Capítulo 26
Frío.
El sonido ha desaparecido, ¿Dónde se fueron? Los olores que ahora siento son tan extraños y sin embargo los conozco tan bien; atormentan mi pecho.
No hay nadie, todo está tan frío.
¿Dónde están?
Mi voz, ¿Dónde está mi voz?
Mi cuerpo, sólo el dolor y extrañas sensaciones en él me permiten saber que continúa conmigo.
Me duele.
Me duele.
Me duele…
-o-
Luego de haber recibido la llamada de Hanji, se apresuró en llegar de manera milagrosa al hogar de Eren. Era un día de semana cualquiera; tanto él como Hanji deberían de estar en la escuela a estas horas, y no era común en él dejar sus responsabilidades así como así. Pero esta vez nada importaba. En ese momento no había nada más en su vida que llegar al hogar del castaño. Las palabras de Hanji habían sido claras; alguien había secuestrado a Eren, pero, ¿Cómo lo supo? No tenía la más mínima idea.
Mientras más se acercaba al lugar al cual se dirigía, el flujo de gente se hacía más abundante. Todo parecía una maldita pesadilla, una de las tantas que tenía noche tras noche. La gente murmuraba, sus miradas parecían confusas y llenas de temor, mientras Levi sólo podía correr y no sucumbir ante el horror que le entorpecía el andar.
Al llegar allí todo fue más claro, y sumado a ello, mucho más difícil de acceder. Alrededor de la casa de los Jaegers se hallaba una multitud de gente que se diferenciaban entre vecinos, noticieros, policías, ambulancia y otros que no se preocupó de identificar producto al apuro que tenía por entrar. Levi intentó forcejear su entrada, no obstante, justo en la entrada al recinto habían uniformados que impedían el paso y rogaban la calma entre los presentes. Levi no podía permitirse quedarse allí; detenido por unos debiluchos uniformados, sólo lo detenía el hecho de que podía ser detenido antes de poder hacer algo. El pánico empezaba a sobresalir por sobre su capacidad de razonar antes de actuar, pero justo en ese momento apreció quien le había avisado sobre el incidente.
-¡Levi!-gritó Hanji acercándose hacia el azabache con apuro-
-¿Dónde está Eren? ¿Qué mierda está pasando aquí?-atacó de inmediato con una seguidilla de preguntas-
-No lo sé, debemos entrar, pero no por ahí-negó Hanji hacia la entrada-Sígueme.
La castaña dio media vuelta y empezó a caminar en sentido contrario de la gente que se asomaba a ver. Levi dudó por una milésima de segundo en seguirla, ese era el tiempo limitado que podía dudar ya que cada segundo de más podría significar algo mucho peor. Al no tener nada más qué hacer y estar desgraciadamente bloqueado, optó por seguir a su amiga de la cual aún no escuchaba ninguna explicación del cómo había llegado aquí.
Cualquiera podía ser el culpable. Estar bajo una situación de constante incertidumbre e inseguridad despertaba en Levi ese bestial instinto de autodefensa, que a su vez, se mezclaba a su feroz reacción que le haría dudar incluso de su propia madre. Siendo así, Hanji no quedaría fuera de coctel de culpables que venía a su mente en este mismo instante. Y antes de continuar siguiendo a la castaña, Levi se detuvo en seco, sacó un cuchillo refinado que había adquirido hace un tiempo en Francia y había llevado consigo antes de salir de su departamento; lo tomó con firmeza entre una de sus manos y apuntó a la castaña. Hanji se detuvo consecutivamente al no escuchar los pasos de su amigo tras su espalda, hallándose sorpresivamente con éste mismo que le apuntaba con el arma en una de sus manos. La sorpresa quedó evidenciada en los ojos de su amiga, era imposible no llevarse tal susto al tener frente suyo a su amigo de toda la vida; con la misma expresión con la cual lo vio partir en el pasado, luego de haber enloquecido y haberse convertido en una bestia sedienta de venganza. Conocía bien esa mirada; Levi no dudaría en lanzarse a dañarla cuando ella mostrara algún indicio de culpabilidad, debía ser precavida y a su vez dura.
-¿Qué conseguirás con eso?-preguntó la castaña, asegurándose de clavar sus ojos en los del azabache-
-¿Cómo es que supiste de todo este alboroto?-exigió saber Levi-
-De camino a la escuela me encontré con unas personas que hablaban sobre el incidente en la casa de los Jaegers, de inmediato fueron a la escena para verla con sus propios ojos y yo les seguí. Sólo cuando este aquí supe que algo había ocurrido y te llamé-explicó la castaña con calma-
-Que conveniente, ¿No?-mantuvo su cuchilla apuntando al rostro de su amiga-
-Levi no te culpo si dudas de mí, haces bien en hacerlo, pero mientras estamos aquí debatiendo sobre tus sospechas hacia mí, algo está ocurriendo en esa casa. Así que dejemos de perder tiempo, si vas a matarme hazlo, pero toma bien tu decisión, porque no importa lo mucho que te arrepientas después, tus lagrimas no van a cambiar lo que decidas ahora-lo retó Hanji-
Las voces en su interior le incitaban a no bajar la guardia y no escuchar las palabras de quien era su mejor amiga de la infancia. Sin embargo, sus palabras eran tan ciertas y ya las había experimentado. Los culpables aparecían una y otra vez en su mente, todos se repetían en imágenes y palabras que resonaban como si fueran dichas en su propio oído. No podía hallarlo, todo era tan confuso y le hacía enloquecer junto al horror del momento, si tomaba alguna mala decisión, sería el fin de Eren, y no sólo eso, también destrozaría cosas importantes como lo estaba haciendo ahora. …l no era así, debía conservar la calma y luchar con ese familiar temor una vez más. Logrando entrar en razón, bajó la cuchilla y la regresó al escondite bajo sus ropas. Hanji pudo exhalar, conocía bien al azabache como para haberle dicho esas palabras, pero nada le aseguraba que se salvaría, era consciente de lo que él era capaz de hacer cuando Eren se encontraba en apuros.
-Vamos-insistió Levi ya calmado-
-Entraremos por allí-apuntó Hanji-
El plan para entrar a la casa de Eren era sencillo y Levi estuvo de acuerdo con ella, pero de seguro se llevarían un gran problema. Entrar a la casa vecina a la de Eren, cruzar el jardín hasta llegar a la muralla de separación de ambas casas; ambos pasos iniciales los habían hecho con total éxito. Aunque en esta vida ellos no fueran soldados, bien recordaban técnicas de esa vida que por supuesto utilizaban en este momento. Escabullirse entre la gente era una de las que mejores recordaban, luego de un largo periodo siendo perseguidos por la policía, aprendieron muy bien cómo hacerlo. Del otro lado del muro, se escuchaba a más de una persona rondando por el jardín, no podrían pasar tan fácilmente ya que serían detenidos de inmediato al ser dos extraños invadiendo propiedad ajena. Por lo tanto, decidieron hacer uso del gran árbol de la casa de Eren con sus grandes ramas que daban hacia la casa contigua a la suya. De este modo, lograron pasar al otro lado con total éxito, sin descender en ningún momento ya que tal y como habían previsto, el lugar se encontraba plagado de distintos funcionarios trabajando en el jardín. Cuando se aseguraron que nadie pudiera verlos, ambos descendieron y se incorporaron con completa tranquilidad a la multitud; siendo extraños nadie les conocía, pero ello podía ser utilizado para su propio beneficio. Al ser unos completos desconocidos, nadie sabría a dónde no pertenecían, pero tampoco en donde deberían pertenecer. Haciendo uso de esa técnica, se adentraron al interior de la casa. Era de esperar que la multitud de gente incrementara en ese lugar; policías, detectives y otros, se encontraban corriendo de un lado a otro; gritando al dar órdenes, fotografiando y buscando. ¿Qué buscaban?, se preguntaba Levi mientras el mismo se dedicaba en hacer lo mismo.
Todo frente a sus ojos pasaba en cámara lenta, siendo que el tiempo real no había cambiado en lo absoluto. Debía encontrar a Eren, ese era su único pensamiento. Hanji le había dicho que le habían raptado, pero era algo que debería comprobar por el mismo. De pronto, todos sus pensamientos quedaron destruidos en cuando vio frente suyo a unos paramédicos reanimando a alguien en una camilla de emergencias. Sus músculos se tensaron al ver aquella escena, su cuerpo no respondía y sus ojos se mantenían pasmados sobre el cuerpo que no podía reconocer. Un frío recorrió su cuerpo, por un instante experimentó nuevamente ese tormentoso sentimiento al haber perdido a Eren en el pasado, pero pronto, se pudo ver que la persona que sacaban de allí no era quien esperaba. Una chica pelinegra se encontraba inconsciente y malherida sobre la camilla que era trasladada por paramédicos; aquella era nada más y nada menos que Mikasa. Tras esa imagen, el temor que sintió por un momento no se desvaneció, muy por el contrario, incrementó aún más. La pelinegra siempre se hallaba junto al castaño, de quien no tenía idea en qué estado podría encontrarse, ¿Qué había ocurrido exactamente? No lo sabía, pero la respuesta no la conseguiría estando allí petrificado.
Animándose a continuar, buscó en los distintos sectores por los cuales pasaba sin encontrar nada más que personas desconocidas. Su rostro parecía delatarlo, ya que los demás empezaban a dudar sobre su estadía allí. Sector por sector, buscó desesperadamente y no hallaba ningún rastro de Eren y al llegar a la sala de estar, se llevó la gran sorpresa de ver allí a la persona menos indicada; Erwin. Las preguntas y sospechas incrementaban cada vez más, pero verle allí fue el tope de la bomba de tiempo que llevó en su interior por un buen tiempo. No había duda, todas las piezas calzaron al momento en que lo vio allí, había sido un estúpido al no haber hecho algo antes ya que ahora, podía ser demasiado tarde. Sin vacilar, sacó la cuchilla que había guardado y se lanzó al ataque sin dar aviso al rubio ni poder ser detenido por un intento tardío de Hanji. Sin embargo, fue derrumbado de improvisto antes de poder acercarse a Erwin, quien volteo tras el estruendo a sus espaldas. Levi se encontraba con el rostro pegado al suelo, sin ser capaz de ver quien le había atacado de improvisto.
-No has cambiado en nada Levi-habló su atacante-
-¿¡Qué diablos!?-reaccionó Levi al escuchar la voz familiar-
-Mike, suéltalo-ordenó Erwin-
-¿Qué significa todo esto Erwin?-preguntó Hanji sin saber cómo había llegado aquí y qué hacía Mike en este lugar, siendo que no le había visto nunca en esta nueva vida-
-Pedazo de mierda, será mejor que me digas donde está Eren en este mismo instante-bramó Levi bajo los brazos de Mike que no le soltaron pese a que Erwin se lo ordenara-
-Eso mismo queremos saber nosotros. Se lo han llevado-aclaró el rubio-
-Espera, tú…-balbuceo Hanji-
-¿Creías que yo andaba detrás de Eren?-sonrió Erwin, como si se burlara de sus palabras-Bueno, no te equivocas del todo, pero no es lo que imaginas. ¿Serían tan amables de escucharme? De lo contrario tendré que recurrir a otros métodos-miró al azabache, quien no se resignaba a pelear-
-No te soltaré hasta que escuches-amenazó Mike quien se encontraba aun sosteniendo al azabache-
-Mike…-llamó Hanji quien continuaba sin entender qué hacía allí-
-Escucha-se limitó a responder-
Erwin aclaró su garganta para llamar la atención de ambos.
-Soy miembro de una entidad de agentes especiales, nos dedicamos a temas particulares y secretos. Mike trabaja conmigo. Sus sospechas respecto a mí no han estado del todo erróneas, todo este tiempo he estado en busca de Eren, pero no como lo piensan. El grado de director de la escuela fue sólo un recurso para seguirlo de cerca, jamás he sido director de esa escuela, quien realmente es director ha estado atendiendo en secreto todos los asuntos relacionados a ese lugar todos estos años, yo sólo he sido la imagen. Eren Jaeger, conocíamos su situación mucho antes de que tú llegaras Levi, sobre todo nosotros, quienes habíamos estado con él en su vida pasada. Sabíamos que alguien estaba tras sus pasos, sabemos que sus intenciones no son buenas, pero esa persona ha estado un paso adelante nuestro y se ha llevado a Eren. Lamento haberles ocultado la verdad.
-¿Me vas a decir que todo este tiempo has estado cuidando de él? No me jodas, no me tragaré tus palabras-respondió Levi-
-Lo hemos hecho.
-Si eso es cierto, ¿Por qué llamaste a Levi? Fuiste tú quien insistió, y al mismo tiempo quien intentó alejarlo de Eren. Eso formaba parte de tu plan, ¿No?-preguntó Hanji-
-Estas en lo cierto, yo lo llamé, porque era necesario que él estuviese aquí. Eren estaba en coma, luego de ese incidente todo parecía haberse detenido, la persona que quería a Eren no necesitaba un cascarón vacío como lo era en ese entonces. Conociendo a ese niño, sabía que no vacilaría con tal de tener otra oportunidad con el amor de su vida. Desafortunadamente Levi no recordaba nada, así que tuve que jugar un poco con ambos. Vale decir que pese a ello, lo que te confesé en ese momento no fue mentira, sin embargo, después tuve que continuar la farsa de querer separarlos para no ser descubierto.
-Nos utilizaste, dejaste que Eren estuviera involucrado nuevamente en esta mierda-agregó Levi con ira, intentando liberarse de Mike que no lo soltaba-
-Sé del amor que se tienen, sabes que yo mismo los ayudé en el pasado. Quise evitar que la historia se volviera a repetir, pero yo te necesitaba y ustedes también lo hacían sin saberlo. No importa lo mucho que lo cuidemos Levi, mientras Eren continué siendo lo que es, habrá gente que lo persiga. Debemos atrapar a quien se haya llevado a Eren, sólo así estará seguro. Te lo dije cuando dudaste de mí; debes ver más allá de lo que ven tus ojos-finalizó con una sonrisa-
Levi hizo una mueca en desagrado, lamentablemente tenía y tuvo razón, pero el hecho que los haya juntado con la única intención de ayudar a encontrar al culpable no obtendría perdón. Pero ahora ambos tenían un motivo en común; encontrar y salvar a Eren. Sólo cuando pudo calmarse, Mike lo soltó y él pudo reincorporarse.
-Sigues siendo el mismo imbécil que hace planes y apuestas a espaldas de los demás, con Mike cuidándote el culo-insultó Levi en un tono que podía considerarse más amigable-
Erwin sólo sonrió ante las palabras del azabache, de inmediato un nuevo personaje llegó a reunirse con ellos y este no era del todo desconocido para Levi y Hanji, quienes continuaban consternados luego de enterarse de la verdad. Pese a que jamás lo llegaron a conocer, Eren y sus amigos recordaron siempre a ese chico, aunque parecía ser que en esta nueva vida esa persona no calzaba en ningún punto con la descripción que habían escuchado en el pasado. No obstante, esas pecas eran inconfundibles, siendo el único punto para saber que sí era él la misma persona de la cual escucharon hablar y que veían en este instante; Marco. Los ojos del joven no quedaron exentos de sorpresa, del mismo modo fue para el azabache y la castaña que cada vez comprendían menos lo que estaba ocurriendo en este lugar.
-Capitán, testigos vieron salir a Grisha junto con Eren de aquí, ambos parecían ir muy apurados-informó Marco, sin prestar atención a quienes lo observaban-
-Entiendo, prepara el coche-le ordenó a Marco-
-Sí señor-hizo un leve movimiento de cabeza en son de obediencia y se fue sin dar ninguna explicación-
-Me vas a decir en este momento qué diablos está ocurriendo, ¿Qué hacía él aquí?-exigió saber Levi-
-Es mejor que eso se lo preguntes a él, pero te puedo asegurar que es de los nuestros. Es hora de movernos, debemos encontrar a Grisha lo antes posible-se dirigió por último a Mike quien obedeció con un movimiento de cabeza-
-Iré contigo-se interpuso Levi-
-Eso lo supe mucho antes que llegaras, ¿Vienes Hanji?-le tendió la mano a la castaña-
-Por supuesto-tomó la mano en son de saludo frente a sus caras-Como en los viejos tiempos-sonrió y exigió la mano de Mike, quien no dudó y la tendió con una disimulada sonrisa-¿No te unes Levi?
-Tendría que ser un imbécil para involucrarme una vez más con ustedes-rechazó-
El tiempo no era algo que pudiera ser desperdiciado en este momento, por lo cual fueron de inmediato al coche negro de vidrios polarizados que esperaba afuera. Erwin subió de copiloto mientras que Mike y sus dos amigos fueron en la parte de atrás. Emprendiendo camino por Marco quien conducía sin ninguna falta.
-He recibido información del posible paradero de Grisha-informó Marco-
-Apresurémonos, la policía no tiene idea de lo que estamos haciendo-ordenó Erwin-
-Erwin, ¿Qué sabes sobre el escuadrón 731?-preguntó Hanji de improvisto-
Erwin hizo un corto silencio, dudando si debía hablar.
-Estaba compuesta por ocho divisiones, todas de menor importancia salvo una, la novena división; oculta y borrada de los archivos. Durante la segunda guerra mundial, esos científicos encontraron registros sobre lo que nosotros conocimos como Titanes, probablemente olvidamos ocultar algo, pero ellos buscaron encontrar el cómo traer Titanes. Para ello experimentaron con varios humanos, judíos que iban a campos de concentración, muchos de ellos fueron utilizados para la investigación, pero finalizada la guerra, no obtuvieron mayores resultados y sus armas biológicas fueron confiscadas y eliminadas por la ONU. Sólo se conservan unos pocos registros y están bajo seguridad. Pero ahora están buscando nuevamente lo mismo, encontramos hace un tiempo un laboratorio similar al que hallamos en el sótano de Grisha en el pasado, pero este parecía haberse incendiado y por ello sospechamos que están buscando hacer lo mismo que buscaba el escuadrón 731; traer de vuelta a los Titanes.
-He tenido la oportunidad de estudiar a Eren, y los resultados no son nada prometedores-habló Hanji siendo consciente de lo mucho que afectaban sus palabras a Levi, sobre todo en este momento donde no sabían su paradero-El cuerpo de Eren, más específico, su ADN no está completo. El organismo de Eren está teniendo fallas, poco a poco su cuerpo no responde o bien hace cortocircuito y se desmalla, como un juguete al cual se le acabaron las baterías. …l mantiene sus poderes, pero nunca se ha transformado.
-¿Existe una posibilidad de reparar eso?-preguntó Erwin-
-Por ahora, no lo sé…
-Existe, la vamos a encontrar-se apresuró en agregar Levi-
-Tiene muchas esperanzas, será mejor que no se deje cegar por ellas-contestó Marco sin apartar su vista del volante-
-Deberías preocuparte de conducir en lugar de meterte en lo que no te importa.
-Soy parte de todo esto, ¿Ya lo olvidó?
-Exactamente, ¿Cuál es tu problema? No recuerdo haber escuchado que eras tan insolente.
-Cuando uno cae-hizo una pausa, sus ojos se encontraban perdidos en las calles pero su mente parecía estar experimentando una serie de recuerdos muy importantes para él-Aprende muchas cosas, lástima que tuve que perder mi vida para aprender que en este mundo de hipócritas, la verdad es selecta para un puñado de personas. Luego de ser asesinado por una de mis compañeras, durante los últimos segundos que pude ver sus ojos, supe que siempre estuve mal, deseaba proteger al rey siendo que todo era una gran mentira. Jamás olvidaré esos ojos, aún puedo verlos en aquellos que mienten. ¿No es extraño? Incluso en esta época la verdad continua siendo selecta. ¿Alguna vez ha pensado en cómo vive profesor? El mundo estipula lo que debemos hacer, nos dice qué debemos aprender y cómo comportarnos, ¿No sería genial tener a unos perros bien domesticados? Mientras ellos viven bajo esta guía de vida, el mundo se regirá siempre bajo el mismo sistema donde sólo unos pocos conocerán la verdad. Vivir y morir sin conocer la verdad, es muy cómodo.
-Mocoso arrogante, que tu trauma no te impida conducir-respondió Levi desviando su atención hacia la ventana-
-Tan sólo tengo unos años menos que usted, veintisiete para ser exactos, sólo estuve fingiendo ser estudiante para vigilar a Eren-confesó Marco tomando por sorpresa a Levi y Hanji-
-Da igual, sigues siendo un mocoso-mantuvo Levi-
El niño que recordaba haber escuchado de sus compañeros, claramente no se hallaba en ese auto con él. La persona que conducía era alguien lleno de recelo, ira y dolor, muy distinto a la descripción de alguien pacifico, tranquilo y amable. Marco había experimentado la traición de parte de quien creía ser su compañera, siendo sus últimos momentos el peor de los finales que deberían de existir; morir sabiendo que todo lo que viviste y creíste fue una farsa, sin tener la posibilidad de hacer algo al respecto y obligado a aceptarlo bajo la visión de alguien que siempre lo supo. Tal vez, uno de los peores finales, tan traumático que en esta vida no olvidó esa muerte. Parecía que su alma estuvo por años reclusa por reencarnar, aguardando el momento justo para vengarse mientras se alimentaba de la rabia. Marco había reencarnado como alguien completamente diferente, alguien capaz de no temblar bajo los recuerdos de su muerte y sueños destrozados; una persona con un monstruo carente de humanidad en su interior. Incluso Levi se estremecía y sentía un verdadero infierno cuando recordaba el cómo fueron sus últimos días luego de la muerte de Eren.
En lo que duró el recorrido al lugar donde se podría encontrar Grisha, todos se mantuvieron inmersos en sus pensamientos, cada uno de ellos tenía mucho que pensar y mentalizar el peor de los casos, claro que entre todos ellos, había alguien que se negaba a toda idea negativa.
Marco se encargó de advertir cuando ya se encontraban cercanos al lugar al paradero de Grisha, de ese modo Mike y Erwin prepararon un armamento que llevaban en una caja negra, dándole al azabache y a su amiga un arma a cada uno para que ayudaran. El coche aparcó en la entrada de un terreno vacío, seco y con unas bodegas deterioradas por el no uso de ellas por un largo tiempo. Una de las puertas se encontraba abierta; el candado y cadenas que la cerraban estaban en el suelo, cortadas y la puerta se abría y cerraba con una pequeña brisa de la mañana. Haciendo el menor ruido posible, Erwin les indicó con un movimiento de mano que avanzaran. Hanji y Levi sabían seguir al pie de la letra las órdenes de Erwin, siendo ellos junto a Mike quienes mejor conocían el método de trabajo de Erwin. Tres de ellos subieron cuidadosamente al tejado de la estructura, mientras que Mike y Marco se preparaban a entrar por la puerta en cuanto recibieran la señal de Erwin. Desde arriba no había ventanas por donde se pudiese ver el interior, pero el tejado se hallaba tan o más deteriorado que la misma estructura, por lo que no fue difícil romper el rejado con una pequeña bomba y saltar al interior. Al escuchar la explosión, los dos soldados que se hallaban en el exterior entraron de un salto, pero el interior se hallaba con mucho humo y otras partículas que no permitían visualizar el escenario. Todos se hallaban allí, listos para atacar a la espera de que la densa nube de polvo se esfumara, y cuando esta se disipó por completo, no había rastros de Grisha ni de su hijo. Por un instante todos relajaron sus posturas hasta que un sonido hizo eco en el lugar y todos estuvieron listos para atacar. Los ruidos continuaron y lo siguieron con cautela, y cuando por fin llegaron a la fuente que lo ocasionaba, todos quedaron consternados ante lo que veían sus ojos; en un rincón, tras un montículo de escombros, se hallaba Grisha ensangrentado y con leves indicios de vida. El hombre logró alzar su vista hacia quienes le apuntaban con revolver; sonrió y estiró su mano al intentar decir algunas palabras.
-¿Dónde está Eren?-atacó Erwin, sin dejar de apuntar al hombre-
-Jean, ¿Qué hiciste con él?-continuó Marco-Anoche no regresó a su casa.
-E-Eren…-balbuceo Grisha expulsando un hilo de sangre de su boca-
-¿Dónde lo tienes bastardo?-preguntó Levi agachándose y tomándolo del cuello, sin importarle el estado moribundo en el que estaba-Responde basura.
Grisha intentó decir unas palabras, pero nuevamente las palabras no pudieron salir de sus labios. Sus energías eran casi nulas, no era estúpido para saber que su fin estaba cerca y no estaba dispuesto en abandonar el mundo sin dejar todo claro. Con un gran y último esfuerzo, sacó por debajo de su abrigo un pequeño diario y se lo entregó al azabache. Antes de perder ese contacto entre ellos a través del diario, Grisha puso su otra mano sobre la del azabache y miró a los ojos de éste por unos segundos antes de cerrar los suyos por última vez.
El viejo diario que Grisha le entregó quedó en sus manos, pudo ver cómo los ojos del hombre buscaron los suyos para rogarle por Eren, una extraña sensación que no tuvo necesidad de hacer uso de palabras para transmitirse. Nuevamente, no había indicios del castaño, siendo este el principal sospechoso en la lista de ambos. Se había visto al hombre salir con su hijo, pero de éste no había ningún rastro y sólo se encontró al padre en sus últimos minutos de vida, ¿Dónde estaba Eren? El puzle que parecía cobrar forma quedó destruido tras ver al hombre partir, pero sabían que en ese diario estaría la respuesta a todas sus preguntas.
Levi abrió el pequeño diario entre sus manos, todas las páginas escritas llevaban una fecha sobre ellas, las cuales, databan del año 800 e incluso unos cuantos años atrás al actual:
Año 847
Si estás leyendo esto, yo del futuro, es porque tus recuerdos están intactos y has encontrado este diario junto a lo que has venido a buscar. Los he ocultado muy bien. He recuperado parte del cuerpo de Eren antes de que este fuera consumido por completo en la guerra, el fin de los Titanes ha llegado y espero que sea así en esa época. Pero traeré de vuelta a Eren, con esta parte de su cuerpo que está junto al diario, copiaré su ADN y lo traeré de vuelta, con tal de darle una nueva vida…
Marzo 13, Año 2000
Son las 3:30 de la madrugada, he trabajado día y noche en él, todo parece marchar bien pero mi esposa ha estado preguntando por mí, ella tiene seis meses de embarazo y me quiere a su lado. Debo apresurarme en completar a Eren, pero es tan difícil conseguir personas para su fuente de vida. He perdido la cuenta de cuantos he utilizado, es tan lento, pero lo lograré…
Mayo 25, Año 2000
Esta noche ha nacido mi hijo, todo ha sido un completo desastre. El laboratorio ardió en llamas, el niño nació antes de lo esperado y Eren no logró completar su creación. He asesinado al hijo de mi esposa antes que ella pudiese verlo y le he reemplazado por el pequeño Eren, parece un niño saludable, es tal y como lo recuerdo. Pero no he podido completar su creación, temo por su vida pero ella no sabe nada al respecto, sólo me queda rezar por que todo salga bien…
Noviembre 16, 2014
Mi esposa ha muerto, desconozco que nos ha atacado pero buscaban a Eren. Alguien sabe sobre él y lo quiere. …l se encuentra en coma, he intentado despertarle con diferentes sueros creados por mí, pero ha sido en vano. Quien sea que nos haya hecho esto, está esperando el momento exacto para llevárselo…
Julio 2, 2016
El cuerpo de Eren está fallando, puedo verlo en sus movimientos y el cómo su mirada a veces se apaga. No queda mucho tiempo, debo encontrar una nueva fuente de vida para completarlo, de lo contario todo lo que he hecho por él será destrozado. Sé que esa persona sigue esperando, tal vez sea mi castigo por haber sacrificado tanto, pero no descansaré hasta que logre darle una nueva vida…
El último escrito sobre ese diario no había sido sino hasta unos cuantos días atrás, pero todo con respecto a Eren quedaba claro y daba paso a la nueva incógnita que parecía nunca tener respuesta; ¿Quién?
Ninguno de los presentes había leído el diario, pero fue suficiente con ver el rostro del azabache para saber de las atrocidades que se hallaban escritas allí. Las manos de Levi se aseguraban de tener firme el pequeño diario entre sus dedos, mientras sentía que el resto de su cuerpo se iba a derrumbar en cualquier momento. Todas las dudas con respecto a Eren quedaban claras y la vez tan inciertas. Eren fue creado una vez más y no estaba completo, era un hecho. Existía el cómo completarlo, pero, ¿A qué se refería Grisha en cuanto a una fuente de vida humana? Las palabras eran claras, pero el cómo eran utilizadas aquellas fuentes, continuaba siendo inexplicable para su mente. Podía escuchar la voz de Erwin llamarle a lo lejos, pero su mente en ese instante era mucho más bulliciosa que el llamado de las personas que se encontraban a sólo centímetros de él.
El horror empezaba a carcomer su alma, siendo avivado por los recuerdos del menor bombardeando su mente. En su mayoría, aparecía Eren sonriendo, sonrojado, enfadado, llorando y diciéndole que lo amaba. El destino volvía a ser cruel, no importaba lo mucho que se preguntará el porqué, la cruda realidad no desaparecería y era a ella a lo que se debía aferrar ahora. En sus recuerdos, Eren se veía tan vivo y alegre que parecía difícil creer que todo se encontraba a punto de derrumbar. En el bolsillo de su pantalón, podía sentir la cajita de anillos de compromiso quemarle el muslo; gritando y haciéndole saber que se encontraba allí, para cumplir nuevamente con la desgracia del pasado.
Debía buscarlo, encontrarlo y traerlo de regreso para así encontrar su cura. Pero no sabía por dónde empezar a buscarlo, tan sólo deseaba una señal, una pequeña que le dijera dónde pudiera estar. Y como si sus plegarias fueran escuchadas, notó que una de las páginas finales se encontraba doblada y malgastada. Al llegar a ella, vio que había unas últimas palabras escritas con una letra muy confusa que le daba la respuesta a lo que pedía. En segundos, grabó en su mente la dirección anotada allí y dejó caer el diario tras salir corriendo al coche que se encontraba aparcado al exterior. Sólo Hanji pudo perseguirlo mientras que los demás se quedaron allí para tomar el diario y leer su contenido.
Pese a los esfuerzos de Hanji por alcanzar al azabache, éste logró salir en el coche antes de que ella pudiese llegar a él. Regresó de inmediato al interior de la estructura para dar aviso que Levi se había ido sin dejar en claro a dónde, y al adentrarse, se encontró con que todos ya habían leído el contenido del diario y se miraban abatidos.
-¿Erwin?-llamó Hanji tras verlo en tal estado-
-Ya tenemos al culpable, tenías razón Marco-le miró y sonrió con discreción, tal y como lo hacía cuando resolvía algún problema-
Marco hizo una mueca en desagrado, lo que se transformó después en una mirada plagada de odio y ansias por atrapar a quien siempre encontró culpable y había hecho desaparecer a la única persona importante en toda su vida.
-o-
La alarma del despertador sonó y le hizo despertar de golpe, pero daba gracias que lo haya salvado de la horrible pesadilla que había tenido por un instante. Su hermana empezó a gritar que el desayuno se encontraba listo y que se apresurara, dándole la certeza que se encontraba en casa. Por un momento creyó que no podría salir de esa pesadilla, todas las sensaciones eran tan horribles y reales; el frío, el silencio, el sentir su cuerpo extraño y con dolor, parecía ser más que un sueño.
Su cuerpo se sentía pesado, pero se hizo el ánimo para levantarse, arreglarse y bajar a desayunar junto a su hermana. Para su sorpresa también se encontraba su padre, quien le sonrió junto a su hermana cuando le vieron llegar. Se sentó junto a ellos, pero antes de que la chica sirviera el desayuno, el llamado a la puerta los interrumpió. Su hermana fue abrir mientras él tocó algún tema de conversación del cual charlar con su padre. Hablar con él era tan difícil como hablarle a una muralla, por lo menos con ellas pasaba más tiempo que con su padre y debido a ello tocar algún tema siempre fue complicado.
La chica se preocupó de estar presentable al abrir la puerta, nunca se sabía quién se encontraría del otro lado y dar mala imagen generaría una mala reputación de su hogar. Sin embargo, al abrir la puerta se halló con la sorpresa de un conocido.
-¿Armin?-expresó la chica con sorpresa-
-Lo siento por venir tan temprano…-sonrió en son de disculpa-
-No te preocupes, estábamos a punto de desayunar, pasa-invitó la chica-
-B-bueno, disculpa las molestias-se disculpó y entró tímidamente, cerrando la puerta a sus espaldas-
-¿Por qué vienes tan temprano?
-Bueno…Eren ha estado mal de salud últimamente, así que vine para ir con ustedes a la escuela. Cualquier cosa que ocurra estaremos ambos-sonrió-
-Gracias, Eren se alegrará de verte-agradeció la chica animándolo a continuar el camino-
-Después de todo siempre hemos sido así, ¿No es así? Lo hemos cuidado, para que nadie le hiciera daño.
-¿Eh?-volteo, pero antes de poder verlo, el rubio se hallaba pegado a su cuerpo y sentía como su blusa escolar empezaba a empaparse de un líquido rojo-
-Lo siento, pero a partir de ahora, seré yo quien cuide de él-susurró a espaldas de la pelinegra, incrustando aún más el cuchillo en su espalda-
-¿A-Ar…?-balbuceo y calló inconsciente al suelo-
El rubio extrajo el cuchillo del cuerpo de la chica y lo limpió con un pañuelo que traía en su bolsillo, luego guardó ambos y caminó hacia el comedor. Al llegar, sonrió y captó la atención de ambos que detuvieron su conversación tras verlo allí.
-¿Armin?-preguntó Eren-
-Perdón, ¿Molesto?-preguntó con inocencia-
-N-no, pasa, estábamos a punto de empezar. ¿Dónde está Mikasa?
Antes de que el rubio pudiese acercarse, Grisha se levantó abruptamente y obligó a Eren a hacer lo mismo al cogerlo del brazo. El castaño quedó impactado ante el repentino movimiento de su padre y por cómo miraba a su amigo.
-¿De quién es la sangre de tu manga?-preguntó en un bramido-
-¿Sa-sangre…?-Eren miró la muñeca de Armin, encontrándose con una mancha de sangre en ella-
-Lo siento pero, ¿Podemos dejar las conversaciones para después?-sonrió sombríamente-
-¿Armin…? ¿Qué está pasando?-intentó acercarse a su amigo pero fue detenido por su padre-
-No te acerques a él ¿Has sido tú? ¿Qué demonios quieres?-ocultó a Eren tras su espalda-
-Señor Jaeger, no creo que sea el momento…
Grisha detuvo las palabras del rubio al lanzar la mesa con los distintos utensilios en ella sobre el cuerpo del chico. Armin no tuvo más opción que retroceder y en esos pocos segundos donde se preocupó de esquivar la mesa, Grisha salió de allí corriendo y arrastrando a Eren consigo.
El menor pudo ver como el cuerpo de su hermana se hallaba ensangrentado y desplomado en el suelo, quiso acercarse a ella pero su padre se lo impidió de un fuerte tirón del brazo que no le dejó más opción que seguir.
-¿¡Qué haces!? ¡Hay que ayudarla!-se rehusó a continuar-
-¡No Eren!-insistió y logró hacerlo cruzar la puerta al exterior-¡Debemos ocultarte!
-¿¡Ocultarme!? ¿¡Qué está ocurriendo!? ¿¡Por qué Armin se está comportando extraño!? ¡Vamos por Mikasa!-gritó el menor desesperado-
-¡…l le hizo eso a tu hermana! ¡No hay tiempo!-lo obligó a subir al coche aprovechando el shock que le proporcionó tras sus palabras-
Al hacer andar el coche, pudo ver a Armin salir de la casa y ver cómo partía el auto. Eren no reaccionaba, se encontraba con la mirada perdida tratando de procesar lo que acababa de ocurrir pero era imposible. Todo a su alrededor empezaba a derrumbarse; ya había perdido a su madre, ahora era probable que perdiera su hermana y su mismo amigo, quien se comportaba de manera extraña.
Grisha condujo a toda velocidad, Armin no poseía licencia ni coche que conducir, pero el peligro inminente no lo abandonaba y le hacía querer escapar a toda velocidad. Estuvo a punto de chocar en varias ocasiones, pero gracias al exceso de velocidad logró dar con el lugar que deseaba rápidamente. Un sector aislado, con bodegas abandonadas y un amplio lugar para ocultar el coche.
No esperó que Eren decidiera descender del coche, una vez estacionado él mismo lo obligó a salir y ambos se adentraron a las instalaciones de ese lugar. Grisha forzó a patadas uno de los candados oxidados, logrando entrar con todo éxito para ocultarse al interior. El chico continuaba petrificado y sólo allí pudo tomarse el tiempo de tomarlo por los hombros y clavar sus ojos en los del menor.
-Eren, escúchame atentamente, debes ocultarte, ya no puedes volver a la ciudad, debemos salir de aquí. Buscaré algún lugar seguro en el cuál podamos ocultarnos por un tiempo, luego nos iremos de aquí-le habló seriamente-
-¿Por qué…?-preguntó sombríamente-
-Porque no quiere que te encuentre-agregó una nueva voz-
Tanto Eren como su padre miraron en dirección a la nueva voz, que era sorpresivamente de Armin. La expresión de Grisha fue el claro reflejo de su horror, estaban atrapados y no había escapatoria.
-¿Co-cómo llegaste?-tartamudeo Grisha-
-Lo siento, pero no seguiré jugando a las escondidas-sacó un revólver y disparó tres veces al pecho del hombre-
Las balas azotaron el pecho con tal intensidad, que el cuerpo se balanceo hacia los costados en los cuales llegaban las balas. Pronto no se pudo mantener de pie y empezó a caer lentamente ante los ojos de Eren. El menor presenciaba como otro miembro de su familia era eliminado cual cucaracha y no pudo hacer nada para impedirlo. Con sus ojos impactados y llenos de lágrimas, giró su cabeza a ver cómo Armin tenía una macabra sonrisa dibujada en su rostro, junto a su mano que continuaba sosteniendo el arma con la cual disparó a su padre y luego, disparó hacia él.
-o-
Pov Eren
Abrí mis ojos para despertar de la verdadera pesadilla de un golpe, pero para mí desgracia, la pesadilla aún no acababa.
Mi cuerpo se encontraba inmovilizado sobre una silla, mis brazos y piernas se encontraban atados junto a mi cuello. Podía sentir varios tubos y cables conectados a mí; me dominaban. Había un completo silencio, si no fuera por las maquinas a mi alrededor que sonaban de vez en cuando. El olor que emanaba el lugar era una mezcla de químicos y moho, todo se hallaba en mal estado y apenas había un poco de luz. ¿Dónde estaba? Mi cuerpo dolía, ardía y se sentía débil. No podía gritar, no podía llamar a nadie, ya que mi boca se encontraba ocupada por tubos que entraban a mi garganta. Tenía ganas de vomitar, pero no podía hacerlo. No recordaba el momento en el que llegué aquí, pero sí supe que todas esas imágenes en mi pesadilla, eran reales. Darme cuenta de ello provocó mis lágrimas, y producto a los tubos en mi garganta empezaba a ahogarme con mi propio llanto. Había perdido todo de nuevo y me negaba a creer que Armin hiciera todo eso.
Tenía miedo, no entendía qué estaba ocurriendo, y en medio de mi dolor, lo único que fui capaz de hacer fue llamar a Levi con mis pensamientos. Quería salir de aquí, intenté mover mi cuerpo varias veces y este sangró tras mis frustrados intentos. Las maquinas empezaron a sonar al intentar moverme, la sangre de mi cuerpo pronto disminuía gracias a mi capacidad de sanarme. Seguido al molesto sonido de máquinas, escuché pasos en medio de este horrible lugar, y de pronto, vi aparecer a quien me negaba a creer culpable.
Armin me sonrió, supe en ese instante que era verdad. …l era el verdadero culpable, a quien buscamos por tanto tiempo, quien destrozó mi vida y a quién jamás hubiera culpado.
Mi mejor amigo.
Mi peor enemigo, Armin.
Enseguida sentí como toda esa profunda decepción cobraba vida y se tornaba en ira, frustración y odio. Fruncí mis ojos, asegurándome de no darle ni una pizca de bondad a esa persona.
-Hola Eren-me saludó-
Continuará…
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