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Renacer por Haru19

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Notas del capitulo:

Shingeki no Kyojin y todos sus personajes no me pertenece, son de su respectivo autor Hajime Isayama.

 

Su reacción tardo en llegar producto del impacto que le ocasiono el beso del rubio. Se separó del acto una vez recobrada su conciencia, estaba completamente rojo, toda vida presente en la tienda tenía puesta su mirada en ellos mientras se dedicaban a susurrar cosas respecto al tema. Esto no podía estar ocurriéndole a él, todo por culpa del alboroto que esos dos llevaban por su lado, quería matarlos, descuartizarlos hacerlos sufrir y aunque rogaran que se detuviera continuara haciendo que rogaran más y más.

 

-¡¿Qué mierda haces rubio de mierda!?-pronuncio por fin Levi-

-Señor…lamento mucho haber pensado que usted atento contra él, yo no sabía que ustedes…-el vendedor los miro tratando de pronunciar lo que parecía que fuera su relación-

-¡NO!-gritó el pelinegro con toda su ira acumulada-

-Levi, no te pongas así…-rogó el rubio-

-¡No quiero escuchar tus palabras de mierda Erwin!-le pateo con fuerzas la pierna izquierda lo cual Erwin sintió con todo dolor, después se marchó de allí evitando las miradas de la gente-

-Disculpe las molestias ocasionadas, con permiso-se disculpó el rubio levantándose para ir por Rivaille-

-Ah, no…espero que arregle las cosas con su pareja…-dijo el vendedor-

 

“Puto Erwin, Puto Eren, Puta gente” maldecía repetitivamente Levi a sus adentros, lo único que tenía en mente ahora era salir pronto de allí. Este era uno de los peores días de su vida, por no decir el peor. Nunca pasó por algo así, siempre se preocupó de su reputación para que ahora un estúpido fantasma con el estúpido de su amigo tiraran por la borda todo. Por estar tan sumergido en sus pensamientos llego al estacionamiento y olvido que él no tenía llaves del auto, se maldijo a si mismo pero justo en ese momento llego Erwin.

 

-¿Quieres subir?-preguntó el rubio, pero Levi solo le respondió con una mirada de desprecio-

 

Durante todo el camino no se hablaron, Rivaille iba con la vista hacia al frente y los brazos cruzados, bastaba con mirarlo para darse cuenta que estaba muy molesto. Decir algo podía convertirse en un paso en falso, Erwin lo sabía muy bien, lo del beso lo había hecho con varios propósitos, pero no se arrepentía de haber probado esos labios que anhelo tantos años. Miro por el espejo retrovisor y vio a Eren sentado atrás, él también tenía una expresión de mil demonios, claro después de haber besado a Levi era de esperar, pero le agradaba la idea de que el menor supiera en qué situación se encontraba. De seguro el pelinegro también noto la presencia del castaño y eso debía ponerlo el doble de molesto.

 

-Levi, lo que hice en parte fue con intención de ayudarte. Hubieras acabado de otra forma si no hubiera hecho eso, te estaban tomando por una amenaza.

-Prefería terminar como amenaza que por tu jodido novio.

-Eres mi novio, ¿lo olvidaste?

-Prestarme para tu acoso sexual no es algo que venía en el contrato.

-No tenemos ningún contrato Levi, y de todas formas ¿No es algo que hacen los novios?

 

La pregunta lo dejo helado, claro que los novios hacen esas clases de babosadas pero cuando acepto el mes con Erwin, no se imaginó que terminaría envuelto en esta clase de cosas. Recordó el beso, un beso es lo mínimo que hacen las parejas después las cosas cambian…Pensar en todo ello lo hizo enrojecer, pero oculto su rostro girando hacia la ventana.

 

-¿No estarás pensando en hacer toda esa clase de cosas conmigo?-preguntó el pelinegro-

-No te voy a obligar a nada, no te niego que te quiero completamente para mí. Hare que me ames y tú desees hacer ese tipo de cosas.

-…Cállate-su corazón se aceleró, su mejillas continuaban rojas  y se mordió el labio inferior para evitar que todo esto le ganara.

 

Eren vio como el mayor se vio afectado por las palabras de Erwin. Eran las mismas expresiones que tenía cuando él lo hacía estremecerse, le encantaba verle poner esas expresiones a pesar de que siempre que lo hacía después acababa golpeándolo. Verlo así, pero con otra persona le partía el corazón. Erwin tenía razón cuando le dijo que no podía hacer mucho, no podía sostenerlo entre sus brazos, tampoco tomar su mano ni besarlo, solo tenía que esperar que el corazón de Rivaille lo recordará.

 

Llegaron al departamento de Rivaille, Erwin intuyo que era allí donde quería ir y no estuvo equivocado. El pelinegro se bajó del auto sin dar las gracias pero fue seguido por el rubio que entro sin invitación al departamento.

-¿Quieres que prepare algo para comer?-pregunto el rubio-

-No quiero nada, debo trabajar así que sería un agrado que te marcharas.

-Me iré con una condición.

-No estás en situación de pedir condición-ante la respuesta de Rivaille el rubio se cruzó de brazos. Expresando que no se iría- ¿Qué quieres?

-Algo tuyo.

-¡¿AH?!

-Alguna pertenencia-rio-

-…Definitivamente no te entiendo…

 

Fueron a la habitación de Rivaille, mientras buscaba algo que darle al rubio, cualquier cosa estaría bien con tal que se fuera. Erwin por su lado admiraba el lugar donde el pelinegro pasaba sus noches, donde trabajaba, donde guardaba sus cosas, donde se vestía…su mente no pudo evitar imaginar a Levi bañándose, cambiándose y muchas otras escenas que le elevaban la temperatura y fue inevitable tomar al pelinegro de ambas muñecas y tumbarlo en la cama. Lo había deseado tanto tiempo, y ahora lo tenía debajo de él como una presa y él una bestia hambrienta que estaba dispuesta a devorar hasta lo último de su ser.

 

-Erwin… ¿Qué haces?-pregunto Levi impactado ante la rapidez de los actos de su compañero y la fogosa mirada con la que lo miraba, se encontraba boca arriba mientras lo sostenían de las muñecas por sobre su cabeza-

-Levi…-estiró su rostro para besarlo pero en ese momento Eren se interpuso entre medio de los dos, estaba arrodillado dándole la espalda al rubio y con el rostro casi pegado al del pelinegro-

-No lo voy a dejar…-Rivaille seguía impactado, en pocos segundos se encontraba en una cama con “dos” hombres sobre él. Debido a que ambos podían ver a Eren, a pesar de que Levi no lo sabía, no se vieron las caras en ese momento, uno se mantenía en shock observando la triste y frustrada cara del menor otro despreciaba la presencia misma de este-Por favor…-suplicó-

-… Erwin, suéltame-forcejeo para soltarse y el rubio entendió el mensaje, después de todo no podría continuar con Eren ahí-

-Lo siento, me deje llevar…-se disculpó mientras se levantó dejando que el pelinegro se reincorporara sentándose en la cama, tenía asegurado el fin de todo-

-Márchate por ahora-le dijo al rubio el cual quedo sorprendido ya que esperaba algo peor-

-Lo hare. Levi, perdóname pero no he querido lastimarte-se disculpaba acompañado de la mirada pero el pelinegro no estaba pendiente de ello, su mente parecía estar en otro lado, al no responder Erwin decidió por irse sumisamente antes de que las cosas empeoraran y se arrepintiera de sus palabras-

 

Se escuchó el portazo en medio del silencio que se instaló después de lo sucedido. Eren estaba sobre la cama mirando la espalda de Rivaille. Esperaba que se diera la vuelta y lo regañara, tratara de pegarle, lo maldijera u otras cosas. Quería abrazarlo, sentirse seguro de que nadie lo tocaría como estuvo a punto de suceder con Erwin. Nada le aseguraría que esto no volvería a ocurrir y lo más probable, era que no tendría la misma suerte que ahora y eso lo volvía loco. En lugar de alguna de las expectativa de respuesta que tenía, Rivaille giro su cabeza y lo miro dócilmente dejándolo sorprendido.

 

-Lo siento, siento lo de la tienda, siento lo de ahora, sé que te molesto en muchas situaciones-escupió todos sus sentimientos de forma desordenada y no hallaba como pararlos, todo lo que no había hablado ni gritado salía ahora, pero en ningún momento fue detenido-no pude evitarlo, se estaba aprovechando de ti y explote, de verdad lo siento mucho, pero no me arrepiento y tal vez ahora me odies más…

-¿Mejor?-le preguntó al menor, estuvo dispuesto a que Eren soltara todo lo que tenía guardado, después de todo nada obtenía enfadándose con él y además de que le ayudo a detener la actitud de Erwin. Definitivamente era muy dócil con Eren-

-Si…lo siento…

-Las disculpas se las lleva el viento, si quieres remediar las cosas debes actuar. Podrías empezar por la casa y la comida-le rugió el estómago y frunció el ceño-sobre todo, la comida…-admitió-

-Si…

-Este ha sido el día más loco que he tenido-suspiro-

-Rivaille… ¿Puedo preguntarte algo?

-Adelante.

-Es un poco vergonzoso... no debes responder si no lo deseas…em… ¿A-alguna vez, haz...ya sabes, hecho ese tipo de cosas con alguien…?-pregunto completamente avergonzado pero el pelinegro no se vio afectado por la pregunta y la entendió de inmediato-

-¿Qué crees tú?

-…-en el pasado, durante su estadía en la ciudad subterránea, Rivaille había estado con varias mujeres, nunca quiso tocar mucho el tema pero le había dado a entender que fue un tema de supervivencia, no era algo de lo cual estar orgulloso y siempre que Eren pensaba en ello le daba pena, así que era mejor evitar el tema para no hacerle daño-no sé...Pero dime la verdad.

-Salí con algunas mujeres, pero nunca paso nada. De hecho terminaba con ellas casi el mismo día que empezaba. Nunca me llamaron la atención las relaciones, tampoco el tema del amor, nunca he creído en ello.

 

Escuchar que nunca tuvo nada más fue un alivio, pero por otro lado cuando dijo lo del amor su rostro se volvió sombrío y solitario, eso lo deprimió profundamente, probablemente ese pensamiento estaba liado a su vida pasada, a lo que ocurrió en ese entonces…

 

-¿Y tú? En algún momento tuviste cuerpo. ¿En esos años tuviste alguien?

-…Si, si tuve alguien y si llegamos a ese tipo de cosas…fue mi primer y último amor-dijo mientras se le escapaba una sonrisa-

-¿Y cómo fue tu primera vez?-tenía curiosidad por el menor, y eso le sorprendía incluso era capaz de hablar cosas que no hablaría con nadie más-

-Fue… ¿Agridulce? Lo hicimos antes de confesarnos, habíamos regresado de una expedición donde perdimos a varios de nuestros compañeros, la desolación del momento lo llevo actuar y bueno…yo lo amaba…-sonrió reflejando un aire de soledad-

-¿Lo? –pregunto extrañado-

-No era mujer.

 

No quiso preguntar más, le bastaba con la respuesta del menor para darse cuenta que no quería escuchar lo que podría venir después. Sin embargo haber escuchado como fue su primera vez provoco un leve ardor en el pecho de Rivaille. Por primera vez se había dado cuenta la inmensa soledad que acompañaba al castaño, no lo había querido ver o simplemente le tenía temor, ya que era la misma soledad que lo acompañaba.

 

Cuando era niño, se veía envuelto a menudo en crisis de angustias desencadenadas por un profundo sentimiento de soledad. Sus padres nunca se explicaron a que se debía, le dieron todo y siempre estuvieron con él, incluso su amiga de infancia, Hanji, siempre estuvo a su lado. Lo llevaron a varios psicólogos para encontrar alguna solución, pero siempre acababa en distintos diagnósticos. Terminaron por pensar que Levi era muy sensible a su entorno, y las cosas le afectaban en mayor magnitud, en comparación a los demás. Al cumplir cierta edad, su único fin era estudiar, se convirtió en un alumno de ejemplo y fue considerado un verdadero genio. La concentración que tenía en los estudios y la lectura terminaron por poner fin a las crisis de angustias que sufría en su infancia. El tiempo pasó, y se convirtió en una persona prácticamente normal, con la única excepción de adoptar un carácter frio y una actitud indiferente hacia los demás. Muchas cosas pudieron cambiar en el transcurso de su vida, pero algo que nunca cambio fue esa inexplicable soledad que se mantenía en su interior.

 

Eren se parecía a él. No, era muy diferente. Podía mantenerse firme en una situación, era persistente aun si la situación se volvía en su contra, trabaja aun sabiendo que su esfuerzo podía no ser recompensado, se preocupaba demasiado por el otro y no le importaba salir herido, incluso se dejaba llevar por sus emociones. A pesar de no ser “humano”, tenía la esencia de uno bien marcada, y sobre todo uno muy especial. Pero estaba solo, eso compartía con el castaño, una soledad que invadía hasta el espacio más pequeño de tu ser, todo en él lo demostraba. No se dio cuenta cómo y cuándo ese chico se había comenzado a convertir en alguien tan especial para él. Era difícil de admitirlo pero, la idea de que se llegara a ir era algo que no quería ni pensarlo, se había hecho de algún modo dependiente de Eren, era una conexión inexplicable, como si hubiera estado conectado con él desde siempre.

 

-Eren, tengo hambre-le dijo-

-Oh sí, lo siento ¿Te aburrí con mi historia?-se disculpó con una sonrisa-

-No, pero eso ya no te volverá a ocurrir así que no tienes por qué estar triste, no volverá a ocurrir-afirmó refiriéndose a lo relatado por el menor, pero ni él mismo sabía porque decía eso-

-…Rivai...-balbuceo pero se detuvo al ver como el pelinegro se levantaba de la cama-

-¿Vamos a cocinar?-invito al menor-

-¿Los dos…?-pregunto asombrado-

-Me puedes enseñar, no tengo problema con eso.

-…S-sí, vamos –le sonrió y se dirigieron a la cocina-

 

“Prometo no dejarte tan solo” quiso decir el mayor, pero su orgullo no lo dejo pronunciar aquellas palabras. Pero el menor lo conocía bastante bien como para saber que podría estar pensando, y eso era suficiente para ser feliz.

 

Continuara…


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