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Nuestro amor por girlutena

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Notas del capitulo:

waaaaa 

T_T es verdad!!!! no me habia dado cuenta que ya está a punto de terminar!!! T_T

 

El silencio podía cortarse hasta con el filo de un cuchillo, solo se podía escuchar el leve sollozo de Fugaku junto con el de Obito, Minato se puso de pie y caminó lentamente hasta arrodillarse frente a Naruto, acarició suavemente sus manos entrelazadas, aun sin mirarle a los ojos.


-Mi Naru. - El menor levanto su rostro, mostrando sus ojos cristalinos, manteniendo sus lágrimas aún en sus ojos.  - Mi niño.  -Naruto cerró suavemente sus ojos dejando escapar sus lágrimas, sintiendo como su cuerpo empezaba a estremecerse por cada palabra de su padre.


Sasuke se separó del menor dejando que Minato lo envolviera en sus brazos, Itachi se acercó a su hermano, para apoyar su mano en el hombro del menor, se acercaron lentamente hasta el cuerpo de su padre, viendo por primera vez sus ojos oscuros llenos de lágrimas, su rostro descompuesto.


-Mis niños. - Fugaku se puso de pie lentamente, llevando a Obito en sus brazos, para cubrir a Itachi y a Sasuke en sus brazos.


Pero nadie se esperó que Naruto se pusiera de pie y saliera de la sala con pasos rápidos, dejando a Minato aún arrodillado, Sasuke quiso seguirlo pero la mano de Obito sobre su hombro le hizo detenerse. Obito siguió los mismos pasos del menor.


Miku entró lentamente con su hermanito en brazos, sin poder ver a su papi en ningún lado, viendo toda aquella escena, se acercó lentamente hasta su padre, quien le cargó en brazos junto con el más pequeño.


-¿Quién es él, to- san? ¿Y dónde está papi y Naru-chan? - Nagato tomó en brazos al pequeño doncel, quien no despegaba la vista de Minato y de Fugaku.  Para llevarlo al cuarto junto con el más pequeño varoncito.


Obito entró a la habitación donde encontró al rubio dentro de la cama, cubierto por todas las mantas, camino despacio hasta sentarse en el borde del mueble, acariciando suavemente las mantas, donde yacía su cabeza cubierta.


-No quiero verlo. - El menor despegó su rostro de las mantas para ver los ojos brunos del doncel.  -No quiero.


-Mi vida.  - Obito acarició los cabellos del menor, sonriendo suavemente.  - Sufriste mucho ¿verdad? -El menor ocultó su rostro entre sus manos, sintiendo como sus lágrimas caían por sus mejillas.


-¿Por qué ahora?  ¿Por qué después de que me hizo sufrir tanto?  Él nunca quiso que yo estuviera  con Sasuke o con ustedes.  Él siempre los odió. No entiendo.


Obito se sentó al costado del menor, acariciando el enorme vientre del menor, sonrió suave al sentir como los pequeños empezaban a calmarse, dejando que el menor siguiera derramando sus lágrimas.


-Te entiendo.  Entiendo la confusión que todo esto te está causando. Pero pequeño, debes intentar comprenderlo.


-¡No quiero! ¡No quiero comprenderlo-ttebayo! - El menor cubrió sus oídos con sus manos, intentando cubrir su rostro con su vientre, dejando que sus lágrimas resbalaran libremente.


-Tío, me dejas hablar con él. - Obito acarició los cabellos rubios del doncel, para luego besar los cabellos azabaches de su sobrino.


Sasuke se acercó lentamente, escuchando como la puerta se cerraba detrás de él, se aceró lentamente hasta el borde de la cama, besó suavemente los cabellos del menor, posó su mano sobre la mano del menor, acariciando el vientre.


-No quiero verlo. –Sasuke sintió como su corazón se estrujo al escuchar la voz dolida de su pequeño y joven esposo, pasó delicadamente su mano por el rostro mojado del menor; se subió a la cama, colocando el cuerpo del menor entre sus piernas.


El menor apoyó su espalda en el pecho del moreno, sintiendo como sus manos eran aprisionadas por las del varón, Sasuke apoyó su quejada sobre los cabellos rubios del doncel, respirando suavemente.


-Tu padre es muy diferente al mío. Él…


-Naru, mi amor. –Sasuke lo tomó en brazos, repartiendo suaves besos por todo su largo cuello, acariciando su vientre. -¿Por qué no hablas con él? No vamos a separarnos.


-¿Tú crees que este arrepentido?


-Pues, cuando le deje abajo, se le veía demasiado abatido.


El menor sonrió suavemente al sentir las suaves pataditas de sus pequeños, inquietos y felices por sentir las suaves manos de su padre varón, mientras que él empezaba a calmarse y a relajarse al sentir los besos de su esposo sobre su piel.


 


Minato sintió como su cuerpo empezaba a pesar, no supo en qué momento se sentó en el mueble, pero su cuerpo se encontraba inerte, cubriendo tan solo su rostro con sus manos, sintiendo como el nudo de su estómago empezaba a hacerse cada vez más grande, además de que sus ojos empezaban a picarle y el oxigene empezaba a faltarle, quemándole los pulmones.


Kakashi se aceró con una taza de manzanilla para ponérsela sobre la pequeña mesa al frente de Minato, Obito bajo las escaleras e inmediatamente Minato alzó su rostro esperanzado de que Naruto haya decidido ir a hablar con él, pero volvió a ocultar su rostro al ver como Obito bajaba con el pequeño varoncito en sus brazos.


 Itachi se había sentado al costado de Fugaku, sintiendo las manos de su padre sobre la suya, intentó sonreírle pero tan solo le salió una sonrisa tan triste, sintió como Fugaku se ponía de pie y él era jalado por la mano de su padre.


 


El sol empezaba a ocultarse, dejando un juego de colores en el cielo, los ojos brunos del doncel se fijaron en la primera estrella que vio en el cielo, cerro lentamente sus ojos, exhaló suavemente todo el aire que cabía en sus pulmones y pidió un deseo.


Rápidamente sintió los grandes, fuertes pero delicados brazos de su padre alrededor de su delgado cuerpo, sintió como aquella colonia varonil seguía intacta en él, aquel aroma a canela y tabaco que le traía recuerdos de su buena y corta infancia.


La cabeza de su padre se apoyó suavemente sobre su cabeza, podía sentir el suave palpitar del corazón de aquel enorme varón, agacho un poco su cabeza para ver como su padre mantenía sus grandes pero cálidas manos sobre su vientre plano.


-¿Oto-san? –El menor sintió como el enorme cuerpo de su padre se estremecía sobre él y por un momento quiso morderse el labio por haberle llamado de aquella manera.


-Dímelo de nuevo, mi niño.


-Oto-san. –El mayor no pudo aguantar más y se dio el lujo de soltar todo el llanto que tuvo que guardarse durante todos esos años lejos de su familia, hizo más fuerte el agarre, cuando sintió que el cuerpo de Itachi empezaba a moverse.


Pero nunca esperó que las delicadas y tiernas manos de su bebé acunarán su rostro mojado y le limpiara todas las lágrimas con suaves besos, sintiendo a la vez el rostro lloroso del doncel.


El cuerpo de los dos cayeron de rodillas en el jardín, sin soltarse en ningún momento, el menor escuchaba los suaves susurros de su padre pidiéndole muchas de disculpas y millones de te amo.


Después de permanecer por casi diez minutos arrodillados, dejando que toda su pena saliera, Itachi se acomodó entre las piernas de su padre, apoyando su cabeza sobre el pecho de este, cerrando sus ojos, tranquilo, escuchando el latido del corazón de su padre.


Fugaku lo rodeo con sus brazos, apoyando su quijada sobre los cabellos de su niño, arrullándolo, como había hecho cuando aún era un pequeño doncelito.


 


Sasuke bajo lentamente las escaleras, encontrando a Obito terminándole de dar el biberón al pequeño Kou, le dio un pequeño beso en los cabellos del doncel y pudo ver el cuerpo de Minato en el mueble donde antes se había sentado su rubio esposo.


-Minato-san. –El mayor alzó su cabeza con demasiada rapidez y casi pudo escuchar el tronar de los huesos de su cuello. –Naruto, puede ir a hablar con él.


 


Minato sintió como sus piernas empezaban a temblar, su corazón bombardeaba tan rápido que su corazón era capaz de atravesar sus costillas, subió lentamente las escaleras y siguiendo las indicaciones de Sasuke, pudo llegar a la habitación donde se encontraba su pequeño.


Apoyó su frente sobre la fría madera, sintiendo como las lágrimas bajaban por sus mejillas, llevó su mano temblorosa a la manija de la puerta, abriéndola lentamente; Sasuke había prendido la pequeña lámpara y el aroma de canela del incienso lleno sus fosas nasales.


-Perdón por el aroma, pero parece que es lo único que llega a calmar a los pequeños. –Minato fijó sus orbes azules sobre el enorme vientre de su bebé, vio como Naruto lo acariciaba con total calma y suavidad. –Sasuke dice que van a ser tan imperactivos como yo, pero yo quiero que se parezcan a él.


Minato sabía que su hijo se encontraba sumamente nervioso, el doncel había empezado a hablar y hablar y parecía no querer callar, se acercó lentamente para sentarse sobre la silla, que seguramente fue ocupada antes por el moreno.


El doncel agachó su rostro, dejando que sus rubios flequillos cubrieran sus ojos.


-No quiero… no quiero volver a causarte ningún daño. –Minato intentó acariciar las manos del menor, pero se abstuvo al ver como el cuerpo del doncel empezaba a tensarse. –Lo siento, hijo.


-Tú… ¿Alguna vez… me amaste? –El varón sintió como aquel dolor en su pecho volvía a aumentar, empuño sus manos al escuchar la voz entrecortada del menor.


-El día en que naciste, recuerdo… cuando la enfermera te puso en mis brazos, aquel día fue el más importante de toda mi vida.


-Pero aun así, tú nunca quisiste que yo me acercara a Sasuke. –Por primera vez el menor alzaba su rostro y le miraba fijamente, los dos pares de ojos tan similares, demostrando un millón de emociones.


-Fui un tonto, dejamos que nuestros hijos pagaran todos nuestros errores. Nunca me voy a perdonar por todos estos años lejos de ti.


-Sasuke dice… que sería bonito verlos a ustedes correr detrás de sus nietos.


El menor había escondido su rostro, acariciando su vientre y Minato sentía como un calorcito le recorría el cuerpo, quiso abrazarlo, besarlo, mimarlo; como había hecho en antaño. E inconscientemente llevo sus brazos alrededor del cuerpo de su pequeño.


Al principio le sintió rígido y tensionado, pero no se dio por vencido, intentó relajar su propio cuerpo, sintiendo como el menor hacia lo mismo, empezando a llorar y a maldecirlo, pero en ningún momento lo llegó a soltar.


Naruto empezó a hipar, limpiando su rostro en la camisa de su padre, sintiendo aún los brazos del mayor sobre su espalda, dándole suaves caricias; sonrió suavemente, ocultando su rostro en el cuello del mayor, pasando sus delgados brazos sobre la espada de este, percibiendo el aroma a cítricos que tanto amaba de aquel hombre. Se sentó sobre las piernas de su padre, apoyando su cabeza sobre el pecho de este, sintiendo como sus grandes manos, intentaban abarcar parte de su vientre.


 


-¿Debo suponer que están dormidos?


-No, es solo que… se comportan tímidos cuando no conocen quien les toca. –Minato vio como el menor sonreía, mostrando sus ojos azules brillantes. –Niños, este es su abuelo, Minato. –Sintió como las pequeñas manos del doncel le llevaban nuevamente sobre su vientre, no pudo evitar sonreír ilusionado al sentir los suaves movimientos de sus pequeños nietecitos.


-Hola bebés, les prometo que después de hoy, no se van a separar de mí. –El menor quiso decir algo, pero el sonido de la puerta abriéndose, llamó la atención de los dos rubios.


El menor sonrió rápidamente al notar el cabello con reflejos azules de su esposo, mientras que este le mostraba una delgada pero sincera sonrisa, detrás de él venía su padre.


Naruto tuvo que hacer de toda su fuerza, para no temblar entre los brazos de su padre, cuando vio el gran cuerpo de Fugaku, casi no había cambiado, pero ya no mantenía su ceño fruncido y venía con una suave sonrisa en su rostro, sin soltar de la mano a Itachi.


-¿Puedo tocar? –Fugaku se había arrodillado al costado de la cama, mirando embelesado el vientre del menor. –Hola pequeñitos, soy su abuelo, Fugaku. –Naruto gimió despacio al sentir las patadas que empezaron a dar los gemelos al sentir la suave mano del varón sobre su caliente piel, pero en ningún momento tuvo intención de separarse, sabía que aquel era un momento para todos y eso incluían a los más pequeños.


Sasuke cargó el pequeño cuerpo de Miku, que llevaba en brazos su pequeño y sucio peluche en un brazo, mientras que con su otra mano, restregaba sus ojitos soñolientos.


-¿Quiénes son ellos? –Los ojos negros del más pequeño, pasaron sobre el cuerpo del moreno mayor y arrugó su ceño al ver el cuerpo de Naruto, entre los brazos de otro varón. -¡Tío, ese varón está abrazando a Naru-chan!


Obito se acercó al más pequeño, pero el menor se negó a separarse de Sasuke; escucharon como los pasos de Fugaku se acercaban a él y el pequeño no pudo evitar ocultar su sonrojado rostro al ver a tal hermoso varón.


-Mucho gusto Miku. Soy Fugaku y él es Minato. –El pequeño separo un poquito su rostro para fijarlo en el rostro del varón, llevo su manita para acariciar su rostro, sintiendo como la leve capa de barba, empezaba a picar sobre la palma de su mano. –Soy el hermano de tu papi.


-¿El hermano de mi papi? ¡Tengo otro tío! –El pequeño saltó a los brazos del mayor, sintiéndose refugiado en esos brazos, oculto su rostro en el pecho de este, haciéndose adicto al aroma varonil de canela y tabaco. -¿Ya conociste a mi hermanito? –Todos vieron como el mayor negaba despacio y rieron al ver como Miku se bajaba de sus brazos para agarrar con su pequeña manita, la tela del pantalón y empezar a jalarlo al cuarto del bebé, llevando a Itachi y a Obito con ellos.


 


Sasuke sonrió suavemente al ver como todo poco a poco empezaba a encajar en su vida, en la vida de su familia, vio como Naruto empezaba a relajarse en los brazos del varón, para luego posarlos sobre el vientre donde se hallaban su pequeños gemelos, dio un ligero pero rápido suspiro y salió de la habitación sin hacer mucho ruido, siguiendo a Kakashi y a Nagato, hasta llegar a la cocina.


El menor se sentó sobre una de las altas sillas, apoyando el peso de su cabeza en una de sus manos, mientras que sus ojos seguían los movimientos de Kakashi, quien se encontraba sacando las ollas y algunos ingredientes para preparar la cena.


Sintió como Nagato se sentaba al costado suyo, mientras botaba un largo y sonoro suspiro.


 


-Me siento un poco incómodo con todo esto.


 


-Y deberías estarlo. Has embarazado a mi bebé, sin estar casados. –Nagato espabiló sumamente rápido, cuando escucho la fuerte y opaca voz de su –futuro- suegro, sintiendo un poco de vértigo al querer bajar de la silla.


 


-¡To-san!


 


Las mejillas de Itachi casi y podían competir contra el cabello rojo de Nagato, sus mejillas se habían tornado de un rojo carmesí, mientras golpeaba avergonzado el brazo de su padre, la risa que soltó Sasuke fue seguida por la de Kakashi y la de Obito, mientras el pequeño Miku seguía sobre el brazo del mayor de los morenos.


-Y tú no te escapas, Sasuke. ¿Embarazar a Naruto?


-¡Hey! Que nosotros estamos casados, ante la ley. Pero casados. –Fugaku suspiró abatido y fue hasta el mueble para colocar todo el peso muerto de su cuerpo sobre este.


-Lo siento, es solo que… me duele ver que me he perdido tanto de ustedes tres.


-Pero ahora estas aquí, to-san.


Miku acarició el rostro del moreno, emocionado y embelesado al sentir la espesa y rasposa capa de barba que aparecia en el varonil rostro del mayor, sus grandes ojitos de color tan negros, tan puros, habían seguido todo movimiento en aquel rostro varonil, sonrojándose levemente al sentir como el varón empezaba a formar una ligera pero hermosa sonrisa.


-¡Ita-k un! Huele delicioso-delicioso-ttebayo. - La mirada de todos los presentes se posaron sobre la imagen de Naruto, quien bajaba las escaleras, mientras era ayudado por Minato, Sasuke se acercó hasta su esposo para envolverlo entre sus brazos, sintiendo como los delgados brazos del doncel pasaban por su espalda, intentando abarcar todo lo que el vientre les dejaba.


El peli plateado se acercó con un pequeño bol lleno de frutas frescas, entregándoselo al rubio doncel, quien se había sentado en uno de los muebles personales, mientras que Sasuke estaba sentado en el apoyabrazos.


El pequeño Miku aún en brazos de su tío, frunció notablemente al ver a aquel rubio, que hace unos minutos estuvo abrazando a Naru-chan, se acercaba hasta quedar sentados al frente suyo.


-¿Qué pasa Miku? –El pequeño mostró sus ojos brunos en los del mayor, mostrando un adorable puchero en su infantil rostro, de pronto señalo con su pequeña manito hacía la dirección de Minato.


-¿Quién es él? ¿Y por qué abraza mucho a Naru-chan? –Fugaku quiso soltar una leve risilla, tenía las mismas manías que tenía Obito cuando era un niño, mimado y mimoso, mostrando sus pucheros ante la disconformidad y ese ceño fruncido tan característico de todo un Uchiha.


-Él es Minato. Es el padre de Naru-chan. –El menor se dejó abrazar por el moreno, que por algún extraño motivo le gustaba sentirse seguro en esos brazos.


-No me simpatiza. –El pequeño cruzó sus bracitos sobre su pequeño pechito, mostrando nuevamente su puchero y frunciendo su ceño. –Era una copia exacta a Obito, excepto por los cabellos plateados, que lo hacían ver sumamente adorable, no pudo evitar soltarle un montón de besos sobre su enrojecido rostro para terminar haciéndole cosquillas.


-Fuga-chan, deja de mimar a Miku.


-¡Papi!


-¡Tobi-chan, yo no mimo a nadie! Además se parece mucho a ti, cuando tenías su edad. –Obito se sonrojo hasta las orejas al recibir la mirada penetrante de Kakashi, pero rápidamente la desvió para mirar a su hermano y a su hijo, soltó un suspiro al ver como su pequeño pasaba sus bracitos por el cuello de Fugaku y este pasaba sus brazos para cubrir el cuerpo del doncelito, negó lentamente y asomó su mirada para ver como su esposo se volvía loco en la cocina.


 


Sonrió suavemente al ver como todo había encajado lentamente, mientras que una paz había empezado a albergarse en su interior, al estar ha lado de su hermano, que sus sobrinos y Naruto hayan reencontrado nuevamente con sus padres y Kakashi junto con Nagato hayan encontrado una familia, junto con ellos.

Notas finales:

jeje T_T que tal??

tomatazos??? bueno... sasuke e itachi no pudieron guardarle recor a su padre y naruto.... no es vengativo ni nada T_T

 

que les pareció??? +_+


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