Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Renacer por Haru19

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Shingeki no Kyojin y todos sus personajes no me pertenece, son de su respectivo autor Hajime Isayama

La noche había llegado, eran las ocho y Levi no había probado bocado desde el desayuno, Eren no ha salido de la habitación y él no sabe qué hacer.

 

Armin se comprometió en ayudarlo  a volver a ver el cuerpo de su amigo, mostró toda la simpatía por el bien del castaño y confiaba en él. Solo quedaba esperar a que se diera la oportunidad para ir pero si fuera por Levi, ya hubiera buscado la forma de como raptarlo. Pese a todas estas noticias alentadoras, enterarse de la muerte de su madre no podía ser compensada con nada. No podía estrecharlo entre sus brazos para que llorara y cuando intentó animarlo de alguna forma, le dijo que se fuera. Si hubiera sido otra situación, lo golpea por insolente pero entendía que estuviera así.

 

Ya que Eren no se encontraba en condiciones de cocinar, él tenía que alimentarse. La costumbre de alimentarse TAN BIEN, no le permitía ingerir algo tan lastimero como un pan con café. Era muy dependiente del menor y no podía negarlo. Con mucho esfuerzo tomo lo que tenía en la cocina y empezó a crear.

 

En la habitación, el castaño miraba fijamente a la pared tratando de calmar su alma. Ya había pasado por esto antes, pero no se imaginaba que en esta vida también se la arrebatarían.

 

“¿Cómo fui capaz de olvidarla…?” se reprochaba con desconsuelo. No se merecía despertar, no después de eso. Se sentía impotente consigo mismo, débil y poca cosa al no haber podido salvarla otra vez… Mas, el sentimiento más latente era el de encontrar al asesino y descuartizarlo.  Vengaría a su madre, de eso estaba seguro y no importaba lo que tuviera que hacer para ello.

 

Ruidos combinados de la cocina lo hicieron “despertar” de su viaje mental. Recordó que unas horas atrás le gritó a Levi en un arranque de impotencia, y este lo dejo solo sin decirle nada. No se merecía eso… que su madre se haya ido no era culpa de él. Preparado para disculparse fue a la cocina para encontrarlo y cuando llegó allí se topó con un desastre. Las paredes, piso y estantes estaban llenos de residuos de comida. Los utensilios estaban dispersos por todos lados y Levi estaba completamente manchado en salsas y aderezos. Cuando se percató de la presencia de Eren, cambió su rostro inmediatamente y le miró molesto.

 

-¿¡Qué!? ¿Nunca viste tanta comida acaso?-trataba de defenderse mientras lo apuntaba con el cucharon de madera-No necesito tú ayuda ¡Largo!

-…Esto…-balbuceo-…jh…-tapo su boca con una mano-

-Ya vete de una buena vez…

 

No pudo contenerse más y exploto en risa, una risa tan fuerte que superaba a los ruidosos sonidos de las máquinas de cocina que estaban funcionando. Ver al famoso Levi en conflicto con una situación tan cotidiana, era algo que no esperaba ver. Hasta un niño de cinco años deja una cocina en mejores condiciones, verdaderamente era un desastre y el mayor no lo quería admitir.

 

Por su parte Levi estuvo a punto de sacar su demonio interior, sin embargo, ver a Eren reír tan a gusto después de que creía que no podría hacerlo salir de la habitación lo detuvo. Siempre lo veía sonreír, pero gran parte de esas sonrisas estaban cargadas de tristeza. No era menos después de haber cargado con el peso de la humanidad y haber terminado mal. Por más que le insistió que no fingiera con él, las falsas sonrisas estaban incorporadas así como el respirar estaba en todos. Pero pese a eso, Eren era capaz de sonreír sinceramente junto a él. Y eso era suficiente gratificación.

 

-Eres un desastre…-dijo mientras recuperaba el aliento después de tanto reír-

-No me pagan por hacer estas babosadas-respondió en defensa-

-Lo haré yo-sonrió-Límpiate mírate como estas…

 

Se dio cuenta de que en segundos, esa persona fue capaz de cambiar su estado en un santiamén. Había un detalle, un gran detalle, que dejo escapar en esta ocasión. La historia se volvió a repetir, él no pudo hacer nada y nada iba a cambiarlo, pero, esta vez no estaba solo. Ser sincero y caprichoso ¿Podía hacerlo? ¿Era merecedor de eso?

 

-¿Está bien llorar…?-cambió abruptamente de tema-

-¿Está bien no hacerlo?-respondió acercándose y tratando de no decir algo que lo fuera a lastimar continuo- Llorar no cambiará nada lo sabes, pero tu lloras por todo. Hay gente que no necesita llorar ante situaciones adversas, tú no eres así, lloras por todo, te enojas por todo, gritas ante todo, no sabes controlar nada… ¿Pero quién dijo que está mal? Eres transparente ante todo lo que sientes, así está bien y así te amo.

-…Bueno…-dijo con un puchero-

-No dejare que nunca te hagan daño. No más. Te cuidaré y me aseguraré de que vivas feliz en este nuevo mundo-le dijo sonriendo tenuemente, algo inusual pero que lograba reconfortar a Eren-

-Quiero llorar…-derramó lagrimas nuevamente-Pero quiero que me abraces mientras lo haga…que acaricies mi cabeza, tomes mi mano, seques mis lágrimas y cuando ya esté calmado…sentirte conmigo. Soy egoísta perdóname, pero quiero estar a tu lado, no quiero sentirme más de esta forma gh….-no pudo continuar al comenzar a llorar desconsoladamente una vez más-

-…-sus labios trataron de decir algo, pero las palabras no salieron-

 

Él era el único que expresaba el gran descontento que tenía por no poder tocarlo, el menor en cambio, siempre se disculpaba con eso y no demostraba necesidad de contacto físico, con solo estar a su lado él decía ser feliz. Pero era falso, ambos sabían cuánto se necesitaban y por mucho que lo ocultaran no podían borrarlo.

 

Recién ahora, se dignaba a decir lo que sentía y que lo hiciera justo cuando se estaba rompiendo a pedazos, le partía al mismo tiempo el alma a Rivaille. Verlo y oírlo era demasiado doloroso, la gente dice que ayudar a los demás en situaciones adversas es complicado, no poder siquiera sostener su mano es lo horrible.

 

-Vamos a esforzarnos para que eso ocurra-sin perder su compostura comenzó a tranquilizar al menor, pese a que él también estuviera sufriendo-Pero debes prometerme algo.

-¿Qué cosa…?-preguntó calmado y pasando sus manos por sus ojos-

-No puedes huir de mí cuando despiertes-con sus dedos golpeo la nariz del castaño sin poder tocarlo-

-Nunca lo haré…

-Hasta entonces, tienes prohibido llorar-poso una de sus manos en la cabeza del chico, simulando leves golpecitos y mirándolo a los ojos-Es una orden.

-Sí…-obedeció sin apartar sus ojos-Lo siento te preparé algo para comer…

-No, lo haré yo.

-Pero…-miro la cocina-

-¿Qué? ¿Crees que no puedo?-lo desafió a contestarle-

-Creo que eres capaz de muchas cosas más…-respondió tratando de no sonar muy obvio y asegurándose de no tener sus ojos en contacto con los de Levi-

-…Como quieras-renunció a seguir luchando contra la cocina-Haré una llamada por mientras.

-¿Llamada?

-Renuncie. No puedo renunciar ya que debo quedarme así que llamaré para aclarar las cosas.

-Bueno…perdón por causarte problemas.

-El problema no eres tú…-pensó en la persona que sí lo era tomando su entre cejas con sus dedos-Ya vengo.

 

Salió a la terraza, cogió el teléfono celular y marco el número de Erwin. La llamada fue contestada del otro lado inmediatamente, como si hubiera estado con el aparato en mano esperando una llamada. Antes de que pudiera decir algo, Levi se apresuró y hablo primero:

 

-No sé qué planeas, ni qué otras cosas estarás ocultando pero no me voy a ir.

 

No hubo respuesta del otro lado, un silencio acompañado de una respiración estuvieron un momento hasta que por fin hablo.

 

-Lo único que pretendía era salvarte de ese destino.

-¿De qué destino me estás hablando? No lo volveré a perder.

-Olvidar como acabaste en el pasado es imposible. Todo lo que he hecho ha sido para protegerte.

-…Estoy harto de escucharte decir eso. Mis actos quedaron sellados en el pasado el día de mi sentencia. Pero parece que tú eres el único que no puede olvidarlo.

- ¿Estás bien con eso? ¿No te pesa? Dime que puedes vivir en paz con todos esos recuerdos. De eso y mucho más quería salvarte pero tú no me dejaste.

-Nadie te ha pedido que lo hagas-su voz se escuchaba molesta-Solo has sido un maldito estorbo Erwin.

-Sé por qué lo hacía.

-Olvídalo entonces, volveré mañana. Volveremos a conversar pronto pero no así, hay muchas cosas más que quiero saber.

-Sí, digo lo mismo. Rivaille, gracias por quedarte-agradeció con un tono dulce-

-No lo hago por ti, lo hago por Eren-cortó-

 

Guardo el teléfono en uno de los bolsillos de su pantalón. Las palabras de Erwin lograban descomponerlo y se volvía en un real fastidio. Si tan sólo no conociera tanto del pasado…

 

“Dime que puedes vivir en paz con todos esos recuerdos.” Se repetían las palabras del rubio en su cabeza.

 

No, no podía vivir en paz con ello. Todos los días imágenes de sus actos se repetían en su cabeza, no lo dejaban en paz. Era una nueva vida, pero en el momento que recordó todo, ni la nueva vida era capaz de borrar el pasado. Y más aún, Eren aun no lo sabía y eso lo atormentaba mas ¿Cómo reaccionaría cuando lo supiera? ¿Se iría? ¿Lo abandonaría? ¿Lo odiaría? Esa inusual inseguridad  era  peor que el mismo recuerdo.

 

-Está listo-apareció flotando de frente-

-Gracias Eren-entró para ir a sentarse-

 

Trato de contenerse, y no devorar todo de un bocado como un muerto de hambre. Fue un día bastante agitado y sin probar bocado. El karma por llevarse la comida de Eren para compartirla, llegó más pronto de lo que había esperado.

 

-¿Crees que mi padre recuerde algo?-preguntó Eren-

-Armin dijo que parecía no recordar nada.

-No sé, si seré capaz de verlo como padre…Al hombre que fue parte del experimento…

-Eso sucedió en el pasado. No puedes condenarlo en esta vida por algo que ya pasó. Empezamos de nuevo ¿No?-se echó comida a la boca-

-¿Cómo tú?-tomó por sorpresa al pelinegro que al escucharlo abrió los ojos rotundamente casi perdiendo el servicio de sus manos-

-¿Yo qué?

- Mis actos quedaron sellados en el pasado el día de mi sentencia-repitió las palabras del mayor-

-¿Estuviste escuchando…?

-Hay algo que no me has dicho-junto sus manos con fuerza-¿Qué me estas ocultando…?

 

Ahí estaba sin salida, si se lo decía todo seguramente sería demasiado para Eren en un día ¿Cómo escapar de esto? No había escapatoria y el resultado no era certero.

 

-No es asunto tuyo.

-¡No me lo ocultes más! Si no te gusto que te ocultarán las cosas no lo hagas tú conmigo. Sucedió después de mi muerte ¿Verdad?

-Sí.

 

No había caso en seguir ocultándolo, tarde o temprano se enteraría y tendría que ser más temprano que tarde. Tenía miedo, debía admitirlo.

-Quiero que te mantengas callado y escuches sin interrumpir-giró en la silla para ver a Eren mientras hablara-

-Sí.

-Fui sentenciado a muerte en el pasado-junto todo valor para continuar y revelárselo todo, ya con las primeras palabras el rostro de Eren se había deformado pero no dijo nada. Tan sólo era el principio…-Probablemente me odies después de esto. Seguido a tu muerte, tu cuerpo nunca fue encontrado. Erwin y Hanji me sacaron a la fuerza del lugar y no pude llevarte conmigo, fuiste anunciando como exterminado y la gente no paraba de alardear de lo fuerte que fueron al resistir, que por fin las bestias se habían extinguido y con ellas esa asquerosa amenaza que los mantenía vivos, tú. “Esa asquerosa amenaza” los salvo y así pagaban, así que…comencé a tomar cartas en el asunto. No me di cuenta y ya llevaba muchas vidas en mis manos, pero me sentía bien, esa se convirtió en mi meta de vida-respiro profundamente-Torture a toda clase de personas, incluso quienes talvez no eran culpables, les arranque sus sueños, los sometí a situaciones denigrantes y les privé de la libertad que nosotros le otorgamos. Hice tantas cosas… y me sentía tan bien al verlos sufrir que no paré nunca, hasta que fui condenado a muerte. Incluso en ese momento no me arrepentí de nada y si mi vida hubiese continuado, nada hubiera detenido mis actos.

 

Terminó de hablar y sintió un gran alivio al haberlo dicho todo. El gran alivio pronto fue reemplazado por un gran temor y una fuerte lastima hacia su persona. Eren no había derramado ninguna lagrima como de costumbre, sólo un rostro desconfigurado que paso a ser serio mientras avanzaba su historia. No le dijo nada más, espero que Eren decidiera hablar.

 

-Y ahora, ¿Te arrepientes?

-Quien sabe, probablemente no.

 

Eren continuaba sin despegar su vista de Rivaille, serio y sin señal de entrar en llanto, lo que no era buen indicio. Lo ponía nervioso deseaba que le dijera algo, lo que sea, un grito, insultos, algo…

 

-Di algo…-le insistió Levi-

-Eso estoy pensando…no se me da muy bien pensar las palabras adecuadas…

-Solo dime lo que piensas.

-Lo que pienso, es que es mi culpa… lo siento.

-Oye n…

-Es mi turno-lo silencio con un dedo en la boca-Perdóname por haberte llevado a eso…ahora entiendo a Erwin cuando dijo que te quería salvar de mi…Te lleve a un abismo sin querer hacerlo. Fui una molestia aun cuando no estuve presente, lo siento mucho…ya no puedo hacer nada en el pasado…-se mordió el labio ya que el llanto se asomaba, pero lo tragó-No quiero llevarte hacer esas cosas, no puedo hacer nada en el pasado pero te prometo que no te llevaré a eso otra vez. Incluso si no te arrepientes, cargaré eso contigo. No estás solo, así como tampoco lo estoy yo. No soy tan fuerte como tú…pero también puedo ayudarte y me esforzaré para lograrlo, confía en mí…

 

El mejor consuelo que pudo tener en años y que estuvo esperando todo este tiempo para apaciguar su tortuosa alma. Alguien si lo perdonaba y era justamente quien le interesaba que lo hiciese. Esperaba algo mucho peor y aunque existiera alguna posibilidad de algo mejor, no se acercaba ni un milímetro a lo que Eren hizo. Si de fortaleza hablaban Eren era mucho más fuerte que él, era como un árbol que a pesar de la tempestad se mantenía en pie. Pero, toda tempestad le arrebata sus hojas y ramas por lo que ese hecho no respalda que haya que descuidarlo.

 

-¿No me odias?

-No, no podría hacerlo…además sé que eso debió ser horrible…pero no justifico tus actos.

-Te he hecho tantas cosas y aun así no me odias…

-No me harás daño y me amas. Creo que es razón suficiente para no hacerlo y….yo sé quién eres realmente, alguien muy bueno…-le sonrió-

-No es necesario que actúes así conmigo, si quieres llorar o insultarme puedes hacerlo.

-La verdad es que sí, quiero llorar y golpearte. Pero no puedo golpearte y no puedo llorar hasta estar en tus brazos.

-Eres muy obediente e insolente…

-Te lo prometí y esta vez no debo llorar, debo apoyarte.

 

Lo hermoso que llegaba a ser Eren era impresionante, cada día encontraba algo más en aquel niño para enamorarse. Quería atesorarlo por toda la eternidad, ahora debía preocuparse para recuperarlo lo más pronto posible. Ya no había secretos, sólo quedaba un paso…

 

-Armin me dirá cuándo podremos visitarte-se levantó se la mesa, recogiendo los platos y poniendo fin a la conversación-

-¿Si llegara a no despertar con un beso…?-preguntó preocupado-

-Te despierto a golpes.

-No lo harías…-le miró a los ojos, Rivaille no hablaba enserio-¡Soy un enfermo no puedes!

-Sólo estas holgazaneando ahí. Lavaré esto e iremos a dormir.

-Te ayudo.

 

Estaban en la cama, Levi trataba de dormir pero no podía quedarse tranquilo. Cuando decían que los ataques de sinceridad llegan en la noche no estaban bromeando, él lo vivía en carne propia y este era uno de esos momentos. Sin voltear a ver al castaño soltó lo que tenía guardado:

 

-También me esforzaré por hacerte feliz, gracias por ser quien eres.

-… ¿Qué…?-preguntó sonrojado-

-Duérmete-se cubrió con las tapas hasta la cabeza-

-No espera…repítelo-insistió-

-Déjame en paz y duérmete.

-Pero…

-¡Shh!-mantenía sus ojos cerrados con el ceño fruncido y sus mejillas estaban levemente coloradas-

-Te amo mucho Rivaille, buenas noches.

 

A pesar del tiempo que llevaban juntos, expresar sus sentimientos era tan difícil  como que Eren controlara su mal genio. Esos arranques de dulzura eran algo que el castaño disfrutaba mucho por muy cortos que fueran, él sabía las caras que Levi ponía al sincerarse y eso era aún más hermoso para él.

 

Los días pasaban y todo continuo como de costumbre, las clases, los compañeros de trabajo, las cenas y ratos con Eren y toda actividad rutinaria. Armin no había llamado, tal vez no podían ir aún, después de haberse infiltrado dudaba que esa mocosa dejara sin vigilancia el cuerpo de Eren. Podía no recordar, pero el desprecio que sentían entre ellos era natural. En clases, Rivaille intentaba hacerla caer con preguntas de un nivel superior, pero la chica era bastante lista y dura de roer como para caer tan fácil.

 

Luego de unos días, Armin se acercó y les aviso que ese día en la tarde Mikasa tenía que quedarse en la escuela ayudar en las actividades del club de lucha. Finalmente, podría verlo.

 

Cuando su jornada terminó, se fue corriendo a recoger sus cosas para volar al hospital. Armin fue con él para que le permitieran entrar, contaban con un tiempo limitado ya que si Mikasa llegaba y él se encontraba ahí sería el fin del rubio y muchas cosas más.

Rivaille y Eren fueron escoltados por el chico hasta la puerta, una vez fuera se detuvo y les indicó que entrarán.

 

-¿No va a entrar?-preguntó Eren-

-Eren quiere que entres-tradujo Levi-

-Eh…no me quedaré vigilando afuera…haga lo que tenga que hacer…-miró avergonzado hacia otro lado-

-Claro, vigila-entró sin insistir-

 

Otra vez se encontraba con el durmiente cuerpo del castaño, nuevamente lo observo embobado y Eren fue quien lo despertó de su fantasía.

 

-Rivaille tenemos poco tiempo…

-No demoro-se acercó al cuerpo-

-¿Qué harás?

-Dime Eren, ¿Cómo quieres que te bese?-lo miró candente-

-¡No me preguntes eso!-respondió molesto y sonrojado-

-Cierra los ojos-le ordenó-

-Pero…

-Sólo hazlo.

-Bueno…-cerró sus ojos-

-Si haces trampa, te haré algo más que sólo besarte.

-¡Ya entendí!

 

Asegurándose que Eren estuviera con los ojos cerrados se acercó a los labios del menor sin perder tiempo. Recordó una vez que Eren no quería levantarse y empezó a jugar con los labios del menor hasta que no soportó más la vergüenza y se levantó. Sin embargo antes de repetir el juego, estaba impresionado de lo nervioso y ansioso que estaba por volver a besarlo y cuando por fin rosaron sus labios, la piel se le erizó.

 

-…Mh…-el espíritu hizo un sonido sin separar los labios a pesar de no ser besado directamente, pero podía sentirlo-

 

Y con ese ruido fue suficiente para entender que Eren había sentido sus labios. Los labios del menor estaban cálidos y suaves pese a que su cuerpo estaba en estado de coma. Depositó dulces besos en distintas zonas de esos labios, suave y lentamente recorría esos labios carnosos con un camino de besos de niños. Luego saco su lengua  y empezó a saborearlos mientras los iba contorneando lentamente, al mismo tiempo que devoraba suavemente los labios sin entrar a la boca que se mantenía cerrada. Y de repente, su corazón se detuvo. El cuerpo de Eren reaccionó, su boca se abrió lenta y temblorosa dejando entrar la lengua del mayor, que ya mucho se había aguantado al no haber entrado de un principio, y así profundizando el beso que fue correspondido por el menor. Como un primer beso, Eren no lo hacía bien pero Rivaille guiaba su lengua y ritmo de sus labios. La emoción del momento le había hecho olvidar que Eren estaba despertando de un estado de coma, y si él sería capaz de recordarlo. Se separó viendo como el menor mantenía los ojos cerrados y empezaba abrirlos lentamente, miró a su espalda, el fantasma de Eren no estaba había vuelto a su cuerpo, por fin, estaba despierto.

 

-¿Eren?-se dirigió al menor que miraba aturdido a su alrededor-¿Estás bien?-preguntó captando su atención-

 

El castaño no hablaba, se dedicaba a mirar cada rincón de la habitación con confusión y sin alterarse como un bebe que comenzaba a conocer el mundo, miró a los ojos del mayor que esperaba a que se reincorporara. Se veía confuso, parpadeaba una y otra vez mientras observaba a Rivaille quien no entendía que estaba haciendo.

 

-¿Dónde estoy?-preguntó el menor mirando sus brazos conectados a varios tubos-

-En un hospital-respondió con miedo, sus temores se volvían realidad y decidió comprobarlos-¿Sabes quién soy?

 

Lo miró por unos segundos, buscando algo en cada rincón del rostro de Levi que permitiera responder esa pregunta, pero lo único que conseguía era confundirse más y más.

 

-No.

 

Continuará…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).