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Conséquences por antares10

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Notas del fanfic:

Hola nens!

Esto es lo que ha surgido después de un dia en cama, aburrida y con resfriado horrible!

Espero les guste

Notas del capitulo:

Título del fanfic: Conséquences
Parejas: KyuSung.
Tipo: Yaoi.
Género: Oneshot, Angst, lemon.
Clasificación: Rating {R}.
Advertencias: Este fanfic contiene escenas de lemon así como Mpreg.

Un imponente edificio se alzaba ante los ojos de los transeúntes, denotando en su estructura el poder y prestigio de una compañía reconocida mundialmente, donde en esos momentos todos trabajaban

O al menos casi todos…

En el último piso de ese lugar, detrás de la puerta donde se encontraba el dueño de todo ese conglomerado, una figura menuda, estatura promedio, cabellos azabaches, mejilla regordetas que le restaban edad, pero no por eso menos hermoso se encontraba en ese instante sobre el escritorio, mientras que su acompañante de cabellos castaños embestía fuertemente sobre él.

¿Qué tenía ese cuerpo que lo inducia? Ni él mismo tenia respuesta a eso, lo que si tenía claro, era que ese joven constituía algo de lo que no deseaba y mucho menos pretendía desprenderse; adoraba acariciar las mejillas regordetas, observar ese sonrojo causado únicamente por él, amaba pasar los dedos por su cuello sentir esa piel de terciopelo, acercar su boca a la suya, sentir su contacto, marcarle

Amaba todo de él, tanto defectos como virtudes

Intentó detenerse cuando tuvo oportunidad sin embargo, al final no pudo resistir la tentación
Yesung era su perdición

Y Kyuhyun lo sabía bien, carecía de poder y junto al pelinegro podría ser condenado a los infiernos e iría gustoso.


Por el contrario Kim JongWoon o Yesung, como le gustaba llamarle al menor, sabía que la situación en la que se encontraba no era correcta; hacía algún tiempo atrás se había convertido en el amante de su jefe.

Amantes en secreto; eso era más que obvio, Kyu no deseaba que nadie supiera que tenían una relación y francamente él tampoco. Sin embargo, la convivencia diaria hizo que sus sentimientos fueran cambiando a una relación unilateral, una que no sería correspondida jamás. A pesar de su educación, creencias e incluso su sentido común, no pudo evitar rendirse ante su jefe, un hombre de 28 años, menor que él, pero con una inteligencia superior del promedio que había llevado la compañía de sus padres a la cumbre además, no era solamente inteligente si no también realmente atrayente físicamente, por el que caían hombres y mujeres por igual; pero sobre todo con una personalidad especial: Sarcástico, mandón, despiadado en los negocios, astuto, inteligente, con buen sentido del humor y en ocasiones irónico pero también, amable, considerado y una vez que se le llegaba a conocer la atracción era simplemente inevitable; Yesung conocía el hecho mejor que nadie, puesto que había sido atraído a él, como la polilla a la flama y lastimosamente se iba a quemar.
Kyuhyun sabía perfectamente tentarlo, aprendió mucho tiempo atrás, el cómo seducir su cuerpo; utilizaba tácticas desleales, jugaba sucio y peor aún él lo permitía…


Esa tarde después de entregarle unos papeles, Kyu simplemente le besó, sin importarle el lugar en que se encontraban, acariciando su cuerpo con deseo y cuando su mano toco su miembro por sobre la ropa, todo pensamiento coherente abandono su cabeza, dejándose caer en esa bruma de sensaciones que únicamente el menor lograba hacerle sentir.

El pelinegro ya lo sabía; para él había dejado de ser un asunto únicamente sexual; fue un bobo al permitir que sus sentimientos se involucraran, pero era difícil de evitarlo, si aun con todos sus defectos el castaño era encantador con él; si definitivamente, él era oficialmente un estúpido.
Más, en esos momentos el más bajo era incapaz de pensar en nada más que no fuese aquel calor que invadía su cuerpo, amaba tener al castaño dentro de él


­­­­- Me encantas Yesung  -  murmuró el menor mientras le besaba el cuello y sus manos acariciaban sus piernas subiendo lentamente hasta llegar a su erección haciendo gemir al pelinegro incapaz de resistirse a las sensuales caricias, repitiendo su nombre entre gemidos


-  Compláceme - musitó el más alto a los pocos minutos, saliendo lentamente de la cavidad que le albergaba, dejándose caer sobre el sofá cercano, en una muda invitación al pelinegro quien sabía muy bien lo que el menor quería; pausadamente se acercó a su acompañante hasta sentase en sus piernas, a la vez que una de sus manos se colaba por debajo de la costosa camisa tocando la piel a su alcance mientras le mordía suavemente el lóbulo de la oreja, los gemidos profundos no se hicieron esperar


- ¿A sí? -  interrogo a los pocos segundos deteniendo momentáneamente su labor

 

- Tócame más  - pidió extasiado el castaño, ante la petición el más bajo no pudo evitar sonreír; uno a uno fue sacando los botones de la camisa hasta que le dejó desnudo el pecho, observándole unos segundos antes de dirigir sus labios al torso obteniendo gemidos roncos para su satisfacción sin embargo, quería más, por lo que sin analizarlo se sentó sobre la erección que le acariciaba por detrás. En esos momentos su mente huyó a otro universo en donde solo existía placer, un éxtasis que solo con Kyu había conocido. ¿Cómo podría desear más? No tenía una respuesta a eso, únicamente quería que continuara tocando ese punto en su interior que le hacía ver estrellas, caricias, besos desesperados, unas embestidas más y se dejaron llevar por la vorágine del orgasmo

Ambos sentían el cuerpo pesado, lánguido; ese estado post orgasmo del que no querían despertar. Ambos lo sabían; cada uno de sus encuentros era explosivo. Por el contrario; Yesung deseaba permanecer pegado al cuerpo cálido y duro del hombre que le acunaba, más para su desilusión eso era un imposible; un rápido beso más y ambos comenzaron a vestirse, cualquiera podría encontrarlos en esa situación, minutos después con las prendas en su lugar y como si nada hubiese pasado continuaron sus actividades.

Las horas pasaron rápidamente y lastimosamente para el mayor su jefe no había vuelto a llamarle; un suspiro escapo de sus labios, siempre era así cuando el Sr. Cho recibía a esa persona; Lee Sungmin, un rubio realmente fascinante que llegó a realizar su visita habitual al castaño, encerrándose desde entonces en la oficina


Odiaba sentirse desplazado, pero también era de su conocimiento que no tenía motivos válidos

-  Yesung; nada logras martirizándote así  -  hablo sacándole momentáneamente de sus pensamientos uno de sus amigos cercanos, ambos se conocieron en la universidad, fueron compañeros durante sus estudios y juntos habían buscado trabajo en esa compañía, ambos consiguieron ser aceptados sin embargo, Eunhyuk fue escogido como jefe de unidad mientras que su amigo fue aceptado, pero como asistente, lo cual a su parecer era sumamente injusto, él mejor que nadie era consiente que el mayor merecía en todo caso estar en su puesto y no como un simple ayudante, no comprendía porque el pelinegro aceptaba la situación.

Esa tarde había subido para almorzar con él, notando inmediatamente el motivo de su retraimiento, al ver cerrada la puerta del Sr. Cho escuchando las fuertes risas inundando el lugar

- Basta por favor, podrías dejar de torturarte de esta manera - repitió molesto

- Eunhyuk; no me regañes  -  pidió con algo de desanimo

- Sabes que odio verte de esta manera, tú no eres así  -

- No tengo razón, ya lo sé pero, no por eso deja de doler Hyuk - musito


- Yesung, busca otro trabajo, si así lo deseas yo me voy junto a ti; aquí no valoran tu trabajo ni siquiera estás haciendo lo que te gusta, estudiaste tantos años para ser un simple asistente; ¡Por Dios! reacciona de una vez  - regaño y era cierto, el pelinegro había estudiado una complicada ingeniería mecánica además, graduado con honores de la universidad, estaba más que capacitado para trabajar en su área y sin razón aparente su jefe decidió que sería más útil como su asistente pero ¿En qué demonios estaban pensando? Y peor aún ¿Por qué su amigo acepto la situación? Realmente le producía migraña pensar en esas cosas  r Vámonos Yesung  r pidió nuevamente

- Yo… -  estuvo  a punto de responder cuando observo la puerta abrirse, observando salir riendo a Kyuhyun y a Sungmin


- Te llamaré por teléfono  -  dijo el castaño, a la vez que besaba galantemente el dorso de su mano haciendo reír aún más a Sungmin.


-  Mejor acompáñame a comer  -  pidió haciendo un puchero adorable intentando convencerle sin embargo,  sin entender el por qué, Kyuhyun pensaba que el gesto cada vez le resultaba menos excitante no obstante, tampoco le tomo real importancia a ese último pensamiento; se disculpó con que tenía mucho trabajo y con la promesa de reunirse pronto se despidió encerrándose nuevamente en su oficina, sin notar la expresión abatida de su asistente


Una vez en la tranquilidad de su oficina, se sirvió un poco de licor y se llevó la copa de oporto a los labios mientras pensaba en lo ocurrido aquella mañana; tuvo una sesión de sexo maravilloso con su asistente y luego su guapo rubio había llegado a visitarlo, aunque algo lo inquietaba; no tenía nada en contra del hecho de encontrar hermosos hombres esperándole y si era en su cama mucho mejor, pero el interés que sentía por Sungmin se estaba debilitando rápidamente, era atractivo eso era más que obvio y jamás lo negaría sin embargo, no lo atraía de la manera en que Yesung lo hacía.

Sin embargo, el histrionismo y drama que se producía cuando terminaba una relación era lo último a lo que quería enfrentarse en esos momentos, no tenía ganas de lidiar con lágrimas, amenazas, chantajes y demás; simplemente lo dejaría pasar, Sungmin se convertiría en su esposo; al final sus planes serían tal y como los había previstos…

 ****

Los días continuaban sin sobresaltos para algunos, mientras que para Yesung era todo lo contrario. Desde hacía algunos días se sentía extraño y no identificaba él porque; probablemente había pillado algún resfriado sin embargo, eso no le detenía en sus actividades cotidianas, esa mañana transcurrió tranquila. Kyuhyun se encontraba reunido con sus inversionistas e intuía que no saldría de ahí pronto, tampoco lo necesitaría en las siguientes horas, pero de igual manera no podía moverse de su puesto de trabajo; un suspiro desanimado salió de sus labios, más una idea cruzo rápidamente por su cabeza, ya era hora de almuerzo; así que sin pensarlo llamo a Eunhyuk quien rápidamente respondió a su llamada y pronto llegaba junto con su pareja, un joven amable de nombre Donghae; los tres compartieron el almuerzo entre risas no obstante, de un momento a otro Hae notó que algo no estaba bien

- Yesung hyung ¿Qué te sucede? -  interrogo, hacia un rato que el pelinegro estaba callado notando además, que se encontraba pálido y que tenía una capa de sudor en la frente

- No me encuentro bien- admitió frotándose el pecho con insistencia  r  Me duele…

- Vamos a la enfermería - ordenó Hyuk mientras se ponía de pie, más el mayor no tuvo fuerzas para contestar ya que sintió un dolor tan intenso que le hizo perder el conocimiento, sin llegar a tocar el suelo gracias a los rápidos reflejos de Hae. Pronto con Yesung en los brazos, se dirigieron a la enfermería de la empresa; rápidamente lo acostaron en una de las camillas donde minutos después para alivio de sus acompañantes el pelinegro abrió lentamente los ojos

- Diablos me duele la cabeza - se quejó suavemente

- Hyung bobo que susto nos has dado, no nos angusties así  - pidió EunHyuk, aliviado de verle consiente

- ¿Qué sucedió? - pregunto

- Te has desmayado hyung, te quejaste de dolor, pero no te preocupes en breve vendrá el doctor a revisarte - informo Donghae


- No necesito a un médico, me siento mejor  -  dijo e intentó ponerse de pie, más el movimiento brusco le hizo sentirse realmente mareado fallando en su intento.

- Sí, si seguro -  agrego preocupado Hyuk, ayudándole a recostarse nuevamente

- Solo es un desmayo, no es tan grave - murmuró sintiendo su cabeza dar vueltas   r  No quiero que me vea un médico, ya me siento mejor  r repitió intentando nuevamente incorporarse sin éxito haciendo bufar molesto al menor

- Quédate quieto, por favor ¿Puedes hacer por una sola vez lo que te pido? - ordeno serio, logrando que Yesung cediera en sus intentos, aceptando esperar al médico “pacientemente”, hasta que un hombre de mediana edad ataviado con una bata blanca entró en la habitación, interrogándole sobre sus síntomas y posteriormente examinándole, palpando y auscultando

- No puedo decirte exactamente que tienes sin unos análisis - concluyó después de revisarle exhaustivamente, no tenía un diagnóstico claro, por el contrario ciertas cosas no le gustaban además, sabía muy bien quién era ese joven y sobretodo la relación que mantenía con el dueño de ese lugar, así que lo mejor era remitirlo al hospital a que le realizaran más análisis, si algo le sucedía a ese chiquillo probablemente perdería su empleo – Buscaras a este médico en el centro médico Asan, no tendrás problemas solo dile que vas de mi parte, lo único que si te pediré es que vayas lo antes posible, de acuerdo - agrego obteniendo una respuesta afirmativa y con unas recomendaciones más les permitió regresar a sus actividades.

- Hyung iremos al médico mañana, infórmale al engendro que no te presentaras a trabajar - ordenó Hyuk

- Pero no sé si podré, estamos realmente ocupados - rebatió el mayor

- No pregunte si podías o no hyung, esta vez te estoy dando una orden -  dijo impasible, sin dar lugar a replicas, se sentía inquieto por la salud del más alto

-  Bien, iremos mañana  r acepto resignado –Nos pondremos de acuerdo por la noche, ahora si me disculpan debo volver; Hae muchas gracias por acompañarme - agradeció con una sonrisa antes de despedirse para volver a su trabajo y sumergirse en el por el resto del día.

Eran las 9:00 de la noche cuando por fin, Kyu logro librarse de todas esas juntas, estaba cansado y de muy mal humor, despotricando sobre lo ineptos que eran todos sin embargo, el observar a Yesung dormido sobre el escritorio formo un sonrisa instantánea en sus labios haciéndole olvidar por unos segundos su molestia, se veía tan adorable; un momento ¿adorable? Definitivamente el cansancio estaba haciendo mella en él; sin querer analizar nada más suavemente movió el hombro de su asistente sobresaltándolo

- Lo lamento, me quede dormido - se disculpó tallándose los ojos y mostrando una bella sonrisa, que desconcertó momentáneamente al menor

- No te preocupes, por el contrario soy yo quien lo lamenta, ya es bastante tarde, vamos te llevare a casa - agrego observando la hora en su costoso Rolex

- No es necesario - negó rápidamente – Vivo cerca de aquí – mintió

- No es cierto - rebatió el castaño - No seas necio además, el trasporte a esta hora es una pesadilla; toma tus cosas  y vámonos, no me hagas el día más difícil que ya quiero llegar a casa - finalizo; esta vez el pelinegro si cumplió la petición, no tenía caso discutir su jefe quien era como un niño caprichoso, siempre obtenía lo que quería, por lo que le siguió en silencio por el lugar hasta llegar al estacionamiento donde un flamante Ferrari negro le esperaba; subieron en silencio perdiéndose así en el bullicio de la ciudad.


- ¿Cómo estuvo la reunión Kyu?  -  interrogo el mayor minutos después

- Fastidiosa, ¿Porque tengo personas tan ineficientes? ¿Porque no pueden ser más como tú? - cuestionó al mayor  - Todos son tan inútiles, la siguiente reunión me acompañaras, tu si me evitaras una migraña -  agrego molesto, haciendo reír a su acompañante


- Ya, no te molestes tanto, si quieres puedo cocinar algo rico para ti y hacerte un masaje -  sugirió

- Me fascinaría aceptar, pero mis padres están en casa esperándome - respondió fastidiado - Me encantaría hacerlos enojar y dejarlos esperando, más hoy no tengo humor ni para eso. Presiento que mi cabeza estallara después del saludo ¿No podían dejarme descansar por hoy? - agrego más que irritado por la situación

- El que se enoja pierde Kyu, no lo olvides  - aconsejo suprimiendo la sonrisa que quería escapar de sus labios, ante la actitud infantil del menor

- Lo que tú digas  -  replico, mientras continuaba despotricando contra el mundo

- Necesito pedirte un favor - agrego el pelinegro al cabo de unos minutos

- ¿Que necesitas Hyung? - interrogo

- Tengo un asunto personal que resolver mañana y quería pedirte el día, claro si es eso posible -

- Tomate el día, igual pensaba dártelo en compensación a las horas que me esperaste hoy; llegamos Yesung - anunció estacionándose frente a la casa del mayor

- Gracias por traerme Kyu -

- Es un placer JongWoon - contesto antes de atraerlo a hacia él y besarle, para el menor no había nada más adictivo que los labios del pelinegro y de no ser por el hecho que sus padres le esperaban en casa, esa simple caricia se habría convertido en otra cosa, más al notar que sus cuerpos comenzaban a responder al estímulo, con un suspiro desanimado se separó del mayor  - Hasta luego Yesung  -  dijo después de romper el contacto y despidiéndose con un beso más, cada uno partió a su hogar.

El mayor simplemente al entrar llamo a EunHyuk, quien estaba por demás molesto por no haber tenido noticias de suyas hasta esa hora

- Ya Hyukie, no me regañes estoy cansado - pidió

- Bien, por esta vez lo dejare pasar, pero ese engendro te está explotando y lo sabes

- No es así - repitió por décima vez

- Como sea, a las 8:00 de la mañana estaré en tu casa, de acuerdo

- Muy bien te espero, muchas gracias Hyuk - dijo antes de finalizar la llamada y disponerse a descansar.

La noche paso rápidamente dando lugar a su contraparte; el reloj marcaba las 8:30 de la mañana y ya se encontraba sentado, esperando a ser llamado por él médico al que le habían enviado, pero aun así, no podía evitar sentirse intranquilo

- Tranquilo Hyung, estoy contigo  -  dijo el menor a la vez que le tomaba de la mano, sobretodo al notar la creciente inquietud de Yesung

- Lo siento, no puedo evitarlo, no me gustan los hospitales - se disculpó agradeciendo el contar con un amigo como Hyukie

- Kim Jong Woon  -  escuchó llamarle a una de las enfermeras

- Vamos Hyung - indico el menor conduciéndole al consultorio, donde fueron recibidos

- Buen día  r saludo a los recién llegados – Mi nombre es Park Jung Soo  - se presentó el médico, era realmente joven, estaba seguro que no sobrepasaba los 40 años de edad y aun así era bastante guapo además, el hoyuelo que se formaba en su mejilla al sonreír era encantador y le hacía ver más joven aún  -  Antes que nada debo preguntar ¿Quién es el paciente?

- Soy yo  -  respondió el pelinegro

-  Muy bien, te escucho  - invito, mientras comenzaba a anotar todos los datos importantes que su paciente le exponía

- Eso es básicamente doctor - finalizó, ignorando la mirada molesta de Hyuk quien desconocía totalmente los síntomas que el mayor describía

- Entiendo, necesito revisarte nuevamente, desvístete y colócate la bata  - ordenó antes de proceder nuevamente con la revisión frunciendo el ceño al auscultarle y al palpar el abdomen – Bien puede vestirse Sr. Kim; haremos algunos exámenes para descartar algunas cosas y una vez que tenga los resultados le llamare nuevamente, de acuerdo  - indicó antes de entregarle un sinfín de órdenes para realizarse exámenes, se despidieron del amable medico dispuestos a realizar lo indicado, entre más pronto los hiciera más rápido tendría un diagnóstico.

Permitió que tomaran las muestras de sangre, de orina y demás cosas, al fin por la tarde fue libre de regresar a casa.

- Gracias de nuevo Hyuk, fuiste un gran apoyo de no ser por ti, probablemente no habría ido  - río

- No tienes que agradecer Hyung, nos vemos mañana en la oficina -  se despidió dejando al mayor en la seguridad de su hogar.


Así los días pasaban y pronto, se había cumplido ya una semana desde que había visitado al doctor Park. Esa mañana recibió una llamada del hospital, en la que le indicaban que sus resultados estaban listos y que deseaban verle inmediatamente, desde el momento en que recibió la llamada se había sentido inquieto, más aun así decidió no comentarle a Hyuk que iría al hospital; pidió permiso a Kyuhyun y por la tarde se dirigió al consultorio donde un rato después fue atendido.

- Sr. Kim, siéntese por favor  - pidió el Dr. Park, esta vez la preocupación se observaba en sus ojos

- Buenos días; ¿Que sucede doctor?, tan mal salieron los resultados -  preguntó

- Hay algunas cosas que si bien las sospechaba, tenía la esperanza en que talvez podría haberme equivocado


- Hable claro doctor  - pidió el pelinegro

- Sr. Kim, en primer lugar usted está embarazado sin embargo, necesito de un ultrasonido para confirmar la edad gestacional - informo dejando sorprendido a Yesung; eso explicaba los mareos, el cansancio y todo lo demás. No sabía exactamente como tomar la noticia. Definitivamente no había planeado quedar embarazado, ni siquiera sabía cómo había podido suceder; siempre tomaban las precauciones necesarias y ahora temía la reacción de Kyu, se molestaría e incluso podría pensar que lo había planeado.

Su cabeza comenzaba a doler. De todo lo que podría suceder, aquello era lo peor, mucho pero mucho peor.

Y aún quedaba lo más difícil: contárselo

¿Cómo podía decírselo? Esto definitivamente destrozaría el mundo perfecto que habían creado.

Cerró los ojos e intentó animarse, sea como fuese el sería padre, si bien probablemente cuando el menor se enterara todo terminaría entre Kyu y él, lo único que le quedaría sería el recuerdo; No, corrección: tendría a su hijo. Él se encargaría de educarlo solo, de todas formas sabía perfectamente que su relación era algo temporal y que el menor seguiría su vida junto a Sungmin o alguien más. En cuanto a él, tendría que acostumbrarse a ser responsable y asumir las consecuencias de sus actos. Ya no era un niño; ya no podía depender de los demás. Sin embargo ¿Por qué sentía que sería tan difícil llevarlo a cabo?

Contuvo un sollozo, por vergüenza a mostrar su debilidad frente a un desconocido, pero al sentir la mano del Dr. Park sobre su espalda no pudo evitarlo, sus ojos se llenaron de lágrimas, intentó contenerse, pero no podía. Necesitaba marcharse de allí, pensar en su futuro más la mano del médico le impidió hacerlo

- Sé que no es el momento pero aún hay más; necesito que me escuches con atención…. – Índico el mayor antes de sumir al pelinegro en un estado de desesperación.

Desde ese día, sus amigos cercanos e inclusive Kyuhyun habían notado un gran cambio en Yesung, estaba muy diferente, ya no conversaba, ni reía con ellos, claramente deducían que no se estaba alimentando adecuadamente, había que estar ciego para no notar la alarmante pérdida peso.
Él que estaba junto a ellos no era su Yesung, no era el Hyung que siempre tenía una sonrisa amable, sino simplemente una ilusión.

Ese día ambos se encontraban reunidos en la oficina del menor, revisando algunos contratos y coordinando algunos detalles; Kyu reconocía que mantener a Yesung como su asistente fue por mucho la mejor decisión de su vida, estaba consiente que ese puesto no era el que había solicitado el mayor y mucho menos el que merecía, también conocía mejor que nadie el impresionante curriculum con el que contaba el pelinegro; el no mezclaba sus negocios con placer sin embargo, al verle durante la entrevista se sintió atraído por él y simplemente lo decidió: ese hombre sería suyo; fue egoísta, demasiado, pero no se arrepentía de accionar no obstante, en esos momentos se sentía realmente inquieto; algo no estaba bien. No podía evitar escrutar al mayor buscando algún indicio de la causa de preocupación, sin ser consiente que él mismo constituía en centro del problema

- Recuerda que hoy tienes reunión con los inversionistas a las 7:00 de la noche -  informo, olvidando el protocolo de formalidades, ya que cuando estaban solos el menor le permitía esa confianza

- ¿Qué? - interrogo nuevamente, puesto no había escuchado nada


- Tienes reunión con los inversionistas a las 7:00 de la noche  - repitió


- No tengo muchas ganas de ir a tratar con esos inversionistas hoy - refuto sin prestar realmente atención

- Tienes que ir y no es una opción- insistió - He reservado en el restaurante favorito de tu socio; así que por favor llega temprano

- Tengo demasiadas cosas que hacer - respondió él mientras se volvía para mirar al hombre que llevaba un año siendo su asistente personal

- Kyuhyun ¿Me estas escuchando? -  pregunto al ver al menor ensimismado en sus pensamientos

- Disculpa que me estabas diciendo - contesto con una sonrisa de disculpa

- Por favor Kyu, no me hagas las cosas más difíciles, no me siento bien  - pidió con expresión agotada - A las 7:00 de la noche, te quiero en el restaurante y mañana espero me des la buena noticia que cerraste el trato - el menor ante la orden y el tono imperativo utilizado por el mayor, hizo un gesto de desaprobación, habían muy pocas personas a las que él les permitiría que discutieran con él de aquel modo, pero Yesung le había demostrado su carácter en repetidas ocasiones, logrando ser una persona a la que había llegado a admirar incluso en aquellos momentos, mientras el fruncía el ceño y lo miraba con cierta censura en sus ojos negros; una idea se vino a su cabeza

- Si quieres que vaya a esa reunión deberás convencerme  - dijo con una sonrisa maligna adornando sus atractivas facciones


- De que rayos estás hablando Kyu, es tu obligación no la mía - refuto con un mohín en sus labios

- Persuádeme - repitió, tomándole entre sus brazos mientras acortaba el espacio entre sus labios. Hacía ya varias semanas que no tenía al pelinegro a su merced, le extrañaba. Era una oportunidad que no pensaba desaprovechar

Pronto las sensaciones le nublaban el pensamiento

Sentía las manos del castaño acariciando su cuerpo por debajo de la ropa  descendiendo sus manos hasta apretar sus glúteos a la vez que deslizaba su pierna entre las del más bajo buscando excitarle, cosa que estaba logrando

- Espera Kyu, ahora no- pidió en un jadeo

- ¿Por qué no?, soy tu jefe y debes obedecer - dijo mientras le pellizcaba un pezón al tiempo que mordía el cuello a su disposición. Ya había despojado al mayor de la camisa y este estaba tan excitado que ni se había percatado - Te deseo tanto Yesung...  -  musitó contra sus labios mientras le empujaba contra una de las paredes, sin más libero su erección y sin preparación alguna, le poseyó sin miramientos contra la pared.
Yesung lo sabía bien, después de Cho Kyuhyun jamás volvería a ser el mismo; talvez no era el mejor momento, pero tenía que hablar con él, despejar sus dudas y romper de una vez sus ilusiones para poder seguir o mejor dicho para intentar seguir con su vida, por lo que armándose de valor se atrevió a preguntar

-  Kyu ¿Tú me amas?

- ¿Qué clase de pregunta boba es esa? - interrogo; tuvo la tentación de reír, con las desastrosas relaciones en su pasado, había aprendido a mantenerse alejado de los que querían tener su propio cuento de hadas, el no encajaba con el papel de príncipe y mucho menos uno encantado

- Simplemente responde -  pidió el mayor al ver que el otro simplemente guardaba silencio, necesitaba una respuesta

- No Yesung, no te amo; lo nuestro simplemente es diversión; el sexo es maravilloso, pero no puedo ofrecerte más, incluso tu sabes que estoy decidido a comprometerme pronto con Sungmin

- Pero Kyu yo…  - deseo agregar algo, más fue interrumpido

- Tu nada, respóndeme ¿Qué puedes ofrecerme tu? nada Yesung, simple y sencillamente confórmate con lo que tenemos y si no puedes hacerlo, lo mejor es que terminemos esto aquí pero de mí no obtendrás más que esto - concluyó impasible

- Tienes razón, aparentemente no buscamos lo mismo; pienso que es tiempo de concluir esta situación señor Cho- respondió decepcionado

- Como tú lo desees, pero luego no desees regresar a mí  - respondió cínico


- No se preocupe, no será así - Musito - Yo te amo Kyuhyun y lo lamento; sé que no querías escuchar estas palabras de mí; lo siento en verdad, te prometo que no volverás a escucharlas, te evitare el disgusto - finalizó


- Muy bien, que así sea y una vez que hemos aclarado la situación me voy, Sungmin me espera  - dijo saliendo molesto de la oficina. En el instante en que el menor abandonó el lugar dejándole solo, Yesung supo lo que debía hacer, se levantó, se vistió y salió rápidamente de la oficina.

Tomó una decisión; tenía que escaparse de él, de la humillación que aquella situación le había generado, no sabía cómo enfrentarse a ello.

Kyuhyun había sido tan cruel; pero peor aún ¿Cómo lo pudo permitir? ¿Cómo fue capaz de ofrecerle así su cuerpo?

¿Por qué permitió que sus sentimientos se involucraran? Únicamente logró salir lastimado con ese amor unilateral; se le cerró la garganta mientras intentaba sacarse de la cabeza esos pensamientos desagradables ¿Cómo podía estar enamorado de un hombre así? Era un ingenuo, lo amaba, eso era cierto pero ahora no tenía que ver únicamente por él sino también por él bebe que esperaba.

Yesung frunció el ceño, se limpió la cara con la mano, basta de auto compadecerse iniciaría una nueva vida lejos de ahí pero sobretodo lejos de Cho Kyuhyun…

Notas finales:

Bueno hasta aqui por hoy!

Que piensan que le dijeron a Yesung?

La verdad es un pequeño shot pero he dejado varios detalles abiertos, y ahora al leerlo no se si dejarlo asi como un shot o agregarle la continuación; ustedes que opinan?

Siempre es un placer saber que les parece la historia, espero sus comentarios y criticas!

Hasta pronto; Un abrazo

 


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