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Cambiaste mi vida por riuriku

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Notas del capitulo:

Antes de que lean, les pido que les den gracias a mis padres (A ambos) Porque ellos son los que me ayudaron a publicar este fanfic, por lo tanto, esto es de ellos también, (AMO A MIS PADRES, ME DEJAN VER, LEER Y RESPIRAR YAOI) Mi madre, la que me ayuda con la escritura, a ella no le gusta el yaoi, pero todo por su hija, y mi padre me apoyó mucho con esto (Tengo padres raros LOL) Y pues sin más...

 

 

Lean y no pierdan mas tiempo

Las lagrimas comenzaron a salir solas, eran abundantes, se sentía perdido, estuvo ahí un rato cuando de repente sintió algo, una mano en su hombro, cuando se iba a girar para ver quién era, sintió como esa mano lo empujaba hacia adelante, donde se encontraba esa inmensa caída sintió como se iba resbalando hasta ya no sentir el barandal y... Sintió como una mano lo dejaba colgando en ese estado, al ver quien era no lo reconoció.

-Pero mira a quien me encontré- Dijo el chico- El enano que se la pasa dando golpes ¡Y llorando! Veo que después de todo sí que eres extremadamente lindo- Dijo ese pelirrojo, entonces lo recordó ¡Era el chico al que le había dado una paliza el día que conoció a Andrew! Trató de agarrarse del barandal, pero el pelirrojo al ver su mano tratando de agarrarse le clavó las uñas en el brazo del cual lo estaba agarrando.

-¿Qué quieres?- Le preguntó René todavía con lagrimas cayendo por sus mejillas.

-Veraz niño, soy una persona que no le gusta que no le obedezcan, y si te dejo caer desde aquí creerán que fue por suicidio- Le dijo dándole una mirada perturbadora- Así es como yo lo veo: Si no me obedecen, no deben vivir ante mí, pero será divertido ver tu cabeza estrellarse contra el piso, ojalá pudieras decirme lo que se sien...- Antes de terminar la frase una veloz mano fue a darle un golpe en el cuello, haciendo que se cayera de lado y soltando a René, él cual creyó que ese sería su fin, pero otra mano lo sujetó y comenzó a jalarlo para que subiera, al ver quien era su corazón se aceleró, era Andrew.

Al estar arriba notaron como el pelirrojo se iba rápidamente, mientras que Andrew le daba un fuerte abrazo a René, un abrazo posesivo, él menor correspondió al abrazo mientras lagrimas aun salían de sus ojos.

-¿Estás bien?- Le preguntó Andrew con tono preocupado, René subió la vista para verlo y se encontró sorprendido ¡Andrew estaba llorando! Sus lagrimas rodaban libremente por su rostro, el pelinegro se secó las suyas y continuó con el abrazo.

-Creí que te perdería- Le dijo él castaño- Creí que no volvería a verte, estaba devastado cuando me dijiste que no querías seguir siendo mi amigo, me fui creyendo que eso era lo que querías- Lo abrazaba aun más fuerte- Pero eso no era lo que yo quería, volví para hablar contigo y exigirte una explicación, ya que desde hace dos meses siempre te veías contento y feliz, como aquella vez en la plaza, cuando te compré una manzana acaramelada- Al escuchar eso, el pelinegro recordó ese momento, hace dos semanas.

FLASH-BACK.

Estaban los dos sentados en una banca en la plaza,  hablando de cosas triviales cuando de repente un vendedor de dulces pasó cerca de ellos.

-Algodón de azúcar, Obleas, manzanas acarameladas...- Decía el vendedor.

-¡Ah! Manzanas acarameladas- Repitió René con un tono de voz dulce.

-¿Te gustan los dulces?- Preguntó divertido Andrew al ver la reacción de René.

-Me encantan, en especial las manzanas acarameladas- Le respondió el pelinegro- Pero que mal, no traje dinero- Suspiró pesadamente- Será para la próxima.

-Yo te lo compro- Dijo sin pensar dos veces el castaño.

-¿Qué? No gracias, no es necesario- Habló René con tono frio para ocultar sus ganas de comer ese dulce.

-Tu manera de hablar ya no me engaña, sé que no eres frio, y no te preocupes, todo por ver esa sonrisa en tu rostro- Al escuchar eso René se sonrojó intensamente, tanto que no podía negarse a que se la comprara, un momento después Andrew volvió con la dichosa manzana acaramelada.

-Gracias- Dijo René dedicándole una sonrisa que pocas veces veía en el menor.

-No hay de que René- Luego de eso siguieron hablando, para después irse, cada uno por su lado.

FIN DEL FLASH-BACK.

-Me aterró pensar que jamás volvería a ver tu sonrisa- Andrew cayó de rodillas jalando a René consigo, pues seguían abrazados-  Que jamás volvería a escuchar tu voz, que ya no tendríamos esos recuerdos tan bonitos, como el de hace un mes, cuando me mostraste tus dibujos.

FLASH-BACK.

Los dos chicos se encontraban en la casa del mayor, haciendo un trabajo de historia, él castaño estaba escribiendo en la hoja del trabajo lo que había en el libro, cuando dio una mirada a su acompañante notó que este sacaba un cuaderno viejo y un lápiz.

-¿Qué es eso?- Preguntó Andrew.

-¿Eh?- El menor bajó la cabeza y se sonrojó a sobremanera- Pues, unos dibujos- Al decir eso Andrew se le lanzó encima haciendo que se cayera.

-Lo siento- Dijo Andrew ayudándolo a pararse- Es que tu expresión era tan linda que no me pude contener ¿Me muestras tus dibujos?.

-No lo sé- Le dijo René un poco desconfiado, no le gustaba mostrar sus dibujos.

-Vamos, seguro que dibujas muy bien- René lo pensó un momento, luego de un gran suspiro se los enseñó uno a uno.

-Por Dios René, tus dibujos son hermosos- Le decía Andrew mientras los admiraba.

-No es para tanto- Le respondió René apenado, casi todos sus dibujos eran de lo que él sentía, todos mostraban muñecos desolados, encerrados, mostrando lo que sentía René, pues esa era la forma de expresarse, pero los dibujos más nuevos eran diferentes, el mismo muñeco mostraba más felicidad, junto a un ángel que lo guiaba y le daba luz.

-Es lógico que el muñeco eres tú- Dijo Andrew- Pero ¿Quién es el ángel?.

René no sabía que responder, era muy vergonzoso decir eso, pero ya le había mostrado los dibujos así que no había vuelta atrás.

-Tú- Dijo en un susurro.

-¿Eh?- EL castaño creyó escuchar mal.

-El ángel, eres tú- Sentía que se moría de la vergüenza, René levantó la vista para darse cuenta de la sonrisa de felicidad que tenía Andrew.

-Es un honor ser tu luz- Le dijo el castaño dándole una reverencia.

-¡¿Qué?! No seas engreído- Le respondió el pelinegro desviando la mirada.

Luego de un par de horas el pelinegro se fue a su casa con el corazón a mil por segundo.

FIN DEL FLASH-BACK.

-Pero no pienso dejarte ir- Continuó el castaño- Nunca más me alejaré de ti.

René comenzó a separarse de Andrew, lo miraba serio, el castaño se secaba las lagrimas, mientras trataba de volver a abrazar a René, pero este no se dejó.

-No hagas promesas que no vas a cumplir- Le dijo el pelinegro- sé que algún día te alejarás de mí, te aburrirás y no me tratarás nunca más- Unas lagrimas comenzaban a rodar por sus mejillas- Y cuando eso pase yo... No podré soportarlo- Cerró sus ojos fuertemente y comenzó a gritar- NO PODRÉ SOPORTAR EL HECHO DE QUE TU LLEGUES ALGÚN DÍA Y ME DIGAS QUE NO QUIERES VOLVER A VERME- se abrazó a sí mismo y bajó el tono de su voz- No podría soportar que la persona que amo se aleje de mí, simplemente no puedo- Se dejó caer sin mirar a Andrew- ¡Maldición! Te amo, y eso me asusta, me asusta que te vayas de mi lado, por eso no quería volver a verte- ¡Listo! Había dicho todo, todo lo que sentía por fin lo había sacado.

Después de unos segundos el pelinegro sintió como una mano se apoyaba en su cabeza, al levantar el rostro sintió una presión en sus labios, René se sorprendió a más no poder, Andrew le estaba dando un beso, uno cariñoso, amable y dulce, luego de un par de segundos Andrew se separó un poco de René, mirando su tierna expresión de confusión.

-Eres demasiado tierno, René- Le dijo el castaño dándole un abrazo y hablando en su oído-Me sorprende que no te hayas dado cuenta de que también me he enamorado de ti.

René sintió como el corazón de su acompañante latía contra el suyo.

-Pero...- Quiso hablar el pelinegro.

-René, jamás me cansaría de ti, eres perfecto a la vista de mis ojos, y no importa cuántas veces tenga que recordarte lo importante que eres para mí, yo con gusto te lo demostraré todos los días- Andrew volvió a besar a René, esta vez en un beso un poco más lujurioso, ya que René le permitió el paso a su lengua, cuando se separaron Andrew habló con un tono muy suave- René ¿Quieres ser mi novio?.

René no lo creía, la persona que más amaba le estaba pidiendo que fuera su pareja, sin poder evitarlo las lagrimas comenzaron a salir y con el poco aire que le quedaba en los pulmones susurro lo suficientemente fuerte un “sí” Con lo cual Andrew volvió a besarlo.

Andrew profundizaba el beso a medida pasaban los minutos, sus manos se paseaban por la espalda del menor, mientras que este dejaba salir gemidos que morían en la boca del otro, Andrew comenzó a besar el cuello de René el cual emitía pequeños gemidos.

-Veo que te está gustando- Dijo Andrew con tono lujurioso mientras sobaba el miembro del menor por sobre la ropa.

-Ahh, ca-callateahhh- Trataba de decir inútilmente René, los gemidos no lo dejaban hablar.

-Sí, definitivamente eres el más tierno de todos- Andrew metió su mano por el pantalón hasta dar con el miembro del menor, comenzó acariciando la punta suavemente, lo que hizo que el menor se estremeciera.

-¡AHH!- Más que gemido, fue un grito de placer al sentir la atención que recibía su miembro.

-Jejeje, eso es lo que quería escuchar- Le dijo el castaño, el cual comenzó un movimiento de la mano por toda la extremidad, mientras que el menor solo gemía.

-Ahh, Andrew, por favor- Le rogaba René, Andrew sonrió victorioso, sabía lo que quería René.

-Claro mi pequeño- Le dio un beso más antes de quitarle el pantalón junto con la ropa interior, el pequeño se estremeció por el frío, mientras que Andrew le acercaba tres dedos a su boca- Imagina que son dulces y comienza a lamerlos- le dijo con tono seductor.

René no se hizo del  rogar, comenzó a lamerlos como si estuvieran cubiertos de miel, dejándolos bien lubricados, cuando terminó de lubricarlos, Andrew fue directo a su entrada, comenzó a introducir un dedo, viendo como René se quejaba.

-¿Te duele?- Le preguntó Andrew notando la reacción de su pequeño, el cual solo atinó a negar con la cabeza, cuando el mayor sintió que la entrada estaba un poco dilatada metió los otros dos dedos juntos.

-¡¡AHH!!- Eso sí le había dolido.

-Lo siento, pero en un momento se sentirá bien- Andrew comenzó a buscar el punto G del menor, luego de varios intentos dio con dicho punto.

-Ahhhhh- Eso sí que era un gemido, hizo más presión que antes, logrando sacar un gemido más sonoro.

-Creo que ya estás listo- Le dijo Andrew, el cual comenzó a desabrocharse el pantalón, sacando su ya muy erecto miembro, colocando la punta en la entrada del menor y comenzando a meter el glande.

-Ahh... Duele- Habló el menor con dos pequeñas lagrimas saliendo de sus ojos.

-Cálmate, respira y relájate- Dicho esto Andrew entró de una sola embestida, haciendo que René se quejara por el dolor- Lo siento, pero si lo hacía lento te dolería más.

Pasaron un par de minutos para cuando René dejó de sentir dolor, le hizo una seña al castaño para que pudiera moverse, el cual comenzó con lentas embestidas.

-Ahh... An-Andrew, más... Ahh- Gemía el pelinegro por el placer que estaba sintiendo, las embestidas eran cada vez más profundas.

-Dios René, estoy cerca, ¿Puedo venirme dentro de ti?- Al escuchar eso el menor se sonrojó a sobremanera.

-Ahh, s-si- Ya daba igual la vergüenza, más no podría tener, al sentir la mano d Andrew masturbándolo y los potentes chorros de semen en su interior se vino en la mano de Andrew, luego de un momento de controlar sus respiraciones Andrew volvió a besar a René, un beso simple, demostrándole todos sus sentimientos.

-Te amo, René- Le susurró en el oído.

-Yo también, Andrew.

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Ya han pasado dos días desde que los dos se habían confesado, estaban en clases de matemáticas, mientras que René estaba garabateando en una hoja de papel.

-¿Qué haces René?- Le preguntaba en un susurro Andrew.

-Espera un momento- Escribió algo en ese papel y dijo victorioso un “Listo” Al terminar le dio la hoja de papel a Andrew- Es para ti- Le dijo el pelinegro con una sonrisa.

Era un dibujo, ellos dos en la habitación de Andrew, el pelinegro recostado en la cama y Andrew sobre él, mientras le daba un tierno beso en los labios, y abajo salía una pequeña escritura: Te quiero mucho, Andrew.

Al ver tal dibujo no pudo evitar tomar el rostro de René y robarle un beso fugaz, dejando a René asombrado.

-¿Qué haces? Estamos en clase- Le dijo el pequeño rojo como un camión de bomberos.

-Jejeje, lo siento, no pude controlarme- Le respondió el castaño guiñándole un ojo.

El pelinegro se sintió feliz, había tantos cambios drásticos, su comportamiento, sus sentimientos, todo era nuevo para él, pero sin duda le encantaba.

-Gracias- Le dijo el menor.

-¿Eh? ¿Por qué?- Preguntó el castaño confundido.

-Pues- Le dedicó una sonrisa- Cambiaste mi vida.

 

 

Fin.

Notas finales:

Este cap es terriblemente más largo, pero así lo quería yo y se acabó.

Dejen reviews diciendo que tal les pareció, si mi madre es buena asesora y si la historia es buena, o si no es nada buena y no valía la pena publicarlo.

 

 

Pregunta mía: ¿Quién pensaba que Andrew sería el primero en confesarse?.

Pregunta de mamá: ¿Que tal les pareció el Lemon?

yo: Pervertida.

mamá: Así me quieres, además, yo soy tu madre y mando sobre ti.

yo:-.-

Nos leemos.

 

riuriku.-


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