Minhyun suspiró, quería lamer sus labios, pero aún no había terminado, la lengua de Baekho estaba acariciando la suya, apropiándose de cada rincón. Eso no duró demasiado, se había estado besando sin lengua hasta que Baekho había decidido profundizar el beso. No habían pasado más de un par de segundos cuando ambos se separaron al oír la puerta.
Pestañeó varias veces viendo que Baekho se paraba. En un acto rápido, se levantó de la orilla de la cama, tomó el primer libro que encontró y se tiró al suelo, fingiendo despreocupación.
Al ver entrar a Ren y ver que éste besó a Baekho suavemente en los labios hizo que se pusiera nervioso y despeinara su flequillo con nerviosismo.
—Hola, Minhyun—sonrió Ren y Minhyun intentó sonreír, sin embargo, percibió que su sonrisa era demasiado fingida.
—¿Qué hacen?—se sentó en la cama que hace un momento él y Baekho compartían y luego se tiró sobre ella y abrazó la almohada de su novio.
—Estudiando japonés—respondió rápidamente Minhyun, evitando ver a Baekho, sintiéndose tan estúpido por lo que acababa de hacer con el otro, como si no supiera que Baekho estaba comprometido.
—Oh, tan esforzados—sonrió y luego se sentó para ponerse al lado de su novio.
Minhyun miró el libre ausentemente y se encogió de hombros.
—¿Por qué no practicas conmigo, Baekho?—hizo un puchero Ren y Minhyun se mordió el labio, sintiendo que claramente estaba importunando allí.
Como Baekho se tardó en responder, Minhyun nuevamente decidió intervenir.
—No le gusta avergonzarse frente a su novio—trató de decir bajito pero se escuchó más fuerte de lo esperado.
—Mmmhhh...además creo que voy más avanzado que ustedes dos—rió y Minhyun vio de reojo cómo Baekho lo golpeaba juguetonamente, tan natural como los dos novios que eran.
Se preguntaba porqué no abandonaba el lugar, pero tal vez ver su interacción un poco más le haría sentirse peor y olvidarse de Baekho para bien. Quería hacerlo ya, pero quería torturarse primero, convencerse que lo que había hecho con Baekho estaba muy mal, tan mal que debería odiar lo que había pasado. Pero muy en el fondo aún sentía el calor de Baekho allí, esas extrañas cosquillas en sus labios, distinto, extraño porque Baekho era su primer beso.
Cuando las caricias entre Baekho y Ren se hicieron insistentes, Minhyun decidió que era hora de salir de allí, que no tenía nada más que hacer, que lo del beso era algo que había pasado pero evidentemente no se volvería a repetir, que la ilusión de su primer beso con ese príncipe que lo haría feliz estaba totalmente lejos de suceder así, de tener un encantador desenlace.
—Tal vez deberíamos practicar más tarde—murmuró, levantándose e intentando parecer casual, pero no estaba seguro cómo había lucido porque se sentía incómodo y torpe por lo que probablemente proyectaba lo mismo.
Al salir de la habitación, suspiró. ¿Cómo podía pensar que Baekho lo había besado porque ya no estaba interesado en Ren? ¿Qué le hacía pensar que podrían haber terminado cuando Ren había estado hiperactivo todo el día?
Baekho no podía estar jugando así. Le había dado un beso a alguien comprometido, pensando en nada, ni siquiera recordando la existencia de Ren hasta verlo ahí muy feliz para hacer quien sabe qué con Baekho más tarde, porque imaginaba que tenían experiencia, que ya eran una pareja consolidada, considerando los meses que habían estado juntos que casi eran nueve o algo así.
Baekho era un bastardo, Minhyun pensó, pero luego suspiró y miró nuevamente la habitación que había abandonado, queriendo escuchar un poco pero luego negando con la cabeza porque eso iba a probar que estaba todo perdido.
Miró con rabia hacia la habitación que compartía con Ren, entró y se encerró, pensando que daba igual, que probablemente Ren no regresaría esa noche.
Cuando se sentó en su cama, decidió que esa sería la primera y la última vez, que tal vez Baekho iba a reconsiderar lo que había hecho, se sentiría culpable y se disculparía primero con él por haberle dado un beso impulsivamente y luego con Ren pero sin decirle lo que había hecho, sino que lo trataría como el mejor novio y le compraría de todo, lo haría muy feliz dejando atrás este episodio. Y aunque doliera, era lo mejor...
Minhyun sintió que una lágrima se deslizó por su rostros, sintiendo que su corazón se rompía cada vez más.
***
Habían pasado tres semanas y Minhyun había estado pensando todo el tiempo la razón de ese beso, porque no había sido algo tímido o alguna apuesta, lo había besado suavamente, luego firmemente y finalmente había introducido su lengua como lo hacían las parejas que ya eran íntimas y estaban deseosas.
Se preguntaba si Baekho todavía pensaba en ello o ya lo había borrado del sistema. Y si era así, sería para mejor, la pareja de NU'EST seguiría sólida como siempre y él sería el único perdedor con el corazón roto, como desde el comienzo hace mucho tiempo atrás cuando había perdido su oportunidad pensando que Baekho era heterosexual...aunque tampoco sabía si era su tipo o no, independiente de ese inexplicable beso.
Baekho todavía no le pedía disculpas, en las últimas semanas no había habido interacción entre ellos y era simplemente por tema de horario y porque siempre estaban ocupados con gente alrededor, no importando si estaban descansando o no. A eso mismo quería atribuir que Baekho no se dignara a buscar un momento de paz para que hablaran bien sobre el tema.
Y era un día más en que las cosas estarían así, lo sabía. Era como esperar algo que jamás vendría, y no era que tuviera deseo que algo surgiera, solo unas disculpas por haber abusado de él de cierta manera, de tenerlo ahí en su habitación y haber aprovechada una situación para llegar y besarlo de la nada.
Miró su libro de japonés y rodó los ojos, ¡qué ironía! esa era la excusa que le había puesto a Ren cuando había preguntado qué hacían ignorante del beso que se habían dado. Era un excelente mentiroso, a su mente había venido algo rápidamente y ni siquiera se había arrugado para inventar.
—¿Qué haces?—oyó de pronto muy cerca de su oído, viendo que al mismo tiempo Baekho se ubicaba muy cerca suya, rodeando su cuerpo.
—¿Qué haces?—preguntó Minhyun viendo que Baekho no tenía problema en abrazarlo por detrás pese a que ambos estaba sentados.
—Yo pregunté primero—largó una risa.
—Baekho, podrías...—se detuvo pensando en qué decir.
—Estudias japonés...—murmuró Baekho en su oído, afirmando su barbilla en el hombro de Minhyun.—Odio japonés aunque no soy tan malo aprendiendo. Debiste avisarme que estabas estudiando para acompañarte antes.
Minhyun quería creer que a Baekho se le había zafado algo ya que estaba actuando muy natural, no reparando en el daño que le estaba haciendo comportándose así, ignorando completamente que no era correcta la posición, la proximidad que utilizaba.
—Deberías parar—Minhyun susurró.
—Parar qué—preguntó de lo más normal Baekho y Minhyun se volteó y lo miró como queriendo decir "¿no es obvio?" pero Baekho se encogió de hombros luciendo inocente.
Minhyun quería golpearlo para que se diera cuenta que abrazarlo así, por detrás, estaba haciéndole mal, que esto era lo que debía hacer con Ren y no con él.
Miró su guía de japonés y suspiró, negando con la cabeza.
—Deberíamos estudiar porque no hay nadie y luego nos interrumpirán.
Minhyun estaba tentado a decir "quiero estudiar solo", pero no dijo nada.
Baekho se levantó y Minhyun finalmente pudo respirar con tranquilidad, pero aún sentía como si Baekho estuviera ahí, invadiendo con su presencia, era como si quisiera que fuera así porque después de que el otro se había ido, quería un poco más de él. Y era horrible sentir que lo quería así, íntimamente, porque Baekho estaba comprometido y suponía que enamorado de Ren.
Cuando Baekho volvió, Minhyun intentó ignorarlo y concentrarse en su libro, pero inmediatamente a su mente vino el "estamos solos" ¿Baekho intentaría algo? No quería pensarlo, pero cuando Baekho se sentó a su lado y se acercó más de lo normal, presintió las intenciones del otro, lo descarado que podía llegar a ser y que al parecer no le importaba.
—Odio no poder concentrarme mucho rato—murmuró Baekho y Minhyun asintió.—Quiero comer.
"Bien por ti", pensó Minhyun pero no respondió.
—Minhyun estás muy callado, se supone que debemos practicar juntos.
—Estoy memorizando—repondió, sin ver al otro.
—Minhyun, ¿estás nervioso?—preguntó acariciando su pierna suavemente.
—¿Qué haces?
—¿Qué haces?—repitió de una forma burlona Baekho y Minhyun finalmente lo observó viendo que Baekho estaba demasiado cerca, tan cerca que podía percibir su respiración agitada chocando en su rostro.
—Aléjate—murmuró.
—Estás nervioso—dijo.—Y sé la razón.
—No, no lo sabes—sentenció y lo trató de empujar, pero fue tan débil aquello que Baekho permaneció allí mirándolo con una sonrisa burlona.
—Eres tan fácil de leer—sonrió ampliamente, acercándose hasta que no había distancia alguna entre ellos.—Sabes lo que va a pasar de todas maneras—largó una risilla y Minhyun sin querer asintió, dejando que Baekho nuevamente sellara sus labios.
Minhyun pensó que sería como la primera vez, incómodo e inexperto, pero sintió todo lo contrario, pensó que esa vez lo estaba haciendo mucho mejor, que estaba atento de hasta el mínimo detalle, tratando de actuar tímido pero a la vez colaborando. Amaba los labios de Baekho, la primera vez le había bastado, pero ahora podía reconocerlo, con esto era un punto de no retorno porque había dejado que lo que en un comienzo parecía ser un error ahora fuera más que eso.
Baekho hizo que su cuerpo cayera en la alfombra y continuó besándolo, introduciendo su lengua y esta vez recorriéndola completa a la vez que Minhyun suspiraba y trataba de no respirar agitadamente. Era perfecto, era todo lo que había querido en mucho tiempo pero por obvias razones no podía tener, y ahora lo tenía, de una manera poco particular pero aún así lo había obtenido. Si Baekho le había dado un segundo beso, esto tenía que significar algo...
Estuvieron un rato sumidos el uno en el otro hasta que Baekho se alejó porque Minhyun lo alejó un poco para poder tomar aire. Se miraron largamente luego de eso y luego Baekho retornó a su lugar donde se había sentado en el inicio mientras Minhyun intentaba reaccionar.
—Minhyun, eres tonto—sonrió una vez Minhyun se levantó.
—Tú eres tonto—miró hacia todos lados para ver si nadie había llegado y los observaba. La verdad era que no había nadie allí, pero estaba tan emocionado pero asustado a la vez que no sabía cómo actuar.
—Ese fue un buen beso—declaró Baekho y Minhyun pestañeó varias veces no creyéndole que no viera en él lo poco experimentado.
—Cállate—murmuró.
—¿Por qué? ¿No puedo decir que me gustó?
—No.
—Voy a decirlo ahora y siempre—rió, levantándose.—Parece que nuestro estudio no resultó muy provechoso, pero algo salió de todo esto.
—No planeabas estudiar desde el principio—inquirió.
—Algo así, ¡qué inteligente!
Minhyun rodó los ojos. Había quedado de lado su enojo con Baekho por no haberse manifestado en tanto tiempo ni pedir disculpas por robarle un beso. Ahora esto era quizá peor pero por alguna razón estaba feliz, tan feliz que Ren ni siquiera había venido a su cabeza y si estaba allí, apareció fugazmente para desaparecer.
—Min, eres muy lindo, tan lindo que tal vez no podré resistirme por mucho para besarte nuevamente.
Minhyun quería preguntarle por qué quería besarlo, de dónde había nacido esa idea, si sentía algo, deseo, amor, pero no se atrevió a decir nada, solamente luego de que Baekho se encerró en su habitación luego de acariciar su rostro en reiteradas ocasiones, pensó que las cosas eran tontas, raras y sin explicación, pero que pronto tendría que cuestionar porque Baekho sin duda había comenzado algo que ya no se podía detener....¿o sí?