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El Iberium por exerodri

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Notas del fanfic:

hola. Esta es mi primer historia, siempre me dedique a leer nomas, pero me vinieron las ganas de hacer uno propio y dije ¿por que no? total no pierdo nada jaja bueno aqui se los dejo. Se siente raro jaja. Todavia no lo termine de escribir pero ire posteando los capitulos que voy haciendo como para obligarme a seguir. Conociendome lo dejaria  de lado si no fuese asi. Trataré de acutalizar todos los fines de semana y tengo pensado terminarlo..... aunque nadie lo lea :´(

ah otra cosa, tal vez encuentren palabras demasiadas "argentinizadas". Estoy tratando de escribir lo mas universal posible pero aveces se me complica jajaja cualquier cosa dejare como un glosario de palabras o expreciones que creo que en mi pais nomas se usan, las marcaré con un *

Bueno listo no tengo nada mas que decir, los invito a comentar, opinar o criticar. sean crueles si desean, tienen permiso jajaja mentira XD
saludos y que sean felices

Notas del capitulo:

Primer capitulo donde se presentan a algunos de los personjes, quienes reciben una noticia muy importante, aunque ellos no lo sepan todavia

El Iberium

Capitulo 1: El aviso

Otro típico día de rutina. Sentado en el colectivo, escuchaba música por mis auriculares. Había configurado el celular para pasar las canciones de manera aleatoria, pero directamente busqué la que tenía ganas de escuchar, como todas las mañanas. Tenía como 150 canciones, pero siempre escuchaba las mismas 10, las demás las tenía por si me nacía el deseo de escucharlas.

Al ir llegando a mi parada, me levanté y guardé los auriculares en el bolsillo. Me dirigí a la puerta de atrás del colectivo para bajarme. Entonces,  sentadas a la par de la puerta de salida, vi un grupo de chicas de aparentemente mi edad. Al notar que me acercaba, empezaron a hablar entre ellas como si se alteraran por algo. Incluso llegué a escuchar una que otra risita nerviosa.

Apenas empezaba mi día, y ya me sentía avergonzado. No había que ser un detective para darse cuenta que hablaban de mi. La forma en cómo me veían entre cuchicheo y cuchicheo me lo dijo. Suspiré pesado.

Nunca sabía cómo reaccionar ante esas situaciones, ¿Debería mirarlas y sonreírles? ¿Hablarles? Era un chico de 14 años, se suponía que estaba en plena época de coqueteo. Pero no. Lo único que hice fue mirar el piso y esperar a que el colectivo se detuviera,  haciendo de cuenta que no estaban ahí, acomodándome la mochila en mi espalda.

-Amiga, es tan lindo.

-Mira esos ojos...

-Dile algo antes que se baje.

-Dile tu, no me animo.

Fueron las cosas que oí mientras tocaba el timbre, haciendo de cuenta que no escuchaba nada. Cada palabra que llegaba a mis oídos hacía que mis mejillas ardieran cada vez más.  "Dios... esto es tan incomodo", pensé con mi vista puesta al frente.

Cuando por fin el colectivo se detuvo, bajé rápidamente, pensando que ya había salido de esa situación tan incómoda.

-¡Mi amoooor!!

-Rubio te amooo!!!

-¡Te hago de todo menos la tarea!!!-  escuché detrás de mí, además de silbidos y besos

Al girar mi cabeza, vi a las chicas sacando medio cuerpo por la ventana del colectivo mientras se alejaba, saludándome y tirándome besos.

"Que femeninas" pensé irónicamente mientras empezaba a caminar muerto de la vergüenza, con la cara ardiendo y las miradas de los que fueron testigos siguiéndome fijamente.

Luego de caminar media cuadra, llegué a la entrada de la escuela donde mi mejor amiga me esperaba.

- ¡¡Hey T.K!! - me gritó levantando la mano - ¡aquí!

-Hola Kari, ya te había visto no hace falta que grites jaja- dije sonriendo mientras le daba un beso en la mejilla- que onda, ¿todo bien?

-¡No!¡Todo mal! los llevo esperando como 15 minutos aquí afuera... con este viento tan fresco-se quejó mientras se abrazaba para darse algo de calor.

Era 10 de septiembre así que si refrescaba bastante por las mañanas, a pesar que la primavera se acercaba.

- Si tan solo tuviera un caballero que me dé su calor- dijo mirando para arriba como pidiéndole al cielo, mientras se seguía dando calor con sus manos.

Yo la miré fijamente, parpadeando un par de veces, esperando a que dijera algo.

-¡T.K!

-¡¡Ahhh! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué hice?!

-Dije eso para que me abraces- mencionó, suspirando con un semblante de desilusión.

-ahh perdón, no me di cuenta- dije avergonzado mientras la abrazaba -sabes que nunca fui bueno para esto, además yo vine a tiempo, que tú vengas excesivamente temprano y desabrigada no es mi culpa.

-Vaya que eres tosco para este tipo de cosas, pobre de la chica que sea tu novia, tendrá que enseñarte todo jajaja-ese comentario me incomodó, pero a la vez me hizo pensar.

Nunca me había preocupado por aprender a ser un buen "novio" para cuando me tocara serlo. Jamás fui muy romántico, pero en fin, era algo que no me interesaba aprender por el momento.

-Perdón, pero nunca se me dio por estas cosas, me siento raro, además que la gente nos vean abrazados... tu habiendo terminado con Davis hace tan poco tiempo... me pone un poco incomodo.

-T.K... no tiene nada de raro o malo que dos amigos se abracen, además con Davis está todo bien, ya sabes que decidimos seguir siendo amigos después de que lo nuestro no funcionara- dijo de forma seria, mirándome a los ojos- él sabe que tenemos la confianza suficiente para estar así y sobre todo, que no pasa nada entre nosotros dos.

-Tienes razón kari- dije mientras ella se acurrucaba entre mis brazos.

-¿Alguna vez no la tengo?

Kari y Davis habían cortado hace 3 semanas, quedando en buenos términos. Aquello me sorprendía; habían tomado muy maduramente el final de su relación. Sin embargo, no me sorprendía tanto como los extraños sentimientos que me habían estado molestando desde que empezaron a salir. Fueron dos meses de confusión, en los que sentía una mezcla de enojo y tristeza, pero sin saber porque. Esos sentimientos tan solo venían a mí de vez en cuando, sin explicación. Afortunadamente hace algo menos de un mes que, al parecer, esos raro estados de molestia me habían abandonado.


-Allá viene Davis- mencionó Kari cortando mis pensamientos.

-Ah, hablando de Roma.....- dije mientras con una sonrisa vi como un castaño corría hacía nosotros, arreglándose el uniforme en la marcha y acomodando cuadernos y libros de su mochila, todo al mismo tiempo mientras se peinaba con la mano ayudado por el viento que seguía soplando.

-¿Hola chicos como están?- dijo este agitado.

A pesar de vivir a unas calles, el muy infeliz había llegado tarde todos los días que iban del año escolar, o apenas a tiempo.

-Hola Davis - dijo kari- no hace falta preguntarte si te levantaste tarde, con solo verte la cara se nota.

-Ya les dije que no es mi culpa- se excusó el moreno mientras terminaba de acomodarse el cuello de la camisa- mi despertador a veces no funciona.

-Si por a veces significa siempre...- no desaproveché la situación para burlarme.

-JA JA que gracioso- Davis me miró con una cara asesina, yo solo le respondí con una sonrisa exagerada- ¿Entramos? Me está haciendo frio.

-¡Pero primero ponte la camisa por adentro del pantalones!- le recriminó la castaña- sino el preceptor te llamará la atención como siempre, ya te dijo que se le está acabando la paciencia contigo.

-Ahh que flojera... - dijo el moreno, mientras se desprendía el botón del pantalón para poder bajárselos un poco, (no usaba cinturón ya que el pantalón le entraba justo) y así acomodarse la camisa más fácilmente, dejando ver su ropa interior negra.

-!DAVIS!- gritó Kari, dándose media vuelta - no seas tan ordinario ¡¿quieres?!

- jajaja pues no mires y listo- dijo el moreno riéndose y guiñándome el ojo buscando complicidad, mientras se abrochaba los pantalones otra vez, ya con la camisa por adentro.

- Si es verdad kari, eres muy pervertida, no lo mires- dije, obviamente solo con el fin de molestarla

-Pero que par de pajer...-  en ese momento fue interrumpida por el timbre de la escuela- bueno vamos, entremos ya- dijo mientras se adentraba en la escuela.

Nosotros solo nos reímos de ver su reacción y la seguimos.

Las clases transcurrieron normalmente, ósea aburridas, hasta el recreo. Como era costumbre, los 3 nos sentamos en una de las escaleras de la escuela, tomando un jugo que habíamos comprado en el kiosco entre los 3.

-Ahhh como me duele el cuerpo hoy- se quejó Davis mientras se estiraba, su camisa volvió a salir la por afuera del pantalón.

-¿Por qué? ¿rompiste tu propio record de 5 horas de siesta?- preguntó Kari intentando abrir la caja de jugo que habíamos comprado

-No tonta, además ese record ya lo batí hace mucho- dijo Davis sacándole la lengua- ayer empezamos con un nuevo sistema de entrenamiento en el club, que es mucho más exigente, fíjate T.K- pidió mientras flexionaba su brazo haciendo fuerza

Curioso, le toqué el brazo. Después, mientras que Davis me contaba cuantas repeticiones y cuanto peso había levantado en cada uno de los ejercicios, el pecho y los demás músculos.

-Ay chicos, consigan una habitación- dijo Kari con un tono de voz y una carita bastante extraños, mientras tomaba del sorbete.

Como si ambos hubiéramos caído en conciencia al mismo tiempo de lo raro que nos veíamos así de juntos el uno al otro, y yo tocándole con tanto entusiasmo, nos vimos a los ojos y nos separamos rápidamente.

-ehh bbubueno dime qué otra cosa hicieron en la práctica- dije extrañamente avergonzado en un intento de ese momento vergonzoso.

No solo era yo el avergonzado. Davis miró hacia otro lado, disimulando su incomodidad, con sus manos en los bolsillos.

-ahhhh pero tiernos son- dijo kari entre risas- los dos se pusieron rojos jajaja

-¡¡Ya cállate!!- le gritamos al unísono.

No supe porque me había puesto tan nervioso al oír eso. Y lo más llamativo: ¿Por qué se puso así Davis? Me llamó la atención que un comentario así lo afectara, sobre todo proveniente Kari. Ya estábamos acostumbrados a sus bromas.

Una voz femenina detrás de mí  me sacó de mis pensamientos.

-Hola T.K...

Al darme media vuelta, me encontré con una chica rubia de ojos verdes.

-Ah hola ehh mm ehh...- dije dudando, no podía recordar su nombre, la reconocía de cara... pero su nombre eraaaa...

-Soy Mara, voy al 3°B- dijo sonrojada.

"Con razón la reconocía pero no le sabia el nombre, yo voy al 3°A" me dije internamente.

-ahhh claro Mara, Mara, lo tenía en la punta de la lengua- era mentira, nunca me hubiese acordado yo solo- ¿Qué onda? ¿Todo bien?

-Ay jaja yo eh- la noté bastante nerviosa-  estaba con mis amigas y nos dimos cuenta que no nos comeríamos toda esta bolsa de pochoclos* que compramos, así que pensé que tal vez te gustarían.

-wow que lindo gesto- dije recibiendo las golosinas- muchas gracias.

- Que bueno te gusten... emm T.K, me preguntaba si tu y yo podríamos eeemmm salir al cine o hacer algo, claro, si tu quieres- la invitación me tomó por sorpresa.

-ahh mm...- "¿Y ahora que digo?" pensé mientras la veía a los ojos -...seria genial, pero ahora no puedo porque ... porque... tengo mucho trabajo en casa ayudando a mi mamá, además soy asistente en la banda de mi hermano y ahora están tocando en vario lugares y....

-ahhh bueno, está bien no hay problema- su mirada se entristeció.

-¡eh!-le llamé la atención- pero bien me desocupo saldremos, ¿te parece?- le pregunté sonriendo.

No sé porque lo hice. Supuse que me dio pena mirar esa reacción. Justamente era el tipo de situación que a mí me daba miedo pasar: invitar a alguien a salir y que me rechazara. Había que tener valor para eso, cosa yo creía no tener.

-Si, si ¿Enserio T.K? muchas gracias ¡Que felicidad!... digo, si bueno, espero tu mensaje .- dijo dando media vuelta agitando su pelo, al estilo diva de tv.

Mientras se alejaba, se dio media vuelta para guiñarme un ojo.

Yo le respondí con una sonrisa, la rubia sonrió. Una de sus amigas le tiró del brazo ya que casi se llevó puesto uno de los pilares del patio de la escuela por no ver por donde caminaba.

Mientras toda esa escena ocurría, no me había dado cuenta que Kari y Davis vieron y escucharon todo, terminándose entre ellos 2 el jugo que habíamos comprado.

-wow Mara del 3°B te invitó a salir ¡La Mara! Es una de las chicas mas lindas de la escuela, sino la más linda. Es prácticamente inalcanzable.-exclamó Davis alborotado- debes ser el primer chico que ella intenta avanzar, todos están detrás de ella ¡Qué suerte tienes!

-Davis no se dice LA Mara, se dice solo Mara, y bueno ¿qué esperabas? T.K es uno de los chicos mas apuestos de la escuela- mencionó Kari mientras se levantaba de la escalera sacudiéndose la ropa.

-Ya chicos, me avergüenzan- dije viendo el suelo

-¿Y por qué le mentiste de esa forma tan descarada?- preguntó mi amigo

-Ehh!! No son mentiras, mmm bueno, no todo. No sé... es muy linda y todo, pero hay algo que no me atrae.

- Tienes a las chicas mas lindas a tu disposición, las tiene embobadas, hipnotizadas. Tendrías todo lo que quieras de ellas con tan solo pedirlo y tu las rechazas y no se te mueve un pelo. Vaya... no te imaginas que harían la mayoría de los chicos de nuestra edad en tu posición- vociferó el castaño mientras volvíamos al salón de clases.

-Oye no te quejes, tu también tienes chicas que te consideran lindo y que quieren salir contigo- le dije para que dejara de hablar tanto de mi. No me sentía cómodo

-¡Pero no se compara! En tu caso son ellas las que te acosan a ti, además te traen comida- señaló el paquete de pochoclos, del cual ya no quedaba nada ya que Kari y él se habían encargado de comerlo sin ninguna culpa, dejándome otra vez sin ni siquiera probar como estaban, al igual que el jugo- ¡te traen comida! No hay otro gesto de amor más grande en todo el universo.

- Ya déjalo Davis, si él no quiere salir con nadie está bien, prefiero que se encuentre solo a que salga con esas chicas tan superficiales y frías, además...- a Kari le sonó su celular, interrumpiéndola. Se alejó de nosotros para atender.

-Bueno en fin- suspiró Davis - es tu decisión, es verdad. No es culpa de las chicas si están detrás tuyo, yo creo que si fuera una chica también estaría loca por vos.

Ni bien terminó de decir eso, la expresión de su rostro cambió, como si ni él creyera que había dicho eso. Su cara se tornó roja y miró para otro lado. Yo hice lo mismo, sin la capacidad de comprender porque lo que el moreno dijo me hizo sentir tan extraño. Un silencio incomodo se formó entre los dos pero afortunadamente Kari se nos unió después de hablar por teléfono.

-Ahh este Tai, no cambiará nunca ¿de qué me perdí?- preguntó la castaña al volver a juntarse con nosotros luego de hablar por teléfono.

- De nada- respondimos los dos al mismo tiempo.

-Oigan, ¿Hoy era que el preceptor* pasaría por los cursos avisando de algo importante?- pregunté para cambiar de tema.

-ah cierto, si, hoy es- respondió Kari haciendo un esfuerzo por recordar- era para hablar de un viaje creo, al campamento Iberriam, Iberro ehh bueno no me acuerdo pero es Ibe-algo, queda bastante al sur, como a 1.200 kilómetros creo.

-¿1200 kilómetros? vaya eso es mucho, sería como 13 horas de viaje- reflexionó Davis- que extraño, nunca organizan viajes en esta escuela aburrida- se quejó mientras pateaba una botella vacía abandonada en el patio.

-Tienes, razón- respondí mientras entrabamos al salón de clases- por lo menos algo para romper la rutina.

Otra vez continuamos con las interminables clases de física. Era la última asignatura y no veíamos la hora de salir de la escuela. Faltando 15 minutos para el fin de las clases, nuestro preceptor Kevin entró. Todos lo miramos atentamente, no porque fuéramos fanáticos del preceptor o que siempre nos importara lo que tenía que decir, sino que cualquier estimulo externo nos llamaba la atención en la hora de física. Ver la pintura secar era más entretenido que la clase de física.

-Chicos, les vengo a avisar que la semana que viene todos los grados de 3°,4° a 5° harán un viaje de recreación hacia el sur, durante una semana, al campamento Iberium- dijo el preceptor mientras entregaba banco por banco un papel con información sobre el viaje y una autorización para hacer firmar por los padres- No es un viaje obligatorio, pero servirá de mucho a los chicos que andan medio flojos en las materias. Se les otorgará una consideración especial por ir.

En ese momento vi a Davis, ya que él se encontraba en esa situación. Al notar que lo veía, se hizo el tonto mirando hacia otro lado, rascándose el mentón.

- La escuela consiguió un convenio con el lugar, que da servicio a muchas escuelas del país, así que el gasto que tendrán que pagar será mínimo. El director, yo y otros 2 profesores más los acompañaremos.

El preceptor respiró hondo como si evocara recuerdos nostálgicos y prosiguió:

-Chicos, sinceramente, yo fui a ese lugar cuando era chicho...

-Ah, entonces el año pasado jajaja- le interrumpió Davis, haciendo que todos nos riéramos.

Nuestro preceptor, a pesar de rondar los 24 o 25 años, parecía mucho más joven. Apenas era un poco más alto que nosotros que rondábamos los 1,70 metros. No tenía ni un solo rastro de barba, no porque se afeitase bien, sino porque que no le crecía. Lucía un peinado el cual usaría cualquier adolescente, solo que un poco más arreglado. Su cara de niño no ayudaba en mucho. Podía ser confundido tranquilamente con un estudiante de 6°, el último año.

- ¡Ya basta!- gritó la vieja de física con su vos de anciana malhumorada. Ese grito hubiese puesto en su lugar hasta a la hinchada de futbol más brava- señor Motomiya, siempre siendo tan simpaticón usted ¡Párese cuando le hable! - Davis se paró con mucho miedo- justamente uno de los que más necesita un puntaje adicional en las materias. ¡y póngase bien la camisa por el amor a Dios, siempre lo mismo con usted!

 Davis se desabrochó el botón del pantalón tal como lo había hecho en la mañana.

- ¡Pero vaya al baño, hombre! ¡¿Que no le da vergüenza?!!- gritó la profesora.

En eso tenía razón, Davis con el paso del tiempo parecía haber perdido el pudor a cualquier cosa. El moreno salió del curso hacia el baño mientras todas nuestras compañeras se reían.

-Prosiga nene- le indicó a Kevin

-Gracias profe... digo profesora- respondió este, desatando una fugaz y muy leve risa generalizada - bueno como decía, yo a su edad fui al mismo campamento con mi escuela y les juro que es una experiencia única, que vale la pena vivir. No la desaprovechen chicos.

Nos sorprendimos al ver con cuanto sentimiento había dicho esas palabras. Kevin se había mostrado muy sincero, no en el papel del preceptor del colegio, sino como un amigo.

- ¿Y qué piensan? - nos preguntó Kari una vez que se fue el preceptor- parece que estará bueno ¿no?

- Y si, que se yo- dijo Davis sin darle mucha importancia, sentándose de nuevo en su banco con la camisa presentable

-jaja tú no estás en posición de opinar Davis, eres el que más lo necesita- dije riendo mirándolo a los ojos.

-Estará bueno, además van los chicos de 4° y 5°, así que podremos estar con Mimí, Izzy, Matt, Sora y Tai- dijo Kari emocionada. Yo le sonreí.

No había tenido muchas experiencias de campamento o de retiro antes, así que la idea me pareció interesante. Además, sentí que había algo que... no sabría cómo explicarlo. Sentí como una clase de presentimiento extraño con respecto a ese viaje.

"El Iberium" dije para mi mismo viendo el papel que Kevin nos había dado. No supe distinguir si ese presentimiento era bueno o malo.

Pensé que quizás solo era mi imaginación, el tiempo se encargaría de decirme la verdad.

Notas finales:

Bueno hasta ahi el primer capitulo, no se cuantos tendrá. En el proximo presentare a los otros personajes. saludos


*pochoclo: lo que se come en lo cines, palomitas de maiz
*Preceptor: el que mantiene el orden de la escuela, toma asistencia en los cursos y comunica cosas


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