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Renacer por Haru19

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Notas del capitulo:

Shingeki no Kyojin y todos sus personajes no me pertenece, son de su respectivo autor Hajime Isayama.

Eren abrió sus ojos lentamente, cegado por la luz matinal que entraba por la ventana. Parpadeo un par de veces, reconociendo poco a poco el lugar donde se encontraba. Los brazos que lo rodeaban lo estrecharon más hacia sí, escuchando un leve quejido en su espalda. Giró con delicadeza teniendo cuidado de no despertar a quien lo tenía abrazado.

Levi descansaba a su lado, sus mechones estaban desordenados y su rostro se veía calmo, como si nada perturbara su sueño. Los ojos del menor se iluminaron al presenciar la bella vista que tenía frente a él, todo parecía un sueño, despertar nuevamente a su lado siendo protegido por esos brazos que rodeaban su cintura, la respiración de Levi mientras dormía, todo y cada uno de esos detalles conformaba la imagen de Levi que sólo él conocía. No era un sueño, era real.

Sonrió y escondió su cabeza en el pecho de Levi, cerrando nuevamente sus ojos a la vez que deseaba que este momento no acabara nunca.

-¿Eren?-preguntó la voz somnolienta de Levi-

-Buenos días…-alzó su cabeza para poder observarlo-

No respondió. Los ojos grises del azabache lo observaban de modo analizador mientras el castaño, extrañado y maravillado, continuaba sin despegar su visión del mayor.

-Es real...-se convenció  y besó al menor-

No había sido el único en pensar que aquello podía ser un sueño y uno muy bueno. Después llevar una vida cruel envuelta en tragedias, resultaba difícil acostumbrarse a una vida completamente distinta donde no había certeza de cuánto tiempo más estarían juntos. Mil años de espera que ya eran recompensados en sus corazones.

-Hueles a sudor…-recalcó Levi con una mueca-

-¡Es tú culpa! Si no hubieras…eso-enrojeció-

-¿Cómo te sientes?

-Un poco adolorido, pero estoy bien gracias a que me cuidaste-sonrió-

Levi lo abrazó contra su pecho, posando su mejilla en la cabeza del castaño.

-Esta vez, haré las cosas bien-juró Levi-

-Los dos-depositó un beso en el cuello del mayor-

-¿Quieres más?-preguntó persuasivamente-

-¡N-no!-escondió su rostro-

Levi sonrió.

-Vamos a tomar un baño juntos-intentó levantarse pero fue retenido por los brazos que lo envolvían- Oye, levántate-

-No quiero-se rehusó-

-¿Qué? Levántate ahora, deja de comportarte como un niño-un nuevo intento fallido para levantarse-

-No-respondió como un niño haciendo berrinche-

-¡JAEGER!-un grito ajeno invadió la escena-

-o-

El sonido del azote de una regla contra su mesa lo hizo volver a la realidad de golpe.

-¿Qué caraj…?-balbuceo sin terminar al ver a su profesor de frente-

Se había quedado dormido en la clase del señor Auruo y ahora él se mantenía de pie justo delante suyo furioso. Ese profesor además de tener el ego tan alto como para creer que sus clases eran la razón absoluta de todo lo existente, tenía algo contra su persona que lo hacía actuar más brusco que con los demás.

-¿Quién te crees para venir a dormir en mis clases?-lo miró con despreció-

-No volverá a ocurrir…-se disculpó-

-No creas que por ser el enfermito recién llegado toleraré estas cosas. Te quiero en la sala de profesores al finalizar la hora-dio media vuelta y continuo con su clase-

Las palabras de “enfermito recién llegado” fueron más molestas para Mikasa que para él mismo. Ni la misma reencarnación logró cambiar en algo a ese hombre, arrogante cómo siempre y sobre todo adoptando las mismas tendencias que Levi para generar temor y respeto. Pero verlo…vivo, era un alivio

En sus días de descanso acabó cansado corporalmente. Entre sus últimos exámenes y haberse quedado en el departamento de Levi a dormir, su cuerpo no tuvo tiempo para recuperarse de lo que fue su primera vez. El dolor había pasado, quedaba el cansancio que lo dejó durmiendo en clases y como si eso no fuera suficiente, hoy tenían deporte.

Acabada la agobiante clase de Física que daba Auruo, llegaba la hora del almuerzo, en la cual tendría que ir a la sala de profesores antes de probar cualquier bocado.

-Eren-llamó Mikasa antes que se marchara-iré contigo.

-¡Mikasa!-Sasha llegó y abrazó a Mikasa por detrás-Debes ayudarme con el gimnasio….

-Sueltamente, debo ir con Eren-se negó rotundamente-

-¡Pero!

-Yo lo acompañare-se ofreció Armin-Nos juntamos donde siempre por nuestro almuerzos-sonrió-

-No es nada Mikasa…anda con lo tuyo-se escabulló por la puerta, seguido de Armin, antes de escuchar otra cosa de su hermana-

Sin ánimos, caminaron hacia la sala de profesores. De camino, se cruzaron con Jean. Eren pudo darse cuenta como intercambiaron miradas y al instante agachaban la cabeza evitando más contacto del que ya tuvieron. Su amigo estaba rojo, sobre todo con su piel tan blanca que resaltaba más los colores de sus emociones. Estuvo a punto de preguntar qué ocurría, cuando se dio cuenta que llegaron a la, no deseada, sala de profesores.

-Te esperaré aquí-se apoyó contra la pared-

-Ya vuelvo…-tocó la puerta antes de entrar-

Abrió la puerta con cautela, al interior estaba lleno de profesores que venían por sus almuerzos u otras cosas. Todos lo observaron. Para su suerte, Levi también se encontraba allí y aunque no haya mostrado sorpresa por venir aquí, tendría que dar explicaciones sobre esto. Si no las descubría ahora.

-Te tardaste-Auruo se cruzó de brazos-

-Lo siento-se disculpó sin vacilar, sabía que no conseguiría nada si peleaba con esa persona-

-¿Auruo qué ocurre?-preguntó Petra preocupada por el menor-

-Este-se detuvo y miró de pies a cabeza al castaño-mocoso, no hace nada en mis clases y además duerme.

-No seas inconsciente, él está recién reintegrándose a la escuela-protegió Petra-

-¿Y cuándo empezará este enfermo a ponerse al día? No hago clases para que un mocoso se quede dormido y no colabore en nada-volteo a ver a Eren-¿Quién te crees?

-Eren Jaeger, profesor-le contestó desafiante-

Auruo se vio muy ofendido por ello, pero una risa retenida se escuchó de parte de Erd, generando aún más la ira del profesor de Física.

-Veo que piensas…tendré qu…

-Auruo-llamó Levi en seco-Entiendo que estés molesto, pero Eren es alumno del curso que se me ha asignado. Es mi deber reintegrarlo a su vida escolar, no recuerdo haberte pedido ayuda alguna-lo fulminó con la mirada-Desde hoy tomará clases extra conmigo y estoy seguro, que puedo explicarle tu asunto de teorías y formulas en menos tiempo que tú.

-¿Q-qué?-tartamudeo quedando vulnerable ante Levi-

-Eren, tú horario-exigió Levi con una mano-

-Sí-de su mochila extrajo un sobre cerrado y se lo entregó-Está todo allí…

-Bien, es hora de almorzar-ambos salieron de allí-

-¿Qué se cree…?-reclamó Auruo tembloroso-

-Te pasa por idiota-le dio un golpe la mujer-

-o-

-¿Acabo?-preguntó Armin-

-S-sí.

-Eren te veo después-empezó a caminar abandonándolos  a ambos-

La mirada de Eren revelaba los puros sentimientos que tenía hacia ese hombre. Ambos chicos fueron en busca de Mikasa para almorzar. Sin su madre viva, nadie les podía cocinar el almuerzo y ellos tampoco tenían el tiempo como para hacerlo, por lo que compraban comida en la cafetería junto con Armin. Su amigo vivía con su abuelo desde pequeño ya que sus padres lo abandonaron a los pocos días de nacido. Era un tema que trataban de no tocar, sin embargo Armin era muy fuerte en ese sentido y no se dejaba abatir por los comentarios sobre aquello.

-¿Tú y Levi están bien?-rompió el silencio mientras caminaban-

-Sí, no sé cómo expresar lo feliz que soy con todo esto...-confesó con dicha-

-Me alegro por ti Eren-sonrió el chico-

-¿Y tú con Jean?

-…-el nombre basto para dejar atónito al rubio que freno de golpe-N-no sé qué quieres decir…

-Vamos Armin, es muy obvio.

-¿Tú crees…?-se sonrojo su amigo reanudando su andar-Estamos saliendo…pero no ha pasado nada.

-¡Eso es genial! Pero ese cara de caballo sigue siendo un imbécil…-su rostro fue reflejo de todas sus peleas con Jean-

-Siguen teniendo esa relación de polos opuestos...

El rubio choco con un chico alto, de tez blanca con pecas alrededor de su nariz y pelo negro. De inmediato Armin se disculpó, pero el chico no respondió y se limitó a observarlo desde arriba con desprecio.

-Mira por donde caminas-continuo caminando-

-¿Marco…?-balbuceo el castaño en un susurro de asombro -

-¿Qué quieres?-le miró fríamente-

-¿Qué te pasa? Él se disculpó contigo… ¿Te irás así?

 -No te metas ¿Tu amigo no puede defenderse sólo?-respondió desafiante-

-¿¡Cuál es tu problema!?-dio un paso hacia el chico siendo detenido por Armin-

-Eren, suficiente déjalo…-insistió Armin-

El chico no dio caso a la actitud de Eren y continuo su ruta.

-¿Ese era Marco…?-preguntó asombrado-

-No todos somos iguales en esta vida Eren…

-Ya veo…

-o-

Levi iba como todos los días a comer con Hanji a la  enfermería. De camino abrió el sobre que recibió de Eren con su horario, no dejaría que los demás le enseñarán, era demasiado egoísta como para permitir que estuvieran a solas con Eren. Ya había cursado los cursos del castaño cuando joven y no se necesitaba mayor ciencia para comprender lo que decían los libros. Hecho un vistazo al horario y al verlo una gran sonrisa se dibujó en su rostro. El horario de Eren traía consigo sus horas en la escuela y disponibilidad en la tarde, las casillas con sus clases de historia y francés tenían escritas “Clases con mi amado profesor”, mientras que su disponibilidad, alias todo horario que no estuviera en la escuela, tenía escrito “Tiempo para Levi” con varios dibujitos alrededor. Ese niño sabía cómo tocar su corazón.

-Uhm… ¿A qué se debe tanta sonrisa Le-vi?-sintió como el aliento ajeno en su oreja haciéndolo sobresaltar-

-¿¡Qué mierda haces!?-escondió el horario-

-¿Qué es eso? ¿Una carta de amor? Podría ser…¡De ERE-Levi le tapó la boca con una mano a presión. Entró con ella a la enfermería y cerró con llave-Buah…no respiraba…

-¡No puedes andar gritando como una loca desenfrenada!

-Entonces… ¿Tengo razón? ¿Eren recuerda?-preguntó seria-

-Sí, recuerda.

-… ¡AH!-levantó sus brazos-¡Esto será un amor prohibido de estudiante y profesor! ¡Que emocionante!

-¡Cierra tu maldito hocico!-golpeo a la castaña-

Cuando ya estuvo calmada, hablo con ella sobre Eren omitiendo todo lo que era considerado de más para la conversación, pero como era su amiga, insistió en saber todo con lujo de detalles que por supuesto se negó y nunca los dijo. Hanji se veía muy feliz por la noticia y pese a que inventaba historias de telenovelas entre los dos, se sentía feliz por verlos juntos al fin.

-Sigue siendo el mismo niño que conocimos en ese tiempo-recordó la castaña con nostalgia-

-Sí.

-¿Qué harás con él?

-No dejaré que nadie lo toque-miró fijo su sándwich en las manos-Hanji, necesito saber más de lo que estuviste investigando.

-No he descubierto nada nuevo, pero, ¿Qué quieres con eso?

-Tengo un mal presentimiento. Además, alguien ya atacó a Eren y su madre, su vida sigue con interrogantes incluso ahora.

-¿Eren sabe sobre lo que investigue?

-No, y no lo sabrá por ahora. Así que, que no se te ocurra decir algo-la amenazó-

-Como quieras, pero será difícil investigar en esto, tendremos que ser muy cuidadosos.

-Lo sé.

-Sólo tengo una petición-junto sus manos apoyando su barbilla en ellas-

-¿Cuál?

Hubo un momento de silencio.

-¿Puedo abrazarlo?-preguntó con una sonrisa-

-…Ni lo sueñes bastarda.

-o-

-¿Cómo ocurrió esto…?-se preguntó Eren fastidiado-

-Marco está en el mismo nivel que nosotros…por lo tanto nos toca con él en deporte…

Y así era, todos los cursos del mismo nivel tenían deporte separado hombres y mujeres el mismo día. Marco estaba allí, dedicándoles frías miradas de odio a ambos. Ninguno de los dos lograba entender de dónde provenía tanto odio, un simple choque no daba para ello. Jean se les acercó.

-Armin ¿Hoy estás libre…?-preguntó avergonzado, llamando la atención de Eren. No acostumbraba a verlo así-

-Ehm…-miró a Eren y este le incentivó con un movimiento de cabeza-Sí…

-Jean-llamó una voz, que para sorpresa de ambos era de Marco-

Jean se vio afectado por la presencia del chico que venía hacia ellos a grandes zancadas.

-¿Qué?-preguntó Jean con una mirada cruda-

-Necesito hablar contigo hoy.

-Hoy estoy ocupado.

Con movimientos lentos y pequeños, Eren se alejó junto con Armin ante lo tenso que se volvía el ambiente. Lo último que vio de Marco en el pasado, fue lo tierno y buen compañero que era, resultaba chocante encontrarlo ahora vuelto una persona completamente distinta. Con Jean eran amigos muy cercanos, incluso cuando se enteró de su muerte estuvo muy mal y fue algo que no superó nunca ¿Qué había ocurrido con Marco? Aún debía estar allí esa buena persona y Eren estaba decidido a sacarlo a como dé lugar.

Marco se fue furioso del lado de Jean, dedicando nuevamente esa mirada tan fría que traía consigo. Eren salió corriendo tras de él, dejando a su amigo y Jean solos.

-Marco-lo tomó por el hombro-

-¿Qué quieres?-le miró de reojo-

-Eh… ¡Seamos pareja para los ejercicios de calentamiento!-se sentía estúpido haciendo estas cosas, pero ya se había dispuesto a buscar al chico con quien tanto compartió-

-Jamás-respondió en seco y se fue-

Eren podía llegar a ser muy orgulloso, pero continuo insistiéndole a Marco hasta que aceptara. Este lo evitaba y el castaño por más que se esforzara, empezaba a perder la paciencia. Durante todos los ejercicios de calentamiento, estuvieron correteándose. Sin darse cuenta, acabaron en la pista de carreras y fueron agarrados por el profesor.

-Ustedes dos-los tomó de sus ropas y los retuvo en la pista-Comienzan con las carreras.

-¡Espere yo no puedo…!-gritó Eren pero el profesor no hizo caso al estar tan acostumbrado a los lloriqueos-

-¿Tienes miedo Eren?-lo retó Marco-

Podría ser él, podría guardar recuerdos de una persona amable pero esto fue suficiente para hacerlo enfadar. Si había algo que Eren odiaba, era que dudarán de sus capacidades, incluso si no tenía el don en algo de alguna forma lo conseguía.

-No. Te voy a derrotar-le respondió frunciendo el ceño-

-¿Están listos? En sus marcas, tres, dos…

-¡Espere! ¡Eren no puede correr!-avanzó Armin entre la multitud reunida, intentando detener la carrera-

-¡YA!-bajo el brazo dando la partida-

-o-

-Él que no haga la tarea, lo pagará el triple-amenazó Levi finalizando su clase-

Los alumnos asintieron y se retiraron sin demora del salón. Era la hora de salida y se retiraría junto con Eren para darle clases, o ese era el motivo de quedarse con él en las tardes. Fue por sus cosas, encontrándose con Armin con su tenida de deporte.

-Profesor, debe venir conmigo-solicitó Armin-Eren tuvo un accidente.

A penas escucho la noticia salió a gran velocidad hacia la enfermería. Rogaba que no fuera nada anormal o de mayor magnitud, aunque ese niño siempre se viera envuelto en asuntos para nada sencillos.

Entro sin dar aviso. Del otro lado se encontraba Hanji a la vista, como si lo estuviera esperando y le indicó con la cabeza que no estaban solos para que se abstuviera. Relajándose un poco, camino hacia la mujer que se encontraba al lado de una de las camillas con cortinas, vio al menor acompañado de la irritante de su hermana.

La chica se percató de su llegada y su cara no fue diferente a la que le puso en el hospital. Cada vez que cruzaban miradas, llevaban un duelo entre ellas que sólo ellos dos entendían. Eren estaba despierto, sabía lo mal que se llevaban esos dos pero cuando intento hablar, el aura negativa que emanaban lo intimido.

-¿Eren te sientes mejor?-preguntó Hanji con el fin de romper el conflicto entre ambos-

-Estoy bien.

-¿Qué le paso?-pregunto Levi-

-No debería preocuparse tanto por un alumno profesor, él estará bien-atacó Mikasa-

-Tiene clases ahora conmigo mocosa.

-No podrá ir.

-Mikasa, sólo me caí ya estoy bien-insistió el castaño-

-No, no puedes exigirte tanto aún, te irás conmigo a casa.

-Él puede decidir sin tu ayuda-agregó Levi enojado-

Si no hubiera sido por Armin, la pelea hubiera incrementado entre esos dos de tal manera, que ni Hanji hubiera podido detenerlos. El chico insistió en que la caída de Eren no había sido severa, que se le trajo a la enfermería por precaución pero que él debía asistir a sus clases. No era suficiente, si el único problema hubiera sido ese, el argumento de Armin hubiera bastado, pero, Levi era la cuestión más preocupante para la chica en este asunto. Sin embargo, Hanji inventó una excusa donde los alumnos no podían estar aquí si no estaban enfermos y los expulsó, saliendo junto con ellos.

-¿Qué te paso?-preguntó el azabache en un tono más calmo-

-Me caí mientras corría...y desperté aquí.

-Un año conectado a máquinas y te pones a correr así nomás-regañó al menor-

-Lo sé…pero Marco, él está tan cambiado-apretó las sabanas en sus manos-

-¿Marco?-enarcó una ceja-

-Era un amigo, murió antes de que lo conocieras.

-¿Ah sí?-se cruzó de brazos, estaba molesto-Dile a ese tal Marco que venga a cuidarte ahora.

Estaba celoso, el castaño sabía que si se lo decía no lo aceptaría, se iría y tendría que pedir disculpas aunque no tuviera culpa alguna. El único amigo que toleraba a su lado era Armin, todos los demás eran enemigos, sobre todo su hermana. No obstante, del tiempo que estuvo con él, aprendió muy bien como manipular este tipo de situaciones. Levi era una bestia cuando se enfadaba, pero él era un demonio muy particular.

-¿Me llevarás contigo?-preguntó con una voz dulce y suave, sin despegar sus ojos de perro rogando el perdón de su amo-

-¿Por qué mejor no te vas a juguetear por allí?-se negaba a entrar en razón-

-Yo quiero estar con Levi…-agacho su cabeza-

Y como por arte de magia, la mirada de Levi se suavizó y relajando su musculatura se acercó a la camilla donde se encontraba el menor. Se sentó a su lado y tomándolo del mentón levantó el rostro del castaño.

-Ten más cuidado-besó los labios del menor, recostándolo sobre la camilla-

-Espera, estamos en la enfermería…-se opuso, empujando al mayor-

-Hablas mucho-rompió la distancia puesta por Eren y volvió a besarlo-

El pecho de Levi sobre el suyo no le permitía moverse, el azabache lo tenía encarcelado con sus brazos y los besos de su profesor descendían suavemente por su barbilla y cuello. Su respiración se hacía más fuerte de escuchar, la lengua de Levi recorría su cuello y jugueteaba con su lóbulo.

La puerta se abrió.

-Estoy entrando…lentamente, esperando, que todo esté bien…-anunció Hanji a voz alta-

-Tch, que molesta-se quejó Levi en voz baja divorciándose del enrojecido de Eren-

-Ha-hanji-tartamudeo el castaño al verla aparecer-

-¿Estás mejor?

-Sí.

-Mikasa sigue siendo muy sobreprotectora contigo mi querido Eren-sonrió la castaña-

-… ¿Recuerdas?-miró a Levi-No me dijiste nada de esto.

-No era necesario.

-Lo que pasa es que Levi no quería que yo hiciera esto-se abalanzó abrazar al castaño-¡Eren no sabes la alegría que me da tenerte de vuelta! ¡Sigues siendo igual de suave!-frotaba su rostro contra el del menor-

-Suéltalo-la tironeo del delantal con un aura asesina-

Se detuvo y ambos quedaron sorprendidos por el repentino abrazo de Eren a Hanji, acompañado de sollozos. Se miraron extrañados por el llanto de Eren.

-¿Eren?-llamó Hanji dando golpecitos en su espalda como un bebé-

-Gracias…-susurró el menor-

Esa palabra fue comprendida por la castaña, quien lo abrazó con fuerzas al oírla. Sufrió mucho por ser visto como un monstruo, una abominación, pero muchos en el cuartel lograban verlo como un humano en cierto modo. Él continuaba con el miedo de no ser aceptado por lo que fue en el pasado e incluso ser odiado por haber llevado a Levi a su fin.

Levi carraspeo, demostrando lo descontento y molesto que se le hacía ver a su Eren abrazado a la loca de su amiga.

-Alguien está celoso…-soltó al menor-Tranquilo mi querido Levi, no te lo robaré.

-Como si pudieras hacerlo cuatro ojos-masculló molesto-Eren, nos vamos-le tendió una mano para que se levantara-

-Debes tener más cuidado Eren, tu cuerpo aún no está en su potencial normal.

-Seré más cuidadoso. Gracias por cuidar de mí…

-Adoro cuidar de ti-sintió la mirada fulminante de Levi encima-Pero cuídate. Levi, nosotros tenemos que juntarnos a conversar.

-Otro día. Nos vamos-tomó a Eren del brazo y lo sacó de allí-

Hanji sonrió al verlos partir y se sentó en su escritorio. Tomó un papel y lo colocó al nivel de sus ojos. La ficha de Eren Jaeger. La observó un rato con un rostro intranquilo, luego la dejó sobre su mesa y miró al cielo a través de su ventana. Respiró profundo.

-Tus heridas sanaron muy rápido Eren…-hizo una mueca en malestar-

-o-

Para evitar cualquier sospecha, Levi iba a unos pasos más adelante del menor y en silencio. Pese a que podían estar tranquilos en esta época, había ciertos contras; una relación entre estudiante y maestro era significado de expulsión para ambos, sin contar que salir con un menor de edad era un delito y no querían imaginarse la clase de problemas que tendrían con ello. Sobre todo una relación entre hombres. Ya habría tiempo para estar juntos en contra de los prejuicios de la sociedad, ya esperaron años, un par más no sería mortal.

Levi se detuvo, sorprendiendo a Eren que hizo lo mismo. Volteo a mirar si había algo anormal y en ese momento sintió la mano de Levi tomando la suya.

-Levi nos pueden ver…-trató de zafar su mano-

-Por aquí ya no hay nadie que sea conocido. Hago este trayecto todos los días y memorizo bien los rostros de la gente que frecuenta por aquí.

-Bueno…

Como había dicho Levi, no había nadie conocido, incluso la calle se encontraba vacía. Una señora pasó y miró horrorizada el acto de sus manos. Eren se sintió un poco incómodo.

-¿Te molesta?-preguntó Levi-

-No…

-Yo creo que sí-soltó su mano-

-¡No!-la buscó al instante- Siempre quise volver a tu departamento así…también en las mañanas.

-Entonces tendrás que acostumbrarte a la gente, porque no te pienso soltar más-entrelazó sus dedos con los de Eren, continuando su camino junto a él-

Llegaron al departamento y hasta estar adentro lo sostuvo de la mano. Sólo lo soltó para abrazarlo y besar sus labios.

-Prepararé algo de comer antes de estudiar-informó rozando sus labios con los del azabache-

-Lávate las manos.

-Lo sé-depositó un beso en la frente de Levi-

-Iré a dejar las cosas a mi habitación-tomó el bolso de Eren-

Haber aguantado sus impulsos con anterioridad le ayudaban a poder hacerlo ahora. Debía ayudarlo a estudiar y necesitaría muchas fuerzas para concentrarse en ello, pero no dejaría que se fuera sin degustar de él.

Dejó las cosas sobre su escritorio y del bolso de Eren calló una billetera. Era malo espiar lo ajeno, pero Eren era suyo y no había nada que fuera ocultarle. No había nada anormal y al mirar su identificación vio que el cumpleaños de Eren caía en una fecha distinta a la anterior. Miró el calendario sobre su escritorio y se percató que la fecha estaba cerca.

El cumpleaños de Eren era en una semana exacta.

Continuará…


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