CAPITULO 2
Por una estúpida carta…
Aquella mañana, el chofer de la familia Uchiha, Usui Makita esperaba en la entrada principal al Dueño de empresas Uchiha: Fugaku, quien como cada mañana subía al automóvil saludando con una sonrisa a todos sus empleados, ese hombre era completamente diferente a sus hijos, en especial al más chico. De quien no se creía fuera a casarse con una chiquilla bastante escandalosa que nada tenía que ver con el carácter del otro.
-Usui, por favor, hoy saldré más temprano, ven por mí a medio día-
-Como ordene, Fugaku-san-
No, ese hombre no tenía nada que ver con el genio de sus hijos, se preguntaba, ¿sería que sacaron el carácter de la señora de la casa?
Al llegar al gran edificio de color negro con el logo Sharingan, observo como entraban y salían rápidamente de aquel lugar. Parecía un hormiguero en pleno día de trabajo.
-Que tenga buen día, Fugaku-san- el hombre sonrió y entro al edificio en donde a la entrada le esperaba su asistente: Hinata Hyuga quien con carpeta en mano saluda sonriente al dueño de Sharingan. Sin decir más, ambos subieron al elevador, hasta llegar al último piso que únicamente contaba con tres oficinas. El hombre entro en su despacho y se acomodo en la silla.
-¿Hinata podrías leerme la correspondencia?- la chica asintió y al abrir la carta se sorprendió y se sonrojo un poco- ¿Qué pasa Hinata?, por favor, lee-
-Si usted insiste… “Mi adorado Uchiha… mi único amor…- Fugaku se sorprendió un poco y tomo la carta sin dejar continuar a la ojiperla que estaba algo apenada. El mayor continuo leyendo en voz baja y al terminar soltó una sonora carcajada
-Llévale esto a mi hijo, desde que quedo viudo… bueno- La chica asintió y salió de la oficina. Camino hacia el asistente del mayor de los hijos de Fugaku.
-Deidara-san, Esto es para Itachi-san- el rubio que sonreía tomo la carta en mano y comenzó a leer. Sintió un nudo en la garganta y un vacio en el estomago. Con el seño fruncido entro sin llamar a la oficina de Itachi quien sonreía y miraba con adoración al rubio.
-Esto es para ti- dijo y arrojo la carta en el escritorio. Itachi se sorprendió un poco, era poco usual que el rubio le tratara de aquella manera tan frívola y molesta. Al tomar la carta y comenzar a leer el moreno sonrió y se acerco insinuante al rubio quien volvía la cara para no verlo de frente.
-Es un error- soltó con sensualidad haciendo que el rubio cerrara los ojos sonrojado y soltara un pequeño gemido- seguramente es para Sasuke, ya lo conoces, a donde va, siempre rompe corazones…- el rubio no muy convencido tomo la carta que le entregó el moreno y quien al momento lo jalo hacia si dándole un apasionado beso al rubio que se quedo sin habla- yo no podría ver a nadie más que a ti… Dei-chan- ambos volvieron a besarse para seguidamente separarse. Minutos después un sonriente Deidara salía de la oficina y caminaba hacia la asistente del menor de los Uchihas: Sasuke.
-Ino… esta carta es para tu jefe- decía el rubio entregándole la carta. La chica de ojos verdes, indiscreta, entro a la oficina vacía, ya que Sasuke se encontraba en el área de prueba científica, sintió curiosidad por aquello así que comenzó a leer y al terminar, llena de furia y celos, beso la carta dejando la marca de su lápiz labial en el, poniendo encima de la carta, la foto de Sakura Haruno, su prometida.
♥
Esa mañana había llegado temprano a la oficina, como era su costumbre. Vestido pulcramente con un traje azul marino a la medida. Caminaba con paso firme por los pasillos del área científica. Llego a la sala de juntas en donde sin llamar, entro y se acomodo al frente de la reunión en donde se veían aquellos líderes de las áreas. Ahora mismo revisaba un estado financiero semanal, donde había indicado que precisarán el costo de producción de los productos titulares de Sharingan. El revisaría la información y analizaría las distintas opciones que tenía para moverse en aquel mundo comercial. Tenía planeado iniciar un proyecto nuevo e innovador y para ello debería analizar y establecer un plan de trabajo para después presentarlo frente a los socios para que conocieran los movimientos de la organización.
Las cosas en Sharingan, eran manejadas por un staff pero él tenía la última palabra como director general. Así era como iniciaría su día Uchiha Sasuke, sin ningún imprevisto y tomando las riendas en el mundo de los negocios, o al menos ese era su plan.
¿Cómo podría haber sabido que su estúpida novia se interrumpiría su reunión y no solo eso sino que sin previo aviso le soltara tremenda bofetada, que la muy zorra le estuviera reclamando por algo con una carta de la que él no tenía idea? Definitivamente eso no estaba dentro de sus cálculos.
Sakura había sido una molestia recientemente, era como un jodido grano en el trasero, no causaba mayores molestias pero eso no le quitaba lo molesta que podría ser. Era así como la veía y esperaba arreglar aquella ridícula situación. Sobre todo porque en algún punto de sus reclamos se le habían unido su padre y su estúpido hermano.
Ya hastiado de aquello y sin entender a qué diablos se referían. Al fin se levanto de la silla y miro a todos de manera asesina.
-Largo- dijo con voz de ultratumba a los líderes del staff quienes sin peros salieron de aquel lugar apresurados, ya que era bien sabido por todos que aquel chico de hermosa figura y bellas facciones era el más cruel y frio hombre de negocios conocido hasta ahora en Sharingan.- ahora…- -una enorme aura negra cubría su cuerpo asustando un poco a los presentes, incluida su molesta novia- ¿Quieres explicarme qué demonios pasa aquí?- Sakura que aun no conocía a Sasuke de aquella manera, arrojaba la carta en el escritorio. Con mirada dolida y acusadora.
-¿Quién es Naruto?-
-¿Qué?- Sasuke tomo la carta y comenzó a leerla
-Oye Sasuke no crees que ya estas grandecito para esas cosas, lo entendería de Itachi por que no tiene ningún compromiso oficial, ¿pero tú?-
- “Mi adorado Uchiha, mi único amor: Si tu no vienes a mi yo iré a encontrarte. Cada noche espero ansiosamente que tú aparezcas para que puedas tomarme en tus fuertes brazos. No seas cruel, ven, te espero. Que sea pronto. Siempre tuyo: Naruto…”- Sasuke termino de leer y arqueo una ceja. Aquello era ridículo, jamás en su vida había conocido a nadie con nombre más ridículo.- ¿Qué es lo que esperas que pida? ¿Una disculpa?- decía el moreno con sarcasmo- yo no conozco a nadie con ese nombre…-
-¿Si tu no vienes yo iré a encontrarte? Crees que soy estúpida, quien quiera que haya escrito esta carta, te conoce, y te exijo que arregles esto, yo n pienso arriesgarme a un escándalo- Sakura estaba que echaba chispas, jamás nadie la había humillado de aquella manera
-¿me exiges?-
-Sasuke- la rasposa voz de su padre le saco de su intento de asesinato- Soy yo quien te lo pide, no me des dolores de cabeza, ve a arreglar todo esto, ¿quieres?- ¿pero arreglar qué? El no tenía ni la más remota idea de quién podría ser ese tal Naruto, pero reconocía perfectamente la dirección de donde provenía la carta. Frunció el seño y se levanto furioso saliendo de aquel lugar sin decir nada. Descuartizaría a quien le había causado tantas molestias ese día…
-Naruto… te matare-