(Kai)
-Hola, Tao - le sonreí - Me da gusto volver a verte.
Tao me quedó mirando anonadado.
-Kai - exclamó y me abrazó emocionado - Hermano, ¿En dónde has estado todo este tiempo? Te hemos extrañado. Todos te hemos extrañado como no tienes idea. Nos has hecho mucha falta...
-Tao - murmuré y luego se separó de mí - yo también les he echado de menos... sobre todo a...
-¡Luhan! - terminó la frase por mí - se pondrá feliz cuando se enteré que estas aquí.
-¡No! - negué - solo he venido a verte a ti. No quiero que Luhan se entere que estoy aquí.
-Pero Luhan...
-Ya dije que no, Tao - me puse serio - le prometí que desaparecería de su vida. Que lo dejaría en paz, con su nueva vida.
-De eso te quiero hablar... - inquirió de pronto.
-No - volví a negar - no quiero saber nada de él, supongo que es feliz y si me lo confirmas me harás sufrir más.
-¿Me dejas hablar? - preguntó frustrado.
Dudé pero dejé que hablara. Suspiró antes de comenzar.
-Luhan... - hizo una pausa, probablemente estudiaba mi rostro para saber cómo decirme lo que me tenía que decir - es viudo - dijo finalmente.
-¡¿Viudo?! - pregunté casi exaltado
-¡Sí! - dijo apenado - Kris mató a la supuesta Soyeon. A Luhan también le habían engañado. Al final la verdadera Soyeon nunca se casó con él, fue una tal Jiwon la impostora.
-¿Cómo esta él? ¿Dónde está ahora? - le exigí tomando de su brazo.
-Debe estar en su habitación, ¿Piensas ir a verlo?
¿Pensaba ir a verlo? La verdad era que no. Prefería no verlo, le había prometido no meterme en su nueva vida, pero ahora era diferente. Él estaba libre y solo.
-No sé - respondí en un susurró - ¿Qué me recomiendas?
-¡Qué vallas a verlo! - me animó.
Dudé al principio y asentí con la cabeza.
-Tienes razón - le sonreí - iré a verle.
-¡Suerte! - me animó.
Me teletransporté y aparecí en la habitación de Luhan. Pero él no estaba aquí. ¿Dónde estaría? Me quedé un rato admirando sus cosas, extrañaba todo aquello, todo lo que le pertenecía lo extrañaba. Aspiré profundamente y sentí su olor en el ambiente, ese olor que anhelaba desde hace mucho tiempo. Esta vez no iba a dejar que nadie me lo arrebatará, no había impedimento alguno para no regresar con él.
De pronto escuché pasos desde el pasillo, alguien se acercaba. Me escondí detrás de un muro en su habitación, quería darle una sorpresa a Luhan.
-¡No puede ser que esto esté pasando! - se quejaba Luhan, observé que detrás de él entró Xiumin y Baekhyun - ¡Se comportaron como unos idiotas!
-Esas chicas son muy hermosas - inquirió Baekhyun apenado - No sé qué es peor, que Chanyeol este con Yoona o que miré a otras chicas. No lo puedo soportar - dijo frustrado.
-Y ni que me digas a mí - se quejó Xiumin - ¿Viste la cara de Chen? ¡Con mucha más razón no le perdonaré!
¿De quienes hablaban? Me entró la curiosidad y me mantuve escondido por un largo rato para poder escuchar toda la conversación. Lo mejor de todo es que la conversación me causaba gracia, no tenía idea de quienes hablaban pero la forma en como lo hacían era graciosa.
-Bueno, Luhan - murmuró Baekhyun - me tengo que retirar, fue un placer hablar de nuevo con ustedes.
-Yo te acompaño - se ofreció Xiumin - de paso iré a mi habitación y a vigilar a Chen. Uno nunca sabe lo que puede estar haciendo teniendo a esas chicas merodeando por los pasillos...
-¡Xiumin, eres un exagerado! - le bromeó Luhan.
-Ya quisiera verte en mi posición, si Kai estuviera aquí apuesto a que también tendrías celos - se defendió Xiumin.
-Pero no está - le cortó de inmediato.
-Para tu suerte - bromeó Baekhyun.
Luhan no pudo evitar reírse y al final se despidió.
-¡Adiós chicos! Los veo mañana - inquirió.
Luego de haber dejado solo a Luhan, ahora era mi turno. Pero quise apreciarlo un rato más, no podía creer como había sido capaz de dejarlo. Había sido un idiota, hasta más que eso.
Si la vida me daba una nueva oportunidad con Luhan, esta vez no la iba a desaprovechar, saldría huyendo con él si fuera necesario para ser felices. Esta vez arriesgaría todo por él.
Luhan se dirigió hacia la venta y miró al cielo.
-Kai - susurró - ¿Dónde estás ahora? - preguntó al cielo - Eres un babo, no tienes la menor idea de cuánto te extraño... - se quejó.
Siguió mirando al cielo y este aun no le respondía, y volvió a suspirar...
-Te amo, Kai - murmuró.
Fue entonces que decidí salir de mi escondite.
-Yo también te amo - le respondí y él se sobresaltó por el susto que le había ocasionado.
-Kai... - exclamó y luego corrió hacia mí para abrazarme. Yo correspondí a su abrazo pero al instante se separó de mí. Me quedó observando por un rato y luego me dio una bofetada.
-¿Y eso? - pregunté sobando mi mejilla, no entendía por qué ahora me pegaba.
-Porque te demoraste mucho en venir - chilló - pero eso ya no importa - susurró y llevó sus manos a mi nuca para atraerme hacia él y darme un beso suave... ahora besaba al amor de mi vida y esperaba que esto nunca se acabase.
-Te amo - murmuré mientras aun mordía sus labios.
-Y yo a ti - sus besos se volvieron más profundos y sabían bien. Había extrañado estos besos que me volvían loco. Luego se apartó de mí y me miró con ojos llenos de amor, llevó una de unas manos a mi mejilla y empezó acariciarla - Te he extrañado tanto... - murmuró.
-Lo siento, no debí demorar en regresar.
Me tomó de la mano y me llevó hasta su cama, nos quedamos sentados en el borde y él no dejaba de acariciar mi rostro.
-¿Quieres hablar...? - propuse, tenía muchas cosas que decirle y suponía que él también a mí.
-¿Viniste por mí? - preguntó, su pregunta me sorprendió, exactamente no había venido a verle porque pensé que aún seguía casado, pero al enterarme que estaba nuevamente solo había cambiado de decisión.
-No - me sinceré - Solo vine a ver a Tao, pero después él me contó todo...
-¡Sssshshhh! - me silenció - volveré hacer la pregunta. ¿Si estás aquí, ahora, en mi habitación, es por mí?
-Sí. Después de enterarme lo ocurrido vine inmediatamente...
-Eso es lo único que importa - me sonrió de una forma tan dulce - ¿Te quedarás?
-Si tú quieres que me quede, me quedaré - afirmé.
-Perfecto. - susurró y se acercó más a mí - esta vez no quiero que te vayas, nunca más - luego unió nuevamente sus labios a los míos, y yo correspondí aquel beso.
Luego me separé para besar su cuello despacio y suavemente, Luhan comenzaba a lanzar pequeños suspiros de sus labios y terminó hundiéndose en los besos que le proporcionaba a su piel. Él se tiró encima de mí en la cama y comenzó a levantarme la camisa blanca besando con lentitud mi abdomen subiendo hasta mi pecho. Terminó de quitarme la camisa y besó mis pezones acariciándolos con su lengua mientras yo jadeaba su nombre con una voz ronca, sin dejar de hacer aquello pasó una de sus manos a mi miembro por encima del pantalón y le dio una acariciada desde abajo hasta arriba una y otra vez terminando en mi abdomen, aunque tan solo una caricia había sido lo suficientemente profunda para hacer que lanzara un gemido, sin dejarme respirar volvió a tocarlo con caricias similares pero más cortas y sin apartarse de mi miembro, una y otra vez pasaba su mano por encima de mi miembro ya despierto, comencé a clavar mis dedos en su cabello revolviéndolo al compás de sus caricias mientras él seguía lamiendo mis pezones con tanta delicadeza y paciencia que me volvía loco ante tales caricias.
Tomando desprevenido a Luhan lo jalé y lo puse debajo de mí para ser yo quien le diera placer, Luhan parecía incomodo e inconforme con esa situación pero era yo quien quería hacerlo sentir bien. No me hice esperar mucho y le quité la camisa junto con los pantalones dejándolo solo en bóxers y comencé a besarle el cuello vigorosamente, lamiendo y mordiendo suavemente, sin dejar de hacerlo dirigí mi mano hacia sus pezones masajeándolos, Luhan comenzaba a gemir más fuerte ante mis caricias y eso me hizo sentir bien, me excitó más de lo que ya estaba, tanto que dejé su cuello y bajé a donde estaba su miembro erecto, le quité los bóxers lentamente tocando la piel de sus muslos al mismo tiempo que los bajaba, esa acción lo volvió loco y logré arrebatarle un grito de placer, quedé frente a frente con su miembro, sonreí de ver el estado en que se encontraba y lo lamí ligeramente en diferentes partes mientras con mis manos seguí masajeando sus pezones, la respiración de Luhan aumentaba con cada lamida y cada caricia que recibía de mi parte hasta que decidí dejar de jugar y metí entero su miembro en mi boca lamiéndolo profundamente como si de una paleta se tratara, sacándolo tan lento y volviéndolo a meter que Luhan gemía incansable pronunciando mi nombre una y otra vez, no le di descanso alguno, aumente el ritmo de mi boca y dejé sus pezones para apoyarme en sus piernas muy cerca de su miembro, comencé a acariciar aquellas zonas con movimientos lentos, recorriendo poco a poco cada zona de sus muslos con mis manos. Pude sentir que Luhan no aguantaba más, se notaba que estaba al borde de toda resistencia, sin dejar mi labor levanté la mirada para observar mejor el espectáculo que me brindaba, era placentero verlo arquear la espalda mientras ladeaba su cabeza hacia atrás apretando fuerte su mandíbula en sus intentos por no gemir tan desesperadamente, sus manos apretaban con fuerza las sabanas jalándolas y empujándolas cuando se retorcía en la cama, yo seguía viendo sus reacciones sin apartar ni un poco la mirada clavando mis ojos en su cuerpo desnudo hasta que Luhan se desesperó completamente.
-Más…más rápido Kai… - me ordenó y sin esperar por alguna respuesta llevó sus manos a mi cabello empujándome hacia donde quería cuando quería y como quería aumentando el ritmo de mi boca, me encantaba ver como lo hacía sentir y sin tardar más Luhan terminó corriéndose en mi boca y lanzó un grito ronco lleno de placer mientras arqueaba la espalda, tragué su esencia y me dirigí a su cuello volviendo a besarlo con ansias y pasando mi mano por su miembro acariciándolo incansablemente haciendo que volviera a despertar, Luhan me miró con deseo y trató de derribarme para ponerse encima de mí pero no se lo permití. Me acosté encima de él aprisionándolo con mi cuerpo y moví mis caderas sobre las suyas causando fricción entre nuestros miembros despiertos, aunque yo aún llevaba el pantalón puesto, apoyé mis manos a ambos lados de su cabeza y levanté mi pecho quedando justo encima de su rostro pero separado por algunos diez centímetros mientras seguía fingiendo las penetraciones contra su miembro, ambos gemíamos con la boca completamente abierta jadeando ante el calor del momento, pronto mi miembro comenzó a doler dentro de la ropa y decidí que era la hora de avanzar a lo que seguía. Me quité toda la ropa a prisa y me dirigí a su cuello besándolo lentamente con mi lengua y masajeando su miembro con mi mano haciéndolo gemir aún más fuerte, después junté ambos miembros y causé aquella fricción que nos volvió locos, sentir su miembro caliente chocando contra el mío era lo mejor, al menos lo mejor hasta el momento. Lamí dos de mis dedos sin dejar de mover mis caderas contra las de él y abrí sus piernas, tan delicado como pude metí el primer dedo arrebatando gritos, al meter el segundo dedo fui más cuidadoso y paciente hasta que se acostumbró a ellos, entonces los moví dilatando su entrada, Luhan gemía deliciosamente apretando sus puños, espere a que dijera algo como que estaba listo, o que me metiera, pero nunca lo dijo, tomé la iniciativa sacando mis dedos de dentro de su cavidad llevando ahora mi miembro, besé su cuello mientras lo metía lentamente en él, Luhan comenzó a jadear energéticamente, acaricié su miembro para que no le doliera mucho mientras se acostumbraba.
De pronto hizo un movimiento de caderas, dándome a entender que podía comenzar a moverme y así lo hice, dejé su cuello y comencé con leves estocadas que nos llenaron de éxtasis, me incliné más hacia él quedando a escasos centímetros de su rostro, quería verlo morirse de placer ante mí, Luhan abrió sus ojos llenos de lujuria encontrándose con los míos, sin querer aumenté el ritmo de las estocadas y ambos gemimos, pero no apartamos nuestros ojos, no sé cómo y ni me di cuenta, pero de un momento a otro me encontraba besándome con él, estábamos rozando ligeramente nuestros labios en un beso lento, aumenté el ritmo de las penetraciones de nuevo y nuestro beso se profundizo pero sin perder un toque de inocencia, sus labios eran suaves, demasiado suaves y el sabor era exquisito, casi me derretí con sus labios, supe que a ambos nos había gustado puesto que no dejamos de besarnos por ningún motivo, había ansiado por mucho tiempo aquel beso y no era nada menos de lo que había imaginado. Seguí penetrando una y otra vez a Luhan mientras nos besábamos, él también comenzó a mover sus caderas junto con las mías haciendo que aumentara la profundidad de las estocadas dejándome alcanzar su punto sensible, Luhan lanzó un fuerte gemido que se ahogó en nuestro beso, pronto se volvió más caliente y él abrió su boca dándole paso a mi lengua de explorar y jugar con la suya. Esta vez era infinitamente mejor que las anteriores, no se podía describir las sensaciones y el placer de penetrarlo mientras lo besaba apasionadamente, las estocadas se hicieron más rápidas y profundas haciéndonos gemir dentro de la boca del otro innumerables veces, al aumentar el ritmo de nuestras caderas podía sentir como su miembro chocaba contra mi vientre dejando una sensación de cosquilleo cada vez que lo hacía, sin pensarlo lo tomé con mi mano y lo masturbé lentamente sin dejar esos labios inquietos, nuestras lenguas estaban más inquietas y parecía como si nos estuviéramos comiendo mutuamente, moví incontrolable mis caderas lleno de impaciencia hasta que sentí un líquido cálido recorrer mi mano y escuche como Luhan gimió fuerte en mis labios, me aparté solo un momento para probar su esencia y luego volver a besarlo para que sintiera su sabor, di unas cuantas estocadas más y yo también me corrí dentro de él provocando que se retorciera nuevamente de placer.
Nos estuvimos besando un rato más hasta que finalmente me aparté para salir de él y me recosté a un lado tomando aire profundamente, Luhan se volteó en la cama para acomodarse quedando frente a mí acostado a mi lado, sentí una felicidad recorrerme el cuerpo entero, me acerqué a él y pasé mi brazo por su cintura y con el otro brazo libre busqué su mano, una vez que la encontré entrelacé nuestros dedos y le di un beso en sus labios.
-Te amo, Luhan.
(Luhan)
Recibir nuevamente sus caricias habían hecho que perdiera el autocontrol, había deseado tanto por este momento que no quería hablar con él, no tenía que aclararme nada, ni rendirme cuenta de nada. Los dos había cometidos errores y yo simplemente quería olvidar todo. Y así lo había hecho; ahora le tenía aquí recostado a mi lado como antes. Los dos estábamos completamente desnudos y aun sudando por hacer el amor.
-No sabes cuánto he deseado por tenerte de nuevo en mis brazos - susurró en mi oído y me abrazó más a su pecho - Pero me dijiste que no querías volver a verme...
-¡Kai, no, no! No te estoy pidiendo explicaciones.
-Siento que necesito decírtelo...
-Kai - susurré - si estás aquí es por mí ¿Verdad?
-Sí.
-Con eso es suficiente, mi amor. Lo importante es que estas aquí. Y que nos amamos - llevé mi mano a su mandíbula he hice que me mirara - Olvidemos todo - comenté - ¿De acuerdo?
-De acuerdo - asintió - Solo quiero dejarte algo muy en claro. Nunca, pero nunca habrá nada ni nadie a quien ame más que a ti. Eres el vampiro más importante en mi vida y no habrá otro.
-Y en mi vida tampoco habrá otro u otra... - puntualicé.
Le miré a los ojos y le sonreí. Luego me subí encima de él y le planté un beso corto.
-¿Vamos a tomar un baño? - propuse.
-Muy buena propuesta. ¡Vamos! - me abrazó y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en mi baño.
-¡¿Nunca puedes dejar de teletransportarte?! - me quejé.
-¡A que no es divertido!
Después de tomar un baño juntos, Kai y yo regresamos a la misma faena y estuvimos juntos hasta que amaneció. Luego él tuvo que regresar con Tao y yo salí en busca de Xiumin, tenía que contarle que Kai estaba de regreso. Estaba demasiado feliz porque habíamos regresado y esta vez era definitivo.
-¡Xiumin! - llamé a su puerta dando unos golpecitos en ella.
Xiumin apareció muy rápido, tanto que no había terminar de tocar la puerta.
-¡Luhan, no sabes lo que paso ayer! - dijo exaltado.
-¿Ayer? - pregunté.
-Pasa - me tomó de la mano y me jaló hacia el interior de su habitación - Ayer Yoona y una de esas chicas, creo que se llama Jiyoon, en fin eso es lo que menos importa.
-Dime ¿Qué paso?
-Yoona y ella se pelearon en los pasillos, y al parecer toda la culpa la tiene Chanyeol. Yoona dijo que Jiyoon le estaba coqueteando a Chanyeol, pero ya conocemos a Chanyeol - dijo en tono sarcástico - él no es un santo de su devoción.
-¿Y qué paso después?
-Kris se molestó con Yoona ¿Puedes creerlo? ¡Con Yoona!
-¿Y qué hizo?
-¿Qué más podría hacer tu hermano? Les pidió disculpas a las cinco chicas por lo sucedido. Me parece algo ridículo. ¿De cuándo acá tu hermano pide disculpas?
-Todo esto me da mala espina - comenté.
-No eres el único - y puso los ojos en blanco - ¿Por qué no estás listo? - preguntó de repente.
-¿Listo? ¿Para qué?
-Kris hará tipo una fiesta de bienvenida a las cinco chicas y de paso será una ocasión para que Yoona se disculpe.
-Eso me parece absurdo.
-Lo es - asintió - Bueno ¿Qué esperas? Anda ve y alístate. Todos tenemos que estar presentes.
-De acuerdo - asentí lento - Te veo luego - me despedí y salí de su habitación.
No pude decirle que Kai había regresado y que habíamos regresado. De todas maneras ya se lo contaría luego. Me aliste con me había dicho y fui a donde supuestamente seria la pequeña fiesta. Aunque para mí no tenía ningún sentido hacer esto. ¿Qué le estaría pasando a Kris? Naturalmente no tenía este tipo de comportamiento con nadie ¿Acaso Lay estaría influenciando en sus decisiones?
Al llegar a la sala Kai ya estaba ahí, todos le rodeaban y le daban la bienvenida incluyendo los guardias. Y cuando me vio caminó hacia mí y me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos. De reojo observé que Sehun no estaba contento con su llegada, y Chanyeol apartó la vista de nosotros dándonos la espalda, sabía que no le gustaba la relación entre nosotros pero ahora poco me importaba lo que pensara.
-¿Qué está pasando en este lugar? - me preguntó Kai.
-¿Por qué?
-Chanyeol me acaba de contar sobre unas cinco chicas que han llegado. Dice él que son muy hermosas y que tienen unos pech...
-Ya me imaginó lo que te contó, no es necesario que entres en detalles - le corté.
-¡No es posible, me voy por un tiempo y todo se vuelve un caos! - exclamó con los brazos en alto y se carcajeó de risa.
-Pónganse todos en sus posiciones - ordenó mi hermano quien recién llegaba con Lay - Nuestras invitadas estarán aquí dentro de un rato.
Todos obedecieron de inmediato y yo fui a sentarme a su lado, como siempre, luego se percató de la presencia de Kai y me susurró al oído.
-Ya sé que ha regresado, pero yo aún no le he aceptado de regreso, así que después de esta reunión ya veremos si se queda - advirtió.
-Pues se quedará así tú no lo quieras - le reté.
-Ya lo veremos - habló bajito - ¡Qué pasen nuestras invitadas! - ordenó.
Al abrirse las puertas Sunny fue la primera en entrar. Tenía cara de pocos amigos y se notaba que no le agradaban las cincos chicas. Ella se colocó a lado de Lay y a paso elegante entraron las cinco chicas. Todas nos miraban a los tres ya que estábamos al frente de ellas, pero Hyuna la que se había presentado un día antes desvió la vista hacia dónde estabas los demás miembros, y lo que vino después pasó en cámara lenta ante mis ojos. Ella pareció reconocer a alguien entre los miembros y se desvió de camino, corrió hacia esa persona y le beso con mucho entusiasmo adelante de todos los presentes.
-Kai - dijo emocionada - ¿Qué haces aquí? ¿Has venido por mí? - preguntó e intentó darle otro beso pero esta vez Kai la esquivó.
-¿Qué haces tú aquí? - preguntó Kai exaltado y la tomó por los hombros.
Luego todo pasó muy rápido, se escucharon murmullos en toda la habitación y varias personas me observaban. Probablemente mi rostro era un poema o peor aún, mi rostro denotaba desesperación... Cualquiera que haya sido mi expresión en ese momento me identificaba que ya no estaba feliz como al principio, seguramente la sonrisa se me había quitado ante tal espectáculo.
-¡Luhan no es lo que piensas! - inquirió Kai - yo te lo puedo explicar...
-¡Tu no explicarás nada! - gritó Kris - ¡Ella lo explicará todo! - y señaló a Hyuna.
-Hyuna, querida - intervino Lay - ¿Podrías explicarnos él por qué de este bochornoso espectáculo? ¿Se conocen? ¿Son novios? - esa pregunta me sobresaltó y esperé tranquilo su respuesta.
-No - contestó Kai de inmediato.
-¡Cállate! - volvió a gritar Kris y luego su vista volvió con Hyna.
-No - respondió está muy segura.
-¿Entonces? No entiendo - inquirió mi hermano.
Hyuna dudó por un rato, miró a Kai y luego me miró a mí.
-Si - dijo finalmente y se dirigió a Kai - prometiste que me esperarías - comentó - y que olvidarías a Luhan...
-¡Mientes! - grité.
En ese momento Hyuna me miró sorprendida. Y la rete con la mirada, no creía en ella, solo creía en Kai.
-...- de repente Kai apareció en mi delante - Luhan, tienes que escucharme - tomó de mis hombros con fuerza para que no pudiera zafarme de su agarre - Luhan, no es lo que piensas.
-Yo creo en ti, mi amor - murmuré y llevé mis manos a su rostro - Sé que no estuviste con ella - le abracé porque quería demostrarle que confiaba en él, pero no recibí una respuesta de su parte y eso me hizo dudar. Me separé y levanté mi vista para mirarle a la cara - No tuviste nada con ella ¿Verdad?
-¡No tuve nada con ella! - su respuesta me relajó, pero no me esperaba lo que continuaba - Solo nos besábamos... - y mis miedos me inundaron
-¡No solo fueron besos! - intervino una de las amigas de Hyuna - vivíamos en la misma casa, soy testigo de su romance - confirmó - ellos casi se acuestan.
Miré a Kai y la vista se me nubló.
-Luhan, escúchame - pidió.
-Déjame solo - dije con lágrimas en mis mejillas y lo empujé.
Caminé unos pasos más, mi vista se nublaba más e hizo que perdiera el equilibrio y caí. Inmediatamente alguien posó sus manos en mis brazos y me ayudo a incorporarme, era Kai quien también lloraba.
-¡Suéltalo, Kai! - mandó Xiumin quien me arrebató del agarre de Kai - Yo me encargo - me ayudó a caminar y mientras lo hacía me murmuraba - Todo estará bien, todo estará bien...
Escuchaba muy claras sus palabras, pero yo sentía que nada estaba bien...
(Eunhyuk)
-Si tú dices que eres un monstruo, pues quiero ser como tú - Donghae sonrió débilmente e intentó hacer una broma.
-No tienes idea de lo que estás diciendo - chillé.
De golpe, puse el periódico húmedo sobre la mesa, entre nosotros. Mi dedo señaló el encabezamiento de la página principal.
SE ELEVA EL NUl9;MERO DE
VIl9;CTIMAS MORTALES, LA
POLICIl9;A TEME LA IMPLICACIOl9;N
DE BANDAS CRIMINALES
-¿Y qué tiene esto que ver con lo que estamos hablando? - preguntó desconcertado.
-Los monstruos no son cosa de risa, Donghae.
Miró el título otra vez, y después volvió la mirada a mi expresión endurecida.
-¿Es un... vampiro quien ha hecho esto? - murmuró.
Yo sonreí sin un ápice de alegría. Mi voz era ahora baja y fría.
-Te sorprenderías, Donghae, de cuan a menudo los de mi especie somos el origen de los horrores que aparecen en tus noticias humanas. Son fáciles de reconocer cuando sabes dónde mirar. Esta información indica que un vampiro recién transformado anda suelto en Seattle. Sediento de sangre, salvaje y descontrolado, tal y como lo fuimos todos - Refugió su mirada en el periódico otra vez, evitando mis ojos - Hemos estado vigilando la situación desde hace unas semanas. Ahí están todos los signos, las desapariciones insólitas, siempre de noche, los pocos cadáveres recuperados, la falta de otras evidencias... Sí, un neófito. Y parece que nadie se está haciendo responsable de él - inspiré con fuerza - Bien, no es nuestro problema. No podemos ni siquiera prestar atención a la situación hasta que no se nos acerque más a casa. Esto pasa siempre. La existencia de monstruos no deja de tener consecuencias monstruosas.
-A mí no me sucederá lo mismo - murmuró, casi para sí mismo - Tú no dejarás que me comporte así. Viviremos en la Antártida.
Bufé, rompiendo la tensión.
-Pingüinos. Maravilloso.
-Alaska, entonces, tal como habíamos planeado. Sólo que nos vendría mejor algo mucho más lejano que Juneau, algún sitio con osos en abundancia.
-Mejor - consistí - También hay osos polares. Son muy fieros. Y también abundan los lobos.
Se le quedó la boca abierta y expiró todo el aire de golpe, de forma violenta.
-¿Qué hay de malo? - pregunté. Antes de que pudiera recuperarse, comprendí la confusión y todo mi cuerpo pareció ponerse rígido - Vaya, olvídate de los lobos, entonces, si la idea te repugna - mi voz sonaba forzada, formal, y tenía los hombros rígidos.
-Era mi mejor amigo, Eunhyuk - susurró - Por supuesto que me desagrada la idea.
-Perdona mi falta de consideración - dije, todavía de modo muy formal - No debería haberlo sugerido.
-No te preocupes.
Nos sentamos en silencio durante un momento, y después mi dedo frío se deslizó bajo su barbilla, elevándole el rostro.
-Lo siento. De verdad.
-Lo sé. Sé que no es lo mismo. No debería haber reaccionado de ese modo. Es sólo que..., bueno, estaba pensando justo en Minho antes de que vinieras - dudó - Charlie dice que Minho lo está pasando mal. Se siente muy dolido y... es por mi culpa.
-Tú no has hecho nada malo, Donghae.
-He de hacer las cosas mejor, Eunhyuk. Se lo debo. Y de todos modos, es una de las condiciones de Charlie...
-Ya sabes que está fuera de discusión que andes con un licántropo sin protección, Hae. Y el tratado se rompería si alguno de nosotros atravesáramos sus tierras. ¿Quieres que empecemos una guerra?
-¡Claro que no!
-Pues entonces no hay necesidad de discutir más sobre esto.
-Necesito ver a Minho.
-No - negué firme.
-En realidad, no es tan peligroso - me dijo, en tono de súplica - Solía pasarme antes el día en La Push, con todos ellos, y nunca me ocurrió nada.
-Los licántropos son inestables. Algunas veces, la gente que está cerca de ellos termina herida. Algunas otras veces, incluso muerta.
-No los conoces - murmuró.
-Los conozco mejor de lo que crees, Hae. Estuve aquí la última vez.
-¿La última vez?
-Llevamos cruzándonos con los hombres lobo desde hace noventa años. Nos acabábamos de establecer cerca de Hoquiam. Fue antes de que llegaran Sungmin y Kyuhyun. Los sobrepasábamos en número, pero eso no los hubiera frenado a la hora de luchar si no hubiera sido por Kangin. Se las arregló para convencer al tatarabuelo de Minho de que la coexistencia era posible y por ese motivo hicimos el pacto, por cierto entre ellos estaba también en tatarabuelo de Kibum y también estaba Hangeng - vi como su rostro se crispó, hice una pausa y continué - Creíamos que su linaje había muerto con el tatarabuelo de Minho, que la mutación genética que permitía la transformación había desaparecido con él - me interrumpió y le miré de forma acusadora - Pero tu mala suerte parece que se acrecienta cada vez más. ¿Te das cuenta de que tu atracción insaciable por todo lo letal ha sido lo suficientemente fuerte como para hacer retornar de la extinción a una manada de cánidos mutantes? Desde luego, si pudiéramos embotellar tu mala fortuna, tendríamos entre manos un arma de destrucción masiva.
-Pero yo no les he hecho regresar, ¿no te das cuenta?
-¿Cuenta de qué?
-Mi pésima suerte no tiene nada que ver con eso. Los licántropos han regresado cuando lo han hecho los vampiros.
Le clavé la mirada, con el cuerpo inmovilizado por la sorpresa.
-Minho me dijo que la presencia de tu familia fue lo que precipitó todo. Pensé que estabas informado...
Entrecerré los ojos.
-¿Y eso es lo que piensan?
-Eunhyuk, atiende a los hechos. Vinisteis hace noventa años y aparecieron los licántropos; volvéis ahora y aparecen de nuevo. ¿No te das cuenta de que es más que una coincidencia?
-Esa teoría le va a parecer a Kangin muy interesante - afirmé.
-Teoría - contestó con mala cara.
-Interesante, aunque no cambia nada - murmuré tras un instante - La situación continúa como está.
-Por favor, sólo escúchame un minuto. Esto es algo mucho más importante que el capricho de no querer desprenderse de un viejo amigo. Minho está sufriendo - su voz tembló al pronunciar la palabra - No puedo dejar de ayudarle ahora, justo cuando me necesita, simplemente porque no es humano todo el tiempo. Estuvo a mi lado cuando yo me había convertido también en... algo no del todo humano. No te haces una idea de cómo fue... - dudó - Si Minho no me hubiera ayudado... No estoy seguro de qué hubieras encontrado cuando volviste. Le debo mucho más de lo que crees, Eunhyuk.
Levantó el rostro con cautela para mirarme. Yo tenía los ojos entre cerrados y la mandíbula tensa.
-Nunca me perdonarel9; por haberte abandonado - susurré - ni aunque viva cien mil años.
Presioné mi mano contra su rostro y esperé hasta que suspiró.
-Sólo pretendías hacer lo correcto. Y estoy seguro de que habría funcionado con alguien menos chiflado que yo. Además, ahora estás aquí y eso es lo único que importa.
-Si no me hubiera ido no tendrías necesidad de arriesgar tu vida para consolar a un perro.
Se estremeció y supe que había cometido un error al expresarme de esa manera.
-No sé cómo decirlo de forma adecuada - comenté y mi tono era sombrío - Supongo que incluso te sonará cruel, pero ya he estado muy cerca de perderte en el pasado. Ahora sé qué se siente en ese caso y no voy a tolerar que te expongas a ninguna clase de peligro.
-Tienes que confiar en mí en este asunto. Estaré bien.
-Por favor, Donghae - murmuré.
-¿Por favor, qué?
-Por favor, hazlo por mí. Por favor, haz un esfuerzo consciente por mantenerte a salvo. Yo hago todo lo que puedo, pero apreciaría un poco de ayuda.
-Me lo tomaré en serio - contestó en voz baja.
-¿Es que realmente no te das cuenta de lo importante que eres para mí? ¿Tienes alguna idea de cuánto te quiero?
Le abracé y le apreté más fuerte contra mi pecho, acomodando su cabeza bajo mi barbilla. Presionó los labios contra mi cuello frío como la nieve.
-Lo que sí sé es cuánto te quiero yo - repuso.
-Eso es comparar un árbol con todo un bosque.
-Imposible.
Besé la parte superior de la cabeza y suspiré.
-Nada de hombres lobo.
-No voy a pasar por eso. Tengo que ver a Minho.
-Entonces tendré que detenerte.
-Bueno, eso ya lo veremos - me retó de todos modos - Todavía es mi amigo...