Muchas personas, incluyendo mis padres me pedían que dejase mi amistad con Hyo, decían que era mala inlfuencia para mí, pero nunca les escuché. En realidad en el fondo me gustaría ser como ella, no es para nada tímida, es muy extrovertida, hermosa, sensual, y lo mejor es que confía plenamente en sí misma, a diferencia de mi, soy muy tímida, no sé, ni siquiera he pensado en la idea de como sería vistiendo de la forma en la que ella lo hace, sus pechos son algo que siempre muestra, sus curvas, su trasero resaltan con su ajustada ropa, sus perfectas piernas también muestra con vestidos y shorts cortos, yo no, es decir, no me atrevería, mi cuerpo no es tan voluminoso, y de nuevo, la verguenza no me lo permitiría por lo cual me mantengo ''cubierta'' a veces hasta llevando ropa demás.
Hoy pasaríamos una tardes juntas en casa, la cual estaba sola, desde hace mucho me mude a mi propio apartamento, ya que se me hacía más fácil por mi trabajo. Aunque viviese sóla muy pocas veces lo estaba, ya que mis amigas siempre venían a hacerme compañía, a veces hacemos pijamadas imprevistas. Hoy sería una de ellas, pero sólo seríamos Hyosung y yo, quien me llamó esta tarde para decirme que hicieramos algo, y ya que yo no tenía planes accedí.
~ Dim, dum ~
El timbre me sacó de mis pensamientos, rápidamente me levanté del sofá y me dirigí hacía la puerta para darle la bienvenida, y como siempre, me recibió con su hermosa y pequeña sonrisa, a pesar de que su personalidad la hiciera ver como una persona fácil, tal vez hipócrita no lo es, es una muy buena amiga, excelente persona, solo no daba una ''buena primera impresión'' sólo era cuestión de conocerla.
—¡Hola Hyo! ¿Cómo estás? ¡Adelante, pasa!— Mencioné abrazándola y dándole un amigable beso de bienvenida en su mejilla a lo que ésta de igual forma me respondió a todo.
—Yo muy bien ¿Qué tal tú? ¿Pudiste contactar a Hana y Jieun?—
—Oh, no, no contestan sus teléfonos, deben estar trabajando, o en lo de sus padres visitando, quien sabe.— Mencioné encogiéndome de hombros antes de ser jalada del brazo por ella del brazo fuera de casa.
—Bueno, seremos tú y yo. Vamos a comprar golosinas, y alguna película ¿te parece?—
—¡Claro, claro, sólo permíteme cerrar el apartamento ¿crees que lo dejaré así?— Ambas reímos y luego de cerrar con llave la puerta, bajamos hasta el lobby y salimos del edificio. De camino a un pequeño local escuchaba halagos hacía ella ¿Cómo es que no se incomodaba o avergonzaba? yo por otro lado, parecía ni existir, es como si a mi ni me viesen, Hyo notó mi incomodidad al entrar al negocio y se detuvo en seco.
—¿Ocurre algo Sun? no pareces estar bien.—
—N-no es nada. Es sólo que...— Me detuve y miré hacía el suelo, mis mejillas seguramente estaban sonrojadas, y no sé como, pero creo que ella logró entender de que se trataba. Me quitó el camisón que traía para así dejarme con mi normal comiseta, me amarró el camisón de cuadros a mi cintura y mi pantalón holgado lo enrolló hasta que llegaron un poco más arriba de mis rodillas como un short, me soltó el cabello y peinó mi típico copete hacia mi frente y luego me tomó del mentón para que así la viese.
—Eres hermosa Sun, sólo confía en que lo eres y verás que resulta ¿sí?, ahora, vé a buscar frutas, yo iré por chocolate y crema ¿va?—
Sólo acepté y caminé con la cabeza agachas, llegué a la zona de frutas y tomé en pequeñas canastas fresas, cerezas, y manzanas, al levantar la vista noté que algunos chicos me miraban, me volteé rápidamente y fue entonces que recordé las palabras de mi amiga. Me giré un poco para mirarles de nuevo y les sonreí para luego alejarme con total confianza de allí hasta la caja de pago donde ya Hyo se encontraba. Debía admitirlo, se sintió muy bien hacer aquello.
—¿Conseguiste las frutas?— me preguntó en lo que agitaba en sus manos dos frascos de chocolate en liquido y crema batida, asentí e hice lo mismo con la cesta de frutas que tenía. Pagamos entre las dos ya que me negaba a dejarle los gastos a ella, y de igual forma, tampoco quería dejarme los gastos a mí.
Con las bolsas salímos del local, y fuimos ahora a un pequeño kiosco de películas y CD's, había mucha gente, pero aún así decídimos buscar una película, era la única parte cerca de casa donde se podían encontrar de buena calidad. Comenzamos a buscar y terminamos por tomar una película cómica, todas las caratulas eran negras y tenían con papel de colores los nombres de la películas, la que escigimos se llamaba ''¿Qué pasó ayer?'' salímos emocionadas del kiosco con la película seleccionada y volvimos a casa mientras charlábamos. Al llegar a casa dejamos la película en la mesa de la sala y fuimos con las bolsas a la cocina, abrimos la cesta de frutas para lavarlas y picarlas y pasarlas a una taza limpia, llevamos las frutas cortadas y el chocolate más la crema a la sala, donde en lugar de usar el mueble nos sentamos en la alfonmbra alcolchada, colocamos la comida en la dicha mesa y Hyo colocó la película en el DVD.
Esperamos que comenzara, tenía un aspecto extraño, pero no le dimos importancia, decidimos mirarla, lo extraño comenzó cuando un hombre y una mujer comenzaron a besarse de manera salvaje mientras se tocaban, mis ojos se abrieron de par en par tanto como mi boca debido al asombro, y al mirar a mi compañera noté que ésta sólo reía mirando atenta a la escena. De nuevo me incomodé y ella lo notó, por lo que su carcajada aumentó.
—¡No me digas que te incomoda este tipo de películas! ¿o sí?— Mencionó burlonamente por lo que me sentí aún más avergonzada. —¡Vamos Sunhwa! ¿nunca lo has hecho? ¿ni siquiera visto?— Mi mirada estaba totalmente baja, y cubrí mi rostro con mis manos. —¿Nada? ¿ni un sólo beso, nada de nada?— Seguía preguntando a lo que yo negaba deseando que me tragara la alfombra.
Hyosung se acercó a Sunhwa que aún seguía con su rostro cubierto, y las piernas flexionadas, le dio un empujón haciendo que su espalda se recostara en la alcolchada alfombra y sus brazos al igual que sus piernas fueron estirados por la mayor que se sentó sobre el vientre de la chica debajo la cual la miraba asustada e impactada, Hyo sólo le guiñó el ojo y sonrió amplio mientras que sus manos sostenían las muñecas ajenas por encima de su cabeza. Se acercó a su oído para morder su lóbulo y dejar escapar una pequeña risita.
—¿Quieres conocer lo que es el placer Sun? ¿Quieres que te ayude?— Susurró esta haciendo que todo el cuerpo de la pequeña se estremeciera, tanto como si se congelara de los nervios.
—¿¡Qu-qué dices Hy-Hyo!?—
—Vamos, confía en mí, te encantará.— Dijo para después atreverse a besar los delgados labios ajenos, los ojos de la pequeña estaban abiertos y lograba ver como su compañera, su amiga, le estaba besando de ojos cerrados, muy confiada de lo que hacía, y raramente le gustaba, era su primer beso, jamás pensó que se darían en aquellas circunstancias, pero lo que había imaginado que sería no era nada comparado a ningún otro gusto. Tímida y no muy convencida dejó cerrar sus ojos, y dejó que Hyo la guiase en el beso al cual intentó corresponder, pero lo hacía de manera torpe, Hyo fue soltando el agarre de sus muñecas y ella misma hizo que la menor la tomara de la cintura la cual no se negó, más bien apretó el agarre. Hyo fue bajando de sus labios a su blanco cuello, y logró escuchar como la pequeña comenzaba a emitir suspiros de placer, llevó sus manos libres a los pequeños senos ajenos y los comenzó a masajear y a tomar entre sus manos a su gusto como quisiera, inserto sus manos debajo de su camisa para acariciar delicadamente su plano abdomen y llegar de nuevo a su pecho, insertó también sus manos por debajo del brazier para así poder apresar directamente sus senos, acción que hizo emitir un tímido gemido a la menor, por lado la mayor sonrió victoriosa y se apartó deteniendo todo lo que hacía. Se deshizo de la camisa ajena dejandola en brazier y quitó la chaqueta que anteriormente había amarrado a su cintura, abrió el botón de su short y bajó el cierre antes de ser detenida por las manos de la más joven.
—E-espera, n-no—
—Tranquila pequeña, no pasará nada.—Susurró esta y procedió a desnudarse frente a su amiga para hacerla entrar en confianza, quedó solo en ropa interior y luego retiró sin ningún problema del short que restaba en la menor para así quedar las dos iguales.
Dedicó a sus labios a besar todo su cuello de nuevo mientras descendía hasta su pecho, suavemente rozó sus labios por sobre el borde del sostén acariando así sus senos, y comenzó a usar su boca para luego levantar un poco de su espalda y así retirar el brazier y dirigir inmediatamente su boca a su pezón para primero jugar con su lengua, lamiéndolo reteiradas y rápidas veces, mientras que el otro lo atendía, estímulaba y apretaba con su dedo indice y pulgar, para luego comenzar a succionarlo y traerlo consigo soltandolo al terminar la succión y así escuharla gemir, repitió las mismas acciones invirtiendolas. Siguió su recorrido hasta su ombligo haciendolo trazando un camino con su húmeda lengua, y de nuevo entrenerse penetrando su ombligo con esta una y otra vez, mientras que sus manos se dedicaban a seguir estimulando sus senos, la pequeña gemía ya sin importarle la verguenza, sus ojos se mantenían cerrados en todo momento, ante cada roce, tacto o estímulo su cuerpo se estremecía, todo era totalmente nuevo y maravilloso para ella, estaba tan cegada que lo único que hacía era gemir y arquarse, de vez en cuando dar leves respingos y quejidos sin dejar que la mayor se detuviera.
Hyo sin dar aviso a nada rozando con sus propios dedos fue bajando la última prenda que cubría de la desnudez a la pequeña y repartió tiernos pero húmedos besos por su vientre en lo que iba separando sus piernas y se ponía entre ellas, Sun las cerró de nuevo y se sentó sin moverse de lugar solo para volver a unir los labios de ambas en un beso que ésta vez efectuó sin pena, sus lenguas comenzaron a jugar, una especie de batalla que obviamente ganaba Hyo, pero no por eso se rendía, los gemidos de la película que seguían andando más mezclados a los propios le impulsaba a hacer cosas que nunca había imaginado, comenzó a succionar y mordisquear cuando tenía la oportunidad los labios y lengua de la mayor mientras llevaba sus manos a la espalda contraria y comenzar a acariciarla por primera vez, y de un momento a otro retirar su brazier, y dejar a la vista sus dos grandes porciones que no dudó en tomarlas para jugar, sonrojada las lamia por toda su extensión y de vez en cuando besaba, Hyo sonrió jadeando y relamió sus labios haciendo que la chica se recostara de nuevo.
—¿Quieres aprender, no? haz lo que yo, si quieres ir a más adelante.— Mencionó la peliroja mientras se levantaba para retirar la prenda que le faltaba, para sentarse de nuevo sobre el delgado y blanco cuerpo de la menor sin dejar su peso sobre ésta, pero esta vez dejando su trasero en su pecho, nuevamente abrió las piernas de la chica debajo de ella y se inclino para besar sus piernas e ir bajando hasta su ingle, la menor llevó sus manos a su trasero el cual veía muy bien y siguió la orden de seguir en lo que ella hacía, y al sentir la calidez de su boca en su ingle levantó un poco su cuello para llegar a la de la mayor e imitarla.
Ambas siguieron besandose y acariciandose, hasta que la mayor centró su atención en la vagina ajena, recibió un gemido ahogado, pero prosiguió, lamió sus labios vaginales y con su lengua jugaba en su clítoris, sus dedos le acaribiaban y todo esto le era devuelvo por la menor, humedeció lo suficiente sus dedos con los fluídos que desprendían de ésta para ayudar a introducir un dedo en su vagina, la menor se arqueó y detuvo sus acciones mientras casi sollozaba, un segundo dedo sin esperar a que estuviese preparada insertó haciendo que esta vez pequeñas lagrimas y gritos saliesen de los labios de Sunhwa, no fue mucho hasta que los comenzara a mover en su interior, primero como tijeras para expandir la zona, luego círculos, pequeños círculos, y por último los sacaba e introducía lentamente, la pequeña comenzó a moverse en un vaivén junto a aquellos dedos e hizo lo mismo en penetrar a la mayar, la cual no se quejhó solo gimió de placer. Y así estuvieron por un rato más hasta Hyosung se acomodó de nuevo entre las piernas de la menor sin retirar sus dedos, decidió de nuevo atender junto con sus dedos su boca, la llevó hasta su clítoris el cual comenzó a succionar sin descaro en lo que sus dedos la penetraban con la misma rapidéz y afán, dió y dió mientras ésta se retorcía de placer y pedía por más hasta que sus fluidos comenzaron a salir y su cuerpo se tensó completamente, con sus manos apartó la cabeza de la mayor sin poder abrir sus labios aún, dando leves ''brincos'' ya que las descargas de placer en su cuerpo seguían, lentamente Hyo retiró sus dedos de su interior y los lamió mientras se acomodaba delante de ella disfrutando de ver a su amiga en aquel estado.
Sunhwa extrañada le miró dudosa y se sentó sintiendo como su cuerpo aún temblaba.
—¿Y-y t-tú?—
—Me la debes para la próxima.— Le guiñó el ojo mientras tomaba frutas para vertirlas con chocolate y crema y comenzar a comerlas. —¿Gustas de una?—
—''Debe ser una broma ¿pasará de nuevo?''— Pensaba Sunhwa quedando algo impactada por todo lo que había ocurrido, pero a pesar de dudar, quería más y no acabaría allí, se sentó sobre el cuerpo de la mayor y comenzó a moverse, frotando los sexos de ambas mientras le sonreía.
—Vaya, que rápido se te va la verguenza.— Mencionaba con un hilo de voz la pelirroja mientras ayudaba a aquella fricción.
—Esto no cabará aquí mnnh.— Dijo por un lado la menor que se abalanzó sobre los labios ajenos para devorarlos y hacerlos suyos toda la noche, y mañana tal vez, hasta donde sus cuerpos que ardían terminaran por rendirse de cansancio.
~ Fin ~