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Renacer por Haru19

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Notas del capitulo: Shingeki no Kyojin y todos sus personajes no me pertenece, son de su respectivo autor Hajime Isayama.
La rutina empezaba nuevamente, Eren salió a la escuela antes para juntarse con Armin y así no causar sospechas. En cuanto a Levi, cuando se halló en el establecimiento fue directo hacia la oficina de Erwin. No lo veía desde aquella vez en la pastelería, desafortunadamente debería verlo otra vez sin haberlo querido así.
Hanji fue lo bastante clara en su mensaje, la próxima semana el curso a su cargo tomaría un viaje escolar fuera del país y sin su consentimiento, él estaba dentro de esa planificación. Por supuesto que no asistiría a un viaje así, mucho menos repleto de mocosos a su cargo que de seguro no obedecerían.
Ya era costumbre entrar a la oficina del director con un fuerte abrir de puerta. Erwin se encontraba como de costumbre sentado en su escritorio, sereno, concentrado y sin mostrarse afectado por el ensordecedor sonido de la puerta, continuaba su lectura fingiendo no ver al furioso de su amigo acercándose hacia él. Levi se mantuvo de pie frente a él, con los brazos cruzados, evitando cualquier arranque dio una patada con la suficiente fuerza para mover el mueble, mas no derribarlo.
-Buenos días Levi, ¿No te parece mejor que utilizar la fuerza?-levantó su rostro, dejando de lado sus papeles-
-Bastardo, ¿Cuándo pretendías informarme sobre el maldito viaje?-expresó con toda furia en sus palabras-
-Creí que tus alumnos fueron claros contigo, después de todo están muy animados y andan hablando de ello por todas partes-se excusó retomando la lectura de los documentos en sus manos-
Erwin sabía que sus alumnos eran silenciosos y obedientes frente a él, no había palabra innecesaria que saliera de sus bocas con tal de evitar el castigo endemoniado que tanto se rumoreaba, no siendo falso. Comentar sobre el viaje frente a él no lo harían, el rubio lo sabía tanto como él y ahora lo utilizaba con una excusa. Levi tensó su mandíbula, pateando nuevamente el buró frente suyo.
-No creerás que aceptaré ese maldito viaje-retomó Levi, aún más enfadado-
-No tienes opción, está dentro de tus obligaciones como profesor encargado de ese curso-explicó Erwin sin apartar sus ojos del papel-
-El viaje de esos mocosos no tiene que ver conmigo, ¿Quieres que vaya de viaje a controlar una manada de animales?-enarcó una ceja-
-No irás solo, Petra Ral será la profesora acompañante-agregó-
-Puede ir sola, no me meterás en eso-se opuso-
-Es parte de tu trabajo.
-Mi trabajo consiste en insertar conocimiento en las mentes inmaduras a mi cargo-refutó-
-No te lo estoy preguntando, es una orden-lo ordenó mirándolo a los ojos-
-No soy tu maldito peón-correspondió la mirada fría-Pudiste mandar a cualquier otro profesor a cargo, ir de viaje jamás ha sido una obligación. Estás haciéndolo para alejarme por un tiempo de Eren ya que él no podrá viajar ¿Me equivoco?
-¿Qué te hace pensar qué quiero alejarte de Eren? Una semana, ¿Tan poca fe tienes en sus lasos?-sonrió-
-He tomado mi decisión, no pienso cambiarla-afirmó-
Salir o entrar de allí, ya no implicaba tener que saludar o despedirse, tampoco era como si alguna vez hubiese sido como tal. Levi salió de allí sin siquiera dirigirle una mirada. La campana ya había anunciado el inicio de clases, a penas la oyó salió de ese desagradable lugar sin encontrar motivos para quedarse allí.
Sus pasos eran marcados y rápidos, sus brazos se movían al son de sus piernas de camino a la sala de profesores. No era necesario hablar con él para darse cuenta de lo irritado que se encontraba, su lenguaje corporal le delataba aun queriendo parecer sereno.
Su nivel de tolerancia empezaba a sobrepasar los límites, si Erwin significaba un problema al principio, ahora se había convertido en un inminente peligro para Eren. No había que analizarlo dos veces para concluir que el castaño se encontraría completamente solo esa semana al no poder viajar. Armin, él y hasta la desagradable de Mikasa se encontrarían a kilómetros de aquí. El padre de Eren trabajaba todos los días y habían días donde ni siquiera tocaba su casa, ¿Qué mejor momento para asechar al chico? Incluso si eso no llegara a ocurrir, las últimas actitudes de Eren le tenían preocupado. Lo que sucedió durante su viaje, no había sido nada normal, tampoco podría considerarse como una serie de pesadillas u algo por el estilo. El comportamiento que tuvo esos días dejaba inseguro a Levi, por ningún motivo se apartaría del menor en estos momentos. No podía evitar revocar experiencias pasadas al pensar en ello, esta vez no se equivocaría, tomaría las decisiones correctas y así, protegería a Eren de lo que estuviera detrás de él en esta vida cueste lo que cueste.
La sala de profesores se encontraba vacía, todos debieron de ir a sus respectivas salas mientras que él, como nunca, llegaría tarde. La primera clase que tenía para hoy era un curso más avanzado que el de Eren. Tomó lo necesario y se dirigió enseguida al salón que le correspondía.
Al entrar, todos los alumnos reflejaban la sorpresa a través de sus ojos. El maniático y estricto profesor puntual había llegado con minutos de retraso a su primera clase. Levi pudo sentir como todas esas miradas se dirigían a él, sin prestarles atención dejo sobre el mesón del frente una pila de hojas amontonadas que sonaron concentrando las miradas de los alumnos en ellas. Sabían de qué se trataba.
-Control-anunció Levi de mala gana-
La costumbre de los controles sin previo aviso de su profesor se había vuelto costumbre, ninguno de ellos reclamaba a estas alturas, algo que sí ocurrió las primeras veces. Levi se paseó por el salón repartiendo las hojas como un verdugo, todos en silencio después de haber recibido sus hojas y con su profesor sentado frente a ellos, iniciaron la tortura frente a sus ojos.
Lamentablemente, debía admitir que no podía concentrarse como debido para hacer clases. La incertidumbre lo estaba matando, la tranquilidad que por algún momento creyó tener no fue más que la mísera ilusión a la cual se quería aferrar. Eren no estaba a salvo y lo peor de todo era el no saber qué lo asechaba e incluso, qué sucedía con él.
Su mente no dejaba de buscar respuestas, de lo único que podía desconfiar era de Erwin. Sin embargo, las respuestas ante la actitud de Eren no tenían respuestas, aún. Pensar tanto en ello le generaba dolor de cabeza, no había ninguna certeza de qué significaba el conjunto de antecedentes que tenía en su mente. Cerró sus ojos y con sus dedos sobó su sien, buscando aliviar el gran dolor que le generaba el tema. No se preocupó siquiera de cuartar a sus alumnos como guardia militar, más de alguno debió intentar copiar o lo había hecho, pero su mente estaba demasiado ocupada como para prestar atención.
Los conflictos personales jamás implicaron una molestia significativa que interfiriera con sus asuntos laborales. Tampoco era importante como para llamar un problema como tal, siempre frío y calculador cumplía con sus deberes sin ningún problema. Nuevamente Eren se convertía en el único capaz de alterar toda esa calma y rebalsar el vaso de sus emociones con cada dificultad que presentara. Recordaba cuanto le molestó el hecho de ser tan vulnerable con él en el pasado, intentó huir de ello sin saber que lo hacía, buscó todas las formas de eliminar esos extraños sentimientos que le agobiaban e hizo de todo con tal de desecharlos, sin embargo, Eren lo arrastraba cual imán de polo opuesto al suyo. Cuando se halló sumergido en medio de todos esos confusos y nuevos sentimientos, supo que ya no habría vuelta atrás. Hoy continuaba sintiendo ese desagrado al sentirse así de vulnerable por una persona, pero los momentos junto a él eran suficientes como para darle un significado válido.
Su mundo no había cambiado radicalmente después de todo, no obstante, existían detalles en su diario vivir los cuales si debieron presentar un giro de trescientos sesenta grados en esta vida. Personas y circunstancias, las cuales no podría juzgar por tiempos pasados.
Parecía que la gran mayoría de los mocosos que estuvieron a su cargo en la milicia habían reencarnado en el mismo lugar, muchos de ellos no cambiaron en nada, otros, tal vez sí. Un nivel más alto que Eren y sus compañeros, se encontraban aquellas personas que estuvieron tras el castaño; Ymir, Annie, Reiner y Berthold, de los cuales los últimos tres se encontraban justo en este momento frente a sus ojos resolviendo el control. Cada uno de ellos se encargó de perseguir a Eren para sus propios fines, ya que después de todo, era la gran llave del secreto de los Titanes.
No podría culparlos ahora de algo, ellos llevaban una vida distinta en esta época y no existía motivo alguno para que fueran tras Eren. Sin embargo, el recelo ante sus personas era algo que Levi no podía borrar y mucho menos olvidar.
-o-
Las excesivas preguntas de Mikasa por sus repentinas salidas diarias los fines de semana lo estaban estorbando. No le bastaba con que le dijeran que se la pasaba con Armin esos días, pese a que no fuese verdad, sí su amigo no le estuviera cubriendo pasar tiempo con Levi sería más difícil de lo que ya parecía. Ambos intentaban cubrir la verdad detrás de todas esas mentiras que le daban a su hermana, la chica no cedía ante ellas puesto que pensaba que lo mejor para Eren era quedarse en su casa descansando. Pero en su casa no había nadie y aunque hubiera, él quería pasar el poco tiempo que tenía disponible con Levi.
La próxima semana el azabache tendría que viajar junto a todo su curso, a excepción de él por supuesto. Una semana completa donde se encontraría solo, absolutamente solo. La soledad no era un gran problema antes del incidente de su madre, aunque deseara estar solo cuando se enfadaba o necesitaba su espacio, jamás lo estuvo. Ahora que ya había probado el amargo sabor de la perdida, una vez más en esta vida, y junto con ello regresaron sus recuerdos, el temor de la perdida y la soledad se habían hecho presentes en su diario vivir.
-El lunes próximo, ¿Ustedes irán de viaje?-sorprendió Eren a sus amigos con la pregunta-
-¿Cómo supiste eso?-preguntó su hermana-
-No hay que ser un genio para darse cuenta, han estado hablando de ello-mintió puesto que se había enterado por medio de Levi-
-Será una semana-espetó Armin-
-No puedes ir-prohibió Mikasa enseguida-
-Estoy mejor, no pueden tratarme como un enfermo para siempre. Si hablo con mi padre…-explicó Eren con su vista al exterior por la ventana del salón-
-…l lo prohibirá, no llevas mucho que despertaste-le cortó-
-¿Me van a tener dentro de esta ciudad para siempre?-volteo a ver a su hermana, apretando sus puños-
-No entiendes nada-respondió molesta-
-¡Tú eres quien no entiende!-se levantó abruptamente de su puesto, quedando frente a su hermana. Sus ojos los mantenía firmes y furiosos en los fríos de la chica-
-Chicos…-intentó interponerse Armin-
-Estás siendo egoísta, no podemos arriesgarnos a perderte también-defendió Mikasa sin hacer caso al rubio a su lado-
-¿Egoísta? Sólo están poniendo todos sus miedos sobre mí…-cortó la distancia con la chica, quedando a pocos centímetros de ella-
La tensión entre ellos llamó la atención de quienes se encontraban en el salón en medio del corto lapso de descanso que tenían entre clases. Los dos se mantenían firmes en su posición, no pensaban ceder en sus ideas.
-No irás Eren, deja de comportarte como un niño-sostuvo Mikasa-
-No eres quien para darme órdenes-frunció el ceño, soltó su mirada y se fue de allí-
-¡Espera Eren!-lo siguió Armin-
-No vayas-lo retuvo Jean que se acercó una vez que el castaño se fue-Quiere estar solo.
La chica que hace segundos se mostraba invulnerable, ahora conservaba un semblante lúgubre y triste. El amor que tenía hacia su hermano era tan grande como para ir en contra de él con tal de mantenerlo a salvo, lo había lastimado y lo sabía, pero prefería que fuese así a poder ponerlo en peligro.
-No debiste ser tan dura…-le dijo Armin-
No respondió. Por su mente cruzaban las fotos del rostro de Eren rebatiéndole sus ideas, sus ojos cristalinos relevando sus ansias por llorar y la determinación contenida en ellos.
-Eren…-susurró la chica para sí-
-o-
Con paso acelerado pretendía alejarse de allí, sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas y para su mala suerte los pasillos eran concurridos por más de algún estudiante. Odiaba tener que explotar frente a sus emociones, sobre todo la frustración que tenía al no ser escuchado por su hermana y saber que estaría sometido a las restricciones de su familia.
La gente ya empezaba a percatarse de su estado, al verlo pasar sus miradas se fijaban en su persona y algunos cuchicheaban a sus espaldas. No resistiendo la atención de la gente, se adentró al primer baño que encontró de camino. Sólo había dos chicos que ya se iban de allí, mientras que él se escondió en una cabina, se sentó en el retrete que se encontraba cerrado y se largó a llorar en silencio.
Para que no lo escucharan, cubrió su boca y nariz con el antebrazo, con su otra mano se concedió continuos golpes en su muslo mientras trataba de agotar sus lágrimas. Como siempre había mezclado todo y acabó así. Sí hubiese sido el simple hecho de ser retenido por su padre y hermana habría sido más fácil de llevar, pero junto a ellos se unía la impotencia de no poder hacer nada, no poder ir junto a Levi, no viajar junto a sus compañeros y el dolor de haber perdido su madre sin poder hacer nada. Tal vez su hermana tenía razón y él continuaba siendo un niño, después de todo se estaba comportando como uno al mezclarlo todo y proseguir su enojo ante el correr de sus lágrimas.
La siguiente clase ya había empezado, pudo notarlo debido a la ausencia de ruidos al interior y exterior del baño. Seguro de que no fuera a encontrarse con nadie, secó sus lágrimas con las muñecas del chaleco del uniforme, respiró y abrió la puerta de la cabina. Se había equivocado, frente al espejo se encontraba Marco que le vio salir a través del reflejo y sonrió al verlo.
-No has cambiado tu manía a llorar por todo-se burló al notar lo rojo de sus ojos-
-No molestes, deberías estar en clases-respondió Eren molesto por la situación-
-Tú también-defendió Marco-
Se esforzó por no reñirse con él y mojó su rostro en el lavamanos. Marco no apartó su atención de las acciones que realizaba el castaño, podía sentir la atención de más puesta sobre él y sin vacilar encontró la mirada del chico pecoso.
-¿Qué quieres?-preguntó molesto-
-Nada en especial, es gracioso verte así-respondió con un aire desinteresado-
-Tu odiosa atención me molesta-atacó Eren-
-Lo sé-sonrió irónicamente-
Con más verlo, no podía creer cómo Marco llegó a cambiar tanto. Era una persona fría y grosera, no parecía ser una máscara que tenía hacia la gente, era de verdad él. Una vez más se hizo la misma pregunta de siempre, ¿Qué le había ocurrido? Pero, ¿Por qué no preguntárselo a él?
-¿Qué te ocurrió? Antes no eras así…-preguntó Eren calmando su postura-
-Estamos en otra época-se defendió el pecoso-
-¿Esa es tu respuesta?
-Luego de un tiempo, puedes ver más allá de las cosas-confesó apartando su vista del castaño-
-¿Qué quieres decir?-preguntó extrañado ante sus palabras-
-Algún día lo entenderás, pero-se aproximó al castaño quedando con sus labios al lado de su oído-No confíes en tu alrededor-susurró-
El chico se alejó del castaño y se dirigió a la salida del baño. Eren se mantuvo postrado en su posición luego de escuchar las palabras de Marco. Antes de que se marchara, reaccionó y giró en dirección hacia él.
-¿Qué significa eso…?-preguntó asustado-
-Lo que escuchaste-habló sin voltear y salió de allí-
El sonido de la puerta prevaleció en su mente como un eco detrás de las palabras de Marco.
“No confíes en tu alrededor” ¿Qué significaba eso? ¿Había algo malo con su entorno? ¿Por qué le decía esas cosas? Y, ¿Cómo podría saberlo? Todas esas preguntas bombardeaban la mente del castaño. Marco sabía algo, de eso estaba seguro pero, ¿Qué? Ese chico se había convertido en un verdadero misterio y le daba cierta inseguridad. Parecía conocer su situación, más que la simple información de haber estado en coma en el hospital. Debía de tener cuidado con su entorno, pero ¿De quién exactamente? Su mente era un mar de dudas sin respuestas, pero sí había alguien de quien debía cuidarse. Erwin. Esa persona había demostrado ser extraño en su comportamiento, al principio todo pareció ser un simple amante que deseaba a Levi y quería alejarlo, sin embargo, con el tiempo fueron apareciendo más indicios de que tramaba algo. Era él a quien Marco se debía referir, pero aun así, era extraño.
Prefirió dejar eso de lado y salió del baño, esta vez, asegurándose que no hubiese nada en los pasillos. Sus ojos ya no se encontraban rojos, pero si alguien le veía y preguntaba no respondería bien. Debía volver a clases con el señor Auruo que, por supuesto, se aprovecharía de su retraso para fastidiarlo de algún modo.
Antes de entrar a la sala, dio dos golpes no muy fuertes pero lo suficiente para que se escuchara. La abrió y se adentró lentamente a la sala, sus compañeros sobre todo Mikasa, lo observaron y no falto el profesor que se parara frente a él de brazos cruzados simulando un aire de superioridad. El castaño se detuvo al tenerlo de frente, escondió sus manos en los bolsillos del pantalón y desvió la mirada hacia abajo. Auruo disfrutaba de esas posturas que expresaban arrepentimiento, aunque no lo tuviese así podría evitar cualquier problema mayor con su agobiante profesor.
-Tarde Jaeger-le hizo ver sosteniendo su postura superior-
-Lo siento-se disculpó el castaño-
-Hablaré contigo de tu castigo después de clases, siéntate-ordenó-
-Sí profesor-asintió y obedeciendo fue a su puesto-
Su hermana y su amigo no le hablaron cuando se sentó, él tampoco los miró y no pensaba hacerlo. Armin no tenía la culpa de nada, no obstante si su hermana lo veía a su lado ella se integraría. Debería dejarlo de lado hasta que las cosas con ella se solucionaran, desgraciadamente Armin pagaría los platos rotos sin haber tenido culpa de nada.
Al finalizar la clase, Auruo cumplió su palabra y retuvo al castaño antes de ir almorzar. Un nuevo trabajo de investigación que debía constar de un mínimo de treinta páginas y además, le recalcó que tendría tiempo de sobra mientras sus compañeros estuviesen de viaje. Estuvo cerca de llegar nuevamente al límite y explotar, pero logró aferrarse al razonamiento y detenerse.
Con el trabajo ya en mente, fue por el almuerzo que traía envasado de la casa de Levi. Afuera se encontraban su hermana y su amigo esperándolo.
-Los alcanzo, debo ir a la sala de profesores-mintió el castaño-
-Estaremos donde siempre-le indicó Armin ante la nula respuesta de la pelinegra a su costado-
-Bueno-contestó y se marchó-
Mentirles no le hacía sentir mejor, pero almorzar junto con ellos, más bien su hermana, no ayudaría más que una mentira. Debía encontrar un lugar donde esconderse, cuando se percataran de su ausencia, irían por él y ella tenía inculcado un radar para hallarlo. No lo pensó dos veces, sólo había un lugar donde podría ocultarse y ser resguardado. La enfermería junto con Hanji.
Se sentía un estúpido por ir a ocultarse allí, tendría que dar una buena razón para hacerlo y no había mejor excusa que la verdad. Cuando se encontró frente a la puerta de la enfermería, se aseguró que no hubiera nadie conocido que lo viera entrar, tocó la puerta y entró pidiendo permiso.
-¡Eren! No te esperaba-la castaña se animó al verlo entrar-
-Debo pedirte algo…-requirió-
-Te escucho.
-¿Puedes ocultarme durante el almuerzo?-rogó-
-Sí, ¿Ocurrió algo con Levi?-preguntó preocupada-
-No tiene nada que ver con él…-se sentó en una de las camillas que lo escondían con sus cortinas divisoras de la entrada-
-¿Uhmm?-quiso saber-
Tuvo que explicar todo el conflicto que tuvo con su hermana, no se dio cuenta pero a su vez le dijo como se sentía con el viaje que emprenderían Levi y sus compañeros, lo mucho que quería ir con él y lo agobiante que significaba quedarse solo en esta ciudad. Hanji se había convertido en su mayor confidente y cómplice desde su vida anterior, solía consultar sus problemas y dudas con ella e incluso, era ella quien le ayudaba avanzar en su relación con Levi.
-Ya veo-acomodó sus lentes, solía hacerlo en medio de una conversación-Ella sólo se estaba preocupando de ti.
-Lo sé, pero es tan…molesta-confesó-
-Todos están preocupados, es normal que actúen así. Debes ser paciente. Te aseguro que a Levi tampoco le gusta la idea-
Y como si eso hubiera apelado su presencia, seguido de su nombre el azabache entró por esa puerta sin ver al menor que se encontraba oculto por las blancas cortinas. Eren, quien tampoco podía ver quien entraba, se crispó al sentir el abrir y cerrar de la puerta.
-Ni se te ocurra decirme que debes hacer cosas cuatro ojos-se adelantó hablar Levi-
-Tenemos visita-informó Hanji-
-¿Qué?-Levi se adentró a la habitación hasta quedar al lado de la castaña y ver quien se encontraba allí-¿Qué haces aquí?
-…Eh…tenía migraña…-se excusó el menor-
-¿Y de paso vienes almorzar?-se fijó en el almuerzo entre sus manos-
-Es una buena idea-agregó Hanji al prever lo que venía-
-Iba a comer después…
-¿Te ocurre algo?-intuyó Levi-
-Nada-desvió la mirada-
-No mientas, basta con verte la cara-sostuvo Levi-
-¡Nada!-gritó enojado al levantarse e irse de allí-
Con el portazo de Eren, Hanji y Levi se quedaron pasmados ante la actitud explosiva del chico. Le había gritado al azabache y no era admisible una actitud así para el mayor.
-¿Cuál es su maldito problema?-preguntó Levi molesto a lo cual la castaña sonrió-¿Y tú de qué te ríes?
-…l no ha cambiado en nada y tú tampoco mi querido amigo.
-Tch, no empieces con tus babosos discursos-tomó una silla y se sentó frente a ella-
-¿Y bien? ¿Qué sucederá con el viaje?
-No iré-respondió en seco-
-Las reglas de la escuela obligan a que sean dos los profesores acompañantes, arruinaras el viaje de esos chicos.
-Sólo debe haber algún estúpido que ocupe mi lugar y todo estará bien-solucionó el azabache-
-Eren estaba muy afectado por esto. La razón por la que estaba aquí era por una discusión que tuvo con su hermana, no se lo está tomando bien-confesó Hanji-
-Esa mocosa se lo buscó-defendió el azabache-No lo dejaré solo.
-Esa mañana que me llamaste, dijiste que debías hablar de algo importante-le recordó la castaña-
Hubo un instante de silencio, Levi dejo todo de lado y recordó todas sus preocupaciones que tuvo en ese momento. La única persona de confianza que podía ayudarlo era ella, Eren no se imaginaba las cosas que habían descubierto con la castaña y así continuaría hasta saber con claridad la situación de esa información.
-Este fin de semana llevé a Eren a Salzburgo, no hubo ningún problema hasta entrar al castillo donde pasamos un buen tiempo con los reclutas. Tuvo una reacción extraña y luego se desmayó. Despertó recién de noche y luego de eso, tuvo una horrible pesadilla de la cual no podía despertar-explicó serio-
Nuevamente el silencio se hacía presente, esta vez con la castaña con un rostro serio y distante. Se encontraba pensando en cada una de las palabras de Levi, y parecía llegar a la misma desgarradora conclusión que él. Pensaba estar equivocado, eso deseó desde el momento que esa hipótesis cruzó por su mente, y ahora, el silencio que mantenía la loca de su amiga no permitía negarlo.
-No te quedes callada maldita loca-rompió el silencio-
-Creo pensar lo mismo que tú, ¿Me equivoco?-su tono se escuchaba neutral-
-No sé a qué mierda te refieres.
-Esto es similar a lo que ocurría con él en el pasado-le aclaró incluso sabiendo que su amigo conocía la respuesta-Antes de sacar una conclusión apresurada, le haré unos exámenes al cuerpo de Eren. Para eso necesito preparar algunas cosas, no podemos hacerlo aquí. No sabemos qué está ocurriendo, no hay que alarmarse.
-Lo sé.
-Debes cuidar muy bien de él hasta que hagamos los exámenes. Te diré cuándo podremos proceder, él tendrá que saberlo tarde o temprano-le ordenó-
-No hace falta que me digas eso-respondió observando la comida preparada por el menor en sus manos-
-Levi…-quiso hablar Hanji-
-Está todo en orden. Esperaré tu llamado-le cortó-
La castaña relajó sus facciones en una sonrisa suave. Era imposible olvidar cómo terminó su amigo cuando Eren desapareció de sus vidas, temía que la historia se volviera a repetir y con ello su amigo perdiera la razón nuevamente. Había algo que ella sabía sobre el menor y que no había dicho. No pensaba decirlo tampoco sin antes comprobar que sus miedos y presentimiento fuesen reales, y que aquella vez que las heridas de Eren sanaron en minutos antes de que despertara, eran exactamente producto de ello.
Sin embargo, los secretos no abundaban sólo por parte de Hanji, el azabache también conservaba los suyos con respecto a la actitud y hechos recientes con Erwin. El creer que ocultárselo iba a ser para mejor, le llevo a no hacerlo. Erwin era un amigo muy cercano a ella, saber la verdad que guardaba ese hombre haría aflorar esa parte homicida que se ocultaba en el interior de esa mujer y nada le aseguraba que ese hombre no haría nada en contra. Ninguna barrera sería capaz de contenerla.
Compartieron el abundante almuerzo que preparó Eren, parecía saber que además de él también se alimentaba Hanji y las porciones se habían vuelto aún más grandes. Ambos en silencio, acabaron con la comida mientras que los secretos de ambos rondaban por sus mentes deseando salir y a su vez ser guardados por seguridad hacia el otro y sobre todo, para el castaño.
-o-
Acabo por pasar la hora del almuerzo en el primer lugar que descartó a toda costa, el baño. Se encerró junto a su almuerzo en ese lugar, preocupándose de no hacer ruido y tomar conciencia de la paliza que le proporcionaría Levi cuando lo viera debido a su “acto de rebeldía”, según lo categorizaba el azabache.
Era hora de retomar las clases, pero no quería salir de allí. Presentía que al hacerlo se encontraría con Marco y, ¿Qué peor que encontrarlo dos veces en la misma situación? Para evitar que sucediera nuevamente, antes de salir de allí miró por debajo de la puerta y no vio los pies de nadie. Estaba solo. Salió de la cabina y enseguida se marchó de allí.
La clase que continuaba era de Levi. Llegar tarde aumentaría su condena que seguramente tendría planeada desde el instante que le gritó. Cuando entró a su salón, sus amigos le quedaron observando y su hermana le miró devastada al haber sido apartada por él. Su amigo parecía estar más tranquilo y entendía la situación, pero eso no quitaba el hecho de sentirse incomodo con la situación. No prestando atención, se dirigió a su puesto y se sentó mirando hacia la ventana sin dar ninguna explicación del por qué los dejo solos.
-Eren, ¿Podemos hablar?-preguntó su hermana sentada en el puesto de atrás-
-Las clases ya van a empezar-respondió neutro sin voltear hacia ella-
Pese a las palabras del castaño, la chica se levantó y lo tomó del brazo haciéndolo levantarse a la fuerza. Era común ver como Mikasa arrastraba a su hermano contra su voluntad, muchas veces lo había hecho por lo que sus compañeros no prestaron atención ante los gritos de Eren por zafarse. Fue arrastrado por ella a un rincón para hablar a solas y cuando estuvieron allí, el castaño zafó su brazo con un brusco movimiento.
-¿Qué quieres?-le preguntó en seco, pero la chica se mantenía con sus ojos tristes sobre él en silencio-No me molestes-intentó volver a su puesto-
-Lamento haber sido muy dura-se disculpó sosteniéndolo del chaleco-
-No importa, ya olvidé lo que me habías dicho-respondió más calmado-Eh…tal vez fui un poco duro también-balbuceo un intento de disculpas-
-No quiero perderte…-confesó la chica-
-Nada me ocurrirá. No insistiré con el viaje, pero no dejaré que me sigan tratando de incapacitado-hizo una pausa-Eso no nos regresará lo que perdimos…
Ellos no tocaban el tema de su madre nunca, era un tema delicado y ella lo evitaba para no hacerle daño. No se había dado cuenta que así también había dañado a ambos. Sin soltar el chaleco de su hermano, se inclinó hacia delante y apoyó su cabeza en el pecho de su hermano. Aspiró su aroma y sintió el calor de esa persona que quería conservar, su familia. La gran mano de su hermano echa un puño, dio leves golpes sobre su cabeza. Fue inevitable recordar aquellas veces cuando pequeños él la consolaba así cuando era capaz de escarbar sus sentimientos a través de sus propias murallas. Lágrimas empezaban aflorar por sus ojos, reteniéndolas allí para no llamar la atención.
Se había liberado de una gran carga luego de arreglar las cosas con su hermana, y ahora podía aceptar la situación. No iría al viaje junto con Levi y sus compañeros, demostraría con el pasar de los días que se encontraba bien y así recuperaría la oportunidad que le dio este mundo para conocerlo. Continuó golpeando a su hermana que permanecía aferrada a él, hasta que por la puerta entró Levi quien vio la cariñosa escena que tenía allí atrás junto a su hermana. Un potente escalofrío recorrió su espina dorsal en el momento que los fulminantes ojos grises de su profesor y amante se posaron sobre él. Su mano se detuvo de inmediato y enseguida apartó a su hermana, aunque todo ya hubiese sido grabado por el azabache.
-Ustedes dos, después tendrán tiempo para jugar. Ahora vuelvan a sus malditos puestos-les ordenó a ambos, fijando su atención en uno sobre todo-
Regresaron a sus asientos, Eren escondía su mirada de la de Levi. No había hecho nada malo y Mikasa era su hermana, pero aun así, el azabache era demasiado posesivo con su persona, cualquier persona que estuviera así con él era motivo de peligro. Hubiera preferido llegar tarde y tener que lidiar con su insolencia y su impuntualidad, a lugar de los celos del mayor. No había nada peor que los celos de Levi.
-Antes de empezar la clase, debo hablar con ustedes-informó-No está en mí tener que tratar un tema distinto al objetivo principal de esta instancia, pero debido a que todo ocurrió tan rápido se los diré yo-hizo una pausa-No iré de viaje con ustedes-Eren alzó su rostro hacia su persona, sorprendido por la noticia- Las razones son simples, mientras ustedes hablaban de ello a mis espaldas nadie se dignó a decirme algo y no lidiaré con un viaje a última hora.
Un alumno levantó su mano, pidiendo permiso para hablar. Levi le autorizó hablar con un movimiento de cabeza a su dirección.
-¿Q-quien irá con nosotros…? La señorita Petra no puede ser la única…-expuso Mina con temor de ser regañada por su profesor-
-Ya está solucionado. El profesor Auruo irá con ustedes-confirmó el azabache-
La noticia no fue ser mejor, muchos no toleraban la arrogancia de su profesor y ahora tendrían que ir con él de viaje. No bromeaban al preferir a Levi antes que aquel profesor.
-Suficiente charla, ya les informé ahora empezamos la clase. Saquen el libro, página ochenta-cortó el tema sin dejar que se alargara y empezó su clase-
Nadie se encontraba más asombrado que Eren. Ya se había hecho la idea de quedarse aquí solo, sin poder ir junto a ellos. Pero Levi fue capaz de cancelarlo y se quedaría con él, no estaría solo. Aun con la fría mirada de Levi, quien no había olvidado sus celos, las preocupaciones e irritantes sentimientos que sentía recibieron el mejor alivio que pudo desear. Tuvo deseos de lanzarse y abrazarlo dándole las gracias, aunque lo más probable fuese recibir una patada en respuesta de su parte.
Estaba feliz y tranquilo, pero se sentía responsable al ocasionar que dejara de lado a sus planes y responsabilidades por él. Sobre todo culpabilidad al ser feliz por preferirlo a él.
Toda la hora mantuvo su mente en otro lado, viendo a Levi explicar la materia que no escuchó. Cuando finalizó la clase, intentó alcanzarlo pero este salió rápido y sin intenciones de detenerse, mucho menos si se trataba de él. Antes de salir de allí ni siquiera volteo a verlo como lo hacía de costumbre, debía de estar muy molesto pero con la simple noticia que dio no le daba la posibilidad de estar preocupado por ello.
Decidió ir por él antes de que regresar a su casa, hoy no podría ir donde Levi producto de no alojar en su casa por un fin de semana completo. Unos minutos, tan sólo unos minutos junto a él de profesor a alumno y estaría bien.
A penas escuchó el último timbre anunciando el fin de la última clase del día, tomó sus cosas y saltó de la silla hacia la puerta. Antes de que su hermana y amigo le preguntaran a donde iba, avisó que iría a la sala de profesores por algo y que no lo esperaran. Con esa información Armin sabría qué hacer, salvo que Jean se lo llevara con él y estropeara todo.
Corrió por los pasillos y así evitar que Levi se marchara antes de que llegara a por él. Cuando se encontró fuera de la sala de profesores, se detuvo un poco antes de tocar para entrar. Encorvó su cuerpo y se apoyó con sus manos sobre sus muslos para recuperar el aire. Una vez más calmado, se animó para llamar a la puerta, pero a centímetros de que su mano hiciera contacto con aquella, se detuvo al escuchar dos voces conversando. Agudizando su audición, pudo adivinar que se trataba de Petra y Levi que conversaban. Su estómago se anudó al percibirlos a ambos juntos y solos al interior, no había olvidado que ella fue la novia de Levi en el pasado, mucho menos, que tal vez si ella hubiera continuado con vida jamás hubieran empezado una relación.
-Entonces es definitivo… ¿Lo cancelaste?-le preguntó desanimada la chica-
-Sí, iras con Auruo-rectificó Levi que ordenaba sus cosas-
-¡Pero todo estaba planificado!
-Debo quedarme, no estarás sola.
-…Quería que tú me acompañaras…-susurró-
-¿Cuál sería la diferencia? No estarás sola-repitió el azabache-
-Rivaille-le llamó la chica, captando su atención y mirándolo a los ojos-Me gustas…-confesó ruborizada-No debes responderme ahora, puedo esperar…
-No lo hagas.
-Sí alguna vez...tienes problemas con esa persona especial que me dijiste la otra vez, estaré aquí…-se ofreció pese a las palabras tajantes del azabache-
-Esa persona no se irá jamás. No desperdicies tu tiempo, nadie más puede ocupar ese lugar-le dejó claro-
Sabía que con aquellas palabras estaba destrozando las expectativas de Petra, pero lo que decía era verdad. Nadie podría reemplazar ese espacio que tenía para Eren, en el momento en que lo perdiera era el término de su mundo en sí.
-…Esa persona, debe ser muy afortunada-sonrió la chica, sosteniendo las lágrimas-
-Tal vez el afortunado sea yo-confesó sin pensarlo antes-
Petra entendió que no habría oportunidad con él, agobiarlo sería para peor por eso nunca estuvo sobre él insistiéndole. Aceptó la realidad, no había nada más por hacer y tomó sus cosas para salir de allí. Deseaba ocultar sus lágrimas de Levi, ella continuaría trabajando a su lado y que él conservara esas imágenes de ella sería un bochorno. Sin embargo, su destruido rostro no pudo ser oculto.
-Siento molestarte, pero no olvides lo que dije. De todos modos estaré aquí-le dijo con una sonrisa forzada, dio media vuelta antes de escuchar otro comentario de Levi y cuando abrió la puerta, se encontró con un estudiante avergonzado-¿E-eren?-trastabilló al pensar que pudo haberlos escuchado-
-L-lo siento, yo…-intentó dar una excusa, pero el impacto tras la conversación lo tenía fuera de sí-
-Pasa, te estaba esperando-se apresuró a decir Levi-
-Con permiso-entró el castaño-
-Bueno, nos vemos-se despidió Petra, marchándose con el cerrar la puerta-
Quedaron ambos solos, Levi tenía frente suyo al menor con sus manos entrelazadas de frente y sus mejillas coloradas. Su mirada se mantenía en el jugar de sus dedos, no se atrevía a mirarlo a la cara luego de haber escuchado semejantes palabras.
-¿Tus padres no te enseñaron a no escuchar conversaciones ajenas? Mocoso estúpido-le regañó-
-Perdón, venía por ti hasta que los escuche hablar y no pude entrar…tenía miedo de escuchar…-se disculpó-
-¿Escuchar qué?-preguntó aún molesto-
-Que aceptaras sus sentimientos…-confesó-
Segundos después, un libro sobre uno de los mesones viajo hacia la cabeza de Eren, impactándolo sin previo aviso. El chico separó sus manos y las llevó a su frente.
-¡Eso duele!-reclamó mientras acariciaba su frente-
-Tú no aprendes nada pedazo de imbécil-bramó enojado-
-Lo siento…-clavó su mirada en el azabache-Gracias…
-No es necesario.
-Por cancelar el viaje, probablemente querías ir y lo dejaste por mí.
-Te estás dando mucho crédito-el rostro de Eren reflejo el descontento ante sus palabras-No iré ya que no quiero.
-De todos modos…gracias-sonrió-
Ante esa sonrisa que le regalaba Eren, no pudo evitar sentirse atraído por él. Sus actos solían atraerlo cual imán hacia él, y, sin demorarse, avanzó hacia el menor y lo encarceló entre sus brazos, cerrando antes la puerta con pestillo.
-Levi…estamos en la escuela-le recordó el castaño nervioso-
-Lo sé-respondió con sus ojos fijos en los esmeralda del menor, cortando la distancia que los separaba-
Estuvo por detener a su profesor que se acercaba a sus labios, pero él también los deseaba y sin importarle quien pudiese venir, se dejó llevar. Rodeo al azabache por el cuello y se dejó besar por su amado profesor. Levi no se detuvo a besarlo despacio, sin esperar se adentró con su lengua al interior de la boca del menor y le exigió a este que le correspondiera como tal.
En los pasillos se podían escuchar los estudiantes pasar, hablar y correr, mas eso no fue motivo para despegarse el jugueteo de sus lenguas. Pronto Levi sintió la necesidad de tocar a su mocoso, sacó sus manos de la puerta y las llevó a la cintura del castaño, subiendo y bajando por sus costados con lentos movimientos. Sus labios no se apuraban por devorarse, lento y profundo sus besos disfrutaban el pequeño momento que tendrían para ellos este día.
Levi apartó sus labios, procurando no alejar su rostro del menor. Sus ojos se abrieron y ese color aguamarina que tanto amaba y enloquecía se incrusto en sus pupilas, traduciéndose en imágenes que permanecerían guardadas junto a las demás a lo largo del tiempo.
-No vuelvas a decir otra estupidez como esa-le regañó por sus palabras ante la situación con Petra-
-Gracias por amarme tanto-le sonrió-
-Mocoso estúpido.
-Te amo.
Volvió a besarlo. La hora de volver a casa ya había llegado, pero antes de hacerlo disfrutaría por última vez en el día de sus carnosos y húmedos labios. Nunca sería suficiente lo que le daba, los deseos por devorarlo no disminuían jamás y se volvía difícil tener que estar en una situación donde no podían andar con libertad. Pero llegaría el día donde Eren cumpliría su mayoría de edad y podría llevárselo con él.
Se vieron obligados a detenerse, producto que sus cuerpos empezaban a reaccionar en ese momento por los fogosos besos con los que pretendían devorarse. Esperaron a que el efecto de sus entrepiernas se calmara y seguido de ello salieron junto sin importarles que los vieran. Después de todo, nadie se imaginaba la relación ajena a la de profesor y alumno que llevaban. Como si fuese un paseo normal, ambos caminaron junto al salir de la escuela. Levi se ofreció a llevarlo a la parada de auto bus y acompañarlo hasta que se marchara.
De camino analizaron la situación para la semana donde no estaría Armin ni su hermana. Salir de casa no sería tan sencillo, mucho menos dormir en la casa de Levi. A menos que, le explicara a su padre que debía recuperar clases con su profesor y así aprovechar de ponerse al día. Era una idea viable y lógica.
Cuando llegó el bus, se despidieron como dos personas normales y Levi regresó a su departamento por sí solo. Llevaba su teléfono consigo en el bolsillo para cualquier emergencia que presentara Eren y recibir el aviso del menor al llegar a su casa. Tenía estrictamente dicho que debía de avisar cuando llegara a su hogar.
Al llegar a su departamento preparó una taza de café mientras esperaba la llamada o mensaje del castaño. Dos tazas más y aún nada, empezaba a preocuparse y su mente se llenaba de malos pensamientos. Debía comportarse como un paranoico, los buses muchas veces tardan y los teléfonos a veces fallan, pero no era suficiente para calmarse. Cuando ya fue por la cuarta taza, decidió llamar él y en el momento que estuvo listo para marcar, Eren llamó.
-¿Qué mierda hacías que no llamabas?-se apresuró hablar antes que el menor-
-Perdón, estaba mi padre y hable con él…-su voz se escuchaba insegura-
-¿Qué ocurrió?
-Aceptó las clases, pero…Quiere conocerte.

Continuará….
Notas finales: Hola! ¿Cómo están? Me tardé en subir la conti, esperaba hacerlo el fin de semana pero no siempre sale como uno lo planea. No actualizaba hace mucho, tenía las ideas frescas para los otros dos fics y me entusiasme. Perdón u_u. Bueno queridas y queridos, se acabó el tiempo de paz, a partir de los próximos capítulos empieza el desenlace final donde se revelarán todas estas dudas que están rondando por el fic. Es hora del sufrimiento : ) Sé que muchas cosas pueden parecer enredadas pero todo se irá revelando, prepárense.
Bueno estoy apurada, pero quería aprovechar de decir como ya lo he dicho en mis otros fics, que hice un Facebook especial para esto donde pueden expresarme sus dudas, avisarles de las actualizaciones o algún retraso que tenga, etc…Está en mi perfil pero de todos modos les dejo el nombre de face: Haru Walks
Espero les haya gustado el cap de hoy, muchas gracias a todos los que leen y siguen la historia. Gracias por sus reviews y no duden en dejarlos!
Cuídense y nos leemos bye

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