Jaejoong despertó con el aroma de pan horneado y café, que perfecto despertar, cuando abrió los ojos se dio cuenta que estaba en la cama de su esclavo, hubo un minuto en el que trató de recordar el día anterior, cómo llegó y se envolvió en los brazos de ese hombre y sin mediar palabras tuvieron sexo. Tendría que estar enojado consigo mismo pero la verdad ya estaba cansado de negarse muchas cosas, se estiró en la cama y cerró los ojos para seguir durmiendo pero en ese momento se abrió la puerta entrando Yunho con una bandeja de desayuno perfectamente cargada de frutas, café, pan caliente, mermeladas y leche fresca. Quedó boquiabierto cuando vio la hermosa presentación.
-Qué bueno, por un momento pensé que se había ido antes de poder desayunar algo-Yunho le dejó la bandeja y se sentó en la cama esperando a que hiciera algún intento de acercarse a la comida, lo esperaba con una sonrisa que Jaejoong no quiso que perdiera, tomó un poco de aecafé y cortó un pedazo de pan, todo estaba tan delicioso que comenzó a comer con más ansias. La sonrisa de Yunho se ensanchó por ser capaz de complacer el apetito de su amo además tenía la oportunidad de compartir la mañana, si seguía complaciéndolo quizás…no, no se hacía ilusiones, no esperaba nada más que tener algunos minutos extras, el resto no tenía que importarle, no quería pensar en el futuro.
-Realmente está todo delicioso…gracias. –Dijo Jaejoong una vez que terminó de desayunar, en cuanto dejó la taza de café de vuelta en la bandeja se dio cuenta que no dudo ni un momento en comer lo que su esclavo le daba. Corrió los cobertores para cambiarse, entonces Yunho se levantó y se fue con el desayuno, al volver le trajo su ropa lavada y doblada.
-Gracias-Jae tomó la ropa y se empezó a vestir, Yunho se quedó sentado en silencio al borde de la cama con la cabeza gacha, algo que su amo notó- ¿Qué pasa?-Jaejoong se sentó a su lado una vez vestido. Yunho le mostró una mirada tan triste que afectó mucho a Jae.
-Amo…
-Jaejoong…puedes decirme Jaejoong
Yunho parpadeó un instante y su tristeza volvió a su rostro-Amo Jaejoong, cuando no está lo extraño mucho…-Jaejoong no podría estar más sorprendido si Yunho le hubiera tirado con el café encima y hubiera huido- sé que no debo exigir nada y no lo hago, yo solo quiero que sepa que lo extraño cuando no está, me quedo aquí solo pensándolo, y deseando que sea la hora en que pueda venir a verme. Solo quería que supiera eso…Se levantó dispuesto a marcharse cuando el tirón del agarre de Jaejoong le provocó que se detuviera. Tiró de él haciendo que se arrodille, le pasó las manos por el rostro aucándolo y lo besó profundamente cortándole la respiración. Se separó dejando un rastro de su saliva alrededor de sus labios rojos por los chupones que le propinó, volvió a acariciarlo esta vez con los pulgares en las mejillas, la piel de Yunho era más oscura que la suya sin embargo era suave y cálida, con los ojos cerrados podía notar lo largas que eran sus pestañas, volvió a besar pero esta vez fue mucho más suave al rozar los labios y explorarle la boca haciendo que sus lenguas se chocaras dejando un intercambio de sabores.
______
Taemin estaba teniendo un momento de egocentrismo frente al espejo, su cuerpo tenía más forma, estaba más hinchado, sus brazos estaban más marcado y su vientres estaba más definido, no podía creer que en solo un par semanas tuviera ya los resultados de su ejercicio diario con Changmin, aunque pensándolo bien como si fuera que no tuvo la exigencia suficiente cono todas esas horas de maquitas pesadas, sumado a un entrenamiento en pelea con espada, cuerpo a cuerpo y algo de artes marciales, las que se volvieron su especialidad de alguna forma, de repente todo su cuerpo era perfecto para esquivar y dar el golpe preciso cuando era justo. Eso quedó demostrado cuando la semana anterior logró derribar a Changmin, nadie daba nada por él sin embargo en el entrenamiento nocturno que le impuso el soberano se encontró tirándolo al piso, dejándolo fuera de combate con sólo un par de movimientos, al otro día fue el triple de rudo frente a todos pero a Taemin le quedaba la sensación de victoria privada. No importaba, siempre que Changmin lo miraba era tacita la ira contra él por esa vez que lo derrotó, para Taemin era como una medalla hecha de sentimientos.
-¿Qué estás haciendo?-Taemin se puso una túnica que tenía a mano y se tapó con ella mientras Changmin terminaba de entrar en su habitación. El soberano decidió por su cuenta tenerlo cerca para controlar cada aspecto de su vida así asegurarse los resultados tan presentes ahora, por eso lo mandó a tomar una habitación de su casa, estaban todo el día juntos, Taemin estaba empezando a preguntarse dónde comenzaba Changmin y dónde terminaba él. Por suerte no le tomó mucho tiempo acostumbrarse a que tenía que ser su sombra, por eso comían juntos, entrenaban juntos y pasaba cada instante del día respirando sobre el hombro de su soberano, todo esto no hizo que se consiguiera ninguna clase de amigos entre los hombres del ejército, al contrario, estaba seguro que ahora lo odiaban más, era el nuevo bajo el ala del soberano, si sólo supieran todo lo que sufría en esa posición, no había nada que envidiarle pero por otro lado estaba cómodo, se sentía bien, se sentía útil, por primera vez en su vida sentía que su vida tenía un rumbo.
-No estoy haciendo nada…
-Deja de perder el tiempo y ven conmigo, tenemos que practicar.
-Pero… ¿no acabamos de practicar?
Changmin le dio una de esas miradas significativas que Taemin aprendió a leer por las malas, esa mirada le decía que ahora mismo debía seguirlo o le pesaría. Agachando la cabeza caminó detrás de él sólo para chocarlo cuando éste se detuvo en medio del comedor. Cuando Taemin levantó la mirada frotándose la cabeza en donde se había golpeado quedó con la boca abierta, supuso que el golpe fue muy grande porque ahora alucinaba que había una gran cena desplegada sobre la mesa delante de él ,con velas y muchos cubiertos, todo de plata y comidas elaboradas de alta cocina.
-¿Qu-qué es esto?- Taemin intentó con todas sus fuerza no babear de lo delicioso que se veía todo.
-Esto es tu entrenamiento en modales.
-Mo qué?- “esa mirada de nuevo” pensó Taemin alejándose, Kyu apareció de algún lado y se sentó a un lado de la mesa, Changmin se dirigió al otro lado y la única silla que quedaba libre era en el extremo.
-Siéntate.-Gruño Changmin. Taemin saltó para ocupar la silla que le indicaba, pero al hacerlo Changmin se levantó enojado.- Deja de estar bromeando y hazlo bien.
-¿Hacer qué bien? No entiendo qué es lo que debo hacer…
-Para la misión necesitas aprender los modales de una dama, tu forma de actuar, caminar, comer, hablar, debe ser como lo hace una dama de la realeza, si fallas en algunos de estos aspectos, falla la misión- Explicó Kyu mientras se acomodaba una servilleta en el regazo.
- Pero yo no soy una dama, nunca he sido una dama y creo que nunca he visto a una dama…-Tanto Changmin como Kyu lo miraron, se miraron entre ellos en lo que pareció ser una conversación mental. En el momento en la que lo volvieron a ver sus miradas estaban determinadas a algo pero el pequeño no sabía a qué.
-siéntate despacio, acomoda tu cuerpo sobre la silla sin hacer tanto escándalo, mantén la espalda derecha, el mentón paralelo al piso.-Taemin lo intentó pero el resultado fue una postura rara e incómoda de ver.- ¡¡De nuevo!!-Otra vez parecía que tenía algo metido en sus entrañas y no lo dejaba moverse, Changmin lo reprendió mostrándole cómo hacerlo, le ató las manos, le acomodó la postura pero nada parecía funcionar, seguía pareciendo un pescado fuera del agua tratando de sentarse como una dama.
Después de varios intentos Changmin y Kyu estaban demasiado cansados, las velas estaban consumidas y la comida estaba fría, sin tocar. Taemin se mantenía con un perfil bajo, sin emitir sonido, sabía que sus mentores estaban enojados y cansados de él pero esta era una misión difícil.
-Bien tendremos que probar algo diferente. A ver, ven- Taemin fue hasta Changmin quien estaba de pie en medio de la habitación.
- Espalda derecha- el pequeño obedeció.
- Mentón paralelo al piso.- Nuevamente cumplió la orden
- Ahora camina…-Taemin daba zancasos largos como si estuviera saltando.
–Sin saltar! Camina con pasos cortos y delicados.- Cuando nuevamente lo intentó estaba logrando algún progreso pero de pronto lo sobresaltó las manos de Changmin apoyadas a ambos lados de su cadera. Inmediatamente se detuvo.
-No te detengas!, sigue caminando, yo te voy a guiar, siente el movimiento de mis manos.- Changmin estaba prácticamente apoyándolo por detrás, sus manos hacían un esfuerzo sobre su cadera para que la moviera haciendo un contoneo. Podía imaginar que su rostro estaba completamente sonrojado, se sentía raro, le llegaba el calor del cuerpo de Changmin, tenía su respiración prácticamente en la nuca y el toque de sus manos le producía un cosquilleo extraño. Tenía que concentrarse en lo que estaba haciendo y no en las extrañas sensaciones que le provocaba su mentor. Cuando Changmin subió una mano por el costado de su cuerpo se alejó instintivamente pero el otro lo detuvo, le levantó y le guitó el brazo de tal forma que parecía estar transformándose en una gacela, su brazo acompañaba el ritmo de su caminar. Al poco tiempo hizo lo mismo con el otro brazo, nuevamente se dejó guiar logrando el caminar que los mayores querían.
-Muy bien, recuerda que así es como debes caminar- Lo fue soltando para que el menor continuara con el movimiento- Ahora con ésta forma de moverte siéntate de nuevo, sin perder la postura ni la pasividad en los movimientos. - Al fin pudo hacerlo tal y como se lo habían explicado, pudo sentarse y se animó a mover las manos para tomar los cubiertos, ambos mayores asentían en aprobación.- Toma este cubierto y come sin perder lo anterior. - Así lo hizo y logró mantener el ritmo de sus movimientos. Changmin le sonrió y le puso una mano en el hombro, Taemin se sentía tan bien de que por fin pudo avanzar que le devolvió la sonrisa, el momento se cortó cuando Kyu tosió y ambos enfocaron su atención en él.
-Continuamos o quieren seguir sonriendo satisfecho por simplemente aprender a caminar y sentarse, recuerden que deben saber el protocolo de los cubiertos, sin mencionar que debe aprender a hablar como mujer, utilizar el vestuario y aprenderse toda la información necesaria para pasar como una señorita de sociedad. – Changmin se alejó y a Taemin se le borró por completo la sonrisa de victoria que tenía.
- Es verdad, no podemos festejar, queda mucho por delante.
Taemin se tiró sobre la cama, estaba tan agotado que ni siquiera se sacó el vestido. Mirando al techo resopló, pensaba en las malas decisiones que tomó en la vida para que ahora estuviera vestido con una túnica rosada llena de moños y flores de color celeste pastel, lo peor de todo era saber lo que era un celeste pastel, después de todo Kyu era el que insistía que supiera sobre temas tan triviales como fiestas de té, ropa fina y cara, hombres que ahora tenía fama de ser buenos esposos, no era algo que quisiera saber pero dentro de todo se sentía que estaba trabajando en una misión importante que requería su completa transformación, eso le daba las fuerzas para seguir. Levantándose empezó a desvestirse para darse un largo baño y sacarse de la mente todo lo que sea rosado y de mujer.
-Taemin, necesito que…- Changmin se quedó congelado ante la imagen del pequeño completamente desnudo a mitad de sacarse un vestido. Tenía el trasero descubierto y de espaldas medio inclinado hacia adelante.- Perdón- Changmin se quedó un rato pegado al piso hasta que pudo empezar a caminar para retirarse. El color le subió a la mejilla mientras caminaba a toda prisa, por alguna razón esta situación era diferente a la infinidad de veces que vio a sus hombres desnudos, compartió toda su vida con hombres pero el pequeño aún no estaba formado como un hombre, sí sus músculos eran más marcados pero su piel era tersa, blanca y suave, sin ninguna cicatriz ni mancha. Al salir se tropezó con Kyu quien le empezó a decir algo pero Changmin no se detuvo hasta que salió del campamento por completo
Esa noche Changmin soñó con una piel tersa, delicada y tersa pero sabía que no era de una mujer y lo más extraño fue que eso no le molestaba.
___
Yunho sonreía de oreja a oreja, su felicidad era plena por poder compartir un día completo con su amo. Jaejoong se quedó con el esclavo, ese día no tenía mucho que hacer más que planear su contraataque en caso de que la situación en la frontera resurja y empeore. Pero al final de todo la estaba pasando bastante bien, después del desayuno tomó un baño y salió a caminar por idea del esclavo, ahora estaban disfrutando de un hermoso día recostado en un árbol leyendo, con Yunho en su regazo. Era un momento tan cómodo de y de tanta tranquilidad que no tenía ningún pensamiento en la cabeza, su mente estaba en blanco, un blanco perfecto.
-Amo, está preocupado.
-Decime Jaejoong…-Se sonrieron.
-Amo Jaejoong, lo noto preocupado, ¿pasa algo? ¿Le molesta mi compañía?
-No…no es eso, sólo estoy pensando.- Yunho guardó silencio, como siempre Jaejoong pensaba que no le preguntaría nada más. Él nunca se metía en sus asuntos.
- ¿por qué? ¿Pasó algo?
Jaejoong dudó en hablarle de algo tan delicado pero no veía ningún riesgo en contárselo.
- Atacaron un pueblo cercano.
-Oh…
- Bueno no tan cerca de aquí, pero cerca de donde yo estoy hubo una horrible matanza. Muchos niños murieron, se llevaron a muchas mujeres. El temor de los que quedan es no saber si van a volver o no. Eso me preocupa…
-Eso es horrible… me imagino lo que la gente debe estar sintiendo, la incertidumbre, el temor, espero que pongan mejores vigilantes porque de ellos depende todo eso.
-¿cómo? ¿Vigilantes?
-Sí, esos hombres que están alrededor de los pueblos que ven venir a los extranjeros.
-No recuerdo que mencionaran algo sobre eso, pero asumo que habrán muerto.
-Eso es terrible… Y ¿hay algo que yo pueda hacer?
Jaejoong le sonrió y lo besó.- Creo que no directamente pero podrías hacerme sentir mejor…distraerme.
-Creo que eso si lo puedo hacer- Yunho se levantó, poniéndose de rodillas le rodeó la cintura atrapándolo contra el árbol, le dio un beso tan profundo que provocó un mareo en Jaejoong, éste atinó a aferrarse con fuerza de la espalda del esclavo. Le atrajo el cuerpo necesitando ese peso sobre él, mientras fundían sus labios intercambiando sus sabores. Poco a poco fueron cayendo hasta recostarse en el pasto, finalmente el peso de Yunho cayó sobre Jaejoong provocándole un jadeo que separó sus labios, aprovechando Yunho bajó por su piel besando su cuello, lo succionó con cuidado a tal punto que apareció una mancha rojiza sobre la base de su cuello, siguió haciéndolo hasta producir un camino completo que terminaba justo sobre el pezón derecho.
La boca de Yunho le provocaba temblores por todo el cuerpo, era un experto en sensibilizar cada terminación nerviosa. Lo tomó del pelo mientras le tironeaba la tetilla, hizo que inmediatamente levantara la cadera para rozar sus entrepiernas eso solo avivó más el deseo, desesperándose por ser poseído le tomó el pene y lo dirigió directo a su entrada dándole la bienvenida a su cuerpo, el dolor se diluyó por una capa de placer inimaginable cuando consiguió ser llenado por Yunho. Él solo lo dejó hacer concentrándose en estimular su pecho con la lengua. Jaejoong tomó agallas para cambiar de lugares subiéndose sobre Yunho, empezó a moverse a su gusto estando inclinado para que el esclavo siguiera mordiendo sus tetillas, mientras él se movía de adelante hacia atrás, sintiendo cada centímetro del otro llenando su interior, raspando sus entrañas y chocando precisamente contra su punto débil, se acercaba cada vez más al orgasmo pero no fue hasta que Yunho le agarró de las nalgas y tiró con fuerza de él de tal manera que su pene dio de lleno contra su próstata haciéndolo abandonar su cuerpo en un éxtasis de satisfacción plena acompañado por el esclavo quien expulsó su cálido semen en su interior al mismo tiempo. Ambos se quedaron inmóviles, sus cuerpos estaban tan sensible que un solo movimiento los tenía siseando de tensión.
Jaejoong se relajó por completo en los brazos de Yunho mientras éste lo peinaba suavemente, el único sonido entre ellos era la brisa que chocaba y acariciaba sus cuerpos desnudos al aire libre, pero ninguno de los dos tenia frio, ambos estaban envueltos por la calidez del otro, se encontraron mirándose con una media sonrisa en el rostro, satisfechos, con una sensación de tranquilidad y seguridad que ningún había experimentado antes, algo que en el fondo les hizo crecer un temor porque todo esto acabara de un momento al otro.