Mientras caminábamos por la acera, sentí como tu mano hacia un poco más de presión a la mía, mis ojos azules que se encontraban mirando fijamente el catalogo se levantaron y se detuvieron en las dos figuras que se encontraban delante nuestro, sentí como mi cuerpo se detenía rápidamente e intentaba, en vano ocultarme detrás de ti pero mis ojos cayeron sobre el pequeño niño de cabellos plateados que nos miraban con esos ojos tan grandes y negros.
En estos momentos el silencio del lugar podía cortarse con el sonido de un alfiler cayendo, cruce mis manos, intentando que no se me note el nerviosismo y a la vez protegiendo mi vientre, aun sin poder levantar mi mirada, podía escuchar el sonido de las tazas y de los platos chocar, tú te encontrabas igual de nervioso que yo, pero con tu postura inquebrantable, te acercaste colocando dos tazas de café para los recién llegados y un pequeño plato con dulces para el más pequeño y a mí me entregaste una de manzanilla para que calmara mis nervios.
Colocaste tu mano sobre mi muslo, intentando tranquilizarme, levante un poco mi rostro para ver la sutil sonrisa que me dedicabas, trague duro la saliva para ver a los ojos, a las dos personas que se veían sumamente sorprendidas al ver mi análisis de embarazo.
Kakashi tenía en sus brazos a un pequeño niño con sus cabellos tan negros como los de su padre doncel y sus ojos de un negro tan profundo al igual que toda la familia Uchiha, había un pequeño de tres años sentado al costado de Obito, que movía sus pequeñas piernecitas en el aire, sus cabellos plateados al igual que su padre varón y sus ojos de un negro, muy idéntico al mayor, pero su rostro mantenía sus facciones de su padre doncel, tenía en su pequeña manito una de las dulces galletas que yo solía comer antes de dormir.
-¿Gemelos?
-¿Están seguros? –La voz de los dos mayores se oían tan asombradas y algo inseguras.
Sacaste mi pequeña libreta que siempre cargaba en mi mochila y les entregaste las fotos de nuestros pequeños, sus rostros se mostraban muy sorprendidos, pero luego vi como poco a poco empezaban a sonreír.
-No puedo creer que vaya a hacer tío tan pronto. –Obito se puso de pie para cubrirme con sus brazos, Kakashi le siguió dándole unas suaves palmadas en tu espalda, sin lastimar a su propio bebé.
Los brazos de Obito pasaron alrededor de ti, ocultando su rostro en tu cuello, te sentías mucho más relajado al saber que eran ellos dos, colocaste tu rostro sobre la cabeza del mayor, acariciándole suavemente su espalda.
-Tío… ¿Ellos… ellos lo saben?
Los mayores volvieron a sentare y Obito acaricio con ternura los cabellos de su primogénito.
-Miku, ve al jardín con tu hermanito. ¿Si? –La voz del mayor llamo la atención del peli plateado y muy sonriente tomó en sus pequeños bracitos el cuerpo del pelinegro que empezaba a removerse sonriendo y mostrando su pequeña boca desdentada.
-Son muy lindos-ttebayo.
-Miku va a cumplir los cuatro años dentro de dos meses y Kou cumplirá apenas dos años.
-Cuando ustedes se fueron fue cuando me entere que estaba esperando a Miku.
-¿Fue por eso que… Fugaku te botó?
-Sí y no. –La sonrisa que Kakashi le transmitía al doncel, denotada paz y confianza, los dos jóvenes se habían dado cuenta que ellos eran una pareja muy feliz e interiormente, deseaban llegar a ser como ellos.
-Cuando él se enteró yo ya estaba listo para irme de aquella casa.
-Tío ¿Sabes algo de Itachi? –Naruto aprisionó suavemente la mano del moreno, intentando calmarlo, bien él sabía que aquel hombre, Fugaku, nunca había sido un buen padre, ni mucho menos cuando su hijo mayor Itachi nació, cambiando poco a poco su actitud hasta volverse indiferente con el doncel, pero cuando Sasuke, el hijo varón, tan deseado nació, vio algo en él que no iba bien, Sasuke creció lleno de amor, por parte de su tío, la de su hermano y la de él mismo.
-Cuando tu padre se enteró que no te habías ido al internado, quiso casar inmediatamente a Itachi con el hijo varón de la familia Hyuga, pero, antes de que hiciera eso, también huyó junto con Nagato.
-¿¡Con mi tío?! … Vaya, nunca me lo hubiese imaginado. ¿Y cómo están mis padres?
-Bueno, cuando usted desapareció, Minato-san lo mando a buscar a todos los lados que conocían, pero luego se enteró que Sasuke tampoco estaba, cuando se enteró de mi relación con Obito yo ya había presentado mi baja, pero creemos que los siguen buscando.
En ese momento la puerta que llevaba al jardín se abrió lentamente y el pequeño peli plateado salió con sus ojos negros abiertos de par a par, llamando la atención de los presentes.
-To-chan, to-san. Kou está que quiere caminar. –Todos nos pusimos de pie y corrimos hasta el jardín, el pequeño pelinegro se estaba sosteniendo del pequeño tronco de un árbol, que había sembrado cuando apenas llegamos. El pequeño empezó a dar pequeños pasitos y lentamente fu soltándose para caminar por sí solo, sus ojos negros miraban el verde pasto, mientras sus dos padres se arrodillaban a su altura llamándolo por su nombre. Pero el pequeño dio una media vuelta cambiando su recorrido y empezó a caminar casi a tropezones.
Naruto se arrodillo frente al pequeño para tomarlo en brazos, antes de que cayera, el pequeño reía mientras el rubio doncel le daba muchos besos en su infantil y regordete rostro, para luego hacerle cosquillas en la pequeña pancita del menor.
Kakashi abrazó por la cintura a su esposo, viendo la tierna escena de los jóvenes, Sasuke se había unido al rubio, pasando sus brazos por el leve abultamiento del vientre del menor, acariciando los pequeños cabellos del varoncito.
-Si no tienen donde pasar la noche, tenemos dos cuartos de sobra que pueden ocupar.
-A decir verdad, esperábamos que nos hospedaran unos días. –Sasuke pudo jurar a ver visto como los ojos de su tío se volvían estrellitas brillantes.
-Solo será por unos días, mientras nuestra casa está siendo instalada.
-¿Instalada? ¡Se están mudando-ttebayo!
-Cierto… ¿Cómo nos encontraron?
-No por nada, fui el detective contratado de la empresa de Minato.
-¿Están seguro que nadie les ha seguido?
-Bueno… puede ser que dos personas más. Pero en estos momentos no tienen importancia. –El menor miró a Sasuke y se sintió un poco más calmado cuando le mostró una sutil sonrisa, recibiendo una suave sonrisa.
El pequeño Miku se sentó en las piernas de Sasuke, cuando los dos donceles ingresaron a la cocina, dejando a los dos varones con los niños en la sala. El pequeño miraba abiertamente al Uchiha, mostrando su leve y tierno puchero en su pequeño rostro, haciéndolo sentir un poco nervioso.
-¿Qué pasa Miku? –Pero el menor no respondió en ese momento, escondió su pequeño rostro en el pecho del moreno, intentando abrazarlo con sus cortos bracitos.
-Mi To-chan no me dijo que tenía un tío muy guapo. –Sasuke abrazo el pequeño cuerpo del doncel, oliendo su sutil aroma a talco para bebé, sin darse cuenta de la mirada fulminante que le lanzaba Kakashi.
Obito quien en ese momento había entrado a la sala, vio la escena donde el pequeño Miku jugaba y reía con Sasuke, quiso pero se abstuvo de soltar una carcajada cuando vio el rostro fruncido de su esposo, llevo suavemente su mano sobre el hombro del peli plateado y recibió un fogoso beso por parte del varón.
-Sasu. Naru, te necesita en la cocina. –El pequeño doncel hizo un gracioso puchero cuando fue recibido en los brazos protectores de su padre varón.
El rubio había empezado a dar vueltas en la cocina, minutos antes de que Sasuke ingresara, cuando Sasuke ingreso, vio a su doncel que se había colocado el mandil y llevaba en su mano la paleta de cocina, intento no reí al verlo, pero le parecía tan tierno e inocente.
-¿Qué pasa, cielo? –El rubio alzó rápidamente su azulina mirada cayendo sobre el moreno, Sasuke vio con preocupación cómo la mano de su doncel acariciaba su vientre levemente hinchado.
-¿Te duele? –Pero el menor negó lentamente. -¿Mi amor, qué pasa? –Sasuke se sentó en una de las sillas de la cocina llevando al rubio con él, obligándolo a sentarse en sus piernas.
-Yo… yo sentí como si se movieran-ttebayo. –Sasuke besó los cabellos rubios de su adoración, acariciando el vientre.
-Aún es muy pronto para que se muevan… ¿Quieres qué te diga un secreto? –El menor le miró con esos ojos tan azules y grandes, esos que tanto le habían enamorado, asintiendo suavemente su cabeza. –No quiero que nazcan… no aún. Quiero tenerlos un poco más de tiempo aquí, contigo. A los tres juntos… tengo miedo que cuando nazcan y crezcan ya no quieran sentir mis caricias.
El menor había intentado no llorar, pero las lágrimas empezaron a salir lentamente, siendo limpiadas con la camisa del azabache, mientras que Sasuke seguía transmitiéndoles su calor a sus hijos y acariciando a su bello esposo.
La cena pasó sin ningún contratiempo, Kakashi se tomó su tiempo en hacer dormir a Miku, contándole un sinfín de historias, pero el pequeño doncel seguía con sus ojos tan grandes, muy característicos a los de su esposo. Paso suavemente su mano por los cabellos de su pequeño. Sonrió abiertamente al ver a su Miku que era un exacta copia suya y él no podía estar más alegre que su pequeño bebé, sea un doncel, beso con cariño los cabellos del pequeño y se puso lentamente de pie.
-A dormir.
-Pero papá, quiero un cuento más. –El pequeño había empezado a hacer un berrinche y a dar un montón de vueltas en la cama, cuando Naruto se tomó la libertad de entrar a la habitación, abrazo al pequeño doncel empezándole a hacer cosquillas en su barriguita.
-Miku, si duermes, prometo llevarte mañana a comer un helado.
-¡Un helado! ¿De fresa, vainilla, chocolate con menta?
-No puedes comer mucho dulce, Miku. –El pequeño hizo un tierno puchero, cruzando sus bracitos sobre su pecho, arrugo su ceño y con sus ojos tan oscuros y algo acuosos miró la figura esbelta y prepotente de su padre.
-To-san es malo, ya no lo quiero. –El menor se acurruco en los brazos del rubio y Kakashi sintió la fría mirada del rubio.
-¡Miku! ¿Aun tu padre no te hace dormir?
-¡To-chan! ¡Papá es malo! –Naruto se puso de pie, dejando que el doncel se encargara de la situación, acercándose a la puerta donde se encontraba su azabache, quien había ido a acompañar a Obito a hacer dormir a Ryu, los dos veían divertidos la escena en como el pequeño doncel trataba a su padre.
La joven pareja ya se encontraban acostados, Naruto había sido jalado sutilmente por los brazos del varón, para ser apoyado sobre su pecho, las manos de Sasuke acariciaban suavemente la caliente piel del doncel, dando suaves besos por toda la extensión del cuello del menor.
-¿En qué piensas, mi vida?
-Me pregunto cómo serás tú cuando tengamos un niño doncel. –El menor no pudo evitar soltar una sutil risa, al sentir como el cuerpo del varón se tensaba bajo su cuerpo, no necesitaba verlo para estar seguro que tenía el ceño fruncido.
-No me gusta esa idea.
-Pero es normal que tengamos a un doncel o hasta podría ser una niña-ttebayo.
-¡No! Ni hablar.
-¿Y por qué no-ttebayo? A mí sí me gustaría tener a un pequeño doncelito o hasta una niñita corriendo por la casa.
-No… no es que no quiera. Quiero decir… no quiero que nadie me quite a mis niños y solo pensar que mi hija o mi hijo doncel se enamoren de otro varón, me dan ganas de destruirlo. –Naruto había levantado su rostro para ver el notable ceño fruncido de su moreno, se levantó hasta quedar arrodillado, sobre el cuerpo del moreno, paso sus manos por el vientre del Uchiha, notando como el miembro del moreno empezaba a palpitar bajo sus muslos, sus ojos azules se posaron sobre la leve protuberancia del moreno, mostrando poco a poco una extraña sonrisa.
Pasó sus piernas para quedar a horcadas, mientras acariciaba lentamente sus manos, por el pecho desnudo del varón, para bajar lentamente sobre su vientre plano, repartiendo suaves y demandantes besos, sonrió al escuchar el jadeo del mayor, cuando posó sus labios sobre el miembro del moreno, pero sin aun quitar el pantalón de dormir.
El “pequeño Sasuke” se levantó dentro del pantalón, aquella gran protuberancia, tan hinchada y palpitante, haciendo que el doncel se relamiera los labios, sin saber que aquello había excitado aún más a su esposo, lentamente fue sacándole el pantalón junto con la ropa interior, para tirarla al suelo, sus manos sobre aquel gran miembro, le dio un corto beso en la punta, saboreando el líquido pre seminal, repartió varios besos por toda la longitud, para luego introducirla en su cavidad.
Sasuke soltó todo el aire que había mantenido en sus pulmones, la pequeña cavidad del menor era tan estrecha y mojada, Naruto intentaba mantener todo aquel pedazo de carne en su boca pero era tan grande que apenas había llegado a la mitad, Sasuke llevo su mano a los cabellos rubios del doncel, acariciándolo suavemente.
Naruto terminó por meter todo el miembro en su boca jugando con su lengua y mordiéndolo suavemente con sus dientes, Sasuke intentaba no soltar ningún jadeo pero se le hacía imposible, recordaba que su tío y Kakashi se encontraban muy cerca junto con los niños y él no quería ser escuchado.
El moreno hizo de todo su esfuerzo para separar al rubio de él y escucho un jadeo de insatisfacción por parte del menor, lo atrajo suavemente hacía él y lo besó, introdujo su lengua probando su propia esencia mesclada con la del rubio por último le dio un suave beso en la frente del doncel y lo acostó sobre la cama, posándose él encima del menor.
Naruto se sonrojo al ver la sonrisa ladeada de su novio, aún tenía sus mejillas sonrojadas y nada le ayuda, la mirada azabache le excitaba aún más, Sasuke paso sus manos sobre el cuerpo del menor, empezó a tantearlo y a jugar con sus pezones hinchados, se acercó a ellos y empezó a mamar uno por uno, dándose un tiempo en cada uno, Naruto llevo su mano a su boca para impedir ser escuchado y su otra mano sobre los cabellos azabaches, impidiendo que el mayor se detuviera, el moreno empezó a repartir suaves besos por el vientre hinchado del doncel, acariciando suavemente aquella capa de piel que los separaba de sus retoños.
-To-san va a jugar un ratito con su to-chan. Así que no se preocupen y duerman. -Fue lo que escucho el rubio, para luego ver como se separaba de ahí, abriendo sus piernas, para luego introducir su cabeza en ellas.
El rubio soltó un jadeo cuando sintió la lengua del mayor jugar con su miembro palpitante, la mano de Sasuke jugaba con sus testículos mientras lenta y tortuosamente iba introduciendo su miembro en su boca, el doncel llevo sus manos sobre la cabeza del varón haciendo que la penetración sea más rápida y sin ningún aviso se corrió.
Sasuke levanto su rostro y miro al doncel, vio esas mejillas muy rojas, sus labios hinchados y sus ojos tan azules nublado de lujuria, sonrió y se acercó al menor para hacerle probar su propio semen.
-Quiero... sentirte dentro... Temen.
El mayor sonrió y volvió a besarlo, acerco su boca a los pezones del menor para volverlos a mamar, mientras que llevaba su mano con un poco del semen e introducía sus dedos en la estrecha cavidad del menor.
Naruto empezó a removerse inquieto, pidiendo un segundo hasta un tercer dedo, el moreno los movía en forma de tijeras y Naruto se removía intentando que se introduzcan mas dentro de él.
El moreno se separó y subió las piernas del menor sobre su hombro viendo la cavidad del doncel que se encontraba tan roja y palpitante, introdujo su miembro de una sola estocada escuchando los gemidos del rubio siendo opacados por sus manos, las penetraciones empezaron siendo lentas pero luego Sasuke se vio arrecostado en la cama con un Naruto saltando sobre él.
Las manos del doncel sobre su pecho le ayudaba que las penetraciones sean más profundas, llevo su mano a la cadera del menor y la otra sobre el miembro, su boca mamando los pezones hinchados del doncel y la voz de Naruto sobre su oído.
Naruto salió del miembro para empalarse el solo, soltó un fuerte jadeo, e incrustó sus uñas en la espalda del albino, Sasuke empezó a masturbarlo rápidamente sintiendo como la blanquecina y espesa esencia del menor se derramara en su mano y en sus dos vientres, Sasuke gimió en el oído del menor, al sentir como su miembro era apretado en aquella estrecha cavidad, Naruto gimió al sentirlo más grande y caliente, haciendo que aquella explosión en su interior, le dejase sin aliento en sus pulmones, la joven pareja calló sobre el colchón, el menor sobre el pecho del moreno, pero sin intenciones de retirar el miembro de su interior.
Pasé lentamente mis dedos por tu pecho desnudo, sintiendo como tu corazón latía rápidamente, tus besos por mis cabellos y tus caricias pasando por mi desnuda piel, pase mis labios por tu piel, escuchando como soltabas varios suspiros.
-Sasu... ¿Qué va a pasar? –Se sorprendió que su voz saliera algo apagada y a la vez agitada, los brazos del moreno le aprisionaron más, pero sin dañar a sus pequeñas criaturas.
-No va a pasar nada mi amor. Puede ser que algunas cosas cambien, pero tú y yo seguiremos siendo.
-Y nuestros hijos. -Podía escuchar los suaves pasos de Miku, quise moverme pero me sentía aprisionado, abrí lentamente mis ojos, dándome cuenta que aún me tenías en tus brazos, tus ojos tan negros, mirándome tan fijamente, tan penetrantes.