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Ladrón de madrugada (Two-shot) [+1] por RyanAngel98

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Notas del capitulo:

Makoto sale apresurado

Recordando el pasado

Sousuke conoce la familia Tachibana

Aceptando el nuevo presente y futuro

“Y así concluye la lección de los amplios patrones de evolución” todos en el salón guardaban sus cosas en la mochila para retirarse “muchas gracias por su presentación, Mr. Tachibana” asentí al profesor educadamente y me retiré del lugar con cierta prisa. 

Debía llegar a casa lo más pronto posible y estar listo para todo lo que se acercaba.

Les pedí permiso a mis padres para salir a la hora que me fue pedido. No fue como esperaba que sea pero tampoco fue tan malo

“Mamá, un amigo me vendrá a recoger a las 9:30 pm, ¿puedo ir?” usualmente siempre sabe aceptar con una sonrisa y eso fue lo que recibí. Luego, era el turno de papá

“Papá, ¿puedo salir con un amigo? el me vendrá a recoger a las 9:30 pm, ¿p-puedo ir?” mi papá siempre es un caso diferente. Es un hombre amable y serio pero hay veces en las que es diferente

“Quiero conocerlo” dijo él bebiendo su café de la mañana, con el periódico en la mesa “mejor, ¿por qué no lo invitas a cenar aquí?” mamá que estaba en la cocina le agradó la idea y papá decidió que así sería. Llamé a Sousuke antes de salir yo a la universidad y él aceptó gustoso.

Por alguna razón, me sentí un poco culpable por el hecho que los planes que teníamos hayan tomado otro camino pero... era una cena, ¿no? no iba a cambiar mucho si mis padres y hermanos estén allí.

Apenas llegué a casa, me senté con Ren y Ran para ayudarles con sus tareas; son realmente inteligentes pero cuando trabajan juntos, a veces saben discutir mucho

“Hermano, ¿me ayudas con el dibujo de invierno?” Ran pidió con ciertos ojos brillantes y su sonrisa que nunca termina

“¿Eh? ¡yo le pedí primero!” aquí vamos una vez más

“Vamos, vamos, puedo hacer el de ambos” recogí las cosas de la mesa “¿qué tal si lo dejamos para mañana? ahora necesito ayudar a mamá a limpiar la casa, ¿sí?” el día siguiente era sábado así que podía hacerles ese dibujo con más tranquilidad. Ellos aceptaron sonrientes y fueron a dejar sus cosas  a su habitación.

Me sentí nervioso toda la tarde. Mamá estaba haciendo la cena tranquila, cantando feliz de la vida y papá estaba limpiando sus botellas de licor –una gran colección de ellas- las cuales las tiene sobre una mesa de cristal. De vez en cuando, bebe una copita en la noche pero casi no se lo ve haciéndolo

“Makoto, ¿puedes colocar las servilletas en la mesa?” asentí tomando algunas de encima de la refrigeradora, las doblé y las puse en el lugar. Pasé la aspiradora por toda la casa y después ordené el estante de periódicos de papá; se cayeron cuando intentaba abrir la puerta del armario. Después de eso, subí a los cuartos para verificar que Ran haya recogido sus juguetes y Ren haya organizado los zapatos debajo de su cama.

El teléfono de la sala sonó y bajé rápido a contestar

“Hola, buenas tardes” saludé

“Mako, soy yo, Nagisa” su voz es inconfundible

“Oh, ¿qué tal? ¿cómo estás?”

“Muy bien, eh... ¿quieres ir al centro de investigación marina esta noche?” oí algo de emoción con aquello que pidió

“Lo siento, tengo planes para hoy...” su suspiro se oyó del otro lado de la línea, algo que me hizo sentir un poco mal

“Uh, está bien” usualmente Nagisa no está interesado ir a esa clase de lugares en la noche “podemos dejarlo para el domingo”

“Claro, te veo entonces” colgamos al mismo tiempo el teléfono. Haber rechazado su invitación me hizo sentir algo culpable. Tenía mis motivos para no poder ir pero supongo que ese fue el primer paso de él para hablarme.

Nagisa y yo dejamos de hablarnos por un buen tiempo. ¿Cuánto habrá pasado? Quizá unos cinco o seis meses. La razón de aquello no fue tan horrible como para dejar de contactarnos pero el impacto si dejó algo entre nosotros.

Antes de cortar comunicación el uno con el otro, sucedió algo. Nagisa me invitó a su casa a jugar consolas y acepté. Ren quiso ir conmigo ya que Ran tenía un proyecto que trabajar en la casa de una de sus amigas así que fui con él. Nos recibió con su cálida sonrisa de siempre. Sus padres no estaban en casa. Ren quedó encantado con la vasta cantidad de videojuegos que Nagisa poseía y él estaba gustoso de dejarlo jugar por todo el día. 

Estuvimos ahí durante dos horas, al rato, Ren se quedó dormido

“Será mejor que ya vaya a casa, se está haciendo un poco tarde” dije mientras llevaba el vaso donde bebí agua al lavadero

“Antes de eso, ¿puedo hablar contigo?” asentí y me senté junto a él en el sofá de la sala. Me acomodé bien para luego escuchar lo que tenía que decir “Mako, tú sabes que te estimo mucho y que agradezco todo lo que has hecho por mí, eres un gran amigo pero...” me asusté al escuchar ese tono de seriedad, realmente era intrigante el momento “yo quería decirte que... tú me gustas mucho.”

Quedé petrificado. Por un momento pensé que no era cierto lo que oí y quizá escuché algo más pero no, su rostro serio decía que no estaba bromeando

“N-Nagisa, tú...” no sabía qué decir, qué responder

“Me gustas...” noté el fuerte color rojo en sus mejillas, sus ojos brillantes de siempre estaban acuosos

“Pero... ¿cómo?” no podía asimilar aquello, era demasiado difícil como para procesarlo

“¡No lo sé! sólo sé que siempre he querido estar contigo” era una espada tras otra “pero siempre preferiste a Haruka...” una tras otra. Sus palabras se oían amargas, estaba llorando

“Nagisa...” intenté abrazarlo pero rechazó mis brazos. En vez de eso, buscó mis labios, y me besó. Sentí que no tenía control de mi cuerpo, no podía moverlo

“Makoto... te quiero” se aferró a mí

“Nagisa... yo, lo siento pero... no puedo corresponderte” no mostró su rostro, lo hundió a mi pecho, apretando mi camiseta “te quiero, de la misma manera que puedo querer a Ran y a Ren, como mi hermano pequeño, así que por eso, no puedo aceptarte”

“Lo que siento por ti no vale, entonces...” lo abracé fuertemente

“Claro que vale y estoy feliz de que me hayas escogido a mí” besé su cabello “pero no puedo quererte como deseas, ni puedo amarte como tus sentimientos piden” se soltó de mí. Me pidió que me fuera. 

Tomé a Ren y lo cargué en mi espalda, intenté despedirme de Nagisa pero él solo me señaló la puerta, mirando al suelo. Salí y no pude volver a hablar más con él. Todo relacionado con su salud le pregunté a su mamá y le pedí discreción;  le inventé que tuve una discusión con él y no podíamos hablarnos. Así fue. 

No volvimos a hablar hasta ahora que decidió llamarme. Me hace sentir mejor el hecho que empecemos a rehacer nuestra amistad.

 

***

“Buenas noches, soy Yamazaki Sousuke, encantado de conocerlos” con un suéter celeste, cinturón café, jeans azules y zapatos negros, el ojiazul hizo su aparición ante los padres de cierto –ligeramente- sonrojado castaño

“Buenas noches, pasa muchacho, no te quedes allí” la señora le invitó al igual que el señor con una sonrisa de agrado hacia el chico. Entraron al comedor donde cada uno se sentó en un puesto. El castaño se sentó junto al pelinegro, se sintió observado por su padre pero no alzó la mirada ya que el hombre se dio cuenta de lo avergonzado que estaba su hijo; la tonalidad roja de sus oídos lo decía todo. La mujer llamó a los niños arriba los cuales bajaron en un dos por tres

“Buenas noches, mi nombre es Tachibana Ran” la niña saludó con una reverencia. El invitado sonrió

“El mío es Tachibana Ren” el niño saludó de la misma manera al pelinegro el cual se presentó ante ellos. La mujer sirvió la cena y cada uno estaba ya sentado comiendo en armonía.

“Entonces, ¿a qué te dedicas?” el señor preguntó, llevándose a la boca un pedazo de pollo horneado del plato

“Trabajo en la gerencia de un banco de mi padre” el muchacho respondió

“Suena bien” la mujer añadió a la conversación

“¿Eres el novio de mi hermano?” la niña preguntó con un gran brillo en su rostro mientras que el resto se quedó sorprendido ante la pregunta y el castaño que no miraba a nadie, deseando no querer estar ahí más

“Yo...”

“¿Cuántos años tienes?” el pequeño preguntó, de la misma manera que su hermana

“Tengo diecinueve” respondió amablemente

“Ya veo” el hombre observaba detalladamente al visitante. Cada movimiento que hacía, cada palabra formulada era analizada “si vas a convertirte en el novio de mi hijo, espero responsabilidad de ambos” ambos jóvenes se sonrojaron pero más el castaño

“¡P-Papá!”

“No seas modesto, Makoto” el chico estaba rojo hasta las nubes “no descansaste hasta arreglar cada centímetro de la casa para el muchacho aquí presente” el ojiazul sonrió

“Eso es verdad” agregó el más pequeño “mi hermano me contó que eres ágil con el tenis, quisiera que me enseñes”

“Claro, cuando gustes” el chico se había ganado el agrado de los más pequeños, al parecer, y hasta el de los más grandes.

Todos habían terminado de comer, después de una larga plática en la sala. El chico se despidió de la familia del castaño los cuales insistieron en que vuelva a visitar cuando quisiera. El ojiverde salió a acompañar hacia tal lugar al pelinegro con permiso previo autorizado de los  padres, quienes no se negaron.

“Tienes una familia muy bonita” el castaño no podía mirarle a los ojos a quien le hablaba. Solo observaba a través de la ventana del auto, la noche, las luces y las personas alrededor. El auto se detuvo y bajaron. Se quedaron en un parque frente a un gran lago donde se podía contemplar el agua azul y los edificios iluminados al otro lado.

La noche parecía favorecerle. Debía pedirle algo y estaba ansioso de querer hacerlo, era su primera vez siendo sincero al  pedir aquello así que no debía arruinarlo torpemente

“Makoto” el chico, ya relajado, le miró con su sonrisa pacífica y dulce de siempre “ya que he sido aceptado cálidamente...” sus ojos azules se concentraron en los orbes verdes de su compañero “...y que me he enamorado de ti de verdad...” el castaño se sonrojó, sobándose una mejilla “¿quieres ser mi novio?” ahora era la segunda, que va. Se estaba tapando todo el rostro. No podía con todo aquello. El ojiverde estaba completamente avergonzado

“Y-Yo...” el ojiazul tomó la muñeca del chico y se acercó a él “no estoy s-seguro... yo” lo besó. 

En aquel frío de la noche. Donde la bufanda de ambos chicos se movían al paso del viento y la luna los bañaba con su cálido resplandor. Los árboles bailaban al compás del aire y el agua brillaba más que nunca.

“Ahora, ¿qué me dices?” pegó al ojiverde a su cuerpo, mirándolo tiernamente

“Con aquel beso, hasta la más pequeña duda se despejó” se masajeaba las mejillas, que ardían con cierto rojo

“Lo tomaré como un sí” cruzó el brazo para no soltar a su chico “te amo, Makoto” besó su mejilla

“También yo... Sousuke” solo las estrellas fueron las espectadoras del sentimiento que esos dos esparcían por todo el lugar.

Notas finales:

Agradecimientos a todos aquellos que se aventuraron a leer mi humilde pedazo de escritura en este fanfic y un especial cálido gracias a todos aquellos que decidieron escribir un comentario. Tengo listo otro proyecto del SouMako para después así que atentos. Amé y disfruté a lo máximo terminar este proyecto. Besos, abrazos y... cuidense.


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