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MARAVILLOSO (JongKey) por 2min_nela

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Notas del fanfic:

holaaaaaa!!! para empezar es un 1shot jongkey!!!

un oneshot que rondaba mi cabeza desde hacia mucho tiempo y pues aqui lo tienen y espero que disfruten <333

gracias por leer!!!<3

 

 

 

 

(esto es ficción)

Notas del capitulo:

ya dije todo asi que disfruten!bueno no todo XDD!! y bueno les comento (aunque no tiene que ver con el oneshot) que toy por la mitad de un proyecto 2min y espero verls pronto por ahi tambien!! <3333

gracias por leer!!!

MARAVILLOSO

~*~ Lo que para muchos era motivo de separación, para ellos era motivo para hacer el amor ~*~

Jonghyun, con las manos en los bolsillos de su pantalón, se queda recargado en el marco de la puerta de la habitación de Key. Mirándole, observándole, deleitándose con todo lo que le veía hacer. Sería un pecado no hacerlo, pensaba con una tonta sonrisa dibujada en sus labios.

 

Al principio, terminó de arreglarse, según Minho ‘demasiado’ como para ir a un tonto Musical, pero luego de discutir durante media hora sobre el tema con él, completamente harto salió de su habitación con las negras intenciones de apresurarle, de sacarle tal cual estaba, sin importarle las fachas que tuviese en ese momento.

Todos se preguntarán porqué.

Y era porque irían a un estúpido musical del tal Woohyun, lo que no le hacía gracia en absoluto, mas al contrario le tenía con los nervios de punta.

Todo por los idiotas de la SM que de la noche a la mañana decidieron juntarlos para hacer un dueto. Claro, su amor se veía excelente haciendo su trabajo, pero la presencia de ese Woohyun le tenía alerta las veinticuatro horas del día, porque si, hasta vigilaba el sueño de Key porque no le permitiría ni entrar en sus hermosas pesadillas.

 

Pero cuando vio la puerta abierta y se acercó, su mente y alma quedaron en total calma, como si verlo fuera el remedio para tranquilizarle, para decirle, con una sonrisa, que estaba ahí, que su corazón era sólo suyo y dejase de ser un idiota celoso.

Y no podía evitarlo, no si era tan hermoso y sentía que el mundo se iría a la mismísima mierda si lo perdía.

 

Lo ve arreglarse el cabello frente al espejo, dejando su flequillo hacia la izquierda, quedando contento con su trabajo, para después lo ve aplicarse el maquillaje, el delineador y todas esas cosas, que sólo dios sabía para qué servía. Tenía tantas ganas de decirle que sentía que sus piernas temblaban cada que lo veía sonreír ante el espejo, cada que lo ve hacer caritas y sonreírse, ganas de decirle que en su interior estaba hecho pelotas por esos celos que mortales hacían un buen trabajo, haciendo mella en su seguridad.

 

No sabía si Key no se había dado cuenta de que estaba ahí mirándole con cara de idiota, o de verdad estaba presenciando uno de esos momentos de indecisión tan naturales y esa inseguridad (que a nadie dejaba ver) que le hacían sonreír con ganas de decirle que para él estaba tan hermoso, que fuera lo que fuera que llevara encima, siempre se veía hermoso y sobre todo, que le gustaba verle dudar tanto, para luego dejar todo el armario revuelto.

Pero a veces era un canalla que no sabía cómo decir lo que sentía, era compositor sí, pero eso no quería decir que pudiera decirle cómo se sentía en palabras, podían decirle mono orate, pero lamentablemente era tenerlo en frente y olvidar incluso que debía respirar y parpadear.

Nadie le entendía.

 

Key termina de ponerse un pequeño saco que llegaba sólo hasta su cintura y era tallado que remarcaba la figura de su cuerpo, ese que había comprado con Taemin cuando salieron la última vez, ese que le dijo que seguramente haría a Jonghyun sangrar por la nariz y le daría un coma cerebral.

Exagerado.

Pensaba. Sin embargo recuerda cuando le contó recientemente (y recordó también que debía matar a la rana) que cuando fueron a bailar con Minho, éste terminó en una pelea contra toda la discoteca, que supuestamente todos querían meterle mano y no lo iba a permitir.

¿Era en serio ese pequeño saco el culpable de todo? Se preguntaba incrédulo, aunque eso, suponía, que tenía mucho que ver con su bebé, que cuando quería fiesta salvaje sabía cómo conseguirlo y seguramente logro hacer que Minho quisiera desaparecer a cualquiera que hubiera puesto sus ojos sobre él.

Sonrió ante sus tontos pensamientos que divagaban por todas partes, con tal de no pensar tanto en Jonghyun que últimamente estaba realmente insoportable, que le reclamaba todo, hasta le estaba prohibido, según él, respirar el mismo aire que Woohyun.

Pero sentía que se derretía cuando lo veía con esa actitud, apoyado en la puerta, suspirando cada dos por tres, intentando hacer, por primera vez en tanto tiempo, lo que él le pidió.

Al fin tendrían una cita, aunque a Jonghyun no le gustaba la idea de ir al musical del que francamente le hacía sacar lo peor de sí mismo. Llegó incluso a gritarle que odiaba hasta a los pitufos cuando ese tipo se le acercaba demasiado y con otras intenciones.

Sinceramente le causaba risa verlo y escucharle decir esas burradas, siempre y cuando no se metiera de verdad con sus sentimientos, porque la última vez que pelearon fue por que Jonghyun le echó en cara de que sentía que Woohyun era más importante, que pasar el tiempo con él era ya más importante que su relación. Fue la primera vez que lloró por sus estúpidas palabras, cómo si él fuera el que hubiera tomado la decisión de crear ese dueto.

 

Sus miradas se encuentran y son lanzados al pasado, a esa primera y dolorosa pelea por celos.

 

Flashback

Estaba parado ahí, en ese lugar mientras veía a su novio ir de izquierda a derecha, apretando los puños, conteniendo esa rabia que, sabía, terminaría en el apocalipsis mismo.

Pero no era su culpa y no sabía cómo lidiar con ese Jonghyun tan cabreado, jamás lo había visto así.

-       ¡Mierda! – y ahí estaba sujetando la lámpara y aventándola contra la puerta del armario de su habitación – ¿sabes qué día es hoy? – y sabía que Jonghyun se quedaba como a un metro de distancia, porque sabía que estaba asustándole. Demasiado.

-       Si, yeobo – de repente no puede aguantarse más el llanto al verlo en esas condiciones – pero sabes cómo son, dijeron que será una entrevista y que durara poco tiempo. Yeobo, puedo apresurar todo para que salgamos… - decía limpiándose las lágrimas con la manga de su suéter, ese que Jonghyun le había obsequiado por su aniversario.

En otra situación estaría restándole importancia, no estaría llorando como estaba haciendo, pero no soportaba verlo a él con los ojos enrojecidos de tanto aguantarse la rabia y de tanto contener el llanto de la impotencia. Porque así era su vida, porque debían hacer lo que los de la SM les ordenaban.

-       ¡Pues que se vayan a la mierda! – grita Jonghyun completamente descolocado, ido, todo eso sobrepasaba su paciencia, toda esa mierda del trabajo que terminaba haciendo una bomba de tiempo junto a esos celos que no podía controlar fácilmente – te importa más esa puta entrevista antes que nuestro aniversario… - decía Jonghyun bajando la cabeza, derramando las primeras lágrimas, esas que tenían celos cargados.

-       Yo quise, hablé con nuestro manager, pero…

-       No Key – Jonghyun levanta la mirada después de limpiarse torpemente las lágrimas – tu siempre logras lo que quieres…

Mierda. Y ahí estaban los celos de Jonghyun floreciendo como si fuera primavera. Dejándose caer sobre la esquina de la cama que compartían desde hacía mucho tiempo. Mostrando lo acabado que se sentía por tener que dejar que su novio estuviese fingiendo con ese idiota que no le agradaba y jamás lo haría. Eso y esa noticia de que filmaría pronto We Got Married, como si el mundo quisiera arrebatárselo de los brazos y se sentía una mierda, sentía que moriría si eso sucedía.

A veces Minho le decía que era un puto obseso, sí, pero se defendía diciéndole que era su reflejo, porque los dos tuvieron problemas similares y ahora se avecinaba la mierda esa del programa.

-       Estas celoso… - lo peor era que no era una pregunta, era una tonta afirmación de su novio que había descubierto que en África hacía calor.

-       ¡¡¡Obviamente!!! – gritó avergonzado, parándose y dándole una patada a la puerta del armario que esa noche recibió toda su furia – ¡no me gusta que MI NOVIO se vaya por ahí con ese pendejo de mierda que quien sabe que intenciones tiene detrás de esa carita de mosca muerta! – sin saber cuándo sucedió, estaban apenas a unos centímetros; Jonghyun lanzando fuego por los ojos con todas las ganas de destruir el mundo y Key que no dejaba de llorar sorprendido por esa reacción - ¡Obviamente estoy celoso! porque una puta geisha llegará de japon para joderme más la vida, como si no fuera ya una mierda desde la llegada de ese imbécil, y sé que no soy el tipo más santo del planeta tierra como para rogar el cielo entero, pero tú eres mi pedacito de cielo, sólo te necesito a ti, pero esto… me supera…

De repente Key lo ve poner ojos de cachorro perdido, con unas lágrimas que dejaron rastro a lo largo de sus mejillas, con esa tristeza que luchaba por salir a cantaros, pero sabía que su novio era demasiado orgulloso como para echarse a llorar como una niña, por eso se contenía de esa manera.

-       ¿¡Y tú crees que me estoy divirtiendo!? – lo encara al fin, cuando siente que no puede cargar con la culpa de todo, más aun cuando sus sentimientos son cuestionados – ¿crees que me gusta irme de fiesta por ahí, fingiendo que me agrada ese dueto? – Jonghyun le sostiene la mirada, la fiera mirada de su novio que continuaba llorando – es el maldito trabajo, ese contrato que me llevó al cielo y ahora me tira a lo más profundo del infierno…

Gracias a la SM fue que se conocieron y todo había empezado ahí, justo en la puerta principal de ese gran edificio. Cuando Jonghyun lo encontró por primera vez, cuando lo vio parado y con aires de estar perdido, cuando entraron y su primer tema de conversación fue el miedo que tenían de ser parte de esa empresa, pero que querían realizar sus sueños. El mismo momento que se había enamorado de él al verlo tan ilusionado y con los ojos brillosos.

-       Te amo Kim Jonghyun, te amo…

Terminó susurrando, habiéndose deshecho de su personalidad que en ese momento estaría declarándole la guerra, pero no soportaba que pusiera en tela de juicio sus sentimientos, sentía que moría si él le cuestionaba su amor.

-       Bummie – Jonghyun acariciaba sus mejillas, esas que estaban empapadas en lágrimas.

Había hecho lo que más despreciaba, le había hecho llorar, él, sin la ayuda de nadie, no tenía a quién culpar. Y ahí estaba, acercándose lentamente, secando sus lágrimas con suaves y delicados besos.

-       Amor, lo lamento – se disculpó con los ojos cerrados, sintiendo tan cerca su cálida respiración – pero siento que muero, siento que me arrancan la piel cada que te apartan un poco más de mi lado, siento que empiezo a odiarlos a todos…

-       Te amo, eso no lo olvides jamás.

Se besaron y no pudieron evitar el querer fortalecer esa promesa haciendo el amor en esa cama, que milagrosamente era el único lugar en la habitación que no estaba destrozada.

No les importó que su manager llamara desesperado a su celular, no importó cuando sentían que tocaban el cielo y todos podían irse al demonio. No les importó cuando al día siguiente ya no fueron llamadas, sino la visita de su manager que preocupado fue a buscarlos.

Fin flashback

 

-       ¿Y bien? – pregunta Key entusiasmado, esperando a que esa pequeña chaqueta dé los mismo resultados que su bebé le contó.

-       Te tardas demasiado ¿sabes?

Y justo, como enviado por el cielo, aparece Minho para darle un golpe en la nuca, haciéndole reaccionar y así dejar de ser tan idiota.

-       Lo siento – se disculpa Jonghyun y Key rueda los ojos, quizás resignado.

-       A veces eres un orate…

Sale de la habitación y Jonghyun salió detrás suyo, pero Minho lo secuestró del pasillo, tapándole la boca y arrastrándole hasta su cuarto.

-       ¡¿Qué mierda?! – se queja y Minho le suelta mirándole desde arriba, aprovechándose de su estatura el muy maldito.

-       Deja de comportarte como un salvaje, ¿quieres? – Jonghyun rueda los ojos. Odiaba que Minho le ande dando lecciones.

Prefiere mirar al costado y se encuentra con una foto de Minho y su amado Dorito que salía sonriendo ampliamente, mostrando cada diente de su perfecta dentadura. Mierda. Definitivamente no era el ombligo del mundo, porque vio en primera fila cómo fue puesto a prueba el amor de sus dos amigos, con ese mismo programa de mierda que empezaba a hartarle. Y ahora… el lanzamiento de su Maknae como solista… más mierda. No por él, sino porque ahora veía a su amigo arrastrarse detrás de Taemin, rogándole porque descanse y se alimente bien, peleando como tantas veces había hecho cuando estaba en WGM y de paso continuarían con la música del grupo.

Por lo menos Taemin es solista.

Pensaba, dramatizando y haciendo sólo lo que su novio haría en una situación así.

-       ¿Me estas escuchando? – de repente la voz de quien quería ignorar y esa sacudida en su hombro lo saca de su ensimismamiento y ve la cara llena de ilusión de su amigo.

-       Repítelo – sí, era su menor y quería tratarle como le diera la gana.

-       Yo no soy la geisha que tanto jode a tu diva ok! Más respeto! – se quejaba Minho mirándole con intensiones asesinas.

-       Ok, lo siento, estoy enloqueciendo… - le mira arrepentido y Minho esboza una sonrisa.

-       Y por esa razón, Minnie y yo queremos…

-       Pfff no me cuentes tus sucios planes ok! Ya tengo suficiente todas las noches…

-       Y las mañanas Jong – se sostienen la mirada por un instante y terminan riendo por esa estupidez. Jonghyun notaba que nada podría borrar la sonrisa de su amigo – como te decía, queremos desconectar – y ahí estaba su misma historia, versión 2min.

-       ¿Y cómo haremos eso? ¿Un picnic en la sala? – Minho soporta cada estupidez que soltaba su amigo, que normalmente no era tan insoportable, por eso quería desconectar.

-       No, queremos ir a bailar… - eso y hacerle el amor a la intemperie. Por suerte era verano y podrían hacerlo sin terminar enfermos.

-       Dios, Taemin no se cansa de bailar – comenta Jonghyun con todas las ganas de joder que tenía sinceramente.

Sin embargo, Minho no se mosqueaba, no, porque su Dorito estaba alistando sus cosas para escapar durante esa noche y no perdería ni un segundo pensando en las estupideces de Jonghyun, él quería buscar la solución y si no podía estar junto a su novio todo el tiempo, al menos quería disfrutar las pocas que le quedaban en su largo itinerario de presentaciones y prácticas.

-       Y tu diva tampoco, así que lleva una mochila con lo básico, sin que la diva lo sepa y luego pasamos a recogerlos cuando termine el musical.

-       Pero tú y Taemin también tienen que ir – recuerda que las entradas las costeó el idiota ese que se presentaría.

-       Sí, pero lo nuestro no es tan obligatorio, así que llegaremos a recogerlos. Ok?

-       Ok.

Respondió sin mucho interés.

Sale de la habitación de Minho y se dirige a la suya. Sujeta una pequeña mochila y la verdad no sabía que carajos meter en ella. Lo básico. Si, tan claro como el agua.

¿A caso harían un viaje?

La cuestión llega a su mente cuando está saliendo ya de casa, y al entrar al parqueo, se dirige a la maletera y deja ahí su mochila. ¿En serio haría un viaje?  Se preguntaba mientras cerraba la puerta y subía al auto, encontrándose a un Key que tenía cara algo triste.

Sí.

Y era su culpa.

Sin embargo, le sonríe un poco, porque le era bastante difícil estar disculpándose a cada segundo, pero no podía evitar ser tan torpe.

Porque cuando le vio alistarse, quiso decirle tantas veces que se veía tan hermoso y maravilloso que mataría por él, sobre todo si era a Woohyun.

-       ¿por qué tardaste tanto? – pregunta Key mirando hacia adelante, queriendo no ver tanto la cara de su novio que lo dejaba estúpido y hacía polvo su orgullo de diva.

-       Hablaba con la rana – le mira y Key le mira con el ceño fruncido.

-       ¿Sólo hablaron? – pregunta sorprendido de que no haya terminado en una pelea, porque Minho era de pocas pulgas y era de los que menos soportaba a Jonghyun cuando se ponía en plan de emputar a todo el mundo con sus celos.

-       Si crees que hice algo con él… -  y su mente, a veces, trabajaba demasiado rápido para su gusto.

-       Tonto.

Ambos se sonríen y Jonghyun continua con lo suyo, mientras Key continua mirando la calle, la misma situación, ambiente completamente diferente.

Cuando llegan a la puerta del teatro, Jonghyun se queda como idiota al ver a Key tan… hermoso. Con las luces del lugar iluminándolo más, mostrándole lo estúpido que fue por no decírselo sin terminar generando mal ambiente.

 

Pero para la sorpresa de Key, cuando el musical empieza Jonghyun no deja de mirarle, haciéndole sentirse demasiado avergonzado, lo que hacía era tocar su cara, palpándola, a ver si tenía algo raro en ella.

-       Puppy – le mira y Jonghyun pone aún más atención, mirándole con esos ojos, los culpables de que Key se sonrojara – el teatro esta allá – le mira y señala hacia adelante, arrancándole una sonrisa.

-       ¿Y? – pregunta para molestarle, hacer que se sonroje y quiera pellizcarle de lo nervioso que se ponía – yo quiero mirarte a ti… - Key ríe bajito, para no llamar la atención de todo el salón.

-       Vinimos a ver el musical… - le mira frunciendo un poco el ceño, para no dejar que Jonghyun jugase de esa forma con él.

-       Tu viniste a ver el musical, yo sólo quiero verte a ti – era él o Jonghyun le estaba coqueteándole.

-       Estas raro…

Comenta mientras fija su mirada hacia el frente, intentando tomar atención de lo que sucedía en el musical, porque la verdad era que no estaba tomando atención de nada.

-       No estoy raro – y siente su respiración tan cerca del oído que se estremece – estoy enamorado…

Una tímida risita que disimula ese nerviosismo extremo, que le provocó ese susurro y esas palabras.

-       Quiero hacerte el amor aquí mismo… - volvía a susurrarle al oído, consciente de lo que provocaba en él.

Se toman de la mano y entrelazan sus dedos. Como si fuera suficiente para esas palabras que hacían un incendio en su interior.

Estúpido puppy. Se queja haciendo un puchero, que no pasa desapercibido a los ojos de su novio que le miraba atento, que no dejaba de acariciar el dorso de su mano con su dedo pulgar.

A la mierda el musical. Piensa al sentir esa calidez recorrer su cuerpo completo, al sentir esa mirada que le encendía, esa mirada que fue de la se enamoró perdidamente.

 

De repente el celular de Jonghyun se mueve en su bolsillo y con desgano lo saca, ve un mensaje y el nombre de Minho en el.

la verdad es que el musical esta una mierda de aburrido, por qué no nos vamos ahora???? Responde chucho!

Y le daba la razón. Porque podría estar disfrutando mejor de su tiempo y el de su novio que últimamente andaba demasiado ocupado.

-       ¿Nos vamos? – pregunta bromeando y se sorprende al ver a Key asentir frenéticamente – ¿estas caliente? – decide molestarle, porque era eso o él estaba alucinando.

-       Es el calor – dice Key poniéndose ya de pie – espérame en la puerta, iré a refrescarme.

-       Ok.

Una enorme sonrisa se forma en sus labios cuando sujeta su celular y escribe la respuesta a ese mensaje.

estamos de salida, espero que valga la pena o morirás antes de tocar a tu noviecito! Te veo en la puerta

Sale sonriéndole a todo el mundo, fans y algunos colegas que le miraban extrañados por la temprana hora a la que estaba retirándose. Claro, apenas habían estado como media hora.

Y justo en ese momento ve el auto de Minho al frente. Cruza la calle y toca la ventanilla.

-       Están algo desesperados ¿no? – comenta y Taemin aparece en el asiento del copiloto sonriendo contento.

-       ¿Y tú no, hyung? – Minho ríe estruendosamente por ese comentario que dejó noqueado a Jonghyun que estaba flipando en ese momento.

-       Si… bueno – respondía saliendo de su estupor, realmente Minho había trastornado al bebe de su diva.

-       Entonces ve por lo que te dije – dice Minho a la vez que se daba un beso con su novio que volvía a sentarse cómodamente, con los pies sobre el asiento, mirando en dirección a la de su novio, sonriéndole sin detenerse ni un sólo segundo.

-       ¿Será un viaje? – pregunta sintiéndose tonto, recién pensaba en ello.

-       Es obvio, sino para qué la mochila – ok, si estaba medio idiota y no sabía por qué, pero estaba algo lento y sentía como si no pudiera pensar con claridad.

-       Mierda…

Y justo cuando está apunto de decirles que morirán si es que a Key no le agradaba la idea, escucha su llamado al otro lado de la calle.

-       ¡¡Puppy!! – se gira y le pide que espere con un ademan con su mano.

-       Ahora vuelvo ¿sí? – vuelve a mirar a ese par que le miraba sonriendo.

Sin pensarlo demasiado se gira y cruza la calle rápidamente. Y ahí estaba su novio, el que ponía su mundo de cabeza, el que obligó a su corazón a latir a su ritmo y con su nombre, por el que se volvía un ciego y estúpido celoso, por el que estaba dispuesto realmente a todo.

-       ¿Estas listo? – pregunta Jonghyun y Key le mira algo extrañado.

-       Sí, pero ¿para qué?

-       Pues… quiero que hagamos un corto viaje con la rana y nuestro bebé – comenta como si fuera lo más normal del mundo y Key sonríe un poco aunque la idea de que Taemin estaba demasiado estresado últimamente le deja pensando en que quizás…

-       Hagamos un viaje, sólo los dos – pide sonriéndole – quiero ir a alguna discoteca a bailar, pero sólo los dos – Jonghyun mira abajo por un momento, porque la verdad era que ya no hacían casi nada, menos ir a bailar por ahí, en algún antro escondido en la oscuridad de los suburbios – porque quiero que esos dos también se diviertan a solas…

-       ¿Y por qué no nos divertiríamos los cuatro? – pregunta de todas formas, no porque no quisiera ir a solas con él.

-       Porque sé que cuando los vea, atentare contra la repulsiva vida de la rana manoseadora – era cierto, tantos años y aún no aceptaba que la rana esa fuera el novio de su bebé, aunque realmente se veía demasiado feliz a su lado.

-       Ok, a la orden.

Y Jonghyun saca su celular para escribirle un mensaje a Minho, mientras iba al parqueo por su auto.

tenemos otros planes!!! Mi novio te dio permiso para hacer lo que quieras con su bebé XDDDD y xfavor a su retorno que todavía pueda bailar si? XDDDD

Envía y apaga el celular. Sería su noche. Desconectaría por completo de todo.

-       ¿Nos vamos? – pregunta y Key asiente mientras subía contento al auto.

-       Ya se fueron – comenta mientras aseguraba el cinturón de seguridad.

Se sonríen y Jonghyun se ponía a conducir a través de las avenidas que poco a poco dejaban de ser concurridas, y no precisamente por las horas de la noche, sino por el rumbo que tomaba su viaje.

Key se acomoda y enciende la ventilación, porque ese calor empezaba a sofocarle nuevamente.

En el mismo momento es que Jonghyun enciende la radio, y de repente cuando termina una canción de Exo, empieza a tocar lo que el locutor decía ‘un gran éxito de Shinee – reeeeeplaaaaaaaaaay’

Ambos se sonríen y las tonadas primeras de la canción empiezan a sonar y Jonghyun no dejaba de mirar a su novio a momentos, quitando la vista de la carretera.

-       En esos tiempos parecías tan inocente – comenta con ganas de fastidiarle y Key le pega en el hombro.

-       ¡Yah! ¡No sólo lo parecía! ¡Puppy tonto! – volvía a pegarle – era inocente ¡ok!

Ambos ríen y Key continua pegándole de rato en rato, cuando Jonghyun volvía reír al recordar esos tiempos en los que le pidió que fuera su novio.

-       ¿Recuerdas? 

-       Si…

 

Flashback

Y eran esos días en los que eran ‘traines’ y practicaban cada día sin falta en los predios de la SM, esos días en los que su amistad había sido rebasada y otro sentimiento se adentraba lentamente en sus corazones.

-       Hoy conocí a Saekyun – comentaba Jonghyun mientras tomaba un helado y Key le miraba con el ceño fruncido.

-       ¿Y? – pregunta sin ganas de hablar de esa muchacha que también conoció y que parecía demasiado interesada en su mejor amigo.

-       Podría ser mi novia – decía con ganas de molestarle, porque lo había notado, nada se le escapaba y menos esa forma de hablar cuando estaba molesto por algo.

-       Ni si quiera la conoces – responde a la vez de que, como venganza por ese dolor en el corazón, le robaba un poco de su helado.

-       Bummie, en estas épocas no es necesario que nos conozcamos diez años o que nuestros padres pacten matrimonio – sabía que estaba tomándole el pelo, lo sabía pero se sentía extraño por tener que tener una charla de ese tipo.

-       Entonces que estás haciendo aquí? Deberías irte a buscarla… - y ya no sabía cómo ocultar esa tristeza – mejor me voy a casa.

-       ¡Bummieeeeeeeee!

Pero no hacía caso a su llamado.

Corría hasta llegar a la parada del bus que le llevaría hasta la terminal de buses.

Algunas lágrimas bajaban por sus mejillas, ese sentimiento no lo conocía y aunque creyó que sería fabuloso que alguno saliera con alguien, no resultó de esa forma.

Llegado el momento se dio cuenta de que no era de esa forma, de que no quería que su mejor amigo saliera con nadie más, no quería que sujetara la mano de nadie más que la suya, no quería que le sonriera a nadie con esa cara de dinosaurio, no quería que fuera torpe con nadie más, no quería que sus atenciones fueran para nadie más que para él.

Sorbía la nariz mientras tenía la mirada perdida en ese paisaje que se conocía de memoria, mientras una, otra y otra vez sus momentos junto a él repasaban su mente, desde que lo conoció.

Su celular se mueve en su bolsillo y lo coge sin muchas ganas. Ve que se trata de un mensaje y lo abre.

Jonghyun.

“bummie!! Por qué te fuiste asiiiiiii!!?!! Me asustaste! Estas bien????? Responde por favor o no podré dormir”

Lo peor era que no quería perder su atención, esa forma tan amable de ser que tenía.

Y no contestó.

 

Cuando llegó a casa entró y ahí estaba su abuelita sonriendo y esperándole con los brazos abiertos. De repente esas ganas de llorar, que intentó contener lo más que pudo en el bus, habían desaparecido. Así que se lanzó a los brazos de su abuela y lloró, por primera vez lloró como un niño perdido, lloró porque desconocía esos sentimientos que revolucionaban en su corazón.

-       Tranquilo cariño – decía ella mientras acariciaba sus cabellos y le dejaba llorar sobre su regazo.

-       ¡Umma! – se quejó hipando, estrujando con fuerza su pecho, intentando que el dolor desaparezca – me duele… - se quejó volviéndose un ovillo, llorando con todas sus fuerzas.

 

Se había quedado dormido de tanto llorar, y su abuela lo arropó, para ponerse a preparar la cena.

Cuando Key despertó, lo hizo con una sonrisa en los labios, por el aroma que salía de la pequeña cocina, era su plato favorito.

Mientras cenaban, se le hizo raro que ella no le preguntara nada, la razón de ese llanto del que se avergonzaba, porque siempre alardeaba de su madurez. Pero no había podido controlarse y ahí estaba.

-       ¿No vas a preguntarme nada, umma? – preguntó y ella le sonrió y acarició sus cabellos.

-       Espero a que tú me lo cuentes.

Baja la mirada hacia su plato que estaba ya casi sin comida. No sabía si contarle o no, no sabía cómo reaccionaría ella, sobre todo no tenía a nadie más en quien confiar y contarle todo, todas esas sensaciones extrañas que escondidas y silenciosas estuvieron creciendo en su interior.

-       Yo… - respira profundamente – Jong dice que tendrá una novia – comenta mirando su plato – y tengo miedo de que se olvide de mi… - y ahí estaba la congoja una vez más.

-       Es parte de la vida – la escucha y levanta la mirada – lo quieres mucho… ¿verdad? – preguntaba ella y Key asentía inseguro – entonces pídele que no se olvide de ti… pase lo que pase…

Y su semana en clases había pasado sin penas ni glorias, ya nada significaba lo mismo, sólo pensaba una y otra vez en Jonghyun que no dejaba de enviarle mensajes a cada momento, todo preocupado.

Tonto.

Pensaba mientras esperaba en la parada de buses, donde Jonghyun pasaba siempre a recogerle para ir a sus ensayos.

Estaba dispuesto a terminar con todo de una vez, quería que fuera una ‘amistad’ un poco más normal.

-       ¡Bummieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee! – se acercaba Jonghyun corriendo y sus cabellos jugaban con la briza del viento, se veía incluso un poco más niño de lo que era – ¡yah! ¿¡¿¡Por qué no respondiste a mis mensajes!?!? – preguntaba entre enojado y preocupado.

-       ¿Por qué debería? – Key rueda los ojos y se pone de pie como si nada, como si no le afectara que se preocupase tanto.

-       ¿Qué? – Jonghyun se queda parado ahí mirando cómo su mejor amigo le daba la espalda como si nada.

-       Que ya no deberías venir a recogerme, mejor ve a recoger a tu novia.

 

Y ahí estaba la prueba de la que Minho le había hablado, de que Key se ponía celoso y que, quizás, sentiría lo mismo.

¿Cómo no se había dado cuenta antes?

Tan tonto y despistado.

Corre y se pone a su altura. Le mira sonriente, con las pruebas suficientes, con la idea de que ponerle celoso con Saekyun ya no era necesario.

-       Eso hago, así que no vuelvas a llorar ok!

Y no le dejó responder porque lo calló con un beso casto en los labios y luego le tomó de la mano para andar como si nada, como si su corazón no hubiera dado un vuelco y como si no se hubiera saltado un par de latidos por la impresión de ese beso y esas palabras.

-       puppy…

-       ¡vamos! ¡Estamos atrasados!

 

No mucho después de eso su grupo fue lanzado al estrellato con replay.

Y junto a su primer triunfo, se había declarado con la ayuda de Minho, Taemin y Onew, con una cena especial en casa. Key aceptó ser su novio y todos vivieron felices.

Fin flashback

 

El nombre de Saekyun pasaba por sus mentes al recordar cómo fue que se pusieron de novios.

-       La verdad es que sólo quería ponerte celoso – confiesa su plan con Minho.

-       ¿Qué? Hablas de Saekyun… - sonríe sin querer, mostrando todos sus dientes, había llorado tanto por culpa de eso. De verdad no entendía cómo podía estar con Jonghyun que era demasiado tonto, torpe y le hacía llorar a veces. (muchas veces para ser sinceros). Pero sabía también que no podría vivir sin él.

-       Si – respira hondo y siente que es momento para más confesiones – yo… estaba celoso de Taemin – confiesa – porque andabas muy preocupado por él, y fue entonces que me di cuenta de que te quería sólo para mi… - se ruboriza y prefiere continuar mirando la carretera antes de ser el hazme reír de su novio – lo hablé con Minho y me dio la idea de ponerte celoso…

-       Ese alíen estúpido… - ríe un poco. Era obvio. cómo no se había dado cuenta de que ese plan sólo sería elaborado por un par de idiotas. Niños de paso – me las pagará – sonríe como psicópata y Jonghyun ríe al verle ponerse de esa forma.

-       Gracias a nuestras tonteras fue que nos pusimos de novios…

-       Me doy cuenta… - es sarcástico, pero al segundo siguiente admite que fue un plan de chiquillos desesperados – por eso te amo tanto.

Palabras que le sorprenden y que llenan su alma con esa calidez que sólo sentía con él, sólo con él.

-       Te amo.

Responde Jonghyun, sonriéndole y recibe un beso en la mejilla.

 

Tantos años a su lado y nunca dejaba de sentirse de esa manera, su piel continuaba siendo demasiado sensible a su toque, sus labios continuaban noqueándole, su sonrisa continuaba iluminando sus días, sus ojos continuaban diciéndole que sólo lo amaba a él y solo a él. Y su baile… dios.

 

Jonghyun estaciona su auto y antes de decir lo que fuera es que ve a Key salir corriendo del auto, para luego pararse a esperarle para que entrasen juntos.

No por nada habían viajado tan lejos, un pequeño pueblo y ahí estaban, escondiéndose y disfrutando de su tiempo de incognito, sin que nadie los pudiera reconocer y al día siguiente salgan en las primeras planas de las revistas y periódicos.

 

Cuando termina de asegurar su auto es que se gira antes de entrar. Ve la hermosa playa que en sus aguas iluminaba la luna y reflejaba su luz. Definitivamente, después de bailar y divertirse un poco iría a compartirlo con Key.

-       ¿Entramos? – pregunta ofreciéndole el brazo, haciendo que Key se sonrojara.

-       No puppy, para eso vinimos hasta aquí – y le encantaba molestarle. Pero a Jonghyun le encantaba más cuando era sarcástico, porque era la fiel prueba de que estaba nervioso y avergonzado a la vez.

Entran en esa pequeña discoteca que estaba a reventar y todos se volteaban para ver a su hermoso novio, a ese que iba tan hermoso, más incluso que esa luna reflejada en las aguas del mar.

Se sientan en una mesa para dos y cuando un mesero viene, piden a un par de tragos. Se miran por unos segundos y Jonghyun ve cómo Key moría por meterse en medio de esa pista de baile. Lo veía babear, literalmente.

Pero lo inesperado sucede.

-       ¿Bailamos? – pregunta un muchacho que aparece a espaldas de Jonghyun, ignorándolo y mirando sólo a Key.

-       Yo… - cuanto quisiera decirle que no, pero sabía la enorme afición de su novio por bailar, esa que pocas veces veía. Por eso y porque las palabras de Taemin aun rondaban su mente – ok! Vamos.

-       Bummie…

Pero no puede hacer nada cuando lo ve tomar la mano de aquel muchacho, no cuando sabe que sus habilidades para bailar son pésimas y prefería mil veces que ese idiota fuese más torpe y terminara haciendo que el mismísimo Key lo echara.

Sonríe al ver a Key bailando con una copa de trago en la mano. A su alrededor la gente aplaudía y lo animaba a bailar. La mayoría jóvenes que se ponían a bailar como él, sin importar nada más que el ritmo y mover las caderas a son de la música.

Como siempre, robándose la atención de todo el mundo, siendo tan bello y tan grácil a la hora de bailar. Estaba seguro de que todo el mundo quería su lugar, ese espacio que llenaba en su corazón. Porque más allá de lo físico, estaba seguro de que tenía demasiada suerte por tenerlo a su lado, porque, estaba seguro, de que sobre la faz de la tierra sólo existía él; él que tenía el secreto para tranquilizarlo cuando se enojaba, sólo él que sabía amarlo como nadie más, sólo él que sabía entenderle en silencio y sabía amarle sin tapujos, sólo él que tenía las agallas para soportarle cuando tenía un estúpido ataque de celos, sólo él que era el único capaz de recibir su corazón tal cual era, sólo él.

Por eso, no lo dejaría jamás.

 

Sus ojos se encuentran a Jonghyun mirándole desde esa pequeña mesa, con los brazos cruzados, con una sonrisa bailando en sus labios, mientras él lo llamaba con la mano, para que bailasen juntos.

-       ¿Bailamos? – se gira y ve a otro muchacho que estaba invitándole a bailar, uno que seguramente era más joven que él, uno que le miraba nervioso, uno que tenía un grupo de amigos y amigas apoyándole desde la barra. Sin hacerse mayo problema acepta.

-       ¡Claro! – no estaba haciendo nada malo desde luego. Sólo quería probar hasta qué punto fue cierto lo que Taemin le dijo, hasta qué punto irían más tipos a invitarle sólo por llevar esa tonta chaqueta. (eso o había caído en las locuras de su bebé)

 

Cuando lo ve bailar, intenta que ese lado salvaje y posesivo no salga a relucir arruinando su ‘escapada’. Pero no le gusta cuando uno de esos muchachitos pone sus manos en la cintura de su novio que continuaba moviéndose como los dioses mientras se sacaba ese pequeño y diminuto saco.

Intenta contar hasta diez cuando lo ve acercarse al oído de su novio, tocando sus brazos desnudos. Intenta pasar de cinco y tiene los puños presionados, hasta que sus nudillos estén blancos de tanta presión.

Desvía la mirada y cuando vuelve a mirar, unos segundos después, se encuentra a dos muchachos pidiéndole bailar. (o eso quería creer) y todo empeora cuando ve a otros más acercarse, cuando entre chicas y chicos se amontonan a su alrededor y terminan por desactivar su lado racional.

A la mierda contar hasta diez o hasta mil.

A la mierda con todo.

Siempre fue un celoso y ese momento no sería la excepción.

Y casi a empujones es que casi estaba llegando hasta él. Un momento que hubiera querido que lo reconozcan sólo para dejarle pasar fácilmente, pero aun así, prefirió pelearse con esos muchachos altos que lo miraban desde arriba, pero ni por su estatura le ganarían en salvajismo cuando se trataba de Key.

-       ¿¡Permiso!? – y ahí estaba todo rabioso de que ese otro tipo estuviera tocando el pelo de su novio. O no. No lo dejaría sin darle una lección.

-       ¡Yo también quiero ver! – se quejaba el otro – enano…

Oh mierda.

-       Quítate – le escupe, masticando con toda la furia que tenía guardada – a menos que quieras que ni tu madre te reconozca… - sonreía como psicópata.

-       ¡Puppy! – chilla Key intentando zafar del agarre de ese muchacho, pero habían tantos rodeándole que apenas pudo levantarse.

Si estaba viéndolo con esa cara de matar a todo el mundo, no era un chiste, y en ese momento se arrepintió de haber querido poner a prueba lo que Taemin le contó.

Y por qué rayos no había pensado en que su novio era un bipolar y que terminaría asesinando a todo el mundo, literalmente hablando.

 

-       ¡No pienso quitarme! – el otro le miraba desde arriba, recordándole tanto a Minho que fue quien terminó con su paciencia contra todos los altos del planeta tierra. ¡Y acabaría con todos! ¡Estúpidos postes! - ¿¡quién te crees que eres!? eh!?

-       Soy su novio – dice masticando cada palabra.

-       Ja! Si seguro.

Y el sarcasmo era otra mierda a la que ya no le tenía paciencia por nada.

 

Y justo cuando el primer golpe llegó a la cara del muchacho es que Key intentaba nadar hasta donde estaba la multitudinaria pelea.

Mierda.

Y se preguntaba por qué rayos quiso poner a prueba lo que su bebé le contó, porque tuvo que ir con esa chaqueta y por qué tuvo que sacársela para armar todo ese escándalo.

Simplemente continua avanzando cuando ve que algunos defendían a Jonghyun mientras se molía a golpes con ese tipo que era, incluso, más alto que Minho. Todo empeora cuando sillas y mesas terminan quebradas por tantos que se peleaban. Lo peor era que ni sabía por qué rayos estaban peleando como idiotas.

-       ¡Yah! – grita cuando alguien lo empuja y se da cuenta de que no fue porque quiso, sino porque alguien estaba golpeándole y término volando en su dirección – ¡mierda!

Se sorprende cuando ve que en medio de la pelea están incluso chicas, tirándose de los cabellos, y rasguñándose como locas.

Su momento de sorpresa termina cuando se gira y ve hacia la donde estaba su novio, sus ojos se encuentran y  en ese momento se pone a avanzar hacia él, como si las sillas, vasos y botellas no estuvieran volando a su alrededor, como si las mesas no estuvieran quebrándose y la gente estuviera pasando casi volando por los golpes a su alrededor.

Sólo lo miraba a él. A él que estaba mirándole apretando los puños, con cardenales en todo su rostro, con un hilo de sangre saliendo de su nariz y sus cejas, con sus cabellos completamente desaliñados, su chaqueta rasgada sin una manga, con  una sonrisa que decía ‘¡le gané! ¡Soy tu macho!’

Por ti…

 

Porque no fue sólo el primer golpe por las estupideces que ese tipo decía, sino porque vio cómo estaban jaloneando a su novio mientras todos armaban una batalla campal.

¿La razón?

Key.

 

Cuando están cerca su burbuja no desaparece, no cuando Key toma su mano y deja un suave beso sobre sus labios.

Su novio podía ser un orate y un salvaje, pero le encantaba que fuera así sólo por él, sólo cuando se ponía tan celoso y no podía soportar ni que el aire entrara por sus pulmones.

La verdad… celoso le gustaba aún más, le enamoraba un poco más.

¿Masoquista?

Quizás.

-       Salgamos de aquí – le pide Key sin saber cómo reaccionar en una situación así…

-       Sí, pero amor ¿y tú chaqueta? – preguntaba Jonghyun consciente de que Key amaba lo que compraba y sentía que moría cuando perdía sus prendas de vestir. Lo conocía tan bien que en ese momento desvía la mirada y encuentra la chaqueta sobre la barra, como si estuviera levantando la manita para ser encontrada.

-       No importa – susurra.

Y la sirena de la policía hace que todos se queden como congelados, mirándose por unos segundos los unos a los otros, sin saber qué hacer, conscientes de que debían huir.

Mierda.

Cuando la multitud sale desesperada, incluso los golpeadores recogían a los que estaban siendo golpeados y salían como una manada de animales desesperados de ese lugar.

 

Jonghyun sabe que no puede dejar a Key, ni un solo segundo, quizás alguien lo secuestraba. Así que sujeta su mano con fuerza y tira de ella mientras se dirige hasta ese pequeño saco.

 

Nadaban contra la corriente y Key no puede creer lo que ve, no cuando ve a su novio sujetar su chaqueta y sonreírle como si en ese momento hubiera logrado bajarle una estrella, como si ahora si fuera merecedor de su corazón.

Y lo era.

Siempre lo fue.

Y así sería para siempre.

 

Salieron corriendo del lugar y cuando entran en el auto es que Jonghyun conduce como loco, no sin antes asegurarse de que Key tuviera el cinturón de seguridad, sonreírle y continuar con su escape.

No mucho después es que se desvía de la carretera y se mete a la playa. Key le mira extrañado, pero no pregunta nada, quería que se detuvieran para poder atender sus heridas.

 

El auto se estaciona en plena playa, a unos metros de ese mar iluminado por la luna, ese que quería mostrarle a su novio a como diera lugar. Porque quería una noche especial para él, no una noche salvaje que empezó por culpa de sus celos y el estúpido ese que no dejaba de manosear a su novio.

-       Lo siento – dice mirando hacia el mar, queriendo que de alguna forma eso que pasó, no hubiera pasado.

-       ¿Por qué? – pregunta Key poniéndose a su lado, recargándose en la parte delantera del auto, mirándole y con pañuelos se ponía a limpiar los rastros de sangre que quedaban en su rostro – mira nada más cómo quedaste – hace un puchero y Jonghyun le sonríe aunque le duela hacerlo.

-       Siempre termino arruinándolo todo… - le mira como disculpándose, esperando que su novio no se pusiera a llorar y hacer una novela en ese momento - ¿cierto?

-       No, tonto – Key no podía evitar sonreírle – la verdad, te soy sincero – respira profundamente mientras continuaba limpiando ese rostro que a cada momento parecía tener más golpes – me encanta que contigo todo siempre sea diferente… una locura…

Esas palabras hacen que sonría enormemente, aunque le dolía, no podía evitar sonreírle, no podía no mostrar lo feliz que se sentía de que su novio lo amase de esa forma.

-       Me encanta que enloquezcas, aunque a veces eres indomable – y las tantas veces que discutieron por tonteras y por celos que era lo que los tenía peleando últimamente – me encantas… - sonríe y no puede evitar que una lágrima se asome traviesa por el rabillo de sus ojos.

Cuando Key mira hacia abajo, evitando que su novio lo vea llorar, es que Jonghyun sujeta su rostro y hace que le mire.

-       ¿Te confieso algo? – pregunta Jonghyun sabiendo que era el momento perfecto para confesarle eso que estaba tragándose desde que lo vio en la habitación antes de salir al musical.

Key asiente intentando contener el llanto, ese que de repente apareció al sentirse tan afortunado de tener a alguien como él, que estuviera incluso dispuesto a matar o morir por él. Aunque sonaba a locura, él se lo dijo una vez y siempre lo sentía de esa forma, siempre se sentía que estaba igual de loco que él.

-       Esta noche, te ves maravilloso …

-       ¡Tonto, puppy tonto!

Ambos ríen y terminan en un beso dulce y suave, uno que intentan profundizar pero Jonghyun se queja porque acababa de darse cuenta de que esos golpes no le permitirían ni besar a su novio como se debía.

-       Perdón – se disculpa Key besándole con cuidado – ahora deja que yo cuide de ti…

Y si en ese momento Jonghyun creyó que no podría ni besar a su novio, que no podría terminar con ese cometido que tuvo desde que estuvo molestándole en el musical, pues estaba muy equivocado. Porque Key lo besa con cuidado, consciente de que sus besos lo curaban, porque quería hacerle el amor con toda la locura y la dulzura que llevaba como fuego luchando por explotar desde que lo vio parado en la puerta de su habitación, mientras se alistaba para ir al musical.

Porque en ese momento todo desaparecía, incluso los celos que fueron motivo de tantas peleas, acababan de convertirse en el motivo de hacerse el amor hasta ver salir el sol, teniendo de cama la dulce caricia de la arena y fieles acompañantes de su amor estaban las estrellas y la luna que iluminaban desde lo alto del cielo.

Porque lo maravilloso era que ambos se daban cuenta de que se amaban y que todo simplemente podía pasar, que lo que para mucho era motivo de separación para ellos era motivo para hacer el amor hasta ver que el sol salía lentamente y ambos lo apreciaban completamente enredados y abrazados sobre la arena, cubiertos sólo por una simple manta cómplice de su amor.

~*~ JONGKEY ~*~

 

Notas finales:

gracias por leeer! <3


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