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AMOR QUE MATA [HUN/HAN] por Kang_princessM

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Notas del fanfic:

Este es un HunHan algo trágico que se me ocurrió el día de hoy y lo escribí a prisa antes de que se me fuera la idea.

Notas del capitulo:

No me culpen si no les gusta la redacción... lo hice en una hora para que nada se me olvidara.

Disfruten.

Aquello estaba mal. Las manos del masajista se deslizaban sobre su cuerpo llenándole de aquel aceite aromático de una forma tan lenta y deliciosa que una erección se había formado sin que pudiera evitarlo. ¿En verdad no había podido evitarlo?

Cuando conoció a Oh Se Hun se había jurado que le sería fiel a aquel chico un par de años menor, de facciones serias que le amaba con locura, pero había fallado, no una, sino muchas veces. ¿Con cuántos no le había engañado?

Le había sido infiel con la mayoría de sus amigos, una noche, dos… incluso había estado con el mejor amigo de ambos y su pareja en un trío inolvidable. ¿Se había arrepentido? Sí, en ocasiones, cuando Sehun lo miraba a los ojos diciéndole que era la joya más preciada que tenía se sentía sucio, sentía que no merecía a hombre tan maravilloso, pero callaba, callaba porque lo amaba, lo amaba y no se resignaba a perderlo, a imaginarlo dándole su amor, sus mimos y su preciosa sonrisa a otro.

¿Había otros? Claro que los había. Oh Se Hun era el heredero de una de las empresas más prestigiosas de Corea del Sur y miles de chicas y chicos andaban tras él, más el menor se había encargado de declarar públicamente que no tenía ojos para nadie que no fuera Lu Han.

El masajista le dio vuelta a aquel bien trabajado cuerpo que no por ello dejaba de ser esbelto y contempló el precioso rostro de muñeca de su cliente que tenía los ojos cerrados, sonrió de lado y tomó el elástico del bóxer adverso deslizándolo hacia abajo para apreciar por completo su desnudez, al parecer estaba tan excitado como él.

Lu Han respiró hondo tratando de calmarse cuando el masajista pareció alejarse, mas lo que sintió después no hizo más que arrancarle un tremendo gemido de los labios. En su rostro pudo sentir un enorme falo que se entretuvo tocando sus mejillas, labios y nariz. Lu Han abrió poco a poco los ojos topándose con el miembro duro, húmedo e hinchado de su masajista. ¿Cómo dijo que se llamaba? ¿Yi Fan?

Joder.

Aquel sexy chino sí que estaba dotado y Lu Han no podía dejar pasar una oportunidad así. Abrió la boca y permitió el acceso del pene que reclamaba abrirse paso en su húmeda cavidad bucal. Cerró los ojos y chupó lentamente, con deleite, disfrutando de aquel sabor tan dulce que el aceite vertido en aquella verga tenía. Pronto Yi Fan arremetió más fuerte contra su boca haciendo que se atragantara un par de veces y varios hilos de saliva escurrieron hasta perderse en el suelo.

Lu Han quería que Yi Fan le llenara la boca de semen, uno de sus más grandes fetiches, pero el mayor tenía otros planes.

Se separó de aquella boca que se quedó con ganas de más y volvió a girar el cuerpo del menor hasta dejarlo nuevamente boca abajo en aquella camilla. Llevó sus largos dedos hasta el anillo rosado situado entre sus nalgas y metió dos de un solo golpe haciendo que Lu Han gimiera con fuerza poniéndose de inmediato en cuatro para sentir mejor aquellos dígitos.

De inmediato el masajista empezó a embestirlo con los mismos haciendo que Lu Han se aferrara con fuerza a las sábanas de la camilla. Pudo sentir los dígitos salieron de su interior y sus nalgas fueron abiertas de par en par por aquellas grandes manos, posteriormente el enorme, rosado y húmedo glande del mayor arremetió contra su estrechez entrando de forma lenta y tortuosa dentro de sí.

No supo en qué momento perdió el control.

¿Alguna vez lo había tenido?

No pensaba en Se Hun ni en su boda de la mañana siguiente, solamente en el place que aquel hombre le daba en ese momento, en las gotas de sudor bajando por su espalda, en el golpeteo de sus caderas y los gemidos que escapaban de las bocas de ambos.

Lu Han fue el primero en venirse. Derramó su semilla sobre las sábanas, Yi Fan lo hizo en su interior.

 

-Es el mejor masaje que he recibido en toda mi vida… -susurró Lu Han dando un beso a los labios adversos una vez que estuvo completamente vestido. Yi Fan le apretó la cintura bajando hasta tocar sus glúteos con descaro-.

-Con gusto me cogería este culito una y otra vez… -gimió complacido. En verdad aquel chico le había vuelto loco-. Es una lástima que vayas a casarte…

-Lo sé… -susurró Lu Han recordando de golpe su boda. Una punzada le atravesó el corazón pero pudo disimularlo. Respondió al largo beso francés que Yi Fan le dio y le prometió que lo llamaría al volver de su luna de miel para tener un masaje como el anterior.

 

 

Aquella noche cuando Lu Han llegó a casa recibió un mensaje de Se Hun.

“Amor mío,

siento mucho no haber estado a tu lado este día. He pensado mucho en ti ¿sabes? Te extraño como loco.

El trabajo me tiene muy estresado, desearía que estuvieras conmigo.

Pero ya mañana nos casaremos y nos iremos muy lejos durante dos meses…

¿Lo imaginas? Dos meses amándote y teniéndote solo para mí.

Te amo”.

Lu Han leyó una y otra vez aquel mensaje. No respondió.

Prefirió dormir.

 

                               * * * * * * * *  

 

Se Hun abrazó uno a uno a los invitados que había asistido a su boda, ellos palmeaban su espalda deseándole lo mejor mientras el chico reía. Lu Han le observaba desde lejos con una copa en mano, la mayoría de ellos se habían acostado con él, antes o durante su relación con Se Hun. Todos eran una bola de hipócritas.

-Eres un imbécil… -susurró un resentido Taemin al llegar junto a Lu Han-. Espero que pronto Se Hun se dé cuenta la clase de basura que eres.

-¿Aún me guardas rencor, Tae Min? –soltó una risa bastante irónica Lu Han dejando de lado su copa-. No puedo creer que seas tan poca cosa en la cama para que Min Ho haya acudido a mis brazos.

-Fue una sola vez… y se arrepiente de haberlo hecho.

-¿Ah sí? Eso no decía la noche que me hizo suyo en la sala de su departamento…

La mano abierta de Tae Min fue a estrellarse contra la mejilla del menor haciendo que los pocos que vieron empezaran a murmurar.

-Óyelo bien… perra malnacida –susurró un molesto y herido Tae Min con los ojos rojos a causa de las lágrimas que luchaba por no dejar salir-. Si he guardado silencio es porque Se Hun no merece sufrir por una basura como tú…

Dicho esto Lee Tae Min dio la vuelta para caminar a donde su esposo Choi Min Ho le esperaba. Todo lo que había dicho era verdad. Min Ho estaba muy arrepentido de haberse acostado con Lu Han principalmente porque ya estaba comprometido con Tae Min y porque Se Hun era su gran amigo de la infancia. Desde esa vez no tuvo cara para volver a hablarle, por eso se distanciaron y le hizo jurar a Tae Min que guardaría su secreto, todo por el bien de Se Hun.

-¿Pasó algo? –preguntó un alarmado Se Hun llegando junto a su ya esposo y le tocó la mejilla donde Tae Min le había golpeado-. Mi amor…

-No, nada. Estoy bien –se zafó de su caricia con brusquedad alejándose de él. 

 

 

Kim Jong In miró a Lu Han de pies a cabeza recargado en la puerta de entrada del baño y sonrió de lado antes de morderse le labio inferior. ¿Hacía cuanto tiempo que no se lo cogía?

Lu Han seguía tan apetecible como siempre, más aún vestido de novio con ese pantalón negro ceñido a sus bien torneadas piernas.

-Mira nada más el cuerpecito que el gran Oh Se Hun se acaba de echar a la bolsa… -rio suavemente acercándose hasta él-. ¿No eres mucho forro para él?

-Cierra la boca Kai –gruñó el mayor tomando un poco de papel para secarse las manos-. No estoy de humor.

-Uy… ¿qué fue lo que pasó para que estés así en el día de tu boda? –se burló de nuevo el menor sin poder dejar de desnudarlo con la simple mirada, aprovechando su cercanía para posarse tras él y deslizar sus labios por su mejilla-. Te harás viejito… hyung.

-Deja de jugar, Jong In… -le reprendió tratando de alejarlo, pero solamente consiguió que el ajeno mordiera el lóbulo de su oreja haciéndolo suspirar-. El imbécil de Lee Tae Min.

-¿No perdona que Min Ho se haya acostado contigo? –volvió a reír Kai metiendo las manos bajo la camisa del más bajo acariciando descaradamente su abdomen. Una erección se formó bajo su pantalón y no dudó en restregarla contra el trasero adverso-. Mmm…

-Mierda, Jong In, es el día de mi boda –gruñó girándose hasta quedar frente a él y puso ambas manos en el pecho del menor-. Lárgate.

-Las circunstancias nunca te han detenido… ¿por qué habría de hacerlo ahora? –sonrió de lado besando y mordiendo su mentón antes de atrapar sus labios en un lento beso.

El cuerpo de Lu Han actuó por sí solo. Dejó que Kim Jong In le recargara contra la fría pared del baño y sus brazos rodearon el cuello adverso para que no se separara. En medio de aquel beso que empezó siendo casi inocente y terminó por volverse hambriento, necesitado, Kai bajó el cierre de su propio pantalón para liberar su erección, cuando Lu Han pudo apreciar de nuevo la bien dotada verga de Kai no dudó en caer de rodillas ante él empezando a mamarlo como si en eso se le fuera la vida.

Los dedos de Kai se enredaron en aquel cabello y la cabeza de Lu Han aumentó el ritmo subiendo y bajando por todo el largo de su falo,  chupando y succionado mientras miraba las expresiones placenteras que su donsaeng mostraba en el rostro.

Lu Han tomó el control de a situación. Empujó a Kai hasta que éste estuvo completamente acostado en el suelo y apenas bajándose su propio pantalón se sentó en aquel erecto miembro haciendo que éste entrada de un solo golpe en su ano, sacando un gemido gutural de ambos.

Lu Han empezó a saltar sobre el cuerpo de Jong In y Jong In le asestó varios nalgadas instándolo a montarlo de esa forma tan deliciosa. Sus labios se encontraron varias veces en medio de aquel acto carnal y los gemidos de Lu Han se hicieron tan altos que Jong In tuvo miedo de que los encontraran. Pero la preocupación no le duró mucho. Pronto, ambos entraron a la parte culminante del acto, y ni siquiera el menor pudo notar la presencia de un ser que en medio de lágrimas observaba la escena desde la puerta.

Lu Han alcanzó el orgasmo y se bajó de inmediato para ponerse de rodillas. Kai sabía lo que Lu Han quería. Se puso en pie y tomó su pene entre manos para masturbarse a sí mismo esperando a que su semen brotara y llenara la pequeña boca del ya esposo de Se Hun.

Cuando eso pasó Lu Han tragó gustoso su semilla lamiendo todo resto de aquel semen que hubiera quedado atrapado en el falo del mejor amigo de su esposo.

-Siempre es tan rico follarte… -gimió Jong In mirando de forma divertida como Lu Han se apresuraba a ponerse su pantalón a lo que él hizo lo mismo-. Ya extrañaba tu culito.

-Sabes que puedes tomar mi culito cuando quieras, Kai… -susurró sexymente Lu Han volviendo a rodearle el cuello con sus brazos para fundirse en un nuevo beso y Kai le habría desnudado de nuevo si unos fuertes aplausos no los hubieran interrumpido.

Cuando Lu Han y él giraron el rostro se toparon al propio Oh Se Hun con el rostro descompuesto, los ojos enrojecidos y las lágrimas bajando por sus mejillas. Lu Han le miró sin saber qué hacer y Kai lo alejó de inmediato de su cuerpo para acercarse a su mejor amigo.

-Se Hun yo…

-No quiero escucharte, Jong In.

-Pero…

-¡No quiero! ¡Eres un imbécil! ¡Un imbécil! ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Por qué?! –gritó fuera de sí haciendo su llanto más ruidoso y se fue sobre el ajeno tomándole del cuello de su camisa. En un momento diferente Kai le habría vencido pero no sabía qué hacer.

Minho llegó junto a Taemin y se interpuso entre ambos para evitar un combate, mientras Taemin y Kyung Soo tomaban a Se Hun por los brazos alejándolo.

-No vale la pena, Se Hun… -susurró Taemin tratando de hacerle entrar en razón-. No es culpa de Jong In… él no te engañó solo.

Se Hun asintió y miró hacia Lu Han quien seguía de pie sin emitir palabra alguna. Verlo tan tranquilo le hizo arder de coraje. ¿Por qué no se mostraba siquiera arrepentido? ¡¿Por qué?! Su corazón estaba hecho pedazos. El hombre que él creía perfecto no era más que un cualquiera…

-No quiero verte nunca más. Lárgate de mi vida, Lu Han. ¡Lárgate!

Salió de aquel baño aún derramando un llanto lleno de dolor. Taemin miró a Minho y éste soltó a Jong In para salir tras su amigo. Taemin se acercó hasta Lu Han y le dio la segunda bofetada de la noche.

-Ojalá te vayas al infierno…

Dio la vuelta para desaparecer por el mismo lugar donde lo habían hecho los otros dos, dejando a Kyung Soo de pie frente a la pareja. Kai miró al más bajo con una expresión de arrepentimiento en la faz.

-Dodo…

-¿Por qué? –fue la pregunta que salió de labios de Kyung Soo, él también lloraba-. ¿Por qué lo hiciste? Dijiste que no volverías a hacerlo… Lo juraste el día en que me pediste matrimonio.

-Lo sé, Dodo… Lo sé, mi amor… perdóname –suplicó con un hilo de voz caminando lentamente hacia el más bajo, pero Kyung Soo negó lentamente mientras caminaba de espaldas a la salida alejándose cada vez más del moreno-.

-Ustedes no tienen perdón…

-Soo, mi amor…

-Yo no soy tu amor, Jong In. A partir de este momento tú en mi vida no eres más que un mal recuerdo…

El anillo de compromiso que Kyung Soo llevaba en su mano cayó al suelo haciendo eco en la estancia y Kai cayó junto al mismo llorando amargamente mientras se daba golpes de pecho. Había perdido al amor de su vida y a su mejor amigo por una persona que no valía nada. Absolutamente nada.

 

 

 

* * * * * * * *  

 

 

Se Hun miró a través de su escritorio al chico de pie frente a él. ¿Cómo se atrevía a reaparecer en su vida cinco años después de lo que había hecho? ¿Con qué cara iba a pedirle perdón a su propia empresa?

-Te amo, Oh Se Hun… Te amo con todo mi corazón –susurró Lu Han arrodillándose frente al hombre que amaba, frente al hombre que en cinco años no había podido olvidar y del que ansiaba su perdón-. Perdóname…

-Tu manera de amar duele, Lu Han… Tu manera de amar mata.

-Se Hunnie…

-He encontrado a alguien que me ama, a alguien no me va a fallar, y quiero ser feliz con esa persona. Lárgate.

-¡No! ¡Tengo que decirte algo…! ¡Sehun yo…!

-Ya lo has oído. Vete –habló un chico bajito y realmente hermoso desde la puerta, cuando Lu Han lo vio se dio cuenta de era sumamente bello-. Deja a mi prometido en paz.

Prometido…

Aquel chico era el prometido de Se Hun.

-Tranquilo, Xiu Min… -susurró Se Hun poniéndose en pie y llegando a su lado para abrazarlo-. Todo está bien, amor. Lu Han ya se iba.

Lu Han los miró por última vez y salió de la oficina dejándoles solos.  O aparentemente solos.

Se Hun tomó el rostro de Xiu Min con suma delicadeza entre sus manos y le miró fijo a sus hermosos ojos color chocolate. Baozi entre abrió sus labios esperando algún beso por parte de su amado, pero los labios de Oh Se Hun se abrieron simplemente para hablar de forma seria.

-Xiu Min… No me falles, por favor. No tú. Mi corazón no resistirá una decepción más. No me falles, Xiu Min, te lo suplico.

Los ojos de Se Hun se cubrieron de agua y Baozi alzó su mano para acariciar amorosamente la mejilla del que se convertiría pronto en su esposo.

-Mi amor…

-Promételo, Min. Promételo. Porque si tú me fallas, juro que me mato. Lo juro.

Xiu Min nunca había visto hablar tan enserio al heredero de Oh Company. Tragó en seco realmente nervioso y asintió de forma lenta.

-No te fallaré, mi amor. Lo prometo.

Y Jong Dae se alejó de aquella oficina con un plan en mente.

 

 

* * * * * * * *   

 

-¿Qué estás dispuesto a hacer para recuperar a Se Hun?

-Todo.

-¿Incluso cogerte a su prometido?

Luhan analizó aquello recordando lo hermoso que era aquel chico, de ninguna manera le desagradaría cogérselo si con ello podía tener a su lado al hombre que amaba. Porque él en verdad amaba a Sehun… y nunca se perdonaría todo el daño que le había hecho.

Lo amaba tanto que durante ese año se había dedicado a cuidar únicamente del hijo que había tenido con él. Del hijo de ambos.

Aquel niño idéntico a su padre, a Se Hun.

-¿Por qué quieres ayudarme, Jong Dae?

-Muy fácil. Mi hermano me robó al hombre que amaba… Se quedó con el corazón de Xiu Min y por eso ahora les odio a los dos. Además… mi padre no me heredó la empresa pese a ser el mayor simplemente porque mi madre fue su amante y su esposa siempre fue la madre de Se Hun…

-Entiendo. ¿A qué hora dices que debo ir al departamento?

 

 

* * * * * * * *  

 

 

Xiu Min tenía los ojos vendados, tenía varias copas encima y Lu Han le desnudó de a poco. Le echó a la cama y se coló entre sus piernas entrando de golpe a su interior.

Lo embistió con fuerza, con coraje, lo embistió lleno de odio porque había logrado que Se Hun lo olvidara. Lo embistió disfrutando de su cuerpo. Besando y marcando su cuello mientras disfrutaba de la forma en que rechinaba el colchón bajo sus cuerpos.

Cuando Se Hun entró al departamento con el enorme ramo de rosas rojas buscando a su prometido sintió como su corazón volvió a partirse a pedazos. Xiumin y Luhan en la misma cama…

No podía creerlo.

¿Por qué? se preguntó lleno de dolor en su interior. ¿Por qué los únicos hombres que había llegado a amar en su vida?

¿Por qué Lu Han le hacía tanto daño? ¿Por qué?

Lanzó el ramo de rosas al suelo y salió del departamento cerrando con fuerza tras él. Lu Han sonrió de lado ante aquel ruido, sabía que Se Hun los había visto. Y sin borrar esa sonrisa eyaculó en el interior de Xiu Min quien lo hizo sobre su vientre.

 

 

* * * * * * * *  

 

 

Lu Han leyó mil veces el papel que estaba entre sus manos y estando frente a la caja que contenía el cuerpo de Oh Se Hun cayó de rodillas llorando como solo un enamorado que ha perdido al amor de su vida podría hacerlo. Lloró y lloró con aquel papel contra su pecho. Lloró dándose golpes, tirando de su propio cabello y abrazando aquella caja.

-¡¿Por qué lo hiciste?! ¿por qué? ¿por qué? –le preguntaba a aquel cuerpo sin vida mientras las lágrimas seguían cayendo y sus ojos se hinchaban más-. ¡Tenías que vivir Se Hun! ¡Por mí! ¡Por nuestro hijo! ¿Qué haré sin ti, mi amor….? ¡Perdóname, Sehun! Perdóname por no irme contigo… perdóname…

Lu Han quería morirse. Quería coger una pistola y volarse los sesos para acompañar al hombre que amaba en el otro mundo, pero no podía. No lo dejaron. Le dijeron que debía cuidar a su hijo, que Se Hun habría querido eso.

 

 

* * * * * * * *  

 

 

Baekhyun limpió mesa por mesa los restos de café que los clientes dejaban en el local mientas Chanyeol hacía cuentas y le esperaba para marcharse. Luhan llegó con el pequeño Hunnie de seis años.

-¡Tío Baek! –gritó un emocionado Hunnie abrazando al mayor con fuerza y el aludido le respondió entre risas-.

-¡Hola, Hunnie! ¿Cómo has estado?

-¡Genial! ¡Umma y yo iremos a China!

-¿De verdad?

Tanto Chanyeol como Baekhyun miraron a Lu Han expectantes, él asintió lentamente. Se notaba cansado, más delgado y parecía que había llorado de nuevo como lo hacía desde hacía un año atrás, desde la muerte de su gran amor.

-Hunnie, toma tu bubble tea ¿sí? –sonrió Chanyeol entregándole el té favorito de su padre al menor quien lo recibió yéndose gustoso con el mismo hacia la mesa más retirada del local entendiendo que los mayores querían conversar-. ¿Estás bien, Han?

-No… Nunca me perdonaré el daño que le hice a Sehun –respondió con un hilo de voz-. Nunca merecí a un ser tan maravilloso…

-Nadie manda en el amor… -susurró Baek palmeando ligero su espalda-. Sehun te amo desde siempre… y aún el día de su muerte reconoció que jamás te había olvidado.

-Y eso duele aún más… -lloró el chino en silencio luchando en vano por detener sus lágrimas-. Duele porque pese a ser la mierda de persona que soy el hombre que yo amaba me perdonó… y yo lo único que hice fue romperle el corazón dos veces.

Los otros dos le siguieron mirando hasta que Chanyeol se animó a romper el silencio.

-¿Cuándo se irán a China?

-Mañana temprano, ya tenemos todo listo. Solamente vine a despedirme, ustedes son los únicos amigos que me quedan…Quiero que Hunnie crezca en el lugar donde yo lo hice, con mis padres… con mi familia.

-Entiendo.

-¿Y qué pasará con el asunto de Jong Dae? –preguntó bastante preocupado Baek Hyun al tiempo que se abrazaba de su esposo Chanyeol-.

-Chen me engañó… Él lo que quería era quedarse con la empresa de los Oh… y sabía que Sehun se mataría si Xiu Min lo traicionaba. Así que puede quedársela… que la disfrute mientras pueda.

-¿Se la quitarás?

-Yo no. Se Hun lo hará.

La pareja miró al pequeño idéntico a su difunto padre que se sentaba como él y bebía el bubble tea como él. Ambos sonrieron.

-Mucha suerte… Oh Lu Han.

Lu Han sonrió de lado. Se Hun nunca se había divorciado de él, por lo que su hijo tenía padre y el apellido, así como parte de las acciones de la empresa de su esposo, pero no se las reclamaría a Chen, no aún…

 

* * * * * * * *  

 

Lu Han:

¿Por qué tuviste que lastimarme? ¿Qué fue lo que hice mal? Yo te amaba, Lu Han… Te amaba con toda el alma.

Te amaba con locura.

Justo ahora te amo de la misma forma.

Cuando te vi con Xiu Min escuché como mi corazón se quebró y ni siquiera fue a causa suya, sino tuya. Lo que me dolió fue verte a ti con alguien más… como el día de nuestra boda.

Lu Han… ya no puedo.

Esto duele. Duele demasiado.

Duele saber que nunca te olvidaré, que nunca podré ser feliz con nadie más… duele saber que tú eres mi felicidad, pero que no te puedo perdonar.

Tu forma de amar duele… tu forma de amar mata.

Adiós, Lu Han…

Cuida de ti.

Y, por favor… no lastimes a alguien más como lo hiciste conmigo.

 

 

 

 

Notas finales:

No me maten <|3 

Espero que mi loca idea les haya gustado...

Cualquier cosa me dejan un comentario

¡GRACIAS!


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