Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No Regrets, Just Love. por ipen shidemiru

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este capitulo tiene una sección que dice "**no copy" así que si se incluyó... bueno... ya se lo puede imaginar...

Oh! cuánto tiempo... ¿dos meses? ¿dos meses y medio?  he tenido unas semanas muy agitadas, incluso en este momento debería hacer un proyecto que vengo procrastinando desde la semana pasada... ¿qué ha ocurrido? en resumen: cumpleaños, enfermedad, reacción alergica por comer enlatados y tomar medicamentos, concurso de cortometrajes, rodaje, papelo, fiesta familiar, presentaciones de teatro... nada de eso tiene qué ver con la escuela.

 

— ¿Takashi?

— ¿Quién habla?

— Soy Tanabe. Yutaka Tanabe…

— ¡Ah! Tanabe, claro. No reconocí el número, disculpa.

— No te preocupes, este tampoco es mío así que te entiendo.

De hecho, mi teléfono debe estar tirado en algún lugar de la carretera. La quité la tarjeta sim y la rompí. Le quité el memory-stick y lo guardé en mi ropa. Abrí la ventanilla del auto, lancé el teléfono y la batería por separado.

Comprendo que haya preguntado quién soy.

— ¿Cuándo planeas regresar, Tanabe? Supe que pediste tus meses de incapacidad y desde entonces no sé nada de ti.

— Sí, bueno, esto ha sido repentino…

— ¿Repentino? Pero ya planeaban tener un hijo… por cierto, ¿es niño o niña?

— Es niña, se llama Maya. Se parece a Akira.

— Eso es bueno.

— Sí… mmhh… Takashi…

— ¿Qué pasa? ¿Te puedo ayudar en algo?

— Mira, es algo estúpido no importa.

— ¡Qué va! Ya llamaste. Sabes que es hora de la comida y tengo tiempo se sobra hoy. Incluso si necesitas que salga temprano.

— Sólo quería hacerte una pregunta.

— ¿Personal?

— No exactamente, es sobre Akira.

— Puedo ayudarte con todo lo que sé de él.

— Me sería de ayuda.

— Pues dime.

— Claro… ¿Qué sabes sobre las relaciones sentimentales de Akira?

¿Pasadas?

— Me gustaría saber en general.

Pues… yo conocí a Akira en la universidad y no era del tipo de persona que presentara a otra como su pareja.

¿Y después de la universidad?

—Él se graduó y perdimos un poco el contacto.

— ¿Sabes si salió con alguien en ese entonces?

— No me sorprendería nada si lo hubiese hecho. A decir verdad, a mí siempre me pareció del tipo que vaga sin una pareja fija.

— Lo sé, tiene cara de eso. ¿En verdad no sabes algo?

— Mira — hace una pausa —, perdimos comunicación hasta unos cinco años que llegó a mi casa hecho polvo. Sospecho que pasó por algo que lo deprimió o yo qué sé, algo que no quería que pasara. Yo le pregunté y la única vez que dijo algo al respecto fue… fue algo parecido a « no se lo merecía ». Tú puedes suponer lo que quieras.

— Antes de eso, ¿supiste algo de él?

— No lo sé, Tanabe, no lo recuerdo. Si me dices exactamente lo que quieres saber quizá pueda investigar o tratar de recordar.

¿Y algo más reciente?

¿Cómo que más reciente? Solo sé de ti… oye, ¿insinúas que Akira te engaña? Podrá ser lo que quieras pero trata de mantener sus promesas a toda costa.

¿Y si no puede? — murmuro.

¿Y si no puede? Tanabe, dime de una vez qué está pasando.

— Muchas gracias, Takashi. Tengo que irme, si necesito algo más yo te llamo.

— Tanabe, espera, si algo está sucediendo puedes decírmelo. Akira es mi amigo pero no sería correcto que te tratase de esa manera.

— Lo lamento, no creo que eso suceda.

Cuelgo.

Takashima está en su cuarto de meditación, justo en frente a la habitación principal. Yo estoy en la cocina. La señora Yamada se acaba de ir y Ayako — la chica que cuida de Maya — le da un baño a mi hija en el piso de arriba.

Son alrededor de las cinco de la tarde.

Takanori no ha regresado del bosque. Y, de cierta forma, espero que no lo haga. A fuera llueve. Hace más de una hora que las gotas iniciaron su caída. El pueblo debe estar inundado y nos estamos quedando sin paraguas.

Es un buen momento para sentirse solo.

Siempre lo he estado.

No sé por qué me gusta huir.

De haberme quedado en casa de mis papás esto no ocurriría. Estoy seguro que mi mamá me habría regañado como solía hacerlo cuando mi comportamiento era irresponsable durante mi adolescencia. Pero madre, esa edad es para ser idiotas. Si no me hubiera escapado de casa luego de la mediocre D que obtuve de calificación en inglés, nunca habría tenido sexo y seguramente hubiera muerto de estrés en años posteriores por culpa de la misma. Si no hubiera buscado sexo fortuito no hubiese conocido a Aoi. Si no hubiese conocido a Aoi no hubiera acabado la maqueta de la exposición por la que conocí a Akira. Si no hubiera conocido a Akira seguramente no me sentiría solo.

Si no hubiese conocido a Akira no tendría a quien culpar de mi soledad.

Aunque, claro, realmente no estoy solo. Me gusta sentirme así porque no sé qué puedo hacer para dejar a un lado el sentimiento de rechazo. Pienso que puedo ver más allá de los problemas, aunque no tengo idea de cómo resolverlos…

Solo veo la lluvia en las ventanas.

Me gusta verla.

Me hace recordar aquel día que vi a Akira como un pequeño niño indefenso.

Es hermoso cuando una persona logra abrirse lo suficiente para enseñarte sus debilidades, cuando reconoce ante ti sus defectos, cuando acepta los tuyos e incluso de burla de los propios.

¿Debería dejar de pensar en él?

Creo que sí porque él ya no está. Se fue y no tengo la obligación de esperarlo.

Creo que no porque me he hecho un sentimental. Me acostumbré innecesariamente a las acciones de una persona en pro de una relación.

No deseo admitir que lo extraño.

Me hace sentir como un niño ansioso que espera sentado en la acera que su papá retorne de una guerra, pero por más horas que está ahí únicamente se desilusiona. Es igual... todo es incierto y él único culpable es uno mismo porque mantiene la esperanza de que su destino sea ser feliz. Y, ¿por qué no serlo? Somos seres libres, tenemos libre albedrio, somos capaces de engañar, de mentir, de amar, de respetar y esas cosas extrañas que se nombran de vez en vez.

Yo podría amarlo el resto de mi vida.

Podría quedarme de brazos cruzados esperando su aparición.

Podría fingir que no pasa nada, que no me duele, que esto no es real.

Podría volverme loco… matar a todos y suicidarme. Sería un poco extremo y no tengo razones para hacerlo. Romeo estuvo por demás loco para tomar veneno, de haber esperado unos minutos más se hubiera reunido con Julieta… y Julieta, claro, lo primero que hace al despertar es quejarse porque Romeo se ha tomado todo el veneno y ya no hay para ella. Aunque una daga en el corazón no es tan mala idea. Si dijera que soy un vampiro otra persona sería la responsable de hacerlo todo… pero por qué arruinar más la fama de estos individuos.

Debería tomar un descanso.

El ruido de la lluvia me vuelve paranoico si pienso en Akira.

Akira…

Cubro mi cabeza con mis brazos y descanso en la mesa.

— ¿Qué deberé hacer? — murmuro.

Una mano toca mi cabello.

La aparto inmediatamente y retrocedo.

Es Takashima y da un paso hacia atrás asustado.

— Buenas tardes — dice con la mano sobre el pecho.

— Trata de no hacer eso de nuevo.

— No esperaba que te asustaras. ¿Qué pensabas? ¿Echas de menos a algo?

— ¿Por qué me trajiste a la misma casa que el amante de mi esposo? — Exploto — Porque Takanori lo es, ¿verdad? Sino como puedes explicar todo lo que hay en su habitación. Por dios, Takashima, ¿qué esperas de mí? Solo soy una persona, solo tengo una vida. Y yo era feliz, fui feliz antes de que aparecieras, antes que este espectáculo comenzara. No necesitaba de nadie, no me hacía falta nada. Nunca necesité a nadie más que a mí. Ni siquiera a Akira. Yo lo amo, pero no puedo irme de este lugar para buscarlo. Tampoco puedo quedarme de brazos cruzados sin cuestionarme qué sucede. Pudiste ser más amable aquella vez y decirme « estoy aquí para destruir tu vida y lo que pase a partir de ahora puede causarte la locura », no creo que fuese tan difícil. Si todo ya estaba planeado…

— No, Tanable…

— No, ¿qué?… vamos, mírame, ¿puedes ver la felicidad desbordándose de mis labios? ¿O mis palabras dulces de aliento al despertar? ¿Mi ánimo? ¿Puedes ver algo de eso? No, Takashima, no puedes porque no hay.

— No es tan simple como tratas de hacerlo ver.

— ¿Acaso lo que digo es simple? A mí no me lo parece.

Takashima se muerde el labio.

Es la primera vez que veo ese comportamiento en él.

Mira la lluvia. Vuelve a mirarme. Sigue parado. Agarra el respaldo de la silla y pareciese que quiere estrangularlo con una sola mano.

— Podría decirte muchas cosas, no obstante, podría no hacerte feliz con lo que fuera que saliera de mi boca. Es muy posible que no creyeras ni una sola palabra de lo que intentara explicarte y me tomases como un mentiroso. Así que, ¿qué quieres que haga? Puedo mentirte si gustas.

— ¿Y por qué querría una mentira más?

— Porque sería la única forma de aceptaras esto.

— ¿Qué es esto?

— Lo que quieres saber.

— Dime la verdad.

Takashima se inquieta. Amarga los labios y sube ligeramente las cejas.

La lluvia ha dejado de caer completamente. No estoy seguro respecto al momento en que sucedió.

Intenta hablar pero el sonido de la puerta cerrando lo interrumpe.

Es Takanori, parece que la falta de lluvia lo trajo de regreso.

El chico se asusta al vernos. Está parado sobre el tapete de la entrada que va absorbiendo el agua que le escurre de la ropa. Se tapa el cuello de la playera con las manos y corre a las escaleras.

— Iré a hablar con él.

— Yo también voy, tengo que pedirle explicaciones.

No he dado un solo paso cuando Takashima me toma de la cintura y me detiene.

— Tú te quedas — dice con un tono de voz grave. Es como si aguantase un grito enorme.

Se va.

Camina a su ritmo, no corre pero tampoco va lento.

Yo no puedo moverme. Es la primera vez que Takashima me trata de esta manera y, aunque debiera protestar – y lo sé –, no puedo.

Intento hacer algo, lo que sea. Con tan solo poder moverme estaría haciendo mucho.

¿Por qué no puedo?

Sigo tomando la esquina de la mesa para sostener mi equilibrio.

Mi pulgar de está cansando pero no se queja, al contrario, pareciese que se sostiene con más fuerza que antes.

Miro el suelo por donde los dos se han ido. Las huellas de Takanori son muy notorias. Dejó un rastro de lo color marrón muy espeso. No son huellas muy marcadas, de hecho, creo que son solamente pedazos que se atoraron fuertemente a sus botas.

Doy un paso, dos… y cuando lo noto ya estoy viendo de cerca el lodo.

Comienzo a limpiar, y cuando digo comienzo me refiero a que únicamente borro unas huellas del recibidor y un par de la sala, puesto que llegan a la escalera y me provocan mirar hacia arriba. Se me antoja un castillo de pesadillas donde las escaleras crecen y crecen sin cesar…

Borro exactamente dos rastros con un trapo que no sé de dónde apareció y escucho un grito de arriba.

Corro sin pensarlo dos veces.

Takashima sale del baño sosteniendo su hombro izquierdo.

Me mira justo en el borde de las escaleras.

— Ven aquí.

Viene por mí y me lleva a la recamara que comparto con él.

— ¿Qué tienes en el brazo?

Ayako está sobre la cama, parece que después de bañar a Maya le dio sueño y se quedó completamente dormida.

— Estoy bien — se quita la camisa que se ha ensuciado con algo de barro y, en efecto, no tiene ni un solo moretón en el cuerpo —. Sé cuan absurdo suena, pero creo que deberíamos irnos.

Se dirige a la cama y despierta a la adolecente dormida.

— Ayako, ve a tu casa. La lluvia ha cesado y no queremos malos entendidos si continua y debes quedarte.

La chica se talla los ojos y se levanta. No parecen percibir la desnudes de su jefe. Quizá los hombres no le interesan o quizá está atontada por el sueño y no podrá caminar derecho cuando se ponga en pie.

Ayako se tambalea y se va. No dice absolutamente nada. Tampoco reclama su suelo. Después regresará pidiéndolo.

 Takashima cierra con seguro.

— ¿Por qué no tomas asiento? — dice Takashima apuntando el par de sillones que hay al fondo de la habitación.

— Bien...

Intento llegar ahí pero al pasar junto a la cuna de Maya tengo que sostenerme de ella para no caer al suelo.

— ¿Estás bien, Tanabe?

— No lo sé, mis rodillas se doblaron solas.

Las manos me tiemblas así que las retiro del barandal.

Takashima me toma de los hombros y me lleva a la cama.

— Tienes fiebre.

Notas finales:

Bueno, si aún hay gente interesada en esta historia me gustaría saberlo, digo, así, aún estando ocupada podría actualizar. Puesto que lo de escribir lo hago para mí y no veo necesario subirlo si nadie lo quiere leer.

Habiendo dicho todo lo que se me ocurria... me voy.

Disfruten la vida y del capitulo 6 de la 19 temporada se south park.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).