Gray se miró por novena vez en el espejo. Esto no podía estar pasándole a él. Comenzó a observarse de abajo a arriba. Primeramente en que ahora llevaba unos lindos zapatos negros. Siguió subiendo la vista, encontrándose sus piernas completamente depiladas, y cuando subió vio su faldita, negra y blanca con volantes. Su faldita acompañaba a su parte de arriba, también un bonito vestido blanco y negro, de sirvienta. Para acabar, su pelo estaba alisado, acompañado con un lacito blanco. Gray suspiró. ¿Cuándo fue el momento que aceptó pasar por esto?
Todo había empezado una semana atrás, cuando Lucy escogió una misión aparentemente sencilla. La misión trataba de coger un libro prohibido de una biblioteca del tío más rico de todo Fiore. Y era coger el libro sin que se diera cuenta, así que Erza y Lucy se iban a infiltrar en la mansión como sirvientas (ya que no se admitía que trabajaran chicos) mientras que Natsu y Gray se quedaban a fuera, por si pasaba algo grave ir a ayudarlas. Tenían hasta una cámara donde se veía la sala donde estaba el rey. Como se resumía, era una misión sencilla y fácil. Pero no fue así.
Resultó que el tío era más listo de lo que parecía y utilizaba magia para controlar la mente de las chicas que trabajaban para él, haciendo que todas se enamoraran de él, haciendo a Lucy e incluso a Erza inútil para el trabajo. Así que llegaron a la conclusión de que no podían entrar las chicas. Y en un consenso en general, decidieron que Gray se tendría que hace pasar por chica (ya que Natsu era demasiado rudo) y robar el libro, era una tarea sencilla. Así que le habían alisado el pelo, y se había presentado ante el tío más rico.
Y ahora volvemos al momento actual, donde ese tío le había obligado ponerse ese traje para trabajar. Finalmente, con pasos vacilantes, salió ante el tío, que quería que le llamara ‘Rey’ o ‘Su alteza’.
Al otro lado de la cámara, Natsu, Lucy y Erza no pudieron contener la risa. Ese sonrojado en el rostro de Gray le quedaba sumamente lindo.
-“Oh, dios mío… Estás hermosa”.-Alagó aquel hombre, Gray le observó aún sonrojado por tener que llevar eso. No parecía trigo limpio. Y encima era horrendo.
-‘Un feo aspecto para un feo corazón’.-Pensó para sus adentros, mientras se inclinaba.-“Gracias, su alteza”.-Agradeció de manera falsa.
El rey se quedó mirando a la chica. Era extraño. ¿Por qué aún no se había enamorado de él? Se quedó mirándola, y al final se levantó de su asiento, llegando al lado de la chica.
-“¿Ocurre algo?”-Preguntó Gray, de la manera más femenina que pudo. Entonces el Rey levantó su barbilla, mirándole directamente a los ojos.
-“Eres una chica interesante. Dime tu nombre, intentaré recordarlo”.-Gray en ese momento estuvo a punto de decir su nombre, pero se dio cuenta de que no podía usar su nombre.-“Vamos, ¿Qué nombre tienes?”-Volvió a preguntar molesto.
-“Yuki. Solo Yuki”.-Murmuró en un tono bajo.
-“Oh. Así que Yuki-chan, ¿Eh?”-Afirmó aún sujetando su barbilla.-“¿Y cómo es que Yuki-chan aún no se ha enamorado de mí?”-Preguntó visiblemente molesto.
-‘Porque soy un tío’-Pensó molesto. Sin embargo, una vez más tuvo que callarse y buscar una idea más original. Y la tuvo.-“Porque mi corazón pertenece a otra persona”.-Susurró con un leve sonrojo.
-“¡KAWAIII! ~”-Gritó Lucy desde el otro lado de la cámara. Realmente Gray parecía una chica enamoradiza.
-“Pero ahora tu afortunado está muy lejos, déjate llevar”.-Amenazó, mientras cogía la (ahora) sensible muñeca derecha de Gray.
-“No… Él está muy cerca… Si le pido que venga, vendrá”.-Murmuró la chica, mientras intentaba cesar del agarre del Rey, molesto.-“Natsu-kun… ¿Puedes venir, por favor?”-Preguntó, muy, muy sonrojado. Sabía que Natsu (e incluso Juvia si se enteraba) le iban a matar después por lo que había hecho.
Al otro lado de la cámara, Natsu se quedó a cuadros.
-“¡Vamos, Natsu! ¡Prepárate, que entras en acción!”-Ordenó Erza mientras lanzaba de una patada a Natsu al castillo. Lucy solo seguía comentado lo bonito que se veía Gray. Se veía como una verdadera fujoshi.
Natsu estaba al borde de un ataque de nervios, y quería matar a Gray, hasta que vio como aquel asqueroso tío estaba a punto de juntar sus labios con los de Gray. En ese momento se enfadó, y no precisamente en Gray. Decidió ‘ser’ un novio celoso, y le arreó un puñetazo al rey.
-“¡No toques a MI Yuki-chan!”-Amenazó, mientras alejaba a ‘Yuki’ del Rey. Gray se lo agradeció encarecidamente –no quería que su primer beso fuera por ese pervertido- pero también se extrañó cuando escuchó a Natsu como un verdadero novio celoso.
-‘Woah, nunca hubiera supuesto que Natsu actuaba tan bien’.-Pensó, aún nervioso.-“Por favor, no vuelvas a intentar besarme, mi corazón pertenece a Natsu-kun”.-Comentó, aún en un susurro. Natsu se quedó sorprendido. Realmente Gray se veía muy femenino. Su forma de andar y de llevar el vestido, a parte de su dulce voz. No sabía si alegrarse de esa faceta oculta de su amigo, no sabía si pegarle o simplemente echarse a reír. Pero lo que estaba claro era que, ver a Gray de esa forma era muy raro.
-“No la voy a volver a tocar, prometido”.-Prometió mientras se levantaba.-“Yuki-chan, ¿Porqué no vas a ver tu cuarto? Quiero hablar en privado con tu novio”.-Ordenó, mientras Gray solo decidió hacerle caso mientras hacia una referencia. Era su oportunidad para buscar el libro.
Natsu y el Rey, por otra parte, se fueron a otra habitación, dejando a las dos chicas detrás de la cámara sin ningún espectáculo que visualizar.
-“Te lo digo, cabeza cuadrada. ¡Como vuelvas a tocar a mi novia te arreo!”-Natsu se dio cuenta que estaba actuando demasiado bien. Se alagó así mismo, mientras seguía discutiendo. El rey se rió.
-“¿Y quién me lo va impedir?”-Preguntó en forma de burla, mientras sonreía. Natsu se extrañó, pero lo entendió todo, cuando de pronto activó una palanca que le hizo caer a un foso, a una prisión. Y se dio cuenta de que no podía salir, ya que no podía usar su magia.-“¿Quién ahora me va impedir tocar a Yuki-chan? No, o más bien… A Gray Fullbuster-kun”.-Comentó sonriendo y Natsu se sorprendió.
-“¡No te atrevas a tocar a Gray!”-Amenazó, mientras intentaba salir de allí, sin embargo no podía, y se estaba enfadando. Vio como el Rey salió con una mirada de depravado de allí y Natsu se asustó. ¡Ese desgraciado iba a por Gray!
Gray, aún vestida como Yuki, fue hasta la biblioteca, desobedeciendo las órdenes. Tenía que encontrar ese libro para por fin volver a ser como él es. Comenzó a buscar y a buscar, hasta que escuchó una voz a sus espaldas.
-“Vaya… Así que Yuki-chan ha desobedecido lo que le he pedido”.-Comentó, sonriendo de forma maliciosa. Aquello sorprendió a Gray. ¿Dónde cojones estaba Natsu?
-“¿Y Natsu-kun?”-Preguntó visiblemente nervioso, mientras juntaba sus manos para hacer magia. ¡Si ese desgraciado quería pelea, la tendría!
-“Vaya, Yuki-chan… Yo no sabía que sabías usar magia. ¿Me la enseñas?”-Curioseó burlón, mientras Gray decidió hacer lo que le había pedido. Sin embargo se dio cuenta de que no podía usar su magia. Aquello le sorprendió.
-“Vaya… Qué lástima, Yuki-chan… Es que ese traje de maid impide usar magia”.-Explicó sonriente y aquello le asustó. Antes de poder hacer nada, sintió un golpe seco en su cabeza y con aquello quedó inconsciente. Eran dos subordinados del Rey.-“Muy bien chicos, encargaos de Titania y de Heartfilia, yo me haré cargo de él”.-Explicó sonriendo, mientras sus subordinados asentían, mientras salían corriendo.
Natsu estaba en la celda, intentando salir. Se estaba enfadando por momentos. Entonces, cuando se estaba dando por vencido, vio a Virgo aparecer.
-“¡Virgo! ¿Te ha mandado Lucy?”-Preguntó contento.
-“Sí, la princesa y Erza-san están peleando, así que me han mandado aquí a salvarle, para que salve a su novia”.-Explicó, mientras creaba un agujero en el suelo.
-“¡No es mi novia!”-Rechistó, mientras intentaba golpear al espíritu celestial.
-“Pues yo lo he visto muy convencido de que no tocaran a SU novia”.-Debatió, mientras acababa el agujero, haciendo pasar a Natsu.-“Yo me marcho, espero que salve a su novia”.-Se despidió y Natsu tuvo ganas de decirle algo, pero al final lo dejó pasar. Por el contrario, comenzó a escuchar el perfume de Gray –o más bien que el que llevaba puesto Yuki- y decidió seguir el rastro. ¡Como tocara a Gray se enteraría de lo que valía un peine!
Cuando Gray despertó, notó un intensó dolor en la parte posterior de su cabeza. E inmediatamente se dio cuenta que estaba en una cama, y sus manos estaban atadas. Intentó deshacer las cuerdas, pero no pudo: su traje de maid seguía puesto en él. Le estaba cogiendo cierta tirria a los trajes de Maid.
-“Vaya… ¿Ya te has despertado, Yuki-chan? O debería decir… ¿Gray-kun?”-Preguntó sonriente, mientras se acercaba. Aquello pilló por desprovisto a Gray.
-“¿Qué quieres de mi? Ya sabes que no soy una chica, ya no te interesa nada de mí”.-Comentó el pelinegro, mientras dejaba de usar la voz aguda que había estado usando desde el principio de la misión.
-“No… Al contrario, me gustan mucho los chicos como tú”.-Explicó, mientras se acercaba, quedándose a pocos centímetros de él, y en aquel momento chupó su rostro. Gray pensó que nada le había dado tanto asco antes, incluso cuando Natsu vomitó encima de su comida por un empacho de su compañero.
-“¡Basta! ¡Déjame en paz!”-Amenazó, con algo de miedo, cuando notó como aquel hombre comenzaba a tocar su zona íntima. ¡Esto se estaba convirtiendo en una misión peor que la de la isla Galuna!
Pero de pronto sintió como la puerta se abrió de golpe. ¡Era su salvador: Natsu! Aquelló extrañó al Rey.
-“Ya no es tu novia, tan solo es Gray-kun. ¿Qué quieres?”-Preguntó visiblemente molesto.
-“Ah, esto es peor que tocar a Yuki-chan. ¡Estás tocando a MI Gray! ¡Y que conste que Gray es solo mío!”-Gritó, aún más celoso que cuando era Yuki.
Gray se quedó a cuadros: Natsu no actuaba bien. Era demasiado natural. Y vio como Natsu golpeó de todas las posibles maneras aquel tío, mientras declaraba que era de SU propiedad. ¿Desde cuándo era un objeto?
Al final las cosas salieron bien: aquel tío en la cárcel, consiguieron el libro, Lucy disfrutó como una fujoshi y Erza disfrutó como fan del yaoi que era.
Y, bueno… Digamos que Natsu aprendió a marcar bien SU preciado territorio. Y Gray era SU territorio. Solo con SU permiso tocarían a SU Gray.
Y Gray aprendió… Que no le gustaban las maid. Oh, y que actualmente era propiedad de Natsu.
Quizás la misión no había sido tan mala como él pensaba.