Sintió una corriente helada sobre el rostro, haciéndolo despertar rápidamente, tosiendo por el agua que había entrado por su nariz, Adam también tosía, abrió los ojos lentamente, la luz que iluminaba la estancia les lastimaba los ojos. Ambos agentes estaban atados a unas sillas rusticas de madera, la habitación era gris y húmeda, sin ventanas, entre las dos sillas había un colchón y frente a ellos, un moderno equipo de vidéo. Adam tenía un gran golpe en el labio y otro en la mejilla, estaba cabizbajo y su boca estaba amordazada, Scott sentía la sangre seca pegada a su rostro, la cual se humedeció por el agua que le arrojaron para despertarle, sus chalecos, cinturones, chamarras y zapatos se los habían quitado. Estaban descalzos, sus pies desnudos sentían el frio tacto del piso de sementó, con la camisa abierta, mostrando su camiseta blanca de tirantes, ya manchada de la sangre que escurrió por el agua.
Estaban solos, mas fuera de la habitación se escuchaban algunas voces, pronto entrarían a donde ellos estaban. Scott se removía, intentando aflojar los amarres. Adam hacia lo mismo, pero los nudos estaban tan apretados que lastimaban sus pieles. Los pasos comenzaron a sonar, cada vez más cerca, hasta que unas figuras altas, vestidas de negro, con sus rostros descubiertos y que les miraban lascivamente, con burla y lujuria, entraron. Uno de los hombres se acercó, era alto, piel oscura y de cabeza pelona, tenía los brazos descubiertos, con su mano izquierda acaricio la mejilla de Scott, causándole un temblor involuntario debido al toque, haciéndole cerrar los ojos por unos segundos. Cuando los abrió, la mano le sostuvo fuertemente del mentón, observándolo, una sonrisa se curvo en el lado izquierdo del rostro del desconocido, luego hiso lo mismo con Adam.
- me das sus identificaciones, Jamal...- dijo el desconocido, estirando el brazo para sostener las identificaciones de los oficiales.- Adam Eastwood, 25 de octubre del noventa y uno. Muy lindo si me permites decirlo - sonrió, mientras Adam le lanzaba una mirada de enojo, luego volteo hacia Scott - Scott De Lucas, 13 de febrero del ochenta y nueve, varonil, fuerte, dios como gozare esto.- se dio media vuelta y camino hacia donde estaban sus hombres- ok, esto es lo que aremos, los vamos a desatar, así que espero sean listos y no se quieran hacer los héroes- camino hacia ellos con otros dos hombres- y luego, una vez sueltos, Adam se lo hará a Scott y si no lo haces, seremos nosotros... entendido?
Scott, que hasta ese momento había estado en silencio, hablo - están locos... si creen que haremos lo que quieren.- dijo en un tono furioso, uno de los hombres que se abia acercado a ellos le abofeteo, causando na marca rojiza en la mejilla derecha de este.
- oh, claro que lo harán- respondió el hombre, caminando hacia donde estaban los cinturones de los policías, saco el arma de uno de ellos, y apunto a la cabeza de Scott- hazlo Adam, o le vuelo la cabeza- sonrió maliciosamente, Adam aun amordazado y atado, asintió- bien, desátenlo- ordeno.
-no!, Adam no te atrevas a obedecer- gruño Scott, el menor se detuvo.- no me importa la amenaza.
- Entonces se lo haremos a él, Scott- señalo a Adam, quien fue sujetado por quienes le desataron y empujado al colchón, mientras este forcejeaba para evitar ser arrastrado.
- espera! no lo hagas- dijo Scott con temor en su voz- no le hagan daño- agachando la cabeza, suspiro derrotado- hagan lo que quieran conmigo, per a él no le toquen.
- Que listo Scotty.- sonrió mientras pasaba el cañón de la pistola por su rostro, bajando al cuello, torso, abdomen- y tu Adam?
- no… no dejare que lo lastimen...- Adam estaba de pie frente a Scott, suspiro- que quieren que haga?
-así me gusta, que sean cooperativos- subiendo el arma de nuevo a la sien de Scott, presiono un botón de un control y las cámaras hicieron un ruido de encendido. - Adam, arrodíllate y masturba a Scott. - Con las manos temblorosas, Adam desabrocho el pantalón de Scott y saco el miembro de este, se vieron a los ojos, había miedo en los ojos de Scott, miedo, ira y vergüenza. Adam estaba un poco más tranquilo, pero aun así, también tenía miedo y enojo- lo olvidaba, si lo hacen bien, los dejaremos ir en cuanto esto acabe.- finalizo el hombre- ahora Adam- ordeno y Adam comenzó su trabajo con las manos. Scott tenía los ojos cerrados, pero escuchaba los leves susurros de su compañero.
- solo estamos tu y yo Scotty, solo tú y yo.- decía Adam intentando ayudar a su amigo quien no podía evitar temblar al sentir a su amigo tocarlo.
- bésalo Adam, bésalo y has que se corra.- se escuchó un gemido por parte de Scott, el arma presionaba su nuca al tiempo que Adam juntaba nerviosamente los labios a los de Scott << - lo no hay nadie más->> susurro dándole un beso, presionando levemente los labios y al tiempo, daba los últimos toques a Scott, quien se corrió manchando su mano y la camisa de Scott. - excelente trabajo Adam- sintió como uno de los que lo habían desatado le levantaba, tocándole la entrepierna sin pudor alguno, riendo ante el enojo de Adam - desaten al otro.- ordeno a sus hombres- y desnúdenlo… - Scott estaba cabizbajo, el solo hecho de que hicieran que su amigo le tocara le hiso sentir un ser de lo más bajo, intento luchar, evitar que le desnudaran, más se detuvo cuando el arma paso a la frente de Adam- nada de heroísmo.- dijo mirando fijamente a los ojos de Scott, una mirada fría, malvada, cuando Scott dejo de pelear, el hombre hiso un gesto con la otra mano y los que iban a desnudarle lo comenzaron a golpear. En el estómago, sacándole el aire, haciéndole caer, en el rostro, partiendo su labio, en las costillas, rompiendo alguna de ellas con un horrible "crack" que sonó en la habitación. Scott ahogo un grito de dolor, y comenzó a respirar con dificultad. Adam, seguía de pie con el arma en su frente, cuando comenzaron a golpear a Scott quiso intervenir pero solo se ganó un puño en rostro, cayendo en la silla y volviéndose a levantar.
Una vez desnudo Scott, le recostaron en el colchón, boca arriba, sus manos amarradas con un fuerte nudo que le cortaba la piel y le hacía sangrar, y este a su vez, sujeto a una tubería de cobre que antes servía para que el gas pasara. Scott respiraba con dificultad, le dolía el costado derecho, donde una costilla rota se asomaba, haciendo un bultito sobre la piel levemente ejercitada de Scott.
- Ahora, Adam, lo haces tú? o lo hacemos nosotros?- le pregunto el maleante a Adam- es tu decisión pequeño. - Adam respiro profundamente y suspiro, ver a su compañero golpeado y desnudo en el colchón no era algo fácil, se sentía un juguete a merced de aquello, y verle a el, un hombre tan fuerte ahora tan vulnerable, le daban ganas de llorar.
Se acercó a él, susurrándole al oído <<' solos, tu y yo, hermano, hay que hacerlo, y entonces todo acabara->>, Scott derramo un par de lágrimas, mientras Adam se arrodillaba - entonces serás tu...- susurro el hombre al oído- te ayudare a endurecerte- le volvió a susurrar, mordiéndole el lóbulo de la oreja, acariciando su cuerpo, Adam sentía mas asco y ganas de vomitar al sentir las manos del hombre tocándolo, pero si no hacia su miembro endurecer, Scott sufriría a manos de esos maleantes. No podía permitirlo, era su compañero, su mejor amigo, y sabía que lo que estaba a punto de hacer era algo horrible, en eso un teléfono sonó, el hombre que le tocaba , tomo el teléfono sin dejarle tocar y hablo rápidamente.
-parece que hay que apresurarse- dijo mientras le sacaba el miembro del pantalón y lo acomodaba en la entrada de Scott.
- espera, no hay que prepararlo?- preguntó Adam asustado- lo voy a lastimar...- violarían a su mejor amigo y para colmo, no habría preparación. Adam intento luchar, evitar que lo introdujeran a la fuerza en Scott, el arma ya estaba apretando en la sien del hombre acostado, quien luchaba por no dejar que las lágrimas salieran, se vieron a los ojos y Scott movió sus labios diciéndole que estaba bien y sin más, le empujaron hasta entrar en Scott, este dejo salir un horrible grito de dolor, qué desgarro su garganta, y el corazón de Adam, sentirse dentro de su amigo, sintiendo la sangre mancharle, era algo horrible, se apresuró con las embestidas, lo más que pudo, queriendo terminar rápido y poder salir de ahí, no tardó mucho en correrse, llenando el interior de Scott quién se retorció al sentir el semen arder dentro de él. Sintió alivio cuando salió de su compañero, mas al ver la cantidad de sangre, su corazón le dolió, se acomodó la ropa y se dirigió a donde Scott, ya había acabado, entonces se podrían ir, pero el hombre del arma volvió a hablar- buen trabajo Adam, ahora atenlo de nuevo.- ordeno a los otros- es hora de nuestra diversión.
- espera, dijiste que nos dejarías ir- reclamo Adam, mientras forcejeaba con quienes intentaban someterle, golpeo a los hombres y se abalanzó hacia el del arma, antes de llegar a él, este le golpeo dos veces con el arma, dándole un golpe en la mejilla, abriéndola y otro que en las costillas, cayendo al suelo y siendo sujetado por las manos a la espalda, lastimándole, entonces vio como el hombre del arma se acomodaba sobre Scott y lo penetraba sin piedad, Scott lloraba, y gritaba, ya no se hacia el fuerte, no tardo en correrse y entonces llego otro hombre, Adam no quería ver, pero necesitaba ayudar a su amigo, así que le hablo, le pidió que lo viera a los ojos, ambos se quedaron mirándose fijamente, no despegaron la vista hasta que el último hombre salió del interior del oficial, y este, solo soltó un leve quejido de dolor.
El hombre del arma volvió al lugar donde tenían las pertenencias de los agente, guardo la pistola en cinturón de los oficiales y les llevo, tanto la ropa de Scott, como como las chamarras, chalecos y zapatos. Adam ya suelto, libero a Scott y le ayudo a vestir, cuando se pusieron de pie, Scott no pudo mantenerse y cayó al suelo. Adam le ayudo a caminar, aunque para Scott cada paso era más doloroso. No podía cargarlo, Scott era un poco más alto y más pesado que él, sería imposible cargarle.
Llegaron a donde un Nissan de vidrios polarizados les esperaba, le cubrieron los rostros y esposaron las manos, para luego meterles en la cajuela.- no lo tomen como algo personal- escucharon decir a uno de los hombres- solo hicimos lo que nos ordenaron, fueron solo negocios.- luego cerraron la cajuela y el auto comenzó a moverse.
– Perdóname Scott.- lloro Adam, sintiendo como Scott se le acercaba, acomodando su rostro en el hombro del más joven.
– No te culpo Adam… - dijo Scott con una voz muy ronca.- nada de esto… fue culpa tuya… - al poco rato, Scott y Adam se dejaron arrastrar por la oscuridad, perdiéndose en ella por completo.