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Our way por Aki-Sadie

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Notas del capitulo:

De esas pocas ocasiones cuando tus manos escriben sin que te des cuenta...

Así fue esto.

 

 

<<Un día más, un día más en estas cuatro paredes y un día más de nuestras unidas vidas discutiendo como ya es costumbre. No existe día en que tú y yo no estemos conformes o en acuerdo con algunas decisiones; ésta es nuestra vida.>>

 

- ¡Vete a la mierda, Akira! Siempre es como tú quieres, siempre se tiene que hacer lo que tú quieras... ¡Estoy harto! -

 

- ¿Lo que yo quiero? ¡¿Lo que yo quiero?! -Se levanta empuñando su mano, golpeando la mesa con alteración-. Eso debería de decirlo yo... eres tú el que no pide opiniones, sólo se hace lo que tú determinas, así que no me vengas con tales estupideces...

 

- Estupideces... -asiente-. Bien, imbécil, entonces haz lo que se te venga tu puta gana... -en su mano contaba con algunos papeles, los cuales, tiró a la gran mesa sin cuidado mirando al mayor con reproche, saliendo del lugar azotando la puerta. 

 

 

<<Así es, cada día, por muy mínimo que sea el problema, haces y prosigo en hacer un escándalo como hoy. No sé por qué no simplemente me detengo y te dejo hacer lo que quieras... No, tengo orgullo y opinión, jamás aceptaré que me equivoco o aceptaré algo que no me gusta, de esa igual manera es él, Mao, somos iguales, casi iguales y eso nos hace chocar y estallar en muchas ocasiones. >>

 

 

Al verlo salir el bajista simplemente bufa y se deja caer en el asiento del que se había levantado molesto. Mira los papeles y trata de relajarse, si seguía pensando en tal tontería podía estallar nuevamente... era mejor así, se calmaría y después hablaría con él como persona decente y civilizada.

 

Mientras tanto, el vocalista caminaba con furia ya a las afueras de la compañía, estaba enojado, tanto que no podía razonar ni siquiera a dónde iría o qué dirección había tomado, no le importaba, el punto era alejarse lo más pronto antes de que todo se le fuese de las manos.

 

- ¡AAARG, ESTÚPIDO! -Gritó al medio de la nada sin dejar su paso, no sabía si se lo había dicho a su compañero o al él mismo por ser tan mimado. Ahora sólo deseaba calmar su coraje y descansar su mente. Siempre era lo mismo, ¿sería lo mismo al final del día como en cada discusión? ¿Y si el bajista se había al fin fastidiado? Negó con fervor apretando sus ojos. <<Cálmate, Mao, tranquilízate>>, se decía a sí mismo.

 

Debía pensar que sería como siempre, discutían y al final del día se amaban de nuevo. Punto. 

 

<<¿Por qué eres así, Aki, por qué eres como yo y por qué soy como tú...? Somos tan parecidos y a la vez tan diferentes. Tenemos  diferentes gustos, diferentes estilos de vivir la vida, pero a la vez, tenemos por igual un temperamento explosivo, una actitud fría, unos modismos secos, sólo nos importamos nosotros mismos y... nos importamos el uno al otro... Supongo eso también podría ser algo igual, sólo eres tú la única persona que protejo y amo, así como lo haces conmigo, me proteges y me amas ahora aún después de tantos años... Es eso lo que nos mantiene juntos, ¿cierto?

 

Me he puesto a pensar en por qué soy el que inicia todo, ¿lo haré por que te molesta? ¿Lo haré para llamar tu atención y así poder amarte sin vergüenza al final? ¿O tal vez porque me encanta ver que  te tragas tu orgullo por mí? Está bien, sí, lo hago por todo eso, lo hago porque me derrite verte llegar y que me pidas que te perdone, que harás lo que yo quiero y que por favor ya no siga enojado contigo, y lo mejor de todo, que me hagas el amor con pasión como recompensa de tus tonterías y terquedad, y entre gemidos te digo que sí, que te perdono, y que no pares, que no pares de amarme nunca porque soy capas de matarte y matarme a mí mismo... Sonrío como imbécil ahora, ya quiero llegar y que llegues, ya deseó que me ames...>>

 

 

Llega a casa, después de estar casi todo el día solo ya que su pareja se había ido y dejando todo el trabajo sobre él. Suspiró, que más daba, siempre era así, acostumbrado ya estaba que no le molestaba. Había querido terminar pronto, quería llegar a casa porque no podía dejar de pensarle... Maldita sea, cómo le odiaba, le odiaba por no sacarlo de su cabeza cuando necesitaba concentrarse en el trabajo, lo odiaba porque con sólo imaginar su tonto rostro perfecto el corazón le palpitaba a punto de imaginarse que sería un paro cardíaco, le odiaba por esas ocasiones que soltaba su nombre al aire sin darse cuenta de hacerlo sino hasta que ya lo había hecho. No podía seguir así, necesitaba escuchar su perdón y besarle, hacerle suyo y no más.

 

Dejó su bolso sobre la mesa, sonrió de lado ya que ahí estaba el del vocalista, dejó sus llaves, móvil y demás cosas de los bolsillos de su pantalón, se quitó la chaqueta negra y la dejó en el respaldo de la silla, ¿dónde estaría? Llegó a la recámara de la casa que compartían, la que les pertenencia a ambos desde años atrás pero ahí no se encontraba, hasta que se dio cuenta de que se escuchaba la regadera, <<el baño>>, susurró. Sonrió de lado y se sacó el calzado junto a la playera negra que llevaba al momento dejándola en la cama, se acercó a la puerta y ésta se abrió sin problema, ¿lo esperaba? Tal vez. Se adentró al cuarto de baño y pudo ver su cuerpo desnudo a espaldas de él, veía que tallaba su rostro, tal vez ya había terminado su baño, no podía permitir que se fuese, por lo que se deshizo de la ropa que le sobraba y sigilosamente entró a la regadera, rodeando la cintura del menor haciendo que diera un respingo, comenzó a besar su cuello empapado dejando que el agua que caía de la regadera mojara su cuerpo, el vocalista sonrió mas se quedó quieto.

 

- Perdóname... Haré lo que quieras... -Susurró, sus manos ahora pasaban por esa piel en aquellos hombros mojados delineando su forma. Su boca bebía agua al besar la longitud de su cuello, al succionarlo y lamerlo. 

 

- ¿Debería? -Dijo tratando de evitar el tono de placer por sus caricias. Qué más daba hacerse el difícil, si al final terminaba diciendo que sí.

 

- Moriré si no lo haces... Me destruirás lenta y dolorosamente con cada día de desdicha al no tener tu perdón... -le mordió con el filo de sus dientes frontales-. Lamento ser así, lamento llevarte la contraria siempre, pero es mi naturaleza... -sonrió al escuchar un gemido.

 

- Eres un idiota... ¿Lo..lo aceptas? -Habló jadeante echando su cabeza hacia atrás recargandose en el hombro del más alto-.

 

- Lo soy, lo acepto, lo soy... -su voz ronca no dejaba de sonar igual, sentía cómo su virilidad tocaba aquel cuerpo caliente por la temperatura del líquido-, seré lo que quieras, haré lo que desees... 

 

Se volteó y miró al mayor a los ojos, sólo un poco ya que el agua le molestaba, vio sus labios rojos por lo que había hecho antes y no soportó más, se acercó y lamió esa boca a la cual era adicto, el bajista sonrió y cerró los ojos cuando le vio venir-. Hazme el amor, Aki... -sonrió ladino el vocalista y besó con fervor esos labios gruesos.

 

El bajista no se quedó atrás y comenzó a devorar la boca del otro, atrapó su labio inferior entre los suyos masajeando con desdén, movía su cabeza de un lado a otro adentrando su lengua la cual fue recibida por la ajena, de momento un gemido se escapó desde la garganta del menor al sentir cómo esas grandes manos apretaban sus gluteos. Sonrió amplio y se separó de aquella boca jalando de su labio inferior.

 

- Ahh... Me encanta...me vuelves loco... hazme tuyo..ya... ahora, te lo ordeno... -Masajeaba ese trasero en forma circular, el otro hombre dentro de esa regadera jadeaba en el largo cuello del pelinegro mayor-. Shh..ahhng...demonios... -Gimoteó, ya que un dedo algo áspero acariciaba su entrada con mucho deseo. 

 

- Volteate... -Ordenó ronco en el oído del menor, el cual sin dudarlo le hizo caso sosteniéndose de las llaves, inclinó su cuerpo al frente para dejar más expuesta su parte trasera a disposición de su pareja. 

 

El líder de Sadie comenzó a estimularse, ya se encontraba excitado pero deseaba  estarlo más, esos simples gemidos del otro le habían empalmado fácil y ahora le deseaba. Colocó su glande entre esos glúteos tanteando su entrada encontrándola fácilmente y restregandose en ella.

 

-Te haré el amor hasta morir, haré que disfrutes cada caricia, cada roce de nuestro cuerpo, te haré arder... -El pelinegro alto susurraba cada palabra en la oreja de su amante el cual, a cada palabra dicha apretaba su belfo inferior con sus dientes tratando de evitar gritarle que se empalara, sus palabras ya le hacían arder, le hacían anhelar tenerlo dentro.

 

-En...en entonces quémame, quémame la piel al rozarme con la tuya en ese vaivén que me encanta. Desgarrame por dentro como sólo tú sabes hacerlo, pero hazlo ya, antes de que muera... 

 

Succionó fuertemente el hombro pequeño del vocalista al penetrarle de una sola estocada, andentrándose hasta el fondo de aquel delgado cuerpo, cuerpo que soltó un grito un tanto fuerte al ser penetrado.

 

Sentía su entrada arder, pero no era un dolor desagradable, al contrario, le encantaba, le gustaba; el día anterior habían tenido relaciones un tanto "fuera de control" en el estudio, le había dolido y no se había recuperado por completo pero no le importaba, ese escozor le envolvía en un deseo incontrolable, insaciable.

 

- Mierdah... Muévete, muéve..te, joder, aagh...shh...-Jadeó fuertemente ante cada palabra gimiendo al final. Definitivamente cada vez que era amado por aquel ser que era su pareja era como volver a nacer, se sentía inmune a todo y a todos-. Por favor, ámame ya, comienza a... a amarme ya... 

 

<< No puedo evitarlo, siempre habló mal, pero cuando comienzo o deseo ser amado por ti todo cambia... Joder, Aki, jamás me dejes, quédate así siempre, pegado a mí, unido a mí para la eternidad, lo suplico...>> 

 

<< ¿Sabrás lo importante que eres para mí? ¿Te darás cuenta de lo infinito que es mi amor por ti? Te tengo tatuado en mi corazón, estás grabado en mi piel, tienes ni corazón en tus manos, tienes mi alma entera a tu disposición... Mao, comprende que sin ti, soy nada... >> 

 

Afirmó sus caderas, apretó su agarre y como el amor de su vida le había pedido; Lo comenzaría amar. Movió sus caderas, sacó su virilidad casi por completo y la introdujo nuevamente, le estaba amando como él había pedido y él mismo anhelaba hacerlo. El agua caía por ambos cuerpos, el más bajo entre jadeos recargó su cabeza hacia atrás, pasó su mano y la dejó en la nuca del mayor enredando sus cabellos entre sus dedos, estiró su cuello y le llevó ahí, era una orden indirecta que le comiera esa parte de nuevo, y así lo hizo, el bajista le besó, mordió, succionó y lamió la parte indicada, sus caderas no paraban en ningún momento y una de sus grandes manos bajaba por el plano y bien formado abdomen del menor, llegó a su miembro y le acarició, esto le hizo gemir más, moviendo su cadera al sentir estímulo en su propio pene, cómo le abrazaba y mimaba de esa manera tan lasciva y llena de amor.

 

-Más... más, Aki... dame más, ahh... Humm... -Los dedos de sus pies se engarrotaron, sus piernas se hicieron débiles y no tuvo más que apoyar su cuerpo en el otro-. Hammg... Más fuerte... 

 

-Mi amor, te llenaré, te daré lo que quieras... -Subió arrastrando sus labios por toda su extensión hasta encontrar esa boca jadeante, le besó, con tanta pasión, amor y deseo, dejaba que sus gemidos golpearán sus belfos con la intensidad que tuviesen. Mientras tanto, le masturbaba, apretaba su glande al llegar ahí y en la base sólo le abrazaba, todo esto al ritmo de sus estocadas.

 

<<No sé en qué momento ya estaba en la cama, nuestros cuerpos estaban húmedos y muy suaves por el agua, tu pecho recorría el mío mientras tú, Aki, estabas entre mis piernas abiertas, lo único que podía hacer era abrazarme a tu espalda grande, de mi boca salían esos gemidos los cuales me decías que te encantaba escuchar, gritaba tu nombre mientras las paredes hacían sonidos sordos por nuestra cama golpeando ésta, tus jadeos en mi oído derecho, tu pelvis chocando con mis asentaderas y mi cuerpo y el tuyo danzando al unísono. Mierda, se sentía tan bien, cuando mis paredes anales se abrían y tu hombría tocaba mi próstata me hacías sentir escalofríos y oleadas de placer las cuales no sé describir aún, yo te pedía más y me dabas más... -Amhm...ahh...Aki-i... Ah, ah, ah, ahg... ¡Ahh! -Gritaba ya que era la única manera de desquitar esa pasión tan grande que me hacías sentir, gemir de esa manera me hacia sentir tan chica, tan mujer, pero es inevitable, me haces el amor como un Dios...>>

 

Cuando se encontraba en el baño, se dio cuenta que ambos no resistirían mucho estando de pie y mucho menos bajo el agua, así que, apagando el grifo salió del vocalista llevándolo a la recámara donde, sin importar la humedad de su piel le recostó ahí, volviéndolo a amar de esa manera tan íntima con la cual consagraban su amor como muchas noches anteriores lo habían hecho.

 

El bajista pelinegro llevaba un ritmo apresurado, su orgasmo estaba próximo pero haría cada segundo una eternidad; enterró sus manos bajo ese cuerpo sintiendo la espalda del menor, detuvo sus estocada y en un rápido movimiento cambió de posición, dejando ahora su cuerpo bajo el más pequeño. Mao respiraba agitado, más no estaba cansado, así que colocando sus manos en los pectorales de su pareja y apoyando mejor sus rodillas en el colchón comenzó a mover sus caderas, sacando y metiendo ese grandioso trozo de carne el cual sentía muy rígida y con temperatura alta; sus movimientos se hicieron más rápidos soltando más gemidos viendo el rostro de su hombre que tanto amaba...

 

<<No podía evitar ver tu rostro, Mao, cómo apretabas tus ojos de vez en cuando justamente al tocar tu punto de goce, entreabrirás los labios y todos esos sonidos melodiosos salían de tu boca, bajabas la vista ya que en esas ocasiones dejabas caer tu cabeza hacia atrás, así que cuando me veías con los ojos más cerrados que abiertos me sentía dichoso, tratando de funcionar no solamente nuestros cuerpos, sino nuestras almas también mediante nuestros orbes oscuros. Lentamente tu cuerpo se movía encima del mío, yo contemplaba tu pálida piel, tus cabello húmedos moverse, lo que hice fue levantar sólo mis hombros con ayuda de mis codos y te besé con un poco de dificultad, tú sonreíste y mordiste mi labio lo cual me hizo perder muchas neuronas, me dejé caer satisfecho y tomé tus caderas con mis manos firmemente, acaricié tus muslos en toda su extensión regresándolas de nuevo a tu pelvis, apretaste tu cuerpo contra el mío y pude sentir cómo tu miembro acariciaba mi abdomen con ligeros golpes al estar saltando junto con tu cuerpo. Querías atención en esa parte ya que comenzaste a gemir más sonoro aún, fue buena idea hasta que salí de ti accidentalmente, yo jadié y sentí cómo te volvías a introducir mi miembro de nuevo, esta vez doblé mis piernas y ahí apoyaste tus manos, comenzaste a saltar y yo a gruñir un poco más fuerte, me dediqué a ver tu cuerpo estirado y blanco dispuesto a ser comido por mí, mas no podía ni pararme, estaba en el orgasmo y por eso fue que comencé a masturbarte, quería que te corrieras conmigo, quería que lo hiciéramos al mismo tiempo como tanto te gusta que fuese. Noté tu alegría, esa pequeña mirada que me dedicaste antes de gemir fuerte me dijo muchas cosas. Mis piernas ya comenzaba a tensarse mucho más, mi espalda baja y esas sensaciones que me hacían pronunciar la pelvis comenzaron a sentirse el doble, ahí venía, ahí estaba-. ¡Ahg! -Un gemido mío saltó como todo mi semen dentro de ti, el orgasmo que me hizo casi arquear la espalda deseando romperla y en un segundo después, mi mano y abdomen con tu blanquecina esencia viajando por toda mi mano, un delicioso gemido desgarrador con mi nombre en él me hizo sentir que te había cumplido también y tan bien. Dejaste caer el cuerpo encima de mí por completo agitado y sudoroso, yo aún dentro de ti seguía jadeando puesto que tus contracciones aún hacían mucho en mi miembro sensible ahí dentro. Tomé tus caderas y salí, recibiendo otro sonido con tu voz. Ahora que te tengo así, me preguntó si realmente te merezco, Mao, eres tanto para mí que algunas veces me siento no digno de ti, de tu cuerpo, de tu amor, todo eso me hace dudar al menos una vez, pero siempre que estamos juntos al tener intimidad despejas mi mente hasta que volvemos a la tierra después de hacer el amor. 

 

Metido en mis pensamientos, no me di cuenta que ya me estabas observando, te sonreí y tú me besaste, con ternura, tomando mi mejilla con una de tus manos, yo con gusto respondí, puesto era lo que yo deseaba, otro beso>>.

 

<<Eso es, así es como me gusta estar contigo, mi amor, mi vida, mi mundo entero; me gusta saber que somos el uno del otro, que sólo nosotros nos comprendemos y que no necesitamos que alguien más tenga conocimiento de nuestra forma de vivir, de nuestra forma de amar. Somos tímidos, somos hombres y aún nos cuesta dejar nuestra defensa, aunque sabes muy bien que me encanta verte enojado, me gusta tu determinación, algo que yo no tengo con otros, sólo contigo porque amo que me cumplas en todo... Aki, ahora beso tus labios con todo el amor que puedo demostrarte de esta manera, siempre tomas la dirección de mis besos en segundos, vuelvo a sonreír por eso, me giras en la cama y yo me dejó hacer, casi quedas sobre todo mi cuerpo y entrelazo nuestras piernas aún entre la unión de nuestro belfos. Soy el hombre más feliz del mundo, aunque no parezca, lo soy, porque por el simple hecho de tenerte, tengo todo...>>

 

El ósculo que llevaban aquellos amantes iba en disminución gradualmente, propinando por parte del mayor unos ligeros por sobre encima de los labios de su pareja, eran sonoros, cada uno de ellos resonaba como las campañas de las grandes catedrales entre un silencio absoluto en esa habitación. Se separaron unos centímetros, sus miradas volvieron a unirse y las sonrisa en ambos rostros adornó el lugar de visión, Aki giró su rostro besando la palma de su pequeño hombre, Mao soltó una ligera risa, ambos estaban felices. 

 

-Te amo, Mao... 

 

La voz del bajista trasformada en un susurro entro por los oídos del ajeno, sintiendo su pecho expandirse en gran tamaño, su estómago excitarse debido a la emoción de escucharle como cada vez.

 

-Te amo más, Aki...

 

No dudó en responde a sus hermosas palabras, y ante eso, la emoción le hizo aferrarse a ese cuello grueso, volviendo a besarle, está vez al rededor de su rostro, en las mejillas, terminando en sus gruesos labios en un corto beso para pactar su amor profesado en ese momento. 

 

-Deberemos tomar un baño nuevamente... Llévame cargado... 

 

-... -una sonrisa se ladeó ante esa orden-, muy bien... 

 

Y le tomó, le llevó y tomaron su baño aún entre caricias, entre besos y palabras que expresaban muchas cosas que ambos correspondían.

 

El amor siempre será efímero, el amor siempre será confuso, el amor siempre será diferente en cada uno, se demostrará de tantas maneras que algunas veces podrá ser encontrado y etiquetado de manera inuhamana, pero a final de cuentas es amor, y cada uno de los seres vivos lo ha sentido, sin importar por quién o por qué...

 

 

Notas finales:

Siempre me pregunto que de dónde saco tanta mie%$$... sólo recuerdo que tenía ganas de leer un AkixMao pero nada de nada en ningún lado... fue triste (?) Esto salió a final sin darme cuenta... 

Qué va, si me quieres contactar te dejo mi pajarito (?)

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