Cuando lo conocí me llamo la atención que fuera una persona tan solitaria. Siempre tenía una expresión tonta cuando estaba alrededor de mi hermano, Sasuke Uchiha. Me sorprendí cuando dejaron de frecuentarse, supuse que había sucedido algo entre ellos; sin embargo, no les pregunte a ninguno de los dos. Un día decidí invitar a Naruto y a una amiga que teníamos en común a beber, el rubio hacia preguntas indirectas acerca de si alguna vez habíamos sido rechazados. En ese momento deduje rápidamente que, seguramente, Naruto había externado sus sentimientos a mi hermano y éste lo había rechazado. Lo vi tan frágil, pude deducir que estaba a punto de llorar. Sentí tristeza al ver su expresión llena de dolor y sentí mucha rabia cuando pronunció «No creo que él se arrepienta», pensé ¿Cómo es posible que se menosprecie de semejante manera?, él es bastante atractivo y a pesar de que es tímido claramente se ve que es una persona honesta. Me encantaría decirle que no se debe menospreciar. Pero, no quiero ser malinterpretado. A pesar que no deseaba que se hiciera otras ideas no pude evitar decirle – Tal vez se arrepienta, nunca se sabe – Cuando pronuncie esas palabras sentí un fuerte vuelco en el corazón. En ese momento me di cuenta que lo estaba tomando, cada vez más, en cuenta.
Ha pasado un año desde aquella ida. Cuando lo veo no puedo evitar rodear su pequeño cuello con mis brazos, cada que lo abrazo siento su nariz en mi cuello, por eso siempre llevo una loción que estoy seguro que le gusta. No entiendo porque estoy tan preocupado de que mi perfume le guste, debo estarme volviendo loco. Se supone que a mí me gustan las mujeres, pero por alguna extraña razón también él. Me gusta sentir sus reacciones, la primera vez que lo abrace se sorprendió, sentí un ligero temblor en él. Sin embargo, no quiero lastimarlo. No estoy seguro de lo que siento por él, por eso no me atrevo a coquetearle. Sé lo que se siente que te den esperanzas y luego te regresen a la cruel realidad y jamás se lo haría, a él no. Su corazón es demasiado frágil, sensible y lo único que me inspira es protegerlo. Y eso significa, precisamente, nunca cruzar la línea de la amistad, esa simple acción lo mantendrá bien, a salvo.
Cuando lo encuentro me sonríe de una manera inocente, inconscientemente con esa acción él me seduce y yo caigo poco a poco en su hechizo. Siento que cada día me está gustando más y más. Y eso es malo, porque si él me sigue seduciendo de esa manera llegará un momento en que ya no podré resistirme y probablemente terminé destrozando su frágil corazón y de paso el mío.
Un día él me confeso que no había podido pasar una materia de tercer semestre, me sorprendió bastante, siempre supe que era dedicado. Y entonces recordé que él se había hundido en una depresión a raíz de que mi hermano lo había rechazado. Irremediablemente mi estómago empezó a arder con un sentimiento que hace bastante no sentía, celos. Celos de que mi adorado rubio haya reprobado una materia por haber sido rechazado por otro que no era yo. Celos de que él tuvo un primer amor y no fui yo, celos de saber que lo había amado de verdad porque uno no se hunde en una depresión por alguien a quien nunca amo. Por esa simple razón, tal vez infantil, siempre lo molestaba con ello, le hacía bromas como que no iba a pasar. Me encantaba observar sus reacciones, el cómo se sonrojaba. A pesar de que no era una chica, su sonrojo era enternecedor y sobre todo, demasiado coqueto. Y sus pucheros, cuando se enojaba, eran simplemente encantadores. Entonces supe que ya no había vuelta atrás, me había enamorado de él, de alguien que no sabía si ya había superado su amor por mi tonto hermano menor.
Cada vez que lo veo le digo cosas para que él empiece a sentir curiosidad por mí, para que me haga preguntas y se preocupe por mí. Me gusta abrazarlo, quiero acostumbrarlo a mis brazos para que no pueda escapar de mi protección, estoy seguro que nadie más podrá cuidarlo tan bien como yo.
En este tiempo en que nos hemos frecuentado más me he dado cuenta que me he vuelto bastante posesivo con él. Una vez lo vi salir de la sala de cómputo, alrededor de las 8 de la noche, ya estaba oscuro y él se dirigía al metro, solo. Sé que es un chico, pero no puedo evitar preocuparme, después de todo es bastante pequeño y no posee demasiada fuerza. Soy un tonto al hacerlo, pero definitivamente no puedo evitarlo. Cuando me enamoro de verdad suelo ser posesivo y sobreprotector al extremo. Quiero que él me note, por eso siempre estoy haciéndole bromas, no pesadas porque es que de verdad, Naruto es demasiado sensible, tanto que se le podría comparar con una hermosa flor, un girasol por su rubia cabellera.
Después me percate que en vez de alejarlo lo estaba acercando, a mí, a una persona inestable y demasiado posesiva; así que decidí alejarlo inventándole que para que alguien fuera mi pareja debía cumplir con todos y cada uno de mis requerimientos y que muy pocas lo hacían. No pude evitar preguntarle cuál era su tipo ideal y como el romántico que es me dijo «Que sean fieles y lo suficientemente confiables para entregarles mi corazón sin sentir temor a que me traicionen cruelmente» Cuando escuche semejantes palabras no pude evitar pensar Así que mi hermano te traicionó de una manera cruel y humillante, de seguro. Tenemos la misma sangre, probablemente también termine hiriéndote irremediablemente como él lo hizo. Por eso debo alejarte cuanto antes y espero que puedas encontrar alguien que te merezcas y por supuesto, él te merezca a ti; aunque eso último es lo más difícil… No creo que exista persona lo suficientemente buena que te merezca.
No pude evitar decirle que yo era la persona ideal para cualquier persona, le dije todas y cada una de mis cualidades. De seguro pensaba que estaba burlándome de él, pero al hacer eso yo quería que él me tomará en cuenta por si alguna vez se atrevía a buscarse a alguien con mis innumerables características y cualidades. Todo el tiempo que estuvimos juntos nos las pasamos riendo. Me gusta su sonrisa, pero lo que más me gusta es que yo sea la causa o el causante de ella. Me siento feliz cuando lo veo sonreír de manera tan hermosa. Cuando él se empieza a agarrar la panza porque no puede parar de reír, me alegra poder hacer que él sea feliz. Si no fuera un cobarde ya le hubiera dicho que lo amo y que me diera una oportunidad. Pero, como lo soy no se lo diré nunca.
Me gusta pensar que el hecho de que siempre nos encontremos es porque el destino así lo quiere. Soy un hombre bastante celoso y posesivo, por eso me molesta que él tenga tantos pretendientes porque aunque él no lo sepa los tiene. Sin embargo, no tengo derecho a reprocharle porque él ni siquiera sabe de mis sentimientos, nunca se lo diré. Quiero proteger su frágil corazón y de paso el mío. La única forma de que algo pueda suceder entre él y yo es sí él se atreve a confesarse, pero no lo hará. …l le teme al rechazo tanto como yo le temo a lastimarlo. Sin embargo, soy feliz porque seguiremos frecuentándonos como amigos y una relación de amistad es mucho más duradera que una de amor. En una de amistad no importa lo que pase, siempre se encuentra la manera de resarcirla; pero en una de amantes, si algo sale mal, es el final de todo. Nunca vuelve a ser lo mismo. Así que prefiero conservarlo como amigo que perderlo como amante. Creo que esa es la mayor prueba de amor que puedo darle.