silla columpio (http://www.decoestilo.com/wp-content/uploads/2011/07/balancin_6.jpg ) en la terraza del conjunto de departamentos donde vivía antes de mudarme a mi actual casa, era de noche, cerca de las diez, ciertamente muy tarde para que este fuera de casa pero no podía dormir por lo que tome el primer abrigo que conseguí y baje al jardín trasero para intentar relajarme entre la suave brisa primaveral y los tenues rayos de la luna menguante que adornaba en cielo.

Ciertamente el ambiente era agradable y relajante, me hacía sentir bien pero no lograba conciliar el sueño aun con el mecer del mueble, entonces tome mi sortija en manos, casi no había cruzado palabras con Bakura en toda la semana pues estaba en temporada de exámenes y empezaba a sentirme algo solitario, podía jurar que él también, pero no me atrevía a iniciar una conversación, no sabía si estaba dormido y no quería perturbarle, además de que no se me ocurría nada sobre que hablar con él y eso me frustraba, Bakura había  estado comportándose muy bien, no había peleado ni mandado a nadie al reino de las sombras en una temporada y me molestaba de sobremanera no poder pasar momentos agradables con él para demostrarle lo feliz y agradecido que me sentía con su buen comportamiento.

En ese entonces recién tenía quince años, había pasado alrededor de año y medio desde que mi querida abuela paterna había fallecido.

Un zumbido interrumpió el momento.

Mi celular vibraba en el bolsillo de mi pantalón lo cual me sobresalto e hizo que mi corazón se acelerará en cuestión de segundos, sabía de antemano quien era, solo una persona podría llamarme al celular, en especial a tales horas. Saque el móvil y levante la tapa, la información en la pantalla me confirmo lo que ya suponía, solté un suspiro.

─ ¿No piensas responder?─ me sobresalte de nuevo al oír su voz, Bakura se había sentado descuidadamente en el otro extremo del mueble, de brazos cruzados, una pierna doblada cuyo pie apoyaba sobre la colchoneta del asiento y la otra extendida con el pie en el piso, su rostro aparentaba neutralidad e indiferencia, pero yo le conocía, estaba al pendiente de mí, siempre lo estaba cuando él llamaba ─es tu padre ¿no es así?

Yo asentí sin saber que decir y respire profundo antes de presionar el botón verde para contestar, luego añadí a opción de altavoz para que Bakura no se necesite apegarse a mí para oír, aunque era lo que más quería, sentirlo cerca.

─Mochi mochi… ─sostuve la mano con el celular a la altura de mi pecho.

Hola… ¿Ryou? ─ “no papa, soy la reina de Inglaterra” pensé sarcástico, Bakura ahogo una risita al escuchar mis pensamientos y se movió un poco hacia adelante, hacia mí.

─Si padre, ¿Cómo está? ─ Mi relación con mi padre nunca volvió a ser la misma tras la muerte de mi mamá y hermana, no podíamos estar en un mismo lugar sin que la tensión fuera tal, que se pudiera contar con un cuchillo de mantequilla. Por teléfono la cosa mejoraba un poco, nuestro trato era cordial pocas veces -poquísimas- incluso rayaban en lo amable, pero aun así…

Bien hijo, ¿te desperté?

─No padre, no se preocupe, todavía no me había dormido.

Que bueno… eh, ¿te ha llegado la cuota del trimestre sin problemas? Sé que me retrase un poco con el envió, pero la última investigación nos ha tenido un tanto ocupados.

─Si padre, llego bien, ya he pagado el departamento y la colegiatura y presente los exámenes sin problemas ─no me había percatado de que había dejado de impulsar la silla hasta que fue Bakura quien volvió a mecernos, ni tampoco de lo tensó que estaba hasta que, gracias al suave movimiento, relaje los hombros y regrese a recostarme al espaldar del mueble. Bakura se acercó otro poco.

─ ¿Sí? ¿Qué tal los exámenes?

─Bastante bien, le enviaré las notas en cuanto me lleguen ─ siempre eran los mismos temas, que si su trabajo, que si el sustento, que si la escuela y mis notas. Era casi una rutina.

No hay prisa hijo, después de todo siempre has tenido buenas notas, confió en que siguas así ─ una pequeña sonrisa se asomó en mi rostro “confianza… bah!” en ese instante Bakura llego a mi lado, vocalizó un ‘¿estás bien?’, solo entonces mi sonrisa se volvió sincera y le asentí con una mirada suave, él en respuesta me paso un brazo por los hombros, justo lo que necesitaba.

─Entonceeeeees… ─alargue un poco la palabra mientras pensaba en que decir ─ ¿qué tal el trabajo? ─ pregunte un poco más calmado, aun me sorprendía como, aun con todo lo que Bakura hacía, su simple presencia lograba tantas cosas buenas en mí, tranquilidad, compañía, protección, seguridad.

Oh! Estamos encontrando muchas cosas interesantes ─me respondió la voz grave de mi progenitor, solo había que mencionarle su trabajo, para hacerlo hablar si recato ─pero por el momento estamos en una pequeña encrucijada, los antropólogos están teniendo algunas dificultades con un par de cosas, por lo que de momento tengo algo de tiempo libre ─esas palabras lograron tensarme un poco, Bakura lo noto de inmediato y reforzó el agarre que tenía en mí, seguramente pensando lo mismo que yo “¿Tiempo libre? ¿A-acaso piensa venir?” Mi respiración tembló ante el pensamiento y Bakura tuvo que atajar mi mano con la suya para que no la bajara o se me cayera el móvil.

─Eso es bueno, supongo ─dije luego de haber hallado mi voz de donde quiera que se hubiera ido cuando mi padre pronuncio esas palabras ─todos necesitan descansar de vez en cuando ¿no?

Si, tienes razón. Pero igualmente hay algo que tengo que hacer ─ “No. Por favor no, no” ─Aprovechare este pequeño espacio para arreglar algunos asuntos pendientes... Hay un pequeño problema con los papeles de nuestra antigua casa en Inglaterra─ me explico, y yo no pude evitar soltar un suspiro de alivio ante lo dicho, mis hombros volvieron a bajar y el brazo de Bakura paso esta vez a mi cintura lo que me hizo sonrojar un poco, rogué internamente porque él no se diera cuenta hasta que la tensión en su brazo me regreso a la realidad.

… ¿Qué dices, hijo?─ rayos! No había escuchado lo que había dicho mi padre, gire mi cabeza para ver a Bakura, él sí que lo había escuchado, su ceño se había fruncido un poco y su mano en mi cintura se apretaba a cada segundo, deduje que no era nada bueno.

─Disculpe, ¿Cómo dijo padre?

Queeee… si quieres acompañarme? Puedes tomar el avión el viernes apenas salgas de clases y regresar el domingo por la tarde ─mis ojos de abrieron como platos ante la propuesta “¿Yo? ¿Regresar a Inglaterra?Ni de chiste”

─Lo siento padre ─ ahora fue el turno de Bakura de soltar un suspiro de alivio, sonreí ante ello y me recosté contra él ─sinceramente no deseo viajar a Inglaterra…menos en temporada de clases ─añadí para intentar que no se sintiera mal. Bakura entonces me rodeo con ambos brazos acunándome en su pecho.

Está bien, te entiendo… ─hubo un silencio bastante macabro por un minuto o dos ─De-debo colgar hijo. Que estés bien, cuídate.

─Usted también padre. Adiós.

─Adiós hijo

 Bip… bip… bip

El pitido resonó unos segundos más antes de que pudiera colgar, Bakura me miraba atentamente. Sin pensarlo mucho me desmorone en sus brazos, oculte mi cabeza en su pecho y rodee débilmente su cuello con mis manos. Él, sin decir nada, me alzo un poco para sentarme en su regazo lo que me obligo a acomodar mi rostro en el hueco entre su cuello y hombro, además de hacerme sonrojar.

─Debo repetir ¿estás bien?

─Sí, estoy seguro de que no esperaba realmente que fuera con él, solo me invito por cortesía.

─Tu naciste en ese lugar, ¿no quieres ir?

─Ya conoces mi respuesta ─ suspire en lo que Bakura volvía a mecernos ─Inglaterra solo me trae malos recuerdos o memorias tristes, no quiero regresar…Además, qui-quiero pasar algo de tiempo contigo ─Bakura me miro un tanto incredulo con una ceja alzada ─ la semana de exámenes finalmente termino y quiero compensarte por… bueno… haberte casi que ignorado toda la semana ─ le sonreí lo más inocente y dulcemente que pude.

─Keh! Más te vale niño ─respondió finalmente con un bufido y girando la cabeza, pero podía ver perfectamente una sonrisa ladeada en su rostro, esa misma que ponía cada vez que jugábamos y/o bromeábamos entre nosotros -las cuales eran sumamente escasas de por si- así que le seguí el juego.

─Hummm, deberías dejar de llamarme niño, ya tengo quince años después de todo ─ le saque la lengua de manera juguetona y él volvió a mirarme.

─Podrás tener los años que quieras, pero no dejas de ser demasiado inocente e infantil… tal como un niño ─me respondió de la misma manera, con su sonrisa ladeada más amplia.

─Que no soy un niño ─continúe, acercando mi rostro un poco más al suyo.

─Claro que sí ─él hizo lo mismo.

─Que no.

─Que sí.

─Que no.

─Pues demuéstramelo entonces ─solo ahí me percaté de que nuestras caras estaban a centímetros, creo que me había pasado un poco.

─ ¿De-demostrarte? ¿Cómo? ─pregunte curioso, él no hizo nada por alejarse de mí, por el contrario me movió hasta dejarme a horcajadas sobre su regazo y me miraba directo a los ojos con desafío y picardía brillando en los suyos, trague duro, esto no iba a terminar bien para mí.

Bakura me sonrió aún más dejando ver las perfectas hileras de perlas blancas que eran sus dientes, antes de mover su rostro a un costado y dirigirse hacia mi oreja.

─Oh! Se me ocurren un par de formas ─ susurro con su voz grave e hipnotizante -para mí, al menos- dejando que su aliento me hiciera cosquillas en mi oído, lo que me hizo estremecer.

─ ¿Co-co-como cuáles? ─seguí, no iba a dejar que me venciera esta vez.

─Hummm ─ fue el único murmullo que escuche de él justo antes de que envolviera el lóbulo de mi oreja en sus dientes y lo apretara un poco, para luego depositar un beso en ella, el espasmo que recorrió mi columna esta vez fue más intenso igual que calor en mi rostro, la piel se me erizo cuando su húmeda lengua recorrió el borde de mi oreja.

─ ¿¡Pe-pe-pero que haces!? ─casi grite cuando se alejó unos centímetros, entonces volvió a mirarme, su expresión no había cambiado para nada.

─ ¿No lo sabes? Si tanto te apena esto realmente eres un niñito─ dijo mordisqueando esta vez mi cuello, haciendo que me revolviera un poco por lo extrañamente bien que empezaba a sentirse lo que él me hacía.

─Ah Bakura! ─jadee un poco, pero me detuve al escuchar unos pasos acercarse entre el césped ─creo que alguien se acerca ─susurre quedadamente, casi sin voz. Muy a mi pesar Bakura se detuvo y presto más atención a nuestro entorno.

─Tienes razón ─ágilmente me sentó bien en el mueble, como lo estuve en un inicio.

─Joven Ryou ¿es usted? ─la voz amable de un señor entrado en edad se acercó a mi desde atrás, justo cuando Bakura regreso a la sortija.

─Sí, señor Terada, estoy por aquí ─hable una vez que mi respiración se calmó y mi voz normal regreso, el señor Terada era dueño del conjunto de departamentos.

─ ¿Qué haces afuera tan tarde? Son pasadas las once ─abrí mucho mis ojos ante la información, el tiempo se me había pasado volando.

─Lo siento, es que no podía conciliar el sueño, así que vine a observar la luna y creo que perdí la noción del tiempo.

─Entiendo ─me dijo con una cordial sonrisa ─pero ya es muy tarde jovencito, será mejor que regreses a tu pieza ─me aconsejo amablemente.

Suspire un poco antes de levantarme de mi cómodo asiento ─tiene usted razón, que tenga buenas noches señor Terada ─hice una pequeña reverencia antes de dirigirme a mí ‘hogar’

“Creo que deje el aire encendido, el cuarto debe estar frio… ¿Quieres dormir conmigo esta noche?” pregunte apenado en mis pensamientos, sosteniendo la sortija entre mis manos para que Bakura me oyera, no sabía casi nada de cómo funcionaba el extraño enlace que tenía con él, ni que debía hacer exactamente para trasmitir un mensaje, él a veces me oía, otras muchas no “por supuesto” fue la inmediata respuesta que me hizo sonrojar un poco pero de igual manera sonreír.

-Según recuerdo esa noche no ocurrió nada más, a excepción de que Bakura me abrazo al dormir pero eso ya era costumbre cuando compartíamos mi cama, sin embargo algo cambio en este sueño-

Ni bien entre en mi pieza, Bakura salió de la sortija murmurando improperios al ‘estúpido anciano que le había cortado la diversión’ o algo así me pareció escuchar, sonreí ante su mal humor mientras me retiraba el abrigo, tome dirección a la cama pero un escalofrió me recorrió, como alertándome que algo estaba por pasar, de repente no era un cordón lo que mantenía la sortija en mi cuello, sino su actual cadena, el articulo brillo intensamente obligándome a cerrar los ojos unos instantes, cuando los volví a abrir el ambiente a mi alrededor se sentía raro, me gire hacia Bakura para preguntarle si sabía que ocurría pero el solo estaba ahí de pie, con la mirada perdida y sin brillo.

Antes de que pudiera decir una palabra el me tomo por lo hombros y me enfrento al gran espejo de cuerpo entero que había en mi habitación, a un costado de la cama ─ ¿Bakura? Bakura ¿qué pasa? Me estas asustando ─ intente hablarle pero el solo me soltó y se puso entre el espejo y yo, me dio la espalda y coloco una mano en el espejo, este se ondeó un poco bajo su tacto y, sin más, Bakura dio un paso, desvaneciéndose en el espejo.

─Bakura! ─grite, sabía que no estaba en el mundo real, nadie me oiría por más que gritara.

¿Qué demonios pasaba con los espejos? La vez pasada no pude atravesarlo y no pude llegar hasta… él, no soportaría otra tortura como esa, sería demasiado. No supe en que momento cerré los ojos, pero los abrí de golpe cuando, al poner mis manos sobre el espejo, sentí una extraña calidez contra mi piel. Lo siguiente fue sentir que mi mandíbula iba a dislocarse cuando pude ver a Bakura frente a mí, el mismo Bakura de mi sueño pasado, un poco más alto que yo, su piel tostada, su cabello alborotado y… sus bellos ojos lavanda tan opacos y sin vida como la última vez.

─ ¿¡Bakura!? ¡Bakura! ¿Me oyes?… ¡BAKURA! ─sus parpados temblaron un poco antes de que sus ojos chocaran con los míos y que el brillo regresara a ellos, una débil y pequeña sonrisa se asomó en sus labios.

─Ya-yadonushi ─me llamó.

─Oh Bakura! Que alegría verte ─dije dejando salir un suspiro de alivio.

─Que bien ─dijo con un hilo de voz apenas recobrando su tono habitual ─viniste a visitarme… ore no Yadonushi ─murmuro incorporándose -puesto que estaba algo encorvado- separando un poco los dedos de sus manos, como si fueran a entrelazarse con los míos, en ese momento me di cuenta, podía sentir la calidez de sus palma a través del espejo, quizás… esta vez si pudiera… “por favor sortija mía, ayúdame, por favor. Quiero… necesito alcanzarle” oré con los ojos cerrados forzando mis palmas contra el vidrio sonriendo al sentir como, la barrera que este suponía, se iba desvaneciendo lentamente “Sí! Vamos solo un poco más”.

Finalmente, mi corazón se agito tan fuerte que pensé que me haría daño, cuando al fin logre entrelazar las manos de Bakura con las mías, el cristal se desvaneció, lo único que ahora marcaba la diferencia entre el extraño espacio gris en el que se hallaba flotando Bakura y mi pieza, era el marco que quedaba del espejo ─ ¡Sí! ─ fue el grito de júbilo que no pude retener, abrí los ojos para encontrarme con el rostro sorprendido y aliviado mi yami.

─ Ryou ─ mi nombre sonó tan bien de su boca, oírlo me dio fuerzas para seguir, así que empecé a jalar de él hacia mí lo más fuerte que pude ─ ¿por qué haces esto?

─ ¿Es…necesaria…la pregunta? ─ dije con esfuerzo ─ es poco… muy poco el… tiempo que tengo contigo de esta manera… quiero tenerte cerca ─ puse un pie hacia atrás sintiendo como mi esfuerzos daban frutos y su presencia estaba más acá que allá, más cerca de mi ─Solo un poco más, solo un poco más  ─repetí en voz baja, como dándome fuerzas viendo como una pequeña sonrisa se formaba en el rostro de Bakura.

Sé que puedes hacerlo yadonushi ─ me alentó acercando su rostro hacia mí, sin dejar de jalarlo hice lo mismo.

─Bakura… ─murmure antes de que el uniera nuestros labios.

Realmente fue mejor de lo que imagine, o quizás el haberlo deseado tanto tiempo hizo que se sintiera mejor, no lo sé, solo supe que la sensación de los finos y tersos labios de Bakura contra los míos fue lo más exquisito que eh sentido en mi vida, se movían lenta y sensualmente sobre mi boca, acariciando  y sensibilizando cada milímetro de mi piel, enrojeciendo y humedeciendo cada zona, logrando que la temperatura de mi rostro subiera a niveles insospechados, calentando mi cuerpo.

Finalmente sentí el impacto de su cuerpo contra el mío, hice lo posible por mantener mi equilibrio y sostenerlo al mismo tiempo -lo cual me costó un triunfo, dado lo torpe que soy- por lo que rápidamente retrocedí hasta la cama para sentarme y sentarlo a él, ambos respirábamos agitadamente, tanto por el beso como por el esfuerzo hecho, mi rostro apenas retomaba su tono original cuando dije:

─Finalmente… te alcancé

No podía ver su rostro pues su frente aún seguía usando mi hombro como punto de apoyo, pero aun sentía el calor de sus palmas unidas a las mías por lo que les di un ligero apretón cariñoso logrando atraer su mirada y le brinde la mejor sonrisa que pude, él se incorporó mirándome fijamente sin expresión alguna, y por un momento temí, en algún lugar recóndito en mi mente una escena poco agradable se plantó ante mi como posible resultado, una en la que Bakura se burlaba de mi diciéndome que era un ingenuo y agradeciendo mi estupidez tomaba control absoluto de mi cuerpo real, dejándome encerrado en el espejo del que le saque.

La piel se me puso de gallina ante eso, sacudí mi cabeza para apartar tan alocada idea. Bakura no sería capaz de hacerme eso, no a mí, ¿verdad? … ¿¡VERDAD!?

─Ba-Bakura ─le llame en un murmullo tratando de obtener una respuesta verbal y rogando que él no se hubiera enterado de mis pensamientos a través de la sortija del milenio ─ ¿te-te encuentras bien?

Él cerró los ojos lentamente mientras se incorporaba para sentarse correctamente, ya sin la aparente necesidad de apoyo, luego una pequeña sonrisa ladeada apareció en su rostro ─Ryou…─ temblé al oír mi nombre salir de sus labios, esos labios que hace tan solo unos segundos se hallaban sobre los míos ─Mi Yadonushi, tan tímido e inocente como siempre ─sus ojos recorrieron mi rostro al tiempo que una de sus manos soltaba la mía para llevarla a la parte posterior de mi cabeza, a mi cabello ─cuanto me alegra verte… y sentirte de nuevo ─un escalofrió me recorrió ante tales palabras y mis pómulos volvieron a colorearse ─jejeje, casi había olvidado lo tierno que te ves con ese sonrojo ─y sin mediar más palabras su mano en mi cabeza me atrajo bruscamente a un nuevo beso.

Decir que me sentía encantado era una blasfemia en comparación con lo que experimentaba en manos de Bakura, sus labios se movían firmes y seguros contra los míos -tal como era él-, yo intente seguirle el ritmo y viendo esto él separo un poco sus labios para que su lengua se apretara contra los míos, haciendo presión para entrar en mi boca, yo me deje llevar y accedí a su muda orden separando un poco mis labios, enseguida su exquisita y húmeda lengua se apresuró a recorrer el nuevo espacio que yo le cedía en busca de la mía, en busca de su compañera, que tímidamente se acercó a recibirle, el contacto fue una sensación única, aún más fuerte que las que había experimentado hasta el momento. Eso, sumado al cálido aliento de Bakura que me embriagaba a cada segundo me llevaba a perderme en un mar de sensaciones del cual no deseaba alejarme. Llevé mi mano libre al cuello de Bakura mientras que apretaba un poco la otra, que seguía entrelazada con la suya y lo atraje más hacia mí.

Su traviesa lengua empezó a juguetear con la mía, rozándola, enrollando y desenrollándola para incitarme a participar de una antigua danza, aquella en que nuestras lenguas batallaban por el control del beso, yo respondí aunque ambos sabíamos de antemano quién era el ganador de aquella batalla; si por algo se caracterizaba Bakura era por su seguridad en sí mismo y por saber cómo manejarse en cualquier situación, eso se reflejaba en nuestro beso, él tenía absoluto control, yo se lo cedía encantado, me gustaba que él dominara la situación, su forma de actuar encendía cada parte de mí con un fuego que nunca antes había experimentado y que sabía, solo podría apagarse con él.

Sin embargo la necesidad de aire se hizo presente y tuvimos que separarnos para obtener el vital elemento, nos alejamos unos cuantos centímetros uno del otro, dejando entre nosotros un delicado hilo de saliva que se deshizo pronto ante nuestra agitada respiración.

─E-e-eso fue… wow! ─dije mientras recuperaba el aliento

Bakura ahogo una risilla ─ ¿Qué pasa Yadonushi? ¿Nadie te ha besado como yo? ─ dijo arrogante.

Yo fruncí un poco el señor ante su pregunta, él debería saber mejor que nadie que ─tu eres el único que me ha besado Bakura ─aseguré y el me miro un tanto incrédulo ─has estado conmigo desde que era un niño, deberías saberlo.

─No sé cuánto tiempo ha pasado desde que nos separamos Yadonushi… mucho menos lo que has estado haciendo ─dijo como quien no quiere la cosa ─ni con quien ─murmuro ladeando un poco el rostro, pero yo alcance a oírlo y también los ¿celos? en su tono, sonreí un poco ante eso.

─Pensar en ti ─asegure totalmente serio y sincero ─desear alcanzarte.

Él volteo a mirarme un tanto sorprendido, pero pronto su caracteriza sonrisa apareció, hay estaba el Bakura que yo conocía.

─Ehhh… ¿me extrañaste… Ry-ou? ─enfatizo mi nombre mientras su mano libre bajaba de mi cabellera hasta rodear mi cintura, atrayéndome un poco más cerca.

─ ¿Estoy aquí o no? ─ dije, respondiendo al juego que había empezado, pero antes sentí la necesidad de decirle algo más ─ no sé cómo o qué diablos hiciste para colarte tan profundo en mí… pero realmente, me haces mucha falta ─habiendo dicho lo que quería solté mis manos -una de la suya y la otra de su nuca- para lanzarme hacia el en un abrazo, deje mis manos en su firme espalda y oculte mi rostro en su trabajado pecho -que por cierto estaba al descubierto y su piel era exquisitamente cálida- donde me quede inmóvil unos segundos escuchando el fuerte palpitar de su corazón, para luego rozar mi cara contra su pecho embobado por el exquisito aroma, mezcla vainilla y arena de playa, que emanaba de su cuerpo.

─ ¿Ry-Ryou? ─se escuchaba algo sorprendido. Yo solo atine a levantar un poco el rostro, lo suficiente como para depositar un suave beso en su mejilla derecha, él cerro el ojo de ese lado cuando lo hice, su expresión me pareció encantadora. Luego me miro directo a los ojos y suspiro ─ahhh… parece que sigues siendo un niño ─dijo fingiendo desgano y decepción, yo sabía que no quería dejar escapar el juego que habíamos iniciado, pero aun así… ese comentario…

─ ¿Eh? ¿A qué viene eso? ─pregunte con un tic en la ceja.

─Eso, que sigues un pequeño niño inocente ─respondió con una sonrisa maliciosa.

─No lo soy!  ─fingí molestia mientras acercaba mi rostro al suyo, ¿quizá él también haya recordado aquel momento que recién soñé?

─Claro que sí ─me imito, sip, esto respondía mi pregunta.

─Que no ─seguí ya con una sonrisa.

─Que sí ─sus ojos centellaron con diversión y travesura.

─Que no ─aquí vamos.

Demuéstralo… convénceme de que no lo eres, y yo me retracto ─propuso tentativamente cerca de mi oreja.

─Si eso quieres ─ el me miro confundido por el tono que use, yo solo de di una rápida mirada antes de juntar nuestras frentes, roce mi nariz con la suya mientras iba dejando esporádicamente algunos pequeños besos en sus labios, solo unos piquitos. Sonreí complacido cuando note el pequeño sonrojo en su rostro, Bakura no estaba acostumbrado a la ternura, ese era un punto a mi favor.

Volví a dejar un beso en su mejilla, esta vez del otro lado y así fui bajando por su mentón, luego regrese mi camino hasta su oreja donde deje que mi lengua recorriera el borde de la misma.

─Así que quieres jugar ─antes de que me diera cuenta me había levantado para ponerme a horcajadas sobre su regazo y volvió a tomar el mando de la situación, la punta de su lengua se paseó desde mi mejilla hasta mi cuello, donde empezó a mordisquear tentativamente algunos puntos al azar.

─Ba-Bakura que haces ─su manos se paseaban por mi espalda levantando de a veces mi playera, sentí como mi cuerpo empezaba a calentarse y mi piel estaba sensible, ¿qué era esta sensación?

─Hmmmm ─no me contesto, en lugar de eso su boca empezó a succionar la piel de mi cuello, dejando algunas marcas rojizas lo que me hacía estremecer ─Si no los sabes… sigues siendo un inocente niño.

Un gruñido de frustración se me escapo, seguido por un débil jadeo ─Enserio ¿qué rayos me estás haciendo? ─Bakura entonces puso sus manos a los lados en mis caderas, no sabía bien que hacer así que probé imitar sus acciones, rápidamente lleve mi boca a su cuello para dejar que mis dientes apretaran un poco de su piel, tal como él lo hacía. Bakura se detuvo un momento solo para dejar salir un ahogado jadeo tal como yo lo había hecho hace unos segundos, pero pronto volvió a su ‘tarea’ empezando a moverse contra mi igual que yo.

Nuestras caderas se mecían, las suyas a manera de empuje y las mías de lado a lado, no entendía que me pasaba pero ese débil roce empezaba a acelerar mi respiración, me dejé caer un poco más en su regazo y el volvió a jadear, aproveche que soltó mi cuello para bajar entre besos y mordiscos hacia su pecho donde me entretuve un rato esparciendo besos en sus trabajados pectorales, a la vez que mis uñas se encargaban de dejar unos pequeños caminos rojizos en su espalda.

Él gimió cuando mis labios alcanzaron unos de sus pezones ─Ryou! ─escucharle decir mi nombre de esa manera me encendió aún más, entonces volvió a empujar sus caderas contra mí de una forma más firme y certera y un espasmo de placer me recorrió toda la columna vertebral.

─Ah! Bakura ─fue mi turno de gemir, mi cuerpo se movió por si solo y me arque un poco contra Bakura juntando nuestros torsos, levantándome ligeramente con mis ojos abiertos de par en par.

Bakura enredo una mano en mis cabellos para acomodar mi cabeza y darme un nuevo beso, largo y tendido, desbordando del fuego que nos recorría a ambos en ese momento, él se dejó caer en la cama justo antes de que nuestras lenguas empezaran a jugar y nos dio vuelta para colocarse encima mío, mis manos fueron de inmediato a entrelazarse tras su nuca, deseaba que no se separa de mí nunca más pero el molesto aire reclamaba su espacio otra vez.

Él levanto un poco el rostro y yo abrí los ojos para verle, sus ojos lavanda brillaban de una forma que me atraía e hipnotizaba, su rostro estaba cubierto por una leve, casi imperceptible sombra carmesí, sus labios entreabiertos agarraban y soltaban aire cuanto podían provocando que su respiración irregular me hiciera cosquillas en las mejillas, su corazón latía desbocado como una caballo de carreras… y seguro que yo no estaba mejor!

Baje una mano hasta su rostro, cubriendo su cálida mejilla ─Bakura ─le llame con cariño, todo el cariño que sentía por él.

Bakura me respondió con una sonrisa ladina ─realmente sabes exquisito ─se relamió los labios haciéndome sonrojar aún más si cabía.

─ ¿Qué… qué opinas ahora?

Keh! ─bufo ─no importa lo que digas o hagas, seguirás siendo un niño inocente ─fruncí el ceño ante esa respuesta, pero antes de que pudiera decir nada, él bajo su rostro dejando solo un milímetro entre nuestras bocas, dejándome sin palabras y a la expectativa, su sonrisa se ensancho ─MÍ niño inocente ─expuso con seguridad y arrogancia. Típico en él.

Note que iba a besarme de nuevo, pero fui más ágil y solo de di un pequeño piquito para darme tiempo a responder ─Sí ─ asentí, él me miro confundido ─ tuyo ─Bakura sonrío orgulloso mientras yo puse ambas manos en sus mejillas ─ única y solamente tuyo ─dije por último y esta vez fui yo quien lo atrajo para un fogoso y apasionante beso.

Luego de eso nos acomodamos de perfil en la cama, yo me acurruque lo más posible en su pecho y él me recibió entre sus fuertes brazos acariciando mi pelo y espalda.

─ ¿Bakura?

─Hmmm

─ ¿Po-por qué mi cuerpo se siente tan caliente? ─pregunte con inocencia.

Él emitió una risa traviesa ─ ¿así te sientes? ─ asentí ─Eso es por lo que estábamos haciendo, así como tu cara se pone caliente cuando te sonrojas, tu cuerpo lo hace ante el placer.

Yo me sonroje ante ese termino─Y ¿por qué solo contigo?

─Tú lo acabas de responder. Porque TÚ eres MIO ─yo sonreí, pero como igual era Bakura, salió con un comentario de los suyos ─y porque soy el mejor.

─Arrogante ─murmure bajito rodando los ojos mientras rosaba mi nariz en su pecho, absorbiendo lo más posible su aroma.

─Keh! Igualmente eres mío. Ore-no-Ya.do.nu.shi! ─enfatizo

Yo solté un suspiro.

─Nee, dime… ¿en qué piensas? ─alce mi rostro ante su pregunta, él tenía la vista perdida en algún punto del techo.

─En lo mucho que me gustaría que regresaras conmigo ─él volteo a mirarme ─sé que pronto voy a despertar… y que tu no estarás ahí… y-y yo… ─empecé a tartamudear nervioso, pero él me interrumpió.

─Yadonushi… ¿enserio quieres que regrese contigo?

Fruncí el ceño, aun después de todo ¿no le cabía en la cabeza cuanto le quiero? Le mire fijo a los ojos─ ¿es que acaso no sientes lo mucho que te extraño? ─le di un beso en la mejilla y él me acaricio el pelo, luego sonreí maliciosamente ─ ¿o que te necesito? ─dije rosando mi cuerpo provocativamente contra el suyo, provocando que jadeara por lo bajo.

─Ah!... Eres un pequeño travieso ─le di una sonrisita inocente antes de pasear mi nariz por su mejilla cariñosamente.

De pronto, una molesta idea cruzo mi mente, trate de apartarle e ignorarle pero… ─o es que… ¿tú no quieres? ─él me miro extrañado ─ tuuuuu… ¿no quieres… volver a mi lado?

Su mirada entonces se endureció, pude advertir una pequeña chispa de molestia en ella ─ ¿cómo me preguntas eso, Ryou? ─ me tensé un poco por la ira en su voz, él lo sintió y cerró los ojos unos segundos, seguramente para intentar calmarse, luego volvió a mirarme ─ahora mismo, daría lo que fuera por regresar contigo mi pequeño ─ aseguro tomando mi rostro entre sus manos, mirándome directo a los ojos, con una sinceridad que jamás le había visto.

Mi cuerpo entero vibro ante esa afirmación, sentí mi corazón estremecerse ante la magnitud de sus palabras, en estos momentos estaba tan feliz que podría gritar a los cuatro vientos que amaba a Bakura, pero pensé que sería demasiado por lo que solo lleve una de su manos a mi pecho, justo sobre mi corazón que palpitaba a mil por hora ─te… te quiero Bakura ─confesé tímidamente ─tu… eres lo más importante para mi… mi querida oscuridad ─recite cerrando los ojos para luego depositar un tierno beso en sus labios, buscando la manera de transmitirle todo lo que sentía por él.

Cuando me separe y abrí los ojos Bakura estaba mirándome sorprendido con ojos brillantes, con la boca levemente entreabierta y un leve sonrojo en sus mejillas.

─Yooo… yo también… ─mi cuerpo se tensó débilmente de emoción ante la idea de que Bakura me dijera que sentía lo mismo, pero el ladeo el rostro aún más sonrojado y con algo de frustración, y supe que le costaría decir ciertas cosas. Lo conocía y sabía que no era alguien de muchas palabras, ni mucho menos romántico, pero para mí estaba bien, él era más de tomar acciones y con las de hace un rato -inserte sonrojo aquí- sabía que él también me quería, las palabras podían esperar ─ lo eres todo para mi… hikari ─pero cosas como esas simplemente me enamoraban más.

De repente un ‘misteriosa’ niebla gris (N/A: puta niebla, siempre lo arruina todo xD) empezó a llenar el lugar, yo me di cuenta primero que Bakura y unas pequeñas lagrimas se asomaron en mis ojos ─No por favor, todavía no ─oculte mi rostro en su pecho deseando fundirme con él, tal como cuando compartíamos un cuerpo, y traerlo de regreso conmigo.

Él, en respuesta, me abrazo fuertemente contra sí, pegue mi nariz a su piel, deseando llevar conmigo todo lo que pudiera de su exquisito aroma y su hipnotizante calidez ─Calma Yadonushi, sabíamos que iba a pasar.

─ ¡No quiero! ─grite ─no quiero volver a separarme de ti ─me aferre a su espalda.

─Animo hikari ─me consoló ─yo sé que hallaras la forma para que volvamos a estar juntos, te estaré esperando Yadonushi.

Me di cuenta que la niebla empezaba a cubrirlo desde su piernas cuando su cuerpo empezaba a separarse de mi desde la parte inferior, y trate de aferrarme a él con todas mis fuerzas, pero entonces fue a mí a quien la niebla sujeto ─Bakura ─baje mis manos para entrelazarlas con las suyas, tal como en un principio ─di mi nombre ─pedí, deseaba volver a escuchar mi nombre de su voz antes de despertar.

Él me beso ─Ore no Yadonushi… mi Ryou.

Un fragmento de una canción vino a mi mente, no me di cuenta en que momento salió de mis labios.

¿Qué más da si duermo o no al anochecer?
Cada día anhelo más tu ser
Y te lo diré un millón de veces
Sé que te alcanzaré

Bakura sonrío ─siempre tuviste una hermosa voz ─yo me sonroje ─ ¿es para mí? ─sin saber que decir asentí.

La niebla empezó a jalarnos, a él: hacia el espejo, a mí: para que lo soltara.

Bakura me beso una última vez -ojala solo por esta noche-

─Espero volver a verte pronto mi Ryou.

A lo lejos oí una voz llamarme, pero no la reconocí. Ahora mismo solo me importaba la calidez de la mano de Bakura entrelazada a la mía, mientras pudiera.

─Recuerda que tú eres MIO… ─le sonreí y él a mi ─y yo soy tuyo ─mis ojos se abrieron como platos y me ruborice.

─Esperaré con ansias… la próxima vez que nos encontremos Bakura… Ten siempre presente que te quiero.

Al final solo nos unía una de nuestras manos que se empezaban a resbalar, sus dedos se soltaron de los míos, intente estirarme para alcanzarle pero la niebla me detuvo y solo pude observar como su figura se perdía en el espejo.

─¡¡¡BAKURA!!! ─las lágrimas corrían por mi rostro, se fue. ¡No!

Ryou… Ryou… Ryou! - la voz me llamaba, pero yo solo me hice bolita en el lugar donde estaba mientras mi vista se volvía borrosa.

Fin de Flash Back

─Y eso fue lo que paso. Finalmente era Malik a quien escuchaba llamándome─ les relate todo a mis amigos, excluyendo ciertas partes privadas -seguro me entenderán- haciendo lo posible por que las lágrimas no acudieran a mis ojos.

─Lo ves, te dije que le importabas mucho a ese torpe ─ me dijo Malik de repente, yo le sonreí.

─Sí, creo que tienes razón ─abrace mi sortija ─ ¿Qué hay de ti Yugi?

─Bueno pues… yo…

Continuará

 

Notas finales:

Hola, hola, holaaaaaaa. Aquí estoy una vez más con el treceavo capítulo de esta historia ¿Qué les pareció el sueño de Ryou? No se hacen a la idea de cuánto disfruto creando momentos de su pasado jejeje.

Bien, chicos y chicas, llegados a este punto tengo algo muy importante que decirles con respecto a la historia, necesito que me respondan, si quieren o no que meta algunos personajes originales aquí, me han venido muchas ideas a la mente que pueden servir para alargar y darle alguito de picante a este fic, pero la decisión la toman ustedes, si me dicen que sí, la historia va pa’ alargarse un poco más, aun después de que llegue el 2015 -más o menos hasta Abril. Sino, serán unos cuantos cap más entre los especiales de navidad y de año nuevo y hasta quizás de San Valentin -que no lo tengo muy en claro sin los personajes extra-

Ustedes deciden, espero su respuesta en los Rw. Y si se preguntan por la canción es una sorpresita para más adelante.

Bueno, creo que eso es todo por ahora.

Aquí estoy porque eh venido
Porque eh venido, aquí estoy
Y si no le gusta mi canto
Como eh venido. Me voy!

Nos leemos

 


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