Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No Regrets, Just Love. por ipen shidemiru

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Se supone que debo estar haciendo un anteproyecto... pero no tengo idea de qué rayos poner en unas secciones y debo entregarlo en dos semanas ya listo... y bueno, como me aburrí de intentar hacer eso me dediqué -ayer por la noche- a revisar este capitulo, y como lo vi descente -y mi hermana me está haciendo esperarla- decidi publicar~

 

 

Matsumoto sigue en la casa. Hace un tiempo que debió regresar a Tokio para retomar sus clases. Hasta donde hube entendido, él sólo estaba aquí esperando a que Takashima viniera. Pero no parece ser así. Está en su habitación teniendo sexo con un chico que ha venido a pasar vacaciones en el pueblo.

Odio tener que bajar a la cocina y oírlos copular como conejos. Claro, agradezco más no tener que verlos haciéndolo pero uno que otro ruido se les escapa y eso lo vuelve molesto. Además que me he sentido como proxeneta cuando ambos salen a preparar comida semidesnudos.

He intercambiado algunas palabras con la pareja sexual de Matsumoto. Resulta apodarse Saga, aunque cuando lo dijo a Matsumoto lo hizo saltar un pequeño espasmo y Saga comenzó a reír.

Es muy posible que Saga sea inventado y Matsumoto riera al oír el apodo. En fin, ese día Takashima estaba en el jardín cuidando personalmente de un rosal blanco mientras Maya le hacía compañía desde una manta en el pasto. Fue uno de esos días que por lo general son confusos en invierno ya que el frío es bastante tolerable.

Por supuesto que Maya estaba abrigada y cobijada. Era Takashima quien andaba con un simple pantalón y una camiseta sin mangas.

Yo estaba sentado en una banca del jardín con un pequeño libro desempolvando, sin nombre de su autor y sin un título. Pensando un poco mejor, parecía algo de confección cacera más que un artículo comprado.

La caligrafía era hermosa, líneas perfectas de un lado a otro, diminutos arreglos personales, formas simétricas y un toque que lo convertía en elegante.

Las hojas narraban en primera persona la vida de un demonio minoritario que fue emboscado y liberado de la maldición que lo hacía lo que era. Pero este demonio no era un humano, era un demonio puro nacido con la vida de un arcángel. Aquellos demonios nacidos de esta forma eran realmente poderosos y desastrosos. Así que el resto de su población fue cazándolos y convirtiéndolos en humanos para que no pudieran regresar a ese lugar, porque dicen, que si son muertos como demonios pueden regresar y vengarse mientras que siendo hombres renacen de otras formas menos como demonios. Además, podrían verlos morir de ineptitud o algo similar las veces que quisieran.

Bueno, Taanen –el demonio – narra la forma en la que va recuperando sus poderes de poco a poco. ¿La forma? Pues como es humano, todos sus poderes se convirtieron en personas. O sea, tuvo que cazar seres humanos para regresar a lo que era. Los seducía para quitarles lo que llamó kimen, que en vocablos humanos es como el alma, la fuerza de vida o la esencia y, que se materializa en una especie de cuarzo solo si lo hace alguien poderoso.

Taanen llegó a la tierra humana como un pequeño niño que enfermó y estuvo a punto de morir de inanición hasta que alguien lo encontró y le enseñó a ser un humano.

Cada que arrebataba una esencia se hacía más poderoso sin importar que fuera la que buscaba o una desafortunada que caía en su camino. Pero encontrar a los humanos que fueron sus poderes no era una simple tarea. Dijo haber pasado casi toda su vida humana buscando la forma de ser nuevamente un demonio y que tras encontrar la inmortalidad todo fue viento en popa, sin embargo, un valor muy preciado para demostrar su superioridad eran las alas, puesto que solo unos cuantos las tienen, y jamás las encontró.

Ese fue el final.

Lo lamenté un poco.

Lo suficiente para quedarme de brazos cruzados sobre la silla de enfrente mientras Takashima apartaba a Maya para poder humedecer la tierra de los rosales sin problemas.

Takanori apareció un poco después de eso. Vestía completamente de negro; camiseta de manga larga, jeans ajustados y botas de montar. El cabello lo tenía sobre la cara y sus ojos los ocultaban un par de lentes de sol. Llegó y se sentó en el borde de la elevación que conducía a la casa. Takashima y yo lo miramos durante un instante y regresamos a nuestras actividades.

— ¿Irá a montar? — balbuceó mi nuevo esposo.

Me abstuve de responder.

Takanori se acercó tras un momento y tomó asiento junto a mí.

Yo miraba el cielo.

Las nubes se movían con mucha rapidez pero en la tierra el viento no se sentía.

— ¿Has visto lo que Yutaka lee? — arrojó Takanori.

Takashima venía prestándome atención desde hacía rato. Estoy seguro de que incluso él puso el libro a mi alcance.

— ¿Qué con eso? — dejó la regadera de jardín a un lado y volvió su cara hacia al chico de los lentes y las botas de montar —. Me parece una lectura interesante y muy entretenida.

— No digo que no lo sea.

— ¿Entonces?

— Eso estaba en mi habitación.

— Lo encontré en uno de los sillones de arriba y lo puse en un librero. No creo que tengas algo en contra de poner las cosas lejos de donde he de tomar asiento.

— En  efecto, no tengo ninguna objeción. Sin embargo, en la siguiente ocasión que ocurra eso, por favor, puedes dejarlo en mi habitación.

— Claro, puedo intentarlo. Por cierto, Tanabe, fue Takanori quien escribió eso.

Entonces vi a Takanori. No parecía querer hacer una mueca. Sus labios se encontraban de una forma neutral, esa que viéndola de perfil siempre parecerá disgustada. Él giró la cabeza hacía mí.

— ¿Estas sorprendido? — dijo con un pequeño desliz de sus labios.

— Por su puesto. ¿Por qué alguien escribiría sobre papel tan viejo habiendo computadoras?

— Me gusta escribir sobre papel.

— Ya lo he notado. Tu caligrafía es muy buena.

— Gracias.

— La historia también — entendí el brazo para regresarle lo que parecía suyo —, ¿Has pensado en un final?

— Muchos han pasado por mi cabeza. Gracias.

— ¿Seguirás escribiendo en él?

— Eso pretendí cuando comencé a buscarlo.

— Dejen de ser tan formales y hablen como es debido entre familia.

Un pequeño silencio se dejó sentir.

Algo breve e incómodo.

— Yo sé que has tenido dudas respecto al final, Tanabe, ¿por qué no aprovechar este momento para solventarlas? Puedes, ¿verdad, Takanori? Vamos, Tanabe, pregunta.

— La verdad es que sí, es injusto tener este tipo de historias y dejarlas a medias. ¿Podrías contarme qué pasa con aquello que no has escrito? Algo que tú sepas pero ese libro no. ¿Taanen logra su cometido?

Takanori encogió los pies y pasó las hojas del libro una tras otra.

— El protagonista decide dormir mientras encuentra lo que le falta así que su subconsciente se hace cargo de vivir por él. De esa forma vive y muere varias veces hasta que encuentra lo que buscaba. Cada que rencarna lo hace con el mismo nombre y el mismo físico pero distinta personalidad. En una de esas vidas se encuentra con un humano de quien esa personalidad se enamora. La parte consciente le hace saber que es a ese humano quien buscaba pero la personalidad se arraiga y se queda aún en contra de todo y muere. Unos pocos años después el demonio regresa con otra personalidad e intenta encontrarlo. El portador de las alas se entrega y ofrece su vida. Pero aun después de hacerlo parte suyo el demonio nota que le falta algo, algo que el portador de las alas le arrebató sin querer hacía mucho. En ese momento se da cuenta que un bebe nació gracias a él, una pequeña criatura que no debería estar en la tierra. Así que debe hacerse de ella. Pero esperará hasta el momento oportuno y atacará.

— ¿Eso significa que habrá una continuación?

Takanori levantó el rostro.

Miraba algo que yo no podía ver.

— Podría escribir cómo logra capturar un arcángel sin poderes.

— ¿Un arcángel sin poderes?

— Lo que nació es un arcángel sin poderes.

— ¿Cómo fue a nacer un arcángel sin poderes?

— No lo sé — paseó la cabeza como un una pequeña risa —, el tipo de las alas se mezcló con alguien y eso sucedió. Ni siquiera yo puedo explicar por qué.

Eso ha dado vueltas en mi cabeza.

No debí preguntar respecto al final de la obra. Ha sido poco satisfactorio  saber el final de esa  manera, quizá no debió responder a mi pregunta. Takanori pudo haberse negado pero no lo hizo. Él no se esforzó mucho por impedirme saber los planes de su historia. Aunque tal vez fue por Takashima que incitó otro tipo de dialogo entre nosotros.

Takashima no deja de mirarme desde hace un momento.

r13; ¿Puedes decirme por qué me miras de esa forma?

El dueño de la casa tomó la tarea de desvestirme cuando quiere tomar un baño a mi lado.

r13; ¿Desde cuándo tienes una mancha amarilla en el omóplato derecho?

r13; ¿Qué mancha? r13; pregunto e intento mirarme al espejo. Takashima me toca con todas las yemas de su mano izquierda formando un círculo.

Siento un poco de dolor.

r13; Aquí.

r13; Ni siquiera sabía que tenía una mancha ahí.

r13; ¿Qué tanto te duele?

r13; Solo un poco cuando me tocaste.

r13; Está bien. Démonos prisa, no quiero que el agua se enfríe.

Takashima se desviste sobre la marcha y su ropa parece dulces de carnaval que vuelan de un lado a otro sin rumbo fijo.

Maya está dormida en su cuna a unos cuantos metros. Es una bebe con el sueño pesado así que no es usual que se despierte fuera de sus horas. No obstante, dudo que encuentre un ruido lo suficientemente fuerte para despertar, si creyera que tendremos sexo le hubiese pedido a su niñera que la cuidara, pero como llevo un tiempo célibe lo dudo.

No es que no pueda, el asunto se resume a que no quiero. El doctor dijo que estoy completamente recuperado para ese tipo de actividades físicas pero en los días recientes ha sido imposible. No es exactamente por la bebe, tenemos quien no ayude a cuidarla, incluso tenemos ayuda con los quehaceres de la casa. No tenemos una vida pesada, yo no. Takshima ha estado delegando poderes en sus empresas para no tener que aparecer a menudo en ellas. Es eso. Mi esposo legal está muy cansado de viajes. Durante las dos semanas pasadas nos vimos cuatro veces y la mayor parte del tiempo se la pasó con Maya.

Admito que en ese tiempo en el que Takashima está ausente siento que no sirvo de nada. La chica que cuida de Maya no es muy conversadora y la señora Yamada parece siempre estar ocupada. He devorado un libro tras otro, debo estar por acabarme un estante del pasillo.

A decir verdad, no tener sexo no es tan malo.

Me siento cansado. No creo que sea debido a la falta de sexo. Sé que el sexo es bueno para activar la circulación y verter sustancias que al cuerpo le agradan pero no pienso que la falta del mismo me marchite. Viví muchos años sin él hasta que lo conocí y casi me convertí en ninfómano. Quizá me muestre un poco irritado pero pienso que es normal para un padre primerizo…

Takashima se nota con mucha experiencia, no sé si ya lo he dicho antes. Me pregunto si habrá tenido un hijo antes o ha cuidado de alguno en secreto. ¿Habrá cuidado de Takanori cuando niño? Es la única explicación coherente que tengo en este momento.

¿Cuántos años tendrá Takashima en realidad?

Si lo pienso un poco, nunca he cuestionado eso.

Notas finales:

Espero que me anime a publicar otro capitulo el unos días, y si no... pues... significará que ando ocupada con un viaje de 36 horas por carretera .____. todos pensamos "por qué no pidieron avión?? es más barato y rápido!!" pero así nos tortura...

en fin, sobre este capitulo... -va a ojearlo- se lo dedico a todos lo que quieren saber qué rayos pasa aquí pero no les digo xD

recuerdo que una amiga me preguntó por el final de un fic hace ya varios años y cuando le iba a responder me dijo "no, wey, callate y escribelo. así no quiero saber... ah! calla!" xD

bye~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).