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Renacer por Haru19

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Notas del capitulo:

Shingeki no Kyojin y todos sus personajes no me pertenece, son de su respectivo autor Hajime Isayama.

Sosteniendo el lápiz contra su mejilla, Eren pensaba detenidamente que responderle a su profesor. Se encontraba nervioso y su mirada viajaba del rostro del azabache hacia su cuaderno. Podía sentir cómo, Levi, quien con su codo sobre el escritorio sostenía su cabeza en una de sus manos, no le quitaba la mirada de encima y eso le hacía sentirse más asustado en equivocarse.

-Estoy esperando-insistió Levi ante la nula respuesta de Eren-

-Eh…-balbuceo el castaño sin saber responder-

-Conjuga el verbo être a l’imparfait-señalo con su dedo índice el cuaderno en blanco de Eren-En voz alta.

-Em, j’étais…tu étas…-respondía temeroso-

-Tu étais, acabas de inventar algo nuevo, y, tu pronunciación es asquerosa-repudió-

No le sorprendía escuchar comentarios así de Levi. Hace días ya había comenzado sus estudios con él y cada vez que se equivocaba, recibía algún comentario negativo. De comienzo se excusó con haber estado ausente por un año, que se encontraba perdido y necesitaría tiempo, Levi era demasiado estricto y disciplinado como para tragarse, como él decía, “una excusa tan pobre”.

El castaño soltó el lápiz y dejó caer su cabeza sobre la superficie del escritorio, haciendo notar el fuerte impacto con el que aterrizó su frente.

-¿Te vas a dar por vencido?-preguntó Levi-

-No, sólo estoy haciendo conexión con las neuronas.

-Vamos a descansar un momento-relajó su postura y llevó su mano a la cabeza del menor, desordenando su cabellos- ¿Por qué no haces algo en lo que eres bueno y preparas la cena?

-Oh, lo siento, olvidaba que no era bueno para nada más-apartó la mano de Levi y levantó su rostro enfadado-

No lo había dicho con esa intención, o no pretendía hacerlo, pero ahora además de tener un Eren frustrado, tenía a uno muy molesto. No le temía, para nada, sin embargo se volvía realmente molesto cuando se enojaba. No sabía si categorizarlo como una adolescente hormonal o alguna clase de niño explosivo. Tal vez eran las dos juntas.

Eren no le quitaba la mirada de encima, unos ojos enojados y hermosos. Amaba ver esa expresión en él, aunque traía consecuencias, podía sentir como si todo lo demás se desprendiera de su mente y sólo tuviera esa mirada invadiendo cada rincón de su ser, la misma que utilizó tantas veces en el pasado. Le fascinaban, no quería dejar de contemplarlos nunca. Pero el castaño se levantó de su asiento enfadado y sin decir ninguna palabra, lo dejó solo. Que se haya ido no le molesto tanto como que le haya arrebatado su hermosa vista.

Ordenó los libros que Eren había dejado revueltos sobre la mesa, cuando quería, podía ser un desastre con el orden. Dejo sus lentes de descanso junto a los libros, y se fue tras el insubordinado mocoso. Podría estar enojado, pero no era capaz de irse y dejarlo solo, simplemente se iría a un lugar apartado a pasar sus rabias esperando que alguien fuera por él, y ese alguien era Levi.

Se lo encontró en la cocina, cocinando de mala gana. Sobre el mesón había mucha harina y la pelota de masa era víctima de la brutalidad con la que amasaba Eren, descargando toda su ira. No ha cambiado nada, Levi se alegraba al darse cuenta cada vez más de ello.

Pese a que no había hecho ruido, el castaño si se había percatado de su presencia, pero hizo como si no estuviera allí y se concentró en lo suyo, amasando con más fuerza.

-¿Qué harás? ¿Pan? No quiero comer pan-le habló mientras se acercaba, incitando a que se enfadara aun más con sus palabras-

-No es pan, y no estaré haciendo menú especial como tu esclavo-respondió enojado, sin apartar su vista de su trabajo-

-Eso no se ve bien ¿Te lavaste las manos?

Las manos de Eren se detuvieron abruptamente, sus dedos se enterraron en la masa y giró hacia Levi hecho una furia. Pero para Levi, la situación no era nada de que temer, al contrario, se le hacía bastante agradable hacerlo enfadar.

-¡Sí supieras cocinar no tendría por qué estar usando mis manos!-le gritó-

-Puedo comprar comida-respondió-

Esas palabras, le llegaron como un golpe bajo, se había sentido desaprobado en todo, y ahora, sentir como Levi cambiaba la comida que él le preparaba como si nada, lo llevó al límite de su aguante. Sacó sus manos del mesón y se limpió en un paño de cocina, mientras contenía las lágrimas de frustración.

-Hazlo, me voy-respondió con una voz seca-

No alcanzó a dar dos pasos, cuando Levi lo bloqueo cercando el cuello del menor con su brazo. Eren forcejeo un poco, pero se calmó al sentir la mano del azabache acariciando su nuca.

-De acuerdo, ya fue suficiente-deslizó su mano hasta la mejilla del menor percatándose que estaban húmedas, el sentimiento de culpa no tardó en apoderarse de sus entrañas-Estaba jugando lo siento.

-Déjame-intentó separarlo pero su fuerza no demostraba eso-No tienes compasión.

No tenía palabras para excusarse, y si las había, su orgullo no permitiría decirlas. Nunca fue bueno con las palabras. No quería verlo llorar y ya lo había  provocado por sus bromas tan poco suaves que solía hacer. Tomó el rostro de Eren entre sus manos, y lo besó, sus labios sabían salados por las lágrimas que llegaron a ellos, pero, continuaba tan acostumbrado al sabor salado que solía probar en el pasado, que continuó saboreándolos con delicadeza.

-¿Qué estabas haciendo?-le preguntó con suavidad por su comida, separando sus labios y tratando de no alterarlo-

-¿Qué importa si puedes comprar?

-Quiero comer lo que prepares-le confesó mirándolo a los ojos-

-Nikuman-contestó rendido-

-¿Qué?-preguntó arrugando la nariz-

-Es un panecillo con carne japonés. Mikasa me enseñó a prepararlo y quería que lo probaras…

Tuvo ganas de rechazarlo al instante que escuchó de dónde provenía la idea, pero si lo hacía, esta vez sí lastimaría a Eren irreversiblemente. No tendría nada malo si lo preparaba él después de todo.

-Adelante-le invitó a continuar-

Eren volvió a lo que hacía como perro fiel. Por su parte, Levi se encontraba sentado en una silla mientras leía el periódico haciéndole compañía al menor. Podría haber ayudado, pero si se metía era capaz de hacer explotar la cocina. Ya había pasado una hora entre que Eren cocinaba carne molida, preparaba unas masas, creaba y decoraba, empezaba a estar cansado de esperar tanto, sobre todo, tener que ver a Eren sin poder tenerlo cerca suyo.

Dejando su lectura de lado, se acercó al castaño que se encontraba haciendo la forma de su plato cuidadosamente. Verdaderamente una esposa, no se imaginaba la vida sin él nuevamente. Nunca tuvo la necesidad de los demás, nunca pensó que tener una persona con la cual compartir tu vida fuese algo necesario, más bien, era un estorbo. Vivir dependiendo de alguien y además tener que cuidarlo, una estupidez. Era impresionante como este chico lo había hecho cambiar de opinión, a tal punto, que se había hecho plenamente dependiente de él y así iba a ser otra vida más.

Con aquellos pensamientos en su mente, lo envolvió con sus brazos, apoyando su cabeza sobre la espalda del menor, respirando su dulce aroma, sintiendo su calor que le otorgaba la seguridad y alivio de que se encontraba con vida, y a su lado.

-¿Levi?-preguntó al sentirlo aferrado a él-

-Te demoras mucho-reclamó-

-Hago el trabajo solo, es normal-replicó Eren-

La respuesta de Levi fueron tiernos besos en la espalda del castaño, quien sonrió al sentir los labios del azabache a través de su camisa escolar. Sus manos querían sentirlo y poco a poco fue acariciando el abdomen del castaño sobre su camisa, para luego insertarlas a través de los espacios que logró desabrochar y acariciar el suave abdomen de Eren mientras depositaba un camino de besos ascendiente en su espalda.

-E-estoy ocupado…-se negó el castaño tratando de retener su sensación al tacto de Levi-

-Tú sigue-le respondió mientras sus manos se encontraban ya jugando con el pecho de Eren-

El menor intentaba concentrarse y acabar con lo que estaba haciendo, pero los toques de Levi volvían a su cuerpo torpe ante otras acciones que no estuvieran relacionadas con el momento. Su cuerpo empezaba a perder la fuerza a medida que sentía cómo los dedos de Levi apretaban con suavidad sus pezones, liberando leves corrientes eléctricas por su columna vertebral. Contenía los gemidos, pero se le hacía difícil, su estómago se revolvía por completo al contenerlos.

-L-levi...mph…-empuñó sus puños con fuerza, apoyándose sobre el mesón-

-¿Qué ocurre?-preguntó a su oído lamiendo el lóbulo del pequeño-

Y antes de que pudiera reaccionar a ello, una de las manos de Levi  viajo a su entrepierna, deslizándose por su abdomen con suaves caricias y adentrándose por su pantalón para tocar el bulto que ya comenzaba a formarse, por sobre la ropa interior.

Al sentir el tacto de su mano en su entrepierna y la otra que continuaba jugueteando con sus pezones completamente erectos, Eren no pudo continuar en lo suyo y cedió ante las caricias del mayor que lo hicieron perder la fuerza en sus piernas, haciéndolo caer de rodillas al suelo y a su vez soltó todo lo que estuvo conteniendo en un gran gemido, seguido de Levi que se agacho sin dejar de acariciar el cuerpo del menor.

-La co-mida…ah…-intentaba hablar-

-Pensándolo bien, quiero comer otra cosa-acercó sus labios a la nuca de Eren, besándola y recorriéndola con su lengua suavemente-

En esa misma posición, las manos de azabache desabrocharon la camisa del menor para retirarla y dejar su terso torso desnudo, luego descendieron hasta la cremallera del pantalón, desabrochándolo y así quitárselos, dejándolo en simple ropa interior.

Todo el pensamiento de la comida ya había quedado atrás, su único pensamiento era Levi que se estaba apoderando de él. Se sentía un poco avergonzado al estar así en la cocina, pero no le daba tiempo para reaccionar ante ello. Una de las manos del azabache entro bajo su ropa interior a jugar con su miembro, dándole una gran descarga eléctrica que lo hizo erguirse hacia atrás.

-¡Agh...! ¡E-espera!-detuvo la mano del azabache-

Levi no contesto, y se soltó de Eren, volviendo al miembro del menor para empezar a masturbarlo. De arriba hacia abajo, su mano se movía lentamente provocándolo y haciendo que rogara por más.  Sus labios recorrían el cuello, hombros y espalda del menor con apasionados besos. Deseaba más, pero quería verlo pedir más y si era por ver a ese Eren, se contendría hasta lograrlo sacar de su interior.

Las manos de Levi en su parte intima le resultaban torturadoras en vez de complacerlo. Una de ellas masturbaba su miembro suavemente y tocaban la punta de este, haciéndolo sentir el placer que no le llenaba. Quería más, su cuerpo deseaba más y si no lo conseguía pronto enloquecería. Ardía, cada zona que Levi besaba lo quemaba y  hacía perder el control. Perdiendo toda autoridad en las acciones racionales de su cuerpo, volteo de golpe hacia Levi, abalanzándose a rodearlo por el cuello con sus brazos y atraerlo con el fin de besarlo con desespero.

Levi sonrió en su interior, era justo lo que estaba buscando. Su mocoso podía ser sumiso ante sus toques y caricias, pero cuando no se las daba como a él le gustaba, salía ese lado en él que le encantaba ver, Eren desesperado en busca de lo que no se le estaba dando. Lo acomodó sobre él, dejándolo de frente con las piernas separadas mientras lo sostenía con ambas manos del trasero, acariciándolo y acercándolo hacia él.

Sus labios se devoraban sin detención, el único respiro lo daba Levi que separaba sus labios de los ajenos, para deslizarlos por su barbilla y cuello, volviendo luego de nuevo en busca de los labios de Eren.

El castaño liberaba suaves gemidos que resonaban una y otra vez en los oídos del mayor, haciéndolo entrar en calor, y,  no queriendo aguantar más,  comenzó a mover las caderas de Eren, guiándolas con sus manos en las suaves nalgas del menor.

Los dulces sonidos de Eren aumentaron su volumen y al sentir el roce de su miembro bajo la ropa interior con el del mayor, que hacía notar su dureza a través de sus pantalones, se abrazó con mayor fuerzas al cuello de Levi jadeando en su espalda.

-Muévete…-le ordenó con una voz lujuriosa, mientras guiaba el movimiento con sus manos-

Sus manos dejaron de dirigirlo y al instante, Eren empezó a mover sus caderas en un movimiento circular que subía y bajaba lentamente. Levi empezaba a sentirse bien, de su boca salían leves gemidos, casi imperceptibles tras cada roce de sus endurecidos miembros. De la nuca atrajo a Eren hacia sí y lo beso, callando así los sonidos de ambos en sus bocas. Con sus manos recorría el pecho de Eren, subiendo por su espalda, bajando por sus costados y siguiendo por sus muslos, haciéndolo estremecer al sentir las, pequeñas pero adultas, manos de Levi.

El castaño cortó el apasionado beso, separándose unos centímetros de Levi,  dejando un hilo de baba que unía sus lenguas y, sin detenerse, intercambiaron miradas llenas de sentimientos que sólo ellos podían interpretar y transferir.

-M-me… ¡Ah…gh!-tartamudeo el menor-

Estaba en su límite, y con unos tres movimientos pronunciados en sus caderas llegó al clímax, dejando escapar toda su semilla en su ropa interior con un fuerte gemido que liberó cerca del oído del azabache. Exhausto y aún abrazado al cuello ajeno, recuperaba el aire en grandes bocanadas inestables.

Levi aún continuaba con su miembro rígido y para nada satisfecho, levantó al menor de las caderas y quedara de rodillas. Le miró por unos segundos, el chico se encontraba colorado, sudado y con una mirada perdida, llena de sentimientos que dejaba ver luego de haber acabado. Tomó ambos costados de la ropa interior de Eren y la bajo.

-¡No!-detuvo sus manos-Está sucio.

-Levántate-le ordenó-

Conocía esa mirada en Levi, sabía lo que venía y obedeciendo, se levantó con su ropa interior a medio sacar. Estaba sucio y además estaban en la cocina, “La comida” recordó.

-Levi, espera el agua está lista para…-se detuvo al ser volteado por Levi-

Escuchó como Levi desabrochó el cierre de su pantalón, no le había escuchado, él se encontraba frente al mesón de la cocina, apoyado en sus manos, mientras el azabache llevaba una de sus manos a su miembro, para después llevar sus dedos a su entrada.

-Agh…Levi….-intentó detenerlo al sentir cómo humedecía  su entrada con dos dedos que tenían el líquido que obtuvo de su miembro-

-Puedes continuar si quieres-pasó su lengua por el cuello del menor haciéndolo estremecer-

Insertó uno de sus dedos en la entrada de Eren, haciéndolo erguirse y soltar un gemido. No le tomaría mucho tiempo prepararlo ya que llevaban su tiempo haciéndolo, por lo que ya estaba acostumbrado. Un segundo dedo entró, con ambos acariciando el interior del pequeño que parecía que volvería a caer. Con su otra mano lo sostuvo de un muslo para que no sucumbiera en el suelo mientras continuaba e insertaba un tercer dedo. La húmeda y cálida sensación del interior de Eren en sus dedos, no le permitía aguantarse más y sacándolos de golpe, tomo su miembro y lo posicionó en la entrada del castaño entrando de una sola estocada.

-¡Ah!-se aferró con sus manos al mesón para no caer-

-¿Estás bien?-susurró a su oído-

-S-sí…-respondió jadeante-

Besó la nuca del menor y retirando su extremidad hasta la mitad, volvió a entrar de golpe. Con una mano lo sostenía del muslo, mientras que con la otra tomó la mano de Eren apoyada en la superficie. Continuó moviéndose en el interior del menor, apoyando su frente en la espalda del castaño. Estaba sudada, la transpiración y otras sustancias del cuerpo humano le resultaban asquerosas, pero por ser él, no le importaba ensuciarse.

No importaba cuantas veces lo tuviera, nunca sería suficiente, siempre lo desearía más y más, y tenerlo nuevamente en sus brazos era un milagro inexplicable para él.

-Te amo…-susurró en la espalda del chico con un leve gemido-

Eren se encontraba duro nuevamente, Levi no paraba de mover sus caderas aumentando el ritmo cada vez más. Sentía el aliento en su espalda y los finos labios que la rozaban, la respiración de Levi se volvía irregular y podía escuchar, entre sus sonidos, los leves gemidos del azabache que anunciaban  su límite, dando una última estocada con fuerza para finalizar. Al mismo tiempo, Eren derramó su liquido siendo recibido por una de las manos de Levi, que viajó de su muslo a su miembro con gran rapidez. Lo había ensuciado.

-L-lo siento…-se disculpó con el poco aliento que tenía-

Levi respiró profundo.

-Sería un problema si manchas la cocina…-le respondió un poco cansado, apartándose del interior de Eren y ordenándose-

Con su mano limpia, tomó el mentón del menor y lo giró para besarlo. Cortó el beso para tomar un paño de cocina, con el cual limpio su mano, la zona intima de Eren y su entrada. El menor dejó de sentir vergüenza con ese tipo de cosas, ser limpiado por Levi incluso muchas otras más, antes se le hacía muy bochornoso, lo era incluso ahora, pero con lo a menudo que ocurría podía controlarlo un poco ya que sus mejillas delataban su vergüenza.

-Dame eso-le exigió su ropa interior-Lo lavaré y secaré, por mientras puedes usar tus pantalones.

-Sí, gracias…-se lo entregó, recogiendo sus pantalones y poniéndoselos se dirigió a lavarse las manos-

-Asegúrate de lavarte bien, de lo contrario no toques la comida-le dijo antes de retirarse de allí-

En lo poco que se demoró en tener lista la ropa interior de Eren y limpiarse un poco, la comida estaba lista. Una vez más, la porción que había preparado era como para un batallón. Habían exactamente cinco platos con montañas de pálidos y redondos panecillos, tan blancos que parecían estar crudos.

-¿Esto se come?-preguntó desconfiado-

-Sí, toma-tomó uno y se lo tendió alegre-

-¿Dónde están los cubiertos?-miró a su alrededor-

-Se come con la mano-sonrió-

Con las manos, fue suficiente para deformar el rostro de Levi. Evitaba a diario todo alimento que tuviera contacto directo con las manos a la hora de comer, no comería eso. Al negarse a comer, se hizo hacia atrás.

-Exageras…está limpio mira, di ah-acercó su mano con el panecillo y abrió su boca para que él también lo hiciera-

No quería, se negaba, además era muy blanco, pero ver a Eren ofreciéndole con su mano era irresistible, y, sin apartar sus ojos del extraño bocadillo abrió su boca y dio un mordisco.

-¿Y?-preguntó el menor-

-Parece plástico, pero no está mal-reconoció-

-Si quieres puedo hacer más.

-No, está bien…-respondió observando los platos-

No había probado algo igual, pese a su contextura el relleno de carne le hacía parecer más normal. Los ojos de Eren brillaban al verlo comer, quería detenerse al tercero pero lo veía tan animado que temía hacerlo sentir mal si dejaba de comer. Tenía la esperanza de que el castaño comiera tanto como él, pero se excusó con que lo había hecho para él y que además debía llegar a casa a cenar. Ocho fue el límite de sus panecillos, no podía ingerir nada más y lo dejaría para mañana, incluso alcanzaba para dos días más…

Ya se había hecho de noche, Eren debía volver a su hogar para no causar sospechas. Se puso su ropa interior y nuevamente sus pantalones, preparándose para salir. Hacía mucho frío afuera, sería una noche helada. Avanzó junto con Levi a la puerta, forzando a sus pies moverse. Siempre era lo mismo, deseaba quedarse con él, dormir y despertar a su lado, sentir sus brazos arrulladores, su aroma y su calor… Se detuvo pensando en ello.

-¿Qué pasa?-le preguntó-

-Quisiera quedarme contigo…

Sonrió levemente al escucharlo, también lo quería a su lado, pero debían ser cuidadosos en esta época. Si no fuera por las leyes, lo hubiera retenido con él hace mucho, pero debía cuidar su entorno y relación. Tomó una de las manos tensas del menor, y  entrelazando sus dedos, la llevo hacia su rostro para depositar un beso.

-Quiero que llegues a estudiar para el examen de mañana. Si lo haces bien te daré lo que quieras ¿De acuerdo?

-¿Lo que quiera…?

-Sólo si lo haces bien.

Hubo un momento de silencio, parecía que Eren pensaba en algo, pero hablo antes de que pudiera preguntarle qué pasaba por su mente.

-Lo haré, lo haré mejor de lo que esperas-le dijo decisivo-

Adoraba verlo así de decidido, sobre todo ver cómo se esforzaba para lograr sus objetivos.

-Estaré esperándolo-desordenó los cabellos del castaño-Vamos.

-Sí-abrió la puerta pero Levi la cerró nuevamente-¿Qué ocu..?

Le cortó la palabra jalando de su chaleco para atraerlo y besarlo apasionadamente. Eren correspondió y lo abrazó con fuerzas del cuello, acercándolo tanto que sus dientes chocaron en medio del acto, generando una risita del castaño y una leve sonrisa de Levi que, a su vez, arrugó la frente.

-Mocoso…-le dijo lleno de ternura-

-Lo siento, lo siento-se disculpó con gracia y volvió a besarlo-

No quería dejarlo ir, quería llevarlo a su habitación y hacerlo suyo una vez más, olvidar todo y sólo centrarse en él, pero era tarde y no se podía. Debía ser él quien volviera a la realidad, de lo contrario, acabarían cometiendo errores. Separó sus bocas, depositando un último beso en esos labios carnosos que tanto amaba.

-Ahora sí, vamos-abrió la puerta saliendo junto con Eren-

Sólo podía llevarlo hasta la parada del auto bus, quería llevarlo hasta su casa pero había que ser cuidadosos. Siempre iban tomados de las manos, sobre todo de noche, las tenues luces no hacían visibles sus rostros y la poca gente que podría aparecer no los reconocería detalladamente. El ambiente estaba gélido, pero sus manos entrelazadas conservaban el calor entre ellas. El bus no tardó en llegar, y Eren subió al bus despidiéndose como un alumno cualquiera. Levi se quedó allí hasta perder de vista el bus y volvió.

Eren tenía prescrito que debía avisar al llegar a su hogar, y el azabache tenía el tiempo contado. Si demoraba más de lo que debía, llamaría o iría a buscarlo. No podía quedarse tranquilo, ese molesto sentimiento de inseguridad hacia Eren no lo abandonaba, al contrario, era más fuerte al conocer la información de Hanji.

Al llegar a su departamento, se dedicó a su trabajo. Eren le mando un mensaje de texto, avisándole que llegó bien y estudiaría para después llamarlo, pudiendo tranquilizarse e ir por una ducha. Sintiendo el agua chocar con su cuerpo, recordó el cumpleaños de Eren. Le había encargado a Hanji que hablara con él sobre el tema de su cumpleaños y le preguntará si deseaba algo en especial, después de todo no sería sospechoso, esos dos se llevaban bastante bien en el pasado y ahora. La fecha era en dos días más, el menor tampoco le había dicho nada y le extrañaba, lo hacía sentir molesto por no decírselo. Su amiga tampoco le tocó el tema.

Cortó el flujo del agua, envolvió una toalla alrededor de su cintura y salió a su habitación. Se acercó a su cama por el pijama, percatándose que su teléfono parpadeaba por una llamada perdida. Desvió su propósito, y en vez de tomar el pijama tomó su teléfono y al revisar la llamada perdida, volvió a marcar el número.

-¿Levi?-contestó su voz favorita-

-Tengo una llamada tuya, estaba en la ducha y no pude contestar.

-Lo supuse-rió nerviosamente-

-Es tarde, vete a dormir-le ordenó-

Hubo un silencio, el menor no contestó y el azabache supo que le ocurría algo, sabía de qué se trataba.

-¿Qué te ocurre?

-No puedo dormir, siento… no sé, perdóname por molestarte de nuevo.

-Sabes que si le voy a contestar a alguien a estas horas, serás tú. ¿Estudiaste?

-Sí, ¿Puedes hacer algo por mí?

-¿Qué cosa?

-¿Puedes cantarme…?-preguntó tímidamente-

-No-contestó fulminante-

-Era un intento… pero ¿Puedes quedarte conmigo hasta que me duerma?

Eran las doce de la noche cuando empezó hablar con él de cualquier tema, poco a poco Eren dejaba de hablar tan fluidamente como lo hacía de costumbre, hasta no responder más por quedarse dormido. Levi cortó la llamada al saber que se quedó dormido y pudo finalmente ponerse el pijama, metiéndose en su cama para dormir.

Todas las noches se llamaban para darse las buenas noches, pero muchas veces esas llamadas eran por los incesantes sentimientos de angustia que sentía Eren, los mismos que solía tener en el pasado. Esta vez no se podía quedar a su lado durante las noches, pero sí podía hablar con él hasta que lograra quedarse dormido.

Pero no sólo Eren tenía sus propias pesadillas, él también las sufría a diario y sólo él podía calmarlas, permitiéndole dormir cada noche. 

-o-

Fue Armin quien lo despertó a sacudidas en el salón. Las clases ya iban a empezar y no recordaba ni siquiera cómo había llegado a la escuela. Durmió tan poco que era un milagro que se haya despertado, y más aún, que haya llegado a la escuela.

-¿Eren te sientes bien?-el rubio llevó una de sus manos a la frente de su amigo-No parecieras tener fiebre, pero tu cara está fatal…

-Estudie mucho…pero estoy bien-no logró convencer a nadie, menos a su hermana que no apartaba su mirada de protección sobre él-

Debía mantenerse de algún modo, tenía que aprobar ese examen y conseguir que Levi le otorgara un deseo. Tenía que hacerlo, pero en esa condición, se le haría difícil.

Armin y Mikasa se encontraban sentados en las mesas de atrás, su hermana a su espalda y su amigo en dirección al hombro derecho. Siempre se sentaba junto a él, no entendía por qué ahora se apartó, hasta que vio sentarse en el puesto libre a su lado derecho a Jean. Conocía bastante a su amigo como para saber que algo había ocurrido y lo estaba evitando.  El chico se percató de la mirada de Eren ante su llegada y lo miró con desagrado.

-No me mires con ese rostro de zombi que tienes o me irá mal en el examen.

-¿¡Qué!?-levantó el tono de voz-¿Has visto tu rostro?

-Sí, por lo menos no es tan abominable como el tuyo.

Estuvo a punto de responder, cuando Levi entró con una pila de hojas bajo su brazo. En el instante que puso un pie en el salón, todos se sentaron ordenadamente esperando las indicaciones de su terrorífico profesor.

-Les informó, que si veo tan sólo a uno de ustedes copiándose, todos reprobarán-informó Levi-

Muchos rostros se vieron abatidos ante sus palabras, unos temían por el error de alguno de sus compañeros mientras que otros, temían ante su fatal destino al no poder usar sus métodos de costumbre.

-Ya escuchaste Jaeger, utiliza lo que tengas de seso-susurró Jean-

Levi había comenzado a repartir los exámenes, mientras Eren contenía toda su rabia hacia su compañero de al lado. Había gente molesta, pero esa persona le irritaba y no lo dejaba tranquilo nunca, incluso si estaba Levi, no se quedaría callado.

-Por cierto Jean, no había terminado lo de tu cara-volteo a verlo-maldito pony retrasado-dijo en voz baja-

-Te lo estás buscando engendro lame pisos-insultó por su caída en educación física-

-Imbécil.

-Tarado.

-Muérete.

-Kirschtein, Jaeger-los llamó una voz grave a sus espaldas-

Ambos chicos olvidaron su pelea de jardín de niños y sintiendo un frío recorrer su espalda, giraron lentamente como perros aterrados, a ver a su profesor que los fulminaba con la mirada a sus espaldas. Sobre todo a uno en especial.

-¿Quieren empezar a sumar puntos en contra?-les preguntó con unos ojos aterradores a los chicos-

-N-no…-ambos respondieron intimidados, bajando la cabeza y recibiendo el examen-

Ninguno continuó su pelea, ambos la olvidaron y se centraron en responder el examen. Eren sentía como su cuerpo le fallaba y empezaba a cabecear poco a poco. Movía su cabeza hacia los lados para despertar, pero no terminaba de leer la pregunta completa cuando ya cabeceaba de nuevo. Tenía que lograrlo a como dé lugar, se obligaba a continuar, no quería fallar esta sería la única oportunidad para exigir ese deseo en especial.

-Jaeger-lo llamó Levi-

Eren alzó su mirada somnolienta para toparse con los ojos de su amado profesor.

-No te duermas.

Supo interpretar esas palabras, como palabras de ánimo y apoyo. Viendo a esos ojos grises, recordó las palabras de ayer y con ellas sacó fuerzas para acabar el examen.

Después de una hora y media, los alumnos entregaban su hoja de respuestas, apilándola sobre el mesón del profesor una arriba de otra, abandonando después la sala.  El último en entregar fue Eren, quien con una cara de muerte dejó la hoja sobre las demás.

-Nos vemos después-le dijo al menor recibiendo su hoja-

No respondió y se retiró derrotado junto a sus amigos que lo esperaban afuera. Juntó los exámenes en una carpeta y se retiró luego de ordenar todo. No tenía clases hasta la tarde, por lo que aprovecharía esa instancia para revisarlos y calificarlos en la sala de profesores. Estaba ansioso por saber el resultado de Eren, no lo podía admitir pero no esperaría por saber qué ocurriría con el desempeño del menor y la promesa que le hizo.

El otro bloque de clases ya había empezado, para su sorpresa, no se encontraría solo corrigiendo exámenes. Petra estaba sentada trabajando y al verlo entrar, se puso nerviosa y colorada. Levi no le hizo caso y sentándose en su puesto, saco los exámenes y empezó a corregirlos partiendo por el final, quería dejar la sorpresa al último para no ser interrumpida por los demás resultados.

-¿Exámenes?-le preguntó la chica-

-Uhm, sí-respondió concentrado en lo suyo-

-Ha pasado tiempo…ya estamos en periodo de exámenes-sonrió la chica-Yo estoy preparando uno ahora ¿Cómo está el rendimiento de tus alumnos?

-Un asco…-respondió poniendo una nota negativa a Sasha Braus-No sé qué demonios hacen estos mocosos mientras yo hablo.

-Son adolescentes…viven en un mundo distinto al nuestro-excusó la chica-

Levi continuó corrigiendo a gran velocidad, odiaba escuchar eso de mundos distintos. Muchas veces tuvo problemas con Eren al creer eso, que vivían en mundos distintos y lo que él pensaba o sentía, era muy distinto en el castaño. Pero se había equivocado, podía asegurar que ese niño lo amaba mucho más que a su propia vida y no se rendía fácil ante las adversidades, así se lo había demostrado siempre.

Muchas notas bajas, sólo un puñado de alumnos salvaba en esa clase. Tenía deseos de degollarlos por no prestar atención en casi nada de sus clases, por no decir absolutamente nada. Llegó a la última hoja, Eren Jaeger.

-Esa es del chico-notó Petra que no dejó de ver su trabajo en ningún momento-

-Sí-empezó a revisar las respuestas-

Jamás tuvo ansias por revisar algún examen ni se sentía tan nervioso por ver el resultado. Con su palpitar lento y pronunciado, revisaba cada pregunta del menor. Finalizó la revisión con una gran sorpresa, Eren obtuvo ochenta y cinco por ciento de aprobación en su examen, estuvo a punto de quedarse dormido y aun así consiguió rendirlo y sacar una puntuación alta, si hubiera estado más despierto de seguro obtenía una puntación menor.

-¡Fantástico! Obtuvo una puntuación muy elevada-le sonrió a Levi, sorprendiéndose por la notoria sonrisa que se dibujaba en los finos labios del azabache-

-Lo sé-respondió con gran satisfacción y alegría, sabiendo que estas cosas las podía lograr su Eren-

Petra se quedó en silencio, observando como Levi había sonreído como nunca, al ver un simple resultado de un alumno. No quiso ver más, la belleza que tenía el rostro de Levi al sonreír era inexplicable para ella, la hacía sentir a viva piel todos esos sentimientos que sentía hacia él, pero no quiso continuar viéndolo. Esa sonrisa no era para ella.

-o-

Adelantó trabajo hasta que llegó la hora de almorzar. Había empacado los extraños panecillos que hizo Eren ayer para compartirlos con Hanji, con quien almorzaba a diario y hoy le pediría los resultados de su encargo.

Caminó por los pasillos de la escuela ocultando la felicidad que sintió con el examen de Eren. Al llegar a la muy recurrida enfermería abrió la puerta sin llamar antes de entrar. Hanji se encontraba como siempre con papeles y sentada con su bata blanca frente a la ventana.

-Oh mi querido Levi, has vuelto por mí-le llamó con una voz sufrida-

-¿Dónde me siento?-le exigió indirectamente una silla-

-Aquí-empujó una pequeña silla oculta bajo su mesón de trabajo-Las demás las pidieron prestadas unos alumnos.

-¿Y si te piden agujas también se las darás?-respondió sarcásticamente, sentándose en la incómoda silla-

-Podría ser… ¿Qué traes contigo?-señaló el paquete de Levi-

-Nikuman, un plato japonés que Eren preparo anoche-los desenvolvió para poder verlos-

-¡Pan!-gritó la castaña abalanzándose sobre la comida, pero Levi la esquivó-

-Antes, quiero saber que ocurrió con Eren.

-Ah, nada.

-¿Cómo nada?-le preguntó fastidiado-

-Hable con él, su cumpleaños efectivamente es mañana, pero cuando le pregunté sobre que quería…adivina que respondió-sonrió maliciosamente-

-¿Qué?

-¿Es enserio?

-Por algo te estoy preguntando estúpida cuatro ojos-respondió de mala gana-

-Bueno, respondía que te quería a ti, que quería estar contigo y las respuestas siempre rondaban contigo.

Levi abrió los ojos más pronunciados, al escuchar la respuesta. Esperaba otra cosa, algún reloj, ropa o alguna necesidad, pero sus deseos giraban en torno a su persona. No dejaba de sorprenderlo y podía sentir como un calor se apoderaba de él en su pecho.

-De verdad te has ganado la lotería con ese niño, es como si respirara y viviera por ti. Es capaz de vivir contigo y tolerar tu problemático carácter.

-¿Qué mierda insinúas?-atacó Levi-

-Nada, créeme te amo como mi hermano Levi, pero convivir con tu carácter las veinticuatro horas del día me volvería loca-dijo sinceramente-¿A que soy un amor por mi sinceridad?-sonrió-

-Eres una molestia.

-Pero soy la molestia que no desaparecerá de tu vida-dijo con un tono burlesco y cambio repentinamente a uno serio-Deberías hacer algo por él, ¿No quieres verlo sonreír?

-Su sonrisa es lo que más deseo cuidar-respondió sinceramente-

-Aún te queda mucho por aprender mi querido Levi.

-Me lo dice la mujer solterona-burló-

-Yo he decidido casarme con la ciencia, que es distinto-tomó uno de los panecillos mientras Levi no les hacía guardia-

-Sé que me falta mucho por aprender. A pesar de que yo soy el mayor, es él quien me enseña a mí-confesó con su mirada puesta en los panecillos de Eren-

Hanji sonrió. Se levantó y tomó unos tres panecillos dirigiéndose a la puerta.

-Hey, ¿A dónde vas? Aun no me respondes mi encargo-la regañó-

-Créeme, ya lo he hecho-se despidió con una mano antes de cerrar la puerta y dejarlo sólo-

Levi quedó en la enfermería indignado ante la repentina huida de Hanji. No había respondido su pregunta y además se llevó la mitad de la comida dejándolo allí solo. O eso creía hasta que escuchó un ruido que provenía de una de las camillas que se encontraban con cortinas de separación. Sintió como si el mundo se viniera encima, pero no se dejó llevar. Alguien había escuchado todo, alguien lo sabía todo y esto podría convertirse en un irremediable problema.

Para su gran sorpresa, la persona que salió a su encuentro era nada más y menos que Eren que traía sus ojos llenos de lágrimas. El azabache se paralizó, quien había escuchado todas esas confesiones fue la persona a la cual iban dirigidas.

-¿Escuchaste todo?-se dignó a preguntar-

-Sí…perdón no quería…es que Hanji me dijo…-balbuceaba el menor en un intento de justificación-

Créeme, ya lo he hecho”

A eso se refería Hanji cuando dijo eso, y su extraña actitud tan pacífica y comprensiva, todo era un plan. Fue un estúpido al no percatarse de ello antes, pero ya era tarde, Eren lo había escuchado todo y no podría negar nada. Quería asesinar a la mujer que huyó a través de la puerta.

-¿Por qué no me dijiste lo de tu cumpleaños?

-Lo iba hacer….pero Hanji me dijo que no y que esperara…

-Esa mujer…-acarició su sien con sus dedos-Lo planeo todo.

-¿Estás molesto?

Fijo su mirada en los llorosos ojos de Eren, olvidando toda la ira que tenía contra Hanji y la situación en la que lo puso. Eran esos ojos los únicos capaces de sacarlo de todo trance que tuviera dentro suyo, y dando grandes zancadas llegó hasta el menor y lo abrazó, ocultándose entre las cortinas.

-No lo estoy, pero no llores-acarició los cabellos del castaño-

-No lloro…-se aferró a Levi, derramando más lágrimas-Nunca creí que escucharía decirte eso…

-Mocoso-tironeo unos cabellos del menor al sentirse avergonzado- Corregí tu examen-le informó con el propósito de detener el llanto-

-Lo sé, fallé-dijo derrotado-

-No, lo hiciste bien-levantó el mentón del pequeño y le dio un pequeño beso-

Los grandes ojos de Eren se abrían cómo plato, no podía creer que haya obtenido un resultado donde Levi lo considerara “bien”, eso significaba que podía pedir su deseo y cambio la cara rápidamente.

-¿Entonces puedes cumplir mi deseo?-le preguntó con los ojos iluminados-

-Sí, lo haré.

Las mejillas del castaño se tornaron rojizas y sus labios trataban de pronunciar algo pero no lo conseguía.

-Q-quiero hacerlo-logró decir-

-Eso no tienes que pedirlo...

-No es eso…yo quiero hacerlo esta vez…-le miró fijo a los ojos, completamente sonrojado-

-¿Ah?

-Quiero intentar una vez…ser yo quien esté dentro-confesó-

 

Continuará….

Notas finales:

Ha llegado nuevo capítulo :3 Perdón por la demora, estoy muy atareada y además tenía esta duda existencial que decidí dejarla a elección de ustedes, el deseo de Eren. La verdad le di muchas, demasiadas, vueltas al asunto, sé que hay gente que tiene muy marcado esto del Riren y Ereri y la verdad a mí da igual y me interesa que estén juntos. Ahora se los pregunto a ustedes ¿Quieren que Levi cumpla el deseo de Eren? Tengo pensado que hacer, pero quiero saber que opinan, así que por favor les pido sus respuestas c: 

Bueno una vez más les digo que disfruten los capítulos de felicidad, porque extraño el sufrimiento y el suspenso. Soy una maldita, lo sé xD

Que tengan un lindo día y para todos los que son chilenos felices fiestas patrias :D!

Cuídense nos leemos. 

 

Aviso: Resubí el fic completo... tuve un problema con la otra cuenta espero no haber causado muchas molestías con esto :( 

 

 


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