Desperté en una extraña habitación aislada –Esta no es mi casa- pensé, miré en todas partes para ver si verificaba el lugar, pero no tengo ni la menor idea de en donde estoy, lo único que podía ver era una habitación oscura sin ninguna ventana, con una mesa pequeña en la que había una toalla, solo podía ver la puerta de madera astillada a unos dos metros de mí, intenté levantarme de la cama, pero un dolor punzante atacó mi abdomen sin previo aviso evitando que me levantara.
Miré hacia mi pecho, los botones de mi camisa estaban desabrochados, podía ver un gran vendaje cubriendo todo mi torso, pero, ¿Quién me ha curado? Recordé que había sido atacado por dos hombres y que un extraño me protegió, los hombres me habían hecho mucho daño y perdí el conocimiento mientras que el extraño se había acercado y había quitado su máscara, no pude alcanzar a ver su rostro.
Supuse que después de haberme desmayado el extraño tuvo compasión y me llevó a lo que parecía ser su “hogar”, no podía estar totalmente seguro, lo único que podía confirmar era que esta no es mi casa…. Pero lo que me intriga es… ¿Por qué alguien me querría salvar? No lo comprendo, todos en el pueblo me odian y no veo la razón para que alguien me salvara la vida –al parecer aún hay gente que tiene compasión en este miserable pueblo- pensé, pero no era tiempo de descubrir la razón, lo que tengo que hacer es encontrar una salida de cualquier manera.
Intenté levantarme lo más cuidadoso que podía, sentí otra vez ese dolor agudo, me di cuenta de que mi estado estaba muy mal, y sabía que no podré salir de este lugar con mis propios medios, pero, ¿Qué debo hacer? ¿Esperar a que el extraño entre y me ayude? Estaba confundido, no sé qué hacer, lo único que puedo hacer será esperar a esa persona, no puedo hacer nada más.
Me volví a recostar en la dura cama, estaba al tanto de la puerta por si el extraño entraba, no hacía ni el mínimo movimiento, sentí que era de noche, en la habitación hacía un poco de frío, podía ver mi aliento condesado a pesar de que la habitación era muy oscura, intenté prestar atención por si escuchaba algún movimiento detrás de la puerta, pero o había nada, solo un silencio absoluto.
Me recosté completamente y miré hacia el techo, solo veía las tablas oscuras agrietadas del techo, solo eso…. Comencé a preocuparme un poco, sentía como si esa persona nunca fuera a aparecer, entonces ¿Qué voy a hacer?
Al rato sentí como si la puerta se moviera, levanté la mirada y vi a ese extraño entrar cautelosamente, tal vez creyó que aún seguía inconsciente, me miró asombrado, pero no podía ver su expresión completa porque su rostro estaba cubierto con una máscara, se acercó lentamente a los pies de la cama y se sentó despacio, me levanté lentamente y me fijé en su rostro para ver si lograba reconocerlo.
Lo miraba de una forma curiosa, era extraño, nunca me he querido fijar en los rostros de los demás, porque todos me odian y yo los odio a ellos, pero esta persona era diferente, puesto que me ha salvado la vida muchas veces, aunque me parezca raro admitirlo, es posible que tengamos algún tipo de conexión aunque no conozca su rostro.
-¿Te sientes bien? –Me preguntó, su voz sonaba suave y masculina, me sorprendí de que me hablase de esa manera- Ese golpe fue muy fuerte –Dijo mientras bajaba la vista a mi pecho.
No sabía que decirle, pues, ¿Qué le podía decir? ¿Debía agradecerle por salvarme la vida?
-¿Esa máscara es necesaria? –Dije con gesto de inseguridad.
No me respondió, aunque esa máscara le cubriera el rostro, sabía que detrás de aquella máscara había un rostro de sorpresa o una sonrisa retorcida.
-Lo lamento, ya me la quitaré enseguida –Dijo mientras tomaba la parte de atrás que aquella negra máscara.
Quitó lentamente la máscara de su rostro, cuando quedó completamente descubierto me sorprendí, nunca imaginé que su aspecto fuera así…