Capitulo 1: Flor de loto.
Ya habían comenzado las clases y todos los alumnos del colegio Bariti corrían de un lugar a otro felices de volver a ver a sus compañeros después de unas largas vacaciones
A excepción de un jovencito de ojos grandes y pelo negro el cual se notaba impacienté.
-¡Garrón!-grito el pelinegro, corriendo a los brazos de su más grande protector y amigo.
-¡Enrique!-grito un joven alto, de piel blanca y ojos negros el cual acepto el abrazo del otro-te extrañe demasiado.
-Garrón necesitaba tanto un abrazo tuyo.
-Somos dos-Garrón estrecho mas fuerte al muchacho, mientras sentía ese aroma a vainilla con canela que siempre espiaba en el pelo del otro, era un aroma tan agradable, se sentía tan feliz, tan completo al abrazar a su pequeño amigo, se sentía alegre cada vez que lo abrazaba, pero a la vez triste y desolado por no tener el valor de poder confesarle sus sentimientos, podría parecer raro pero Garrón estaba completamente enamorado de Enrique sin poder confesarle lo que sentía por temor de lo que el mundo podría decirle.
-Garrón…-dijo el pelinegro tratando de llamar la atención del otro el cual no le soltaba.
-¿Qué pasa Enrique?
-Nos observan.
Y en efecto todos los estudiantes, maestros y padres se encontraban perplejos con la mirada fija en ambos pelinegros los cuales llevaban casi diez minutos abrazados.
-Lo.. lo siento- lo soltó-pero vamos hombre en realidad t importa el que nos miren-se agacho para poder ver los ojos del otro y es que para tener catorce años Garrón era bastante alto por lo cual Enrique le llegaba a los hombros y también la razón por la cual Garrón siempre llevaba en brazos al pequeño de 1.60 de estatura-después de todo somos amigos, ¿no?.
Enrique se puso nervioso al ver a su amigo tan cerca de el y mirándolo fijamente a los ojos, sentía que sus mejillas le ardían cada vez que la respiración del otro chocaba con ellas, no podía aguantarlo más, se comenzó a acercar lentamente a la boca del otro pero justo sonó el timbre.
-¡Tocaron!-uf! Salvado por la campana, pensó mientras salía corriendo siendo perseguido por su amigo.
-¡Ven acá Enrique todavía no terminamos de conversar!
-Trata de alcanzarme idiota.
Enrique se encontraba corriendo, aun con las mejillas rojas por la excitación del momento y el cansancio que le producía el estar corriendo sin rumbo, es que aunque le costara admitirlo le gustaba Garrón y no podía negarlo, le encantaba tenerlo cerca ya que después de que su padre le digiera que el estar con alguien de el mismo sexo era uno de los mas grandes pecados, tenia miedo de lo que pensaran los demás después de saber lo que el sentía por uno de sus mejores amigos.
-¡Enrique!-grito l muchacho de pelo negro el cual después de alcanzar a su presa se tiro en sima de ella-NO VUELVAS A ESCAPAR DE MI-lo dijo con un tono algo histérico pero luego le toco la nariz y pego la cabeza del otro en su pecho.
-Ga.. Garrón-el jovencito de 1.60 de altura tenia un tono carmín en las mejillas, le costaba respirar y sentía un hilo en la garganta, los nervios transcendían, pero a pesar de todo era un momento único, ya que el estar corriendo sin rumbo lo guio hasta un campo cubierto en flores amarillas-puedo escuchar tu corazón-se sonrojo aun más, sentía que todo era perfecto, podría vivir así, escuchando el latir del otro, rodeado por sus brazos en un mar de flores amarillas, no sabia si ese momento podría ser más perfecto.
-Enrique…-Garrón se encontraba decidido, este era el momento de decirle la verdad de una vez por toda-Enrique yo, ete, bueno, amm.. veras-estaba nervioso, las manos le sudaban, no sabia como iba a reaccionar el otro, pero estaba seguro que lo mejor seria decirle de una vez por todas la verdad, no quería vivir toda su vida siendo un cobarde pero cuando estuvo a punto de seguir hablando el otro lo interrumpió.
-Estoy enamorado……
-Ahh..?-sentía su corazón echo pedazos, quería gritar, llorar, tirarse al piso como un niño despavorido pero solo pudo hacer una cosa-¿de quien?-preguntar.
-Veras…-sus mejillas se tiñeron de carmín-cuando estamos juntos me siento raro, me pongo nervioso, me sudan las manos, además cada vez que me miras siento que mi corazón se aceleran y cuando me abrazas siento que si pudiera estar siempre en tus brazos todo seria perfecto-Garrón se le acerco lentamente poniéndole un dedo en la boca en señal de que no digiera más.
-No sabes lo feliz que me hace el saber eso- y era cierto sentía que la felicidad lo invadía, tenia la necesidad de gritarle al mundo que amaba al joven que se encontraba a su lado y que ya no le importaba lo que las personas piensen, pero prefirió decirlo calmadamente y en simples susurros-te amo y creo que esto no esta bien pero ya no importa pues ahora se que me amas tanto como yo a ti.
-No se si sea tan importante la opinión de las personas.
-Mmm..-Garrón saco una flor blanca, sus hojas formaban una especie de escalera, tenia el centro de un lindo color amarillo y se encontraba protegida por una cajita de cristal-toma, la vi en una tienda el otro día y me acorde de ti- se le acerco un poco.
-Aww es tan linda, ¿que tipo flor es?.
-Es una flor de loto-se le acerco aun más y lo beso, le dio uno de esos besos dulces, uno de esos besos que no quieres que nunca terminen-te amo y creo que un día sin poder escuchar tu voz seria la mas horrible tortura.
-te amo y creo que esto esta bien aunque todos piensen lo contrario-Enrique estaba feliz se sentía como una persona nueva, se sentía como el ser humano más feliz del mundo sin importarle nada, queriendo estar con el de todas las formas que fueran posibles pero en ese momento no pudo hacer nada mas que besarlo.