Mi nombre es kim Kibum y hace poco tiempo junto a mi familia nos mudamos del vertiginoso tokio para volver a corea. La verdad es que al principio (en realidad aun) no estoy muy convencido de vivir aquí, sé que este es mi país natal, pero no estoy acostumbrado a esta cuidad Seúl es muy diferente… creo que al final debo aclimatarme….
En Tokio tenia cientos de amigos, mi vida social la verdad era realmente envidiable, aquí creo que hice algunos cuando era un niño pero ya ni siquiera los recuerdo del todo –suelto un gran suspiro- .Será difícil pero no imposible, lo mejor en estas situaciones es recordar…..
Salí a caminar por el vecindario y con tan solo oler los deliciosos aromas de las comidas caseras mis recuerdos comenzaron a fluir… con cada paso que daba un recuerdo revivía en mi …
Es así como el regreso a mi mente.
Al pasar por aquella antigua pero hermosa casa tradicional Lee jin Ki; volvió a mi como un hermoso amanecer, recordé aquellas tardes de juegos interminables, aquellas sonrisas que jamás cesaban, aquellos momentos felices… -una gran sonrisa se dibuja en mis labios- , en ese momento pensé lo grato que sería volver a verlo, pero hace más de 15 años que dejamos de vernos, tal vez el ni siquiera me recuerde, tal vez ya ni siquiera viva en este lugar.
De pronto esos recuerdos florecidos desde la nostalgia, se convirtieron en necesidad… aunque solo fuésemos niños él siempre fue capaz de provocar las más añoradas sonrisas en mi …. Creo que mientras estuve en Japón rodeado de tantas personas y experiencias nuevas no me di el espacio para regresar hacia tras y atesorar mi vida en corea –mi ceño se frunce levemente- pero aun no es tarde para hacerlo, realmente quiero volver a verlo fuimos grandes amigos, además una persona tan amable como él es imposible que cambie.
Con pasos más que apresurados regrese a casa me tendí sobre mi cama y me dedique a pensar durante el resto del día en cómo encontrarlo. Ya que perdimos cualquier tipo de contacto hace mucho ir repentinamente hasta su casa sería algo impulsivo, pero si lo pensaba detenidamente es la única opción que tenía.
De pronto recordé la pastelería que tanto amaba de niño, aquella atendida por una cariñosa ajhuma que siempre nos premiaba con un delicioso pastel cuando cumplíamos con nuestros deberes. Esos lugares jamás desaparecen aunque la cuidad crezca de una manera impresionante lugares así de cálidos permanecen en el tiempo.
Me dormí esperando que la noche avanzara rápidamente, ni siquiera en mis sueños se esfumo la idea de volver a encontrarlo.
A la mañana siguiente como un niño que despierta anhelando abrir sus regalos al terminar la noche buena, me levante con un ánimo realmente reluciente hasta yo mismo me sorprendí al verme sonreír de tal modo.
Me despedí de mis padres y raudamente le di marcha a mi plan… como sea lo encontrare. Estaba completamente decidido a reencontrarme con mi buen amigo de infancia, es así como llegue a aquella pastelería y tal como lo predije nada había cambiado. Aquella ajhuma continuaba en el mismo lugar rodeada esta vez de otros niños traviesos a quienes consentir con sus pasteles. Entre en la tienda algo nervioso, es de esperar que después de tantos años alejado de este vecindario la mayoría de las personas no logren recordarme. Me acerque a paso lento hasta el mostrador y con un nerviosismo caso inquietante hasta para mí, le hable a aquella ajhuma… disculpe –me rasco levemente la cabeza- mmm… sé que no debe recordarme…pero de niño solía vivir en este lugar y con mucha frecuencia visitaba su tienda, soy Kibum, es posible que me recuerde…
Esas fueron mis dubitativas palabras, pero para mi asombro si me recordaba…. Es así como entablamos una conversación que lleno aún más de recuerdos mi mente… todos ellos me ligaban a él….luego de largo rato logre preguntarle qué sería de aquel amigo de infancia … ella con una cálida sonrisa en su rostro me respondió precisamente lo que necesitaba oír… el aún está aquí en el mismo vecindario en la misma antigua casa, en el mismo lugar de siempre. De pronto de una manera insospechada mi corazón comenzó a latir agitadamente, tal era mi alegría que hasta creo que una hermosa melodía se formó en mi interior….
Más animado que de costumbre regrese a casa, en ese momento un solo pensamiento cruzaba de un lado a otro dentro de mi cabeza….
¿Me recordara, tendrá las mismas ganas de verme, que tal si no me recuerda?
Esas dudas por un instante lograron confundirme… pero no puedo rendirme sin siquiera haber dado el primer paso… mañana iré a buscarlo y lo que suceda es solo obra del destino…