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Renacer por Haru19

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Notas del capitulo:

Shingeki no Kyojin y todos sus personajes no me pertenece, son de su respectivo autor Hajime Isayama.

-¿Cómo puedes estar con alguien sin amarlo?-Preguntó el menor furioso-

-No debo darle explicaciones a nadie de lo que hago. Menos a un fantasma.

-¡Rivaille! Tú no lo amas, no puedes hacer eso.

-No eres nadie para darme ordenes mocoso de mierda-comenzaba a perder la paciencia- agradece que no tienes cuerpo de otra forma ya te hubiera sacado todos tus dientes.

-¡Yo soy…!-se detuvo antes de terminar su frase-

-¿Tú qué?-le miró desafiante- no eres más que un estorbo que llego sin invitación a mi vida.

-No sabía que eras capaz de jugar a esa clase de juegos…

-…No molestes pedazo de mierda. Deja de interferir con mi vida, nadie te pidió que aparecieras en ella y que todo terminara desorden. Lárgate.

 

Antes de que el castaño pudiera pronunciar alguna palabra, el mayor se dirigió a su habitación rápidamente para no tener que escuchar más. Basto con una mirada para darle por hecho que no debía ni acercarse a la puerta.

 

Ya no sabía de donde sacar fuerzas para continuar. Todas las palabras que le han dicho fueron peor que mil palizas, y su propósito se veía desorientado. Rivaille no tenía la culpa, es más, era una víctima por someterlo a que recuerde el pasado o por lo menos a él. Sobre lo otro tampoco era culpable, estaba desorientado, sabía que todo era plan de una sola persona y era con él que debía arreglar cuentas.

 

Erwin venía llegando a su departamento. Su felicidad quedaba reflejada en su rostro, todo el camino repitió la escena una y otra vez. Pero al entrar, vio al joven que lo esperaba, ocasionando que toda la felicidad se esfumara.

 

-No esperaba que fueras a venir tan pronto Eren-dijo el rubio-

-Sabe a lo que vengo.

-Lo sé, pero eso no cambiará las cosas-deposito sus cosas en el sofá-

-Si usted está haciendo esto por lo que ocurrió en el pasado…

-No me malinterpretes Eren-interrumpió antes de que el menor finalizara su frase- Es cierto que el hecho que tu hayas aparecido influyó en mi actuar, pero los sentimientos que tengo por Levi no son parte de ello. Ya te lo había dicho, estoy enamorado de él.

-Él no lo ama…no puede estar con él.

-¿Y qué me prohíbe hacerlo? ¿Tú?, no dejare que te recuerde a ti junto con el pasado-su mirada se volvió sombría-

-No lo voy a dejar, me da igual que pueda decirme-corrigió su postura tímida a una firme- Sé que me recordará y no estoy dispuesto a entregárselo. Si debo hacer que me ame de nuevo lo hare.

-Dudo que puedas hacer mucho, pero, ¿Después que harás así como estas? De todas formas si quieres verlo como un reto, no estás en la mejor de las posiciones.

-No voy a dejarme intimidar por sus palabras-le miró frunciendo el ceño-

-Te has vuelto más desafiante Eren, lástima que ese espíritu luchador tuyo no adoptara un cuerpo. De todas formas, aún me sorprende el hecho de que tengas alma, para ser un…

-Cállese-le interrumpió-

-¿Es imposible de olvidar no? Tu origen.

 

Lo último le llegó como cuchillo en el pecho. Pero no desistiría, sin perder la postura agregó:

 

-Ya le dije, nada de lo que usted me diga me hará cambiar de opinión.

-Ya veo, como te había dicho, tienes prohibido hablar o demostrar que podemos comunicarnos y claro, lo que hemos hablado. De lo contrario, no seré suave con Rivaille- finalizó con una sonrisa-

-…No diré nada-respondió aguantándose la ira-

-Entonces, que sea un combate limpio-sonrío pero el castaño en lugar de responder desapareció-Esto será interesante.

 

Rivaille se encontraba en su habitación después de tomar una ducha. Dentro había una puerta que daba al baño, por lo que no tuvo que salir nunca de allí. En algo ayudaba el agua en calmar su mente, pero esta vez solo ayudo por unos minutos “¿Qué demonios acabo de hacer?”, se preguntó, y como si fuera suficiente el mocoso aparece haciendo lo suyo con un lindo escándalo. No debió aceptar lo de Erwin, pero de lo contrario seguiría insistiendo. Habían pasado años y aún mantenía esos sentimientos, en su momento pensó que pudo ser sólo una confusión de adolescente, pero terminó siendo mucho más. Sólo un mes y tendrá clara la situación. Mañana también tenía libre, por hoy solo se iría a dormir, quería descansar de su mente.

 

 

Entró a esa habitación que tantas veces compartió con ese niño. Se mantuvo firme a pesar que su pecho explotaría en cualquier momento. Se acercó  a un cajón, lo abrió y de él saco una pequeña cajita, con las manos temblorosas  la sostuvo y la abrió. En ella, un juego de anillos de compromiso, un sueño, un sentimiento y una promesa que jamás sería…

 

-Levi…-alguien se encontraba en el marco de la puerta observándolo-Lo siento, no pudimos hacer nada no dependía de nosotros…

 

No hubo respuesta.

 

-Eren se sacrificó para que tú y la humanidad tuvieran un mundo en el que vivir en paz…

-Él era mi mundo Erwin…-pronunció con esfuerzo-

-Debes entender que todo era inevitable, este es el mundo que él te dejo, debes continuar…-avanzó hacia el pelinegro depositando una de sus manos sobre su hombro en señal de apoyo-

-Déjame solo-exigió-

-Tomate tu tiempo…-le dijo retirándose y cerrando la puerta-         

 

El silencio se hizo más doloroso, invadió poco a poco a su ser y sin poder mantenerse cayo de rodillas, atrajo la cajita con ambas manos a su pecho y rompió en llanto. La habitación que alguna vez estuvo llena de amor, ahora contenía entre sus paredes los desgarradores gemidos del hombre más fuerte de la humanidad.

                                                                               

-Odio este mundo…-se dijo con ira-

 

En medio de la escena, una voz distante le llamaba “Rivaille, ¡Rivaille!”. Levantó la cabeza buscando desesperadamente su origen.

 

 

Despertó.

 

-¡Rivaille!, ¿¡Qué ocurre!?-preguntaba el castaño-

-… ¿Eren…?-se encontraba desorientado, ahora se encontraba en su habitación acostado, a su lado Eren se encontraba casi encima de él-

-¿Estas bien? ¿Qué ocurre? Dime que te ocurre…-insistía el menor-

-¿Ah? ¿Qué haces aquí?-sintió algo húmedo recorrer su mejilla, llevo su mano a ella-¿Lagrimas?-se sorprendió-

-Te escuche gritar… ¿Qué ocurre?-llevo su mano a la mejilla del mayor sin poder tocarlo-Tranquilo…no llores…

 

Aun sin tacto, eso lo calmó. Sus ojos se encontraron, Rivaille se quedó quieto observando los hermosos ojos del castaño, no le importó ser visto llorando mientras pudiera estar un rato mas así. Inconscientemente llevo sus manos al rostro del castaño pero antes de llegar a él, un frío recorrió su cuerpo y se levantó de golpe.

 

-No debías entrar.

-Lo siento, no pude al escucharte gritar…

 

Este niño se preocupaba más que el mismo de su persona. Ayer lo trato de manera muy cruel, bueno él hubiera tratado a cualquiera así o incluso peor, pero con él no podía ¿Desde cuándo comenzó a ser tan suave con él? Nunca fue suave con nadie, este mocoso estaba creando un lado Levi dulce que ni el mismo entendía.

 

-No importa…

-Me voy enseguida-se dirigió a la puerta-

-¿Por qué te molestas tanto en mí? ¿No deberías estar buscando el descanso eterno?

-… Porque…-“es ahora o nunca” se dijo a sí mismo- Si… yo le digiera que lo amo, ¿Esa sería respuesta suficiente?

 

¿Acaba de escuchar bien? Pese a su sorpresa, su corazón empezó a palpitar a una velocidad superior a la normal, pero lo disimulo.

 

-No te entiendo para nada mocoso estúpido…

-No importa que sea, siempre estaré cuidando de ti Rivaille-le sonrío-

 

“Maldición este niño va a terminar acabando conmigo” se dijo el pelinegro.

 

-Sobre lo de ayer ¿Por qué te fuiste y apareciste recién ayer? –quiso cambiar el tema antes de seguir confundiéndose-

-Nunca me fui, siempre estuve contigo. Pero creí que no querías verme por un tiempo…y bueno ayer vi cómo te ibas con Erwin…

-No es nada Eren, solo es un acuerdo.

-¿Lo prometes…?

-¿No oíste?

-S-si…

 

No podía enojarse con él, no ahora por lo menos, después de esa pesadilla solo quería tenerlo a su lado sin saber la razón. Tampoco olvidaba la confesión que le hizo el menor, pero a diferencia de Erwin, no le molesto, extrañamente tampoco lo encontró raro como si había sido el otro caso. Un sonido los interrumpió, el celular de Rivaille.

 

-¿Diga?-contesto el pelinegro, Eren se puso tenso al oír la voz del otro lado del telefono-¿Qué…?-cortaron antes de que pudiera decir algo mas-Eren, Erwin está afuera mantente callado y sin marcar presencia. Este maldito…

-…-le hubiera gustado decirle, no lo dejes entrar, no vayas, quédate, pero de seguro no le haría caso y solo lo haría enojar-

 

Rivaille se puso un chaleco para salir a recibir a quien estaba afuera. Abrió la puerta de muy mala gana, lo que fue evidente para el rubio, atrás del pelinegro se encontraba Eren mirándolo con una expresión aun peor. Erwin sabía bien cómo sacar ventaja de la situación, mientras que Levi no imaginaba en la batalla en la cual estaría  incorporado.

 

-Buenos días Levi-le sonrió-

-¿Qué haces por aquí tan temprano?-le preguntó sin emoción alguna-

-¿Está mal que venga a tomar desayuno con mi novio?-estiro su mano a la cabeza del pelinegro desordenándole el cabello juguetonamente y haciendo esto miro de reojo a Eren-Verte en las mañanas es uno de las alegrías más grandes.

-Suficiente-aparto la mano-No tengo nada para desayunar, pensaba salir.

-¿Ah sí? ¿Dónde?

-A…comprar…-es la excusa más barata que ha inventado-

-Te cocinare algo y después podemos ir juntos, permíteme pasar el día contigo.

-Claro…-había fallado, normalmente no era así, no inventaba escusas baratas ni dejaba que este tipo de cosas ocurriera, definitivamente este no sería su día-

 

Eren tuvo que contenerse en todo momento, desde que llego y lo saludo provocándolo, cuando le cocino donde ÉL cocinaba siempre, cuando desayunaron juntos, mientras Erwin esperaba que Rivaille terminara de vestirse, en todo momento lo provoco, era realmente frustrante no poseer cuerpo, no podía hacer nada más que observar y tragarse todo.

 

Una vez estuvo listo, salieron para dirigirse al auto de Erwin. Rivaille le indicó discretamente al menor que se quedara y no saliera por nada de aquí, que volvería y no se preocupara por él, que todo estaría bien. Pero por supuesto no haría caso, no ahora.

 

-¿Y bien dónde vamos?-preguntó el rubio-

 

No había pensado nada pero una idea no tardo en surgir.

 

-Voy a ver un televisor.

-¿Un televisor?-pregunto extrañado-Nunca te han gustado ¿Por qué quieres uno ahora?

-Hay un programa que me interesaría ver, ya que estas aquí llévame a un lugar decente-solo había pensado en la idea del televisor cuando la soledad en su departamento se volvió insoportable-

-Como ordene la princesa-hizo andar el auto y la respuesta que obtuvo fue una mirada asesina-

 

No demoraron en llegar a un gran centro comercial. Era la clase de lugar que Levi odiaba, aglomeración de gente, mucho ruido, mucho desorden y vendedores que tratan que compres cualquier cosa estúpida. Esto debía ser rápido o perdería la paciencia pronto.

 

Al entrar se dio cuenta que toda su expectativa sobre el lugar era cierto, Erwin le dijo dónde comprar algo bueno así que lo siguió. 

 

-Déjame buscar alguien que ayude con tus expectativas, después de todo no soy experto en esto-le dijo el rubio mientras se iba-

 

Se puso a mirar los distintos prototipos que ofrecía la tienda, eran demasiados, y los precios variaban mucho. No se explicaba cómo podían haber tantas de estas cajas y en medio de todo, vio a Eren. Se encontraba parado a su lado, ¿Cuándo apareció? Ni el mismo lo sabía.

 

-¡¿Qué haces aquí!?-le susurro enojado-

-Nadie me ve, no te preocupes.

-¡¿Cómo quieres que no me preocupe!? ¡¡ESFUMATE!!

-¿Disculpe…?-un vendedor que se encontraba a su lado escucho la orden, Rivaille no se percató que subió el tono de voz-

-…Eh…no, no era usted-le dijo el pelinegro al vendedor-

-Claro…-le quedo mirando como si estuviera loco-Si me disculpa…-se retiró-

 

Genial, ahora pensaba que era un loco, vio como el vendedor se dirigió donde un guardia y le dijo discretamente algo, pero sus miradas no fueron discretas con su persona.

 

-¡Si no quieres que llame un exorcista o alguna de esas mierdas vete ahora!-insistió el pelinegro-

-No deberías gritar o te escucharan de nuevo… 

-Levi-Erwin se acercaba con un asistente-Él es quien va a comprar-le dijo al asistente, por supuesto ya se había percatado de Eren-

-Buenos Días señor ¿En qué le puedo ayudar?

-Em, un televisor.

-Claro, si me permite mostrarle un catálogo con nuestras variedades-le señalo el asistente con el brazo para que lo siga-

-Seria de mucha ayuda-sonrió el rubio rodeando el cuello de Rivaille con un brazo-

-Suéltame…-trato de zafarse pero fue imposible, lo único que consiguió fueron risas del asistente-

 

Siguieron al asistente que los llevaría a ver un catálogo. Por su lado, Eren solo observo como Erwin se llevaba a abrazado a su amado. No podía hacer nada, nada. Más adelante habían unas cajas amontonadas y una idea le surgió. Lo matarían por eso, pero los celos eran más fuertes ahora. Espero el momento indicado y rápidamente apareció detrás de las cajas y las empujo haciendo que cayeran justo sobre Erwin. Todo fue tan rápido que nadie pudo reaccionar en el momento.

 

-¡Señor!-el asistente y otros trabajadores del local se acercaron ayudar-

-¡EREN!-gritó Rivaille furioso, pero gracias a que todos se encontraban preocupados de Erwin nadie lo noto-

-No se preocupen, eran solo cajas vacías-dijo el rubio mirando al castaño-

-Ese hombre está loco, de seguro él lo hizo a propósito-el vendedor de antes vino con el guardia a la escena-

-No, están equivocados el no haría eso, es mi novio-dijo Erwin mientras que Rivaille estuvo a punto de golpearlo, pero en la situación que se encontraba no sería favorable-

-¡Miente!-insistió el vendedor-

-Suficiente, nos iremos de aquí, Erwin levántate de una puta vez-lo iba agarrar del brazo, pero fue tomado por sorpresa y el rubio lo agarro primero atrayéndolo hacia él para besar sus labios-

 

El alboroto del momento termino allí, ahora todos estaban impactados por la escena de ambos y el más impactado de todos era Eren. De seguro Erwin hubiera avanzado más lento la relación con Levi, pero esto lo había hecho para vengarse del castaño y mostrarle la gran brecha que los separaba.

 

Continuará


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