Estaba por darle el golpe final a Law, su mano estaba suspendida y sus dedos juntos para poder atravesarle el pecho, mientras su otra mano le sostenía de la solapa de su camisa oscura. Luffy estaba a un par de metros de ellos, tumbado sobre el frío y empedrado suelo, sin poder mover un solo musculo, golpeado brutalmente por el rubio de lentes exóticos.
-N…no… deja a Torao…- Murmuraba impotente el menor, se había jurado que nunca más iba a perder a unos de sus nakama, y aunque Law, no fuera precisamente un integrante como tal de su tripulación, si era un gran amigo (aunque el susodicho se negara a ello).
Law tenía el rostro imperturbable y de resignación, si…ya había aceptado su muerte.
-Fufufufu… tus últimas palabras?-
-Púdrete…-
Doflamingo frunció el ceño, pero al mismo tiempo sonrió, como adoraba esa forma tan petulante y egocéntrica del moreno, incluso al borde de la muerte. Qué pena que el menor jamás le correspondería, Law vivía aun con el recuerdo de su hermano, aquel que hacía años le había arrebatado el cariño y admiración del joven cirujano.
-Ya que estas, dispuesto a morir… no te parece que merezco el don de la duda, jamás me has dado la oportunidad de decirte lo que en realidad paso entre Corazón y yo-
-Cállate y mátame de una buena vez- Murmuro con los dientes apretados.
El rubio aun se sostenía de una ligera esperanza, si tan solo el jodido chiquillo, le permitiese hablar, si por lo menos… un momento, que es lo que le detiene a no decirle la verdad? La promesa que le había hecho a corazón, pero este ya no estaba más, porque después de 13 años… seguía manteniendo esa absurda promesa!?.
-Corazón me pidió que le matase- Dijo directo, no necesitaba guardar más todo aquello. Al principio Law, abrió los ojos con incredulidad, pero después, solto una lastimosa risa.
-Ja, esperas… que después de 13 años, crea eso? Te conozco Joker, se perfectamente de lo que eres capaz con tal de escalar a la cima-
-El intercambio tu vida por la de él y viceversa… la enfermedad que tu portabas te iba a llevar a la muerte en 2 o tres años a lo mucho y eso ya lo sabías, lo que tu cabecita no conocía, era que los últimos meses, tu vida sería un verdadero infierno, los dolores serían insoportables, llevándote a la locura antes de morir. Corazón, no quería que presenciaras eso… acepto tu enfermedad y las consecuencias de ello, aunque por ser un cuerpo más maduro, pudo soportar más años con la enfermedad, pero llego un momento en que los síntomas comenzaron a cobrar vida, no hubo marcha atrás-
-Callate!!!- Grito Law, no podía creer lo que estaba escuchando.
-También me había pedido, que después de su muerte, tu fueras su sucesor… tanto de lugar dentro de la familia como de sus habilidades, de su fruta. Lo ves? 13 años guardándome un odio y un rencor, por algo que realmente JAMAS paso, fufufufu-
-El era mi mentor, fue un gran ejemplo a seguir para mi, pero de eso a que el sacrificara su vida, por la mia!? No digas tonterías, porque el haría algo asi!?-
-Porque el sabia lo mucho que significabas tu… para mi-
Law abrió nuevamente los ojos de par en par, aunque esta vez, se mantuvo en silencio.
-No me lo dijo, pero el y yo, teníamos una relación tan estrecha… tanto asi, que no eran necesarias las palabras, el no deseaba que experimentara nuevamente la muerte de alguien, que yo quería-
-Aun asi la experimentaste… con su muerte-
-Como si no me conocieras Law-Chan, fufufufu… si el ya había tomado su decisión... por muy dura o dolorosa que fuese, yo no tenía porque intervenir más-
-Mientes! Es algo estúpido!- Sí, claro que mentía, pero deseaba omitir la información más importante: Corazón se equivoco, se había arriesgado creyendo que si su cuerpo soportaba un par de años más la enfermedad, tendría tiempo suficiente para dar con la cura… aun asi, fuese el resultado que fuese… amaba a Law, aquel pequeñuelo se había ganado el corazón de los dos hermanos. El arriesgue valía la pena, y a pesar de que perdió batalla, sabía que su hermano y Law, estarían juntos. Aunque eso último de su plan, resulto ser tan torpe como sus movimientos… como esperaba que Law amara a Doflamingo, después de que se enterase que este la había dado el tiro de gracia?.
-Si te mato en este momento, estaré rompiendo la promesa de corazón, de mantenerte a salvo… y tampoco es algo que yo desee- Le soltó con brusquedad. –Ahora que sabes la verdad, lárgate y déjame en paz, había intentado retenerte a mi lado, aunque tu no lo desearas, pero no más… disfruta la vida que mi hermano te dio-
Se metió las manos dentro de los bolsillos y les dio la espada, esos chiquillos se habían encargado de meterlo en un verdadero problema, aunque para él no había imposibles, una tenue sonrisa se dibujo en su rostro. El Joker, siempre tenía un as bajo la manga.
Law le vio caminar, se negaba aun a creer, pero… a pesar de todo, sabía que decía la verdad. Golpeado como lo estaba Luffy, ambos permanecieron recostados hasta que sus demás nakama llegaron donde ellos y les ayudaron a salir de ahí.
Habían pasado un par de días, los dos capitanes permanecieron en reposo ante la atenta vigilancia del pequeño doctor.
Estuvieron viajando juntos hasta que Law se encontró nuevamente con su tripulación. Fue ahí donde se despidió de los sombrero de Paja, ante el asombro de todos en general.
-Ah!?- Luffy urgaba su nariz y ladeo el rostro sin comprender- Pero, dijiste que llevaríamos a cabo una alianza para ir por uno de los Yonko…-
-Si, así era, pero… he cambiado de destino-
-Que tienes planeado Torao?- Pregunto Nami, sin comprender tampoco, como de repente había cambiado de parecer, aun después de todo lo que habían pasado en Dressrosa.
Este solo sonrió ligeramente.
Aun convalecientes, todos y cada uno de los miembros de su familia, estaban reunidos en torno a él.
-Que pasara Doffy?- Pregunto Baby 5.
-Nada… -Dijo dando un largo sorbo al licor que sostenía dentro de una copa de vidrio, sentando en uno de sus tronos.
-Todo sigue su curso y seguira igual…fufufu-
Unos pasos les pusieron alerta, estos hacían eco en toda la habitación.
-Ohhh…-Dijo con una amplia sonrisa. –Déjenme rectificarlo, a partir de ahora TODO cambia…fufufufu denle la bienvenida a otro tripulante más, mi mano derecha: Corazón-
Todos se giraron y abrieron los ojos sorprendidos.
-Olvídalo… - Respondió el recién llegado. –Trafalgar Law, únicamente y aunque he decidido unirme nuevamente a ti, no me tendrás como a un perro faldero-
Doflamingo no podía estar más que satisfecho.
-Law-chan, bienvenido a casa, con tu familia fufufufu-
Trafalgar asintió, y aunque sus demás compañeros le miraron quisquillosos, sabía que tarde o temprano volvería a ganarse su confianza. Oculto tras su fachada de capitán de los hearts, lograría que Doflamingo cumpliera cada uno de sus caprichos.
FIN