Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No Regrets, Just Love. por ipen shidemiru

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es posible que aun existan errores en el capitulo  ._____. Pero después de la primera conexión pase a la segunda y de ahí a la tercera.... y entonces mi archivo encriptado dejóde ser funcional... ayer lo corregi  pero ya cansada de leerlo tantas veces no aseguro nada ToT

Entiendo que muchas de las persona que leen esto no tienen mucho tiempo  libre.... no es que yo lo tenga y quiera presumir, pero ese es el gran problema y va sumado a que todos queremos saber qué onda con el niño.

Como es cansado escribir en la tableta nos leemos abajo.

 

— Ne, Tanabe...

Susurra muy cerca a mi oído.

— ¿Me concederías el placer de hacerte llegar a un orgasmo?

No es el momento, estoy seguro, pero me río. Sus palabras suenan muy tontas pero igual se lo permito. Quiero que él me haga lo que quiera.

— Entonces así será.

Su voz es más grave que la de Akira, y aún en cuchicheos la diferencia es abismal. 

No entiendo porqué, pero deseo a este hombre que está besándome y desvistiéndome en mi propia cama, lo deseo tanto que traicionaré mi vida por una noche con él. Akira no se enterará, él no está aquí hoy, dijo que tenía trabajo que terminar y llegará a casa de Takashi a dormir.

Mi ropa ha desaparecido por completo. Pero no hace falta. Mi cuerpo requiere que esto avance rápido. Tan solo sentir sus labios en mi pecho hacen que la entrepierna me duela. Pero no lo hace; es malvado.

— Deja de hacer esas cosas — hago un horrible esfuerzo por no jadear —. Todo irá bien si pasas a lo siguiente.

— De acuerdo.

Levanta mi cuerpo sobre el suyo. Me acomodo sobre su cadera abriendo las piernas a cada lado. Rodeo su cuello y lo beso mientras nuestros cuerpos se frotan en uno al otro. 

Lo detengo. Aparto su cabello castaño de su rostro y al fin siento como sus manos descienden a mis muslos. Entra lentamente. Quiere que le suplique mientras insiste en devorarme.

Sus ojos miel no me quitan la vista de encima mientras tenemos sexo en muchas posiciones.

Takashima no usa condón así que cuando termina lo abrazo y le clavo las uñas sin piedad...

 

Despierto. 

Al parecer fue un sueño. Akira duerme junto a mí... Bueno, no tan cerca, está arrinconado en el límite de la cama hecho un ovillo, un lindo ovillo.

— Akira, hoy es laboral, hay que ir a trabajar.

Obtengo una respuesta monocroma. Ese monosílabo que aplica a todo con solo cambiar el tono.

— Tienes cinco minutos más.

Voltea la cara. Sus ojos a penas están abiertos. Akira se ve realmente lindo cuando está medio dormido.

— Quédate — logra decir —, no quiero más pesadillas... Estoy cansado.

— ¿Tuviste pesadillas?— asiente — ven aquí.

Me recuesto y él acomoda su cabeza en mi pecho.

Miro el despertador a un lado; faltan dos minutos para las cinco.

— Disculpa, Akira, puedes dormir un poco más.

 

 

— Buenos días, Takashima-san — debo ser educado al entrar a la oficina de mi jefe.

— Oh, Suzuki... ¿O prefieres que te diga Yutaka-san?

Takashima viste un traje color azul marino. Ya no me extraña verlo en esas condiciones. Aunque preferiría verlo en jeans y camiseta — seguro y se ve mejor. Esta sentado detrás de su escritorio. La silla lo cubre por completo.

— Suzuki por favor.

Justo a la mitad de la oficina hay una enorme maqueta hecha según mis planos. Mide casi cuatro metros cuadrados.

— Siendo sincero, me gusta más pronunciar Yutaka... Suzuki no me agrada tanto.

Caminamos a la maqueta.

— No es cuestión de si le gusta o no, Suzuki es mi nombre.

— Estoy de acuerdo — Takashima sonríe diciendo "Vamos, cómeme, eso quiero".

— ¿Para qué me llamó?

— Cuestiones laborales, ¿Para qué otra cosa haría venir a un embarazado de cuatro meses? Y, debo agregar que no lo pareces ¿Su alimentación es adecuada? 

— Agradezco que se preocupe, pero no es el momento. Entonces,  ¿en qué puedo ayudarlo?

— Mira — se arrincona a mi lado derecho. Puedo ver las hebras de su cabello claramente—, esa parte de ahí no me parece acorde a lo que me habían dicho.

Gira el rostro y su cabello baila de una forma grácil. Yo volteo a modo de reacción y nos miramos. Sus ojos me encantan, tienen algo extraño que no he visto en nadie más. No son simples ojos de seductor.

Takashima sonríe. De alguna forma lo sé pero mi vista nunca se aparta de sus ojos. Comienzo a sentir que soy tragado.

— Oh, sí... — me aparto de él lo más rápido que puedo — Son cosas mínimas, puedo arreglarlo.

— Te lo agradecería — vuelve a acercarse a mí —. Sinceramente pienso que no importa mucho, pero tenía unas enormes ganas de verte — me toma por la cintura. Intento soltar su mano pero me besa.

Los labios de Takashima son suaves y su beso es húmedo. Las piernas me tiemblan pero no muevo ni un sólo músculo. Sabe bien pero sigo resistiendo.

— Aún tengo las marcas de hace unos días... —dice. Me mira a unos pocos centímetros. Besa mi cuello — ¿Quieres hacerlo otra vez?

¿Otra vez?

Lo alejo de mí. 

— ¿No lo recuerdas? — retrocede un paso.

Takashima va de regreso al escritorio, abre la computadora y teclea algo. 

Logro oír un bip que proviene de algún lugar pero no percibo de dónde. Takashima comienza a desvestirse.

El hombre hace una especie de estriptis frente a mí. Se deshace del saco, afloja la corbata y desabrocha todos los botones de su camisa. Hace todo esto sin titubeos. Poco a poco la forma de su cuerpo va tomando fuerza, hasta que llega a estar con el torso completamente desnudo.

Su piel luce tan tentadora que aparto la vista con tal de no ver sus pezones. 

— Yutaka-san, puedes ver sin repercusiones. También puedes tocar. Pero ahora quiero que veas las huellas que dejaste...

Takashima se da la vuelta. Aparta el cabello que le llega por debajo de los hombros y deja a mi vista docenas de rasguños.

— Tócalos, ya no duelen y me encantan.

El cuerpo de Takashima no tiene ni un solo gramo de grasa. Es esbelto por naturaleza y sus músculos sobresalen sin exagerar.

— Es por demás, aunque llegue a tocarlos, yo no los cause.

— Vamos, toca.

Internamente me rehúso pero el morbo que he cultivado me mueve a él. Lo toco con los dedos medio e índice. Tiene muchas cicatrices pequeñas y dos de gran tamaño.

Lo recuerdo. 

La lujuria que sentí en ese momento, su piel hirviendo, sus labios exalando vapor caliente por todo mí cuerpo y la necesidad de ser poseído por él.

Me aparto.

Eso no puedo haber ocurrido de ninguna forma. Sí, lo recuerdo pero fue tan solo un sueño del que únicamente yo sé. No hay posibilidad alguna de que...

— Creo que ya sé qué sucedió, en tus recuerdos permanece cómo un sueño. Yutaka-san, no lo fue, todo lo que recuerdas en verdad ocurrió. Tú y yo pasamos la noche juntos — me toma de los hombros y me obliga a mirarlo —, no era mi intención que termináramos en tu casa pero una cosa tras otras nos llevó ahí...

Las piernas me fallan de nuevo. Trato una retirada pacífica dando la vuelta pero Takashima me atrapa y asienta mi cuerpo sobre la cúpula de cristal que cubre la maqueta.

Takashima se recuesta sobre mi cuerpo y besa mi cuello. Su peso es cálido pero lo noto ansioso; su amigo sobresale y me toca fielmente a través de la ropa. Esto ya ha pasado, mi cuerpo lo dice pero yo no quiero que suceda. Yo amo a Akira, lo amo con toda el alma y desde que estoy con él nunca he deseado a nadie más... A nadie más excepto a este hombre. Muy, muy dentro de mí lo deseo y me repugno por eso. Soy un ser asqueroso. Un hombre vil que no puede ni siquiera con un matrimonio monógamo feliz.

— Ne, Yutaka-san, no quiero obligarte a nada que no quieras.

La armoniosa voz de Takashima me regresa a donde ahora estoy. El hombre semi desnudo se aleja en busca de sus prendas.

— Entiendo que aquello sólo fue una aventura de una noche.

Yo lo deseo.

Mi mente por fin se corrompe.

Corro a Takashima y evito que abotone su camisa. Él besa mis labios con una intensidad mayor que la primera vez. Correspondo sin dudar.

Engaño a Akira por primera, no, por segunda vez.

 

Son aproximadamente las nueve de la noche. Estoy en casa. No hay nadie, las luces están apagadas. Miro de reojo para confirmar y entro.

Akira trabaja hasta tarde los jueves; todo por salir temprano los viernes. En días normales es algo que no soporto. Odio estar solo en este lugar y sentir el silencio. Pero hoy lo necesito. Hoy necesito un rato lejos del mundo, de las personas y de la persona que es mi mundo. Hice algo de lo que no me enorgullezco, y al parecer tampoco le tengo pena. Lo primero que debo hacer es lavar este cuerpo inmundo que sigue respirando. Limpiarlo. Es posible que no pueda regresar a lo que era antes pero debe sentirse como si nada hubiera pasado.

Tiro mis cosas a la cama y por extraño que parezca enciendo la tv. El canal local presenta al grupo de música de una escuela primaria que interpreta versiones instrumentales de canciones contemporáneas. La pieza que interpretan no es una de las más sencillas, lo sé porque también llevé clases de música. Tomo mi toalla, dejo el audio a un nivel decente y entro a tomar un baño.

Suena Todokanai Tegami en una mezcla de instrumentos de cuerda y algunos de viento.

Me desvisto frente al espejo. Mi rostro se ve igual que antes. Mi cuerpo no parece haber cambiado, tampoco noto marcas. Procedo a tomar un baño. El agua me lava, literalmente lo hace; cada gota que me toca libera la carga que lleva mi cabeza.

 

Ruki aparece frente a mí. 

El lugar donde estamos es raro, no hay nada, sin embargo, podemos vernos. Todo lo que nos rodea son viles tinieblas pero nuestros contornos son fácilmente reconocibles.

Sonríe y se aleja un poco. Su cuerpo crece... No es rodeado por ninguna luz ni campo de fuerza o algo por el estilo al cambiar, simplemente su anatomía se deforma como la de un globo que es inflado dentro los dedos de una mano y trata de salir entre las aberturas hasta que es liberado. Su ropa cambia de unos shorts caquis, una playera blanca y unas deportivas a un pantalón de vinilo rojo, una remeda que le cae al hombro y unas botas ambos en negro. Luce como un chico de diecinueve o, quizá, veinte años.

Ruki se acerca a mí. Me mira. Sus ojos están delineados sensualmente de color negro y una leve sombra marrón. Toca mi rostro, los hace con un cuidado extremo que temo romperme al sentir su rose. Quisiera decir que tiemblo pero mi cuerpo no se presta a ningún movimiento por más involuntario y necesario que sea. 

Sus dedos son como hielo hermosamente esculpido; helados, duros y con una textura lisa.

Sonríe.

Baja la mano.

La introduce en mi vientre.

Unas ganas horribles de gritar me invaden. Sólo que no lo puedo hacer, como ya dije, mi cuerpo no responde. Lo que si ocurre es el llanto. Un llanto silencio y sin espasmos. Unas gotas de agua salada se escurren de mis ojos y corren por mis mejillas de acorde a la gravedad de la tierra.

Su mano se mueve en busca de algo.

Mis piernas tiritan desde dentro. Si pudiera flexionarlas estaría de rodillas en el suelo retorciendome de dolor.

Esto me hace pensar que realmente estoy atado de pies y manos... No, no es posible. No siento no una sola extremidad atada y las puedo percibir claramente pese a no poder moverlas.

Ruki saca algo de mi interior y lo hace con mucha prisa. Hay sangre en su mano. 

Una especie de tubo mantiene contacto entre sus manos y mi vientre...

Me incorporo violentamente. Mis ojos comienzan a llorar antes de que lo note, ni si quiera puedo reaccionar ante los espasmos que voy sintiendo y me llevan al llanto.

Akira dormía junto a mi lado hasta hace nada. Se ha despertado y me abraza sin hacer preguntas de lo que ha pasado. Yo he hecho lo mismo con él cuando está en un estado similar; simplemente lo abrazo y no lo dejo hasta que el me lo pida.

— Llévame al hospital. Ahora.

Alcanzó a decir en una frase ininterrumpida.

Akira se pone de pie, se mete su ropa, toma su billetera y las llaves. Me viste de alguna manera y salimos de apartamento.

Los espasmos me abandonan, aún así, las lágrimas fluyen sin mi permiso.

Tengo la sensación de que algo malo ocurrirá... El Ruki mayor llevaba a mi bebe en mano. Lo había sacado de mi interior tan fácil que ni necesidad de un bisturí tuvo.

Son alrededor de las tres de la mañana. A unas cuantas calles hay una clínica privada. Está cerrada. Vemos sus puertas atrancadas y su falta de luz. Seguimos en un tedioso recorrido.

Nadie dice una sola palabra.

Tengo miedo. Miedo por ese maldito sueño. Miedo por mi bebe. Miedo por el velocímetro del auto que roza los ciento sesenta kilómetros por hora. Miedo de que, por alguna razón, siento que aun estoy soñando.

Llegamos a urgencias. Akira habla con las enfermeras las cuales en cuestión de nada están sobre mí haciendo preguntas y arrastrándome en una silla de ruedas hasta una habitación.

Ni siquiera me cambian de ropa. El doctor levanta mi camiseta y baja mi pantalón de dormir, tira sobre mi vientre un gel frío y lo extiende con un aparato que parece un micrófono plano. 

— ¿Dice que tiene diecisiete semanas y no se mueve? ¿Lo siente?

Me pregunta en un tono imbécil. Ya se lo he dicho. Se lo expliqué a Akira, a las enfermeras y al doctor, como para que el último venga y rehaga todo lo que ya le dije... Solo quiero que me diga qué pasa.

Manchas oscuras y claras se revuelven en de la caja que está a mi lado. Son las señales que el micrófono hace llegar.

— Disculpe, pero usted no tiene ningún bebe dentro. De hecho, ni si quiera veo que pueda tenerlo.

Akira me toma de la mano pero no puedo sostener la suya. Simplemente ve voy de cabeza y desaparezco.

 

— Tanabe... Tanabe. Tanabe. ¡Tanabe! 

Una voz llega hasta mi inconsciencia, sólo dice mi nombre pero está rogando porque abra los ojos...

— ¿Qué pasa, Tanabe? Despierta.

Siento la conciencia subiendo desde mis pies y golpeando mi cabeza.

El rostro de Akira está sobre el mío. Su cabello  me hace cosquillas. Sus ojos están llorosos... ¿Llorosos? No entiendo, ¿qué pasa? ¿Acaso me desmayé? 

Parpadeo unas cuantas veces. Es difícil, parece que he lagrimado mucho.

— Despertaste... — dice —parece que los dos tuvimos pesadillas. 

¿Pesadillas? Realmente no recuerdo nada.

Notas finales:

Hay que camniar la configuración del tecldo y esperar que funcione.... Sigo pensamdo que mis manos solp funcionan escribiendo en el telefono y un mi computadora >< 

en fin. Decidi mover la fecha para el inicio de cada vez, exacto, la primera semama del mes subiré un capitulo... Mi vida no es tan simple como quisiera ToT asi que por el bien de todos subiré  un capitulo hoy y otro la primera semana de enero.

Tambien, aun no sé como explicarles las historia del niño, agradeceria su amabilidad de mandarme sus preguntar para tomarlas en cuenta, claro que si tienen sobre el fic en general tambien se tomaran en cuenta.

Gracias por leer.

@hanako_hirozuki


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).