Tenía que dejar de estar tan nervioso, así nunca lograría cumplir esta misión. Taemin se acomodó el vestido sentándose derecho sacando pecho cómo había aprendido de Kyu, el trabajo del mayor sobre él era impecable, llevaba puesto un traje largo color celeste pastel, la tela que tenía mucho vuelo y algunos moños. Las mangas eran ¾ a hombro medio descubierto por lo que tenía que estar todo el tiempo acomodándoselo para que no se le bajara, pero fuera de eso no tenía otro inconveniente con su trabajo encubierto, eso era por ahora, porque estaba dentro de una carreta cerrada, la gente sólo se asomaba a ver porque reconocían que era de Changmin pero no lograban ver nada dentro de ella. Nuevamente se acomodó el vestido, temía arrugarlo y que lo retaran pero era imposible mantenerlo porque la carreta se movía para todos lados, por su parte Changmin no decía ni una palara, o lo había hecho dese que emprendieron viaje, él tampoco quería hablar porque no tenía nada que decirle, prefería ese silencio medio incomodo que hablar de algo entre ellos. No podría responder claramente si surgiera la conversación de sus sentimientos. Se limitó a mirar por la ventana y admirar el paisaje ignorando todo lo demás.
Changmin no dejaba de fruncir el ceño, apenas salió del campamento supo que cometió un error al traer a Taemin. ¿Cómo no había sido consciente de que si salía tendría que hacerlo con Taemin vestido de mujer!? Ahora su reciente blanco de obsesión y revolución hormonal lucía un escote pronunciado, y dejaba expuesta demasiada piel para soportarlo. Precisamente esa era la razón por lo que no podía moverse de esa posición, si siquiera llegaba a verlo saltaría sobre él como un león sobre su presa, ya demasiado se reprimió cuando el menor inconscientemente llamada la atención al vestido que se resbalaba por su hombro, ¿Cómo podría soportar lo que quedaba de este viaje si seguía teniendo tanta tentación a su alcance? El asunto no era sólo la tentación sino que no tuvo mejor idea que traer a uno de sus soldados con él para que manejara la carreta, eso significaba que no podía hacer un movimiento sin arriesgarse a que ese soldado se entere de todo y eso definitivamente sería su fin. Por eso decidió ignorar todo, concentrarse en el camino y dejar todo pensamiento sexual lejos de su mente, aunque cualquiera diría que eso era ahora una tarea difícil para él.
Una vez en la entrada del mercader este salió a recibirlos, se inclinó lente de Changmin, él presentó a Taemin como su acompañante. Cuando el mercader le dedicó una mirada lujuriosa a Taemin, Changmin tuvo que usar su autocontrol y apretar los puños para no sacarle los ojos al hombre. Completamente ajeno a ello Taemin realizó una excelente reverencia digna de una reina, se movió, sonrió y encantó a todos a su alrededor con una voz dulce y a la vez insinuante que solo podía describirse como una briza mentada. Changmin estaba gratamente sorprendido de que recordara cada detalle de lo que Kyu le enseñó, incluso tenía algunos trucos que parecían ser de su propia autoría. Como todos los demás siguieron a Taemin al interior de la residencia como si estuviera atrapado por un hechizo, pasaron a mostrarles sus habitaciones, el mercader le ofreció una habitación individual para Taemin pero Changmin se apresuró a hacerle saber que dormiría con él. Después de eso estaba bastante satisfecho consigo mismo, no tanto Taemin quien lo siguió dentro de la habitación con el rostro completamente rojo de furia.
-¿Qué es esto? ¿Acaso era necesario que le hicieras creer a todos que soy tu amante?
-Sí, era muy necesario~
-Aghh eres un idiota. Y ni pienses que voy a dormir en esta habitación contigo, antes prefiero hacerlo con cualquiera de los que viven bajo este techo!-Así salió de la habitación dando un portazo, sin poder detenerlo Changmin se recostó. Las palabras del menor le preocupaban, no porque creyera que dormiría con otro sino porque parecía que Taemin ni siquiera estaba pensando en la posibilidad de estar con Changmin. ¿El menor no lo veía de esa forma? Tenía que obligarlo, así Changmin empezó a fraguar un plan para seducir a su aprendiz.
Taemin caminaba por un frondoso jardín interno, estaba completamente fascinado por la variedad de flores que se encontraban allí. A pesar habiendo vivido en medio de un bosque toda su vida nunca tuvo tanta variedad de colores como este jardín. El aroma que se desprendía de cada flor llegaba a sus sentidos y se acercaba cada vez que alguna le llamaba la atención. Pensó estar disfrutando de aquello sólo pero pronto se dio cuenta de que no era así. Al final del camino estaba el mercader observándolo de una manera que lo incomodaba, no obstante le sonrió amablemente e intentó seguir su camino pero al pasar a su lado este lo tomó del brazo, la mirada de reprobación de Taemin fue suficiente para asustar al hombre y disculparse.
-perdone mi atrevimiento, quería preguntarle si le gustaba alguna de las flores.
-Todas son muy bonitas-
-en ese caso puede escoger una variedad yo mismo se la prepararé para que se la lleve.
-se confunde señor, yo no tengo dinero, sólo vengo a acompañar a mi señor en esta transacción.
- señorita, sería un regalo de mi parte, por adornar mi casa con su presencia espero que acepte un ramo de rosas. -el hombre hizo un paso hacia Taemin pero antes de que algo más sucediera Changmin apareció detrás de él.
-Dijiste que tenía algo que hablar conmigo no es cierto?
Notablemente asustado se dio vuelta mostrando una sonrisa –si
-entonces vamos, ya que sólo nos quedaremos hasta que terminen de cargar nuestro encargo, bien temprano nos marcharemos.
-Entiendo. Entonces pasemos a un lugar más cómodo.- se dirigió a la salida pero antes de irse pudo ver a Changmin abrazando a Taemin por la espalda.
-no te pierdas nuevamente preciosa, sino te extraño y salgo a buscarte…-La voz de Changmin escondía un poco de preocupación y otro poco de enojo.
-lo siento mi señor, me asegurare de quedarme a su alcance. –Dijo separándose de él. Changmin le besó la mejilla y muy bajo le susurró.
- espérame en la habitación.
Obedeciendo a las indicaciones de Changmin, Taemin se encontraba en la habitación del mayor acomodando su vestido para presentarse a la cena. Estaba muy emocionado por cómo estaban saliendo las cosas, no solo había logrado engañar a todos sino que los tenía comiendo de su mano, para la casa él era una dama, aunque después de la actitud de Changmin seguramente lo veían como dama de compañía, se ponía que al menos se viera como una muy cara de esas que sólo aparecen al lado de los soberanos en los desfiles. Aunque internamente se golpeaba por estar orgulloso de que lo vieran como mujer, se consolaba diciendo que sólo era un disfraz en el que trabajó tanto que tuvo buenos resultados. Y con ese fin seguía sacando hasta el último de sus trucos, en este caso era lograr que la mayor cantidad de armas queden escondida entre sus ropas. Un pequeño cuchillo guardado en la costura de su espalda en donde se unía el vestido era un invento de él, supuso que encontraría la forma de practicar cómo usarlo en algún momento.
Era un poco difícil pero poniendo sus manos atrás de cierta forma lograba alcanzar el cuchillo, el problema era que no lograba maniobrarlo con éxito, se acomodó inmediatamente cuando sitió la puerta abriéndose, tomando una posición femenina sentado en la cama observó como Changmin entraba, apenas le dirigió una mirada, sólo se sacaba el cinturón y un chaleco de encima y lo dejaba sobre un buró. Taemin se levantó e iba hacia la puerta pero Changmin lo detuvo, sin decirle nada lo miró de arriba abajo inspeccionándolo como si buscara algo.
-¿Estas bien? ¿Te hizo algo?
-¿ShinYongJae?-Changmin asintió- No, no me hizo nada, sólo hablamos de las flores- Esa era la verdad, pero Taemin no era tonto, y vió las segundas intenciones en los ojos del mercader, aunque no podía contárselo a Changmin, obviamente estaba buscando una razón para golpear al hombre y si lo hacía la misión acabaría allí sin ningún resultado.
-En ese caso…-Lo soltó y se llevó un puñado de ropas, antes de entrar al baño le dijo- Me voy a bañar, no salgas de aquí que tengo algo que decirte.
Changmin tardó mucho en bañarse, Taemin se estaba aburriendo tanto que iba a desobedecer sus órdenes levantándose y saliendo de allí pero justo en ese momento la puerta del baño se abrió revelando a un Changmin semi desnudo. Sólo llevaba una toalla alrededor de su cadera y con otra se estaba secando el pelo. Algo dentro del pequeño se dividió entre el estupor, a lujuria, la necesidad de correr hacia Changmin y la urgencia de salir de esa habitación y correr sin mirar atrás. Pero ninguna de esas opciones fueron posibles porque su cuerpo no respondía, siempre pasaba lo mismo cuando estaba con Changmin, como si él ya no ejerciera suficiente influencia consiente sobre él ahora inconscientemente su cuerpo se negaba a escuchar ordenes de su dueño.
Changmin era completamente consciente del efecto que había causado en su pequeño aprendiz, sonreía dándole la espalda mientras buscaba con mucha tranquilidad su ropa interior, pese a que se llevó la ropa al baño sabía que no encontraría nada allí así que tendría que pasearse delante del pequeño un poco más. Poniendo un dedo dentro de la toalla en su cintura justo en el punto en donde esta se ataba se dirigió a la cama en busca de algo que sabía que no estaba allí. Admitía con todo su desagrado que ese era el plan más idiota para tentar a Taemin pero era lo que creyó que sería más efectivo, después de todo sólo necesitaba plantar la semilla del deseo en el menor, el resto correría por su cuenta, un plan infalible siendo que Changmin tenía plena confianza en su cuerpo y sabía cómo usarlo. Muchos lo envidiaban por su fama de ser un cuerpo escultural, el ideal de toda mujer y hombre, seguramente el pequeño no sería la excepción.
Una vez que Taemin dejó de estar en un estado de alerta, luego de hacer cortocircuito nadando sobre un más rosado con corazones rojos, se pudo preguntar internamente “¿Por qué esta Changmin casi desnudo delante de mí?” No era que se estuviera quejando, claro que era una linda vista pero no entendía si había razón para aquello, tampoco entendía si debía haber una razón. El razonamiento de Taemin se profundizó preguntándose si era por saber los sentimientos que existían entre ellos que Changmin tan desconfiadamente se mostraba delante de él, después de todo también era un hombre y ahora mismo ese hecho se estaba haciendo notorio, debajo de su vestido se estaba levantando un campamento. En cuanto lo notó trató de taparse pero gracias a su torpeza se golpeó demasiado fuerte provocando un jadeo extraño.
Completamente ignorante dela situación de Taemin, Changmin pensó que ese sonido lo había causado la impresión de verlo, por eso tomó el coraje de acercarse como un león a su presa, atrapando al Taemin apoyando las manos sobre el colchón a los costados de su cuerpo lo enfrentó cara a cara. Taemin no tardó en rodear su cuello y jalarlo sobre la cama, haciendo que caiga sobe él. Taemin juntó sus labios y se separó haciendo una pequeña aspiración para volver a sumergirse en su boca, sentía la respiración de Changmin acariciándole la mejilla mientras se humedecían sus bocas saboreándose. Metió ambas manos en el cabello de Changmin y lo jaló contra sí, éste sintió el tirón y movió la cabeza en otra posición respondiendo con un mordisco suave, el cuerpo de Changmin se friccionaba con fuerza contra el menor lleno de ansia o deseo vehemente de conseguir un contacto más íntimo.
Taemin se entregó a la pasión dejando que las manos de Changmin recorrieran su cuerpo hasta que no podía más y solo empujó lejos de él colchón cambiaron de posiciones, Taemin se acomodó sobre la cadera de Changmin, allí se movió de adelante hacia atrás haciendo que sus miembros se rocen, aunque su vestido era vaporoso, la tela era fina y podía sentir completamente el miembro de Changmin que estaba en el mismo estado que el suyo, aun así le parecía poco, por suerte la fricción estuvo de su lado cuando la toalla de Changmin se desató y con ella el paraíso de percepciones sensoriales. Taemin se sostuvo de los hombros del mayor haciendo que se hundieran en la cama por el peso, de allí se pudo mantener firme para intensificar sus movimientos, en la vorágine del momento se corrió el pelo para un costado y besó a Changmin con todo el deseo que corría a través de él, sus labios no le dieron descanso con cada beso violento. Fue entonces cuando llamaron a la puerta y una voz anunció que era la hora de comer, ambos respondieron con un gemido gutural que fue suficiente aviso para la persona del otro lado de la puerta. Muy a su pesar el haber sido interrumpido apagó un poco la pasión, los besos se hicieron más suaves con intervalos más largo entre ellos, ambos dejaron de moverse para darle a sus cuerpos el respiro necesario.
Changmin le corrió el cabello para atrás a Taemin y este en respuesta lo besó en los labios y sonrió.
-¿Tenemos que asistir a la cena?
-No, podemos faltar…
-Si lo hacemos no podré probar mis habilidades…
-Yo puedo hacerte una especie de examen- Murmuró Changmin acercándose al cuello del menor creando un camino de besos sobre su piel.
-Me gusta la idea pero…igual vamos-Taemin se separó sonriendo y fue el primero en salir por la puerta. Changmin quedó tirado en la cama aturdido, desnudo, excitado y mojado en más de un sentido.
La cena transcurrió sin problema, la conversación fue amena, Taemin monopolizó por completo cada tema que surgía ansioso por probar el buen vocabulario que Kyu se esforzó por hacerle entender, ese en el que se dicen las cosas con doble sentido dejando pensar a la persona que uno ha vivido el mundo. Al terminar ShinyongJae ofreció que todos tomaran una copa en la biblioteca pero cuando se dirigían a hacia allá Taemin recordó que dejó algunas de sus armas arribe de la mesa en su habitación, se preocupó porque alguien las encontrara e hicieras preguntas al respecto o peor que sospecharan de sus intenciones en la casa, por eso el menor se disculpó por unos momentos. Changmin y el mercader lo esperaban en la biblioteca, el mercader tenía una botella de vino preparada la cual ofreció a Changmin, en medio de una corta charla Changmin empezó a sentirse mal, tenía los efectos de haber bebido mucho pero puesto que sólo había consumido media copa y dada su alta tolerancia al alcohol no tenía una explicación para sus síntomas excepto que el mercader lo había envenenado con algo. Efectivamente el hombre sonreía mientras Changmin se deslizaba por su silla y caía al piso, arrodillándose a su lado manteniendo la malicia en su rostro le susurró. –Gracias por hacer tan fácil conseguir mi pago por los cargamentos que tus hombres me robaron, prometo que me cobraré cada moneda de oro del cuerpo de tu preciada compañera- Los ojos de changmin se agrandaron por escucharlo, se forzó a sí mismo a levantarse pero fue inútil. Viendo como el mercader se iba caminando a paso lento disfrutando la tortura que generaba en Changmin saber lo que iba a pasar lo llenó de una ira incontrolable, quería dominar su propia biología para tener la fuerza de levantarse en ese momento y matar a ese hombre.
Taemin tuvo un mal presentimiento al salir de la habitación pero no reaccionó a tiempo para evitar que alguien detrás de él le sujetase los brazos en la espalda y lo lleve contra la pared. No podía ver a su atacante y parecía que no tenía la fuerza suficiente para liberarse de su agarre. De pronto una voz susurrante le habló al oído. – Te prometo que si eres una buena chica no te lastimaré tanto- Pero Taemin no lo le hizo caso y se sacudió para liberarse lo que provocó que el agarre de su atacante se intensificara. – Tienes razón en pelear, no pienso soltarte hasta cobrarme por cada entrega que perdí por culpa de tu señor.- Ahora su atacante lo con una sola mano mientras que con la otra le mostró un cuchillo atravesándolo por su rostro. – Te conviene que te quedes muy quieta- De pronto pudo sentir como se restregaban sobre su trasero, acto que le provoco asco, repulsión y rechazo pero no podía moverse sin que se le enterrara el cuchillo en el cuello, ya podía sentir como gotas de su sangre se resbalaban por la hoja. De pronto sintió algo puntiagudo contra su trasero, su atacante ahora tenía su pene afuera y estaba presionándolo contra él. No pudo aguantar ni un segundo más, trató de empujarse fuera de la pared pero el cuchillo se hundió profundamente en tu cuello y el dolor le quitó todas las fuerzas. – Te dije que no lucharas, tranquila, ya viene lo bueno- Le retorcijón el brazo tras sus palabras y todo lo que sintió Taemin fue una correntada en sus piernas que le avisaba que estaba desnudo, no quería que este hombre lo toca como lo había hecho hasta ahora encima sin tener ninguna ropa entre ellos, fue entonces cuando recordó el cuchillo que tenía en su vestido, justo en su espalda donde estaban sus manos. Con toda la adrenalina del momento corriendo por su cuerpo se dio solo una oportunidad para salir de situación, se forzó los brazos hasta alcanzar el cuchillo, una vez en sus manos usó todas sus fuerzas para despejarse de la pared, dando un giro con el cuchillo bien sujeto en su mano izquierda lo sostenía hacia arriba así fue que atravesó la garganta del mercader, de pronto este se llevó las manos a su cuello liberándolo, entre los dedos corría sangre a borbotones pero Taemin no le prestó ni un minuto de atención.
Corriendo desesperado Taemin iba de vuelta a la planta baja, llegó a la biblioteca donde entró deprisa llevándose la sorpresa de ver a Changmin tirado camino a la puerta, el corazón se le detuvo por un momento, en su mente susurraba una y otra vez la misma plegaria mientras avanzaba por la habitación “no estés muerto por favor, no estés muerto”